“¿De qué estamos hablando?” - con esta pregunta CSP inauguró la mesa redonda Diversidad e Inclusión en la Publicación Científica, durante el seminario organizado por el Foro de Editores de Salud Colectiva de la Abrasco, que tuvo lugar en São Paulo, Brasil, los días 12 y 13 de junio de 2025.
La pregunta, aparentemente sencilla, nos llevó a un debate urgente y complejo: la persistencia de las desigualdades estructurales que atraviesan la producción y la comunicación científica. El tema no es secundario. Se trata de pensar quién tiene voz en la ciencia, quién decide qué se publica y qué conocimientos se legitiman en los espacios editoriales en sociedades diversas y desiguales.
La importancia de este debate radica en comprender que la publicación científica no es solo una instancia técnica de evaluación y difusión del conocimiento. Tampoco es un espacio neutral. También es un campo de disputas simbólicas, sociales y políticas, donde se naturalizan las desigualdades de género, raza, clase, territorio e idioma 1. Reconocer estas asimetrías es un paso esencial para transformarlas con el fin de posibilitar prácticas editoriales más plurales e inclusivas.
Cinco grandes ejes estructuran este debate y plantean retos para las revistas científicas. El primero se refiere a las dimensiones estructurales de la desigualdad, que se manifiestan en la exclusión sistemática de determinados grupos sociales y en la barrera lingüística impuesta por la hegemonía del inglés. Esto limita la circulación de la producción del Sur Global y subestima los conocimientos en otros idiomas 2.
El segundo eje se refiere a las desigualdades de género, raza y territorio, expresadas en la invisibilidad de los(as) investigadores(as) negros(as), indígenas y trans 3, y en la concentración geográfica de la producción científica. En Brasil, dicha concentración refleja la distribución de los principales centros de investigación y programas de posgrado.
El tercer eje aborda el papel de los editores y revisores involucrados en los procesos de evaluación y decisión sobre lo que se publica. Es necesario reconocer que los comités editoriales aún presentan una baja diversidad. La mayor parte de los editores de las revistas de Salud Colectiva están vinculados a instituciones de las regiones Sudeste, Sur y algunos estados del Nordeste, mientras que la participación de investigadores del Norte y del Centro-Oeste sigue siendo restringida. Un mayor equilibrio en la composición de los editores de las revistas, que contemple diferentes territorios y grupos sociales, repercutiría positivamente en el entorno de la práctica editorial. Esta diversidad contribuiría tanto al reconocimiento de trabajos relevantes para los diversos contextos de existencia y pertenencia, como a la selección de evaluadores con mayor capacidad para apreciar los temas considerados. Al mismo tiempo, no podemos ignorar la complejidad del trabajo editorial: la selección inicial de manuscritos es una práctica habitual en todas las áreas, necesaria para mantener la coherencia temática y la calidad mínima de los textos; la crisis de la revisión por pares es global y antigua, agravada por la dificultad de encontrar revisores cualificados y comprometidos; existen opiniones negativas e incluso poco éticas, y corresponde al cuerpo editorial identificarlas.
El cuarto eje se centra en otras epistemologías y conocimientos. La apertura a metodologías no hegemónicas y emergentes se enfrenta a obstáculos. Valorar nuevos enfoques teórico-metodológicos sin renunciar a la calidad y la integridad científica implica no solo aceptar la diversidad, sino también reconocerla como generadora de conocimiento legítimo e imprescindible para el propio avance de la ciencia.
Por último, el quinto eje abarca los compromisos ético-políticos y las transformaciones necesarias. Para avanzar en este debate, es necesario cuestionar las presiones internas y externas que perpetúan las desigualdades y restringen la diversidad, dificultando cambios más significativos 4. En este sentido, se debe reforzar ante la comunidad científica el papel del mercado editorial internacional, su lógica económica y sus “reglas bibliométricas”, que reproducen la jerarquía científica entre países centrales y periféricos 5. Este debate remite a los modelos tradicionales de evaluación de la ciencia, a los impactos negativos del productivismo y a la urgencia de políticas nacionales que impulsen la ciencia abierta, sin costes adicionales para los autores o sus instituciones 6. El acceso abierto diamante, adoptado por la mayoría de las revistas de Salud Colectiva de Brasil y otros países de América Latina, debe valorarse, ya que permite eliminar las barreras financieras y democratizar el conocimiento científico.
Reconocemos la complejidad del trabajo editorial en nuestro país, que se realiza en gran parte de forma voluntaria, seria y comprometida. No debemos menospreciar los avances y la dedicación de quienes trabajan a diario en la mediación de la ciencia. El rechazo previo de artículos, por ejemplo, no es una práctica dirigida selectivamente a determinadas áreas o instituciones, sino un procedimiento recurrente en cualquier revista científica. También hay que tener cuidado al discutir la clasificación y el rechazo de estudios como “locales”: no se trata de bloquear estudios que tengan territorios y realidades culturales únicas como campo u objeto, sino los textos que no dialogan con teorías o contextos más amplios y, por lo tanto, corren el riesgo de volverse autorreferenciales y tan limitados que no superan los perímetros empíricos de lo que se investigó.
Por lo tanto, lo que se impone es la construcción de canales abiertos de diálogo y espacios de escucha entre autores, editores, revisores y comunidades científicas. Avanzar en la equidad y la diversidad de la publicación científica exige enfrentar las desigualdades históricas, comenzando por la diversidad del grupo de editores de las propias revistas. El reto consiste en combinar la crítica y el compromiso, reconociendo los límites y las responsabilidades. Sólo de este modo será posible consolidar revistas más plurales, inclusivas y capaces de reflejar la complejidad de las sociedades que buscan comprensión y transformación.
Referencias bibliográficas
- 1 Deslandes S, Maksud I. Editores de Ciências Sociais na Saúde Coletiva: práticas e limites na conformação de um habitus científico. Cad Saúde Pública 2022; 38:e00076922.
- 2 Carvalho MS, Lima LD, Alves LC. Internacionalização da publicação científica em um mundo multipolar. Cad Saúde Pública 2025; 41:e00067325.
- 3 Silva VLM. Equidade de gênero e raça: por uma ciência mais plural. Cad Saúde Pública 2024; 40:e00163323.
- 4 Lima LD, Carvalho MS, Alves LC. Diálogos para uma prática científica mais coletiva. Cad Saúde Pública 2023; 39:e00236022.
- 5 Guédon J-C. El acceso abierto y la división entre ciencia "principal" y "periférica". Crítica y Emancipación 2011; (6):135-80.
- 6 Trinca TP, Albagli S. Avaliação da pesquisa científica no âmbito das políticas nacionais de ciência aberta. Revista Digital de Biblioteconomia e Ciência da Informação 2023; 21:e023021.
Fechas de Publicación
-
Publicación en esta colección
01 Dic 2025 -
Fecha del número
2025
Histórico
-
Recibido
24 Set 2025 -
Acepto
01 Oct 2025
