JUSTIFICATIVA Y OBJETIVOS: La Anestesiologia se ha desenvuelto continuamente y viene sucesivamente mejorando sus técnicas, fármacos, bien como sus equipamientos, especialmente aquellos para monitorización. De entre éstos, el estimulador de nervio periférico se destaca para evaluación adecuada del nivel de relajamiento neuromuscular y su recuperación. Se objetivó mostrar en este relato que, aun cuando la monitorización moderna sea importante, por veces, puede no ser innocua, generando sospechas sobre su supuesta ausencia de efectos adversos. RELATO DO CASO: Una paciente de 56 años fue sometida a cirugía estética mamaria. Sus antecedentes contenían relato de diabetes mellitus, hipotiroidismo, hipertensión arterial, dislipidemia y obesidad, todos con buen control clínico, medicamentoso y laboratorial, sin mención de complicaciones anestésicas en cirugías anteriores. El procedimiento transcurrió sin interocurrencias y a su término, la paciente fue encaminada a la sala de recuperación pós-anestésica. En ésta, antes de recibir alta, presentó queja importante de parestesia en el territorio del nervio mediano de la mano izquierda, o sea, exactamente en el local donde quedó el estimulador de nervio periférico. Tal queja se redució en las próximas 48 horas, habiendo recibido la paciente alta hospitalar, sin otros problemas o alteraciones del examen físico. CONCLUSIONES: La monitorización con el estimulador de nervio periférico es importante y debe ser preconizada. Para tanto, se debe fijar y posicionar el miembro adecuadamente. No obstante, esta posición puede, en algunos casos, traer cuadros neurológicos compatibles con compresiones nerviosas agudas, en el pós-operatorio. De esta forma, se debe atentar para diagnósticos diferenciales y, en este caso, el efecto adverso posiblemente no fue ocasionado pelo estimulador de nervio y, si, por el posicionamiento del miembro superior izquierdo.
