INTRODUCCIÓN:
Después de una única sesión de ejercicio físico la presión arterial es reducida (HPE) y esta reducción es considerada como un mecanismo no farmacológico para controlar la presión arterial y, cuando realizado desde la juventud, puede prevenir o evitar la aparición de la hipertensión arterial. Sin embargo, es importante considerar la realización de estudios con aplicaciones prácticas claras para optimizar su reproducibilidad durante el día a día.
OBJETIVO:
Analizar la HPE en individuos jóvenes, normotensos y físicamente activos después de dos sesiones de carrera en pista (máxima y submáxima).
MÉTODOS:
Participaron en este estudio 62 hombres físicamente activos (23,3±4,2 años, 75,5±9,8 kg, 177,7±5,5 cm, 12,0±4,6% de grasa corporal, 52,4±4,0mL.kg-1.min-1), los que fueron sometidos a un test de ejercicios de laboratorio para determinación del control máximo de oxígeno. (VO2max - potencia aeróbica) y subsiguientemente tres sesiones randomizadas de HPE (máxima - T1600; submáxima - T20; control - CON), con 48 horas de intervalo entre ellas. La presión arterial fue medida a cada 15 minutos durante un período de 60 minutos después de las sesiones.
RESULTADOS:
Ambos ejercicios (máximo e submáximo) proporcionaron HPE. Los valores post-ejercicio de la presión arterial sistólica y diastólica difirieron de los valores de reposo en la sesión T20 (p<0,05). El mismo patrón ocurrió después del T1600 (p<0,05), evidenciado en el 30º minuto posterior al ejercicio. La sesión CON no resultó en HEP. La magnitud de decaimiento para la presión arterial promedio en el 45º minuto posterior al ejercicio máximo fue mayor que en las demás sesiones (p<0,05).
CONCLUSIÓN:
Concluimos que ambas sesiones de carrera en pista, máxima y submáxima, proporcionaron HPE en hombres normotensos y físicamente activos.
ejercicio; presión arterial; hipotensión post-ejercicio
