Este artículo es un relato de experiencia del proyecto de extensión realizado con familiares de mujeres encarceladas en una penitenciaría femenina. Su objetivo era ofrecer un espacio de acogida para las personas que realizaban visitas a aquella institución. Percibimos que los familiares experimentaban la falta o la fragilidad de redes de apoyo social. En este trabajo presentamos tres historias de madres que acompañan el encarcelamiento de sus hijas. Tales historias señalan la necesidad de articularse con la red y ponen de manifiesto las limitaciones de la formación en Psicología, que usualmente enfoca el individuo fuera de su contexto social. La discusión propuesta corrobora la necesaria adopción de los principios de integralidad e intersectorialidad en las prácticas en Psicología, demandando cambios en nuestra formación.
Prisión; Familia; Psicología; Interdisciplinariedad