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Indicadores antropométricos como predictores de presión arterial elevada en adolescentes

Resúmenes

FUNDAMENTO: La hipertensión arterial está relacionada al incremento de la grasa corporal, a la que se puede evaluar por medio de indicadores antropométricos. OBJETIVO: Determinar el poder predictivo de indicadores antropométricos y establecer sus puntos de corte como discriminadores de presión arterial elevada. MÉTODOS: Estudio transversal realizado con una muestra de 660 adolescentes de 14 a 19 años siendo 51,9% jóvenes del sexo femenino. Se tuvieron en cuenta los siguientes indicadores antropométricos: índice de masa corporal (IMC), circunferencia de la cintura, razón cintura/estatura e índice de conicidad. La presión arterial elevada se caracterizó por valores superiores a un percentil 90 para presión arterial sistólica y/o presión arterial diastólica. Para identificación de los predictores de presión arterial elevada, se adoptó el análisis de las curvas Receiver Operating Characteristic (ROC), con intervalo de confianza del 95%. Posteriormente, se identificaron los puntos de corte con sus respectivas sensibilidades y especificidades. RESULTADOS: Las áreas bajo las curvas ROC con los intervalos de confianza fueron: Jóvenes del sexo masculino - circunferencia de cintura = 0,80 (0,72 - 0,89); IMC = 0,79 (0,68 - 0,89); razón cintura/estatura = 0,77 (0,66 - 0,88); índice de conicidad = 0,69 (0,56 - 0,81) y para las jóvenes del sexo femenino - circunferencia de la cintura = 0,96 (0,92 - 1,00); IMC = 0,95 (0,87 - 1,00); razón cintura/estatura = 0,93 (0,85 - 1,00); índice de conicidad = 0,74 (0,50 - 0,98). Se identificaron los diversos puntos de corte de los indicadores antropométricos con mejores poderes predictivos y sus respectivas sensibilidades y especificidades. CONCLUSIÓN: A pesar de la razón cintura/estatura y del IMC haber presentado buenas áreas bajo la curva ROC, se sugiere la utilización de la circunferencia de la cintura para la predicción de la presión arterial elevada.

Antropometría; predicción; hipertensión; obesidad; adolescente


FUNDAMENTO: A hipertensão arterial está relacionada ao incremento da gordura corporal, a qual pode ser avaliada por meio de indicadores antropométricos. OBJETIVO: Determinar o poder preditivo de indicadores antropométricos e estabelecer seus pontos de corte como discriminadores de pressão arterial elevada. MÉTODOS: Estudo transversal realizado com uma amostra de 660 adolescentes de 14 a 19 anos sendo 51,9% moças. Foram considerados os seguintes indicadores antropométricos: índice de massa corporal (IMC), circunferência da cintura, razão cintura/estatura e índice de conicidade. A pressão arterial elevada foi caracterizada por valores acima do percentil 90 para pressão arterial sistólica e/ou pressão arterial diastólica. Para identificação dos preditores de pressão arterial elevada, foi adotada a análise das curvas Receiver Operating Characteristic (ROC), com intervalo de confiança de 95%. Posteriormente, identificaram-se os pontos de corte com suas respectivas sensibilidades e especificidades. RESULTADOS: As áreas sob as curvas ROC com os intervalos de confiança foram: rapazes - circunferência de cintura = 0,80 (0,72-0,89); IMC = 0,79 (0,68-0,89); razão cintura/estatura = 0,77 (0,66-0,88); índice de conicidade = 0,69 (0,56-0,81) e para as moças - circunferência de cintura = 0,96 (0,92-1,00); IMC = 0,95 (0,87-1,00); razão cintura/estatura = 0,93 (0,85-1,00); índice de conicidade = 0,74 (0,50-0,98). Os diversos pontos de corte dos indicadores antropométricos com melhores poderes preditivos e suas respectivas sensibilidades e especificidades foram identificados. CONCLUSÃO: Apesar de a razão cintura/estatura e de o IMC terem apresentado boas áreas sob a curva ROC, sugere-se a utilização da circunferência de cintura para a predição da pressão arterial elevada.

Antropometria; predição; hipertensão; obesidade; adolescente


BACKGROUND: Hypertension is related to increased body fat, which can be evaluated by anthropometric indicators. OBJECTIVE: To determine the predictive power of anthropometric indicators and establish their cutoff points as discriminators of high blood pressure. METHODS: Cross-sectional study with a sample of 660 adolescents aged 14 to 19 including 51.9% girls. We considered the following anthropometric indicators: body mass index (BMI), waist circumference, waist-to-height ratio and conicity index. High blood pressure was characterized by values above the 90th percentile for systolic and/or diastolic blood pressure. To identify predictors of high blood pressure, we adopted the analysis of receiver operating characteristic curves (ROC) with a confidence interval of 95%. Subsequently, we identified the cutoff points with their relevant sensitivities and specificities. RESULTS: The areas under the ROC curves with confidence intervals were: boys - waist circumference = 0.80 (0.72 to 0.89); BMI = 0.79 (0.68 to 0.89), waist-to-height ratio = 0.77 (0.66 to 0.88); conicity index = 0.69 (0.56 to 0.81) and for girls - waist circumference = 0.96 (0.92 to 1.00); BMI 0.95 (0.87 to 1.00), waist-to-height ratio = 0.93 (0.85 to 1.00); conicity index = 0.74 (0.50 to 0.98). The different cutoff points of anthropometric indicators with better predictive power and their relevant sensitivities and specificities were identified. CONCLUSION: Although the waist-to-height ratio and BMI have shown good areas under the ROC curve, we suggest the use of waist circumference to predict high blood pressure.

Anthropometry; prediction; hypertension; obesity; adolescent


ARTÍCULO ORIGINAL

IUniversidade Federal de Santa Catarina, Florianópolis, SC

IIUniversidade Federal da Bahia, Salvador, BA - Brasil

Correspondencia

RESUMEN

FUNDAMENTO: La hipertensión arterial está relacionada al incremento de la grasa corporal, a la que se puede evaluar por medio de indicadores antropométricos.

OBJETIVO: Determinar el poder predictivo de indicadores antropométricos y establecer sus puntos de corte como discriminadores de presión arterial elevada.

MÉTODOS: Estudio transversal realizado con una muestra de 660 adolescentes de 14 a 19 años siendo 51,9% jóvenes del sexo femenino. Se tuvieron en cuenta los siguientes indicadores antropométricos: índice de masa corporal (IMC), circunferencia de la cintura, razón cintura/estatura e índice de conicidad. La presión arterial elevada se caracterizó por valores superiores a un percentil 90 para presión arterial sistólica y/o presión arterial diastólica. Para identificación de los predictores de presión arterial elevada, se adoptó el análisis de las curvas Receiver Operating Characteristic (ROC), con intervalo de confianza del 95%. Posteriormente, se identificaron los puntos de corte con sus respectivas sensibilidades y especificidades.

RESULTADOS: Las áreas bajo las curvas ROC con los intervalos de confianza fueron: Jóvenes del sexo masculino - circunferencia de cintura = 0,80 (0,72 - 0,89); IMC = 0,79 (0,68 - 0,89); razón cintura/estatura = 0,77 (0,66 - 0,88); índice de conicidad = 0,69 (0,56 - 0,81) y para las jóvenes del sexo femenino - circunferencia de la cintura = 0,96 (0,92 - 1,00); IMC = 0,95 (0,87 - 1,00); razón cintura/estatura = 0,93 (0,85 - 1,00); índice de conicidad = 0,74 (0,50 - 0,98). Se identificaron los diversos puntos de corte de los indicadores antropométricos con mejores poderes predictivos y sus respectivas sensibilidades y especificidades.

CONCLUSIÓN: A pesar de la razón cintura/estatura y del IMC haber presentado buenas áreas bajo la curva ROC, se sugiere la utilización de la circunferencia de la cintura para la predicción de la presión arterial elevada.

Palabras-clave: Antropometría; predicción; hipertensión; obesidad; adolescente

Introducción

La hipertensión arterial sistémica es considerada como un potencial factor de riesgo cardiovascular para niños, adolescentes y adultos, principalmente por estar asociada a la presencia de lesiones ateroscleróticas precoces1. Además de eso, la presión arterial elevada en poblaciones pediátricas progresa para la hipertensión arterial en adultos, principalmente entre los niños y adolescentes que presentar tendencia a desarrollar exceso de peso durante la fase de crecimiento2.

Evidencias de que la hipertensión arterial está relacionada al incremento de la grasa corporal se presentan bien establecidas en la literatura2,3. Hay todavía divergencias en cuanto a su relación con la distribución de la grasa corporal3-5.

Para discriminar la cantidad de grasa corporal y su distribución, los indicadores antropométricos han demostrado eficiencia, especialmente en estudios epidemiológicos con grandes muestras. Mientras que el índice de masa corporal (IMC) predice la grasa general, la circunferencia de la cintura (CC) y el índice de conicidad (Índice C) identifican la grasa localizada en la región central del cuerpo. La razón cintura/estatura (RCEst) considera la proporción de grasa central por la altura del individuo.

Detectar la presión arterial elevada en edades jóvenes consiste en una acción importante para el control y la prevención de la hipertensión arterial en la edad adulta. La dificultad en llevar a cabo ese seguimiento reside en el hecho de que los adolescentes, de modo general, desconocen los valores de su presión arterial por no cuantificarla rutinariamente6.

La presión arterial elevada identificada indirectamente, por medio de indicadores antropométricos, puede ser una estrategia eficiente para la detección y el control, principalmente porque estas mediciones se pueden llevar a cabo sin aparato técnico especializado. Esta estrategia posibilita el triaje de adolescentes con alteraciones en su presión arterial en el propio ambiente escolar y la remisión a una evaluación clínica más criteriosa.

De ese modo, los objetivos de este estudio fueron determinar el poder predictivo de indicadores antropométricos y establecer puntos de corte para discriminar la presión arterial elevada en adolescentes.

Métodos

Este estudio está vinculado a un levantamiento epidemiológico de base escolar intitulado "Factores de riesgo para aterosclerosis en adolescentes", coordinado por miembros del Centro de Deportes de la Universidad Federal de Santa Catarina, en asociación con la Secretaría Municipal de Salud de Três de Maio, Rio Grande do Sul. El proyecto fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación con Seres Humanos de la Universidad Federal de Santa Catarina (Dictamen nº 41/2006), y los datos se recolectaron de junio a julio de 2006.

Três de Maio está ubicada en la región noroeste del Estado del Rio Grande do Sul y pertenece a la microrregión de Santa Rosa. Tenía una población estimada en 24.333 habitantes (IBGE, 2007)7. La población de esta región es conformada, predominantemente, por descendientes de las etnias alemana, italiana y polonesa, lo que la caracteriza por el fuerte mestizaje entre los grupos. El municipio tiene área territorial de 424,2 km2, economía básicamente primaria e Índice de Desarrollo Humano elevado (IDH = 0,83)8.

Población y muestra

La población del estudio (N = 1.642) fue compuesta por todos los adolescentes con edades entre 14 y 19 años (período de la recolección), regularmente matriculados en todas las escuelas (N = 7) del sistema escolar de enseñanza pública y privada de la zona urbana del municipio de Três de Maio/RS que ofrecían la Enseñanza Fundamental (octavas series), la Enseñanza Medio y Cursos Técnicos. La muestra fue probabilística, estratificada, proporcional por sexo y proxy de nivel económico, a partir de los siguientes parámetros: intervalo de confianza del 95% y error muestral tolerable de 3,5 puntos porcentuales; prevalencia del 40% de sedentarismo9 (por ofrecer mayor variabilidad y, por consiguiente, necesitar de mayor tamaño de la muestra); y incremento de del 40% para las pérdidas y rechazos. Seguidamente, para cada escuela, se elaboraron dos listas según sexo, con los adolescentes de 14 a 19 años, ordenados alfabéticamente. La selección se desarrolló de forma sistemática. Se excluyeron las adolescentes embarazadas.

Recolección de datos

El equipo de a recolección se entrenó y calibró en estudio piloto. Todas las mediciones antropométricas de llevaron a cabo por dos veces en el período de la mañana por la investigadora principal y anotadas por una única apuntadora, según estandarización preestablecida.

El color de la piel fue auto referida por el adolescente, según el criterio del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, 2006)10. En este estudio, se optó por establecer dos categorías de análisis: blancos y no blancos (pardos, negros e indígenas).

Los individuos se pesaron y midieron de conformidad a los procedimientos estandarizados11, en que llevan ropas ligeras y no utilizaban calzados. Se utilizó una balanza Filizola® mecánica con estadiómetro acoplado, calibrada por el Instituto Nacional de Metrología, Normalización y Calidad Industrial del Rio Grande do Sul (INMETRO-RS). Fundamentado en esas mediciones, se determinó el índice de masa corporal [IMC = masa corporal (kg) / estatura2 (m)].

La circunferencia de la cintura (CC) se midió con una cinta antropométrica en fibra de vidrio (marca Mabis) en el punto medio entre la última costilla y la cresta ilíaca, teniendo en cuenta el promedio de las dos mediciones.

La razón cintura-estatura (RCEst) se determinó por la división de la circunferencia de la cintura (cm) por la estatura (cm), y el índice de conicidad (índice C) se determinó por medio de las mediciones de peso, estatura y circunferencia de la cintura, con la utilización de la siguiente ecuación matemática12:

La presión arterial se verificó mediante el método auscultatorio, en que se utilizó un esfigmomanómetro de columna de mercurio (marca Sankey) con manguito adecuado a la circunferencia del brazo, después que el estudiante permaneciera cinco minutos en reposo y sentado. La medición se llevó a cabo en el brazo derecho a la altura del corazón por un único profesional experimentado (técnico en enfermería).

La presión arterial sistólica (PAS) se determinó en la aparición de los ruidos de Korotkoff (fase I), y la presión arterial diastólica (PAD), en la desaparición de los ruidos de Korotkoff (fase V). El protocolo previó que, si la primera medición ultrapasara el punto de corte de normalidad (pre hipertensión o hipertensión), una segunda medición (en día y horario diferente) se llevaría a cabo. Caso persista la alteración, una tercera toma se obtendría en otra ocasión. En los casos en que se realizaron dos o tres mediciones de presión arterial, se utilizó la última medición, y se consideró como pre hipertensión la PAS y/o la PAD > percentil 90 y < 95 e hipertensión arterial sistémica la PAS y/o la PAD entre los percentiles 95 y 99, según recomendación de la 1ª Directriz Brasileña de Prevención de la Aterosclerosis en la Niñez y en la Adolescencia13. En este estudio, se llevaron a cabo con presión arterial elevada los adolescentes que presentaron pre hipertensión o hipertensión arterial sistémica.

Análisis estadístico

Para la caracterización de las variables del estudio según el sexo, se utilizó la prueba t de Student para comparar los valores promedios de las variables continuas y la prueba del chi-cuadrado para las categóricas.

El poder predictivo de los indicadores antropométricos para niveles elevados de presión arterial se determinaron por medio de las curvas Receiver Operating Characteristic (ROC), frecuentemente utilizadas para la determinación de puntos de corte en pruebas diagnósticas o de triaje14.

Inicialmente se identificó el área total bajo la curva ROC entre los indicadores antropométricos (IMC, CC, RCEst e índice C) y la presión arterial elevada. Cuanto más grande el área bajo la curva ROC, más grande el poder discriminatorio de los indicadores antropométricos para la presión arterial elevada de los adolescentes. El intervalo de confianza (IC) determina si la capacidad predictiva del indicador antropométrico no es debido al acaso y su límite inferior no debe ser menor que 0,5015. Para identificar la distinción de las áreas bajo las curvas ROC, se utilizó la prueba del chi-cuadrado.

Para todos los análisis realizados en este estudio, se tuvo en cuenta un intervalo de confianza (IC) del 95%.

En la secuencia, se identificó los puntos de corte para los indicadores antropométricos que obtuvieron áreas significativas bajo la curva ROC, con los respectivos valores de sensibilidad y la especificidad. Se tuvieron en cuenta el criterio para la obtención de los puntos de corte de los indicadores antropométricos como predictores de presión arterial elevada los valores con sensibilidad y especificidad más cercanas entre sí y no inferiores al 60%.

Los datos se organizaron en la hoja de cálculo de Microsof Office Excel©, versión 2003, y analizados por medio del programa estadístico STATA, versión 7.0.

Resultados

La muestra estaba conformada por 660 adolescentes (317 jóvenes del sexo masculino y 343 del sexo femenino), totalizando un 2,8% de pérdidas (sin participación en las dos etapas de la recolección, falta a las clases en los días de la recolección o transferencia escolar) y el 6% de rechazas.

Las características de la muestra están presentadas en la Tabla 1. Los jóvenes del sexo masculino presentaron edad promedio superior a la del las jóvenes del sexo femenino (p = 0,005). En cuanto al color de la piel, la mayoría de los adolescentes se autodefinió como de color blanco, y los considerados como no blancos eran, predominantemente, de color parda (n=171). Las medias de la masa corporal, de la estatura y de la circunferencia de cintura (CC) (p < 0,001), así como la prevalencia de pre hipertensión y de hipertensión arterial sistémica, fueron superiores en los jóvenes del sexo masculino (p = 0,004), mientras que la RCEst fue superior en las del sexo femenino (p = 0,005). La presión arterial elevada, de manera general, resultó en una prevalencia de un 3,3% en la muestra estudiada, con mayor resultado entre los del sexo masculino.

Las áreas bajo la curva ROC del IMC, de la CC, de la RCEst y del índice C, como predictores de presión arterial elevada en jóvenes de ambos sexos, y los respectivos intervalos de confianza (IC 95%) se pueden observar en la Tabla 2 y en las Figuras 1 y 2. Todos los indicadores antropométricos obtuvieron áreas significativas bajo la curva ROC. Todavía, la CC, el IMC y la RCEst asumieron mayores áreas, sin diferencias estadísticas entre esos indicadores, en ambos sexos (masculino, p=0,361 y femenino, p=0,305).



Los valores de los puntos de corte de los indicadores antropométricos como predictores de presión arterial elevada, y sus respectivas, sensibilidad y especificidad (más adecuado equilibrio entre sí), están detallados en la Tabla 3. Se puede notar que, entre los indicadores antropométricos, la CC, el IMC, y la RCEst obtuvieron los mejores porcentuales de sensibilidad y de especificidad para discriminar la presión arterial elevada, tanto para los jóvenes del sexo masculino como para las del sexo femenino.

Discusión

El presente estudio tuvo por objeto identificar el poder predictivo y proponer puntos de corte de indicadores antropométricos para la predicción de presión arterial elevada con enfoque de utilización en el ambiente escolar. Bajo esta perspectiva, surge una propuesta de triaje de los casos de adolescentes con posibles alteraciones crónicas en su presión arterial, además de posibilitar la discusión de un tema generador en salud a trabajar en el contexto pedagógico. Los datos suministrados por esta investigación en ningún momento tiene el intento de excluir el diagnóstico médico, solamente proporcionan una estrategia más abarcadora que las escuelas pueden utilizar en una asociación entre educación y salud, lo que actualmente constituye una meta que alcanzar en el ámbito de los Ministerios de la Educación y de la Salud por medio del Programa Salud en la Escuela16.

A pesar de la recomendación de medición de la presión arterial a partir de los tres años en todas las consultas clínicas17, estudio llevado a cabo en el Brasil6 señala una baja frecuencia de medición de la presión arterial en niños y adolescentes, lo que evidencia que este procedimiento aún no fue incorporado a la práctica clínica.

Aunque existe asociación entre sobrepeso/obesidad y la presión arterial elevada, pocos estudios vienen identificando puntos de corte de indicadores antropométricos que buscan la detección de la pre hipertensión/hipertensión arterial18. La mayoría de las investigaciones vienen buscando identificar el poder predictivo de esos indicadores para la agrupación de factores de riesgo cardiovasculares19-21. Todavía, la hipertensión es señalada como uno de los principales factores de riesgo cardiovasculares, lo que denota la necesidad de una mirada diferenciada.

Una posible limitación de este estudio fue el grupo de edad restricto, que no incluyó a niños y adolescentes abajo de 13 años, lo que imposibilita el triaje de la presión arterial elevada en estudiantes en esas edades.

En concordancia a este estudio, otros autores3 señalan que el comportamiento de la presión arterial elevada puede ser diferente entre los sexos. Así, se optó por identificar el poder predictivo de los indicadores antropométricos separadamente.

La prevalencia de presión arterial elevada fue inferior a la encontrada en otros estudios3,18. Sin embargo, diferencias metodológicas, número de mediciones realizadas y los distintos criterios de referencia son las principales causas de la gran variabilidad en las prevalencias de presión arterial elevada entre las investigaciones. En el presente estudio, se optó por mayor rigurosidad al diagnosticar la presión arterial elevada, al tener en cuenta que en la realización de tres mediciones, en días y horarios distintos, hay tendencia de disminuir la frecuencia de la pre hipertensión/hipertensión arterial. En esa muestra, se observó una reducción de un 67,7% en la prevalencia de la presión arterial elevada de la primera para la tercera medición de la presión arterial.

Entre los indicadores antropométricos, el IMC y la CC viene siendo ampliamente utilizado en la detección de factores de riesgo cardiovasculares19-21. Actualmente, algunos estudios22,23, principalmente en poblaciones asiáticas, han estado utilizando la RCEst para predecir la grasa central y los factores de riesgo asociados. Ya el índice C se viene utilizando más en investigaciones con poblaciones adultas24-26.

Todos los indicadores antropométricos (IMC, CC, RCEst, índice C) fueron buenos predictores para la presión arterial elevada. Todavía, el índice C presentó menor poder discriminatorio que los demás. Publicaciones sobre la predicción de presión arterial elevada por medio del índice C no fueron localizadas, lo que dificulta la comparación de los resultados encontrados en el presente estudio. En Taguatinga, Brasília (DF)27 se buscó discriminar la resistencia a la insulina en población pediátrica y el índice C presentó área bajo la curva ROC semejante a la encontrada en este estudio, pero lo punto de corte fue superior (índice C = 1,23; sensibilidad = 63,64 y especificidad = 63,27).

La CC, el IMC y la RCEst fueron los mejores predictores de presión arterial elevada, tanto en el sexo masculino como en el femenino. Al comparar las áreas bajo la curva ROC de esos tres indicadores, no se observaron diferencias en ambos sexos, lo que puede sugerir que esos tres indicadores antropométricos pueden ser utilizados para predecir la presión arterial elevada en adolescentes.

Las evidencias en cuanto a la relación de la distribución de la grasa corporal con los factores de riesgo cardiovascular en niños y adolescentes no son conclusivas. Mientras que en Grecia una investigación concluyó que la RCEst y la CC están más asociadas a factores de riesgo cardiovasculares que el IMC23, otros estudios demostraron que la CC y el IMC pueden ser excelentes indicadores de agrupamiento de factores de riesgo cardiovasculares20,21 y que, cuando utilizados en conjunto, pueden identificar la varianza de la presión arterial, especialmente la sistólica28. Otros autores4 concluyeron, todavía, que el estándar de distribución de la grasa corporal, identificada por la CC, puede ser un mejor indicador para el control de la presión arterial en poblaciones pediátricas.

En China22, se probó la hipótesis de que la utilización de la RCEst para niños y adolescentes podría ser una medición de grasa central independiente de la edad, todavía, esto solo se confirmó para los adolescentes con edad de 14 años o más. En Irã, se identificaron puntos de corte de la RCEst para la detección de la presión arterial elevada entre adolescentes, y los valores encontrados fueron 0,40 para los jóvenes del sexo masculino y 0,42 para las del sexo femenino18. Estos puntos de corte fueron inferiores a los encontrados en el presente estudio (masculino = 0,43 y femenino = 0,48).

Entre las investigaciones encontradas, los principales propósitos de los puntos de corte de IMC fueron diagnosticar el estado de peso y predecir factores de riesgo cardiovasculares o su agrupación20,29,30. En Iran18, en estudio llevado a cabo para discriminar la presión arterial elevada, se encontró, para los jóvenes del sexo femenino, el mismo punto de corte del presente trabajo (IMC = 21,9 kg/m2) y, para las del sexo femenino, punto de corte inferior (IMC = 19,1 kg/m2). En China19, la media del IMC (considerando el grupo de edad de 14 a 19 años) para la predicción de factores de riesgo cardiovasculares en jóvenes adolescentes del sexo masculino también fue similar al punto de corte de este estudio, sin embargo fue inferior para las jóvenes del sexo femenino (IMC = 21,55 kg/m2).

El estudio de Bogalusa (EE.UU. )31 identificó puntos de corte de IMC para predecir la agrupación de factores de riesgo cardiovasculares, conforme la edad, el sexo y el color de la piel. A partir de la consideración del promedio de los puntos de corte del IMC para las edades de 14 a 18 años y de color de la piel blanca, el IMC encontrado en el estudio americano fue superior al de este estudio para el sexo masculino (IMC = 22,08 kg/m2) y inferior para el femenino (IMC = 22,14 kg/m2).

Los promedios de los puntos de corte de IMC (14-18 años) para diagnosticar exceso de peso, según dos criterios distintos29,30 fueron superiores a las encontradas en el presente estudio, principalmente para los del sexo masculino. Esto puede sugerir que, en nuestra muestra, menores índices de masa corporal pueden estar relacionados a la presión arterial elevada en adolescentes.

Con respecto a la CC, el punto de corte identificado para la predicción de presión arterial elevada en las jóvenes del sexo femenino fue superior a los jóvenes del sexo masculino. Además de esto, los valores de sensibilidad y especificidad de estos puntos de corte también fueron mayores entre las jóvenes del sexo femenino, lo que puede indicar que el poder predictivo de la CC para la presión arterial elevada es mayor entre el sexo femenino. Nuestros resultados son contrarios a los hallazgos de otros estudios18-20 en que los puntos de corte de CC para los niños fueron superiores a los puntos de corte definidos para las niñas.

En estudio llevado a cabo en Iran18 y en el estudio de Bogalusa (EUA)20, los puntos de corte para la predicción de factores de riesgo cardiovascular para el sexo femenino fueron inferiores al de este estudio (CC = 82,4 cm), que presentó valor cercano al percentil 95 de la CC de adolescentes canadienses31 y australianos32 y presentó valor inferior al percentil 75 de adolescentes estadounidenses33.

El punto de corte de la CC en los jóvenes del sexo masculino fue muy cercano al percentil 50 en muestra de adolescentes estadounidenses33 y al percentil 75 en adolescentes australianos32. El estudio llevado a cabo en Iran18 encontró punto de corte de 76,5 cm para presión arterial elevada, y el estudio de Bogalusa (EUA)20 detectó punto de corte de CC de 78,4 cm para los jóvenes, a partir del promedio de los valores de CC en el grupo de edad de 14 a 18 años.

Conclusión

A pesar de las excelentes áreas bajo la curva ROC de la RCEst, del IMC y de la CC, así como de la fuerte relación del IMC y de la CC con la presión arterial en poblaciones pediátricas, se recomienda la utilización de la medición de CC en los puntos de corte de 74,5 cm para jóvenes del sexo masculino y 82,4 cm para las del sexo femenino, a fin de detectar la presión arterial elevada en adolescentes con características similares a la muestra de este estudio. La indicación de la CC permite que esta medición se lleve a cabo en las escuelas, como método de triaje de los adolescentes con presión arterial elevada, visto que muchas instituciones de enseñanza no disponen de balanza y estadiómetro. La sencilla utilización de una cinta métrica puede ser muy eficiente en la detección de ese factor de riesgo cardiovascular. El profesional de salud, que normalmente realiza evaluaciones antropométricas y físicas, podrá lanzar mano de más un recurso de interpretación de las medidas y, así, remitir los casos específicos para evaluación clínica. De ese modo se puede, efectivamente, alcanzar una de las estrategias de prevención de la hipertensión arterial sistémica, que es el control de la presión arterial desde la niñez.

Sin embargo, se sugiere cautela en la utilización del punto de corte de CC encontrado para las jóvenes del sexo femenino, ya que la presión arterial elevada presentó baja prevalencia entre el sexo femenino, lo que puede haber sobreestimado el resultado.

Queda evidente la necesidad de otros estudios que identifiquen puntos de corte de indicadores antropométricos que busquen la detección de presión arterial elevada y de otros factores de riesgo cardiovascular en niños y adolescentes brasileños, de diferentes etnias y grupos de edad.

Potencial Conflicto de Intereses

Declaro no haber conflicto de intereses pertinentes.

Fuentes de Financiación

El presente estudio no tuve fuentes de financiación externas.

Vinculación Académica

Este artículo forma parte da tesis de Doctorado de Carmem Cristina Beck, por la Universidad Federal de Santa Catarina.

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  • Indicadores antropométricos como predictores de presión arterial elevada en adolescentes

    Carmem Cristina BeckI; Adair da Silva LopesI; Francisco José Gondim PitangaII
  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      19 Nov 2010
    • Fecha del número
      Feb 2011

    Histórico

    • Recibido
      20 Feb 2010
    • Revisado
      06 Mayo 2010
    • Acepto
      29 Jun 2010
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