En el texto La Agresividad en Psicoanálisis (1948), Lacan va a recorrer los meandros de la estructuración psíquica, partiendo del Estadio del Espejo y de la constitución del yo ideal como formación primera a defender al sujeto del inminente despedazamiento corporal, para ir hacia el Édipo, estructura - ternaria - capaz de producir una hendidura en esta imagen primordial totalizada; totalidad que, cuando se amenaza, encuentra por parte del sujeto una respuesta siempre agresiva. La constitución de un ideal del yo, fruto del pasaje edípico, nos alerta Lacan, tiene una función apaciguadora, capaz de inscribir la distancia necesaria a una asunción afectiva del prójimo. Paradójicamente, es la inscripción de una distancia que vuelve posible la experiencia de proximidad, sin que se vea asolado el sujeto por sentimientos de invasión y aniquilamiento. El presente trabajo tiene como horizonte indagar el lugar del otro - en tanto partenaire identificatorio -, tomando como hilo de los cuestionamientos las posibilidades que puede traer la compartición de la vida y el malestar que de él puede decantarse. Trabajaremos con la propuesta de que es en la compartición permitida por el encuentro con el semejante que algo de la pérdida, necesaria a la emergencia do sujeto, gana consistencia, aunque transitoria, lo que da a las relaciones horizontales una función que trasciende la de la rivalización imaginaria.
Psicoanálisis; Imaginario; Identificación (Psicoanálisis); Otro
