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Terapia ocupacional en tiempos de pandemia: reflexiones de la práctica profesional comunitaria

Terapia ocupacional em tempos de pandemia: reflexos da prática profissional comunitária

Occupational therapy in times of pandemic: repercussions of professional community practice

Resumen

Introducción

Desde la reforma curricular del año 2004, la práctica profesional comunitaria de Terapia Ocupacional de la Universidad del Valle ha tenido acciones presenciales en la ciudad de Cali, Colombia, específicamente en el territorio de la comuna 20 y el corregimiento de los Andes. Para inicios del año 2020, la aparición del virus COVID-19, generó una toma de decisiones como el aislamiento preventivo obligatorio. En consecuencia, el equipo de docentes y estudiantes de la práctica profesional comunitaria de terapia ocupacional, optaron por construir estrategias que permitieran continuar con la interacción de los grupos a través de la presencialidad asistida por la tecnología, haciendo uso de plataformas virtuales de manera sincrónica y asincrónica.

Objetivo

Documentar la experiencia en la práctica profesional comunitaria de terapia ocupacional de modo que se pudiese dar cuenta de las acciones que durante el periodo de confinamiento permitieron la construcción y/o mantenimiento de lo comunitario en los grupos de trabajo.

Método

Recopilación y análisis de los registros realizados por estudiantes anteriores al 2019 (situación de presencialidad), y los registros de estudiantes durante el año 2020 (situación de aislamiento).

Resultados

La aparición de la pandemia supuso cambios en el acercamiento a las líneas de acción de la práctica comunitaria (primera infancia, escolares y adultos) al pasar de la presencialidad a la virtualidad, lo que supuso la incorporación de estrategias que permitieran continuar con la interacción de los grupos, encuentros virtuales sincrónicos y asincrónicos y la creación de los programas “Todos(as) opinan: dialogando sobre la TO comunitaria” y el programa de escritura.

Conclusión

Durante el periodo de la pandemia, se identificaron dos retos correspondientes, primero, a la brecha en el acceso y uso de la tecnología y, segundo, a la construcción y/o sostenimiento de lo comunitario de acuerdo con los principios establecidos por el enfoque comunitario.

Palabras clave:
Redes Comunitarias; Terapia Ocupacional; Pandemias

Resumo

Introdução

Desde a reforma curricular do ano 2004, a prática profissional comunitária de Terapia Ocupacional da Universidad del Valle tem tido ações presenciais na cidade de Cali, Colômbia, especificamente no território da comuna 20 e de Los Andes. No início de 2020, o aparecimento do vírus COVID-19 levou a decisões como o isolamento preventivo obrigatório. Como resultado, a equipa de professores e estudantes da área de terapia ocupacional em comunidades optou por construir estratégias que permitissem a interação contínua em grupo através de sessões presenciais assistidas por tecnologia, utilizando plataformas virtuais de forma síncrona e assíncrona.

Objetivo

Documentar a experiência na prática profissional de terapia ocupacional em comunidades a fim de prestar contas das ações que, durante o período de confinamento, permitiram a construção e/ou manutenção dos grupos de trabalho.

Método

Compilação e análise dos registos feitos pelos estudantes antes de 2019 (situação presencial) e dos registos dos estudantes durante 2020 (situação de isolamento).

Resultados

A emergência da pandemia significou mudanças na abordagem das linhas de ação da prática comunitária (primeira infância, crianças em idade escolar e adultos) ao passar do presencial para o virtual, o que significou a incorporação de estratégias que permitiram a continuação da interação de grupo, reuniões virtuais síncronas e assíncronas e a criação dos programas “Todos têm uma opinião: falar sobre TO na comunidade” e o programa de escrita.

Conclusão

Durante o período da pandemia foram identificados dois desafios: primeiro, à lacuna no acesso e utilização da tecnologia e, segundo, à construção e/ou sustentabilidade da comunidade, de acordo com os princípios estabelecidos pela abordagem comunitária.

Palavras-chave:
Redes Comunitárias; Terapia Ocupacional; Pandemias

Abstract

Introduction

Since the curricular reform of 2004, the occupational therapy community practice of Universidad del Valle has been conducting face-to-face activities in Cali, Colombia, specifically in the territory of commune 20 and the corregimiento of Los Andes. However, at the beginning of 2020, the emergence of the COVID-19 pandemic led to the implementation of mandatory preventive social distancing measures. As a result, the team of teachers and students in the occupational therapy community practice decided to develop strategies that would allow them to maintain interaction with the groups through technology-assisted presence, utilizing virtual platforms both synchronously and asynchronously.

Objective

To document the experience in the occupational therapy community practice and report the actions taken during the period of confinement that facilitated the establishment and/or maintenance of the workgroups.

Method

Compilation and analysis of the records from students before 2019 (in-person interactions) and during 2020 (remote interactions).

Results

The onset of the pandemic brought about changes in the approach to the community practice areas of focus (early childhood, schoolchildren, and adults) as a transition from face-to-face to virtual interactions became necessary. This transition involved the implementation of strategies that would allow continuing the interaction of the groups, synchronous and asynchronous virtual meetings, as well as the creation of programs such as “Everyone has an opinion: dialoguing about OT in the community” and a writing program.

Conclusion

During the pandemic period, two challenges were identified. The first challenge was the disparity in the access to and utilization of technology, and the second challenge was the establishment and/or sustainability of the community by the principles outlined in the community approach.

Keywords:
Community Networks; Occupational Therapy; Pandemics

Introducción

Desde la reforma curricular del año 2004, la práctica profesional comunitaria de Terapia Ocupacional (TO) de la Universidad del Valle ha tenido acciones presenciales en los territorios de la comuna 20 y el corregimiento de los Andes, ubicados en la zona urbana y rural, de la ciudad de Cali - Colombia.

La comuna 20 es un territorio estratégico para el acceso de estudiantes y docentes, dada su cercanía al campus universitario (Ver Figura 1). Se encuentra ubicado en la zona de la ladera de la ciudad y está constituida por barrios socialmente vulnerables, con grandes problemáticas sociales, económicas, educativas, de seguridad y convivencia (Hetzer et al., 2021Hetzer, A., Diesselmann, A., Gómez, D., & Albán, I. (2021). Siloé: resiste a través del tiempo: memoria visual. Cali: Museo Popular de Siloé.). De ahí que, la práctica profesional comunitaria de TO, tuviese como objetivo contribuir en los procesos para enfrentar las necesidades y problemáticas ocupacionales de esta población. Así como, llevar a cabo procesos de formación de pregrado, al identificar el territorio como el escenario propicio para que los estudiantes pusieran en juego la comprensión del contexto y el reflejo de la realidad nacional a nivel social, político, económico y cultural. Además, identificaran las necesidades e intereses de las diferentes poblaciones y, de esta manera, comprendieran el funcionamiento local del territorio donde llevarían a cabo sus prácticas profesionales comunitarias.

Figura 1
Relación entre el territorio de la comuna 20- Universidad del Valle- Sede San Fernando).

El barrio en el que actualmente se llevan a cabo los encuentros con cada uno de los grupos, es el barrio Siloé. Este es uno de los barrios más antiguos de Cali, conformado por caseríos construidos sobre la montaña y que alberga a las familias que llegaron a asentarse en esta zona donde predominaba la explotación carbonífera (Hetzer et al., 2021Hetzer, A., Diesselmann, A., Gómez, D., & Albán, I. (2021). Siloé: resiste a través del tiempo: memoria visual. Cali: Museo Popular de Siloé.).

Mientras tanto, la comuna 20 delimita al occidente con el corregimiento de los Andes. Es un corregimiento en calidad de reserva forestal, que manifiesta las características del modo de vida rural y que engloba el trabajo en el campo, el cuidado de animales, la poca circulación de transporte y modos de vida que configuran relaciones sociales diferentes a las vividas en la zona urbana. A la cabecera del corregimiento, en donde se llevan a cabo las acciones de la práctica, se puede llegar en transporte público, desde el centro de la ciudad.

Las acciones en la comuna 20 y el corregimiento de los Andes, se encuentran soportadas bajo un convenio docencia- servicio entre la Empresa Social del Estado (ESE) Ladera y la Facultad de Salud de la Universidad del Valle, razón por la cual se incorporan a ella estudiantes, docentes y profesionales de la salud en diversos frentes de trabajo y dispositivos de la red, articulados junto a profesores de otros cursos de la universidad, permitiendo un trabajo interdisciplinar.

A lo largo de los años, se han realizado acciones con diferentes grupos poblacionales de acuerdo al curso de vida. Entre ellos, trabajo con bebés y madres, mujeres gestantes, escolares, jóvenes, adultos mayores y población adulta con discapacidad psicosocial. Cada grupo cuenta con una historia y una trayectoria diferente, dónde sus miembros pueden articularse entre sí, formando parte o participando en las acciones que se llevan a cabo con los diferentes grupos.

La práctica profesional comunitaria de TO se desarrolla en octavo y noveno semestre, con una dedicación de tiempo completo en el territorio, por fuera de muros institucionales. Además, la frecuencia de los encuentros con cada grupo, es de una vez a la semana, con una duración aproximada de dos horas por encuentro.

La práctica profesional de la Universidad del Valle es concebida como un espacio en el que confluyen el conocimiento y la realidad social para la construcción, reconstrucción de aprendizajes y saberes que retroalimentan el desarrollo de la profesión (Galeano-Martínez et al., 2011Galeano-Martínez, C. C., Rosero-Estupiñan, K. Y., & Velásquez-López, P. A. (2011). Reflexiones y retos de la práctica académica en trabajo social. Prospectiva: Revista de Trabajo Social e Intervención Social, 16, 131-160.), específicamente, en las reflexiones profesionales y curriculares en torno a la comunidad.

Para leer y analizar las prácticas comunitarias, tomamos la definición de comunidad de la psicóloga Montero (1998)Montero, M. (1998). La comunidad como objetivo y sujeto de acción social. In A. Martín González (Ed.), Psicología comunitaria: fundamentos y aplicaciones (pp. 210-222). Madrid: Síntesis., quien plantea la comunidad como “un grupo social dinámico, histórico y culturalmente constituido y desarrollado, que comparte intereses, objetivos, necesidades y problemas, en un espacio y un tiempo determinados y que genera colectivamente una identidad, así como formas organizativas, desarrollando y empleando recursos para lograr sus fines” (Montero, 1998, pMontero, M. (1998). La comunidad como objetivo y sujeto de acción social. In A. Martín González (Ed.), Psicología comunitaria: fundamentos y aplicaciones (pp. 210-222). Madrid: Síntesis.. 212). Para estas prácticas profesionales, la comunidad es un grupo de sujetos singulares y autónomos, que participan de forma voluntaria en un compromiso mutuo.

También, se considera el concepto de territorio, el cual es comprendido más allá de un espacio geográfico y material, como un espacio subjetivo, que aborda la interrelación entre la macro y la microestructura social, tal como lo plantean Bianchi & Malfitano (2021)Bianchi, P. C., & Malfitano, A. P. S. (2021). Anotaciones sobre conceptos y prácticas de territorio y comunidad en la Terapia Ocupacional colombiana. Revista Ocupación Humana, 21(1), 6-26.:

el territorio se refiere a lo que nuestros ojos pueden alcanzar…; más lo que no podemos ver: la historia que impregna los edificios y las vidas allí construidas, las relaciones que se establecen entre las personas, la vida cotidiana que impone formas de manejar los tiempos, los poderes que se dan más allá de las negociaciones cara a cara e influyen en las conductas de vida (Bianchi & Malfitano, 2021, pBianchi, P. C., & Malfitano, A. P. S. (2021). Anotaciones sobre conceptos y prácticas de territorio y comunidad en la Terapia Ocupacional colombiana. Revista Ocupación Humana, 21(1), 6-26.. 23).

En esta práctica profesional, el territorio se compone por una serie de complejos factores que facilitan y limitan las interacciones y generan intersubjetividad entre las personas (Mascareño & Busher, 2011, como se cita en Palacios Tolvett, 2017Palacios Tolvett, M. (2017). Acerca de sentido de comunidad, ocupaciones colectivas y bienestar/malestar psicosocial con jóvenes transgresores de territorios populares (Tesis de doctorado). Universidad Central de Cataluña, España. Recuperado el 2 de mayo de 2023, de http://dspace.uvic.cat/bitstream/handle/10854/5286/tesdoc_a2017_palacios_monica_acerca_sentido.pdf?sequence=1&isAllowed=y
http://dspace.uvic.cat/bitstream/handle/...
).

Ahora bien, para inicios del año 2020, la aparición del virus COVID-19, generó una crisis mundial y llevó al país a declararse en emergencia sanitaria y económica, con decisiones como el aislamiento preventivo obligatorio, que se mantuvo hasta el 30 de agosto del año 2020, con el objetivo de reducir la propagación del contagio y mitigación de los efectos del virus, sobre todo en poblaciones que se encontraban en mayor riesgo como las personas de edades avanzadas que ya tenían diagnósticos de enfermedad crónica como diabetes, asma o hipertensión (Colombia, 2021Colombia. Ministerio de Salud y Protección Social. (2021). Coronavirus (COVID 19). Recuperado el 3 de enero del 2021, de https://www.minsalud.gov.co/salud/publica/PET/Paginas/Covid.aspx
https://www.minsalud.gov.co/salud/public...
).

El gobierno adoptó la medida de aislamiento selectivo y el cese de actividades presenciales en las que hubiese grandes acumulaciones de personas, con el objetivo de salvaguardar la salud pública. En consecuencia, las escuelas, colegios y Universidades cerraron sus instalaciones y pasaron de la enseñanza presencial a la presencialidad asistida por la tecnología.

La universidad del Valle adoptó diferentes estrategias en todos los escenarios de práctica de TO: salud mental, salud física, educación, trabajo y comunitaria. Específicamente, en el área comunitaria, se prescindió de las prácticas en el territorio y se asumió la presencialidad asistida por tecnología como la estrategia para afrontar la situación.

Estas nuevas formas de relación y contacto social para la construcción y mantenimiento de lo comunitario, mediadas por la virtualidad, no han sido documentadas. En ese sentido, se hace necesario reflexionar alrededor de cómo se presentaba lo comunitario como campo conceptual y práctico antes de la pandemia y cuáles fueron los retos y oportunidades que trajo el uso de la virtualidad a la práctica profesional comunitaria de TO.

En este sentido, se documenta la práctica profesional comunitaria de TO, de la universidad del Valle, antes de la aparición del virus (año 2019) y el periodo comprendido entre agosto - diciembre de 2020, correspondiente al periodo de confinamiento por la pandemia, para dar cuenta de las acciones que durante el periodo de confinamiento permitieron la construcción y/o mantenimiento de lo comunitario en los grupos de trabajo.

Apuntes Metodológicos

El abordaje metodológico para la construcción del relato de experiencia se hizo a partir de una revisión documental. El corpus documental estuvo conformado por las planeaciones, resultados de actividades semanales, e informes finales de cada rotación escritos por estudiantes y revisados por las docentes durante el año 2019 y 2020.

Una vez recopilados los documentos se realizó un análisis de contenido, identificando de manera explícita y latente la información, tratando de hacer evidentes sus significados (Díaz Herrera, 2018Díaz Herrera, C. (2018). Investigación cualitativa y análisis de contenido temático. Orientación intelectual de revista Universum. Revista General de Información y Documentación, 28(1), 119-142.). Esto permitió organizar la información de las acciones de la práctica profesional comunitaria antes y después del confinamiento decretado por el COVID-19.

Ahora bien, la discusión de los resultados estuvo guiada por la triangulación entre las autoras lo que permitió que las reflexiones individuales pudieran ser comparadas, confrontadas y posibilitar un consenso sobre las dos categorías de discusión (Benavides & Gómez-Restrepo, 2005Benavides, O. M., & Gómez-Restrepo, C. (2005). Métodos en investigación cualitativa: triangulación. Revista Colombiana de Psiquiatría, 34(1), 118-124.): una brecha en el acceso y uso de la tecnología y la construcción y/o sostenimiento de lo comunitario en medio de la pandemia.

Resultados

A continuación, presentamos la organización de la práctica profesional comunitaria de TO antes y durante el periodo de confinamiento por COVID-19, así como las acciones que durante el periodo de confinamiento permitieron la construcción y/o mantenimiento de lo comunitario en los grupos de trabajo.

Práctica Comunitaria Antes del COVID-19

Antes de la pandemia por COVID-19, la práctica se encontraba dividida en dos escenarios: rural y urbano; y se organizaba a partir de tres líneas de acción (primera infancia, escolares y adultos), que buscaban dar cubrimiento a todo el curso de vida de los sujetos. Las estudiantes participaban de todas las líneas de acción.

Línea primera infancia

En esta línea confluyeron dos programas, el club del bebé y el club de la gestante. Ambos localizados en el parque de la Horqueta, en la comuna 20 y gestados desde las necesidades e intereses de profesionales de la ESE Ladera y docentes de la Universidad del Valle de generar espacios para esta población desde estrategias comunitarias. El primero, conformado por madres/cuidadoras y sus bebés de 0 a 2 años, estudiantes y docentes de TO, Fisioterapia y Fonoaudiología. Este grupo tenía por objetivo generar un espacio de diálogo e intercambio de saberes en torno a la crianza y el desarrollo integral de los bebés a partir del análisis crítico de las circunstancias contextuales que atraviesan sus vidas personales y colectivas.

En el segundo club, de las madres gestantes, participaron las mujeres gestantes y sus acompañantes/esposos/madres, las estudiantes de TO, Fisioterapia y profesional de enfermería de la ESE Ladera. Este grupo tenía como finalidad generar un acompañamiento e intercambio de saberes en torno a la gestación, los cambios, los cuidados, la preparación para el parto, la construcción de redes de apoyo emocional, y la formación de lazos de identidad y afectivos basados en la solidaridad, el respeto y la confianza, conectados con el concepto de comunidad. Además, se esperaba que después del nacimiento, los bebés pudieran ingresar al club del bebé y de esa manera articular los grupos.

Una actividad descrita en los informes de las estudiantes, fue la realización de una conversación sobre los cuidados emocionales de la madre durante el periodo de puerperio. El objetivo de la actividad estaba centrado en identificar las redes de soporte familiar o comunitarias a las cuales pudiesen acudir en el momento que lo requirieran. En los resultados, se identificó que algunas de ellas no contaban con familiares en el barrio, pues eran procedentes de otras ciudades; pero sí identificaban a las mujeres del grupo de gestantes como amigas a las que podrían acudir.

Línea escolares

Las acciones realizadas bajo esta línea se desarrollaron en el corregimiento los Andes, zona rural de la ladera de Cali, específicamente en una escuela pública en la cual participaron estudiantes de básica primaria procedentes del corregimiento y estudiantes provenientes de una Fundación de la ciudad de Cali que acoge a niños y niñas en situación de riesgo físico, moral y psicológico, de sectores marginados de la ciudad.

Al considerar que la escuela es el punto de encuentro con la comunidad, la práctica comunitaria tuvo como objetivo el fortalecimiento de la relación escuela-comunidad a través de un trabajo colectivo que buscaba su reconocimiento como seres transformadores y conservadores de identidad social y cultural, para facilitar el sentimiento de pertenencia a esa escuela y a ese lugar por parte de niños y niñas.

Para ilustrar lo anterior, se señala una experiencia intergeneracional organizada entre el puesto de salud y la escuela, en la que participaron adultos mayores y niños, niñas y jóvenes que mantuvieron diálogos acerca de las ocupaciones cotidianas, las tradiciones y la ancestralidad, como una forma de rescatar y valorar las raíces

Otro ejemplo de las actividades realizadas en la escuela es la de la tienda saludable, la cual tuvo como objetivo promover hábitos alimenticios saludables en la comunidad educativa. Para la ejecución del mismo, se incorporó el documento técnico de soporte para la reglamentación de tiendas escolares creado por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación en septiembre de 2019 (Colombia, 2019Colombia. Ministerio de Educación Nacional. Ministerio de Salud y Protección Social. (2019). Documento técnico de soporte para la reglamentación de tiendas escolares saludables. Bogotá: Ministerio de Educación Nacional/Ministerio de Salud y Protección Social. Recuperado el 2 de mayo de 2023, de https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/SNA/documento-tecnico-regalmentacion-tiendas-escolares.pdf
https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Li...
), la experiencia en preparación de alimentos por parte de la madre comunitaria encargada del espacio, así como los gustos y capacidad económica de los estudiantes de la escuela. Los productos ofrecidos en la tienda debían tener como materia prima los alimentos orgánicos cosechados por los estudiantes en sus actividades escolares y, de esta manera, generar sentido de pertenencia con la tierra.

Línea adultos

En esta línea confluyeron tres programas, uno llevado a cabo con personas con discapacidad psicosocial y dos con adultos mayores de la zona rural y urbana.

El primero, un grupo constituido desde el año 2009 y autodenominado mentalmente sanos, hace parte de los grupos localizados en la comuna 20 y que lleva a cabo sus acciones en el parque de la Horqueta. Se encuentra conformado por personas que han sido diagnosticadas con trastornos mentales, estudiantes y docentes de TO, medicina y psiquiatría, que funciona como un grupo de apoyo en el cual en el que se realizan acciones de construcción conjunta, es decir, un grupo en el que las actividades se planean con el grupo a partir de sus intereses, inquietudes y capacidades:

Personas con discapacidad psicosocial eligen participar de manera libre y voluntaria, con el fin de promover procesos de inclusión social y habilidades sociales en vida cotidiana, que permitan la reconstrucción de una ciudadanía fracturada a partir del estigma y la discriminación (Satizabal-Reyes & Ortiz-Quiroga, 2019, pSatizabal-Reyes, M., & Ortiz-Quiroga, D. (2019). Mentalmente sanos: una experiencia con enfoque comunitario. Revista de Salud Publica, 21(1), 122-127.. 123).

Una de las actividades que frecuentemente se realiza con los participantes del grupo, es el cine foro. Esta estrategia permite que las personas descubran otras realidades, se identifiquen o redescubran lo que ellos mismos viven. En este sentido, el cine foro metodológicamente permite que los participantes puedan proponer y elegir un tema y una película con la que se pueda abordar. De ahí que, se haya podido poner sobre la mesa la discusión acerca de la discapacidad, de las situaciones de discriminación y exclusión experimentadas, las formas en que fueron abordadas, los recursos comunitarios para abordarlos y, por supuesto, la escucha activa por parte de todos los participantes como sostén frente a la experiencia. Adicionalmente, esta actividad permite que los participantes generen estrategias para encontrarse entre ellos y desplazarse juntos hasta los lugares acordados por fuera del parque, lo cual implica el desplazamiento por las calles de los barrios y el reconocimiento de sus casas y vecinos.

El segundo programa o programa de adulto mayor, ubicado en la comuna 20 y que también desarrolla acciones en el parque de la Horqueta, cuenta con la participación estudiantes de TO, Fisioterapia y las adultas mayores procedentes de diferentes barrios de la comuna, desde el año 2012, quienes se han autodenominado grupo “Volver a vivir”. Este grupo, tiene como objetivo generar una red de apoyo en torno a su momento de vida, en el cual se promueven los lazos de confianza y afecto entre vecinas (Reyes et al., 2020Reyes, M. S., Galindo, J. M. S., & González, P. A. T. (2020). Terapia Ocupacional y adultos mayores: acciones comunitarias. Revista Interinstitucional Brasileira de Terapia Ocupacional, 4(5), 800-806.). Así como, promover un espacio de intercambio de saberes en torno a los temas de interés de los participantes que giran alrededor del ocio, el tiempo libre, la actividad física, reconocimiento y significado de sus historias ocupacionales en el marco del territorio, que forman parte de la identidad colectiva de la comuna 20.

Una actividad que muestra el sentido comunitario y territorial de las actividades en la presencialidad, antes del confinamiento, fue un paseo por el transporte de cable que atraviesa los barrios de la comuna, en compañía de un líder comunitario. En esta actividad se promovió la circulación del grupo por los barrios, muchos de ellos presentes en sus historias de vida, pero desconocidos ya en su memoria. En este recorrido se mencionaron las trayectorias de vida intersectas por sus ocupaciones en las minas de carbón, la recuperación de la memoria colectiva sobre las primeras familias que llegaron a la comuna y las historias de violencia vividas en el marco del conflicto armado colombiano. Es decir, estas actividades expresan la relación entre la macroestructura social y la microestructura y resalta el sentido de pertenencia, el arraigo y la identidad.

Finalmente, se identifica el trabajo con adultos mayores del Corregimiento de los Andes. En este programa, se realizaban visitas domiciliarias, que tenían como objetivo, por un lado, brindar información y/o rutas a las familias y cuidadores sobre cómo abordar diferentes problemáticas para la participación de los adultos mayores en las actividades de la vida diaria. Las orientaciones permitían reconocer los derechos a la salud, al trabajo, la participación social en la comunidad, y la posibilidad de establecer facilitadores que dieran respuesta a las barreras presentes en las ocupaciones. Por otro lado, las visitas buscaban promover y fortalecer redes de apoyo, debilitadas por factores territoriales y personales. En diferentes ocasiones, la música se volvió instrumento para compartir con la familia, visitar amigos y recordar las fiestas compartidas.

Práctica Comunitaria Durante el Confinamiento por COVID-19

Debido a la situación de confinamiento por COVID-19, no se pudieron seguir llevando a cabo las actividades presenciales en la comuna 20 y el corregimiento de los Andes.

En consecuencia, el equipo de docentes y estudiantes del área comunitaria de TO, optaron por construir estrategias que permitieran continuar con la acción comunitaria, la interacción de los participantes de los grupos, la promoción y el fortalecimiento de los lazos y redes de apoyo a través de la presencialidad asistida por la tecnología, haciendo uso de plataformas virtuales de manera sincrónica y asincrónica.

Estas nuevas formas de acercamiento con las personas y colectivos trajeron algunos retos que, se abordaron mediante ajustes a los canales de comunicación, el tipo y frecuencia de las actividades en la zona urbana. En la zona rural no se lograron llevar a cabo debido a que, en la mayoría de los casos, los medios necesarios para el encuentro virtual, como la tecnología y las competencias para el uso de la misma, no estaban presentes. Lo anterior, dio cuenta de las desigualdades que viven estas poblaciones con menores ingresos, limitado acceso a servicios y mayor vulnerabilidad, en un momento coyuntural, que desafiaba los alcances del programa académico y la Universidad.

Así pues, se planea una práctica urbana con dos líneas de acción, una de acción y una de reflexión. La primera, compuesta por programas anteriores a la pandemia como el club del bebé y club de madres gestantes, mentalmente sanos y el grupo de adulto mayor. La segunda, conformada por nuevos programas, Todos(as) opinan: dialogando sobre la TO comunitaria” y un programa de escritura académica.

El programa de “Todos(as) opinan: dialogando sobre la TO comunitaria”, nace como una estrategia para reconocer las voces y experiencias de egresados de TO de la Universidad del Valle que trabajan en el área comunitaria. En consecuencia, el ejercicio implica varios encuentros entre estudiantes, el egresado(a) y docentes para revisar artículos y promover un espacio de discusión a partir de los conocimientos, procedimientos y acciones que está llevando a cabo el egresado que se incorporan laboralmente en proyectos de acción comunitaria, a la vez que, el egresado conozca los cambios conceptuales, curriculares que está teniendo el área comunitaria y el programa académico. Dicho de otra manera, estos conversatorios se implementaron como una estrategia de intercambio de saberes. Los diferentes encuentros culminan en la preparación de un evento abierto al público.

Mientras tanto, el programa de “escritura académica” tuvo como objetivo que las y los estudiantes pudiesen dar cuenta del desarrollo de habilidades vinculadas con el diseño de proyectos de intervención, con un enfoque comunitario, para ser presentado ante el programa académico de TO.

En el marco de esta nueva forma de desarrollar la práctica comunitaria de TO, durante las dos primeras semanas, se inició un proceso de línea de base para conocer el acceso a internet, recursos tecnológicos y uso de la tecnología por parte de los participantes de cada uno de los programas anteriores a la pandemia. Este se llevó a cabo a través de llamadas telefónicas o por los grupos de WhatsApp en los que participábamos. Sin embargo, los resultados trajeron el primer reto de la práctica comunitaria asistida por la tecnología, con una brecha en el acceso y uso de la tecnología: viviendas sin Wifi, sin computador o con un único dispositivo móvil para uso de toda la familia, además del poco o nulo conocimiento sobre su manejo. Esta situación exigió, además, identificar el interés por participar en estas condiciones y la generación de acciones que permitieran la participación de todos y todas.

Esta situación llevó a utilizar, de manera prevalente, dispositivos mediadores de la comunicación como teléfonos fijos y celulares smartphone (con memoria suficiente para instalar aplicaciones), plataformas y aplicaciones de mensajería instantánea y, en menor medida, los computadores de mesa y portátiles. Dadas las posibilidades que generaban estos dispositivos, se consideraron los encuentros sincrónicos y asincrónicos, de acuerdo con la disponibilidad y el acceso a conexión Wifi.

Las actividades asincrónicas se planearon para las personas que presentaron dificultades para conectarse, ya sea por la disponibilidad de tiempo que plantearon las nuevas rutinas durante el confinamiento o porque no tenían acceso a internet de manera constante.

Particularmente, esta estrategia se aplicó en el programa del club del bebé y la gestante. Al inicio de la práctica comunitaria asistida por tecnología se retomó el contacto con las madres y sus bebés que se conocían de tiempo atrás. Sin embargo, las nuevas demandas de la crianza, las exigencias en cuanto a la acomodación de hábitos y rutinas que demandó la pandemia, y las condiciones de conectividad ya señaladas, no permitieron la disponibilidad de conexión sincrónica de todas las participantes para las actividades.

La participación en las reuniones fluctuó entre una y dos participantes por sesión, lo cual dificultó la construcción de espacios de participación y de intercambio de saberes entre madres. Sin embargo, la posibilidad de conexión cobró sentido para establecer el acompañamiento en las condiciones de confinamiento que vivían.

De ahí que, las estudiantes hayan optado por construir vídeos a partir de los temas de interés, esta idea fue discutida y acogida por las madres que asistían de manera sincrónica a los espacios. Estas cápsulas fueron compartidas a través del grupo de WhatsApp y tenían como objetivo promover la participación de las gestantes a partir del intercambio de saberes que se propiciaba tras el envío de preguntas problematizadoras en los vídeos. Estas reflexiones generaron un reconocimiento y acompañamiento mutuo, así como la generación de lazos de empatía y solidaridad. Los videos generaban preguntas en las madres que se resolvían por las estudiantes, docentes y otras madres a través del grupo, de esta manera se incentivaba la participación de todos los integrantes para que el saber no quedara concentrado en un solo lado. De esta manera se intentó, en la medida de lo posible, que el trabajo asincrónico estuviera cargado de los principios del enfoque comunitario: la propuesta centrada en los sujetos, sus voces, experiencias y contextos.

Por ejemplo, uno de los temas a tratar con las gestantes se relacionó con el parto humanizado. La actividad tenía la intención de poner sobre la mesa los derechos de las mujeres gestantes y el reconocimiento de las situaciones de violencia obstétrica que podrían presentarse antes, durante o después del parto, para la promoción o fortalecimiento como sujetas políticas. La lectura de estas actividades, basadas en un enfoque de derechos, fue fundamental en el marco de un sistema patriarcal que atraviesa las historias de vida de las mujeres y que requiere del apoyo en red.

Por otro lado, las dificultades sobre el acceso y uso de la tecnología aumentaron en la intersección con la edad de los participantes. Específicamente, los programas de mentalmente sanos y adultos mayores demandaron el uso de diferentes canales de comunicación, dado que algunas personas solo contaban con teléfonos fijos y celulares sin conexión a internet. Frente a estas situaciones, las estudiantes hacían enlace entre el audio de las llamadas y la conexión a la plataforma de encuentro del grupo.

Algunos familiares y cuidadores participaron como apoyos durante la actividad, rol que en la presencialidad, era asumido por parte de los estudiantes de la práctica profesional. Estos apoyos giraron alrededor del uso de la tecnología dado que, algunos participantes no habían tenido un acercamiento anterior. En consecuencia, los adultos mayores pudieron usarla, acceder y participar de las reuniones sincrónicas.

Es necesario destacar que en el caso del grupo de adultos mayores y de Mentalmente Sanos, el apoyo fue ofrecido principalmente por los nietos de los participantes, lo cual, además, promovió que ellos se vincularan con las actividades y propiciaron el fortalecimiento de la red familiar.

También se presentaron casos en los que los participantes tuvieron que desplazarse a las casas cercanas de algunos familiares o vecinos que sí contaban con conexión Wifi, equipos tecnológicos y conocimiento sobre el uso de tecnología. Sin embargo, esto implicó depender de la disponibilidad de los equipos y de las personas que prestaban el apoyo para la conexión. Estas actividades facilitaron la circulación de las personas por el barrio y la interacción con personas diferentes a las de su núcleo familiar.

Otro de los retos identificados en la práctica asistida por la tecnología, se relacionó con las condiciones desiguales para la participación.

Los espacios que habitan las personas que participan de los programas, se encuentran ocupados por otras personas con las que conviven, generalmente en espacios reducidos. En ese contexto, prender la pantalla, no solo significaba exponer el cuerpo en primer plano, si no, develar la intimidad del habitar doméstico. En consecuencia, la única manera de silenciar el plano de la intimidad era apagando la cámara, lo cual afectaba la atención y limitaba la conexión entre los participantes. Sin embargo, la cámara permanecía prendida la mayoría del tiempo por las personas de los cuatro grupos de trabajo, en contraste con las cámaras de los estudiantes de práctica, que eran abiertas solo en circunstancias que se lo demandaran, por ejemplo, presentaciones personales o del tema. Esta situación da cuenta de lo complejo de la construcción de vínculos en un ambiente mediado por la virtualidad, pues las personas que llevaban una amplia trayectoria en el grupo, han establecido relaciones basadas en confianza que les permiten abrir lo más íntimo de su hogar con las demás personas.

Adicionalmente, las cámaras encendidas por parte de los asistentes, permitieron percibir la organización personal para participar de los encuentros, prendas de vestir formales como las usadas para asistir a los encuentros presenciales, la puntualidad en la conexión, así como las condiciones del espacio que habitaban; una información que no se obtiene fácilmente en presencialidad y que daba pistas para comprender sus realidades contextuales. Además, el espacio íntimo del hogar, permitió entrar en interacción con familiares o cuidadores de los asistentes, quienes en ocasiones pasaron a formar parte de los temas de discusión en los grupos.

Así, la cámara encendida permitía la posibilidad de ver el rostro de las personas, reconocer sus expresiones y acciones en cada una de las actividades. Aun cuando la conexión de los participantes no era directa, ellos tuvieron la oportunidad de observar y ser observados por los demás participantes, dado que los estudiantes lograban conectarlos por videollamada a través de WhatsApp y ubicaban sus celulares frente al computador conectado a través de la plataforma Meet.

El aislamiento social es un aislamiento físico, que no compromete del todo la vinculación social construida, pero sí genera nuevas formas de estar con otros. En este sentido, Carballeda (2015, pCarballeda, A. J. M. (2015). El territorio como relato. Una aproximación conceptual. Margen, 76, 1-6.. 2) plantea que, “hay lazo en la medida que haya un Otro en tanto posibilidades de intercambio, reciprocidad y trama social situados en un espacio y un tiempo. Sin embargo, el lazo se construye, en gran parte, desde formas del discurso situadas territorialmente”. Bajo esta premisa se identificó el tercer reto: la construcción y/o sostenimiento de lo comunitario en medio de la pandemia. En grupos consolidados o de mayor trayectoria, tales como Mentalmente Sanos y Adultos Mayores, fue evidente la posibilidad de sostener la propuesta con el enfoque comunitario a través de la pantalla, dado que ya existía un conocimiento mutuo entre los participantes y la propuesta, además del establecimiento de confianza y solidaridad por el proceso.

En los grupos mencionados, sostener lo comunitario estuvo más vinculado a garantizar los medios para mantener el contacto y propiciar los encuentros. Por ejemplo, el chat del WhatsApp fue el medio a través del cual se establecieron y mantuvieron conversaciones sobre el estado de salud, el cuidado, las estrategias preventivas frente al COVID-19 y la organización del tiempo en casa, mientras se retornaba a la práctica. Estas acciones mostraron cómo el lazo y la solidaridad se hacían presentes en condiciones de separación de los cuerpos.

Por otro lado, cuando se retomó la práctica, la presencialidad asistida por la tecnología, permitió el ingreso de nuevas personas a los grupos, entre ellos, familiares de estudiantes que contaban con tiempo e interés por participar de estos espacios. Además, el regreso de otros que habían dejado de participar debido a razones económicas y de tiempo. En este sentido, se propició el reencuentro de viejos amigos y la posibilidad de escucharse, conocerse y reconocerse. Sin embargo, algunas personas que participaban en la presencialidad de los grupos de Mentalmente Sanos y Adulto Mayor, expresaron no tener interés por continuar con las actividades de manera virtual, por lo que mencionaron que retomarían su participación en los grupos, una vez se retornara a la presencialidad.

Discusión

Una brecha en el acceso y uso de la tecnología

La situación de desigualdad estructural que vive la población colombiana se agravó con la pandemia por COVID-19. Específicamente, en la comuna 20 de Cali, a las barreras que viven cotidianamente las personas que la habitan -la estigmatización, la marginalidad, la falta de acceso a bienes y servicios, la violencia y la pobreza- se le unieron o, más bien, resaltaron otras brechas e inequidades sociales que existían antes de la crisis, generando graves perturbaciones ocupacionales (Hernando Pina & Valverde Eizaguirre, 2021Hernando Pina, M., & Valverde Eizaguirre, M. A. (2021). Respuestas en el contexto del «Estado de alarma» debido a la epidemia de Covid-19: una perspectiva socio-ocupacional. Revista Chilena de Terapia Ocupacional, 21(1), 81-90.).

Frente a este contexto, la práctica comunitaria de TO en la comuna 20 es interpelada a repensar las acciones realizadas hasta el momento y generar estrategias que permitieran la participación de las personas. Sin embargo, las brechas socioeconómicas en la vida de las personas que conforman los grupos con los que se ha venido trabajando en los últimos años, marcaron una gran desventaja para la continuidad de los procesos y una verdadera vulneración de derechos, tales como el derecho a la información y a la participación.

Si bien es cierto que en la comuna 20 de Cali se encuentran distintas fundaciones y organizaciones que desarrollan programas sociales, con el objetivo de generar un impacto significativo en la disminución de la pobreza y la violencia en este territorio, estas acciones parecieron ser insuficientes frente a las demandas que trajo la pandemia para la continuidad de los procesos a través de la virtualidad. Claramente, las personas con menor capital económico y cultural se encontraron en total desventaja para acceder y usar la tecnología como recurso indispensable para esta modalidad, lo cual disminuyó sus posibilidades de interacción social, de escuchar y ser escuchados, de sentirse acompañados y apoyados.

Así mismo, las intersecciones de edad y discapacidad profundizaron las desigualdades existentes. La poca o nula familiaridad con la tecnología, así como el poco acompañamiento por parte de familiares, disminuyeron notablemente las posibilidades de participación de las personas con discapacidad y de adultos mayores. Sin embargo, es necesario rescatar el capital social que permitió el desarrollo de los encuentros y la participación de la población. Los valores fortalecidos en la presencialidad como la amistad, la solidaridad y la empatía, permitieron que las personas esperaran el inicio de los encuentros hasta que todos pudiesen lograrlo y conversar sobre cómo se sentían y vivían el aislamiento. De ahí que, continuar con los procesos apoyados por la virtualidad, permitiera identificar la importancia del capital social, de la consolidación de redes de sociales de apoyo como estrategia de respuesta al COVID-19 (Pitas & Ehmer, 2020Pitas, N., & Ehmer, C. (2020). Social capital in the response to COVID-19. American Journal of Health Promotion, 34(8), 942-944.). Esta situación también deja entrever el dinamismo de los vínculos establecidos entre los diferentes sujetos lo cual devela a su vez una apuesta de lo comunitario desde una clave relacional (Ramírez-Osorio et al., 2022Ramírez Osorio, D. M., Satizabal Reyes, M., Rojas Castillo, C. P., & García Ruiz, S. (2022). Comprensiones de lo comunitario en Terapia Ocupacional: aproximaciones desde la Revista Ocupación Humana, 1996-2021. Revista Ocupación Humana, 22(Supl), 102-116.).

La construcción y/o sostenimiento de lo comunitario en medio de la pandemia

La pandemia por COVID-19, nos llevó a repensarnos las posibilidades para el encuentro, cuando el distanciamiento físico lo impidió. Por esta razón, planear, gestionar y ejecutar una práctica profesional de TO comunitaria, mediada por la virtualidad, se convirtió en un reto en la vía de dar continuidad a los procesos iniciados en el territorio geográfico y subjetivo, con diferentes grupos; así como, para dar respuesta a las necesidades que emergieron en este contexto, dadas las condiciones diferenciales de aislamiento físico y de los intereses y voluntades para continuar o iniciar procesos por parte de los colectivos.

Este contexto nos convocó a pensar estrategias creativas, organizadas que permitieran leer la realidad, sus complejidades y contradicciones para emprender acciones (Lobato, 2021Lobato, L. C. (2021). Terapias ocupacionales en comunidad. Experiencias en contextos virtuales, en tiempos de pandemia. Revista Argentina de Terapia Ocupacional, 7(1), 44-49.).

Este reto propició la exploración de una herramienta que no había sido considerada anteriormente, la virtualidad como el medio principal para llevar a cabo el encuentro. Sin embargo, el uso de la virtualidad causó incertidumbre sobre cómo llevar a cabo procesos desde un enfoque comunitario, lo que suscitó una reflexión sobre este.

Para empezar, una reflexión sobre lo comunitario requirió volver sobre el concepto de comunidad, un concepto con multiplicidad de interpretaciones planteadas desde diversas disciplinas. Entre ellas, la psicología comunitaria con una perspectiva Latinoamericana, la cual plantea la comunidad con un carácter histórico y dinámico:

La comunidad es, además, un grupo social histórico, que refleja una cultura preexistente al investigador; que posee una cierta organización, cuyos grados varían según el caso, con intereses y necesidades compartidos; que tiene su propia vida, en la cual concurre una pluralidad de vidas provenientes de sus miembros; que desarrolla formas de interrelación frecuentes marcadas por la acción, la afectividad, el conocimiento y la información (Montero, 2004, pMontero, M. (2004). Introducción a la psicología comunitaria: desarrollo, conceptos y procesos. Buenos Aires: Editorial Paidós.. 100).

Más adelante, desde la perspectiva de la TO, Pino y Ceballos, plantean lo comunitario como el espacio de lo cotidiano donde se puede comprender y ordenar el mundo:

El mundo comunitario “es el espacio donde se tejen los sentidos y significados de las ocupaciones, se construye, re-construye y de-construye la vida, donde la o el sujeto se valida, se reconoce, adquiere identidad, pertenencia, donde se juega el devenir de su existencia, es en el mundo comunitario el espacio donde se resuelven la mayoría de las problemáticas cotidianas” (Pino & Ceballos, 2015Pino, M. J., & Ceballos, C. M. (2015). Terapia ocupacional comunitaria y rehabilitación basada en la comunidad: hacia una inclusión sociocomunitaria. Revista Chilena de Terapia Ocupacional, 15(2), 1-15., pp. 3-4).

Estas dos definiciones, sin ánimo de homogeneizar el concepto o considerarlas universales, ubican la esencia de lo comunitario en las relaciones que se tejen, en el sentido y significado que se construye al ser parte de un grupo social e histórico y se entrelazan con el concepto de territorio, comprendido este último, más allá de una escena (Montero, 2004Montero, M. (2004). Introducción a la psicología comunitaria: desarrollo, conceptos y procesos. Buenos Aires: Editorial Paidós.) o de un espacio geográfico, como un lugar que presupone relaciones e intercambios (Oliver & Barros, 1999Oliver, F. C., & Barros, D. D. (1999). Reflexionando sobre desinstitucionalización y terapia ocupacional. Materia Prima, 4(13), 17-20.).

En este sentido, la práctica profesional comunitaria de TO, se centró en el reconocimiento de las formas de vida y la mediación de las relaciones que establecen las personas en el mundo de la vida cotidiana, tejiendo conexiones entre los participantes desde una acción territorial-comunitaria (Bianchi & Malfitano, 2021Bianchi, P. C., & Malfitano, A. P. S. (2021). Anotaciones sobre conceptos y prácticas de territorio y comunidad en la Terapia Ocupacional colombiana. Revista Ocupación Humana, 21(1), 6-26.).

La virtualidad en esta experiencia, permitió el encuentro y el reconocimiento de sujetos políticos, democráticos, con sentido de pertenencia, identidad y afectos; elementos esenciales de lo comunitario (Ramírez-Osorio et al., 2022Ramírez Osorio, D. M., Satizabal Reyes, M., Rojas Castillo, C. P., & García Ruiz, S. (2022). Comprensiones de lo comunitario en Terapia Ocupacional: aproximaciones desde la Revista Ocupación Humana, 1996-2021. Revista Ocupación Humana, 22(Supl), 102-116.), que trascendieron las fronteras de la presencialidad física, del cara a cara, y que se materializaron en historias compartidas, actos solidarios y redes de soporte. Sin embargo, es importante señalar que esto sucedió con los grupos constituidos antes de la pandemia. Es decir, aunque la virtualidad permitió el encuentro, no fue la virtualidad la que posibilitó construir una acción territorial- comunitaria (Bianchi & Malfitano, 2021Bianchi, P. C., & Malfitano, A. P. S. (2021). Anotaciones sobre conceptos y prácticas de territorio y comunidad en la Terapia Ocupacional colombiana. Revista Ocupación Humana, 21(1), 6-26.). Las personas que llegaron a los grupos durante el tiempo de confinamiento, construyeron vínculos superficiales, temporales, mediatizados por las condiciones contextuales.

De ahí que, se pueda plantear que, la experiencia del encuentro humano en la presencialidad, en un territorio habitado con sus significados, el reconocimiento previo de los rostros y voces de los integrantes de los colectivos, fue la que llevó a buscar canales, tener la voluntad y el compromiso de reunirse nuevamente, siempre con el firme deseo de volver a encontrarse y sentirse parte de.

El tiempo de funcionamiento de estos grupos constituidos antes de la pandemia, fue un factor que influyó en la posibilidad de dar continuidad a los procesos mediados por la tecnología, pues estos grupos cuentan con una cohesión dada por la historia compartida y expresada en sus acciones solidarias, de preocupación por el otro y el trato entre sus miembros. Así mismo, por el reconocimiento como participantes del grupo, actores sociales con capacidad de decisión y acción, con un valor puesto en su voz y opinión y en la movilización de la conciencia como posibilidad de analizar críticamente la historia vivida; lo cual les hace tener compromiso.

A partir de este entendimiento, se puede identificar una acción comunitaria orientada a la promoción de acciones colectivas y participativas entre las personas. Esto se puede percibir en el trabajo con los grupos que se conectaban virtualmente, de manera sincrónica, en la medida en que era posible compartir los valores frente al espacio, y se gestaba la posibilidad de construir diálogos alrededor de las percepciones, experiencias comunes, saberes, y la co-construcción de la propuesta de trabajo.

Sin embargo, desde el territorio, subyace el cuestionamiento sobre la posibilidad o no de la construcción de vínculos y redes de apoyo a través de los entornos virtuales (Quintero, 2021Quintero, J. C. (2021). ¿Hay construcción de vínculos en entornos virtuales? Revista de Trabajo Social, 23(1), 17-26.), dado que la presencia en el territorio es fundamental para reconocer las formas en que este se habita, las dinámicas sociales que se dan en él y que impactan la vida de los participantes, así como las relaciones que se tejen para la construcción de identidad y sentido de pertenencia. Por ejemplo, el parque de la Horqueta es un lugar geográfico específico donde acontecen relaciones y ocupaciones colectivas. Al ser el lugar de encuentro, favorece expresiones de identidad colectiva, ligadas a la cultura y los valores del territorio.

Esta situación conlleva a una reflexión profunda sobre el sentido de la acción territorial- comunitaria apoyada en la virtualidad, dada la posibilidad de caer en una práctica intervencionista en la cual un sujeto externo entra en acción sobre otro sujeto en función de sus carencias y necesidades (Montero, 2012Montero, M. (2012). El concepto de intervención social desde una perspectiva psicológico-comunitaria. Patrimonio: Economía Cultural y Educación para la Paz, 1(1), 54-76.).

Por otra parte, también es necesario señalar que el trabajo asincrónico cuestionó el enfoque comunitario que se asumió en la práctica profesional comunitaria de TO. Esta estrategia no permitió el intercambio de saberes mediante la conversación fluida, la reflexión frente a lo propuesto al momento de desarrollar la actividad de manera conjunta, quedando relegada quizás a una estrategia de educación en salud sin mucha posibilidad de retorno, aunque se insistiera en ella. Sin embargo, la experiencia permitió reconocer que, aunque la comunicación fuera a través de un grupo de WhatsApp o un video, el objetivo de generar redes de apoyo frente a las situaciones de incertidumbre que vivían, por ejemplo, las mujeres durante el embarazo y los primeros años de crianza, era algo posible; pues las mujeres tenían la posibilidad de expresar y encontrar alternativas a sus inquietudes individuales y quizá, con el tiempo, pudiesen construirse unos lazos y vínculos más cercanos (Muñoz Zapata & Ariza Sosa, 2021Muñoz Zapata, D. E., & Ariza Sosa, G. R. (2021). Maternidades contemporáneas y redes sociales virtuales: “no era la única que estaba pasando por eso”. Trabajo y Sociedad, 23(1), 225-248.).

Consideraciones Finales

Los resultados de este estudio son consistentes con la limitada literatura previa, demostrando la importancia de las relaciones y las ocupaciones colectivas durante el estado de aislamiento preventivo por COVID 19. Las diferencias entre las acciones comunitarias en la práctica profesional de TO antes y durante el periodo de confinamiento, hacen pertinentes nuevos estudios en otros contextos.

El relato de la experiencia llevada a cabo revela una reflexión sobre la comunitario en el marco del aislamiento preventivo por COVID 19, en principio deja entrever que lo comunitario entendido como la construcción de vínculos, relaciones, interdependencia de sujetos y contextos fue posible sostener en aquellos colectivos con los que se llevaba un proceso de acompañamiento previo a la pandemia. Lo cual devela la importancia de la presencialidad, el territorio, el contacto para la construcción de lo comunitario. Con los otros grupos y nuevos participantes, si bien se hizo un ejercicio consciente, reflexivo e incluso político de preguntarse constantemente por la acción territorial comunitaria y se quiso imprimir los principios de los comunitario: la construcción conjunta, el reconocimiento de las diferentes voces, historias de vida, experiencias, reconocimiento del territorio, el contexto, entre otros, no fue del todo posible.

  • Cómo citar: Ortiz-Quiroga, D. M., Satizabal-Reyes, M., Alcázar-España, V., Cordoba-Chasoy, A. M., & Ferrin-Becerra, G. A. (2023). Terapia ocupacional en tiempos de pandemia: reflexiones de la práctica profesional comunitaria. Cadernos Brasileiros de Terapia Ocupacional, 31, e3419. https://doi.org/10.1590/2526-8910.ctoRE262034193

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Editado por

Editor de sección

Prof. Dr. Rodolfo Morrison Jarra

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    17 Jul 2023
  • Fecha del número
    2023

Histórico

  • Recibido
    13 Set 2022
  • Revisado
    20 Set 2022
  • Revisado
    21 Nov 2022
  • Acepto
    02 Mayo 2023
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