El artículo propone un recorrido menos habitual para comprender el género y la desigualdad, a partir de aquellas funciones que se organizan a través del parentesco y la residencia. En este sentido, familia y hogar explican la función de "cuidados" considerada hoy en día un valioso recurso de carácter tangible como intangible; un medio que concilia el ámbito productivo y el reproductivo, en momentos en que se aboga por el tratamiento de los cuidados familiares como problema público y objeto de políticas. Pensar en la relación entre género y cuidados permite vincular no sólo el papel de la familia, el Estado y de la oferta mercantil, desde posiciones tanto familistas como desde un régimen desfamiliarizador, sino incluir en esta dinámica a otras instituciones de la sociedad civil, los sistemas educativos y legales, y los sistemas de creencias.
cuidado; género; ciudadanía; políticas familiares