Partimos de la idea de que un proceso o estrategia de transición a la vida activa (TVA) debe ser capaz de promover adaptarse a los rápidos cambios en un mundo global, confiriendo una adecuada preparación para el mundo del trabajo, generando expectativas positivas, preparando a los jóvenes para su integración profesional y dotándolos de las competencias necesarias. Desde esta punto de partida, presentamos este trabajo que contribuye, creemos que de forma importante, a la comprensión de factores que pueden conducir a un aumento del empleo de las personas con trisomía 21 y de jóvenes deficientes en general.
Trisomía 21; Síndrome de Down; Educación especial; Retraso mental; Transición a la vida activa; Orientación ocupacional; Integración