El artículo presenta una reflexión de las contribuciones del campo de las artes para la educación. Se parte de la constatación de que en nuestro cotidiano las relaciones entre las personas son cada vez más orientadas por razones económicas e instrumentales. Se comprende la Escuela también como invadida por esta lógica y, de ese modo, se pierde un espacio fundamental de interrogación; nos hace falta descubrirnos como seres autónomos, singulares y en movimiento. Se entiende que la estética puede venir a ser un instrumento para la educación de lo sensible, llevándonos a descubrir formas hasta entonces inusitadas de percibir el mundo. Se conceptúa estética y actividad expresiva, se pasa, en seguida, a defender, a partir de las premisas de la psicología socio-histórica, como esas dimensiones contribuyen para la expresión y organización de la emoción y de la imaginación. Por fin el artículo presenta ejemplos de actividades.
Estética; psicología socio-histórica; perspectiva estética en la escuela