RESUMEN
Este artículo analiza los argumentos desarrollados por Ambrosio, obispo de Milán, para fortalecer la fe nicena imperial inmediatamente después del Concilio de Aquilea, en el año de 381. Se sugiere que tales argumentos también sostenían la unidad alrededor de la figura imperial. Para responder a las nuestras cuestiones, examinas tres cartas redactadas por Ambrosio: Epistolae extra collectionem 4 (10), 5 (11) e 6 (12). Observamos que, aunque todas estas cartas hayan sido direccionados a los tres imperadores romanos - Graciano, Valentiniano II y Teodosio -, el obispo hablaba especialmente a Graciano. Al cabo, este era el imperador a quién el milanés estaba directamente vinculado. En los territorios romanos occidentales, Ambrosio deseaba establecer una sociedad cristiana-nicena conducida especialmente por Graciano, cuya sede era Milán. Esta proximidad ha alimentado una interesante alianza entre el poder temporal, representado por Graciano, y el poder espiritual, ejercido por Ambrosio.
Palabras clave:
Concilio de Aquilea; ortodoxia; poder temporal; poder espiritual; Trinidad.