El proceso de trabajo del enfermero es dinámico y exige múltiples competencias para ser bien desarrollado. El mundo actual ha causado los profesionales a conquistar otros saberes para desempeñar sus funciones con eficiencia y eficacia. La gestión no está por debajo de esta necesidad. La instrumentalización para bien ejercerlas gana destaque en el escenario de la Salud. Sin embargo, algunas cuestiones merecen ser puestas en discusión y se presentarán en los párrafos siguientes.
Como núcleo central de la profesión, el cuidado es la esencia de la Enfermería. La gestión organiza los recursos necesarios para que los resultados asistenciales sean provechosos. Por lo tanto, en esta simbiosis, no hay una disociación. En la complementariedad de las acciones, quien se beneficia es el usuario del servicio y los profesionales que lo ejecutan como miembros de un equipo imbuido del mismo objetivo.
¿Todos los enfermeros están aptos para gestionar? ¿Las competencias necesarias al cuidado también se asocian a la gestión? Esas preguntas aparecen en escenarios distintos y remiten a la formación profesional que se centra en el cuidado. Para asumir un cargo o posición estratégica es urgente buscar instrumentalización específica que subsidie este desafío. Por eso, la Administración, como ciencia, nos enseña a ejercer la gestión con competencia.
El trabajo para Gestión en Enfermería es fundamental y no puede ser al azar. Tentativa y error, aprender con las experiencias de otros son estrategias interesantes de aprendizaje, pero no pueden ser las únicas. La búsqueda de la práctica basada en evidencias es una condición urgente para que podamos tener un cuerpo de conocimiento sostenible y perenne en esta área. Todos ellos se reclutan para este movimiento: estudiantes de graduación y postgrado, residentes, enfermeros técnicos, supervisores, coordinadores, gerentes, superintendentes y otros profesionales que ocupan cargos distintos para usar métodos de investigación que produzcan prácticas innovadoras en ambientes de asistencia a la salud distintos.
Se espera de los enfermeros una postura audaz y comprometida con la transformación de las prácticas asistenciales y gerenciales. Somos los profesionales aptos para este protagonismo con más empoderamiento e inspirados por Florence Nightingale. Conformismo, pesimismo y otros sentimientos relacionados no nos permitirán avanzar. Se vuelve urgente salir del "status quo" y migrar a una posición de liderazgo inspiradora y visionaria para alcanzar niveles elevados en busca de un compromiso con la profesión.
Tal empoderamiento permitirá avanzar en el ejercicio de una práctica profesional que responda a las necesidades de las políticas públicas vigentes y modificar escenarios que no son propicios para el desarrollo de la Salud en el país y en el mundo.
Cabe a los enfermeros asumir el papel de protagonistas, utilizando la gestión como principio para que su trabajo sea un precursor de cambios exitosos y que traiga beneficios a la población.
Fechas de Publicación
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Publicación en esta colección
Jan-Feb 2019 -
Fecha del número
Feb 2019
