El artículo tiene como propósito evidenciar que el fenómeno migratorio en aumento en la sociedad actual, ha traído consigo oportunidades, pero también dificultades para sus protagonistas. La población migrante corresponde a un grupo vulnerable, especialmente en problemas sanitarios. La atención en salud del migrante representa un reto para la salud pública, no solo considerando políticas de acceso y de información, sino que sobre todo por la atención basada en un trato humanizado respetando las creencias, valores y expectativas. Una atención digna exige un compromiso real de los estados y sensibilidad de los proveedores de atención de los servicios de salud, si se pretende otorgar servicios integrales basados en el respeto de los derechos humanos a esta población.
migrante; salud; ético