The infant mortality rate is an indicator of quality of life, development, and quality and accessibility of health care. Improvements in science, technology and better access to health care have contributed to a major decrease in the infant mortality rate in Argentina. Since the 1980s, infant deaths have been classified based on the opportunities for reducibility yielded by scientific knowledge and available technologies, in order to obtain a basis for the monitoring and implementation of health policies. The last review of this classification was in 2011. In 2012, a total of 5,541 neonatal deaths (less than 28 days of life) were registered and, under this new classification, over 61% were reducible mainly by the improvement of perinatal health care and adequate and timely treatment of the at-risk newborn. In 2012, a total of2,686 post-neonatal deaths (from 28 days of life to a year) were registered and, under this new classification, over 66.8% were reducible by improving prevention strategies and providing adequate and timely treatment. This new analysis demonstrates the need to improve the opportunity, accessibility and quality of perinatal care starting at pregnancy, guaranteeing quality care at delivery and reinforcing prevention and timely treatment of common diseases in childhood over the first year of life.
La tasa de mortalidad infantil (TMI) es tanto un indicador de desarrollo y calidad de vida como de accesibilidad y calidad de los servicios de salud. Los desarrollos científicos y tecnológicos y las mejoras en la accesibilidad al sistema de servicios de salud han contribuido a la importante disminución de la tasa de mortalidad infantil en nuestro país. Desde la década del 80, se implementó el análisis de las defunciones infantiles, según las posibilidades de reducirlas de acuerdo con el conocimiento científico y la capacidad tecnológica disponible, con el fin de suministrar un insumo para la implementación y el monitoreo de políticas públicas. La última revisión de esta clasificación fue realizada en el año 2011. En el año 2012, se registraron 5541 defunciones neonatales (menos de 28 días de vida) y, según la última clasificación, 61% de estas defunciones hubieran podido reducirse, principalmente reforzando acciones de cuidado durante el período perinatal y en el tratamiento adecuado y oportuno del recién nacido. En el año 2012, se registraron 2686 defunciones posneonatales (entre 28 y 365 días de vida) y, según la última clasificación, 66,8% de estas defunciones hubieran podido reducirse, fortaleciendo la prevención y el tratamiento adecuados y oportunos. Esta nueva revisión evidencia la necesidad de mejorar la oportunidad, accesibilidad y calidad de la atención desde el embarazo, garantizando las condiciones de la atención del parto, y fortalecer la prevención y el tratamiento de la patología prevalente en el primer año de vida.