Resumen
Después de casi una década de investigar los partos y los hospitales de maternidad, me convertí en madre. Recuerdo que, durante mi doctorado, las mujeres con las que conviví me interrogaron sobre mi sensibilidad hacia sus vivencias maternas (Carneiro, 2015), ya que aún no había vivido lo que me decían. No tenía hijos y no había dado a luz. Unos años más tarde, tras el nacimiento de mi segundo hijo, comencé a escribir y publicar algunas reflexiones sobre la vida en el posparto, pero ahora sobre mi propia experiencia, de una serie titulada Cartas de un puerperio. Escribí sobre mí, sobre el parto, sobre el bebé y sobre todo sobre el cobijo, en un tono personal y confesional, pero también antropológico, ya que mis reflexiones dialogaban todo el tiempo con la teoría puesta o aún en tesitura, así como con lo local. cultura sobre lo materno. Mi mirada se posó en el puerperio y sus interfaces con las ideas del cuerpo, la sexualidad, la amistad, la política, la domesticidad, la soledad, el cansancio y, más recientemente, una pandemia. Estas Cartas fueron publicadas en una red social virtual y, por tanto, despertaron el diálogo con otras mujeres. A partir de ellos, pretendo comentar cómo y cuánto funcionaron como diario personal y diario de campo; como espacio de drenaje y autorreflexión, todo al mismo tiempo; pero también como lugar de producción intelectual y perspectivas socio-antropológicas sobre la maternidad contemporánea. Una mirada que viene del hogar y lo doméstico como espacio que inventa la vida.
Palabras claves:
postparto; maternidades; cartas; autoetnografia; antropologia