La política uruguaya ha sido reconocida incluso en términos comparativos como una política de partidos. Si esa fue la pauta que permitió la acumulación de aprendizajes ciudadanos y cívicos, nada autoriza a pensar que ella se impuso de un modo incontestable. Este trabajo se propone indagar en la contracara del proceso, a hurgar en la historia de las ideas de quienes fueron contrarios a los partidos y sus tradiciones, hasta el punto de configurar, también ellos, una tradición política. Un pilar de esta tradición antipartidista es la escuela pública como agencia de formación ciudadana.
Partidos políticos; educación; Uruguay