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Genealogías de la crítica literaria y la literatura brasileñas en Néstor Perlongher* * Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana Universidad de Salamanca Salamanca España jantopagar@usal.es Personal Docente e Investigador (PDI) en Formación en el Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana de la Universidad de Salamanca, Salamanca, España. jantopagar@usal.es

Genealogies of Brazilian Literary Criticism and Literature in Néstor Perlongher

Resumen

El presente trabajo de investigación examina la producción ensayística de Néstor Perlongher dedicada al estudio de la literatura de Brasil, tanto en lo que respecta a sus reflexiones a propósito de determinadas obras como a su voluntad de consolidar ciertas genealogías con otros ensayistas nacidos o residentes en el país, dando como resultado un ejercicio de crítica literaria transnacional.

Néstor Perlongher; Crítica Literaria; Literatura; Brasil; Transnacional

Abstract

This paper examines some essays written by Néstor Perlongher about Brazilian literature, both in terms of his reflections on certain literary works and his determination to consolidate some genealogies with other essayists born or residing in Brazil, resulting in an exercise in transnational literary criticism.

Néstor Perlongher; Literary Criticism; Literature; Brazil; Transnational

Introducción

Los orígenes del proceso de producción intelectual del escritor Néstor Perlongher (1949-1992) se sitúan en la década del setenta del siglo XX en Argentina, momento en que el autor ingresó en el Frente de Liberación Homosexual (1971-1976), un colectivo de defensa de los derechos de los homosexuales previo al golpe de estado que instauró la dictadura cívico-militar conocida como Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983). Tras la disolución del FLH, Perlongher vivió bajo el régimen de Jorge Rafael Videla escribiendo y distribuyendo de manera anónima y clandestina textos a propósito de la represión policial y sexual, exiliándose más tarde en Brasil en 1981, donde trabajó como profesor de Antropología Social en la Universidad de Campinas, al mismo tiempo que desarrolló una trayectoria literaria compuesta por seis libros de poesía y algunos relatos breves, el más célebre de ellos titulado “Evita vive”.

Sin embargo, no todos los títulos que integran su producción han recibido la misma atención por parte de la crítica especializada. En lo que respecta a sus ensayos, publicados durante poco más de una década de actividad intelectual, la bibliografía precedente se ha ocupado de manera prioritaria de dos áreas: por un lado, sus investigaciones acerca de la prostitución homosexual masculina en Brasil —desarrolladas en varios artículos independientes publicados en revistas de muy disímil alcance y en el volumen O negócio do michê. Prostituição viril em São Paulo (1987)1 1 La traducción del libro al español apareció bajo el título La prostitución masculina (1993), meses después del fallecimiento del autor. — y, en segundo lugar, sus textos sobre el movimiento neobarroco, especialmente en su formulación rioplatense, estética con la que gran parte de su poesía se identifica. En este sentido, mi propósito en las siguientes páginas no es ahondar en estos campos más consolidados, sino, por el contrario, intentar ocupar un área menos transitada en el grueso de los estudios sobre la producción de Néstor Perlongher.

El campo al que me refiero, en particular, consta de un pequeño número de artículos de crítica literaria, en los que se concitan dos elementos desatendidos hasta la fecha: las contribuciones de Perlongher en el área de los estudios de literatura brasileña y, además, su apuesta sistemática por consolidar determinadas genealogías con otros críticos brasileños o residentes en Brasil. Se debe comentar, además, que esta falta de atención se ha producido en un contexto general de desafección por las aportaciones del autor al panorama de la crítica literaria de la década de los ochenta del siglo XX (Paniagua García, 2020PANIAGUA GARCÍA, José Antonio. Los rumbos truncos: Néstor Perlongher y la crítica literaria. Tonos digital. Revista electrónica de estudios filológicos, 1, 38, 2020, pp.1-16.). Así pues, para poder remediar esta situación, considero que resulta imprescindible empezar a abordar los textos de crítica de Perlongher valiéndome de algunos ensayos de Pablo Gasparini que han hecho posible repensar la obra de este escritor a partir de los conceptos de transnacionalidad y extraterritorialidad.

Desde este planteamiento, asumiré una metodología de análisis supeditada a los objetivos de esta investigación. En primer término, comentaré aquellos artículos o volúmenes más importantes que, hasta la fecha, hayan puesto énfasis en esta perspectiva transnacional, algunos de ellos dedicados al autor. A continuación, intentaré poner de manifiesto la idoneidad de considerar estos trabajos de Néstor Perlongher como parte de un proyecto de crítica literaria transnacional, a través del análisis pormenorizado de tres aspectos clave: el contexto histórico-cultural de producción; sus reflexiones acerca de obras y fenómenos de la literatura y la cultura brasileñas, así como su relación con otras literaturas del subcontinente; y, en tercer lugar, el establecimiento de lazos teóricos con otros críticos de marcado acento transnacional, sin los que el proyecto de Perlongher no habría podido formularse del modo en que lo fue.

Aportaciones de la crítica

En este apartado, abordaré algunos trabajos de investigación que han sabido detectar en la producción de Néstor Perlongher los elementos fundamentales de una mirada transnacional a partir del momento en que el crítico uruguayo Roberto Echavarren denominase al escritor, precisamente, con el apelativo “subversivo transnacional”, afirmando con rotundidad: “Por un acto de justicia poética, Perlongher reconsidera la geopolítica” (1991:18). A partir de esta operación de reconocimiento, los trabajos más iluminadores al respecto han sido publicados por el académico Pablo Gasparini (2006GASPARINI, Pablo. Patria y filiatrías: exilio y transnacionalidad en Gombrowicz, Copi y Perlongher. Hispamérica. Revista de literatura, 105, 2006, pp.45-58.; 2009; 2010), sobre los que volveré más tarde. Por ahora, conviene puntualizar que la mayor parte de los ensayos sobre la obra de Perlongher apenas consiguen desprenderse de la idea de la experiencia del exilio como única matriz explicativa de la adopción de una serie de cuestionamientos sobre las identidades sexuales y nacionales, estado de la cuestión que es posible comprender a partir de dos aspectos fundamentales.

En primer lugar, la evidencia de que el exilio de Perlongher en Brasil en el año 1981 coincide con el inicio de su etapa de mayor producción, antecedida por apenas un puñado de textos, muchos de ellos publicados de forma anónima, que aparecieron entre los años 1978 y 1981 a propósito de la represión durante el Proceso de Reorganización Nacional, como comenté en el apartado anterior. En segundo lugar, la acusada mención del exilio como elemento clarificador de la producción de Perlongher se puede explicar a partir del peso generacional que esta experiencia comportó en artistas e intelectuales argentinos de esos años, así como en el devenir de su producción. Cabe recordar que la dictadura, entre otros estragos en la cultura del país, generó un corte en la crítica literaria que tuvo como consecuencia la reducción drástica de los conflictos y diálogos estético-ideológicos intergeneracionales (Bosteels y Rodríguez Carranza, 1995BOSTEELS, Wouter; RODRÍGUEZ CARRANZA, Luz. El objeto Sade. Genealogía de un discurso crítico: de Babel, revista de libros (1989-1991) a Los Libros (1969-1971). In: SPILLER, Roland (ed.). Culturas del Río de la Plata (1973-1995). Transgresión e intercambio. Frankfurt am Main, Vervuert, 1995, pp.313-337.:316).

A pesar de estos factores, sería prudente no olvidar lo que Sylvia Molloy y Mariano Siskind sugirieron en su introducción del libro Poéticas de la distancia. Adentro y afuera de la literatura argentina como principio metodológico: la necesidad de “problematizar la presunta inmediatez entre las peripecias migratorias del escritor (digamos: las desterritorializaciones de su biografía) y el vínculo estético que sus textos establecen con el corpus de la literatura argentina” (2006:10) o cualquier otra tradición, se podría añadir. Desde este planteamiento, una observación atenta de los trabajos que Perlongher publicó antes de su marcha a Brasil brinda un resultado que no puede despreciarse para comprender el origen de una perspectiva transnacional en ciernes, pues la imagen que el autor ofrece del país propio es la de una nación “regida por el ejercicio de la violencia sobre los principios de arbitrariedad, ambigüedad y control, en connivencia con la Iglesia y operando con fuerza sobre los campos de la cultura y la sexualidad” (Paniagua García, 2017a:212).

En todo caso, deseo partir de la postura que Edoardo Balletta sostiene cuando afirma que, en último término, Brasil es, en la producción de Perlongher, un “espacio de producción y deseo que ofrece […] las condiciones de posibilidad para un discurso crítico transidentitario y trans-nacional” (Balletta, 2009:32, la traducción es mía)2 2 “(…) spazio di produzione e desiderio che offre […] le condizioni di possibilità per un discorso critico transidentitario e trans-nazionale” (Balletta, 2009:32). y, por tanto, “Brasil se convierte en el lugar en el que la formación teórica del poeta-antropólogo encuentra un territorio ‘real’ sobre el que apoyarse”(Balletta, 2009:37, la traducción es mía)3 3 “Brasile diventi il luogo in cui la formazione teorica del poeta-antropologo trova un territorio ‘reale’ sul quale poggiarsi” (Balletta, 2009:37). , dadas las condiciones históricas de Argentina. Esta última afirmación pondera de manera equilibrada el papel incontestable, así como las limitaciones evidentes del contexto de producción previo al exilio, pero no menosprecia su interés como elemento que debe tenerse en cuenta a la hora de pensar en la producción del autor desde una perspectiva transnacional.

Comienzo, pues, la exploración de los trabajos de Pablo Gasparini arriba mencionados, a cuyas aportaciones se añadirán algunas reflexiones de otros críticos que han apuntado hacia este mismo enfoque. Sin ánimo de realizar una exégesis minuciosa, los artículos de Gasparini que mayor repercusión han alcanzado a la hora de fijar una lectura de Perlongher como intelectual transnacional giran alrededor del mismo eje: la identificación de la patria y lo nacional como símbolos “trágicos” frente a los cuales el autor demuestra un impulso de “resistencia” consistente en el empleo de la sexualidad, el deseo y la lengua —en este caso, el portuñol— como herramientas críticas. Por consiguiente, “si lo trágico es lo nacional […] mal-decir lo trágico […] desborda cualquier tipo de reconexión con lo nacional” (Gasparini, 2006:56).

La profundidad semántica de la “tragedia” existente en lo nacional se materializa, como Gasparini pone de manifiesto, en el pedido de sacrificio y muerte que tanto la fundación como la defensa de la patria exigen no solo para su sostenimiento, sino también para el reconocimiento y legitimación de la pertenencia, dando lugar así a una “comunidad trágica” (Gasparini, 2010:765). Esta postura ayuda a valorar los trabajos de Perlongher previos a su exilio, pues en ellos es donde el autor comienza a reflexionar con mayor detenimiento sobre la represión y la violencia en suelo argentino, juicios que, ya en Brasil, se intensificarán a propósito de la Guerra de Malvinas, entre los que cabe destacar el siguiente: “El solo hecho de que guapos adolescentes, en la flor de la edad, sean sacrificados (o aún sometidos a las torturas de la disciplina militar) en nombre de unos islotes insalubres, es razón de sobra para denunciar ese triste sainete, que obra mediante el casamiento de los muchachos con la muerte” (Perlongher, 1997:179)4 4 La Guerra de las Malvinas fue una contienda bélica que tuvo lugar entre Argentina y Reino Unido desde el día 2 de abril hasta el 14 de junio de 1982 a propósito de la soberanía de las Islas Malvinas y otros territorios del Atlántico Sur. La victoria del Reino Unido, a todos los efectos, supuso el inicio de la caída en desgracia de la dictadura cívico-militar argentina, que a partir de entonces se precipitaría hacia su disolución a finales de 1983. .

Asimismo, esta tragedia no puede desligarse de otra cuestión apuntada por Gasparini y por algunos otros investigadores: el concepto de contaminación. Cuando se piensa en el acto de “mal-decir lo trágico”, la necesidad de una lengua que lo articule comporta necesariamente la fecundación cruzada de códigos e identidades, apelando “a la impureza y a la contaminación lingüística” (Gasparini, 2009:251). En este sentido, Jorge Panesi afirma que “toda la obra de Perlongher, la poética, la ensayística, la narrativa, la del investigador social, la del agitador, se halla afectada por la contaminación” (2013), de ahí que se pueda considerar esta operación como un acto de “contrabando” (Kamenszain, 1988KAMENSZAIN, Tamara. El escudo de la muerte: de Lamborghini a Perlongher. Río de la Plata. Culturas, 7, 1988, pp.115-120.:119), o también el intento de pergeñar “una forma alternativa de nación en la que las fronteras nacionales no ocultan su penetrabilidad” (Bollig, 2006BOLLIG, Ben. Exiles and nomads: Perlongher in Brazil. Hispanic Research Journal. Iberian and Latin American Studies, 7, 4, 2006, pp.337-351.:339, la traducción es mía)5 5 “an alternative form of nation, where national borders do not disguise their penetrability” (Bollig, 2006:339). . Por todo ello, cabe concluir que la perspectiva transnacional adoptada por Perlongher, en función de las características antinacionales que la constituyen, es un acto subversivo de “disolución de lo totémico” (Gasparini, 2010GASPARINI, Pablo. Néstor Perlongher: una extraterritorialidad en gozoso portuñol. Revista Iberoamericana, v. LXXVI, n. 232-233, 2010, pp.757-775 [https://revista-iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/6752 - acceso en 07 nov. 2022].
https://revista-iberoamericana.pitt.edu/...
:772).

Sin embargo, además de los aspectos apuntados hasta ahora —el cuestionamiento del carácter trágico de la nación y la apuesta por la contaminación lingüística—, hay que precisar un tercer elemento que se desprende de esta perspectiva: la traducción como operación política. En el trabajo de Molloy y Siskind ya citado, que recoge diversas experiencias de algunos autores acerca del exilio a finales del siglo XX, los editores afirman que todos los entrevistados, al menos, coinciden en un aspecto:

[…] la elaboración de la experiencia traumática y liberadora de la distancia en términos de una economía literaria mediada por una ganancia trágica: la posibilidad / necesidad de hacerse una lengua propia —generalmente derivada de los procedimientos de la traducción que se transformaba en una práctica de supervivencia en la nueva cultura (Molloy y Siskind, 2006MOLLOY, Silvia; SISKIND, Mariano (ed.). Poéticas de la distancia. Adentro y afuera de la literatura argentina. Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 2006.:11).

Asimismo, en su célebre ensayo El arte de la transición, la autora Francine Masiello considera la traducción como el “proyecto contestatario” de un significativo número de escritores argentinos durante las décadas de los ochenta y noventa, mediados por la experiencia del exilio, la dictadura y el restablecimiento de la democracia, como un medio de acometer una crítica a ese carácter “trágico” de la nación. Es decir,

[…] los signos de un desplazamiento constante […] se reiteran en los trabajos de los escritores argentinos, en su búsqueda por transformar los mapas geográficos y lingüísticos en este fin de siglo. A la vez que provocan especulaciones sobre la violencia de la diferencia lingüística, sugieren nuevas cartografías del deseo que confunden a menudo nuestra comprensión básica de las nociones de “patria” y “nación”. En este sentido, la traducción se convierte en una manera de demostrar las restricciones de la ley (Masiello, 2001MASIELLO, Francine. El arte de la transición. Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 2001.:245).

Por ello, resulta fundamental poner de manifiesto que estas nuevas cartografías encuentran un nicho fundamental en Néstor Perlongher a través de su proyecto de antología poética titulada Caribe Transplatino. Poesia neobarroca cubana e rioplatense (1991). A pesar de que la labor de traducción de los textos que integran la compilación recayó en la figura de Josely Vianna Baptista, fue Perlongher quien armó, supervisó y prologó este proyecto con el objetivo de transnacionalizar la poesía neobarroca en español en Brasil6 6 Los poetas incluidos en la antología, en estricto orden de aparición, son José Lezama Lima, Severo Sarduy, José Kozer, Osvaldo Lamborghini, Néstor Perlongher, Roberto Echavarren, Arturo Carrera, Eduardo Milán y Tamara Kamenszain. . No por casualidad, la antología íntegra está dedicada al poeta y crítico brasileño Haroldo de Campos, cuya obra suscitó en Perlongher un constante interés y cuyos postulados sobre el barroco acogió en su propio ideario estético y teórico, como se verá más adelante. En palabras del propio Perlongher, contenidas en el prólogo de la antología, la traducción también resulta una operación primordial a la hora de establecer criterios de demarcación entre el barroco histórico de los Siglos de Oro y el neobarroco de finales del siglo XX:

[…] há uma diferença essencial entre estas escrituras contemporâneas e o barroco do Século de Ouro. Montado na condensação da retórica renascentista, o barroco áureo exige a tradução: resguarda a possibilidade de decodificar a simbologia cifrada e restaurar o texto “normal”, nos moldes do trabalho realizado por Dámaso Alonso sobre os textos de Góngora. Ao contrário, os experimentos neobarrocos não permitem a tradução, sugerem-na […] mas tramam para perturbá-la e por fim destituí-la (Perlongher, 1991PERLONGHER, Néstor (coord.). Caribe Transplatino. Poesia neobarroca cubana e rioplatense. São Paulo, Iluminuras, 1991.:21).

Esta cita continúa más adelante con una alusión a la falta de una sólida tradición literaria que pueda señalarse sin equívoco para comprender el nebarroco. Por el contrario, “o barroco contemporâneo carece de um solo literário homogêneo onde montar o entretecido de suas minas” (1991:21). En rigor, es esta ausencia de suelo literario lo que motiva la aprehensión de una perspectiva transnacional de la literatura que establece insólitas genealogías, concepto que Michel Foucault considerase como “sendas embrolladas, garabateadas, muchas veces reescritas” (1992:7). Como afirma Perlongher en la entrevista “La lengua como máquina de mutación” (1990), “Lo que importa de esto es que el barroco siempre se monta sobre un estilo anterior. Y lo enloquece. Lo lleva a un grado de radicalidad que la relación con el referente pasa a ser completamente secundaria” (Perlongher, 2004PERLONGHER, Néstor. Papeles insumisos. Buenos Aires, Santiago Arcos, 2004.:340). No resulta descabellado, como hace Gasparini, pensar en esta antología de Perlongher como una operación que “asume el aspecto extrañante de la traducción llegando a distorsionar o desnaturalizar […] la lengua a la cual se está traduciendo” (2009:254).

No obstante, la singularidad de la traducción rebasa el contexto de la generación de escritores a la que Perlongher perteneció y también al conjunto de los intelectuales marcados por la experiencia del exilio. Bajo el concepto de “traducción errante”, el crítico Julio Prieto ha puesto de manifiesto la presencia en la cultura argentina de una línea ininterrumpida de traducciones “desviadas” o “malas” que tienen, al menos, un eje común: “la inflexión poscolonial de la cultura hispanoamericana” (2010:320). En el caso de Perlongher, esta matriz poscolonial debe comprenderse como un fenómeno de cuestionamiento de la patria originaria y sus exigencias de sacrificio y muerte. Con antecedentes como Jorge Luis Borges, Roberto Arlt o Witold Gombrowicz, la traducción en Perlongher “adopta una marcada inflexión geopolítica y transnacional”, juicio que refuerza el enunciado de Echavarren con el que abrí este epígrafe.

En relación con la traducción, incluso, algunas notas de Pablo Gasparini confirman la existencia de un conjunto de materiales del propio Perlongher que podrían ratificar estas consideraciones de la crítica literaria sobre la labor de traducción del autor, a su vez fundamentales para explorar el enfoque transnacional. Por desgracia, estos materiales permanecen inéditos en el “Archivo Perlongher/CEDAE” de la Universidad de Campinas, Brasil. Sin lugar a duda, esta circunstancia comporta la urgencia de un trabajo de edición y análisis de este material, sin el cual no podrá obtenerse una panorámica total de la importancia de la traducción en la propuesta transnacional de Perlongher. Esta empresa, a su vez, debería complementarse con la edición y análisis de los textos referenciados en la “Bibliografía de Néstor Perlongher” contenida en Papeles insumisos (2004), apartado en el que se citan no solo trabajos académicos y literarios, reseñas de libros y reportajes de Perlongher en portugués, sino también un conjunto de once textos literarios y teóricos de Murilo Rubião, Roberto Piva y, en su mayoría, Haroldo de Campos, traducidos directamente por él7 7 Es por esto por lo que este trabajo desea manifestar sus propias limitaciones, especialmente en el siguiente apartado, el más importante de todo el artículo, por el papel preponderante que estas referencias inéditas dan a la recepción de Haroldo de Campos en la obra y el pensamiento teórico-literario de Perlongher y que, precisamente, no podrán ser tenidas en cuenta aquí. Con el propósito de animar a la comunidad investigadora a realizar este trabajo todavía pendiente y sin duda crucial, pueden ser de ayuda las notas aportadas por Gasparini, gracias a su contacto directo con los textos contenidos en el “Archivo Perlongher/CEDAE”: “A juzgar por algunas cartas personales de Perlongher, escritas en portugués, su dominio de esta lengua alcanzó rasgos de expresividad personal. […] Por otro lado, el dominio que Perlongher tenía del portugués se manifiesta en su competencia para discutir con su traductor[a] la propiedad de algunas traducciones (por ejemplo, con Josely Vianna Baptista […])” (Gasparini, 2010:759). .

Por último, y aunque el estudio de los textos literarios de Perlongher no es el objetivo de este trabajo, resulta esclarecedor citar uno de los casos de traducción de códigos lingüísticos en los que el cariz político resulta más evidente. Se trata del poema “Acreditando en Tancredo”, publicado en el número 75 del mes de enero de 1985 en la revista Novo Leia, inmediatamente después de la elección de Tancredo Neves como presidente de Brasil, quien fallecería en abril de ese mismo año sin haber podido asumir el cargo. El verso en portuñol “Acreditando en Tancredo” se repite al final de cada estrofa del poema, en el que el barroco se mezcla con la tradición literaria argentina —y muy especialmente con el Martín Fierro, de José Hernández—. En el siguiente fragmento, que parodia el contexto político brasileño de entonces, se halla también la identificación de la nación con el sacrificio originario que la sustenta —“la teta del sacrificio”—, de ahí el interés de esta composición en la que se funden muchos de los elementos esbozados hasta ahora:

Ya no hay guerra: todo es paz.

El matrero y el falaz

se juntan con el sotreta

para arrancarle al atleta

de la inclinada nación

del sacrificio la teta

—mas después del papelón

si se jodió no fue al pedo

porque todo le ha pasado

Acreditando en Tancredo (Perlongher, 1997PERLONGHER, Néstor. Prosa Plebeya. Ensayos (1980-1992). Buenos Aires, Colihue, 1997.:215).

Néstor Perlongher: crítica literaria transnacional

Después de este repaso por la bibliografía precedente, en el que pueden apreciarse los principales elementos de una perspectiva transnacional en el ensayo de Néstor Perlongher, abordaré la cuestión esencial de este trabajo: la consideración de sus artículos de crítica literaria como un proyecto de dimensión igualmente transnacional. Así pues, siguiendo el plan esbozado en la introducción, trataré de manera específica el contexto de producción de estos ensayos, sus reflexiones sobre la literatura y la cultura brasileñas, así como su relación con otras culturas del subcontinente y, en tercer lugar, el establecimiento de genealogías con otros críticos literarios brasileños o residentes en Brasil.

En lo que respecta al contexto de producción, hay que comenzar señalando que, como poeta, Néstor Perlongher perteneció a la generación de autores argentinos aunados bajo la égida del neobarroco. En el año 1988, la también poeta Tamara Kamenszain realizó un significativo retrato de este grupo de escritores que ayuda a comprender la adopción de una perspectiva transnacional por parte de Perlongher. En concreto, el artículo de Kamenszain es valioso por lo que afirma: “los poetas argentinos nacimos huérfanos” (1988:115). La ausencia de una autoridad literaria que ejerciera sobre los poetas una paternidad semejante a la que Borges desempeñó para los narradores fue, por tanto, uno de los principales estímulos en el proceso de composición de una genealogía múltiple, en la que aparecen autores como Leopoldo Lugones, Oliverio Girondo, Macedonio Fernández, Juan L. Ortiz o Francisco Madariaga. Otro de los poetas neobarrocos, el uruguayo Roberto Echavarren, en sintonía con el diagnóstico de Kamenszain, amplió esta nómina en el prólogo de su antología Transplatinos. Muestra de poesía rioplatense (1991), realzando el papel de las vanguardias en el neobarroco en lo que respecta a la “tendencia a la experimentación con el lenguaje” (Echavarren, 1991ECHAVARREN, Roberto. Transplatinos. Muestra de poesía rioplatense. México, El Tucán de Virginia, 1991.:9), tanto en Hispanoamérica como en Brasil, de ahí que incluyera como parte de esta nueva genealogía nombres y movimientos como Vicente Huidobro, Octavio Paz, el modernismo, el grupo Noigandres y el concretismo.

Sin embargo, las muestras de orfandad del neobarroco en su contextualización rioplatense se integran en un marco histórico y cultural más amplio, formulado por el escritor brasileño Haroldo de Campos, para quien el barroco histórico era ya, en sí mismo, el resultado de la ausencia de padre fundacional:

Puedo decir que, para nosotros, el barroco es el no-origen, porque es la no-niñez. Nuestras literaturas, al surgir con el barroco, no tuvieron infancia (infans: lo que no habla). Nunca fueron afásicas. Nacieron ya adultas (como ciertos héroes mitológicos) y hablando un código universal extremadamente elaborado: el código retórico barroco (Campos, 2000CAMPOS, Haroldo de. De la razón antropofágica y otros ensayos. México, D.F., Siglo XXI, 2000.:9).

La segunda cuestión a la que quiero aludir es el contexto propio de la literatura de los años ochenta, tanto en Argentina como en Brasil. Como explica la crítica Florencia Garramuño, esta década y la anterior se encuentran marcadas por la problematización de la relación de la obra literaria con la realidad como planos autónomos y distanciados, explicando así el surgimiento de toda una serie de recursos, temáticas y formulaciones genéricas híbridas “que se reconocen abiertas y permeadas por el exterior, y que resultan atravesadas por una fuerte preocupación por la relación entre arte y experiencia” (Garramuño, 2009:18). En términos similares, la crítica Flora Süssekind apunta que durante la década de los ochenta en Brasil se empezó a reflexionar de manera sistemática sobre el valor de la ficción, la realidad, la verdad y el lenguaje que sostiene la ficción (2003).

En tercer lugar, en lo que respecta a los modos de difusión y al género de la escritura de crítica literaria, previamente a la llegada de Perlongher a Brasil, el comienzo de los años ochenta supuso la apertura de la crítica hacia el espacio de la prensa y el aumento de la importancia de la actividad del sector editorial y el fortalecimiento de un nuevo género: el ensayo, lejos del lenguaje periodístico y también del hermético lenguaje del académico scholar (Süssekind, 2003SÜSSEKIND, Flora. Vidrieras astilladas. Ensayos críticos sobre la cultura brasileña de los sesenta a los ochenta. Buenos Aires, Ediciones Corregidor, 2003.). Estas características no pueden dejar de reconocerse en el trabajo de crítica literaria de Perlongher, tal y como se constata a partir de la lectura de sus textos en periódicos como Folha de São Paulo, O inimigo do Rei, Leia Livros, Cadernos do Painel, Diario do Povo, Nicolau, Espaço e Debates o Jornal da Tarde, medios en los que participó con reseñas, notas de prensa y ensayos. Vistas estas tres características del marco de creación de sus textos de crítica literaria, es el momento de abordar la segunda cuestión de interés que señalé al comienzo de este epígrafe: las reflexiones de Perlongher acerca de la literatura y la cultura brasileñas.

Como crítico literario, el autor concentró sus mayores esfuerzos en el neobarroco como fenómeno hispanoamericano y brasileño, labor que condensa los rasgos esenciales de un ejercicio de comprensión del arte singularizado por la transnacionalidad en función de la combinación de realidades culturales, creadores y teóricos de diversas áreas lingüísticas del subcontinente. El objetivo principal de Néstor Perlongher al estudiar y promover el neobarroco fue, en efecto, desplazar el meridiano intelectual —vieja polémica a la que el neobarroco no es ajena, aunque su lectura conjunta no haya sido articulada de manera sistemática— desde Europa hacia América del Sur, “vínculo, casi secreto y silencioso, que enlaza producciones literarias aparentemente ajenas e incomunicadas las unas con las otras” (Perlongher, 2004:226). En este mismo sentido, una década después del fallecimiento del autor, el escritor brasileño Haroldo de Campos se referiría al neobarroco como un fenómeno que “percorre o espaço textual de nossa América, não de modo homogêneo e uniforme, mas regendo-se por uma fascinante estratégia de nuanças” (Campos, 2004:16), razón por la cual habría que hablar, en rigor, de “transbarroco”.

Desde este planteamiento, es provechoso volver sobre el trabajo de Florencia Garramuño y su propuesta del concepto de “experiencia” para hablar de la literatura de los años ochenta, fundamentada en la difuminación de la frontera entre arte y vida, realidad y ficción, de modo que la literatura se convierte en una especie de biblioteca de una vida que no es ofrecida como realidad estructurada, sino fragmentaria; de este modo, “la literatura como resto de lo real ya no se distinguiría de lo real porque en ambos espacios reina una indiscernibilidad de lo real y de lo imaginario que no busca ser escamoteada” (Garramuño, 2009:24). De hecho, es Haroldo de Campos quien acuña un concepto similar; se trata de la “biblioteca caótica” o “transenciclopedia carnavalizada”, que se caracteriza por “el policulturalismo combinatorio y lúdico, la transmutación paródica del sentido y de los valores, la hibridación abierta y multilingüe, […] en donde todo puede coexistir con todo” (Campos, 2000:20). Estas características apuntan a un rasgo singular fijado con insistencia por Perlongher: el neobarroco como fenómeno capaz de apropiarse de cualquier época o estilo literario: “caprichoso y detallista sincretismo transcultural capaz de hilvanar las ruinas y las rutilaciones de los más variados monumentos de la literatura y de la historia, alucinándolos” (Perlongher, 1997:94).

Por otro lado, volviendo a lo que Garramuño apuntaba en la cita anterior, es fácil comprender que la literatura y el propio sujeto, tal y como se configuran en la década de los ochenta, se encuentran ante una forma de experiencia que solo favorece la selección de una serie mínima de elementos de la realidad para operar en ella. En este sentido, la introducción de la experiencia de lo marginal fue ampliamente estudiada por Perlongher en uno de los dos artículos que dedicó íntegramente al estudio de autores brasileños. Me refiero al postfacio del libro Manual do Pedólatra Amador (1986), de Glauco Mattoso, titulado “El deseo de pie”8 8 Glauco Mattoso (São Paulo, 1951). Durante los años setenta, participó como miembro de grupos de resistencia cultural a la dictadura militar brasileña (1964-1985), especialmente como editor del fanzine Jornal Dobrabil y también como periodista en O Pasquim o el diario homosexual Lampião. Aunque perdió la visión en los años noventa como resultado de un glaucoma, su actividad artística no ha cesado en los campos de la traducción y la literatura, incluso en su relación con otras disciplinas, como la música o la fotografía. En su obra, las prácticas sexoafectivas marginalizadas, la violencia, el deseo o la pornografía se entremezclan con el humor, la ironía y la sátira política. . A grandes rasgos, se trata de un texto de crítica literaria interesado en el juego que el libro establece con una sexualidad marginal encarnada sobre el pie como órgano del deseo.

En realidad, lo que interesa aquí es un aspecto singular del texto de Perlongher que evidencia la labor de un crítico cuyo trabajo excede el marco disciplinario en el que se inserta, ratificando así, como señala Joseph M. Pierce de manera global en relación con la producción ensayística del autor, una postura ética que podemos denominar “activismo académico” (2007). En el ensayo en cuestión, Perlongher llama la atención sobre el hecho de que la obra de Mattoso crea encontrar un paraíso no seminal, alejado de la peligrosidad del sida, en plena efervescencia mortal, con el objetivo de darle una autonomía a la práctica del deseo a partir de su deslocalización anatómica, desplazándola del pene y el ano al pie. El autor, sin embargo, fruto de sus años de formación intelectual en el activismo sexual (Paniagua García, 2017b), juzga negativamente la elección de Mattoso con estas palabras:

[…] en la medida en que la podolatría no implica flujos seminales, sería una buena alternativa ante el síndrome. Se gasta, entonces, a cuenta del virus, para propagandear la perversión que se autonomiza —método parecido al de los gays que se aprovechan de la peste para defender la pareja cerrada. La insistencia en fijar las fronteras de esta nueva territorialidad deseante suena a veces un tanto cortante (Perlongher, 1997PERLONGHER, Néstor. Prosa Plebeya. Ensayos (1980-1992). Buenos Aires, Colihue, 1997.:111).

El segundo de los fenómenos que debe atenderse en relación con la experiencia de lo marginal es el empleo y la reflexión que suscitó el portuñol en el autor. Para Perlongher, atravesar la frontera de Brasil marcó un momento de inflexión en su consideración y uso de las lenguas como herramientas políticas. Aunque en el apartado anterior de esta investigación se localizó el origen de la perspectiva transnacional en el período anterior a su marcha a Brasil, en cambio, la experiencia del exilio sí es el germen incuestionable de esta otra área de producción ensayística. De hecho, en el artículo titulado “El portuñol en la poesía”, Perlongher alude a la cuestión de las desterritorializaciones políticas como motor para articular el proceso de creación de nuevas lenguas: “El exilio masivo de uruguayos, argentinos y chilenos en el Brasil, consecuencia de las brutalidades dictatoriales, ha contribuido para reactualizar al portuñol, tornándolo también una suerte de lengua franca universitaria o intelectual” (Perlongher, 2004:248).

Por ello, no resulta extraño que el segundo de los trabajos que Perlongher dedicó a la literatura brasileña fuera el prólogo del libro Mar paraguayo (1992), de Wilson Bueno, obra que destaca por el uso aglutinante de códigos provenientes de múltiples tradiciones lingüísticas9 9 Wilson Bueno (1949-2010), poeta, narrador y cronista brasileño, editor de la revista cultural Nicolau. Su obra Mar Paraguayo (1992) le valió el reconocimiento como escritor gracias a su compleja y experimental mezcla de español, portugués y guaraní, inaugurando así una producción que se ha caracterizado por la hibridación lingüística y genológica. Murió apuñalado en su domicilio en el año 2010, dejando tras de sí una nómina de más de una decena de títulos. . En primer lugar, cabe señalar que en el ensayo “El portuñol en la poesía”, ya mencionado, Perlongher acomete un estudio de las características léxicas, fonéticas, morfológicas y semánticas de esta lengua intersticial a partir de la observación atenta de varios textos literarios de Oswald de Andrade, Haroldo de Campos y Héctor Olea. Es evidente que esta operación manifiesta una conciencia de filiación entre distintas poéticas, armando nuevas relaciones insospechadas, atravesadas por el uso de una lengua menor, más allá de las fronteras territoriales, lo que permite traer de nuevo a colación la “transenciclopedia carnavalizada” de la que Haroldo de Campos habla.

Partiendo de esta base, creo productivo fijar la mirada sobre un fragmento del trabajo que Perlongher dedica a Wilson Bueno, en el que es posible observar cómo ejecuta el proceso de estrechamiento de los vínculos entre el autor brasileño y otros referentes que pertenecen a distintas áreas lingüísticas y culturales. En particular, Perlongher liga los procedimientos estéticos y discursivos de Mar Paraguayo con la obra de los escritores argentinos Francisco Madariaga y Manuel Puig, con los que Bueno estaría conectado en función del empleo de dos rasgos específicos: la mezcla lingüística y una fina atención al detalle, siendo esta última, en especial, una característica descollante del discurso neobarroco —esto es, un elemento que, extraído de las relaciones de co-presencia que mantiene con otros objetos de una misma realidad, permite reconstruir a partir de sí el sistema al que pertenece, otorgándole, no obstante, nuevos valores (Calabrese, 1994CALABRESE, Omar. La era neobarroca. Madrid, Cátedra, 1994.)—. En palabras de Perlongher:

Será que fue realmente Wilson Bueno quien “inventó” el portuñol (un portuñol mechado de guaraní, que realiza por lo bajo, en la médula palpitante de la lengua, aquello que el poeta argentino —o, mejor, correntino— Francisco Madariaga invocaba desde las húmedas alturas de un surrealismo lujurioso: gaucho-beduino-afro-hispano-guaraní); o él, desde su altazor artístico, lo pegó, lo fue tomando de uno u otro fragmento de charla, banal, boba, con el mate en la mano y la china (o la rusa…) cebando, en sillitas bajas de paja, en el patio de atrás de la cocina

[…]

Aunque parezca sorprendente, Wilson Bueno tiene algo de Manuel Puig (porque su escritura se basa en la charla, charlotea) (Perlongher, 1992PERLONGHER, Néstor. Sopa paraguaya. In: BUENO, Wilson. Mar paraguayo. São Paulo, Iluminuras, 1992, pp.7-11.:7-8).

En relación con lo marginal, además, hay que volver también sobre la cuestión del sincretismo, ya que, en el análisis de la obra de Wilson Bueno, Perlongher alude a esta realidad de la mezcla como marca de quienes se integran en Brasil provenientes de otros orígenes culturales. Así, concluye que este autor se apropiaría de “una manera de hablar bastante expandida: prácticamente todos los hispanoamericanos residentes en el Brasil usan los inconstantes, precarios, caprichosos hallazgos de la mezcla de lenguas para expresarse” (Perlongher, 1992:8). En este específico empleo literario de las lenguas menores, el interés de Perlongher no es otro que poner de manifiesto, a través del portuñol, la posibilidad de articulación de comunidades que generan dinámicas en las que la identidad es justamente “‘ni una cosa ni la otra’ [lo que] podría también interpretarse como ‘las dos cosas al mismo tiempo’” (Barrios, 2014BARRIOS, Graciela. La denominación de variedades lingüísticas en situaciones de contacto: dialecto fronterizo, DPU, portugués uruguayo, portugués fronterizo o portuñol. In: HIPPERDINGER, Yolanda (comp.). Lenguas, conceptos y contactos. Bahía Blanca, EDIUNIS, 2014, pp.77-105.:102).

Por último, tras haber completado el proceso de observación del contexto cultural de creación y las reflexiones y relaciones que Néstor Perlongher armó acerca de la literatura y la cultura brasileñas, amén de otras literaturas del subcontinente, abordaré el último aspecto que apunta hacia la confirmación de su proyecto de crítica literaria transnacional. Se trata del establecimiento de genealogías y filiaciones con otros críticos literarios brasileños o radicados en Brasil cuya propia perspectiva, cabe adelantar, también puede considerarse legítimamente transnacional.

El primero de los casos es, sin lugar a duda, el más interesante de los dos que expondré, tanto por la pertenencia del crítico en cuestión al mismo país de origen y de destino que Perlongher, como por la relación de amistad que ambos mantuvieron. Me refiero, claro está, a Jorge Schwartz y, en particular, a su ensayo Vanguardia y cosmopolitismo en la década del veinte. Oliverio Girondo y Oswald de Andrade (1983)10 10 Jorge Schwartz es doctor en Teoría Literaria y Literatura Comparada por la Universidad de São Paulo (1979) y profesor de literatura hispanoamericana en esta misma institución. Sus principales áreas de interés como investigador son las vanguardias, el modernismo y la relación de la literatura y la plástica. Entre sus publicaciones más valiosas se encuentran Vanguardia y cosmopolitismo en la década del veinte (1983), Borges no Brasil (2000) o Las vanguardias latinoamericanas (2002). Ha sido curador en varias exposiciones, coordinador de la traducción de las Obras completas de Jorge Luis Borges publicadas por la editorial Globo, y coordinador de las Obras completas de Oswald de Andrade en este mismo sello. . El texto crítico de Schwartz singulariza a ambos escritores —argentino y brasileño, respectivamente— en función de un cosmopolitismo que denomina “de las maletas”, y que apunta a la centralidad del viaje como estructurador de relaciones literarias intercontinentales, en este caso con París como centro organizador —lo que Pascale Casanova denomina “la literariedad de París” (2001:42), cuando esta ciudad todavía funcionaba como eje aglutinador de la tradición y generador de las innovaciones del capital lingüístico-literario mundial—. Sin entrar a valorar los juicios críticos allí emitidos por Schwartz, es innegable la influencia que este libro ejerció sobre Perlongher en la caracterización de algunos aspectos de las poéticas de ambos autores. De Oliverio Girondo, Jorge Schwartz dice: “Si bien la urbe es el tema dominante en sus poemas, la preocupación es planetaria y simultaneísta. En sus textos se cruzan continuamente las fronteras de América, Europa y África”, por lo que inmediatamente reconoce el “internacionalismo de Girondo, no sólo en el orden de las descripciones geográficas, sino también como realización práctica de una estética vanguardista (Schwartz, 1993:65), que llega hasta el neobarroco en línea quebrada pero continuista. Por su parte, el escritor brasileño Oswald de Andrade, apunta Schwartz, “decide incorporar lo extranjero a su texto, para realizar una obra de exportación. […] A diferencia de Girondo, el viaje extranjero provoca en Oswald un verdadero proceso de anagnórisis de lo nacional” (1993:65).

Es evidente que el fragmento de Schwartz manifiesta un hecho incuestionable: el reconocimiento de lo nacional como categoría atravesada por elementos considerados extranjeros, es decir, impropios. Este es un aspecto que Perlongher constató en sus apreciaciones sobre el portuñol y el neobarroco, con todas sus características intrínsecas, desde la destrucción de las gramáticas hasta el viaje o el desplazamiento como detonantes de sugerentes relaciones literarias y culturales, además de la apertura de la dimensión de sus operaciones críticas a todo el subcontinente americano. La perspectiva explícita del trabajo de Schwartz en Perlongher puede verse en varios de sus textos, pero muy especialmente en el ensayo titulado “El neobarroco y la revolución” (1986), en el que gran parte del acento intelectual de Perlongher se coloca sobre ese “vínculo, casi secreto y silencioso, que enlaza producciones literarias aparentemente ajenas e incomunicadas las unas con las otras”, y que deja entrever la existencia de un “‘puente de plata’ que conectaba, ya en la década del veinte, las poéticas de vanguardia de Argentina y Brasil” (Perlongher, 2004:225).

Sin lugar a duda, en esta cita puede detectarse sin mucha dificultad el magisterio de Schwartz, más adelante ampliado cuando, al repensar este “puente de plata”, Perlongher lleva más allá las relaciones establecidas por Schwartz y habla del desplazamiento de Europa hacia Cuba en el paso de las vanguardias históricas al neobarroco: “El ‘puente de plata’ parece mantenerse, pero pasando ahora, antes por La Habana que por París” (2004:227), pudiendo leer aquí una operación intencionada de desestabilización de los procesos de acumulación de capital lingüístico-literario mediante la descentralización de la república de las letras. En todo caso, es así como Perlongher conecta la obra final de Oliverio Girondo, En la masmédula (1953), con las Galáxias (1984) de Haroldo de Campos, y La partera canta (1982), de Arturo Carrera, una nueva reconexión de las relaciones entre Argentina y Brasil atravesadas por la matriz cubana, como señala al subrayar la “importancia de la referencia […] a Lezama Lima” (2004:227), autor que figura, no por casualidad, en el puesto inicial de los escritores incluidos en la antología Caribe Transplatino que comenté en apartados previos11 11 Arturo Carrera (Buenos Aires, 1948). Desde la publicación de su primer libro, Escrito con un nictógrafo (1972), prologado por el escritor cubano Severo Sarduy, su obra se ha caracterizado por una fuerte impronta del legado de las vanguardias, con cuyos mecanismos y tradiciones ha conseguido subvertir una parte considerable de la literatura argentina, a través de un lenguaje altamente experimental, como demuestra también su relación con la revista de creación Xul durante la década de los ochenta y su puesto central en las antologías de poesía neobarroca latinoamericana. . La fecundidad de la relación establecida por Perlongher con el trabajo de Schwartz, de hecho, fue admitida por el primero en más de una ocasión. Sirvan sus palabras como demostración: “Hay obras críticas insustituibles porque montan una genealogía (por ejemplo, la relación entre Girondo y Oswald de Andrade, en Vanguardia y Cosmopolitismo de Jorge Schwartz)” (Perlongher, 2004PERLONGHER, Néstor. Papeles insumisos. Buenos Aires, Santiago Arcos, 2004.:326)12 12 Otro de los textos que presenta una deuda más evidente con el trabajo de Schwartz es “Nuevas escrituras transplatinas”, recogido en la colección Papeles insumisos (2004) por Adrián Cangi y Reynaldo Jiménez, quienes afirman que el ensayo permaneció inédito hasta su publicación en este volumen, gracias al oportuno envío que hizo del mismo la escritora y traductora Josely Vianna Baptista. Esta última, a su vez, lo había traducido y publicado en portugués en Gazeta do Povo el 22 de abril de 1996 bajo el título “Pérolas sobre o lodo: a literatura argentina que não tem medo de dizer seu nome —Novas escrituras transplatinas”. Además, la estrecha colaboración entre ambos también se tradujo en la participación de Perlongher en el libro Corporgrafía (1992), coordinado por Vianna Baptista, con el ensayo “El paisaje de los cuerpos”, volumen en el que también se compilaron textos de Haroldo de Campos y Severo Sarduy, entre otros autores. .

Después de demostrar el nexo de Perlongher con el trabajo crítico de Schwartz, el segundo de los casos que quiero mencionar es el de Haroldo de Campos, partiendo de una de las matrices que articula sus reflexiones sobre el barroco: la posibilidad de pensar “lo nacional en relación dialógica y dialéctica con lo universal” (Campos, 2000:3)13 13 Haroldo de Campos (1929-2003) fue un poeta y traductor brasileño. En 1952, junto a Décio Pignatari y Augusto de Campos, fundó el grupo y la revista Noigandres, dando origen al concretismo, una vanguardia tardía de Brasil que dialogó con la pintura y otras artes, publicando sus propios manifiestos, hasta que a principios de la década del sesenta comenzó su proyecto poético titulado Galáxias, que escribiría y modificaría de manera ininterrumpida hasta el año 1984. En su labor como traductor, ha editado obras de Dante, Mallarmé o Maiakovski. Asimismo, como doctor en Filosofía, Letras y Ciencias Humanas, ha publicado múltiples ensayos de teoría de la literatura. Su estilo paródico de la tradición literaria y cultural brasileña, además de la experimentación con el lenguaje y el interés por la relación interdisciplinaria de la literatura con otras artes son algunas de las características esenciales de su poesía. . Esto aparece de manera evidente en su ensayo “De la razón antropofágica: diálogo y diferencia en la cultura brasileña” (1980), en íntima relación con un hecho fundamental: “Una nueva idea de tradición (antitradición), que opere como contravolución, como contracorriente opuesta al canon prestigioso y glorioso” (2000:6). Es en esta antitradición donde el barroco se imbrica, al decir de Haroldo de Campos, y es en ella en la que Perlongher introduce operaciones críticas que se han contemplado aquí y que tienen que ver, en efecto, con la visión transnacional que se ha defendido.

La lista de autores incluidos por Haroldo de Campos en esta “antitradición” es superlativa. A título nominal, conviene hacer notar su explícita mención de Mallarmé, el creacionismo, Trilce (César Vallejo), Altazor (Vicente Huidobro), En la masmédula (Oliverio Girondo), Blanco (Octavio Paz); sin olvidar la prosa de Lezama Lima, Julio Cortázar, Oswald de Andrade, Drummond de Andrade, Murilo Mendes, João Cabral de Melo Neto, Manuel Bandeira y el concretismo brasileño. Hay que puntualizar, sin embargo, que esta nómina sobrepasa el conjunto de autores que Perlongher cita en sus textos, en buena medida porque esta “antitradición” es, en la formulación de Haroldo de Campos, un concepto mucho más amplio que el de “neobarroco”.

En este sentido, y más allá del evidente interés de Perlongher por la obra literaria de Haroldo de Campos —y, en especial, por su libro-poema Galáxias (1984)—, el concepto que verdaderamente une a ambos críticos, más allá del neobarroco, es el de “transvanguardia”. Partiendo del conocimiento de los textos críticos de Haroldo de Campos que demuestra Perlongher, así como de la convencida necesidad de separar el neobarroco y las vanguardias, afirma el segundo la idoneidad del concepto “transvanguardia” para hablar de un conjunto de nuevas escrituras, entre las cuales se encuentra el neobarroco, marcadas por la heterogeneidad de tradiciones que en ellas se concitan:

Haroldo de Campos habla de transvanguardia […] y [el neobarroco] lo sería. Que se afirmara un discurso diverso heterogéneo y, en eso, ya te diferenciás [sic] de las vanguardias que tenían ciertas recetas, ciertos manifiestos, y en esa heterogeneidad aparecen (Perlongher, 2004PERLONGHER, Néstor. Papeles insumisos. Buenos Aires, Santiago Arcos, 2004.:286).

Coda (intrusa)

Concluyo aquí este trabajo retomando el tema del exilio con el que comencé esta investigación, ya que a continuación del último fragmento citado, Perlongher declara: “Ni siquiera existen las tertulias. El exilio, las persecuciones han deshecho las tertulias” (Perlongher, 2004:286). Si algo evoca este texto, no cabe duda, es una de las consecuencias generacionales de estas migraciones políticas en el campo cultural de muchos países del subcontinente americano durante las décadas de los años setenta, ochenta y noventa del siglo XX. Es más, la mayor parte de las características del neobarroco mencionadas a lo largo de este trabajo, en rigor, apuntan también hacia esta circunstancia.

Al inicio de estas páginas se advirtió de la necesidad de no obliterar los textos publicados por Perlongher antes de su marcha a Brasil, y esto, desde el punto de vista de la metodología, es un hecho incuestionable. Sin embargo, el proyecto que se ha rastreado en este trabajo no puede dejar atrás su condición exiliar, que sería conveniente leer, en palabras de Gasparini, desde la idea del “extranjero” y no del “inmigrante”, ya que ni Perlongher ni su lectura crítica de la literatura “sufre[n], pasivamente y sin capacidad de reflexión los efectos propios del exilio lingüístico.” (2010:759). Esta reflexión de “extranjero”, en último término, es la clave del fortalecimiento y la exploración del trabajo crítico-literario de Perlongher. Por otro lado, se debe aclarar que la naturaleza transnacional de sus ensayos no pasó desapercibida para el propio autor, quien en una entrevista publicada en la revista uruguaya Jaque el 3 de agosto de 1986 comentaba sobre el neobarroco:

Estas escrituras son de alguna manera antiestatales —aunque queda muy feo decirlo así— porque no es una cuestión con el Estado, sino a nivel de la significación. […] Y esa proliferación de diversidades no apunta a congelar cualquier posibilidad de cambio o mutación. Al contrario, apunta a multiplicar las mutaciones. Tal vez esa especie de puente inestable sea una posibilidad” (Perlongher, 2004PERLONGHER, Néstor. Papeles insumisos. Buenos Aires, Santiago Arcos, 2004.:287).

Este fragmento permite confirmar una vez más la función que Brasil cumple en la trayectoria intelectual del autor: la de un territorio para articular la mutación de los símbolos constitutivos de la tragedia, de la lengua fijada, de “esa imagen de antigüedad tan fundamental para la idea subjetiva de nación” (Anderson, 2000ANDERSON, Benedict. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2000.:73). Al hilo de la condición de extranjero aludida por Gasparini, creo conveniente sugerir que también es posible leer en clave intrusa los trabajos aquí analizados, siguiendo a Jean-Luc Nancy cuando declara: “Si la ajenidad venía de fuera, era porque antes había aparecido dentro” (2006:18). En este sentido, las genealogías que Perlongher trama evocan una comunidad abierta “en el mundo del buceo del lenguaje, en su balbuceo” (Tabarovsky, 2010TABAROVSKY, Damián. Literatura de izquierda. Cáceres, Periférica, 2010.:23), de ahí que, más allá de la nación, estos ensayos sean el ejemplo de una crítica literaria transnacional que apela, en lo profundo, a un conjunto imaginario de lectores por venir.

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  • TABAROVSKY, Damián. Literatura de izquierda. Cáceres, Periférica, 2010.
  • 1
    La traducción del libro al español apareció bajo el título La prostitución masculina (1993), meses después del fallecimiento del autor.
  • 2
    “(…) spazio di produzione e desiderio che offre […] le condizioni di possibilità per un discorso critico transidentitario e trans-nazionale” (Balletta, 2009:32).
  • 3
    “Brasile diventi il luogo in cui la formazione teorica del poeta-antropologo trova un territorio ‘reale’ sul quale poggiarsi” (Balletta, 2009:37).
  • 4
    La Guerra de las Malvinas fue una contienda bélica que tuvo lugar entre Argentina y Reino Unido desde el día 2 de abril hasta el 14 de junio de 1982 a propósito de la soberanía de las Islas Malvinas y otros territorios del Atlántico Sur. La victoria del Reino Unido, a todos los efectos, supuso el inicio de la caída en desgracia de la dictadura cívico-militar argentina, que a partir de entonces se precipitaría hacia su disolución a finales de 1983.
  • 5
    “an alternative form of nation, where national borders do not disguise their penetrability” (Bollig, 2006BOLLIG, Ben. Exiles and nomads: Perlongher in Brazil. Hispanic Research Journal. Iberian and Latin American Studies, 7, 4, 2006, pp.337-351.:339).
  • 6
    Los poetas incluidos en la antología, en estricto orden de aparición, son José Lezama Lima, Severo Sarduy, José Kozer, Osvaldo Lamborghini, Néstor Perlongher, Roberto Echavarren, Arturo Carrera, Eduardo Milán y Tamara Kamenszain.
  • 7
    Es por esto por lo que este trabajo desea manifestar sus propias limitaciones, especialmente en el siguiente apartado, el más importante de todo el artículo, por el papel preponderante que estas referencias inéditas dan a la recepción de Haroldo de Campos en la obra y el pensamiento teórico-literario de Perlongher y que, precisamente, no podrán ser tenidas en cuenta aquí. Con el propósito de animar a la comunidad investigadora a realizar este trabajo todavía pendiente y sin duda crucial, pueden ser de ayuda las notas aportadas por Gasparini, gracias a su contacto directo con los textos contenidos en el “Archivo Perlongher/CEDAE”: “A juzgar por algunas cartas personales de Perlongher, escritas en portugués, su dominio de esta lengua alcanzó rasgos de expresividad personal. […] Por otro lado, el dominio que Perlongher tenía del portugués se manifiesta en su competencia para discutir con su traductor[a] la propiedad de algunas traducciones (por ejemplo, con Josely Vianna Baptista […])” (Gasparini, 2010:759).
  • 8
    Glauco Mattoso (São Paulo, 1951). Durante los años setenta, participó como miembro de grupos de resistencia cultural a la dictadura militar brasileña (1964-1985), especialmente como editor del fanzine Jornal Dobrabil y también como periodista en O Pasquim o el diario homosexual Lampião. Aunque perdió la visión en los años noventa como resultado de un glaucoma, su actividad artística no ha cesado en los campos de la traducción y la literatura, incluso en su relación con otras disciplinas, como la música o la fotografía. En su obra, las prácticas sexoafectivas marginalizadas, la violencia, el deseo o la pornografía se entremezclan con el humor, la ironía y la sátira política.
  • 9
    Wilson Bueno (1949-2010), poeta, narrador y cronista brasileño, editor de la revista cultural Nicolau. Su obra Mar Paraguayo (1992) le valió el reconocimiento como escritor gracias a su compleja y experimental mezcla de español, portugués y guaraní, inaugurando así una producción que se ha caracterizado por la hibridación lingüística y genológica. Murió apuñalado en su domicilio en el año 2010, dejando tras de sí una nómina de más de una decena de títulos.
  • 10
    Jorge Schwartz es doctor en Teoría Literaria y Literatura Comparada por la Universidad de São Paulo (1979) y profesor de literatura hispanoamericana en esta misma institución. Sus principales áreas de interés como investigador son las vanguardias, el modernismo y la relación de la literatura y la plástica. Entre sus publicaciones más valiosas se encuentran Vanguardia y cosmopolitismo en la década del veinte (1983), Borges no Brasil (2000) o Las vanguardias latinoamericanas (2002). Ha sido curador en varias exposiciones, coordinador de la traducción de las Obras completas de Jorge Luis Borges publicadas por la editorial Globo, y coordinador de las Obras completas de Oswald de Andrade en este mismo sello.
  • 11
    Arturo Carrera (Buenos Aires, 1948). Desde la publicación de su primer libro, Escrito con un nictógrafo (1972), prologado por el escritor cubano Severo Sarduy, su obra se ha caracterizado por una fuerte impronta del legado de las vanguardias, con cuyos mecanismos y tradiciones ha conseguido subvertir una parte considerable de la literatura argentina, a través de un lenguaje altamente experimental, como demuestra también su relación con la revista de creación Xul durante la década de los ochenta y su puesto central en las antologías de poesía neobarroca latinoamericana.
  • 12
    Otro de los textos que presenta una deuda más evidente con el trabajo de Schwartz es “Nuevas escrituras transplatinas”, recogido en la colección Papeles insumisos (2004) por Adrián Cangi y Reynaldo Jiménez, quienes afirman que el ensayo permaneció inédito hasta su publicación en este volumen, gracias al oportuno envío que hizo del mismo la escritora y traductora Josely Vianna Baptista. Esta última, a su vez, lo había traducido y publicado en portugués en Gazeta do Povo el 22 de abril de 1996 bajo el título “Pérolas sobre o lodo: a literatura argentina que não tem medo de dizer seu nome —Novas escrituras transplatinas”. Además, la estrecha colaboración entre ambos también se tradujo en la participación de Perlongher en el libro Corporgrafía (1992), coordinado por Vianna Baptista, con el ensayo “El paisaje de los cuerpos”, volumen en el que también se compilaron textos de Haroldo de Campos y Severo Sarduy, entre otros autores.
  • 13
    Haroldo de Campos (1929-2003) fue un poeta y traductor brasileño. En 1952, junto a Décio Pignatari y Augusto de Campos, fundó el grupo y la revista Noigandres, dando origen al concretismo, una vanguardia tardía de Brasil que dialogó con la pintura y otras artes, publicando sus propios manifiestos, hasta que a principios de la década del sesenta comenzó su proyecto poético titulado Galáxias, que escribiría y modificaría de manera ininterrumpida hasta el año 1984. En su labor como traductor, ha editado obras de Dante, Mallarmé o Maiakovski. Asimismo, como doctor en Filosofía, Letras y Ciencias Humanas, ha publicado múltiples ensayos de teoría de la literatura. Su estilo paródico de la tradición literaria y cultural brasileña, además de la experimentación con el lenguaje y el interés por la relación interdisciplinaria de la literatura con otras artes son algunas de las características esenciales de su poesía.
  • Este trabajo se ha realizado al amparo de un contrato de investigación predoctoral de la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Educación, en cofinanciación con el Fondo Social Europeo (Programa Operativo de Castilla y León), y forma parte de las actividades del Grupo de Investigación Reconocido “Tecnología y poder en el pensamiento y las letras” (TePPeL) de la Universidad de Salamanca, y del proyecto PID2019-104957GA-I00 (Exocanónicos: márgenes y descentramiento en la literatura en español del siglo XXI) financiado por MCIN/AEI/10.13039/ 501100011033.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    06 Ene 2023
  • Fecha del número
    Nov 2022

Histórico

  • Recibido
    30 Abr 2022
  • Acepto
    20 Oct 2022
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