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Hipotensión post-ejercicio en individuos hipertensos: una revisión

Resúmenes

Después de una sesión de ejercicios físicos, puede ocurrir hipotensión post-ejercicio (HPE). Ese efecto posee una elevada relevancia clínica en los hipertensos. Aunque la literatura reporte varios estudios sobre el tema, todavía nos queda realizar un análisis más profundo teniendo en cuenta los diferentes tipos de ejercicios.Por tanto, el objetivo de este estudio fue verificar, por medio de una revisión en la literatura, la relación entre el ejercicio aeróbico y el resistido en la HPE en hipertensos. Para eso se realizaron búsquedas en las bases Scielo y Medline, considerando los estudios en inglés y en la muestra de humanos adultos hipertensos los principales criterios de inclusión. Fueron encontrados 126 estudios. Sin embargo, formaron parte de los análisis 32 artículos, de los cuales cinco involucraban el ejercicio resistido y 27 el ejercicio aeróbico. Sobre el ejercicio resistido, aunque los estudios utilizasen modelos diferentes de prescripción, hubo HPE principalmente en el ambiente laboratorial. Después del ejercicio aeróbico, se observó HPE por mayores períodos de tiempo. Pero también ocurren conflictos sobre la mejor intensidad y duración para la prescripción de esa actividad. Aparentemente, ocurren mayores reducciones en la presión arterial después del ejercicio aeróbico en comparación con el ejercicio resistido en hipertensos. Sin embargo, para arribar a conclusiones más efectivas, se hacen precisos estudios que acompañen la presión arterial de forma ambulatorial.

Hipertensión; ejercicio; hipotensión


Após uma sessão de exercícios físicos, pode ocorrer hipotensão pós-exercício (HPE). Esse efeito possui elevada relevância clínica em hipertensos. Embora a literatura reporte vários estudos sobre o tema, ainda falta uma análise sobre o estado da arte, considerando-se os diferentes tipos de exercícios. Assim, o objetivo deste estudo foi verificar, por meio de uma revisão na literatura, a relação entre o exercício aeróbio e o resistido na HPE em hipertensos. Para tanto, realizaram-se buscas nas bases Scielo e Medline, considerando os estudos em inglês e a amostra de humanos adultos hipertensos os principais critérios de inclusão. Foram encontrados 126 estudos. Porém, fizeram parte das análises 32 artigos, dos quais cinco envolveram o exercício resistido, e 27, o exercício aeróbio. Sobre o exercício resistido, embora os estudos utilizassem modelos diferentes de prescrição, houve HPE principalmente no ambiente laboratorial. Após o exercício aeróbio, observou-se HPE por maiores períodos de tempo. Contudo, ocorrem conflitos sobre a melhor intensidade e duração para a prescrição dessa atividade. Portanto, aparentemente, ocorrem maiores reduções na pressão arterial após o exercício aeróbio em comparação com o exercício resistido em hipertensos. Não obstante, para maiores conclusões, são necessários estudos que acompanhem a pressão arterial de forma ambulatorial.

Hipertensão; exercício; hipotensão


Post-exercise hypotension (PEH) may follow a session of physical exercises. This effect has high clinical relevance for hypertensive individuals. Although there are several studies on the subject, an analysis is still lacking on a state-of-art approach considering different types of exercises. Using a review of literature, the aim of this paper was to verify the relationship between aerobic exercise and resistance exercise in PEH in hypertensive people. For the purpose of this study, Scielo and Medlinedatabases were surveyed, and the main inclusion criteria were studies on the subject in English language and a sample of hypertensive adults. One hundred and twenty-six studies were found. However, only 32 papers, 5 of which on resistance exercise and 27 on aerobic exercise were used for this study. Although the studies surveyed used different prescription models for resistance exercise, PEH was observed mainly in the laboratory setting. After aerobic exercise, it was noted that PEH occurred for longer periods. However, there are differences of opinion as to the best intensity and duration of the exercise to be prescribed. Therefore, in hypertensive individuals declines in arterial pressure following aerobic exercise are apparently greater than those observed with resistance exercise. Nevertheless, in order to achieve sounder conclusions, further studies on ambulatory blood pressure monitoring should be conducted.

Hypertension; exercise; hypotension


ACTUALIZACIÓN CLÍNICA

Hipotensión post-ejercicio en individuos hipertensos: una revisión

Paulo Gomes Anunciação; Marcos Doederlein Polito

Universidade Estadual de Londrina, Londrina, PR – Brasil

Correspondencia

RESUMEN

Después de una sesión de ejercicios físicos, puede ocurrir hipotensión post-ejercicio (HPE). Ese efecto posee una elevada relevancia clínica en los hipertensos. Aunque la literatura reporte varios estudios sobre el tema, todavía nos queda realizar un análisis más profundo teniendo en cuenta los diferentes tipos de ejercicios.

Por tanto, el objetivo de este estudio fue verificar, por medio de una revisión en la literatura, la relación entre el ejercicio aeróbico y el resistido en la HPE en hipertensos.

Para eso se realizaron búsquedas en las bases Scielo y Medline, considerando los estudios en inglés y en la muestra de humanos adultos hipertensos los principales criterios de inclusión. Fueron encontrados 126 estudios. Sin embargo, formaron parte de los análisis 32 artículos, de los cuales cinco involucraban el ejercicio resistido y 27 el ejercicio aeróbico. Sobre el ejercicio resistido, aunque los estudios utilizasen modelos diferentes de prescripción, hubo HPE principalmente en el ambiente laboratorial. Después del ejercicio aeróbico, se observó HPE por mayores períodos de tiempo. Pero también ocurren conflictos sobre la mejor intensidad y duración para la prescripción de esa actividad.

Aparentemente, ocurren mayores reducciones en la presión arterial después del ejercicio aeróbico en comparación con el ejercicio resistido en hipertensos. Sin embargo, para arribar a conclusiones más efectivas, se hacen precisos estudios que acompañen la presión arterial de forma ambulatorial.

Palabras clave: Hipertensión, ejercicio, hipotensión.

Introducción

La hipertensión arterial (HA), afecta a una parte significativa de la población adulta mundíal1, y es el factor de riesgo para enfermedades cardíacas y para la disfunción renal2. Los cambios en el estilo de vida, como la también la reducción en el consumo de alcohol y el cigarro, buenos hábitos alimentarios y el mantenimiento del peso corporal, se aconsejan como parte de la prevención y el tratamiento no medicamentoso de la HA2,3. Además de esos factores, la práctica frecuente de ejercicios físicos se recomienda como una forma de reducir los valores de presión arterial (PA) de reposo4.

Independientemente de la posible reducción de la PA de reposo, como resultado del ejercicio regular (efecto crónico), puede existir también la reducción por debajo de los valores de reposo en los momentos posteriores a la realización de una sesión de ejercicios, lo que se denomina hipotensión pos ejercicio (HPE)5. Uno de los primeros datos científicos sobre el aparecimiento de ese fenómeno, se relató en 1981 por William Fitzgerald6, cuya PA estaba sistemáticamente reducida después de un ejercicio aeróbico (carrera, 25 min, 70% de la frecuencia cardíaca máxima).

La HPE puede ser considerada como una importante estrategia para auxiliar en el control de la PA de reposo, principalmente en los hipertensos5. Respecto del ejercicio físico, el aeróbico es el más estudiado y el que más se recomienda para promover HPE en hipertensos y normotensos7. Sin embargo en los hipertensos, las informaciones que se tienen respecto del efecto de las variables duración e intensidad todavía son controvertidas.

Además del ejercicio aeróbico, el ejercicio resistido también se recomienda como parte de un programa de entrenamiento para hipertensos, como forma de aumentar la fuerza muscular4. Sin embargo, hay investigaciones sobre el aparecimiento de HPE en hipertensos que usaron ese modelo de ejercicio, y aunque hayan mostrado resultados promisorios, todavía son insuficientes8-12. Incluso existen diferencias en los protocolos experimentales, como la carga, las repeticiones y la cantidad de ejercicios.

Considerando entonces los potenciales vacíos que aún nos quedan por superar en la comprensión de los diferentes ejercicios sobre la HPE en hipertensos, es relevante investigar esa temática. En ese contexto, el objetivo del presente estudio fue revisar la literatura sobre los efectos de los ejercicios aeróbico y resistido en la HPE en hipertensos. Por añadidura, también presentamos y comentamos los mecanismos fisiológicos que están involucrados.

Métodos de búsqueda e inclusión de artículos

Dos investigadores independientes realizaron búsquedas en las bases Medline y Scielo. En el Medline, para la búsqueda de las referencias relacionadas con el ejercicio aeróbico, se usaron por separado los términos dynamic exercise y aerobic exercise, asociados a los términos hypotension, hypertension, post-exercise, postexercise, blood pressure y acute response en el título o en el resumen. Para la búsqueda de referencias sobre el ejercicio resistido, fueron utilizados por separado, los términos resistance exercise y strength exercise, seguidos de los demás términos ya descritos. En el Scielo, la búsqueda se dio con los términos descritos separadamente en el título.

Los criterios de inclusión de artículos fueron los siguientes: 1) artículos que verificaron respuestas de la PA después del ejercicio aeróbico o resistido por un período mínimo de 30 minutos; 2) duración del ejercicio igual o superior a 15 minutos (para el ejercicio aeróbico); 3) publicación en inglés hasta setiembre de 2009; 4) muestra compuesta por adultos e hipertensos, o sea, el promedio de PA del grupo estudiado mayor o igual a 140 mmHg para la presión arterial sistólica (PAS), o 90 mmHg para la presión arterial diastólica (PAD)2.

Después del filtro de las búsquedas con las palabras clave, se encontraron 126 estudios. De ellos, se excluyeron los experimentos sobre el efecto crónico del ejercicio, los modelos animales, las respuestas de la PA durante el ejercicio, la muestra normotensa/prehipertensa, el estrés ortostático, la revisión de la literatura y los que tuvieron una duración en el ejercicio menor que 15 min. (Figura 1). Por tanto, 32 estudios formaron parte de las referencias de esta investigación, de los cuales, cinco abordaron el ejercicio resistido (muestra total de 72 individuos) y 27 el ejercicio aeróbico (muestra total de 638 individuos). Los principales hallazgos de los estudios que involucraron ejercicio resistido están resumidos en la Tabla 1. Además, la Tabla 2 refleja los principales resultados de los estudios que abordaron el ejercicio aeróbico.


Hipotensión post-ejercicio resistido

Hubo una gran discrepancia entre los protocolos de ejercicios resistidos, en que la variación se dio con relación a la ejecución (convencional8,10,12 y circuito9,11); a la intensidad (desde leves8,9,11 a elevadas10,12), a las repeticiones (entre 8 y 20), y al intervalo de recuperación (entre 30 y 120 segundos). Por otra parte, el número de ejercicios utilizados presentó poca variación (entre 4 y 7) solicitando, principalmente, grandes grupos musculares. De manera general, una comparación entre los estudios queda fragilizada, habida cuenta de la diversidad de los protocolos utilizados en la prescripción del ejercicio.

En todos los estudios, se observó una caída en los valores de PAS después de la sesión de ejercicios. Esa reducción se dio, principalmente, en la primera hora después de la realización de la actividad y fue algo independiente del protocolo usado. En el estudio de Melo et al8, además de verificar la caída en todo el período en el ambiente laboratorial, ella se extendió durante diez horas cuando la muestra fue autorizada para las actividades diarias, pareciéndose con algunos estudios que investigan el ejercicio aeróbico13-16. Vale resaltar que, en ese experimento, la muestra utilizaba una medicación para el control de la PA (captopril). Ese resultado posee una gran validez externa, porque el ejercicio resistido aplicado concomitantemente al uso del medicamento puede potenciar la duración de la reducción de la PA.

Respecto de la PAD, solamente tres estudios8,11,12 verificaron HPE, a pesar de utilizar protocolos distintos. Moraes et al11 observaron una caída en los valores de PAD en momentos aislados (5º, 10º y 60º minutos), del período de seguimiento después del circuito con pesas, hecho ese que reduce la relevancia clínica de la HPE por no causar una caída constante en la PA. Medíano et al12, utilizando el método convencional, también verificaron reducciones en momentos aislados (30º y 50º minutos). Sin embargo, en ese estudio se usó una intensidad elevada (10RM), y los individuos usaban medicación. La prescripción de intensidad elevada reduce la validez externa, al verse que, para individuos hipertensos, la recomendación es de una intensidad leve a moderada por el hecho de provocar menores elevaciones en los valores de PA durante la realización del ejercicio4.

Además, un estudio8 constató la disminución de la PAD (45º y 75º minutos) en un ambiente controlado. Sin embargo, los valores de PAD permanecieron reducidos durante diez horas después de la realización del ejercicio con relación al día control. Resultados como los encontrados en esos estudios8 son relevantes, porque le facilitan a los individuos hipertensos por ejemplo, un menor tiempo de exposición a los valores de presión elevados, tanto para la PAS como para la PAD. Pero independientemente de los resultados descritos por Melo et al8, es importante considerar que la reducción de la PA no se dio con relación a los valores de reposo obtenidos en el día del ejercicio, sino solamente con relación al día en que no hubo ejercicio (control). Por tanto, y teniendo en cuenta que la HPE es la reducción de la PA con relación a los valores anteriores al ejercicio, se hacen necesarios más estudios que investiguen la PA durante períodos más extensos para obtener mayores clarificaciones.

Finalmente, un estudio9 que contó con individuos entrenados, no constató reducción en la PAD. Considerando que el entrenamiento crónico puede provocar ajustes hemodinámicos en el organismo17, es posible que eso interfiera sobre la HPE en individuos entrenados. En ese sentido, el beneficio causado por la práctica del ejercicio ya habría sido adquirido por el efecto crónico y por lo tanto, no se observaría después de solamente una sesión de ejercicio. Sin embargo, no se encontraron estudios que hayan analizado la influencia del estado de entrenamiento de hipertensos sobre la HPE, por eso, mayores inferencias sería pura especulación. De una forma similar, algunos estudios18,19 que involucran a normotensos entrenados tampoco encontraron reducciones significativas en la PAD después de una sesión de ejercicios resistidos.

Con relación a los mecanismos fisiológicos involucrados en la caída de la PA después del ejercicio resistido, solamente se encontraron dos estudios11,20, siendo que uno11 utilizó como muestra individuos hipertensos, y el otro20, normotensos. Moraes et al11 identificaron que la HPE está relacionada con la liberación del vasodilatador calicreína21. Pero esa sustancia ha sido muy poco estudiada en el contexto de la HPE y por ahora no se conoce su real aporte para la reducción de la PA posterior al ejercicio. En normotensos, Rezk et al20 analizaron la resistencia vascular periférica (RVP), y el débito cardíaco (DC), posteriores al ejercicio resistido con intensidades de 40 a 80% de 1RM. El ejercicio de menor intensidad generó HPE tanto para la PAS como para la PAD, pero el mecanismo que se verificó fue la reducción del DC con el mantenimiento de la RVP. En contrapartida, el ejercicio de mayor intensidad promovió HPE solamente para la PAS, la cual se relacionó principalmente con la reducción del DC, ya que la RVP aumentó después de la realización del ejercicio. Sin embargo, fueron utilizados como muestra jóvenes sanos, lo que no permite a ciencia cierta, la extrapolación de los datos para los hipertensos.

Hipotensión posterior al ejercicio aeróbico

En el ejercicio aeróbico, la mayoría de los estudios utilizó el Cicloergómetro11,13-15,23-25,28-32,39,41-43, algunos utilizaron la cinta ergométrica16,22,26,27,33-38,40, y solamente un estudio utilizó la carrera en el agua36.

Con relación a la HPE y al ejercicio aeróbico, observamos que solamente dos estudios25,26 no constataron reducciones en la PAS y PAD, bien con relación al reposo, bien con relación al día control. Además de esos, algunos estudios11,22,33,34,36-40,42,43 verificaron HPE en cortos períodos de tiempo (30 y 120 minutos), tanto para la PAS como para la PAD. Las reducciones de la PA por períodos cortos causan un menor impacto para la salud cardiovascular de un individuo hipertenso, visto que la duración de la caída de la PA es el factor más importante para el surgimiento de ese fenómeno44. Sin embargo, de esos 11 estudios, ocho22,33,34,36-40 utilizaron el método auscultatorio y dos42,43 utilizaron la medida intraarterial de la PA, lo que impide el seguimiento de la PA fuera del ambiente laboratorial.

Dentro de ese contexto, aproximadamente un 50% de los estudios13-16,23,24,27-32,35,41 que involucran ejercicio aeróbico verificaron reducciones en la PAS y PAD por largos períodos. Sin embargo, para la PAS, solamente dos estudios14,15 observaron reducciones con relación a los valores anteriores al ejercicio, hecho que caracteriza el fenómeno de la HPE. Los resultados de algunas investigaciones13,16,23,27,31,32,35 fueron decisivos para el día control, pero no en comparación con los valores de reposo. También algunos estudios24,28-30,41 encontraron un aumento en los valores de PAS con relación al reposo, no obstante, esos valores fueron menores si se les compara con el día control.

Por otra parte, para la PAD, la HPE se dio en seis estudios14,15,24,28-30. Las reducciones solamente con relación al día control se verificaron en ocho estudios13,16,23,27,31,32,35,41, y a diferencia de la PAS, ningún estudio observó el aumento con relación a los valores anteriores al ejercicio para la PAD. La comparación de la PA con relación al día control es importante, porque nos permite visualizar el comportamiento de los valores de presión sin tener que realizar el ejercicio. Sin embargo, como ya fue dicho, el concepto de HPE es la reducción de los niveles de PA con relación a los valores de reposo y sería interesante cuantificar y cualificar el comportamiento de la muestra el día control para alcanzar mayores inferencias.

Parece que no hay una cohesión entre los resultados obtenidos en los estudios en lo que se refiere a la intensidad y a la caída de la PA después del ejercicio. Por eso, la HPE puede ser observada después del ejercicio de baja23,27,36,39, moderada15,22,30,31 y elevada intensidades35,38. En ese sentido, algunos estudios13,14,16,24,28,29,34,41 intentaron comparar directamente la intensidad con la reducción de la PA, pero los resultados son conflictivos. Algunas investigaciones16,34 arrojaron intensidades más elevadas (70 y 75% del VO2máx.), que generan mayores reducciones en los valores de presión que intensidades más leves (50% del VO2máx.). En contrapartida, algunos estudios13,14,24,28,29,41 no verificaron diferencias en cuanto a la respuesta de la PA y a la intensidad del ejercicio.

Vale la pena destacar que algunos experimentos32,33 compararon el ejercicio continuo con el ejercicio de intervalo, y sugieren que el ejercicio continuo posee una pequeña ventaja con relación al ejercicio de intervalo. Por lo tanto, no hay un consenso en la literatura respecto de la relación de intensidad y de HPE para individuos hipertensos. Sin embargo, la recomendación del Colegio Americano de Medicina del Deporte4, indica la prescripción de intensidad leve/moderada (40 y 60% del VO2máx), justamente por provocar menores elevaciones de la PA durante el esfuerzo y por ende, proporcionar una mayor seguridad.

Otra variable que puede interferir en la HPE es la duración del esfuerzo, pero se observó una reducción de la PA tanto en ejercicios con una menor duración (15 y 20 minutos)30,41 como con mayores duraciones (50 minutos)22,27,37,40. Bennett et al37 verificaron la respuesta de la PA con la realización del ejercicio intermitente, en que los individuos se ejercitaban durante diez minutos y descansaban tres minutos. Esa rutina se repitió cinco veces, y así los autores pudieron verificar que la caída de la PA sufría una influencia de la duración del esfuerzo. Sin embargo, un estudio26 usó una metodología muy similar pero sin observar reducción de la PA posterior al ejercicio. En ese contexto, estudios que comparan directamente la respuesta de la PA con la duración del ejercicio, poseen resultados conflictivos, ya que existen indicios de que mayores duraciones pueden proporcionar mayores reducciones en los valores de presión45. Por otra parte, otros resultados sugieren no haber una diferencia en la HPE con la realización de ejercicios con menores duraciones (10 minutos), o mayores duraciones (30 minutos)46. Guidry et al41, estudiando individuos hipertensos, observaron una pequeña ventaja para el ejercicio de mayor duración (30 minutos versus 15 minutos) para la PAD. Por lo tanto, parece que no hay una relación entre la duración del ejercicio y la HPE, por eso se hacen necesarios más estudios en ese contexto, ya que dos45,46 de los tres estudios que investigaron la influencia de la duración del esfuerzo sobre la HPE utilizaron como muestra individuos prehipertensos.

Los mecanismos que están involucrados en la caída de la PA después del ejercicio aeróbico, pueden ser diferentes de los que están involucrados en el ejercicio resistido. Curiosamente, Rueckert et al38 observaron un estándar bifásico en la HPE, en que inicialmente la caída de la PA está determinada por la reducción de la RVP, seguida por una disminución del DC. Además, algunos estudios23,34 verificaron que la HPE está determinada solamente por la reducción del DC, que está relacionada con la reducción del volumen sistólico. Hagberg et al34 verificaron que en los individuos ancianos, la HPE ocurre probablemente intermediada por la reducción del DC, ya que con el avance de la edad, se produce un aumento en la rigidez arterial y por ende, una menor capacidad de vasodilatación47.

Algunos estudios15,39 verificaron también, que la caída de la PA repercute en la disminución de la RVP, que puede estar relacionada con la liberación de sustancias vasodilatadoras como el óxido nítrico44,48, prostaglandinas49,50 y adenosina51. Pero estudios que bloquearon la síntesis de óxido nítrico y de prostaglandinas continuaron observando la caída de la PA52,53. La reducción de la RVP también puede estar conectada a una reducción de la actividad nerviosa simpática, que fue observada tanto en humanos54,55 como en modelos animales56. Franklin et al57 verificaron que la termorregulación es otro factor que podría estar relacionado con el surgimiento de la HPE. Pero algunos estudios sugieren que existe muy poca aportación de la termorregulación7 y de las circulaciones esplánica58, cutánea59 y cerebral60 para la HPE. Finalmente, otro mecanismo que puede estar relacionado con la HPE es la función barorrefleja, que parece aumentar después de una sesión de ejercicios61,62. Ese mecanismo actúa de dos formas, habiendo una reducción de la RVP y de la frecuencia cardíaca con el aumento de la PA y en contrapartida, el aumento de esas variables con la reducción de los valores de presión63.

Por lo tanto, no hay pruebas sobre el exacto mecanismo que está involucrado en la HPE, porque parece que hay una confluencia de varios factores para el surgimiento del fenómeno. Vale destacar que gran parte de los estudios que envuelven mecanismos relacionados con la caída de la PA, utilizó como muestra individuos normotensos o modelos animales. Por eso, los resultados deben ser analizados con un cierto cuidado, porque su extrapolación para la población hipertensa puede no ser muy exacta.

Monitorización de la presión arterial post-ejercicio

Sobre la monitorización de la PA Post-Ejercicios aeróbicos y con pesas, dos estudios9,12 utilizaron solamente el método auscultatorio después del ejercicio resistido y ocho estudios22,33,34,36-40 después del ejercicio aeróbico. En esos experimentos, los investigadores realizaron un seguimiento de la PA entre 30 y 120 minutos, y las medidas fueron registradas, en la mayoría de los casos, a cada diez minutos. Además, dos estudios42,43 utilizaron la medida directa de PA. Esos procedimientos son interesantes, porque le permiten al investigador analizar el comportamiento cardiovascular en la ausencia de variables de intervención, pero disminuyendo la validez externa de los resultados.

Por otra parte, tres estudios8,10,11 que involucraron pesas, y diecisiete11,13-16,23-32,35,41 que usaron el ejercicio aeróbico, utilizaron la monitorización ambulatorial de la presión arterial (MAPA). Sin embargo, en algunos casos, la información traducida por los resultados de la MAPA puede causar una confusión en su compresión. Por ejemplo, un estudio32 concluyó que la PA se redujo significativamente en el promedio de las 24 horas de monitorización. Pero la reducción significativa de la PA se dio solamente en las medidas realizadas durante el período nocturno. Entonces, el lector puede pensar que el ejercicio proporcionó una reducción en todas las 24 horas.

Además del análisis durante el período de 24 horas, la MAPA puede ser utilizada en la división de los períodos del día, o sea, 24 horas, vigilia y sueño2,3. Por ejemplo, ella puede ser usada para la detección de pacientes con hipertensión refractaria. La utilización de ese método es bastante interesante, porque hace posible la comparación entre los valores de PA en la consulta y en el período de vigilia, en que tales medidas comparativas pueden favorecer la detección de hipertensos con el efecto de bata blanca64.

Conclusión

Aparentemente, el ejercicio aeróbico proporciona reducciones de mayor magnitud y duración en la PA en comparación con el ejercicio resistido. Sin embargo, hay que desarrollar más estudios que apliquen el ejercicio resistido en individuos hipertensos. No hay un modelo de prescripción para el ejercicio con pesas que genere mayores reducciones en los valores de presión en hipertensos. Pero en lo que concierne a la seguridad de los individuos, la intensidad debe quedar alrededor del 50% de 1RM, con intervalos mínimos de un minuto (entre las tandas y los ejercicios), y se deben utilizar ejercicios que soliciten principalmente los grandes grupos musculares. Además de eso, debemos evitar la utilización de largas tandas que conlleven al agotamiento, lo que podría generar mayores elevaciones en la PA.

La prescripción de la mayoría de los estudios con relación a las actividades aeróbicas varió entre 50 y 60% del VO2máx, con duraciones entre 30 y 45 minutos, siendo realizadas de forma continua. Vale resaltar que todavía existen resultados conflictivos con relación a la mejor intensidad y a la duración para ese modelo de ejercicio.

El mecanismo exacto que está involucrado en la HPE permanece sin descubrirse, existiendo un mecanismo compensatorio. O sea, la reducción de la PA se debe a la reducción de la RVP o del DC, pero cuando no existe reducción de una de esas variables, ocurre una compensación de la otra, para promover la reducción de los niveles de PA. Finalmente, hay que hacer más estudios que investiguen el comportamiento de la PA con relación a los valores anteriores al ejercicio, y por largos períodos de tiempo, para proporcionar mayores clarificaciones sobre esa problemática.

Potencial Conflicto de Intereses

Declaro que no existen conflictos de intereses pertinentes.

Fuentes de Financiación

El presente estudio no contó con fuentes de financiación externas.

Vinculación Académica

Este artículo forma parte de la disertación de Maestría de PauloGomes Anunciação por la Universidade Estadual de Londrina.

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  • Correspondência:

    Marcos Doederlein Polito
    Departamento de Educação Física - Universidade Estadual de Londrina
    Rodovia Celso Garcia Cid, km 380
    86051-980 - Londrina, PR, Brasil
    E-mail:
  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      04 Mar 2011
    • Fecha del número
      Mayo 2011

    Histórico

    • Revisado
      11 Dic 2009
    • Recibido
      02 Oct 2009
    • Acepto
      12 Feb 2010
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