JUSTIFICATIVA Y OBJETIVOS: La cefalea pós-punción de duramáter es una complicación bien conocida de las anestesias subaracnóideas y peridurales, siendo el tampón sanguíneo considerado el tratamiento más eficaz hasta el momento. Este es un procedimiento invasivo y sujeto a complicaciones graves. Su uso en ciertos pacientes, como portadores de SIDA o leucemias, es motivo de debate. Varias alternativas han sido relatadas. El objetivo de este articulo es presentar un caso del uso del tampón peridural con dextran 40 en la profilaxia de la cefalea pós-punción de duramáter en paciente portador del virus de la imunodeficiencia humana (HIV), con historia de cefalea en anestesia subaracnóidea anterior. Relato do caso: Paciente masculino, 31 años, 70 kg, estado físico ASA II, portador de SIDA, para tratamiento de condilomatosis anal recidivada, con relato de cefalea intensa y limitante durante dos semanas después de anestesia subaracnóidea (aguja Quincke 25G). Durante la tentativa de anestesia peridural con aguja de Tuohy 18G en L3-L4, hubo perforación accidental de la duramáter. Fueron inyectados, por dos veces, 20 ml de dextran 40 a 10% por catéter peridural; la primera, 150 minutos después de la administración de los anestésicos y la segunda en la mañana siguiente a la cirugía. El paciente evoluyó asintomático y recibió alta al día siguiente a su internación. CONCLUSIONES: El uso del tampón con soluciones coloides como el dextran 40 no está bien establecido, sin embargo existen algunos relatos de su uso con suceso y entendemos que su potencial debe ser mejor explorado.