En el Uruguay no ha habido en las últimas décadas episodios de violencia física en el campo derivados de la violencia de clase o de la violencia política. Los pequeños productores y los trabajadores rurales están sometidos a situaciones de violencia cotidiana: disminución de la rentabilidad de sus pequeñas explotaciones, expulsión de sus tierras y emigración para los primeros. Bajos salarios, accidentes laborales, e impedimentos para organizarse para los segundos. Sin embargo, los mecanismos de integración social con que cuenta la sociedad uruguaya amortiguan los disensos e impiden que estos desemboquen en formas de violencia.
violencia; conflicto; integración social; Uruguay rural