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Evaluación pronóstica de la enfermedad coronaria estable a través de un nuevo score

Resúmenes

FUNDAMENTO: La necesidad de mejorar la exactitud de las pruebas de estrés, determinó el desarrollo de los puntajes, cuya aplicación fue ampliamente reconocida. OBJETIVO: La evaluación pronóstica del coronariópata estable a través de un nuevo score simplificado. MÉTODOS: Un nuevo score se aplicó en 372 coronariópatas multiarteriales y función ventricular preservada, el 71,8% varones, edad media de 59,5 (± 9,07) años, randomizados para angioplastia, revascularización quirúrgica y tratamiento clínico, seguidos de cinco años. Muerte cardiovascular fue el resultado primario. El infarto de miocardio no fatal, la muerte y la re-intervención formaron el desenlace combinado secundario. El score se basó en una ecuación previamente validada resultante de la suma de 1 punto a: sexo masculino, antecedentes de infarto, angina, diabetes, uso de insulina y todavía un punto por cada década de vida después de 40 años. Prueba positiva añadida 1 punto. RESULTADOS: Hubo 36 muertes (10 en el grupo de angioplastia, 15 en el grupo de revascularización y 11 en el grupo clínico), p = 0,61. Se observó 93 eventos combinados: 37 en el grupo angioplastia, 23 en el grupo revascularización y 33 en el grupo clínico (p = 0,058). Presentaron score clínico > 5 puntos y 216 > 6 puntos 247 pacientes. El valor de corte > 5 o > 6 puntos identificó un mayor riesgo, con p = 0,015 y p = 0,012, respectivamente. La curva de sobrevida mostró una incidencia de muerte después de la aleatorización que aquellos con score > 6 puntos (p = 0,07), y una incidencia de eventos combinados diferentes entre los pacientes con score < 6 y > 6 puntos (p = 0,02). CONCLUSIÓN: El nuevo score demostró consistencia en la evaluación pronóstica del coronariópata estable multiarterial. (Arq Bras Cardiol 2011;96(5):411-419)

Prueba de esfuerzo; enfermedad coronaria; angina de pecho; pronóstico


FUNDAMENTO: A necessidade de melhorar a acurácia do teste de esforço, determinou o desenvolvimento de escores, cuja aplicabilidade já foi amplamente reconhecida. OBJETIVO: Avaliação prognóstica do coronariopata estável através de um novo escore simplificado. MÉTODOS: Um novo escore foi aplicado em 372 coronariopatas multiarteriais e função ventricular preservada, 71,8% homens, idade média 59,5 (± 9,07) anos, randomizados para angioplastia, revascularização cirúrgica e tratamento clínico, acompanhados por 5 anos. Óbito cardiovascular foi o desfecho primário. Infarto do miocárdio não-fatal, óbito e re-intervenção formaram o desfecho combinado secundário. O escore baseou-se numa equação previamente validada resultante da soma de 1 ponto para: sexo masculino, história de infarto, angina, diabete, uso de insulina e ainda 1 ponto para cada década de vida a partir dos 40 anos. Teste positivo adicionou 1 ponto. RESULTADOS: Ocorreram 36 óbitos (10 no grupo angioplastia, 15 no grupo revascularização e 11 no grupo clínico), p = 0,61. Observou-se 93 eventos combinados: 37 no grupo angioplastia, 23 no grupo revascularização e 33 no grupo clínico (p = 0,058). 247 pacientes apresentaram escore clínico > 5 pontos e 216 > 6 pontos. O valor de corte > 5 ou > 6 pontos identificou maior risco, com p = 0,015 e p = 0,012, respectivamente. A curva de sobrevida mostrou uma incidência de óbito após a randomização diferente naqueles com escore > 6 pontos (p = 0,07), e uma incidência de eventos combinados diferente entre pacientes com escore < 6 e > 6 pontos (p = 0,02). CONCLUSÃO: O novo escore demonstrou consistência na avaliação prognóstica do coronariopata estável multiarterial.

Teste de esforço; doença das coronárias; angina pectoris; prognóstico


BACKGROUND: The need to improve the exercise testing accuracy, pushed the development of scores, whose applicability was already broadly recognized. OBJECTIVE: Prognostic evaluation of stable coronary disease through a new simplified score. METHODS: A new score was applied in 372 multivessel coronary patients with preserved ventricular function, 71.8% male, age: 59.5 (± 9.07) years old, randomized to medical treatment, surgery (CABG) or angioplasty (PTCA), with 5 years of follow-up. Cardiovascular death was considered the primary endpoint. Non-fatal myocardial infarction, death and re-intervention were considered for a combined secondary endpoint. The score was based on an equation previously validated, resulting from a sum of one point for: male gender, infarction history, angina, diabetes, insulin use and one point for each decade of life after 40 years old. Positive exercise testing summed one additional point. RESULTS: Thirty six deaths was observed (10 in group PTCA, 15 in CABG and 11 in the clinical group), p = 0.61. We observed 93 combined events: 37 in PTCA group, 23 in CABG and 33 in the clinical group (p = 0.058). 247 patients presented clinical score > 5 points and 216 > 6 points. The cutoff point > 5 or > 6 points identified higher risk, p = 0.015 and p = 0.012, respectively. The survival curve showed a different death incidence after the randomization when score reached 06 points or more (p = 0.07), and a distinct incidence of combined events between the patients with score < 6 and > 6 points (p = 0.02). CONCLUSION: The new score was consistent for multiarterial stable coronary disease risk stratification.

Exercise test; coronary disease; angina pectoris; prognosis


ARTÍCULO ORIGINAL

Evaluación pronóstica de la enfermedad coronaria estable a través de un nuevo score

Fernanda Coutinho Storti; Paulo Jorge Moffa; Augusto H. Uchida; Whady Armindo Hueb; Luiz Antônio Machado César; Beatriz Moreira Ayub Ferreira; Paulo Augusto de Camargo Jr; William Azem Chalela

Instituto do Coração - HCFMUSP - São Paulo, SP - Brasil

Correspondencia

RESUMEN

FUNDAMENTO: La necesidad de mejorar la exactitud de las pruebas de estrés, determinó el desarrollo de los puntajes, cuya aplicación fue ampliamente reconocida.

OBJETIVO: La evaluación pronóstica del coronariópata estable a través de un nuevo score simplificado.

MÉTODOS: Un nuevo score se aplicó en 372 coronariópatas multiarteriales y función ventricular preservada, el 71,8% varones, edad media de 59,5 (± 9,07) años, randomizados para angioplastia, revascularización quirúrgica y tratamiento clínico, seguidos de cinco años. Muerte cardiovascular fue el resultado primario. El infarto de miocardio no fatal, la muerte y la re-intervención formaron el desenlace combinado secundario. El score se basó en una ecuación previamente validada resultante de la suma de 1 punto a: sexo masculino, antecedentes de infarto, angina, diabetes, uso de insulina y todavía un punto por cada década de vida después de 40 años. Prueba positiva añadida 1 punto.

RESULTADOS: Hubo 36 muertes (10 en el grupo de angioplastia, 15 en el grupo de revascularización y 11 en el grupo clínico), p = 0,61. Se observó 93 eventos combinados: 37 en el grupo angioplastia, 23 en el grupo revascularización y 33 en el grupo clínico (p = 0,058). Presentaron score clínico > 5 puntos y 216 > 6 puntos 247 pacientes. El valor de corte > 5 o > 6 puntos identificó un mayor riesgo, con p = 0,015 y p = 0,012, respectivamente. La curva de sobrevida mostró una incidencia de muerte después de la aleatorización que aquellos con score > 6 puntos (p = 0,07), y una incidencia de eventos combinados diferentes entre los pacientes con score < 6 y > 6 puntos (p = 0,02).

CONCLUSIÓN: El nuevo score demostró consistencia en la evaluación pronóstica del coronariópata estable multiarterial. (Arq Bras Cardiol 2011;96(5):411-419)

Palabras clave: Prueba de esfuerzo, enfermedad coronaria, angina de pecho, pronóstico.

Introducción

Incluso con los avances en la medicina, la prueba de esfuerzo (PE), con su bajo coste, la seguridad y la fácil aplicabilidad se la recomienda la Directriz Americana1 como el primer procedimiento que se realiza en pacientes con enfermedad arterial coronaria (EAC). De este modo, maximizar la información obtenida en la PE es de suma importancia y la necesidad de mejorar su precisión, determinó el desarrollo de los scores, ampliamente reconocido en la literatura científica2-9.

Para un enfoque más didáctico de la EAC, dichos scores se clasificaron en: pre prueba, pos prueba, simplificados, multivariados, diagnósticos o pronósticos. En un score pre prueba, solamente se analizan las variables clínicas, con la incorporación de los parámetros de la PE se define un score pos prueba6.

Entre los scores pre-prueba tenemos: Diamond-Forrester2, Morise y Jalisi3, Froelicher et al4 y Hubbard et al10, entre otros. Este análisis probabilístico es recomendado por la Directriz Americana sobre1 PE.

Entre los principales scores pos prueba están: Mark et al7, Raxwal et al8, Morrow et al11, Froelicher et al4, Morise et al3, Do et al9, Morise et al6, Detrano et al12, Lu et al13, Villella et al (GISSI 2)14, Koide et al5, Hollenberg et al16.

Los scores basados en las ecuaciones multivariadas tienen fórmulas complejas, de las cuales se derivan scores simplificados cuyos cálculos implican la simple suma de puntos.

Los scores de diagnóstico están destinados para estimar la probabilidad de EAC, pudiendo tener un valor pronóstico cuando se realiza la estimación de la enfermedad severa (un estándar triarterial o lesión de tronco de coronaria izquierda). Scores pronósticos son muy adecuadas para la evaluación de riesgo, especialmente de muerte cardiovascular o infarto no-fatal.

El score pronóstico que más se utiliza es el de Mark et al (Duke)17, y aunque es ampliamente validado, no clasifica a los pacientes adecuadamente como asintomáticos, adultos mayores, en la pos-revascularización del miocardio (reciente) y el pos-infarto del miocardio reciente. Por otra parte, se compone exclusivamente de los datos de la PE, sus resultados y su clasificación en categorías de riesgo son complejos y de difícil memorización.

Un score clínico simplificado fue idealizado por Hubbard et al10 con fines de diagnóstico, y validándose posteriormente18 para el análisis pronóstico de la EAC. Sin embargo, este resultado no incluye una prueba de isquemia en su composición, ya que impacta en el pronóstico del portador de coronariopatía.

Con el objetivo de proporcionar una estratificación de riesgo más completa y objetiva del coronariópata estable, propusimos un nuevo score pos-prueba que incluía el resultado de la PE con los parámetros del score de Hubbard et al10.

Métodos

El estudio se basó en un análisis retrospectivo de los datos recogidos prospectivamente del estudio (MASS-II) Hueb et al19 con 05 años de seguimiento. MASS está referida a la sigla de Medicine, Angioplasty or Surgery Study, cuyo objetivo era evaluar randómicamente el tratamiento de pacientes con coronariopatía estable multiarterial y función ventricular preservada. El modelo del estudio, criterios de selección y procedimientos de randomización se publicaron20 previamente. El estudio fue aprobado por el comité científico y de ética y todos firmaron un formulario de consentimiento libre. Todas las PE se realizaron en una cinta rodante Fukuda Denshi STAR ML-8000, con 15 derivaciones simultáneas y protocolo de Bruce21.

Inicialmente, se seleccionaron 611 pacientes, 18 de ellos no se sometieron a PE por razones sociales, 58 tuvieron la PE considerada como no conclusiva (presencia de bloqueo de rama izquierda, fibrilación auricular e hipertrofia ventricular izquierda) y en 163 pacientes, el examen se consideró ineficaz, por no alcanzar la frecuencia cardíaca submáxima.

Así, la muestra final de este estudio incluyó a 372 pacientes, todos con confirmación cinecoronariográfica de enfermedad bi o triarterial y función ventricular izquierda preservada, siendo 267 hombres (71,8%), con una edad media de 59.5 (± 9,07) años, distribuidos en tres grupos: angioplastia coronaria transluminal (ACT) 34,4%, la cirugía de revascularización miocárdica (CRM) y el tratamiento clínico (TC) 30,6%.

El delineamiento del estudio permitió a los pacientes una translocación entre los diferentes grupos de tratamiento, basados en la ocurrencia de síntomas en cualquier momento del estudio. No hubo diferencias en los tipos de medicamentos entre los tres grupos.

Los criterios de inclusión fueron:

1. Angina estable.

2. Fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) considerada normal, evaluada por el ecocardiograma doppler a través del método área-longitud.

3. Confirmación angiográfica de la EAC bi o triartrial, con la documentación de la obstrucción luminal de por lo menos el 70%, considerando sólo las ramas coronarias principales.

Criterios de no-inclusión:

1. Valvulopatias.

2. Aneurisma ventricular izquierdo.

3. La disfunción ventricular izquierda.

4. Accidente vascular encefálico previo.

5. Limitación de análisis morfológico para la definición de la isquemia miocárdica en el electrocardiograma: El síndrome de pre-excitación ventricular, bloqueo de rama izquierda y otros trastornos de la conducción intraventricular, sobrecarga ventricular izquierda, estimulación cardiaca artificial, etc.

6. La discapacidad física de ningún tipo.

Score clínico simplificado o score de Hubbard

El score de Hubbard et al10 fue validado retrospectivamente en una población consecutiva y sintomática a la investigación de coronariopatía, a través de centellografía miocárdica y cinecoronariografía dentro de hasta 6 meses. Mediante los análisis de regresión logística, se seleccionaron cinco variables que componen un score de 5 puntos que proporcionaba estimaciones de coronariopatía severa, lo que demostraba que la severidad de la enfermedad aumenta en función del puntaje.

Dicho score es resultado de la suma de 1 punto por cada parámetro: sexo masculino, antecedentes de infarto de miocardio y/u ondas Q en el electrocardiograma, la angina típica, diabetes, uso de insulina y todavía puntúa según el grupo de edad. Hasta los 39 años no de adiciona puntos, de los 40 a los 49 años se suma 1 punto, de los 50 a los 59 años, 2 puntos, de los 60 a los 69 años, 3 puntos, de los 70 a los 79 años, 4 puntos y > 80 años, 5 puntos.

El score varía desde cero a 10 puntos, la estimación de la probabilidad de coronariopatía en 3 grupos: alta (> 5 puntos), intermediaria (igual a 5 puntos) y baja (< 5 puntos).

Desarrollo del nuevo score

El nuevo score se estructuró sobre la base de la sumatoria simple de las variables del score de Hubbard et al10, también incorporó el resultado de la PE. Cuando la PE resultaba positiva, se adicionó 1 punto. La PE negativa no determinó puntaje adicional. Así, el puntaje total del nuevo score varió de 0 a 11 puntos conforme se muestra en la Tabla 1. El valor de corte considerado para alto riesgo de eventos y muerte fue de 6 puntos, tras un análisis de la curva de sobrevida.

Se consideró una prueba positiva la presencia de la depresión del segmento ST > 1 mm, de morfología horizontal o hacia abajo, durante o después del ejercicio, y la magnitud del desnivel que se midió a 80 ms del punto J; o la presencia de elevación del segmento ST > 1,0 mm en derivaciones sin ondas Q patológicas, siguiendo las recomendaciones de las directrices sobre la PE1,22.

El resultado positivo fue considerado como la prueba documental de la isquemia miocárdica, adicionado un punto en el nuevo score pronóstico. El resultado negativo se definió como la ausencia de documentación de isquemia miocárdica y sin valor pronóstico adicional en el score.

Análisis estadístico

La asociación entre el nuevo score y cada uno de los resultados fue analizada por la regresión de Cox23, incluso para la identificación de subgrupos de alto riesgo. La curva de supervivencia cardiovascular se generó según la prueba con el método de Kaplan-Meier24 y la prueba Log-Rank aplicado para comparar estas curvas de supervivencia. Para todos los análisis de una p < 0,05 fue considerada estadísticamente significativa.

Resultados

De los 372 pacientes estudiados, 156 pacientes tenían antecedentes de infarto de miocardio, al menos 334 tenían angina clase funcional II, 137 (36,8%) eran diabéticos, siendo 16 (0,11%) usuarios regulares de insulina.

Durante el período total de seguimiento, hubo 29 episodios de infarto de miocardio no fatal, y 11 en el grupo con ATC, 6 en el grupo de RM y 12 en el grupo TC, esta diferencia se observó entre los grupos y no fue significativa (p = 0,21).

En cuanto a la necesidad de RM después de la aleatorización, hubo 06 casos en el grupo ATC, 2 casos en el grupo RM y 16 casos en el grupo TC, esta diferencia entre los grupos fue considerada estadísticamente significativa (p = 0,001).

La necesidad de ATC después de la aleatorización, se observó en 18 casos en el grupo ATC, 3 casos en el grupo RM y en 04 casos en el grupo TC, y esta diferencia entre los grupos fue considerada significativa (p = 0,001).

Observamos 36 muertes durante el seguimiento, 10 en el grupo de ATC, 15 en el grupo RM y 11 casos en el grupo TC (p = 0,61). La incidencia de muerte tras la randomización se observó en 10 pacientes con score < 6 puntos y en 26 pacientes con score > 6 puntos (p = 0,07).

El total de eventos combinados fue de 93, con la siguiente distribución entre los grupos: 37 en el grupo de ATC, 23 en el grupo RM y 33 en el grupo TC, con diferencia marginalmente significativa (p = 0,058). La incidencia de eventos combinados después de la randomización se observó en 34 pacientes con score < 6 puntos y en 59 pacientes con score > 6 puntos (p = 0,22).

Al evaluar la edad para los diferentes grupos, no hubo diferencia significativa (p = 0,73), con edad media de 59,75 ± 9,5 años para el grupo ATC (127 pacientes), 59,97 ± 8,4 años para el grupo RM (130 pacientes), 59,08 ± 9,3 años para el grupo TC (115 pacientes).

En cuanto al sexo, un score inferior a 06 puntos se observó en 97 hombres y 59 mujeres. Score > 06 puntos se observó en 169 hombres y en 47 mujeres.

La necesidad de RM tras la randomización se observó en 8 pacientes con score < 6 puntos y en 16 pacientes con score > 6 puntos (p = 0,37).

La necesidad de ATC tras la randomización se observó en 12 pacientes con score < 6 puntos y en 13 pacientes con score > 6 puntos (p = 0,52).

El análisis de curva de la supervivencia que demostró que hubo diferencia marginalmente significativa en la incidencia de eventos combinados para los pacientes con un score de Hubbard < 5 o > 5 puntos (p = 0,062), (Figura 1).


Cuando se evaluó la incidencia de eventos combinados para el nuevo score, hubo diferencia estadísticamente significativa (p = 0,02) entre los pacientes con score < 6 y > 6 puntos, como muestran las respectivas curvas comparativas de sobrevida de la Figura 2.


La incidencia de muerte cardiovascular fue mayor en los pacientes con score > 5 puntos por el score de Hubbard (p = 0,015), Figura 3. La diferencia en la incidencia de muerte fue más significante entre los pacientes con score < 6 e > 6 puntos, con p = 0,004, Figura 4.



Al comparar los dos scores, se observó que 31 pacientes fueron clasificados como pacientes con alto riesgo por el score de Hubbard, pero considerados como de bajo riesgo por el nuevo score. Ningún de los individuos de bajo riesgo por el score de Hubbard se clasificó como de alto riesgo en el nuevo score, según ilustra la Tabla 2. La diferencia de la clasificación de riesgo entre los scores fue considerada estadísticamente significante (p = 0,001). Del total de las personas analizados, 247 (66,4%) presentaron score de Hubbard > 5 puntos y 216 (58%) > 6 puntos, como demuestra la Tabla 2. El valor de corte > 5 o > 6 puntos identificó a individuos de mayor riesgo de muerte, con p = 0,015 y p = 0,004, respectivamente.

En cuanto al resultado primario, el análisis de la curva de supervivencia no mostró diferencias entre los tres grupos de tratamiento, Figura 5.


En cuanto a la incidencia de muertes y scores de Hubbard > 5, hubo 15 muertes en el grupo con ATC, 12 en el grupo RM y 10 en el grupo (p = 0,59), mientras que con score < 5 puntos, observamos 1 óbito en el grupo ATC, 5 en el grupo RM y 3 en el grupo TC (p = 0,176).

En cuanto a la incidencia de muertes y nuevo score > 6, se observaron 11 muertes en el grupo ATC, 7 en el grupo RM y 6 en el grupo TC, (p = 0,4). En la presencia de nuevo score < 6 puntos evidenciaron 1 muerte en el grupo ATC, 6 en el grupo RM y 3 en el grupo TC (p = 0,163).

En cuanto a la ocurrencia de eventos combinados en los pacientes con scores de Hubbard > 5 puntos, hubo 33 eventos en el grupo ATC, 13 en el grupo RM y 23 en el grupo TC, con una incidencia de eventos significantemente reducida en el grupo RM (p < 0,001). El análisis de la incidencia de eventos combinados en los pacientes con score de Hubbard < 5 puntos, mostró 1 evento en el grupo ATC, 5 eventos en el grupo RM y 3 en el grupo TC (p = 0,24).

Al analizar la incidencia de eventos combinados en pacientes con score > 6 puntos, se observaron 24 eventos en el grupo ATC, 8 en el grupo RM y 12 en el grupo TC (p = 0,001). En los pacientes con score < 6 puntos observamos 9 eventos en el grupo ATC, 5 en el grupo RM y 9 en el grupo TC (p = 0,334).

Discusión

La evaluación pronóstica es un componente crucial de la evaluación clínica de la EAC. Aunque los pacientes con angina estable presenten baja mortalidad25-27, el riesgo de infarto de miocardio, la necesidad de intervenciones y los síntomas impactan la evolución clínica de manera representativa.

Varias scores desarrollados para la estratificación de EAC adoptándose parámetros clínicos y del PE o combinados28,29. No obstante, los scores pronóstico en pacientes con angina estable son raros30.

La propuesta de este estudio fue desarrollar un índice para la estratificación de riesgo del coronariópata multiarterial, a través de un método sencillo y asequible, en contraste con la amplia gama de procedimientos de alto costo disponibles.

En nuestra casuística, la edad media de 59,5 años, determinó un mayor valor inicial del score. La muestra estuvo representada por individuos con un rango de edad más grande, así que con un perfil de riesgo más alto. El predominio masculino en nuestra muestra estudiada no impactó la interpretación de los resultados debido a la documentación de EAC multiarterial en ambos sexos.

La mayoría de los hombres (63,29%) presentó score > 6 puntos, mientras que en la mayoría de las mujeres se observó un score < 6 puntos. El puntaje más alto para los hombres puede estar relacionada con el hecho de que el sexo masculino ya define un puntaje adicional. Además de esto, infarto de miocardio es más común en varones, pero las mujeres presentan un pronóstico peor, debido a la mayor tasa de defunción y re-infarto31. En cuanto al dolor precordial, aunque ella sea más frecuente en las mujeres, la prevalencia de EAC significante es menor, determinando un valor predictivo menor para las pruebas no invasivas32,33.

El análisis pronóstico no tuvo en cuenta la diferencia entre los estándares angiográficos bi o triarteriales debido a un bajo número de desenlaces en el período de seguimiento.

La tasa de muerte (10,33%) en nuestro estudio fue mayor que la mortalidad global de los pacientes con angina estable, que es alrededor del 1% al año según los datos de la directriz sobre angina estable33. Esto puede ser explicado por la presencia de un mayor número de pacientes de alto riesgo en nuestro estudio, con mayor prevalencia de multiarteriales y de diabéticos, a pesar de la función ventricular izquierda preservada.

La incidencia de eventos combinados y la necesidad de reintervención con angioplastia después de la aleatorización fueron mayores en el grupo ATC. Probablemente, esto se relaciona con una mayor tasa de reestenosis, ya que una parte representativa de nuestra muestra tiene diabetes. Las mayores tasas de reestenosis se encuentran comúnmente en diabéticos34.

La alta tasa de diabetes (36,8%) también determinó un mayor puntaje inicial en el score. Compatible con el hecho de que los pacientes con diabetes tienen una mayor incidencia de coronariopatía severa. Es bien sabido que la diabetes es un factor de riesgo mayor para eventos coronários35. La diabetes tipo 2 es de particular importancia, ya que, es más común y ocurre frecuentemente en adultos mayores, cuando múltiples factores de riesgo coexisten.

Con respecto a la PE, los diabéticos representan un grupo particularizado: hay una mayor incidencia de hipertensión, enfermedad vascular periférica, neuropatía periférica, la obesidad y la menor capacidad funcional. Por otra parte, están más expuestos al uso de drogas que limitan la frecuencia cardíaca. Por lo tanto, cuando los factores de riesgo coexisten, hay limitaciones a la realización que se alcance un bajo riesgo en el score de Duke. Además, el nivel de trabajo realizado no puede ser suficiente para la documentación de isquemia miocárdica, incluso con cualquier EAC significativa.

El score de Hubbard fue seleccionado inicialmente para componer el nuevo score, ya que, contiene variables de fácil evaluación. El número de variables es pequeño, el sumatorio de puntos es simplificado y de fácil interpretación, tiene correlación lineal entre el resultado y el pronóstico. Además de esto, puede identificar a individuos de alto riesgo, aun cuando clasificados en bajo riesgo por el score de Duke36. Sin embargo, él tiene limitaciones, como el análisis exclusivo de variables clínicos, sin considerar una prueba documental de isquemia miocárdica que comprobadamente suministra información pronóstica adicional37.

Mediante la adición de esta variable en el análisis, 31 pacientes fueron clasificados como de bajo riesgo por el nuevo score, porque tenían una prueba ergométrica negativa. Por lo tanto, el score de Hubbard puede haber sobreestimado el grupo de mayor riesgo en la población estudiada.

En la PE, aunque otras variables como la capacidad funcional, las arritmias, las respuestas inotrópica y cronotrópica, sea consideren de mayor valor predictivo que la depresión del segmento ST, hay un vicio de interpretación de los varios estudios. No se consideró que en la práctica clínica un PE positivo acaba por implicar en la indicación de estudio cineangiocoronariográfico y, consecuentemente, de tratamiento farmacológico o procedimientos de revascularización miocárdica (quirúrgica o percutánea). Tales intervenciones terapéuticas determinan una alteración en la evolución natural de la enfermedad coronaria que afecta el valor pronóstico del marcador electrocardiográfico de isquemia miocárdica.

El análisis pronóstica del nuevo score no incorporó estas innúmeras variables específicas de la PE, adoptando sólo la presencia de la documentación electrocardiográfica de isquemia miocárdica, porque el objetivo era aplicar de forma práctica, fácil de recordar e interpretar, por lo que es más ampliamente aceptado tanto por el clínico como por el especialista.

Con el uso de scores pronósticos simplificados aplicados en asociación a la PE podemos estratificar con más precisión el coronariópata estable, reduciendo la tasa de solicitud de procedimientos de alta complejidad.

Scores mejoran la precisión pronóstica del PE, reducen sesgos de interpretación y organizar las informaciones clínicas diversas, determinando una reducción en la subjetividad y en la variabilidad de la estratificación de riesgo. En particular, el score propuesto por este estudio demostró su valor pronóstico de una manera integral a través de una sistemática simple y organizada.

Conclusiones

Este nuevo score es un método objetivo y sencillo para la estratificación del riesgo de coronaria estable.

Potencial Conflicto de Intereses

Declaro no haber conflicto de intereses pertinentes.

Fuentes de Financiación

El presente estudio no tuve fuentes de financiación externas.

Vinculación Académica

Este artículo forma parte de tesis de Doctorado de Fernanda Coutinho Storti, por InCor - HCFMUSP.

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  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      15 Abr 2011
    • Fecha del número
      Mayo 2011

    Histórico

    • Recibido
      30 Mayo 2010
    • Acepto
      11 Ene 2011
    • Revisado
      22 Set 2010
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