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Construcción del saber médico: crítica ético-política

Resumen

Este texto es un comentario al libro Natural, racional, social: razón médica y racionalidad científica moderna, de Madel T. Luz. Su crítica a la racionalidad y a la metodología científica se basa en el reconocimiento de un aspecto ideológico en estas dimensiones, delineado principalmente a partir de la Revolución Industrial. Las reflexiones de la autora buscan respuestas para explicar la marginalización de otros modos de hacer frente a la realidad (con destaque para el vitalismo, cuya presencia es destacada en la homeopatía), que fueron y aún son atacados por el modelo hegemónico instituido por la ciencia moderna. Se resalta que la estética desempeña un papel importante en la producción y difusión del conocimiento, como base capaz de ampliar la visión a diferentes perspectivas de racionalidad y elaboración ética.

Conhecimento; Homeopatia; Políticas de saúde

Resumo

Este texto é um comentário ao livro Natural, racional, social: razão médica e racionalidade científica moderna, de Madel T. Luz. Sua crítica à racionalidade e à metodologia científica baseia-se no reconhecimento de um quê ideológico nessas dimensões, delineado principalmente a partir da Revolução Industrial. As reflexões da autora buscam respostas para explicar a marginalização de outros modos de lidar com a realidade (com destaque para o vitalismo, cuja presença é marcante na homeopatia), que foram e ainda são atacados pelo modelo hegemônico instituído pela ciência moderna. Ressalta-se que a estética desempenha um papel importante na produção e disseminação do conhecimento, como base capaz de ampliar a visão para diferentes perspectivas de racionalidade e de elaboração ética.

Conhecimento; Homeopatia; Políticas de saúde

Abstract

This article is a commentary on the book Natural, racional, social: razão médica e racionalidade científica moderna by Madel T. Luz. Her criticism of rationality and scientific methodology is based on recognizing an ideological aspect in these dimensions, outlined mainly from the Industrial Era. Her reflections seek answers to explain the marginalization of other ways of dealing with reality that were and remain under attack by the hegemonical model of modern science (with special attention to vitalism, a striking aspect of homeopathy). Aesthetics are crucial in the production and dissemination of knowledge as the basis to broaden the vision toward different perspectives of rationality and ethical elaboration.

Knowledge; Homeopathy; Health Policy

Referencia en el pensamiento contemporáneo en el área de la salud, la obra Natural, racional, social: razón médica y racionalidad científica moderna, de Madel T. Luz 11. Luz MT. Natural, racional, social: razão médica e racionalidade científica moderna [Internet]. Rio de Janeiro: Fiocruz; 2019. Disponível: https://bit.ly/3t5Eds7
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, relanzada por la Editora Fiocruz en el 2019, ha cumplido 30 años desde su primera edición. En una búsqueda en Google Scholar, realizada el 8 de julio del 2018, consta que la versión del libro en portugués ha sido citada 682 veces. La consulta se repitió en diferentes fechas, con resultados similares. La consideración de ediciones distintas del libro en el recuento es responsable de las variaciones numéricas. Aún así, Google Scholar solo se refería a dos ediciones específicas: una del 2004 en portugués, y otra de 1997 en español, mientras que las búsquedas más recientes, posteriores al 2019, contabilizan también la nueva edición, de libre acceso.

Natural, racional, social reflexiona sobre paradigmas, vicios y resistencias de las prácticas médicas desde una perspectiva sociológica. La autora demuestra la manera en que las categorías, teorías y concepciones de la razón médica son biosociales y, por lo tanto, no se guían solo por una supuesta neutralidad científica, sino también por un modo de ver el mundo que reduce las relaciones sociales a la clasificación normativa de sujetos según polaridades binarias, tales como normalidad-patología, equilibrio-desviación, armonía-disturbio, integridad-degeneración 22. Luz MT. Op. cit. p. 39.. Desde un punto de vista crítico, Madel T. Luz expone la racionalidad científica moderna a lo largo de seis capítulos que se comentarán brevemente en el presente ensayo: “Objetivos, bases y orientaciones: racionalidad científica e historia” (Capítulo 1); “La construcción de la racionalidad científica moderna” (Capítulo 2); “La naturaleza y la razón en el tiempo y en el espacio mecánicos” (Capítulo 3); “La racionalización de la sociedad en el período clásico de la Edad Moderna” (Capítulo 4); “La disciplina de las enfermedades y la razón social; categorías médico-sociales en el siglo XIX” (Capítulo 5); y “Razón médica y pasión política: mecanismo organicista vs. vitalismo homeópata en el siglo XIX” (Capítulo 6) 11. Luz MT. Natural, racional, social: razão médica e racionalidade científica moderna [Internet]. Rio de Janeiro: Fiocruz; 2019. Disponível: https://bit.ly/3t5Eds7
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Navegaciones: organización del libro

En el Capítulo 1, Madel T. Luz sostiene que la práctica de la medicina se ha basado en objetivar todos los aspectos humanos —vida, sufrimiento, muerte—, y su tejido se establece en el discurso de la racionalidad moderna, que no se limita a explicar la realidad, sino que principalmente busca modelarla. Se trata de una racionalidad que no solo se preocupa por el origen y la causalidad de los fenómenos, sino que también, por medio de teorías anticipatorias, tiende a construirlos, a fabricarlos.

La autora destaca que la vida, el sufrimiento, la enfermedad y la muerte reflejan las relaciones sociales, haciendo que los individuos y grupos sociales vivan experiencias distintas en el cuidado del cuerpo. Por lo tanto, a medida que el sujeto moderno está moldado por las fuerzas que operan sobre su cuerpo —el reloj, la máquina, las normas sociales, la autovigilancia, la vigilancia del otro, la vigilancia del Estado, la policía, los chismes, las etiquetas—, la corporeidad se convierte en el objetivo y, a la vez, en el centro de los acontecimientos. El antropocentrismo de la ciencia moderna deja a un lado las “leyes divinas” para centrarse en el hombre, en su cuerpo individual y social. Así pues, las reglas del contrato social son la extensión política de la ciencia. El mundo pasa a explicarse por regulaciones basadas en principios ético-filosóficos, con valores morales definidos de manera distinta a los de la religión. En el pensamiento moderno, la naturalización de las normas aplicadas al cuerpo forma parte de un determinado plan de control social en el que la medicina se convierte quizá en la más social de las disciplinas modernas 33. Luz MT. Op. cit. p. 47..

La razón médica es, por lo tanto, operada bajo la lógica de la disputa de hegemonía político-social, intrínseca al modelo de racionalidad, que sostiene una determinada ideología de clase. Esta racionalidad representa estrategias para la producción de discursos y políticas sociales aplicadas a la medicina por medio de clasificaciones que a menudo reflejan conceptos y teorías divergentes y que compiten en la relación entre el estudio y la práctica médica. Las categorías y concepciones que deben someterse al análisis crítico incluyen “racional”, “natural”, “social”, “vida”, “salud”, “enfermedad”, “normalidad”, “patología”, “equilibrio” y “desviación”, teniendo en cuenta que la razón y el “método científico” como norma fundamental para la obtención del conocimiento o, de modo más general, como el modo de producción de la verdad 44. Luz MT. Op cit. p. 49., tienen la pretensión de representar una verdad desprovista de intenciones. Las verdades son producidas por obra del pensamiento humano, y no son exactamente características de la naturaleza, o de la naturaleza humana, sino de la mirada humana sobre la naturaleza y los fenómenos que observa.

La ciencia —como herramienta de determinada ideología de clase— reproduce pensamientos que influyen en métodos y prácticas. En esta esfera, la ideología adquiere los contornos de un enunciado subliminal, presente en las políticas que atraviesan los cuerpos de los sujetos modernos, organizándose en biopolíticas orquestadas por dispositivos de biopoder. La medicina es uno de estos dispositivos, encargados de mantener el orden social. Sus discursos disciplinarios evocan un orden racionalizado, mientras que el método pretende sostener que tal racionalización y todas las divisiones construidas a partir de ella forman parte de un orden presente tanto en la naturaleza como en la estructura de los cuerpos.

Cuando se trata de la epistemología —considerada aquí como una teoría del conocimiento—, no podemos olvidar que el lenguaje es uno de estos dispositivos, que revela la cultura y su poética. Como recuerda Michel Foucault, conocer es interpretar signos, y el juego del signo busca lo similar como una referencia para el discurso. Foucault dice: el lenguaje no es lo que es porque tiene un sentido 55. Foucault M. As palavras e as coisas. São Paulo: Martins Fontes [Internet]; 2000 [acesso 10 maio 2021]. Disponível: https://bit.ly/3hla2v5
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. Así pues, la naturalización de ciertas premisas en la esfera del conocimiento falla al no tener en cuenta los contextos culturales y sociales, así como el universo de creencias y afinidades de los autores y científicos en el momento en que formulan sus teorías. La universalización de saberes —considerados neutros en relación con la cultura— los convierte en dispositivos de biopoder.

En el Capítulo 2, Madel T. Luz recuerda que la racionalidad definitoria de la modernidad comienza a gestarse en el siglo XVI, en el período renacentista, también definido como el período de la llamada “revolución científica”. La necesaria ruptura con la visión de mundo que precede a esta revolución refleja no solo profundas transformaciones en las relaciones sociales, sino que también hace surgir al individuo autónomo, “independiente”, capaz de transformar creativamente el contexto personal y social.

El humanismo renacentista se convierte en antropocentrismo humanista, y el hombre comienza a verse a sí mismo como el propietario de la naturaleza. El colonizador y el conquistador dejan de ser “aventureros” o “saqueadores” para obtener un nuevo estatus social, respaldado en un nuevo paradigma en el que el proceso de toma de decisiones se restringe al juicio humano: La existencia “objetiva” e “independiente” de la naturaleza en presencia del mundo humano es, por lo tanto, una condición epistemológica y ontológica para que el hombre pueda conocerla y moldarla, para que ponga sobre el reino de la naturaleza el sello de su orden. El orden de la Razón 66. Luz MT. Op cit. p. 60..

El experimentalismo forma parte del método científico moderno, que es tanto exploratorio como intervencionista, ya que crea instrumentos de observación empírica, iniciando la era de la tecnología científica 77. Luz MT. Op cit. p. 62.. Es interesante observar que tal método crea disciplinas que buscan aislar fenómenos para comprenderlos mejor, reforzando la alienación del todo88. Santos BS. Um discurso sobre as ciências. 7ª ed. São Paulo: Cortez; 2010., lo que poco a poco se refleja en toda la estructura y organización de la sociedad industrial.

La ruptura epistemológica también se refleja en la separación entre el ser y la naturaleza. Las categorías bipolares refuerzan las separaciones excluyentes, como si los contrarios y la anulación de uno por el otro fueran naturales. Así pues, no solo hay “naturaleza-hombre”, “calidad-cantidad”, “objeto-sujeto”, “cuerpo-alma”, “sentidos-razón”, “organismo-mente”, “pasiones-voluntad”, “forma-materia”, etc., sino que la propia razón de estas dicotomías se multiplica en los modos del hacer científico, en sus métodos y toda teoría del conocimiento. Además, la racionalización de la vida produce enunciados con verdades específicas, que refuerzan reglas de producción y valores considerados más importantes dentro de este modelo de racionalidad. Se trata de verdades comunicadas por las reglas del método que influirán en la construcción de nuevas reglas con el objetivo de guiar al individuo por la vida moderna. De hecho, Descartes da forma de “conceptos” a los rasgos mecanicistas, dualistas y cuantitativistas de la racionalidad moderna 99. Luz MT. Op cit. p. 70..

El mecanicismo —una visión mecanicista del mundo— influirá en la organización de las disciplinas y, aunque tiene una característica experimental, inventiva y constructora de realidades con base en abstracciones del imaginario, la creencia en una razón pura —capaz de producir conocimiento por medio de un método científico infalible— dogmatiza este método hasta el punto de canonizarlo como un procedimiento universal que se debe adoptar para purificar los conceptos de sus fuentes imaginarias. La razón moderna “se imagina” a sí misma como imagina el mundo, es decir, como una “máquina”, como un ingenio 1010. Luz MT. Op cit. p. 72.. El racionalismo de inspiración cartesiana organiza el método que se aplicará a las ciencias y a la búsqueda de la verdad para este conocimiento en general. Sin embargo, uno de los problemas de convertir un método en dogma 44. Luz MT. Op cit. p. 49. es que la repetición de modelos teóricos en diferentes disciplinas, en lugar de generar unidad, genera el fenómeno de la disociación, por el cual el conocimiento racional científico se aleja poco —o nada— de las comprensiones metafísicas del mundo.

La racionalidad moderna revive la alegoría del conocimiento “puro” de las formas puras, de la República de Platón 1212. Luz MT. Op cit. p. 71., aspecto que Madel T. Luz tematiza en el Capítulo 3, en el que se discute la naturaleza y la razón en el tiempo y en el espacio mecánicos. Dado que la idealización de las formas puras se traduce en la Edad Moderna por la comprensión sobre la materia y las dificultades de lidiar con lo no mensurable —la cuarta dimensión, donde ocurre el movimiento—, las ciencias de la naturaleza no solo buscaron la exactitud, sino también, siempre que necesario y posible, trataron de ajustar los fenómenos a las compresiones que les eran más familiares, con el fin de tener más control sobre los procesos y desdoblamientos. Desde esta perspectiva, el universo-máquina, medido, automatizado, operado y comandado por el Homo sapiens, forma parte del ideal mecanicista de la ciencia moderna, lo que, posteriormente, se traduce para las ciencias humanas por medio del positivismo: el orden científico, la exactitud y la neutralidad son categorías inherentes al método, el único método supuestamente capaz de llevar al científico a encontrar la verdad.

La síntesis epistemológica de los teóricos —filósofos y científicos de la era moderna— se traduce en el modelo explicativo (mecanicista), en el método (experimentalista y deductivista) y en el lenguaje (matematizante). Esta síntesis sigue siendo hegemónica en la comprensión, creación y construcción de tecnologías, tanto en el trabajo como en las artes, la moral y las costumbres. Así pues, campos disciplinarios como la Medicina, en varias de sus ramas, adoptaron el modelo mecanicista, elaborando conceptos y teorías sobre su base metodológica y epistemológica 1313. Luz MT. Op cit. p. 84.. Además, si los descubrimientos de las ciencias tenían un efecto práctico de cambio cualitativo en la vida social y económica 1414. Luz MT. Op cit. p. 85., su racionalidad permanece centrada en la conquista y el control del mundo. De este modo, afirma la autora, la sociedad y la razón se funden en el pacto que se denominará “contrato social”, en el que la ciencia se convierte en la teología de la época actual.

El Capítulo 4 analiza el período histórico clásico en el que se constituyen las bases de la racionalidad moderna. Madel T. Luz recuerda que la racionalización de las costumbres y mentalidades en la sociedad clásica no comienza por la filosofía natural, sino por la moral resultante de la religión cristiana 1515. Luz MT. Op cit. p. 94., y que las órdenes religiosas fueron formadoras morales que llevaron a la construcción de la ética moderna. En este contexto, el sujeto social se convierte en objeto de un proyecto biopolítico que se operará en las relaciones sociales, y la Iglesia es una entre otras instituciones de control moral donde las relaciones de biopoder se establecen.

Cabe destacar que la racionalización moral es parte de una construcción estética, de una visión de mundo centrada en “categorías ideales” que delinean códigos disciplinarios basados en una filosofía política que, tradicionalmente, marginaliza los sentidos y separa praxis y aisthesis. El mundo material comandado y explicado por la razón define prioridades con base en sus creencias pragmáticas, jerárquicas y distintivas. Así pues, según Madel, la sensualidad es enemiga de las dos razones: la razón científica natural y la razón de la moral cristiana, religiosa o laica 1616. Luz MT. Op cit. p. 97.. Sin embargo, la autora afirma: si el arte no “dice” la verdad, “expresa” realidades 1717. Luz MT. Op cit. p. 98.. Por lo tanto, hay un contrapunto en la moral cuyo propósito es el control espiritual de la sociedad: la estética es el mecanismo de transmisión que convierte la teoría en práctica. Ella traduce las ideas de la ética para la vida cotidiana por medio de los sentimientos y de los sentidos, transformando la ideología en práctica social espontánea 1818. Eagleton T. A ideologia da estética. Rio de Janeiro: Zahar; 1993..

En el Capítulo 5, Madel T. Luz discute conceptos que moldean las prácticas médicas, tales como el privilegio de la ciencia sobre el arte. Según este concepto, las condiciones clínicas son un reflejo de la creencia de que el mal es externo al hombre. Un ejemplo de ello es el discurso sobre la autoinmunidad como un plan de acción significativo para construir y mantener los límites entre el yo y el otro, en los dominios cruciales de lo normal y de lo patológico 1919. Haraway D. Simians, cyborgs, and women: the reinvention of nature. New York: Routledge; 1991.. De hecho, subdivisiones como la anatomía, la fisiología y la patología forman parte de los métodos de observación que añaden al proyecto disciplinario el control de los cuerpos por categorías de enfermedades. El poder ejercido sobre los cuerpos determina cuáles de ellos pueden estar libres o confinados, así como mide y determina cuán libres pueden ser dichos cuerpos. Los límites de libertad de un cuerpo se definen con base en su ubicación existencial: estatus social, lugar de residencia, condiciones de vida y de trabajo. La percepción de la enfermedad disociada de las condiciones sociales hace que la metodología aplicada a las ciencias médicas sea totalmente ficcional. Aún en este capítulo, la autora busca fuentes representativas de otros tipos de racionalidad médica, como las que perciben la enfermedad como una respuesta del cuerpo a los estímulos recibidos por medio de experiencias sensoriales. Madel T. Luz recuerda que el positivismo, el evolucionismo y el mecanicismo son categorías biosociales que reflejan ordenaciones jerárquicas en toda la base del conocimiento.

Al final del libro, en el Capítulo 6, Madel T. Luz habla del carácter activista intrínseco al vitalismo homeópata en el siglo XIX, que se opone al mecanicismo organicista típico de las teorías hegemónicas. La autora destaca que el debate epistemológico —especialmente ético, y quizá estético— que concierne a la medicina difícilmente avanzará sin la evaluación cuidadosa de la batalla política alopatía versus homeopatía, que debería pasar por la percepción de estas diferencias y de esta competición teórica 2020. Luz MT. Op cit. p. 168.. De hecho, las estrategias de desmoralización sistemática de prácticas y comprensiones no alopáticas sobre cómo tratar enfermedades y curarlas merecen ser éticamente cuestionadas, porque, en último análisis, representan disputas de poder y de mercado propias de la lógica del capitalismo tardío 2121. Siqueira-Batista R, Gomes AP, Albuquerque VS, Cavalcanti FOL, Cotta RMM. Educação e competências para o SUS: é possível pensar alternativas à(s) lógica(s) do capitalismo tardio? Ciênc Saúde Coletiva [Internet]. 2013 [acesso 12 jan 2021];18(1):150-70. DOI: 10.1590/S1413-81232013000100017. Tales cuestiones se inscriben en la comprensión de que la enfermedad —una abstracción, un modelo para dar sentido a los hallazgos clínicos 2121. Siqueira-Batista R, Gomes AP, Albuquerque VS, Cavalcanti FOL, Cotta RMM. Educação e competências para o SUS: é possível pensar alternativas à(s) lógica(s) do capitalismo tardio? Ciênc Saúde Coletiva [Internet]. 2013 [acesso 12 jan 2021];18(1):150-70. DOI: 10.1590/S1413-81232013000100017— puede asociarse a la comprensión del empirista David Hume de que la razón es también una especie de sentimiento, que tiene la imaginación como juez 1818. Eagleton T. A ideologia da estética. Rio de Janeiro: Zahar; 1993..

La idea de que lo racional es “objetivo” conduce a tratar los síntomas por separado y a descartar todo lo que se entiende como “subjetivo” y “vago”. En estos términos, para el vitalismo homeopático, no se trata de “curar” por “inflamaciones de dispositivos”, sino del “arte de la curación”, porque hay belleza en el acto de curar, y es parte del territorio de la estética lo que se refiere a la vida sensible, a la aprehensión de información por los sentidos. El cuerpo afectivo que dialoga con el mundo por síntomas y signos es un cuerpo que crea lo que le es posible, según los estímulos de su entorno.

Consideraciones finales

El trabajo de Madel T. Luz se suma a los cuestionamientos dirigidos al saber hacer de la medicina, que, como práctica social, no es neutra, como tampoco lo son sus conceptos y métodos. El libro en cuestión presenta la construcción del saber médico desde una perspectiva crítica, sociológica e histórica. Sin embargo, con base en el conocimiento de la crítica y de la existencia de otras maneras (racionalidades) de buscar soluciones a los problemas humanos, el profesional de la salud podrá ampliar su consciencia y contribuir a posibles cambios. Por lo tanto, con rigor académico y de manera original, Natural, racional, social: razón médica y racionalidad científica moderna hace alusión a la posibilidad de un trabajo indisociable de la tríada ética, estética y epistemología, reconociendo que la potencia originaria de la medicina es precisamente el arte de cuidar.

Referências

  • 1
    Luz MT. Natural, racional, social: razão médica e racionalidade científica moderna [Internet]. Rio de Janeiro: Fiocruz; 2019. Disponível: https://bit.ly/3t5Eds7
    » https://bit.ly/3t5Eds7
  • 2
    Luz MT. Op. cit. p. 39.
  • 3
    Luz MT. Op. cit. p. 47.
  • 4
    Luz MT. Op cit. p. 49.
  • 5
    Foucault M. As palavras e as coisas. São Paulo: Martins Fontes [Internet]; 2000 [acesso 10 maio 2021]. Disponível: https://bit.ly/3hla2v5
    » https://bit.ly/3hla2v5
  • 6
    Luz MT. Op cit. p. 60.
  • 7
    Luz MT. Op cit. p. 62.
  • 8
    Santos BS. Um discurso sobre as ciências. 7ª ed. São Paulo: Cortez; 2010.
  • 9
    Luz MT. Op cit. p. 70.
  • 10
    Luz MT. Op cit. p. 72.
  • 11
    Feyerabend PK. Contra o método. Rio de Janeiro: Francisco Alves; 1989.
  • 12
    Luz MT. Op cit. p. 71.
  • 13
    Luz MT. Op cit. p. 84.
  • 14
    Luz MT. Op cit. p. 85.
  • 15
    Luz MT. Op cit. p. 94.
  • 16
    Luz MT. Op cit. p. 97.
  • 17
    Luz MT. Op cit. p. 98.
  • 18
    Eagleton T. A ideologia da estética. Rio de Janeiro: Zahar; 1993.
  • 19
    Haraway D. Simians, cyborgs, and women: the reinvention of nature. New York: Routledge; 1991.
  • 20
    Luz MT. Op cit. p. 168.
  • 21
    Siqueira-Batista R, Gomes AP, Albuquerque VS, Cavalcanti FOL, Cotta RMM. Educação e competências para o SUS: é possível pensar alternativas à(s) lógica(s) do capitalismo tardio? Ciênc Saúde Coletiva [Internet]. 2013 [acesso 12 jan 2021];18(1):150-70. DOI: 10.1590/S1413-81232013000100017
  • 22
    Siqueira-Batista R. Conhecimento e saúde: entre ciência e arte. In: Rego S, Palácios M. Comitês de ética em pesquisa: teoria e prática. Rio de Janeiro: Editora Fiocruz; 2012. p. 53-70.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    6 Set 2021
  • Fecha del número
    Apr-Jun 2021

Histórico

  • Recibido
    15 Feb 2020
  • Revisado
    20 Abr 2021
  • Acepto
    22 Abr 2021
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