El artículo propone un debate acerca de los procesos de des-institucionalización en el campo de la salud mental, situándolo en el contexto de la sociedad mundial de control y de las nuevas formas de poder. La construcción de una red de atención que vaya a substitutr el hospital psiquiátrico es un desafío que establece demandas totalmente diferentes a las encontradas en la institución del manicomio. No obstante tales alteraciones por si solas no caracterizan la superación de la voluntad de reproducir, que insiste en la separación entre clínica y política. La invención de un nuevo modo de cuidar convoca conocimientos plurales que superen las fronteras disciplinarias y afronten lo instituido en cada uno de nosotros. En este contexto presentarnos el trabajo realizado en dos Servicios Residenciales Terapéuticos de dos extremos geográficos de Brasil (Natal y Porto legre). A partir de tales experiencias creemos que la clínica puede pensarse como plan de producción y campo de experimentación, revelándose en su dimensión de resistancia micro-política.
Salud mental; Des-institucionalización; Clínica contemporánea; Bio-política; Resistencia