RESUMEN
Introducción
Aunque el entrenamiento resistido (ER) puede proporcionar innumerables beneficios tanto para hombres como para mujeres, diferencias morfológicas, neuromusculares, metabólicas, fisiológicas y comportamentales entre ambos sexos pueden influir en la magnitud de las respuestas al entrenamiento.
Objetivo
Analizar el impacto de 16 semanas de ER progresivo sobre la resistencia de fuerza en hombres y mujeres no entrenados.
Métodos
Veintiocho hombres y 31 mujeres (18 a 30 años) fueron sometidos a un programa de ER supervisado en dos etapas de ocho semanas cada una, tres veces por semana, en días no consecutivos. El programa de ER fue compuesto por ejercicios para los diferentes segmentos corporales (miembros superiores, tronco y miembros inferiores) que fueron ejecutados en tres series de 8-12 repeticiones máximas (RM), en 10 ejercicios en la primera etapa y 12 ejercicios en la segunda etapa de intervención. La resistencia de fuerza fue evaluada en tres ejercicios (press de banca, sentadilla y curl de bíceps) y en la combinación entre ellos, por medio de un protocolo compuesto por cuatro series ejecutadas hasta la falla con el 80% de 1-RM, línea de base, después de ocho y 16 semanas de ER.
Resultados
Interacciones grupo vs. tiempo (p < 0,05) fueron encontradas para los ejercicios press de banca (hombres = +28,3% vs. mujeres = +32,1%), sentadilla (hombres = +13,5% vs. mujeres = +32,7%), curl de bíceps (hombres = +20,2% vs. mujeres = +24,4%), así como en el conjunto de los tres ejercicios (hombres = +18,4% vs. mujeres = +31,2%).
Conclusión
Nuestros resultados sugieren que 16 semanas de ER pueden mejorar la resistencia de fuerza, tanto en hombres como en mujeres, aunque los aumentos de mayor magnitud sean alcanzados por las mujeres. Nivel de evidencia II; Estudio terapéutico -Investigación de los resultados del tratamiento.
Aptitud física, Fatiga; Fuerza muscular; Entrenamiento de resistencia