Este artículo analiza las expectativas de felicidad y elevación moral atribuidas a la naturaleza, en el contexto secular contemporáneo, y sus implicaciones para las prácticas de educación ambiental que se basan en el contacto directo con los ambientes naturales. Ubica la génesis del valor moral de la naturaleza prístina (desierto) en los ideales conservacionistas norteamericanos del siglo XIX, y sostiene que el sujeto-moral del conservacionismo, asociado con el contexto democrático-liberal del siglo XIX, corrobora, en la actualidad, con la idea de naturaleza como lugar de la autenticidad, de la bondad y de la trascendencia. Sin embargo, esto no significa una simple repetición de los ideales del siglo XIX. El ideal contemporáneo de la virtud ecológica incorpora y transforma la noción de naturaleza, articulando parte de esa inspiración del siglo XIX con a las nuevas configuraciones de la secularización y de la trascendencia en el contexto de las espiritualidades de la inmanencia de tipo de la Nueva Era.
Naturaleza; Trascendencia; Inmanencia; Educación ambiental