Experiencia vivida de los adolescentes consumidores de drogas: un abordaje fenomenológico

Experiência vivenciada pelos adolescentes consumidores de drogas: uma abordagem fenomenológica

RESUMEN

Objetivo

Comprender la experiencia de vida en adolescentes consumidores de drogas ilícitas.

Método

Estudio cualitativo fenomenológico realizado en un Centro de Integración Juvenil de Sinaloa México de octubre 2016 a julio 2017. Se realizó la entrevista fenomenológica con 11 informan tes adolescentes, partiendo de una pregunta norteadora. La hermenéutica Heideggeriana fue el referencial para el análisis de las narrativas que permitió identificar el fenómeno situado.

Resultados

3 categorías que expresaron el fenómeno: Aspereza familiar, que desviste un mundo de violencia, opresión, carente de afecto y valores morales. Experimentando en el mundo del consumo, que desvela su existencia y experimentación con el policonsumo y lo novedoso en ese mundo; y la Esperanza del “estar ahí” que muestra un ser con posibilidades de existir con él, la sociedad, la familia, los seres queridos y su espiritualidad.

Conclusión

La comprensión de la experiencia de vida refleja la necesidad de un cuidado humano, sensible y comprensivo del adolescente consumidor de drogas por un equipo multidisciplinario de salud.

Drogas Ilícitas; Adolescente; Acontecimientos que Cambian la Vida; Enfermería en Salud Comunitaria; Investigación Cualitativa

RESUMO

Objetivo

Compreender a experiência de vida dos adolescentes consumidores de drogas ilícitas.

Método

Estudo qualitativo fenomenológico realizado em um Centro de Integração Juvenil de Sinaloa, México de outubro de 2016 a julho de 2017. Foi realizada a entrevista fenomenológica com 11 informantes adolescentes, partindo de uma pergunta norteadora. A hermenêutica Heideggeriana foi o referencial para a análise das narrativas que permitiu identificar o fenômeno situado.

Resultados

3 categorias que expressaram o fenômeno: Aspereza familiar, que evidencia um mundo de violência, opressão, carente de afeto e valores morais. Experimentando no mundo do consumo, que revela sua existência e experimentação com o policonsumo e as novidades desse mundo; e a Esperança do “estar aí” que mostra um ser com possibilidades de existir com ele, a sociedade, a família, os entes queridos e sua espiritualidade.

Conclusão

A compreensão da experiência de vida reflete a necessidade de um cuidado humano, sensível e compreensivo do adolescente consumidor de drogas por uma equipe multidisciplinar de saúde.

Drogas Ilícitas; Adolescente; Acontecimentos que Mudam a Vida; Enfermagem em Saúde Comunitária; Pesquisa Qualitativa

ABSTRACT

Objective

To understand the life experience of adolescents who use illicit drugs.

Method

A phenomenological qualitative study conducted in a Youth Integration Center of Sinaloa Mexico from October 2016 to July 2017. The phenomenological interview was conducted with 11 adolescent informants and was based on a leading question. Heideggerian hermeneutics were used as a reference for the analysis of the narratives that identified the phenomenon described.

Results

Three categories expressed the phenomenon: family roughness, which revealed a violent, oppressive world lacking in affection and moral values; experimenting in the world of drug use, which revealed its existence and experimentation with several drugs and the novelty in that world; and the hope of “being there”, which portrays an individual with possibilities to coexist with themselves, society, family, loved ones and their spirituality.

Conclusion

The understanding of the life experience reflects the adolescent drug user’s need for sensitive and comprehensive human care provided by a multidisciplinary health team.

Street Drugs; Adolescent; Life Change Events; Community Health Nursing; Qualitative Research

INTRODUCCIÓN

El problema del consumo de drogas ilícitas es un problema de salud pública a nivel mundial, los cambios que vive en la actualidad nuestra sociedad (de salud, políticos, económicos, tecnológicos y sociales) son determinantes para el desarrollo de esta problemática. El uso tradicional de las drogas ilícitas se ha modificado de manera preocupante, sobre todo en sus formas de consumo, se han generado nuevos patrones para su uso que sobrevienen a las nuevas y novedosas drogas de diseño casero, elaboradas de componentes químicos cada vez más dañinos y nocivos para la salud, aunado a esto cada vez se tiene mayor facilidad para su acceso.

En 2015, alrededor de 29.5 millones de personas, es decir el 0.6% de la población adulta mundial, tenían un uso problemático y padecían trastornos por consumo de drogas, incluida la dependencia⁽¹⁾.

Es claro que el consumo de drogas ilícitas es un problema que está afectando a todos los sectores de la sociedad (sociales, culturales, económicos y políticos), siendo los adolescentes considerados con mayor vulnerabilidad para encontrar en el consumo de drogas ilícitas, un espacio que les permite enfrentar situaciones relacionadas con los sentimientos personales, la violencia, la falta de comunicación, la pobre esperanza para el futuro etc.

En México el consumo generalizado de drogas para el último año en la población total ha aumentado en el 2016 (2.9%) con respecto al 2011 (1.5%). El principal incremento del consumo se presentan en la población de 12 a 17 años y de 18 a 34 años, la edad promedio de contacto con drogas ilegales es a los 17.8 años⁽²⁾.

Es indudable que el consumo de drogas ilícitas es uno de los comportamientos actuales que causa mayor problema sobre todo en los jóvenes y adolescentes, tal vez se deba a que en ese periodo la exploración y experimentación forma parte de su crecimiento y desarrollo físico, psicológico, cultural y social. La adolescencia es un periodo crítico en el proceso de vida, es un periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta entre los 10 y los 19 años⁽³⁾. La adolescencia es una etapa clave del desarrollo de las personas, los rápidos cambios biológicos y psicosociales que se producen durante esta segunda década afectan todos los aspectos de la vida de los adolescentes⁽⁴⁾. Es una fase vital que incluye momentos de elecciones y decisiones que a veces exponen al adolescente a factores de riesgo derivados de la coyuntura sociocultural. La adolescencia es sin lugar a dudas un periodo de preparación para la edad adulta, cargado de experiencias que determinan el desarrollo y el futuro de la persona. Los cambios que tienen lugar en la adolescencia inciden en todas las enfermedades y comportamientos relacionados con la salud⁽⁴⁾ física, social, psicológica, emocional y espiritual del adolescente y su entorno.

En este contexto surgen las experiencias del consumo de drogas que tanto licitas como ilícitas causan efectos negativos en la salud del adolescente. Algunos jóvenes adoptan el proceso de drogadicción como parte de un modo de vida, con resultados negativos que los lleva a consumir y estar sujetos a la adicción, reconociéndose que sufren pérdida de la libertad como seres humanos pues dependen de la droga⁽⁵⁾. Se ha mostrado también que los ambientes sociales y familiares generan impacto para el desarrollo de conductas adictivas, y muchos de los adolescentes utilizan para justificar el consumo que la vivencia con su grupo familiar es de falta de apoyo⁽⁶⁾.

En este sentido explorando el contexto de cuidado, el aumento progresivo del consumo de drogas ilícitas sobre todo en adolescentes, explica una demanda de atención de problemas de salud relacionados con sus consecuencias. En este contexto el trabajo interdisciplinario para la prevención y atención del consumo de drogas ilícitas es una prioridad. Para el profesional de enfermería se extiende su responsabilidad ya que su objetivo principal es el cuidado. Para estos, el explorar los fenómenos que se relacionan con la salud le resulta ser muy interesante sobre todo, aquellos que son prevenibles.

De este modo, el consumo de drogas ilícitas y sus consecuencias en la salud lo posicionan como un fenómeno de interés para la enfermería, su impacto lo hace configurar como un problema de relevancia para el conocimiento de los integrantes de esta disciplina. Por tal motivo el cuidado a pacientes usuarios de drogas ilícitas, demandan nuevas capacidades en las enfermeras para la resolución de problemas concretos y a veces complejos que acontecen en el trabajo del cuidado cotidiano exigiendo además de capacitación técnica, capacidad de resolver problemas, iniciativa, creatividad, habilidades de comunicación efectiva con el paciente, familias y equipo de salud⁽⁷⁾. El cuidado está relacionado con las demostraciones de afecto, solidaridad, paciencia y preocupación para con las personas con la adicción⁽⁸⁾. La enfermería es reconocida por su labor humanística para el cuidado de las personas sobre todo, porque en este cuidar centra sus esfuerzos para cubrir las necesidades de la persona en todas sus esferas (biológicas, sociales, psicológicas, espirituales y culturales). Por tal motivo, el conocimiento de enfermería en el cuidado del usuario de drogas ilícitas es importante para lograr la reducción de la demanda enfocado al fortalecimiento de la prevención de la salud⁽⁹⁾.

La enfermería en la actualidad se está distinguiendo por la instalación de un nuevo paradigma y un nuevo conjunto de conocimientos que integran los procesos biológicos con los sociales, espirituales, afectivos y comunicacionales⁽¹⁰⁾ de las personas sanas o enfermas.

La necesidad de conocimientos centrados a las personas con problemas de consumo, obliga a desarrollar estudios que den la evidencia para concretar las mejores formas de atender a las personas consumidoras de drogas ilícitas. Partiendo de lo expuesto se realizó este trabajo de investigación en el cual se buscó responder a la cuestión ¿Cuál es la experiencia vivida de los adolescentes consumidores de drogas ilícitas?

Se encontró la pertinencia de realizar un estudio cualitativo de tipo fenomenológico entendiendo que, las investigaciones cualitativas tienen como principal característica visualizar fenómenos de forma holística o como un todo, el fenómeno es visto en su contexto de forma naturalista es decir, de la manera como este ocurre en la realidad⁽¹⁰⁾. El diseño fenomenológico de estos estudios desde sus bases filosóficas y metodológicas están dirigidos a comprender la experiencia vivida que permite situar al fenómeno a investigar en las personas que lo están viviendo, tiene como objetivo ir descubriendo y desvelando el fenómeno tal como se posiciona al investigador a través de lo dado por el fenómeno estudiado es decir, una comprensión intencional que da sentido⁽¹¹⁾. Se ha reconocido que la fenomenología ha incursionado en la investigación de los fenómenos en enfermería y cómo método, ha ido trazando un camino que hoy le permite a los profesionales de salud trabajar bajo el rigor científico necesario para generar conocimiento⁽¹²⁾. Estas características de la fenomenología proporcionaron las bases científicas en el desarrollo de este trabajo, con el objetivo de comprender la experiencia vivida de los adolescentes consumidores de drogas ilícitas y profundizar en el conocimiento del cuidado integral de las y los adolescentes que viven esta problemática.

MÉTODO

Se trató de una investigación cualitativa de abordaje fenomenológico que sustentada en los presupuestos de Martin Heidegger permitió sin prejuicios desvelar y comprender el fenómeno de las drogas en adolescentes a través de desvelar la experiencia vivida de los adolescentes consumidores de drogas ilícitas. El propósito de la fenomenología hermenéutica es apropiarse del significado ya implícito en la experiencia vivida, mediante un proceso de pensamiento orientado por la destrucción y construcción hasta lograr comprenderlo e interpretarlo como su verdad; esto es, revelar los fenómenos⁽¹³⁾. La preocupación fue en el sentido de mostrar y no en demostrar el fenómeno de tal manera que se logre su comprensión⁽¹⁴⁾.

Se presentó el proyecto para su autorización al Comité de Investigación Científica de Centros de Integración Juvenil A.C. obteniendo la aprobación Clave: 206-16. Los criterios que se solicitaron para la participación de los adolescentes fueron: de edades de 10 a 19 años con la experiencia de consumo de drogas ilícitas que asistieron a terapia de rehabilitación en un Centro de Integración Juvenil (CIJ) de México, y aquellos que aceptaron participar en el estudio con previa explicación del objetivo y su tipo de participación por medio de una entrevista o varias y que estas mismas serían grabadas, los participantes otorgaron su consentimiento y asentimiento informado documentos confidenciales que se anexaron a sus expedientes; y en aquellos menores de edad se solicitó la autorización de los padres o tutores explicando verbalmente el objetivo del estudio y el tipo de participación de los hijos de la misma forma, por lo tanto se contó con la participación de 11 adolescentes.

Para el acercamiento con los informantes el investigador realizo tres visitas iniciales con la intención de reconocer el espacio físico del CIJ, esta actividad permitió identificarse con el equipo multidisciplinario de esta institución. Para iniciar el encuentro con los adolescentes, el investigador se instaló como parte del cuerpo voluntario del CIJ consciente de que, en la entrevista, el reconocimiento y la ambientación es importante para que el investigador se vuelva conocido y familiarizado con los participantes⁽¹⁵⁾, esto apoyo la idea que desde el primer contacto se buscó construir un ambiente de confianza y seguridad psicológica para los adolescentes⁽¹⁶⁾.

La continuación de este proceso se da con la recolección de información realizada a través de la entrevista fenomenológica, orientadas a la comprensión del mundo vivido de las personas⁽¹⁶⁾, la cual se da como un acercamiento existencial entre el investigador y el adolescente, a manera de poder aprehender el fenómeno del consumo de drogas desde la perspectiva de quien lo está vivenciado. Esta entrevista partió de una pregunta norteadora con característica de ser abierta en la que se solicitó al adolescente: Platícame ¿Cuál ha sido tu experiencia vivida durante el consumo de drogas ilícitas?

Las entrevistas ocurrieron como encuentros naturales que se suscitaron en tiempos libres de los participantes durante su permanencia en el CIJ, el periodo de recolección de información fue de febrero a julio del 2017, se realizaron en promedio de dos a tres entrevistas por participante que fueron grabadas y que en promedio duraban de 3 horas a 3 horas y media cada una de ellas.

Para el análisis de los discursos, cada una de las entrevistas realizada a los adolescentes de escucharon de manera directa de las grabadoras para identificar la calidad de la misma y posteriormente se volvían a escuchar para transcribirlas en el procesador de Word, cada entrevista se iba transcribiendo conforme se finalizaban las mismas de tal manera que, estas pudieran dar claridad de información al investigador y en caso necesario volver con el entrevistado si algo de información no había quedado claro.

Para dar continuidad al análisis se utilizó el referencial de fenómeno situado en el que Joel Martins consideró la trayectoria del fenómeno situado en sus tres momentos: la descripción, la reducción y la comprensión⁽¹⁰⁾. Con la descripción se definió el umbral de la experiencia vivida. La reducción fenomenológica permitió colocar el fenómeno en suspensión para poder describir esta experiencia, se seleccionaron las partes esenciales de la descripción de la experiencia vivida narrada, y de esta manera se fueron identificando las unidades de significado para configurar las categorías extraídas, cabe señalar que cuando en las transcripciones de cada entrevista se iba obteniendo información repetida se procedía a finalizar con la misma de tal forma que se llegaba a la saturación de la información o bien en la forma fenomenológica en lo que se desveló el fenómeno en el vivir del adolescente consumidor de drogas ilícitas.

RESULTADOS

La descripción de la experiencia vivida de los adolescentes y su análisis permitieron descubrir un horizonte de esta experiencia durante el consumo de drogas ilícitas, el cual se formó a través de las unidades de sentido, o categorías, que permitieron las entrevistas fenomenológicas individuales. Los resultados desvelan un mundo de vida en los que, factores subjetivos del ser ahí y su existir forman un entramado que denota un vivir de experiencias sobrecargadas de sentimientos y comportamientos característicos de la vida inauténtica del adolescente consumidor de drogas ilícitas.

Del análisis de los discursos emergen múltiples e importantes categorías que en este momento se analizan tres categorías: la primera es: 1. Aspereza familiar, que desvela un mundo de violencia, opresión, carente de afecto y valores morales. 2. Experimentando en el mundo del consumo, que desvela su existencia y experimentación con el policonsumo y lo novedoso en ese mundo y 3. Esperanza del “estar ahí”, que muestra un ser con posibilidades de existir con él, la sociedad, la familia, los seres queridos y su espiritualidad.

ASPEREZA FAMILIAR

La familia es el tejido fundamental sobre el que se desarrolla el adolescente, esto determina su existir y estar ahí, con él y con los otros, todos los cambios que afectan a esta, afecta también el vivir del adolescente. Los acontecimientos de vida como, la comunicación, el afecto, el respeto y la convivencia, que ocurren en el núcleo familiar son determinantes para apoyar la formación del ser ahí del adolescente. Sin embargo, el ambiente familiar, en la actualidad ha demostrado sus lados más obscuros y la relación de sus integrantes no siempre es armoniosa. El funcionamiento familiar pueden incidir de modo importante en el consumo de drogas de los hijos tanto promoviendo la protección y resiliencia como induciendo el riesgo del consumo⁽¹⁷⁾.

En sus relatos los adolescentes desvelan un cotidiano de opresión, violencia, carencia de afecto y moral en la familia, sobre todo marcada por el comportamiento inapropiado de los padres, reflejándose en sufrimiento, externado a través de sus facies, movimientos y tonos de voz durante sus discursos.

La opresión y la violencia son notas que aun fuera de sintonía, están presentes en el mundo de vida en familia del adolescente.

(…) mis papas se peleaban mucho, a mí, mi mama me dijo (…) tú no eres nada, y quien sabe que piensas que vas a ser en la vida, que no sirves para nada, y cosas así (PA7).

(…) yo veía violencia entre mi mama y mi papa, eso me fue traumatizando, y dándome mis ideas, mis actitudes fueron cambiando, siendo más corajudo, con mi familia era al modo que eran ellos, gritón, violento, agresivo, ellos siempre estaban gritando (PA9).

Se desvela una convivencia carente de afecto, en donde la imagen paterna se muestra ausente, la falta de afecto y de cuidado paternal son parte del mundo de vida de los adolescentes, se destaca en sus voces, sus gestos y su mirar, que profundizan una gran tristeza, que muestra en ellos una gran necesidad de afecto.

(…) yo nunca he tenido el apoyo de mi papa, yo no he tenido así un padre fijo, que diga “sabes que yo te voy a apoyar”, así como mi ama, no, yo a mi papa no lo veo así (PA4).

(…) cuando era niño, mi papa siempre me prometía cosas, vamos a ir para este lado y bla bla bla, y no cumplía y pos, me decepcionaba y casi no convivimos (PA9).

(…) cuando mis padres se separaron, mi padre se desatendió de nosotros, dejo pasar ocasiones que yo quisiera que estuvieran conmigo, y me fue dando una moral baja, yo por dentro sentía que algo me hacía falta, me hacía falta esa atención, de mi padre hacia mí (PA11).

En el mundo de vida de los adolescentes, la existencia de la problemática moral de los integrantes de la familia afecta la capacidad para evadir el consumo de sustancias ilícitas, ya que el patrón de consumo es visto como parte de los comportamientos cotidianos de los padres y hermanos, narran experiencias del pasado que gesta el comportamiento del vivir en el presente.

(…) mis papas, estaban metidos en drogas, bueno mi papa, lo hacía enfrente de mí, y ya grandecillo, yo me drogaba junto con él (…) viví algo que nunca viví con él, de convivencia, se me hizo fácil drogarme con él (PA9).

(…) yo también tengo un hermano que también es adicto a la marihuana, yo no sabía hasta que un día lo vi, y no lo creía, pero pos ahora yo soy igual (PA4).

(…) en mi casa casi todos fuman, bueno mi papa y mi hermano, pues entonces a mí se me hace fácil fumar (…) Mi hermano también se droga, pero, mi mama no sabe (PA8).

En las narrativas los adolescentes comentan sobre el acontecer social y la dinámica familiar, en los que experimentan situaciones que en muchos de los casos tienen efectos negativos en el vivir de sus integrantes, hablan de estas transformaciones como generadoras de conflictos que no pudieron ser liberados para evitar vivir la experiencia del consumo de drogas ilícitas.

EXPERIMENTANDO EN EL MUNDO DEL CONSUMO

El consumo de drogas establece comportamientos del ser ahí, en el mundo con los entes, mundo en el que el adolescente consumidor de drogas ilícitas atraviesa un proceso de vida que, de acuerdo a la profundidad de su adicción, lo orienta a experimentar nuevas experiencias, con patrones de consumo más potentes, requeridos por la demanda corporal.

En las voces de los participantes se rescatan esas experiencias de vida en donde, un cuerpo acostumbrado al influjo de las drogas, a las dosis, a los efectos y a sus sensaciones le obligan a buscar vivir un mundo diferente que le ofrezca sensaciones y experiencias nuevas y más placenteras, ellos reconocen en sus diálogos el daño que el consumo origina a su cuerpo, a su vivir en él y con los otros.

(…) yo tenía un vicio, pero no era constante, y no era con más drogas, después sentí un vacío, y pensé, voy a combinarle, voy aumentar la dosis, voy a probar otras drogas, y me fui maleando (PA4).

(…) yo empecé con la marihuana, hasta que me empecé a meter anfetaminas, no lo hacía tan seguido, y de un tiempo para acá, empecé a hacerlo diario, y empecé a desgastar mi cuerpo (…) no era el vicio que yo quería tener, primero era inhalado, después lo empecé a fumar (PA5).

(…) probé el cristal, y fue lo que me afecto demasiado, hice muchas cosas que no se debían, así es esa droga, hasta llegas a sentir que la necesitas para vivir, como dicen, yo vivo para drogarme y me drogo para vivir (PA9).

(…) A mis 18 años empecé a consumir más y más pastillas, pues me calmaban, pero con cualquier cosita yo detonaba, me ponía alerta, ellas me dañaron y me perdieron en el vicio (PA11).

Es claro que la corporalidad del adolescente, experimenta una crisis existencial durante el consumo de drogas, que le permiten sentir sensaciones, desconectándole de la realidad y de la preocupación de sí mismo por su existir, encuentra en la adicción una manera de fugarse, desarticulándose de su pasado y futuro, viviendo la experiencia del presente.

(...) son muchos mundos los que experimentas, comienzas a pensar que las drogas te van a dar la felicidad, sonrisas, y es mentira porque desde el momento que consumiste, siempre estás ahí, y te sientes hasta perdido (PA2).

(…) con los LSD, encontraba algo que me conectaba con cierto aspecto de lo que es la realidad, me ponía en un estado astral por así decirlo, y me viajaba, no sentía el cuerpo, solo la mente, creando otra ilusión, otra realidad (…) fueron una de las experiencias que más me gustaron (PA3).

(…) cuando consumía marihuana, me traía tranquilidad, después empecé a probar las pastillas luego los alucinógenos, y me daban reacciones diferentes, cuando probaba las anfetaminas, y la combinaba con pastillas y marihuana me daba por ir a asaltar (PA4).

ESPERANZA DEL “ESTAR AHÍ”

La trayectoria vital para el consumo de drogas abarca diversos ámbitos de transición, centrada en los cambios de conductas, comportamientos y pensamientos, en muchos casos suscitados para mejorar la condición de existencia y posibilidades para que el “ser ahí”, sea capaz de escapar de esa situación de vida inauténtica en el consumo, construyendo un movimiento entre el “ser ahí” del adolescente consumidor y el “ser ahí” del adolescente que busca autenticidad para su existir, un complejo de fortaleza, que desvelan la esperanza del “estar ahí”, que muestra un ser con posibilidades de existir con él, la sociedad, la familia, los seres queridos y su espiritualidad. En sus narraciones, el adolescente reconoce al enfrentar el proceso de abandono del consumo de drogas ilícitas, a una persona que reclama con energía el amor a sí mismo y distingue el amor que siente por las personas que lo rodean, como únicos recursos para enfrentar el futuro sin drogas.

(…) no creo volver a ponerme así, me siento mejor y más a gusto así, sin la droga, por mi mama y por mí, y para estar bien (PA1).

(…) espero de ahora en adelante tener mucha fuerza de voluntad para salir de todo esto (…) si tú te dañas es porque tú quieres, y más que todo el riesgo que se tiene cuando se consume (PA2)

(…) mi propósito fue encontrarme otra vez conmigo mismo, quiero volver a sentir toda esa buena energía, mate mis sentimientos por un buen rato, o no aprendí a controlarlos con la droga (PA3)

(…) quiero algo mejor para mí, por eso estoy aquí, para mejorar, si dios me lo permite (PA5).

Sin duda alguna para el adolescente, enfrentar el proceso de abandono del consumo le deja claro las líneas generales de su existencia, lo que encaja y lo que no encaja en su vida. En el proceso de abandono el adolescente relata, la lucha del día a día para sostenerse sin recaer en el consumo.

(…) yo ya no he vuelto a consumir, no he tenido tentación (…) ya no he probado nada, me han ofrecido otra vez y no me pasa, ya no creo volver a consumir más (PA1).

(…) yo pensé, no pues yo estoy mal, me estoy jodiendo solo, desperdiciando mi vida, pudiendo ser alguien mucho mejor para mí mismo, lo voy a hacer por mí (PA4).

(…) yo me estoy dejando ayudar, con el simple hecho de tener abstinencia, de decir no voy a drogarme, y ahorita pues gracias a dios no lo he hecho y no voy a consumir más (PA5)

(…) ahorita estoy sin consumir, estoy en abstinencia, quiero mantenerme así, si yo me presto fuerza, es de voluntad, es dura pero satisfactoria (PA11)

La visión de vida es una de las muchas formas que ellos tienen para definir cómo será la vida para el futuro, sin la compañía de las drogas, en sus descripciones ellos expresan su anhelo por construir un futuro prometedor para su existir.

(…) espero en mi vida de ahora en adelante, salir de todo esto, y volver a estar con mi familia, que siempre me tiene una puerta abierta (PA2)

(…) por mí, hice dos proyectos en mi vida (…) dejar la droga y ser militar (PA4).

(…) me gustaría estudiar y después de estudiar la universidad, pues ver una carrera que me guste y estudiarla (PA5).

(…) yo quiero ser bioquímica, a mí me gusta mucho la química, soy más o menos buena para eso, y en la escuela voy bien (PA8).

(…) me quiero dedicar al negocio familiar, al ganado y a la agricultura (…) también quiero estudiar auxiliar de contaduría, para ahorrarme lo del contador (PA11).

DISCUSIÓN

El consumo de drogas en nuestros tiempos, se ha marcado como un problema serio de salud cada vez son más los jóvenes y adolescentes que se adentran en el mundo del consumo de drogas ilícitas. La experiencia vivida son acontecimientos mundanos que solo puede ser explorado a la luz de los relatos de la persona que lo vivencia. En este estudio se buscó dar respuesta a la cuestión, ¿Cuál es la experiencia vivida de los adolescentes consumidores de drogas ilícitas?

Los relatos que responden a la cuestión detonadora desvelan un cotidiano de violencia, en el cual los padres viven en continuos actos de agresión física y verbal, involucrando de algún modo al ser ahí del adolescente. La opresión marcada por las expresiones verbales y la desvalorización del adolescente como persona se hace palpable, la carencia de afecto, sobre todo paternal es una experiencia que acompaña el diario vivir de los adolescentes, cómplice a esto surgen la extenuación de los valores morales familiares, en donde el consumo de drogas ilícitas es un comportamiento desarrollado por el padre o los hermanos. Todo este entramado de comportamientos y acontecimientos de vida delinea un camino para el consumo de drogas ilícitas en el adolescente.

La importancia del papel de la familia se establece en la formación individual y social del adolescente, sobre todo para la formación de valores que le permiten vivir en armonía con él y los demás. Cuando entre los familiares hay unión, respeto y la presencia del diálogo entre padres e hijos, se crea un ambiente de protección contra las drogas. La falta de calidad en las relaciones de familias de adolescentes se convierte en un factor de riesgo para el desarrollo del consumo, esto también conlleva a que estos adolescentes busquen reconocimiento en otros contextos diferentes al familiar⁽⁶⁾.

Heidegger en su filosofía refiere que el mundo no es único o universal, por el contrario, es diferente para cada uno, según su cultura, época histórica y la familia en que nace⁽¹⁸⁾ por lo que, la manera de “ser” y de “estar” en él, está dirigida por el significado que cada adolescente le atribuye a las cosas y situaciones en su propio mundo, mundo de vida con su familia y la sociedad.

Los estereotipos familiares influyen de manera negativa en el “ser ahí” del adolescente, lo desarman y lo dejan indefenso ante los peligros de la vida. En este entramado el consumo de drogas ilícitas es una situación que aparece en el contexto de vida de los adolescentes, en su “ser” y “estar ahí”, inmersos en ese día a día, viviendo bajo la opresión, violencia físicas y verbal en la familia, carentes de afecto que de manera desastrosa le reducen las oportunidades de futuro productivo la violencia genera violencia y los patrones de comportamientos que el adolescente adopta son el reflejo en muchos de los casos de los comportamientos de madre, padre o de los integrantes más cercanos de la familia.

En este contexto el consumo de drogas ilícitas es una de las experiencias determinante para la probabilidad del existir del adolescente, el avance en proceso de adicción le exige cada vez más y más en su condición de vida, adoptando cambios en sus hábitos y patrones de consumo con lo cual establece un contexto problemático en su consumo.

En las narraciones se encontraron experiencias de consumo con nuevas y novedosas drogas, su incremento en frecuencia y en las dosis, generadas por la dependencia y tolerancia del cuerpo a las drogas, le exigen sensaciones y experiencias nuevas y más placenteras, por lo que buscan esos cambios de hábitos para satisfacer esas demandas corporales en el consumo de drogas ilícitas, experimentan con drogas más dañinas, o adoptan el policonsumo, generando una adicción de mayor peligrosidad y severidad para su estar ahí. Javi, uno de los participantes relata: “yo vivo para drogarme y me drogo para vivir”, esta expresión representa su condición de profundidad en la adicción, y la pérdida de valor a la vida.

En algunos casos, los consumidores de drogas describen la pasión por la droga hasta el punto de expresar que es vida para ellos y que por ello luchan cotidianamente. Aunque sientan y conozcan las consecuencias de ese uso ellos superan cualquier obstáculo para ir cada vez más al “fondo del pozo” en un intento desenfrenado de sobrevivir por la droga⁽¹⁹⁾, se refleja que en el fenómeno de la dependencia de drogas, reposa la privación de valor a la vida y la ausencia de un verdadero y significativo sentido existencial.

En su filosofía Heidegger caracteriza que en el mundo del “ser ahí” se presentan situaciones de impropiedad, convirtiéndolas en esas representaciones engañosas que alejan al “ser ahí” de su propiedad. Estas situaciones de impropiedad están relacionadas con la existencia inauténtica que busca llenar al “ser ahí” recurriendo siempre a la curiosidad por lo nuevo que en sí es la preocupación por lo nuevo en cuanto nuevo, pero al final termina asfixiando al ser ahí que va perdiendo poco a poco sus posibilidades de existir⁽¹⁸⁾.

En ellos se desvelaron sentimientos de preocupación por su existir, como una esperanza del “ser ahí”, una esperanza para tomar el control de su vida en donde emergen sus sentimientos de amor y confianza a su persona reconocen el apoyo de los otros para mejorar su condición de vida y como recursos para enfrentar el futuro sin drogas. De tal manera que su esperanza para el futuro les permite estructurar planes de vida en donde no figura el vivir en el consumo de drogas ilícitas.

En otros estudios se destaca que aun con las situaciones que los adolescentes han vivido, manejan expectativas positivas en relación a su futuro manifiestan planes en los que contemplan la posibilidad de cambiar y de salir adelante, comprenden su situación pero pueden planear su futuro y resignificar aspectos claves de su cosmovisión⁽⁶⁾.

CONCLUSIÓN

El fenómeno del consumo de drogas es cada vez más preocupante los adolescentes son un grupo vulnerable para desarrollar el hábito del consumo de drogas ilícitas aun cuando en nuestro país se desarrollan una gran variedad de programas para la prevención de las adicciones el fenómeno sigue en aumento.

En este sentido el consumo de drogas ilícitas es un fenómeno que interesa a todos los profesionales encargados del cuidado de la salud como la enfermería quien siempre se encuentra bajo el cuidado del ser humano. Las características de este fenómeno exigen cada vez más acercamientos que den la evidencia de elementos claros para su desarrollo. Este estudio permitió desvelar la experiencia vivida del adolescente consumidor de drogas ilícitas ante los profesionales de salud quienes van abriendo puertas para su comprensión.

La convivencia de familia se reconoce como un factor de riesgo o causante para el consumo de drogas, la violencia y la opresión que se vislumbra al interior de la relación de familia son emparejadas con el deseo del consumo de sustancias ilícitas.

La carencia de afecto de la familia es utilizada por los adolescentes para justificar su problema de consumo además, limita el desarrollo de estos sentimientos hacia su persona y las personas que los rodean. Por tal motivo es necesario desarrollar estrategias claras de cuidado en ellos que permitan el acercamiento al fenómeno del consumo desde sus distintos ángulos.

Por otro lado los adolescentes desvelan los efectos subjetivos que se presentan durante el consumo de drogas ilícitas, lo que muestra ángulos bien delineados para el desarrollo del cuidado el cual debe ser desarrollado por un equipo multidisciplinario. La enfermería como parte de este equipo requiere demostrar sus habilidades teóricas, prácticas y actitudinales que impacten en el cuidado integral de las necesidades del adolescente consumidor de drogas ilícitas.

Durante el desarrollo de este trabajo se presentaron algunas limitantes: las características del fenómeno del consumo resalta la importancia de la función del profesional de enfermería en el contexto de cuidado de adolescentes sin embargo en la visita de campo se observó que dentro de la estructura del proceso de atención de los CIJ, no se cuenta con la intervención del profesional de enfermería lo que demoro el acercamiento a los adolescentes ya que, se requirió reorganizar la programación y abrir un espacio de participación para el investigador en el proceso de atención en rehabilitación.

Por último se encontró que la producción de literatura para el estudio del consumo de drogas con abordaje cualitativo fenomenológico es escasa para los últimos cinco años por lo que, surge la necesidad de incrementar la producción con estos enfoques que amplíen la comprensión del fenómeno y por ende se aumente las propuestas del cuidado que involucren a los profesionales de enfermería.

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Fechas de Publicación

• Publicación en esta colección
  13 Set 2018
• Fecha del número
  2018

Histórico

• Recibido
  30 Oct 2017
• Acepto
  31 Ene 2018