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La compleja relación civil-militar en Chile

A complexa relação civil-militar no Chile

ELIZONDO, José Rodríguez. Historia de la relación civil-militar en Chile. Desde Eduardo Frei Montalva hasta Michelle Bachelet Jeria . Santiago de Chile: Fondo Cultura Económica, 2018. 272 p.

Resumen:

El libro aborda la compleja relación cívico-militar en Chile, durante los gobiernos de Eduardo Frei Montalva, Salvador Allende, Augusto Pinochet, Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz Tagle, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y Sebastián Piñera. Una relación histórica no exenta de tensiones, en que intervinieron distintas variables y hechos que debemos conocer para comprender el pasado, presente y construir una relación civil-militar idónea a las necesidades del siglo XXI.

Palabras claves:
Gobiernos; Relación; Militares

Resumo:

O livro aborda a complexa relação civil-militar no Chile, durante os governos de Eduardo Frei Montalva, Salvador Allende, Augusto Pinochet, Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz Tagle, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet e Sebastián Piñera. Uma relação histórica não isenta de tensões, na qual intervieram diferentes variáveis e fatos que devemos conhecer para compreender o passado, o presente e construir uma relação civil-militar adequada às necessidades do século XXI.

Palavras-chave:
Governos; Relacionamento; Militares

La hipótesis que guía el libro Historia de la relación civil-militar en Chile, plantea la dicotomía en torno a la creencia que la política es tema de civiles y políticos, por lo tanto es un espacio vetado para los militares, sin embargo se los convoca cuando se requiere que estos intervengan militarmente en diversas y complejas situaciones sociales. Esta problemática, a juicio del autor, pesa en el devenir histórico, esta separación entre civiles y militares, en que se soslaya el efecto de una mala relación civil-militar (RCM) en nuestro actual desarrollo democrático.

La sociedad chilena no ha logrado conseguir el ideal de ser un país desarrollado, y somos un ejemplo de subdesarrollo exitoso, entre otras causas, porque una característica de los países desarrollados es la plena confianza entre los diversos actores sociales involucrados en el espacio social, sea sociedad civil, representantes políticos y fuerza militar, lo cual no es un componente que esté presente en el caso chileno, sino que tenemos una relación basada en la desconfianza entre los distintos poderes sea político, social y castrense. Se debe analizar de forma crítica el pasado histórico, pero no quedándonos estancados en él, sino que avanzando en la construcción de un relato histórico productivo, no condenatorio. En esa línea, debemos reprobar las violaciones a los derechos humanos (DD.HH), pero se deben dejar las desconfianzas y poder avanzar en una relación civil-militar fructífera y acorde a los actuales tiempos.

La primera parte denominada “Ruptura”, aborda los gobiernos de Eduardo Frei Montalva y de Salvador Allende Gossens. El gobierno de Frei Montalva tuvo una compleja relación con las Fuerzas Armadas (FF.AA) y de Orden, la fuerte politización del poder castrense, una generación que estudió en la lógica de la Doctrina de Seguridad Nacional, hechos como la renuncia masiva de oficiales en 1967 y el Tacnazo en 1969. Ambos hechos, sucedidos son instancias que rompen con la vía legalista de las FF.AA de forma radical y constituyen la consumación de un conflicto que se arrastra desde el gobierno de Jorge Alessandri. Por lo cual, Salvador Allende va a gobernar en un ambiente enardecido y agresivo. En ese sentido, el gasto en defensa afectó y generó graves instancias de tensión entre el poder político de la época y el poder castrense, “esto se retrotrae al año 1967 cuando el ministro Zaldívar, que era el ministro de Hacienda en ese momento de Frei Montalva, reduce el presupuesto” (Varas, 2016VARAS, Augusto. Entrevista oral. Santiago, sept. 2016. ). Esta disminución del gasto fiscal en Defensa fue considerable, ya que en 1956, durante el segundo mandato de Carlos Ibáñez del Campo, el gasto en promedio era de un 21%, mientras que durante el gobierno de Jorge Alessandri, en 1964, cae estrepitosamente a un 11%, poco menos de la mitad de lo que habían percibido con el gobierno anterior. Con Eduardo Frei Montalva disminuye a un 10,5%, y la dinámica sigue a la baja con Salvador Allende en un 8,7% en promedio (Magasich, 2008MAGASICH, Jorge. Los que dijeron que no. Tomo I. Santiago de Chile: LOM, 2008. , p. 211). El gasto en defensa afectó y generó graves instancias de tensión entre el poder político de la época y el poder castrense, que se consumaron en un escenario que es muestra evidente de insubordinación militar frente al aparato estatal, como lo fue la dictadura militar.

El gobierno de Salvador Allende percibió que el éxito de la sustentabilidad de la democracia dependía de los militares insertos en la sociedad civil, cuidó la relación con los militares, respetó su carácter profesional, la verticalidad del mando, reconoció su monopolio sobre las armas, y les otorgó una participación en las tareas del desarrollo del Estado. No obstante, el contexto sociohistórico, injerencias nacionales como internacionales mellaron en el fortalecimiento de una prometedora relación civil-militar, dando lugar al golpe de Estado en 1973.

La segunda parte, aborda la dictadura concebida como el paso de una relación civil-militar en crisis a una relación civil-militar rota. Fue una etapa marcada por la exhibición de un dictador con intelectuales y tecnócratas civiles que intentaban constitucionalizar el proyecto neoliberal de Pinochet. Mientras tanto la política exterior adoleció de capacidad diplomática, pues Chile se encontró en conflicto con sus tres vecinos, Bolivia, Perú y Argentina, dificultad para acceder a los mercados de armas, sin capacidad de negociación política, socialmente dividido, con represión interna y exilio masivo. Fue un período tremendamente complejo, en que se terminó de destruir la relación civil-militar, a un alto costo, que se evidencia en el período de transición y en la actualidad. Fue traumático por las violaciones a los derechos humanos, pero también por un mal manejo político durante la transición a la democracia, en que se siguió viviendo bajo la sombra de Augusto Pinochet y su aparataje político militar.

La tercera parte trata de la crisis de los partidos y la renovación de estos mismos en harás de la transición a la democracia, el paso de “la simplicidad de sus utopías a la complejidad de la realidad” (p. 61). En ese sentido, ya no se trata de instalar en el panorama nacional los mismos proyectos políticos que no dieron resultado, como el programa de Allende, sino que generar nuevas pautas acordes al contexto y a las necesidades de Chile en los años 1990.

La cuarta parte aborda la recomposición política, social y la relación civil-militar que desarrollaron cada gobierno de la Concertación. “En la transición a la democracia en Chile no es preciso hablar de una ruptura total ni de una continuidad, en términos categóricos y absolutos” (Velásquez Rivera, 2006VELÁSQUEZ RIVERA, Edgar de Jesús. La transición a la democracia en Chile según la derecha. Estudios Políticos [en linea], jul./dec. 2006. Disponible en: <Disponible en: https://goo.gl/wJL4oN> ISSN 0121-5167 >. Consulta en: 13 feb. 2017.
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). En ese sentido, el mandato de Patricio Aylwin estuvo caracterizado por este pacto previo con los militares, su programa de gobierno proyectaba el respeto por la profesionalidad de las FF.AA, la justicia con verdad impartida por los tribunales ordinarios de responsabilidad personal, pero no institucional en cuanto a las violaciones a los DD.HH, es decir, no había un reconocimiento explícito por parte del poder castrense. A esto se suma, que las leyes de amarre impidieron efectivizar la responsabilidad ante las violaciones a los derechos humanos por la vía colegislativa. Por ello, la formulación del informe Rettig fue un hito en el tenso contexto socio histórico, en que el Estado reconoció las violaciones a los derechos humanos.

El gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle logró instalar el segundo gran hito, el primer libro de la Defensa Nacional de Chile que moderniza a las FF.AA. Asimismo, en 1998 asume como comandante en jefe del Ejército Ricardo Izurieta Caffarena, quién tendría que enfrentarse a la demanda internacional contra Augusto Pinochet, y al mismo tiempo, avanzar en la relación civil-militar deteriorada. En esa línea, se convocó en 1999 a una mesa de diálogo sobre los derechos humanos, la cual terminó fracasando. A esto se suma la demanda internacional al ex dictador, en que tuvo que hacerse internacionalmente porque nacionalmente no hubo intencionalidad política.

En el período de Ricardo Lagos se presentó el segundo libro de la defensa nacional de Chile, también se creó la Comisión Nacional sobre Presión Política y Tortura, y se designó un nuevo comandante en jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre. El nuevo contexto y la visión de Cheyre planteaba que los ejércitos de un estado democrático no deben ponerse al servicio de ninguna posición política. Sin embargo, en 2006 explotó el caso de las víctimas de la dictadura exhumadas de Lonquén, lo cual puso en jaque al Ejército, evidenció que se generaban gestos políticos grandilocuentes, pero de fondo las raíces de la impunidad eran muchísimos más profundas. A fines de 2006, fallece en Chile, sin ser condenado ni haber reconocido los crímenes de lesa humanidad, Augusto Pinochet Ugarte, lo cual sella con broche de oro, años de mala gestión política.

En este escenario se dio inicio al primer gobierno de Michelle Bachelet, ex presa y torturada política, hija del general Alberto Bachelet, preso político quien murió debido a las torturas. La desconfianza hacia las instituciones de las Fuerzas Armadas, primó. Bachelet creía en un “concepto restrictivo de la relación civil-militar que consistía en trabajar con los militares en cuestiones consustanciales a la profesión militar” (p. 122), se forjó una relación lejana. Sin embargo, el terremoto del 27 de febrero de 2010 demostró que se requería de un rol participativo de las Fuerzas Armadas para asegurar la defensa del país.

Para el autor los gobiernos de Aylwin, Frei y Lagos permitieron un nivel de confianza civil-militar que se mantuvo con tendencia a la baja con primer gobierno de Bachelet. Ese mismo año 2010, asumió el mando el primer gobierno de derecha de Sebastián Piñera, para José Rodríguez tanto el gobierno de Bachelet como el de Piñera significaron una pausa en la RCM, no un retroceso. Desde mi perspectiva, concuerdo con el autor que los tres primeros gobiernos significaron un avance, eso sí, bastante progresivo, y en que se pudo haber hecho mucho más con intencionalidad política. Por su parte, el primer gobierno de Bachelet considero que constituyó una pausa hasta un retroceso, y en el caso del primer gobierno de Piñera, yo discrepo, pienso que hay un gesto simbólico que ningún gobierno anterior lo había hecho, y es cerrar el Penal Cordillera.

El quinto acápite del libro aborda la regresión en la relación civil-militar, característica del segundo gobierno de Michelle Bachelet, de la Nueva Mayoría, en que disminuyó el ritmo de la RCM y mutó en una regresión. Para el autor “La narrativa de ese pasado traumático sigue siendo más polémica que histórica” (p. 149), lo cual impide avanzar hacia el establecimiento de relaciones entre civiles y militares constructivas. Durante este mandato, surgieron voces que criticaban a los gobiernos de Aylwin, Frei y Lagos, puesto que habrían olvidado los sufrimientos pasados y se habrían centrado en la administración del modelo económico, sin importar la impunidad militar, que fue justamente lo que ocurrió. Fue un período en que se limitaron las prerrogativas castrenses y la presunción de inocencia de los oficiales no procesados. El 2017 fue un año que cuestionó profundamente el rol polivalente de los militares, tuvieron una escasa participación en la política exterior, hubo bastante judicialización de casos, y ocurrió el procesamiento por el Caso Caravana de la Muerte involucrando al ex Comandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, el que se creía era el comandante del cambio de la institucionalidad castrense. Es así como, la sexta parte da cuenta de la crisis política del gobierno de la Nueva Mayoría, un gobierno con bajos porcentajes de aprobación, un país socavado por la corrupción, la desconfianza en los políticos y una relación civil-militar basada en la desconfianza. Al mirar en retrospectiva, podemos señalar que a partir de la muerte de Augusto Pinochet es que el poder político se atreve progresivamente a cuestionar la impunidad, la inacción que estuvo presente en los más de 20 años de gobiernos post dictadura militar, se pudo hacer tanto, pero se hizo tan poco, Chile actuó de forma muy conservadora.

El séptimo acápite denominado “prospectiva” analiza la paradoja de la situación civil-militar, y la crisis de la institucionalidad política. En este sentido, las memorias sobre el pasado reciente, los políticos y los intelectuales no han aportado a reconstruir la relación civil-militar después de más de 40 años, se teme, se actúa con temor y desconfianza frente a una problemática que debiese afrontarse y actuar de facto.

Las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad Pública están bajo el alero del Estado y eso las condiciona, pero, no pueden ser ajenas a la realidad nacional, es absurdo pensar que no tienen un posicionamiento ideológico sobre el acontecer nacional, el dilema es cómo ellos deben ejercer su libertad de pensamiento siendo una institución importante de Chile, son una entidad que previo a 1973 vio amenazados sus propios intereses y en pro de protegerlos actuó de forma inconstitucional, poco profesional, no respetando los valores de un Estado democrático, no subordinándose al poder legítimo. Concordamos con el autor, en que los gobiernos “por un fenómeno de inercia mezclada con burocratismo, no se aprovechó el derrumbe de Pinochet para entablar una relación más eficiente y de mejor diseño con los militares” (p. 162). Las FF.AA se enfrentaron a un panorama de transición a la democracia, en que se judicializaron acciones que ellos debieron desempeñar porque respetaron el mando, elemento esencial en la cultura militar, mismo mando que jamás fue asumido por Pinochet, la figura que debió haber asumido la responsabilidad ante las violaciones sistemáticas a los derechos humanos, y que jamás fue juzgada judicialmente. Pinochet, no respetó los valores esenciales de la doctrina castrense, socavó el mando, un mando que debe ser digno de respeto y arrastró con su ejemplo a toda la institución.

José Rodríguez Elizondo plantea dos aspectos para mejorar la RCM, una primera de ellas es la construcción de confianzas mediante la integración castrense a las tareas del Estado en su misión primaria y de subordinación al poder legítimo, y una segunda tarea es continuar y completar lo que hicieron los tres primeros gobiernos de la concertación, con un liderazgo que fortalezca el sistema democrático. En este aspecto, destaca la positiva visión que tiene sobre los gobiernos, siendo que fue una RCM más bien emergente, controlada y poco eficaz, considerando en que ningún presidente tuvo la intencionalidad política de generar acciones ejemplares contra Augusto Pinochet y el poder castrense.

Los sucesos recientes en el Chile post octubre de 2019 interpelan a la institucionalidad política a discutir en torno a la relación civil-militar y actuar formulando políticas efectivas, hay profundas falencias en la formación de Carabineros de Chile, y corrupción en las instituciones castrenses, es evidente que parte de la población chilena tiene una suerte de antimilitarismo civil, y que una política desprestigiada no aporta al progreso de la nación, a construir confianzas, y a salir del subdesarrollo institucional, no somos capaces de mirar hacia el pasado como una enseñanza, sino que aún se vislumbra con terror y horror. Es claro que el Estado debe juzgar las violaciones a los derechos humanos, pero no puede detenerse en el pasado, debe aprender de él para poder progresar.

Actualmente, hay poca bibliografía crítica que aborde la relación civil-militar por parte de la intelectualidad, siendo que la reconstrucción de la RCM debería ser primordial. Estructuralmente el libro aborda un amplio período de tiempo histórico, 54 años, transita entre los gobiernos de Eduardo Frei Montalva, Salvador Allende, Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz Tagle, Ricardo Lagos, Sebastián Piñera, primero y segundo gobierno de Michelle Bachelet, y arroja luces sobre el presente histórico reciente, en ocasiones adolece de la profundidad necesaria para el tratamiento de cada período, inclusive es bastante benevolente con las políticas que implementaron esos gobiernos, no considera otros antecedentes como la Doctrina de Seguridad Nacional, pero como bien nos lo advierte el autor, no es una investigación en estricto sentido metodológico. Asimismo, en ocasiones se diluye el análisis sobre la relación civil-militar y se pone énfasis excesivo en otros aspectos, como el caso Cheyre.

Es un libro denso, al transitar por un periodo de 54 años, está destinado para un lector con interés por el pasado reciente histórico y cierto grado de conocimiento sobre este, es un texto que sitúa una problemática inconclusamente abordada como lo es la relación civil-militar, y que debiese ser el punto de partida en los programas de gobierno, restablecer lo resquebrajado o roto, para poder vislumbrar el presente y construir el futuro con las lecciones del pasado. Este texto invita a la discusión en torno a la RCM, una temática sumamente atingente en que para fortalecer nuestra dañada democracia chilena debemos restaurar el orden, los valores democráticos, la legitimidad de las instituciones y las confianzas cívico-militares.

Referencias y fuentes orales

  • MAGASICH, Jorge. Los que dijeron que no Tomo I. Santiago de Chile: LOM, 2008.
  • VELÁSQUEZ RIVERA, Edgar de Jesús. La transición a la democracia en Chile según la derecha. Estudios Políticos [en linea], jul./dec. 2006. Disponible en: <Disponible en: https://goo.gl/wJL4oN> ISSN 0121-5167 >. Consulta en: 13 feb. 2017.
    » https://goo.gl/wJL4oN> ISSN 0121-5167
  • VARAS, Augusto. Entrevista oral. Santiago, sept. 2016.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    16 Nov 2020
  • Fecha del número
    Sep-Dec 2020

Histórico

  • Recibido
    21 Abr 2020
  • Acepto
    30 Jul 2020
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