En las últimas décadas, la eficacia de la seguridad de los stents no-farmacológicos (SNF) y de los stents farmacológicos (SF) ha sido demostrada en muchos ambientes clínicos diferentes, llevando a su uso en más de 75% de los procedimientos en todo el mundo. Comparados a los SNF, los SF mostraron menores tasas de reestenosis angiográfica y revascularización del vaso a tratar. Ese beneficio fue inicialmente demostrado en estudios que excluyeron a pacientes con lesiones más complejas, tales como aquellas con vasos más dilatados o finos, oclusión crónica, lesiones bifurcadas, reestenosis de stent, lesiones largas y del tronco de la coronaria izquierda. Esa población del "mundo real" ha sido recientemente evaluada en muchos registros y meta-análisis que son aquí revisados.
Stents farmacológicos; metanálisis; registros