JUSTIFICATIVA Y OBJETIVOS: La hiperhidrosis primaria es un desorden caracterizado por sudoresis excesiva difusa o localizada. Existen innúmeros métodos terapéuticos no invasivos que en general no solucionan el problema, generando más ansiedad, pérdida monetaria y de tiempo para los pacientes que sufren con hiperhidrosis. La resección de parte de la cadena simpática torácica está indicada en casos de hiperhidrosis palmar y puede ser hecha a través de cirugía toracoscópica con buenos resultados y pocas complicaciones. La finalidad de esta revisión es discutir las posibles técnicas anestésicas para este procedimiento, bien como posibles complicaciones y manoseo. CONTENIDO: Se estima que la incidencia de hiperhidrosis primaria sea del 0,6% a 1%, ocurriendo con mayor frecuencia en pacientes jóvenes. Mientras la sudoresis axilar y plantar, en la mayoría de los casos, causa apenas desaliento, el exceso de sudor en las manos causa problemas sociales, profesionales y psicológicos. La simpatectomia por videotoracoscopia ha sido realizada en varios hospitales y es creciente su número. Sin que ocurran contraindicaciones específicas, la simpatectomia es realizada bilateralmente bajo anestesia general a través de un tubo de doble lumen o tubo simple con o sin asociación de insuflación de dióxido de carbono intrapleural. Las principales atenciones postoperatorias son el diagnóstico precoz de neumotórax o hemotórax residual, prevención de náuseas y vómitos y control del dolor postoperatorio. CONCLUSIONES: La simpatectomia torácica es un método eficaz para el tratamiento de la hiperhidrosis palmar y es creciente el número de procedimientos. La introducción de la videotoracoscopia mejoró la técnica, redujo la morbidad, el tiempo quirúrgico y el tiempo de permanencia hospitalaria. El adecuado manoseo anestésico, monitorización continuada y las técnicas a disposición permiten que el procedimiento sea realizado con seguridad o se modifiquen las conductas de acuerdo con las observaciones clínicas y las respuestas del paciente a las alteraciones dinámicas consecuentes de la cirugía y terapéutica farmacológica. Sería entonces, deber del anestesiologista disponer con criterio y buen sentido de las alternativas disponibles para asegurar al paciente un procedimiento seguro, una recuperación rápida con la menor morbidad posible.