El presente trabajo tiene por objetivo mapear el tema de la orden discursiva en su relación biopolítica con el campo de la Comunicación. Utilizando el método de investigación bibliográfica, partimos de la premisa foucaultiana de que la orden del discurso es esencialmente una herramienta de poder, antes de una aproximación con la verdad. Así intentamos disecar el problema de la institucionalización del lenguaje y de la Comunicación. Cuando se institucionaliza el deseo, este se ve obligado a se manifestar bajo la forma aparentemente translucida del discurso, donde se inicia el imperio disciplinar de la biopolítica, que limita la forma de satisfacción del deseo a la alzada institucional. La biopolítica, forma moderna de controle de las multitudes, se da por el control del individuo, de su cuerpo y de su espirito, pasando necesariamente por el control del discurso. Por conclusión, afirmamos que no todo discurso tiene validad, apenas aquellos moldados y codificados al modo de la institución, por ella providos de poder y capaces de bien nombrar, quedando-se fuera el potencial dialógico, desejante y comunicacional.
Biopolítica; Discurso; Comunicación; Poder; Deseo