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FRIEDRICH EDUARD BENEKE:PSICOLOGISMO, PSICOLOGIA Y METAFÍSICA*

FRIEDRICH EDUARD BENEKE: PSYCHOLOGISM, PSYCHOLOGY AND METAPHYSICS

RESUMEN

El nombre de Beneke ha quedado indisolublemente ligado al concepto de psicologismo y, por extensión, a la decisiva crítica que los Prolegómenos husserlianos dirigen a este movimiento. En el presente texto, procuramos ofrecer una visión más diferenciada de su filosofía considerando aspectos de su pensamiento hoy olvidados y situándolo dentro de la tradición del método psicológico. De esta forma, se abren perspectivas no sólo para la comprensión de la mencionada tradición, como también para una consideración del psicologismo y del Psychologismusstreit, más adecuada a la realidad histórico-filosófica y menos unilateralmente influenciada por la autoridad de Husserl.

Palabras claves:
Psicologismo; Método psicológico; Questão lógica; Metafísica; Beneke; Brentano

ABSTRACT

Beneke’s name has been inextricably linked to the concept of psychologism and, by decorum, to the decisive criticism that the Husserlian Prolegomena directed at this movement. In this text we try to offer a more diferentiated vision of his philosophy, considering aspects of his thought that are now forgotten and placing them within the tradition of the psychological method. In this way, perspectives are opened not only for the understanding of the aforementioned tradition, but also for a consideration of psychologism and Psychologismusstreit more appropriate to the historical-philosophical reality and less unilaterally influenced by the authority of Husserl.

Keywords:
Psychologism; Psychological method; Logische Frage; Metaphysic; Beneke; Brentano

1. Introducción

Si los Prolegómenos husserlianos son un documento imprescindible que debe ser tomado en cuenta en toda investigación del Psychologismusstreit (PS), no es menos cierto que quien quiera profundizar en el tema tiene que tomar distancia respecto de ellos. El hecho de que el abordaje historiográfico del problema del psicologismo haya sido determinado por los Prolegómenos ha tenido como consecuencia estudiar el PS siguiendo sin crítica las líneas directrices que ellos establecen, en vez de, al contrario, reconstruir este fenómeno histórico tal como el efectivamente aconteció para, de esta forma, fjar adecuadamente el horizonte en el cual ellos deben ser comprendidos. Si colocamos a los Prolegómenos en la perspectiva adecuada, resulta claro entonces que ellos trabajan en base a una serie de nivelamientos entre conceptos y procesos que pueden y deben ser diferenciados. Con respecto a lo primero, obsérvese que los Prolegómenos han sido decisivos en

  1. a. promover la idea de que el psicologismo es básicamente una cuestión referida a la lógica;

  2. b. igualar sin más psicologismo y método psicológico (MP)1 1 Inmediatamente clarificamos la noción de MP. y,

  3. c. dado que el psicologismo según Husserl necesariamente conduce al relativismo, introducir la idea de que el MP implica relativismo.

Con respecto a lo segundo, digamos que las identificaciones anteriores tienden a nivelar el fenómeno del MP y, eventualmente, el psicologismo que de él se deriva, con el psicologismo promovido como consecuencia de los desdoblamientos de la “logische Frage2 2 Clarificamos la noción de logische Frage más adelante. . En las líneas que siguen, nos proponemos corregir esas simplificaciones mostrando la inadecuación de las mismas en un caso particular, a saber, en el caso de Friedrich Eduard Beneke.

Ciertamente, algunos de los lectores del presente trabajo jamás han escuchado hablar de Beneke. Aquellos pocos que, sin embargo, conocen al menos su nombre, lo vincularán esencialmente al concepto de “psicologismo” y a los Prolegómenos husserlianos. La perspectiva anterior tiene como consecuencia que sólo se considera su System der Logik als Kunstlehre des Denkens y, sobre tal punto de vista, que se lo nivele en un mismo grupo con psicologistas tales como Sigwart, Erdmann, Wundt o Lipps. Con esto, aspectos esenciales del pensamiento de Beneke son simplemente ignorados y diferencias fundamentales con los antes nombrados pasadas por alto. Este artículo se propone ofrecer un punto de vista diferenciado sobre Beneke, clarificando su relación con ese fenómeno llamado “psicologismo”.

2. El Método Psicológico

El pensamiento de Beneke puede ser caracterizado como una reacción radical a la tendencia asumida por la filosofía alemana con el idealismo especulativo, al cual opone un no menos radical empirismo sustentado en el desarrollo exitoso de la Naturwissenschaft (NW). Se trata básicamente de, siguiendo el modelo de la NW, construir una filosofía como ciencia rigurosa, de certeza plena, basada en última instancia en la experiencia (1845, p. 52; 1832a, p. 51; (1877) 2006, p. XV; 1842, II, pp. 243-244). Dado que existen dos tipos de experiencia, interna y externa, y con la externa se ocupa la NW, corresponde a la filosofía ser la ciencia de la experiencia interna. En cuanto tal, la filosofía es básicamente “psicología” (1845, pp. 51, 91ss., 338; 1832a, pp. 89-91; 1833, p. 14). Pero, si lo que lleva a fundar la filosofía en la psicología es el deseo de fundarla en la experiencia, la psicología que puede cumplir con este papel debe ser ella misma plenamente empírica, esto es, “pura” (1832a, pp. 100) y, en consecuencia, autónoma tanto frente a la fisiología (contra el materialismo), cuanto a la metafísica (contra Herbart).

De lo expuesto hasta ahora resulta obvio que Beneke es un claro representante de un movimiento característico del siglo XIX que se autodenominó “MP”. Ahora bien, si el MP está vinculado a la idea de una fundamentación puramente empírica de la psicología, se debe distinguir la discusión en torno al MP de la discusión en torno al método de la psicología. La cuestión referente al método de la psicología es la de cuál debe ser el método de una cierta disciplina singular, no pocas veces considerada como ciencia autónoma frente a la propia filosofía. La cuestión referente al MP, por el contrario, es una cuestión referente a la filosofía y a los caminos que ésta debe asumir para afirmar su derecho a la existencia en el marco de la llamada “crisis de identidad”. Ambas cuestiones están en un sistema de oposiciones diverso. Variantes del método de la psicología son, entre otras, introspeccionismo y conductismo. El MP, por su parte, se opone primero al método especulativo del idealismo alemán, luego al método transcendental neokantiano y, finalmente, al método fenomenológico.

En principio, y como lo hemos hecho, podemos decir sin más que el MP consiste en el proyecto de fundamentar la filosofía en la psicología. Sin embargo, es claro que este proyecto adquirirá formas específicas según como se entiende la filosofía y, más concretamente, según cuales sean las disciplinas que sean concebidas como integrantes de la misma.

Para Beneke, la filosofía consiste de lógica, ética, estética, metafísica, filosofía de la historia, de la religión, del derecho y pedagogía (1842, I, pp. 3; 1833, pp. 14, 18, 20-21). Si atendemos a esto, es claro que tenemos que preguntar, ulteriormente, cómo cada una de las disciplinas filosóficas se funda en la psicología. ¿Significa acaso lo mismo decir que la lógica, la metafísica o la filosofía de la religión se fundan en la psicología, o hay diferencias relevantes que deben ser consideradas en cada caso? Esta observación marca el camino que tomará nuestro artículo a partir de ahora.

Mas, para que tal comparación sea productiva, tenemos que comenzar por clarificar lo que Beneke entiende por “metafísica”, pues, como veremos, sin ello, no es posible fjar en qué sentido la metafísica se funda en la psicología y, mucho menos, establecer correctamente la relación de esta fundación con la de la lógica o la de la filosofía de la religión.

3. La Idea de Metafísica en Beneke

Si el objetivo primario de Beneke es una fundamentación empírica de la filosofía, él, por otra parte, considera que la metafísica es una disciplina legítima. Esto implica, claro está, una cierta idea de metafísica que, en principio, sea coherente con su empirismo.

Pese a que, como veremos, Beneke se aparta en puntos esenciales de Kant, existe en él una clara y decisiva herencia criticista que se manifesta en su convicción de la existencia de límites del conocimiento humano. Todo conocimiento humano está circunscripto a la esfera de la experiencia posible. En consecuencia, metafísica no es en Beneke, como en la tradición racionalista que Kant critica, conocimiento de objetos supra-empíricos, sino conocimiento de lo que es “en-sí”. Por tanto, conocimiento empírico no es necesariamente conocimiento fenoménico, sino que es posible conocimiento del en-sí en los límites de la experiencia posible.

Si metafísica no es otra cosa que conocimiento del ser en-sí, el problema fundamental y primero de esta disciplina es el pasaje de la representación (Vorstellung) al ser (1822, p. 8; 1840, pp. 37-38, 75; 1826, p. 3). Ahora bien, este pasaje solamente será posible en la medida en que encontremos una representación que coincida con el ser (1822, p. 6). Es esto lo que acontece en el auto-conocimiento y solo en él, pues, en este caso, el ser está dado con el mismo representar (1826, pp. 41-42; 1840, p. 123). La tesis de que todo objeto no es sino una representación (Vorstellung) es internamente contradictoria y se anula a si misma (1822, p. 9).

El punto central para la fundamentación de una metafísica empírica es, pues, la distinción entre dos modos radicalmente diversos de percepción, la interna y la externa, así como, más allá de lo anterior, la afirmación del radical primado epistemológico y ontológico de la primera sobre la segunda. La percepción interna es evidente, inmediata y nos da un en-sí; la percepción externa es dudosa, mediata y nos da únicamente un fenómeno (1845, p. 53; (1877) 2006, p. 129; 1822, pp. 10, 11, 12; 1826, pp. XIX-XX). Lo anterior implica: la tesis kantiana, reafirmada por Herbart, de la esencial fenomenalidad de la percepción interna, es falsa.

El conocimiento de mí mismo no solamente es conocimiento de un existente en-sí, sino también conocimiento de este existente tal cómo él es en-sí. Más aún, la percepción interna no solamente me proporciona conocimiento directo e inmediato del “como” de algo absolutamente existente, sino que, además, me da conocimiento de aquello que es propio y característico del ser absolutamente existente en cuanto tal, esto es, me da conocimiento de los principios del ser en cuanto ser, de sus Grundverhältnisse, a saber, tiempo, causalidad y substancia. Todas las relaciones fundamentales propias del ser en cuanto ser son conceptos simples que, por tanto, o se dan en una experiencia elemental, o no se dan en absoluto (1826, p. 59). La experiencia elemental en que se fundan estos conceptos nos es dada en la percepción interna, en la cual tenemos un acceso directo e inmediato a la temporalidad, la causalidad y la sustancialidad (1826, p. 61). En tanto que el espacio tiene un carácter puramente fenoménico, debiendo ser concebido como resultante de factores objetivos y subjetivos, el tiempo no es el modo en que el psiquismo aparece, sino el modo en que el psiquismo es. Asimismo, en la percepción interna está dado directamente el vínculo causal efectivo entre dos acontecimientos, siendo que la mera contigüidad sólo aparece en la percepción externa. Del mismo modo, en tanto la substancia no es algo que está por tras de los fenómenos, sino simplemente el conjunto coordinado de algo que propiamente es, el psiquismo es substancia

Si la percepción interna nos da acceso a un ser en-sí, es a partir de ella que sus determinaciones son proyectadas a la experiencia externa (1822, pp. 13-15). Para que esta proyección sea posible, tiene que haber un vínculo entre percepción interna y externa. Ese vínculo está presente porque hay una relación intrínseca entre la percepción interna y al menos una percepción externa, a saber, la de nuestro cuerpo. Es a partir de esta relación intrínseca que se hace posible, por grados, afirmar la existencia de transcendencias y de modos de ser que se alejan cada vez más de nuestra percepción interna. Si el conocimiento de mí mismo es el único conocimiento que tengo de algo en-sí, será sobre la base de este conocimiento que se construirá toda posibilidad de conocimiento de otro ser que no sea yo (1822, pp. 13, 15, 20; 1826, pp. XXI, 15).

4. El Método Psicológico I

Una vez clarificado el concepto benekiano de metafísica, podemos volver a la cuestión referente al MP y hacer un análisis detenido de la misma. Un primer y fundamental argumento para afirmar que la filosofía debe fundarse en la psicología es que todos los conceptos, incluidos pues los conceptos de los cuales trata la filosofía, son “productos” de actividades psíquicas y que, por tanto, en cuanto es papel fundamental de la filosofía clarificar estos conceptos, corresponde a la psicología un rol decisivo en esta clarificación en la medida que investiga el proceso de su formación y, en definitiva, los remite a las experiencias básicas en las cuales ellos se sustentan y de las cuales ellos se originan (1832a, pp. 89-91; 1845, p. 349).

Establecido el principio general, veamos como él se aplica a casos concretos. Los conceptos básicos de la lógica, tales como concepto, juicio e inferencia, así como sus percepciones fundantes, no solamente son productos psíquicos, sino que todos ellos remiten a procesos psíquicos. Los conceptos de la metafísica, por su parte, son, en cuanto conceptos, productos psíquicos, tanto como los de la lógica. Pero, ¿son ellos conceptos de fenómenos psíquicos? Parecería, en principio, que tenemos que responder a esta pregunta de un modo afirmativo. Sin embargo, inmediatamente debemos llamar la atención sobre una importante diferencia con otros conceptos, a saber, que ellos son conceptos referidos a algo que existe en-sí. Conceptos propios de la religión son, por su parte, según Beneke, el concepto de Dios e inmortalidad. Estos conceptos son tanto productos psíquicos como los anteriores, pero, a diferencia de ellos, por su propia naturaleza, pretenden referirse a una realidad supra-empírica. Por tal razón, el intento de génesis intencional fracasa en este caso y, dado que de hecho poseemos estos conceptos, la génesis intencional truncada es complementada con una génesis causal que no da cuenta propiamente de la legitimidad de sus contenidos específicos, sino tan solamente de su existencia (1833, pp. 25ss.).

Del rápido análisis efectuado, surge con claridad que la legitimación del MP basada en el hecho de que todos los conceptos filosóficos son productos psíquicos, solo puede valer como una primera respuesta, pero en ninguna forma agota el tema. Si se profundiza el análisis, se perciben diferencias decisivas de caso a caso. En el caso de los conceptos de la lógica y la metafísica, el análisis genético evidencia el origen intencional de estos conceptos en la experiencia, en el caso de la religión esto no sucede. Esto da al MP dos sentidos esencialmente diferentes, pues en tanto que la función que cumple en el segundo caso es meramente causal-explicativa, la función que cumple en el primer caso es legitimadora. Pero, aun cuando los conceptos de la lógica y de la metafísica tengan en común el que ambos pueden ser fundados en experiencias, existe aquí aún una diferencia fundamental, pues en tanto que los conceptos de la lógica son conceptos de nuestras actividades psíquicas, los conceptos de la metafísica son conceptos de un ser en-sí3 3 Las diferencias apuntadas no son tematizadas por Beneke con la atención que merecen, aun cuando tampoco totalmente ignoradas. Compare 1845, p. 51. .

5. El Método Psicológico II

Además de los ya referidos, existen otros textos en que Beneke, y de una forma no menos clara, ofrece otra fundamentación del MP, a saber, textos según los cuales, no propiamente nuestros conceptos, sino todos los posibles objetos de conocimiento son considerados “productos psíquicos”. En tal caso, la psicología es la ciencia fundamental porque todas las ciencias posibles no pueden tratar sino de objetos que se encuentran en el alma y son producidos por ésta (1845, pp. 92, 238-239; 339; 1833, p. 14; 1832a, p. 89). Veamos que ocurre cuando aplicamos esta tesis a lógica, religión y metafísica. Sin duda podemos decir que la lógica y la religión tratan de productos psíquicos, aun cuando estos productos tengan una naturaleza muy diferente. ¿Pero podemos decir lo mismo de la metafísica? En principio, parecería que podríamos aplicar esta tesis también a la metafísica y decir que sus objetos son productos psíquicos. En este caso, obtenemos una variante ciertamente posible del MP. Pero, y este es el punto decisivo, esta variante claramente no es la de Beneke. Por el contrario, ella es una variante que él critica y descarta, tanto porque afirma que el objeto de la metafísica es un en-sí, cuanto porque para fundar la posibilidad de esta disciplina expresamente niega que todo objeto sea una representación, considerando tal tesis como internamente contradictoria.

En suma: si Beneke ofrece dos formas de fundamentación del MP, sin diferenciar expresamente una y otra, y pasando desapercibidamente de la una a la otra, una de ellas, sin embargo, no es totalmente coherente con otros aspectos de su doctrina.

6. Profundizando la Relación entre Psicología, Metafísica y Lógica

Sabemos que, contra Herbart, Beneke pretende fundar una psicología libre de “metafísica” en el sentido de un saber especulativo y no-empírico. Pues bien, Beneke no se limita negar una tesis fundamental de Herbart, sino que pretende invertirla, esto es, no es la psicología que se debe fundar la metafísica, sino por el contrario, la metafísica que debe ser fundada en la psicología (1845, pp. 91, 94-95, 349). ¿Cuál es el sentido preciso de esta tesis?

Al decirse que la metafísica debe ser “fundada” en la psicología, se da por presupuesto que ambas ciencias son diferentes y se evita colocar explícitamente la pregunta por su relación. Si la metafísica es la ciencia del en-sí, y ella puede ser ciencia empírica porque la percepción interna nos da un en-sí, ¿acaso la psicología no es justamente una ciencia exclusivamente fundada en la percepción interna y, por tanto, su objeto de estudio no es tanto un en-sí como lo es el objeto de estudio de la metafísica? ¿No debemos entonces afirmar sin más la identidad de ambas disciplinas, en vez de hablar de la “fundamentación” de una en otra? Si queremos aún considerar que psicología y metafísica son dos disciplinas diferentes, y ya que aparentemente ambas tratan de la misma realidad, la única salida parece ser decir que abordan esta realidad en diferentes perspectivas y, por tanto, tienen un diferente objeto. Pero, ¿en qué consiste entonces la diferencia de su “objeto”?

Para Beneke, es un rasgo esencial de la filosofía su pretensión de totalidad y universalidad (1833, pp. 3, 10). Esto se expresa de modo particularmente claro en la metafísica. Por tal razón, Beneke no meramente dice que la metafísica es conocimiento de un en-sí, sino que es conocimiento de los conceptos y principios universales de todo ser en-sí. Con esto, pasa a primer plano un aspecto importante de la fundamentación de la metafísica en Beneke, que tiende a quedar en segundo plano. Si la metafísica se funda en la percepción interna, pues ésta nos da conocimiento de un en-sí, no nos da meramente conocimiento de un en-sí particular, sino también del en-sí en cuanto tal; esto es: los conceptos y principios que la metafísica establece en base a la percepción interna y por consideración a nuestro ser en-sí no valen meramente para él, sino que valen para todo ser en-sí (ver 3.).

Las precisiones establecidas con respecto a la metafísica son esenciales para poder fjar de modo correcto su relación con la psicología. Tanto metafísica como psicología se fundan en la percepción interna y tienen a través de ella conocimiento de un en-sí. Sin embargo, en tanto que la metafísica tiene como objeto ese ser en-sí en tanto ser en-sí, la psicología se ocupa con este ser en tanto el es un ser en-sí particular. La línea demarcatoria entre psicología y metafísica está dada por la esfera de aplicación de sus conceptos. Los conceptos de la psicología se aplican únicamente en un cierto ámbito de seres, aquellos que poseen “psiquismo”. Los conceptos de la metafísica, sin embargo, aun cuando tienen su origen en un ámbito restringido de seres, tienen pretensión de ser aplicados a todo existente. Esta diferencia fundamental entre ambas disciplinas se expresa concretamente en el status de sus leyes: en tanto que ambas disciplinas establecen leyes para el ser en-sí, en un caso se trata de leyes para todo tipo de ser en-sí, en el otro, para un tipo peculiar de ser en-sí. Más concretamente, en tanto que la metafísica establece como concepto primario del ser la causalidad, la psicología establece como ley básica de lo psíquico la tendencia a la asimilación reciproca de lo similar (ley esta correlativa a la de gravitación universal con respecto al fenómeno dado en la percepción externa) ((1877) 2006, p. 260).

Si tenemos en cuenta lo dicho, observamos que no solamente no podemos decir que metafísica y psicología son la misma cosa, sino siquiera que propiamente la metafísica se “funda” en la psicología. Esto es obvio cuando pasamos del plano general a los casos concretos, pues lo anterior sería tanto como decir que el principio de causalidad se funda en el principio de la fusión de lo similar. Pero obviamente lo inverso es lo correcto, o sea, el principio de la fusión de lo similar es un caso particular de ley causal. Por tanto, si nos expresamos con precisión, tenemos que distinguir psicología y percepción interna y decir, no que la metafísica se funda en la psicología, sino que tanto la metafísica, como la psicología, se fundan en la percepción interna. Dicho de otro modo: si la psicología pura se basa exclusivamente en la percepción interna, no todo conocimiento obtenido por medio de la percepción interna debe ser considerado “psicológico” ((1877) 2006, pp. 260ss.; 1845, pp. 70-71).

Estas precisiones permiten otras, ulteriores, no menos decisivas para nuestros propósitos, en la medida que introducimos como tercer elemento de comparación la lógica. Ciertamente que para Beneke, lógica y psicología no son sin más lo mismo. Por un lado, la psicología se ocupa con la totalidad de los fenómenos psíquicos, en tanto que la lógica se interesa únicamente por un pequeño grupo de ellos, a saber, aquellos vinculados al pensar; por otro, aun cuando ambas disciplinas traten del pensar, en un caso se trata del pensar en general, en el otro, del pensar “normal”, que es una instancia particular del anterior y que, siendo como él real, se distingue del mismo porque su fjación implica una perspectiva normativa (1842, p. 8; 1845, p. 94). Establecido que lógica y psicología son ciencias diversas, podemos sin embargo afirmar que a diferencia de lo que ocurría con la metafísica, la lógica se funda en la psicología, y esto, en el sentido pleno de que los conceptos y leyes básicas de la lógica son casos particulares de los conceptos y leyes básicas de la psicología. Más concretamente, si los conceptos básicos de la lógica son concepto, juicio, inferencia, la clarificación de estos conceptos remite a un análisis de la actividad de conceptualizar, juzgar e inferir. Estas actividades, en cuanto eventos psíquicos efectivos, son casos particulares de la ley de fusión de lo similar. Más aún, si en la lógica no solamente tenemos conceptos básicos, sino también ciertas leyes fundamentales, tales como identidad y no-contradicción, también estas leyes fundamentales del pensar no son sino expresión de la ley psíquica fundamental.

En suma, obsérvese la relación radicalmente diferente de metafísica y lógica con respecto a la psicología y la percepción interna, lo cual se expresa tanto a nivel de sus conceptos, como de sus leyes específicas. Si los conceptos de la metafísica se basan directamente en la percepción interna, tanto como los de la psicología y, en consecuencia, no podemos decir propiamente que ellos se basan en los de la psicología, es este justamente el caso con respecto a los conceptos de la lógica. Por otra parte, si tiene pleno sentido decir que las leyes lógicas se basan en leyes psicológicas más fundamentales, no tiene sentido para Beneke decir que las leyes metafísicas se basan en leyes psicológicas, pues ellas no son un caso particular de leyes psicológicas, como si lo son las lógicas, sino que en este caso es la relación inversa, o sea, las leyes psicológicas son casos particulares de leyes metafísicas fundamentales. Tenemos pues aquí claramente tres niveles, las leyes universales del ser en cuanto ser, la ley psicológica fundamental, que rige nuestro ser como ser psíquico y las leyes lógicas, que son casos particulares, aplicados al ámbito restringido del pensar, de leyes psíquicas fundamentales que valen para todos los ámbitos del psiquismo.

7. El Psicologismo de Beneke

Partimos de la inadecuación de igualar sin más MP y psicologismo. Digamos ahora que, sobre otra forma, esta distinción ya fue requerida por varios autores. En efecto, en la medida en que psicologismo y relativismo se transforman a partir de Windelband y Husserl en sinónimos, autores tales como Meinong o Marty exigen distinguir entre un sentido descriptivo, sinónimo de MP, y un sentido peyorativo, sinónimo de relativismo. Aun cuando esta distinción deba ser considerada, su formulación lingüística, comprensible en un cierto contexto muy específico, no es de las más felices y, por tal motivo, proponemos volver al uso característico de la expresión MP en el siglo XIX, distinguiéndola del psicologismo en el sentido de Husserl (Cf. Porta, 2020a, pp. 49ssPORTA, M. A. G. “Psicologia e Filosofia: Estudos Sobre a Querela em Torno ao Psicologismo (Psychologismusstreit)”. São Paulo: Loyola, 2020a..).

Sobre la base de la clara distinción entre MP y psicologismo, y una vez efectuado un análisis más diferenciado del MP en Beneke, estamos ahora en condiciones de abordar el tema referente al psicologismo de este autor de un modo adecuado. Es claro que Beneke es psicologista en la lógica, y es claro porqué lo es. Es claro, también, no obstante, que tal constatación no pone un punto final al análisis, sino que, en el mejor de los casos, señala su comienzo. Este análisis tiene que ir en dos direcciones, según se tenga en cuenta, por un lado, cuál es el motivo preciso de la fundamentación de la filosofía en la psicología, por otro, como este motivo repercute en el caso específico de cada disciplina filosófica4 4 Compárese el análisis de Beiser (2014, pp. 143, 155-157). .

Obviamente que, si se funda el MP en la tesis de que todo concepto es un producto psíquico, se incurre en una teoría psicologista del concepto. Como vimos, sin embargo, esta teoría tiene consecuencias muy diferentes en el caso de la lógica, de la metafísica y de la religión. En tanto que ella aun cuando por diferentes motivos está vinculada ulteriormente a una postura psicologista en el caso de la lógica y de la religión, ella no está vinculada de modo necesario a una postura psicologista en el caso de la metafísica. Ciertamente, la psicología puede estudiar el proceso de formación de todos los productos psíquicos, entre ellos, los conceptos y, por tanto, corresponde a la psicología estudiar el proceso de formación de los conceptos de la metafísica como de cualquier otro. Sin embargo, es justamente el estudio de estos conceptos que evidencia que ellos no remiten a objetos que son a su vez meros productos psíquicos.

Con lo anterior ya queda fjado un importante punto de partida para el análisis de la relación entre la primera fundamentación del MP y la segunda. Si todos los objetos de nuestro conocimiento fueran productos psíquicos, entonces ciertamente el psicologismo sería inevitable y, esto, en todas las disciplinas posibles por igual. Pero el problema está aquí en que la premisa mayor de toda la inferencia, en realidad, no es correcta. Es cierto que, por diferentes motivos, los objetos de la lógica y de la religión son productos psíquicos, pero no es cierto que los objetos de la metafísica e, incluso, los de la propia psicología, también lo sean.

El motivo por el cual la lógica se basa en la psicología es diferente del motivo por el cual la metafísica se “basa” en la psicología y, por tanto, las consecuencias de fundar la lógica en la psicología son totalmente diferente de las consecuencias de fundar la metafísica en la psicología. La metafísica se “basa” en la psicología porque la percepción interna nos da acceso a un en-sí; la lógica se basa en la psicología porque sus objetos son productos psíquicos. La fundación de la lógica en la psicología conduce necesariamente al psicologismo; la fundamentación de la metafísica en la percepción interna, no.

Para dejar establecido el importante resultado anterior, conviene aquí observar en forma separada la situación de la psicología y de la metafísica. El MP tiene motivaciones diversas y coloca diferentes acentos: se puede tratar, en un caso, de insistir exclusivamente en el primado epistemológico de la percepción interna sobre la externa, de su absoluta inmediatez frente al carácter mediato de la externa, en consecuencia, de su absoluta evidencia frente a la dubitabilidad a la cual está sometida la externa. Este primado puramente epistemológico, por otra parte, puede ir junto con un reconocimiento del carácter fenoménico de ambas y, en tal sentido, con su equivalencia ontológica. Sin embargo, es posible atribuir a la percepción interna no sólo un primado epistemológico, sino también ontológico sobre la externa, afirmando, junto con su absoluta certeza e inmediatez, su capacidad de acceder a un ser en-sí. Estas dos variantes del MP conducen a dos ideas radicalmente distintas de psicología, tal que podemos decir que la primera variante conduce necesariamente al psicologismo porque es psicologista incluso con respecto a la propia psicología. Si todos nuestros objetos son productos psíquicos, también lo es entonces el objeto de la psicología. Pero esto no ocurre en la segunda variante: no todo objeto es un producto psíquico pues por lo menos los objetos de la propia psicología no lo son. Y esto nos conduce a otra cuestión, a saber, a que tampoco los objetos de la metafísica lo son.

Si tenemos en cuenta, entonces, la relación entre el psicologismo y la tesis de que todos los objetos son productos psíquicos, por un lado, y observamos que, en el caso de Beneke, esta tesis no se aplica ni a la psicología ni a la metafísica, por otro, entonces estamos en condiciones de establecer una comparación provechosa entre el psicologismo de Beneke y el psicologismo derivado de la logische Frage. Mas para que lo que vamos a decir sea claro, debemos hacer una rápida observación sobre la logische Frage. Se entiende por logische Frage la polémica desatada por Trendelenburg contra Hegel y Herbart, esto es, contra la concepción de una lógica metafísica basada en la identidad del ser y el pensar, y contra la limitación de la lógica a la lógica general, basada en el carácter puramente formal del pensar. Una de las resultantes de la logische Frage será, contra la lógica metafísica hegeliana, insistir en la restricción de todo conocimiento humano a la esfera de la inmanencia de la conciencia, esto es, al ámbito de nuestras propias representaciones (Vorstellungen). De este modo, la lógica pasa a ser concebida como ocupándose con las “leyes del pensar” y, en definitiva, el psicologismo termina oponiéndose al “metafisicismo”. Este movimiento inmanentista en la lógica termina primando en las décadas del 80’ y 90’ del siglo XIX, y tiene entre sus figuras principales Sigwart, Erdmann, Wundt y Lipps, aun cuando en estos dos últimos haya una situación un tanto diferente con respecto a los dos primeros. Ahora bien, el movimiento inmanentista y antimetafísico en la lógica, termina chocando con la tendencia logicista surgida en vinculación con la aritmetización del cálculo primero y la teoría del número natural después. De este choque surge la forma canónica o más conocida del anti-psicologismo, expresada paradigmáticamente en los nombres de Husserl y Frege.

De lo que llevamos dicho, resulta claro que la situación en Beneke es diferente. No cabe duda, repetimos una vez más, de que Beneke es psicologista en la lógica y que, en este punto, coincide con los psicologistas derivados de la logische Frage. No cabe duda, agregamos ahora, de que también Beneke está interesado en delimitar lógica y metafísica (1832b, pp. 39ss.; 1842, I, pp. 2ss, 276-277). Existe, sin embargo, una importante diferencia entre ambos: en tanto para los psicologistas derivados de la logische Frage es esencial, para fundar la tesis de que lógica se ocupa con las leyes del pensamiento, admitir que todo objeto es una representación (Vorstsellung), para Beneke es esencial, por otros motivos, negar esta tesis. Dicho de otra forma: en tanto el psicologismo lógico derivado de la logische Frage es esencialmente anti-metafísico, Beneke, como otros pensadores pertenecientes a la tradición del MP, consideran a la metafísica una parte esencial de su programa, como veremos inmediatamente.

Esta situación lleva a un curioso punto de contacto entre el villano psicologista Beneke, y el héroe anti-psicologista Frege, el cuál hasta ahora, y debido a las simplificaciones apuntadas, ha tendido a ser pasado por alto. La crítica al psicologismo es en Frege una constante de su primera a su última obra. Sin embargo, existen importantes mudanzas en su pensamiento sobre este punto, pudiéndose hablar de una franca evolución (Cf. Porta, 2016PORTA, M. A. G. “Kerry and the Evolution of Frege’s Critique of Psychologism”. Brentano Studien, Dettelbach, Vol. XIV, 2016, pp. 270-296.; 2017PORTA, M. A. G. “The Critique of Psychologism and the Conception of Subjectivity in Frege and Husserl”. The New Centennial Review, Vol. 17, Nr. 2, 2017, pp. 135-156, Fall 2017.). Una diferencia fundamental existe entre Grundlage y Grundgesetze, pues en tanto en la primera, el punto central de la crítica al psicologismo es la distinción entre objetivo y real, en la segunda esta distinción es meramente un momento de un análisis regresivo que evidencia el “idealismo” como el último origen del psicologismo. Por “idealismo”, del cual para Frege Erdmann es un claro representante, él entiende la aceptación del “principio de inmanencia”, esto es, de la tesis según la cual mis únicos objetos directos e inmediatos son mis propias representaciones (Vorstellungen). Por tal razón, a veces Frege cualifica este idealismo como “epistemológico”. Pero si Frege en Grundgesetze identifica el idealismo epistemológico como la raíz ultima del psicologismo y afirma su falsedad, él no ofrece en esta obra ningún argumento para refutarlo. Esto acontecerá solo muchos años después, en Der Gedanke, en donde Frege expresamente mostrará que el idealismo se auto-anula, pues la pretensión de que todo objeto de conocimiento es una representación (Vorstellung) se contradice a si mismo. Ahora bien, es justamente este el argumento fregueano, el que ya estaba presente en Beneke y que, por esta razón, une a ambos en la critica a un idealismo según el cual todo es Vorstellung.

En toda nuestra exposición anterior, y siguiendo lo que es usual en las historias del PS, hemos trabajado con un concepto indiferenciado de “lógica”. En el siglo XIX, sin embargo, “lógica” significa propiamente tres cosas, a saber, lógica formal o general, epistemología y semántica. Por tanto, lo que se llama “psicologismo lógico” abarca tres tipos diferenciables, que pueden ser denominados psicologismo lógico sensu strictu, epistemológico y semántico.

Si bien admitimos que Beneke es psicologista “lógico”, podemos defender con sentido la tesis de que Beneke no es propiamente un psicologista epistemológico si, por tal, entendemos relativismo. Al lector puede extrañar esta afirmación, pero la razón es muy simple: si para Beneke es posible fundar la metafísica en la percepción interna y, en consecuencia, las categorías indican los conceptos básicos del en-sí existente, entonces, está claro que ellos no son meros modos humanos de aprehensión de la realidad dentro de la tradición de un relativismo antropológico. Con esto, ciertamente no estamos negando que Beneke pueda ser considerado como perteneciente a la tradición antropológica, mas estamos llamando la atención sobre que él posee una marcada singularidad dentro de la misma.

¿Que debemos decir con respecto a la semántica? En un importante sentido, Beneke tampoco es un psicologista semántico que considere que el significado de los términos son mis propias representaciones, como sí lo tienden a ser los psicologistas de la década del 80 y del 90 vinculados a la logische Frage. Para Beneke, como para Frege, cuando digo que la rosa es roja no estoy hablando de mi representación de rosa y atribuyendo el rojo a esta mi representación, sino que estoy hablando de la rosa y atribuyendo el rojo a ella como su propiedad. El sentido de nuestros términos y enunciados lingüísticos no son ni nuestras representaciones (Vorstellungen), ni combinaciones de nuestras representaciones (Vorstellungsverknüpfungen), sino las cosas mismas y sus relaciones entre sí (1842, I, pp. 151-153).

La distinción entre tres tipos de psicologismo, y en la medida en que ella permite un tratamiento más diferenciado del PS como un todo, permite también establecer adecuadamente la relación de Beneke a otros psicologistas. Aun cuando Fries y Beneke tienden a ser considerados en conjunto, existen importantes diferencias entre ambos e, incluso, polémicas explicitas. Una de ellas gira en torno a la comprensión del a priori. En cuanto Beneke tiende claramente a identificar a priori e innato, Fries denuncia esta identificación como ilegítima e insiste en la necesidad de ser fel a la distinción quid iuris – quid facti (al menos con respecto al conocimiento de los fenómenos) (1834, II, p. 514). Esta polémica, sin embargo, debe ser vista sólo como el comienzo de una comparación sistemática profundizada en la cual la acusación de psicologismo pasa por varios capítulos. Si bien Beneke es claramente psicologista en la lógica general, lo mismo no se puede decir sin más de Fries, para quien la lógica general establece principios válidos para el pensar de todo ser racional (Fries, 1819, pp. 3-4FRIES, J. F. “Grundriss der Logik. Ein Lehrbuch zum Gebrauch von Schulen und Universitäten”. 2te. verbesserte Auflage. Heidelberg: Mohr und Winter, 1819.). Por el contrario, si Beneke da una derivación ontológica de las categorías, la tendencia de Fries es atribuirles un carácter puramente antropológico. ¿Y qué decir de Stuart Mill? ¿Él no es según Husserl el paradigma del psicologista al afirmar que la lógica es parte de la psicología? Ciertamente, pero él es también un franco anti-psicologista semántico que, como Frege, pero también como Beneke, niega expresamente que la significación de los términos sean nuestras representaciones (Mill, 1843, pp. 15ssMILL, J. S. (1843). “System of Logic”. New York: Harper and Brothers Publishers, 1869..)

Si la mencionada discusión entre Fries y Beneke en torno a la noción de a priori es uno de los primeros capítulos del PS, ella no tiene ni por asomo la misma importancia de la polémica de Beneke con Herbart y Drobisch (1834, p. 36DROBISCH, M. W. “Beiträge zur Orientierung über Herbarts System der Philosophie”. Leipzig: Leopold Voss, 1834.; 1845, p. 254; 1842, pp. I, 11, 17ss., 22ssDROBISCH, M. W. “Empirische Psychologie nach naturwissenschaftlicher Methode”. Leipzig: Leopold Voss, 1842..). Herbart defende la idea de lógica formal y delimita claramente la misma de toda psicología, negando que la primera disciplina pueda ser fundada en la segunda. Esto era, sin embargo, justamente lo que proponía Beneke en polémica explicita con Herbart. Ya en este primer acto del drama llamado PS, aparecen argumentos y puntos de vista que se reproducen monótonamente en todo el desarrollo posterior (carácter normativo de las leyes lógicas, descriptivo de las leyes psicológicas, etc.). Pero hay un punto que merece una especial atención. Generalmente se concede sin más que Herbart es un platónico y, de esta forma, se considera la polémica Herbart–Beneke en la perspectiva de la oposición platonismo- psicologismo. Pero esta perspectiva deforma la realidad histórica, pues, aun cuando en un cierto sentido Herbart es un platónico, su platonismo es un platonismo del ideal que no puede ser asimilado al platonismo logicista de objetos abstractos. Para Herbart, la identidad de la idea en la multiplicidad de sus manifestaciones psíquicas concretas no es la identidad de un objeto abstracto, sino simplemente de un limes hacia el cual la actividad psíquica confuye. Sobre esta perspectiva, para Herbart, a diferencia de Frege, hace pleno sentido decir que Newton y Arquímedes estudien cada uno su idea de círculo ((1824) 1850, pp. 160-161). Esta tesis herbartiana es totalmente coherente con su modo de delimitación de lógica y psicología que básicamente apela a la idea de la posibilidad de dos consideraciones diversas de lo mismo, a saber, la realidad psíquica del pensar, en una perspectiva normativa y descriptiva. Si nos atenemos estrictamente a la formulación herbartiana, que Husserl aun conocía bien en su singularidad, y no la asimilamos anacrónicamente a formas posteriores de platonismo, íntimamente vinculadas al logicismo matemático, entonces vemos que. en su polémica con Herbart, Beneke no está absolutamente desposeído de todo recurso argumentativo. En efecto, Beneke observa que si se acepta que la lógica es simplemente un punto de vista sobre algo que es “psíquico”, entonces no se puede considerar por ello decidido si la lógica debe o no prescindir totalmente de la psicología (1845, pp. 57-58, 04).

8. La Tradición del MP y la Metafísica

Se podrá pensar que todo lo anterior es un esfuerzo excesivo para un resultado filosóficamente exiguo. Creemos que no. Superar las generalizaciones simplificadoras y rápidas y recolocar adecuadamente el lugar de Beneke en la historia de la filosofía es un primer y decisivo paso para situar correctamente la tradición del MP, por un lado, y, sobre esta base, ver adecuadamente su papel en el PS, por otro. Dicho de otro modo: situar a Beneke, no en la tradición del psicologismo derivado de la logische Frage y nivelado con él, sino en la tradición del MP, permite percibir algunas características peculiares del PS. Sólo cuando la tradición del MP es situada en su perfil específico y, de este modo, distinguida del movimiento de la logische Frage, es posible ver, no solo que hay dos vertientes diversas del psicologismo, sino que, más aún, hay dos vertientes diversas del anti-psicologismo: la más conocida, la del realismo lógico propio de un Frege o un Husserl, concentrada en las derivaciones de la logische Frage, y la neokantiana, esencialmente vinculada a la tradición del MP y la interpretación de Kant.

Concentrémonos entonces en la tradición del MP y, más aun, en esa variante especial del mismo que lo vincula a la metafísica. Beneke no es ni el primero ni el último que intentará fundamentar la metafísica en la psicología, pues él tampoco es ni el origen, ni el principal representante, sea de la tradición del MP, sea de la variante mencionada, sino más bien tan solo un momento intermedio entre nombres tales como Victor Cousin y Franz Brentano. Por tanto, si queremos situar mejor Beneke desde el punto de vista histórico-filosófico, tenemos entonces que hacer algunos rápidos señalamientos sobre estos dos autores. Una de las consecuencias de nuestro análisis será mostrar que el programa de una fundamentación de la metafísica en la percepción interna no sólo no implicó necesariamente una posición psicologista en la metafísica y, eventualmente en la epistemología, sino que, incluso, no siempre tuvo como objetivo sustentar un relativismo antropológico en la lógica.

8.1 Victor Cousin

Ciertamente Fries juega un importante papel en el establecimiento del programa del MP en el siglo XIX. Este programa, sin embargo, no es privativo de Alemania, sino que también está presente en Francia, con Victor Cousin. Para Cousin, el contenido de la filosofía es el sistema y el idealismo alemán, en particular Schelling, han dado al mismo su forma más perfecta ((1826) 1840, p. 29). Con todo, Cousin se distancia del idealismo alemán y de Schelling en lo que dice al método, substituyendo el método especulativo por el psicológico ((1826) 1840, pp. 8-9, 86, 91).

El MP no pretende presentarse en Cousin como una invención ab ovo, sino que expresamente se reconocen sus vínculos tanto con Condillac y el sensismo derivado de una lectura radical del empirismo de Locke, cuanto con la tradición escocesa, principalmente Hamilton, vía Royer–Collard. La retomada del MP, no obstante, no es una mera repetición, sino que presenta tres novedades con respecto a la tradición anterior, a saber,

  1. a. por un lado, un otro contexto, el idealismo alemán, con su proceder especulativo característicamente diferente del racionalismo del siglo XVII y XVIII y que obliga a un nuevo sistema de oposiciones;

  2. b. por otro, la propia concepción de lo que sea el MP y el modo en que procede: si la psicología debe ser la base de la filosofía, la psicología en cuestión no es concebida como una mera constatación, sino que ella exige un movimiento reflexivo radical y, por tanto, esencialmente activo ((1826) 1840, pp. 13, 22);

  3. c. y finalmente, los resultados que son fundamentados en tal método, los cuales son en todo diferentes de aquellos característicos del sensismo radical de un Condillac5 5 Es interesante que esta diferencia en los resultados del MP es una constante en su resurgimiento en el siglo XIX. Así, por ejemplo, el método psicológico en Fries está dirigido a la fundamentación del a priori y no a su disolución. .

Existen tres facultades (Vermögen) irreductibles en el hombre: la sensación, caracterizada por la pasividad (Condillac), la actividad, que ya se evidencia en el hecho de la atención dirigida (Maine de Biran), y una tercera facultad que no se encuentra en ninguno de los dos autores referidos, la razón. El hecho de que la razón es una facultad diferente e irreductible a las otras dos es un punto central del pensamiento de Cousin y un resultado que pretende estar fundado en el MP.

Más, ¿qué es la razón? En principio, no otra cosa que la facultad de verdad intuitiva que percibe con evidencia aquello que es correcto. Dos de estas verdades fundamentales son el principio de causalidad y el de sustancialidad, o sea, los principios a priori kantianos fundamentales. Estos principios permiten trascender la subjetividad y obtener conocimiento de lo trascendente.

El argumento en el cual se funda tal pretensión no deja de ser llamativo. Para afirmar un relativismo de la razón habría que probar positivamente que hay algún elemento esencial en ella que la limita al individuo o la especie. Pero no hay nada que individualice esta facultad. Por tanto, la razón es una facultad supra-subjetiva y supra-individual y, en tal sentido, plenamente objetiva ((1826) 1840, p. 12).

La idea anteriormente expuesta tiene su contracara negativa en la crítica de Cousin a Kant. Cousin coloca en un mismo nivel a Reid y Kant, considerando que ambos apelaron por igual al MP. Sobre la base de tal presuposición, él atribuye el “error kantiano”, su “relativismo”, a una psicología errónea que asigna a la razón un carácter personal ((1826) 1840, p. 9). Si la razón tiene un carácter personal, entonces todo lo que ella enseña no puede poseer objetividad absoluta, sino que tienen que limitarse a un subjetivismo del fenómeno ((1826) 1840, pp. 10-11).

Dado que este no es el caso y que la razón es capaz de conocer lo transcendente, ella nos abre el camino para la metafísica ((1826) 1840, p. 12) y, de este modo, la metafísica termina siendo fundada en la psicología6 6 Que la fundamentación de Cousin de la objetividad de la razón es cualquier cosa menos incuestionable, es algo que ya Schelling apuntaba con total claridad (1834, pp. X, XXIII, XVII, XVIII, XXI). .

8.2 Franz Brentano

Es bien sabido que Brentano expresamente afirma, por un lado, que el verdadero método de la filosofía no es otro que aquel de la ciencia natural ((1866) 2013, pp. 4, 137; 1893, pp. 29-30) y, por otro, que la psicología debe ser la disciplina fundamental de la filosofía ((1874) 1971, I, p. 30; (1884-1885), pp. 6-7; (1889) 1955, pp. 14; (1870) 1987, pp. XIII-XVIIn). Es obvio que estas dos tesis, y justamente en su confuencia, no aparecen por primera vez en Brentano sino que están en la base del programa del MP. Mientras tanto, la relación de la escuela de Brentano a la tradición del MP ha tendido a no ser considerada, no existiendo hasta hace poco tiempo un estudio específico de la misma (Porta, 2019-2020PORTA, M. A. G. “Brentano and His School on the Psychological Method”. Brentano Studien, Dettelbach, Vol. 17, 2019-2020, pp. 37-69.).

Pero ahora no nos interesa probar la relación de Brentano a la tradición del MP en general, sino, en particular, a aquella variante de la misma que lo vincula a la metafísica. Para Brentano metafísica y psicología son ciencias diferentes porque son ciencias que tienen diferentes objetos (Marty, (1894-1895) 2011, pp. 3, 19MARTY, A. (1894-1895). “Vorlesungen zur deskriptiven Psychologie”. Amsterdam-Atlanta: Rodopi, 2011.; Brentano, (1867)BRENTANO, F. (1867). “Metaphysik Würzburg”. Manuskript M 98, [Online]. Disponível em: https://gams.uni-graz.at/o:bag.m.96/sdef:dfigMETS/vget#page/1/mode/1up (Acessado em 17 de maio de 2021.
https://gams.uni-graz.at/o:bag.m.96/sdef...
, pp. 2ss.). Esto no significa, sin embargo, que la metafísica pueda ser desenvuelta en forma absolutamente independiente de la psicología. La psicología no es en Brentano meramente la base de la lógica ética y estética, sino también de la metafísica. (Marty, 1896, pp. 79-81MARTY, A. (1896). “Was ist Philosophie?”. Inaugurationsrede gehalten beim Antritt des Rektorates der k. k. deutschen Karl-Ferdinands. Universität zu Pragam 16. November 1896.; 1908, pp. 12MARTY, A. “Untersuchungen zur Grundlegung der allgemeinen Grammatik und Sprachphilosophie”. Halle: Max Niemeyer, 1908.; Eschenmeyer, 1914, pp. 99-101ESCHENMEYER, J. “Die Psychologie und ihre zentrale Stellung in der Philosophie. Eine Einführung in die wissenschaftliche Philosophie”. Halle: Max Niemeyer, 1914.; Stumpf, 1924, pp. 28 (232), 50 (254)STUMPF, C. “Selbstdarstellung”. In: R. Schmidt (ed.). Die Philosophie der Gegenwart in Selbstdarstellungen, 5 Band, Leipzig: Meiner, 1924, pp. 204-265.; 1907, p. 42STUMPF, C. “Zur Einteilung der Wissenschaften”. Berlin: Königl. Akademie der Wissenschaften, 1907.) pues la percepción interna es el único ámbito de absoluta certeza de la existencia, el único ámbito del conocimiento directo de algo absolutamente real (Marty, 1896, pp. 79-81MARTY, A. (1896). “Was ist Philosophie?”. Inaugurationsrede gehalten beim Antritt des Rektorates der k. k. deutschen Karl-Ferdinands. Universität zu Pragam 16. November 1896.).

La esencial relación entre psicología y metafísica es absolutamente decisiva para entender la propia idea brentaniana de psicología, no menos que su programa filosófico básico. Una ciencia empírica en el sentido brentaniano, como lo es la psicología, y justamente porque ella no agota el ámbito de lo real, no es una ciencia fenoménica en el sentido kantiano. Ciertamente, en la metafísica nosotros vamos mas allá de la psicología, pero en ambos casos nosotros tratamos con lo absolutamente real, con el ser en-sí. Lo que realmente es, puede eventualmente transcender los límites de nuestra experiencia, pero en ningún sentido podemos admitir la idea de dos mundos. El tratamiento brentaniano del tiempo, que una vez más recuerda a Beneke, muestra esto con absoluta claridad.

Si en Brentano hay una continuidad con Cousin y Beneke en el establecimiento de una relación esencial del MP a la metafísica, hay una continuidad con el primero en el rechazo expreso de todo psicologismo en esta disciplina. El “argumento” brentaniano va en la misma dirección que aquel ofrecido por Cousin: si la evidencia es criterio absoluto de verdad, esta evidencia no remite a ninguna peculiaridad de la especie homo, siendo válida para todo ser racional (Porta, 2020a, pp. 173ssPORTA, M. A. G. “Psicologia e Filosofia: Estudos Sobre a Querela em Torno ao Psicologismo (Psychologismusstreit)”. São Paulo: Loyola, 2020a..).

8.3 Beneke entre Victor Cousin e Franz Brentano

Las similitudes entre el pensamiento de Cousin, Beneke y Brentano, tanto en la propuesta del MP como también específicamente en la fundamentación de la metafísica en la psicología, saltan a la vista. Pero no se trata meramente de coincidencias fortuitas, sino de una línea de continuidad de interacciones efectivas. Beneke es explícito en indicar sus fuentes no-germánicas y su profundo conocimiento de la situación de la filosofía europea no-idealista, en particular, del eclecticismo francés (1845, p. 275; 1832a, p. 91)7 7 La influencia de Cousin sobre Beneke no es una pura curiosidad, sino que indica un aspecto político importante de Beneke, quien no solo mantuvo distancia con respecto al idealismo alemán, sino contra un cierto chauvinismo que estaba en la base del mismo, y que oponía las tendencias puras de la filosofía alemana a las tendencias pervertidas de los ingleses en la dirección del pragmatismo y de los francesies en la dirección del materialismo. . Que Brentano conoce la tradición alemana del MP psicológico es innegable a partir de sus textos. Aun cuando sólo se refere a Fries una única vez, ((1870) 1987, p. 67), sus referencias a Beneke son numerosas ((1874) 1989, I, p. 168; (1889) 1955, pp. 35, 51, 72). Entre sus discípulos, por su vez, hay referencias a Fries (Marty, 1884, p. 4MARTY, A. “zu Über subjektlose Sätze und das Verhältnis der Grammatik Logik und Psychologie”. Erster bis dritter Artikel. Vierteljahrsschrift für wissenschaftliche Philosophie, Bd. 8, 1884, pp. 161-192.), pero también sobre todo a Beneke (Stumpf, 1874, pp. 10nSTUMPF, C. “Die empirische Psychologie der Gegenwart”. Neuen Reich, Vol. 4, Nr. 2, 1874, pp. 201-226.; 1907, p. 38; (1939)STUMPF, C. “Zur Einteilung der Wissenschaften”. Berlin: Königl. Akademie der Wissenschaften, 1907. 2011, pp. 27, 804, 829STUMPF, C. (1939). “Erkenntnislehre”. Lengerich: Pabst Science Publishers, 2011.; Meinong, 1882, p. 111MEINONG, A. “Hume Studien II. Zur Relationstheorie”. Sitzungsbereiche der phil.-hist. Classe der kais. Akademie der Wissenschaften, Wein, Vol. 101, 1882, pp. 573–752.). Ahora bien, fuera de la inspiración general, se deja evidenciar que es de Beneke que Brentano y sus discípulos no solo retoman la tesis general de una fundamentación de la metafísica en la psicología, sino incluso los argumentos principales, en los cuales juega un rol decisivo el carácter no-fenoménico del acceso a la subjetividad (Brentano, 1925, pp. 44-45BRENTANO, F. “Versuch über die Erkenntnis aus dem Nachlass”. hrsg. v. A. Kastil. Leipzig: Meiner, 1925.; Marty, 1908, p. 15MARTY, A. “Untersuchungen zur Grundlegung der allgemeinen Grammatik und Sprachphilosophie”. Halle: Max Niemeyer, 1908.).

9. Conclusión

El caso Beneke obliga a ver de forma más compleja y diferenciada el PS y a percibir que es aún necesario escribir los prolegómenos a los Prolegómenos. Primeramente, se ve en toda su importancia la necesidad de distinguir con claridad entre psicologismo y MP y no presuponer sin más que el MP necesariamente conduce al relativismo o tiene en este su principal motivación. Por otra parte, queda claro la importancia de distinguir variantes dentro de la tradición del MP, no perdiendo de vista aquellas que ven en tal método el camino de una refundamentación de la metafísica y, eventualmente, ofrecen a veces una visión de lógica y de racionalidad que no puede, sin más, simplemente ser etiquetada como “psicologista”. Finalmente, un estudio riguroso de los diferentes orígenes, motivaciones y evolución del todo indiferenciado llamado “psicologismo”, es necesario para no pasar por alto diferencias relevantes entre logische Frage y MP.

  • 1
    Inmediatamente clarificamos la noción de MP.
  • 2
    Clarificamos la noción de logische Frage más adelante.
  • 3
    Las diferencias apuntadas no son tematizadas por Beneke con la atención que merecen, aun cuando tampoco totalmente ignoradas. Compare 1845, p. 51.
  • 4
    Compárese el análisis de Beiser (2014, pp. 143, 155-157)BEISER, F. “The Genesis of Neo-Kantianism (1796-1880)”. Oxford: Oxford University Press, 2014..
  • 5
    Es interesante que esta diferencia en los resultados del MP es una constante en su resurgimiento en el siglo XIX. Así, por ejemplo, el método psicológico en Fries está dirigido a la fundamentación del a priori y no a su disolución.
  • 6
    Que la fundamentación de Cousin de la objetividad de la razón es cualquier cosa menos incuestionable, es algo que ya Schelling apuntaba con total claridad (1834, pp. X, XXIII, XVII, XVIII, XXI)SCHELLING, F. W. J. “Beurteilende Vorrede”. In: V. Cousin (ed.). Über französische und deutsche Philosophie. Stuttgart und Tübingen: Cotta‘sches Buchhandlung, 1834..
  • 7
    La influencia de Cousin sobre Beneke no es una pura curiosidad, sino que indica un aspecto político importante de Beneke, quien no solo mantuvo distancia con respecto al idealismo alemán, sino contra un cierto chauvinismo que estaba en la base del mismo, y que oponía las tendencias puras de la filosofía alemana a las tendencias pervertidas de los ingleses en la dirección del pragmatismo y de los francesies en la dirección del materialismo.

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Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    06 Ene 2023
  • Fecha del número
    Dez 2022

Histórico

  • Recibido
    06 Set 2021
  • Acepto
    02 Nov 2021
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