INTRODUCCIÓN:
Los sensaciones de placer/desplacer son moduladas de acuerdo con las intensidades prescritas para el ejercicio, demostrando una relación simple, en donde cuanto más intenso es el estímulo, mayor será el esfuerzo percibido.
OBJETIVO:
Verificar las diferencias entre las respuestas perceptuales y afectivas agudas en diferentes intensidades de ejercicio en mujeres ancianas.
MÉTODOS:
Catorce mujeres entre 65 y 75 años, previamente sedentarias, con sobrepeso, fueron sometidas a tres intensidades diferentes de entrenamiento con pesos: 35% y 70% de 1RM, y autoseleccionada. Fueron evaluados el afecto y la percepción subjetiva del esfuerzo (PSE). Después de 30 minutos del término de la sesión, fue evaluada la percepción subjetiva del esfuerzo de la sesión (PSE-S). Se utilizó ANOVA de un factor de medidas repetidas para las variables dependientes PSE-S, PSE y afecto, seguido por post hoc de Tukey.
RESULTADOS:
La PSE-S demostró diferencia significativa del test (F (7,99) = 15,358, p = 0,001) entre las intensidades, así como para PSE entre cada ejercicio. La PSE-S para 35% de 1RM fue menor, cuando comparada con la PSE-S para 70% de 1RM, e intensidad autoseleccionada. La intensidad de 70% de 1RM, cuando comparada con la intensidad autoseleccionada, no mostró diferencias significativas. En relación a la PSE con los ejercicios, fue observado un esfuerzo significativamente mayor (p <0,001) para 70% de 1RM, cuando comparados con la autoselección de carga. El afecto reveló diferencia significativa en la intensidad de 35% de 1RM, mostrando una respuesta más placentera, cuando comparado con la carga de 70% de 1RM, y autoselección de carga.
CONCLUSIÓN:
Los resultados demostraron que bajas intensidades son percibidas como menor esfuerzo y este hecho contribuyó para la producción de respuestas afectivas más placenteras. Además, los factores interindividuales son capaces de modular estas respuestas, posibilitando la disminución de la percepción del esfuerzo en intensidades más vigorosas.
ejercicio; afecto; esfuerzo físico