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ANTROPOLOGÍA, OBSTINACIÓN Y NATURALEZA: DESARROLLOS CONCEPTUALES EN LA TEORÍA CRÍTICA DE OSKAR NEGT Y ALEXANDER KLUGE** ** El presente artículo fue escrito con el apoyo de la beca posdoctoral Profesor Dr. Caldeyro Barcia, otorgada por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII, Uruguay). Quiero agradecer a los dos evaluadores por sus comentarios, y a Elena y Maite Rodríguez Apólito por siempre estar ahí.

ANTHROPOLOGY, OBSTINACY AND NATURE: CONCEPTUAL DEVELOPMENTS IN OSKAR NEGT AND ALEXANDER KLUGE’S CRITICAL THEORY

RESUMEN

El presente artículo reconstruye la teoría crítica de Oskar Negt y Alexander Kluge mediante la articulación de algunos conceptos clave de su libro Historia y Obstinación. El objetivo es detallar las bases de la teoría crítica de Negt y Kluge y mostrar cómo es que ésta adquiere su carácter normativo. Con este fin, primero se reconstruyen las bases de la antropología desarrollada por Negt y Kluge, mediante la cual se argumenta que los sujetos - en tanto que seres creadores - poseen ‘obstinación’, que entienden como un potencial intrínseco y material para resistir a la opresión. En segundo lugar se discute el concepto de ‘acumulación primitiva’ usado por Negt y Kluge para mostrar la relación entre el capitalismo y la obstinación. Finalmente, se aclara el uso que hacen Negt y Kluge del concepto de la ‘naturaleza humana’ con el fin de mostrar cómo es que su teoría deriva su carácter normativo. Para esto, se recurre al trabajo de Christoph Menke sobre la ‘naturaleza interna’.

Palabras clave:
Negt y Kluge; Antropología; Obstinación; Acumulación Primitiva; Naturaleza

ABSTRACT

This article reconstructs Oskar Negt and Alexander Kluge’s critical theory by articulating some of the key concepts of History and Obstinacy, their second collaboration. The objective is to detail the grounds of their critical theory and to show how it acquires its normative character. To this aim, in a first step, I reconstruct the basis of the anthropology developed by Negt and Kluge. This anthropology allows them to argue that subjects-insofar as they are creative beings-possess ‘obstinacy’, which they understand as an intrinsic and material power to resist oppression. Following this, I discuss the concept of ‘primitive accumulation’, which is used by Negt and Kluge to expose the relation between capitalism and obstinacy. Finally, I clarify the way Negt and Kluge appeal to the concept of ‘human nature’ in order to show how their theory derives its normative character. To do so, I rely on Christoph Menke’s work on ‘inner nature’.

Keywords:
Negt and Kluge; Anthropology; Obstinacy; Primitive Accumulation; Nature

Introducción

Oskar Negt - sociólogo que comenzó su carrera como asistente de Jürgen Habermas -y Alexander Kluge - abogado, cineasta, escritor, y amigo cercano de Theodor Adorno - se conocieron en 1968 en Frankfurt, en medio de las protestas estudiantiles que exigían reformas educativas y una transformación social, y que marcaron sus recorridos teóricos (cf. Claussen, 2019CLAUSSEN, D., MAISO, J. “Critical theory and lived experience. Interview with Detlev Claussen”, Radical Philosophy, 2.06, 2019, pp. 63-82., p. 70).1 1 Todas las traducciones de citas de trabajos sin traducción al español son propias. A partir de ese momento nació una colaboración intelectual cuyo propósito es revitalizar la corriente marxista que subyace a la Teoría Crítica asociada a la Escuela de Frankfurt, con el fin de entender los problemas sociales y políticos del presente, pero también el de vincularlos a la praxis social. Fue así que, inicialmente, Negt y Kluge se propusieron a escribir un libro sobre la ‘esfera pública,’ un concepto desarrollado por Habermas y que había sido central para los estudiantes. El resultado fue Esfera Pública y Experiencia (1962), un libro que se apropiaba críticamente de dicho concepto pero le daba un enfoque marxista mucho más cercano al trabajo temprano de la Escuela de Frankfurt. Años más tarde, Negt y Kluge escriben Historia y Obstinación (1982), un libro donde, con la ventaja de la perspectiva histórica, exploran la forma en que la historia y la naturaleza interactúan para moldear al ser humano. Negt y Kluge seguirán colaborando, realizando entrevistas en el programa televisivo de Kluge Ten to Eleven (que se transmite semanalmente en la televisión pública alemana desde 1985); y publicando la colección de ensayos Maßverhältnisse des Politischen (1992).

En línea con esto, Negt y Kluge - herederos de la Teoría Crítica - describen treinta años de trabajo conjunto como un “esfuerzo colectivo ... para analizar lo que llamamos lo ‘político’ - una categoría diferente a la política profesional - interrogando no solo los ‘elementos y componentes’ metafóricos de, sino también las condiciones necesarias para la emancipación, la autonomía subjetiva, y la construcción de una comunidad” (Negt; Kluge, 1992_______. „Maßverhältnisse des Politischen: 15 Vorschläge zum Unterscheidungsvermögen“. Frankfurt am Main: Fischer Verlag, 1992., pp. 9-10). Para llevar a cabo dicho esfuerzo, se enfocan en desarrollar una crítica de las estructuras económicas, políticas, y culturales del capitalismo, pero también en arrojar luz sobre los potenciales existentes para resistir la opresión y transformar dichas estructuras. Su convicción es que se necesita una teoría que ayude a entender las transformaciones estructurales actuales del capitalismo, así como la forma en que éstas afectan a la constitución de los sujetos y de su experiencia. Pero también recuperan un impulso presente en la teoría crítica temprana, e insisten que la teoría, si quiere ser realmente crítica, debe estar vinculada a la práctica social y luchar por la creación de un mundo que “satisfaga las necesidades y los poderes” de los seres humanos (Horkheimer, 2002HORKHEIMER, M. “Postscript”. En: Critical Theory. Selected Essays. M. J. O’Connell et al. (trads.). New York: Continuum, 2002. pp. 244-252., p. 246).

El presente artículo reconstruye la teoría crítica de Oskar Negt y Alexander Kluge con el objetivo de detallar las bases de ésta, y mostrar cómo es que adquiere su carácter normativo. Para hacerlo, se exploran tres ejes conceptuales que son fundamentales para su trabajo. Primero, nos enfocamos en la antropología filosófica que sustenta las reflexiones teóricas de Negt y Kluge, y de la cual emerge la noción de ‘obstinación’ [Eigensinn], que se entiende como una reacción subjetiva ante la interrupción de los procesos vitales del sujeto. Después, se discute el concepto de ‘acumulación primitiva’ [ursprünglichen Akkumulation] que Negt y Kluge apropian de Marx para explicar la lógica mediante la cual se reproduce el capitalismo. La conceptualización de la ‘acumulación primitiva’ de Negt y Kluge, se argumenta, tiene como fin mostrar que no puede existir una integración total del sujeto por la lógica capitalista. Finalmente, se discute el concepto de ‘naturaleza humana’ [menschlichen Natur] y se recurre al trabajo de Christoph Menke para explicar la carga normativa que los conceptos de ‘naturaleza’ y ‘obstinación’ ocupan en el marco teórico de Negt y Kluge.

1. La Antropología Crítica de Negt y Kluge

De acuerdo con Adorno, la sociedad burguesa había logrado integrar al proletariado en términos materiales e ideológicos, estableciendo así al sistema capitalista como una “segunda inmediatez” (Adorno, 2004_______. “¿Capitalismo tardío o Sociedad industrial?” En: Escritos sociológicos, vol. 1. Madrid: Akal, 2004, pp. 330-344., p. 344), y posponiendo “la actividad revolucionaria indefinidamente” (Freyenhagen, 2014_______. “Adorno’s politics: Theory and praxis in Germany’s 1960s,” Philosophy & Social Criticism, Vol. 40, Nr. 9, 2014, pp. 867-893., p. 4). Esto demandaba la búsqueda de nuevos sitios y fenómenos sociales donde todavía pudiera encontrarse el potencial emancipador que pudiera llevar a la transformación social. Sin un sujeto revolucionario en el horizonte (Juárez, 2012JUÁREZ, E. A. “Th. W. Adorno: el elogio de la teoría y la impaciencia de la praxis,” Signos Filosóficos, Vol. XIV, Nr. 27, Enero-Junio 2012, pp. 89-118., p. 5), sin embargo, Adorno solo puede encontrar dicho potencial en el arte autónomo y en la filosofía crítica, cuya tarea se vuelve la de renovar el pensamiento crítico y autónomo.

Este enfoque en la teoría y en la estética no son, sin embargo, un rechazo de la política. Más bien, Adorno se enfoca en éstos pues de acuerdo con él es ahí donde se “[conserva] sin palabras aquello a lo que la política tiene vedado el acceso” (Adorno, 2003ADORNO, Th. “Compromiso” en Notas sobre literatura. Obra completa 11. Madrid: Akal, 2003, pp. 393-413., p. 413). Lo que es más, Adorno participó activamente en la esfera pública, y su teoría fue una de las grandes influencias del movimiento estudiantil alemán, con el cual tuvo una relación cambiante y compleja. Lejos de una postura apolítica, lo que Adorno rechazaba era el accionismo y la praxis no mediada. Y fue esto lo que lo llevó a distanciarse del movimiento estudiantil, al que inicialmente veía positivamente (cf. Pickford, 2002PICKFORD, H. W. “The Dialectic of Theory and Praxis: On Late Adorno”. En: Adorno: A Critical Reader. Ed. N. Gibson y A. Rubin. London: Blackwell, 2002. pp. 312-340., pp. 331-333), llegando a escribir que en éste se adumbraba la existencia de tendencias que trataban de romper la cerrazón del sistema capitalista (Adorno, 2004_______. “¿Capitalismo tardío o Sociedad industrial?” En: Escritos sociológicos, vol. 1. Madrid: Akal, 2004, pp. 330-344., p. 343). Para 1969, sin embargo, Adorno comienza a distanciarse de los estudiantes. Acciones como el boicot a sus seminarios o la ocupación del Instituto de Investigaciones Sociológicas se habían transformado, según Adorno, en acciones instrumentales que prescindían de la reflexión teórica y que más que transformar, reforzaban el estado de cosas (Freyenhagen, 2014_______. “Adorno’s politics: Theory and praxis in Germany’s 1960s,” Philosophy & Social Criticism, Vol. 40, Nr. 9, 2014, pp. 867-893., pp. 1415). Los estudiantes, por su parte, pensaban que al considerar bloqueada toda acción revolucionaria, Adorno “boicoteaba toda crítica política que pretendiese distinguir entre una praxis correcta en una situación prerrevolucionaria de sus deformaciones extemporáneas.” Con esto, se bloqueaba a priori todo tipo de praxis transformadora (Juárez, 2012JUÁREZ, E. A. “Th. W. Adorno: el elogio de la teoría y la impaciencia de la praxis,” Signos Filosóficos, Vol. XIV, Nr. 27, Enero-Junio 2012, pp. 89-118., p. 96).

Resalto esta relación pues Negt y Kluge, por un lado, siguen a Adorno en la necesidad de criticar a las estructuras sociales y a luchar por su emancipación, pero, por el otro, contra Adorno, están convencidos de que hay que buscar otras avenidas para la praxis política que el arte y la filosofía (Negt; Kluge, 1993_______. “Public Sphere and Experience: Toward an Analysis of the Bourgeois and Proletarian Public Sphere”. Minneapolis: University of Minnesota Press, 1993., p. 175). Crucialmente, Negt y Kluge regresan así a las preguntas que habían motivado inicialmente el desarrollo de la Teoría Crítica: ¿De dónde puede surgir el potencial emancipador dentro de sociedades cooptadas por la reificación y la forma de la mercancía? ¿Cómo podemos evaluar o juzgar ese potencial emancipador aún existente en el capitalismo? ¿Qué avenidas quedan abiertas para la transformación social?

Para responder, pero conscientes de las derrotas históricas del proletariado (y de muchos otros movimientos contra-hegemónicos) y del poder e integración que tiene el capitalismo, Negt y Kluge dejan de enfocarse en estudiar a los grupos sociales - tal como el proletariado - como entidades completas y coherentes que se pensaba podían llevar a cabo una transformación social. El “individuo no es una totalidad sintética cuyo centro consista de una identidad estable,” escribe Negt, y “la clase trabajadora no es un mega-individuo que participa en la historia de acuerdo a normas homogéneas” (Negt, 1988NEGT, O. “What Is a Revival of Marxism and Why Do We Need One Today?” En: NELSON, C., GROSSBERG, L. (eds.). Marxism and the Interpretation of Culture. Hampshire: Macmillan Education, 1988. pp. 211-234., p. 225). Aun así, insisten que si hemos de entender cómo es posible resistir la lógica voraz de la mercancía, que coopta todo lo que encuentra a su paso y a lo que le puede extraer plusvalía, es necesario entender el lado ‘humano’ del capitalismo. Pero para Negt y Kluge, esto implica que el capitalismo debe estudiarse desde una perspectiva que permita ver, más que las estructuras económicas y los movimientos del capital, aquello que el capital se apropia: los procesos vitales de los seres humanos, sus estructuras psíquicas y corporales, sus intereses, necesidades, capacidades y habilidades (Negt et al., 2014NEGT, O. et al. “The History of Living Labor Power: A Discussion with Oskar Negt and Alexander Kluge”, October, 149, 2014, pp. 35-68. http://www.jstor.org/stable/24586528.
http://www.jstor.org/stable/24586528...
, pp. 36-37). De acuerdo con ellos, es dentro de los sujetos - en tanto que sujetos creadores, sujetos trabajadores - donde existe un potencial para resistir a la opresión capitalista. Es por esto que necesitamos una antropología que permita entender los instintos y necesidades, los intereses y capacidades de los sujetos, sin olvidar que son sujetos sociales e históricos.

Historia y Obstinación [Geschichte und Eigensinn], de 1982, (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014.) - el segundo libro publicado por Negt y Kluge - es su intento de desarrollar dicha antropología, para lo cual complementan el análisis de las estructuras económicas y sociales - llevado ya a cabo por Marx - con un análisis de las estructuras internas al sujeto. Entendido así, es un libro que puede leerse como un intento de excavar los potenciales humanos que, a pesar del poder del fetichismo de las mercancías y de la lógica instrumental del capitalismo, pueden ayudar a alcanzar la emancipación. ¿Pero cómo dar cuenta de las motivaciones o los intereses de los trabajadores, o la forma en que los individuos experimentan la desposesión de sus propiedades? ¿Cómo descifrar sus reacciones, muchas veces inconscientes, ante la expropiación de aquello que sienten les es ‘propio,’ o ante la fragmentación de sus comunidades y contextos vitales?

Para hacerlo, Negt y Kluge comienzan conceptualizando al ser humano, no como ser abstracto, sino como un sujeto con necesidades y habilidades que son producto del sistema capitalista, pero que también posee lo que Marx llama “poderes esenciales” [menschlichen Wesenskräfte], es decir, fuerzas creativas que posibilitan la praxis, la creación, y la actividad humana, y que preceden a la socialización del ser humano como sujeto trabajador (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 83; 88; 120). Sus cualidades (tanto las desarrolladas históricamente como sus poderes esenciales) constituyen lo que Negt y Kluge llaman una ‘segunda’ economía: un circuito formado por las apropiaciones, separaciones y (re) apropiaciones de las habilidades, intereses y necesidades de los trabajadores, y que rige su metabolismo y accionar (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 122-123). Negt y Kluge se sumergen así en las dimensiones orgánicas del capitalismo - en lo que Devin Fore describe como “las fuerzas de producción vivas, la antropología de la fuerza de trabajo, el tejido blando del capitalismo” (Fore, 2014FORE, D. “‘Introducción’ a History and Obstinacy de Alexander Kluge and Oskar Negt”. New York: Zone Books, 2014., p. 22) - con la intención de entender y desentrañar el capitalismo ‘dentro’ de nosotros.

Lo que a Negt y Kluge les interesa es el proceso laboral que ocurre dentro de la fuerza de trabajo, un proceso que, a saber de ellos, Marx no analizó. Marx asume que, como estos individuos no cuentan con nada más que su fuerza de trabajo, entonces son ya trabajadores que laburan para ganar un sueldo. Pero la economía interna - en la que circulan capacidades, motivaciones, necesidades - es necesaria para producir las precondiciones subjetivas necesarias para, en primera instancia, llevar a cabo el trabajo pactado (lo que incluye no solo la reproducción física del trabajador, sino también, por ejemplo, la motivación necesaria para trabajar) (Cf. Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., p. 123). Por ejemplo, los trabajadores deben controlar sus impulsos, desarrollando la disposición y la disciplina necesaria para llevar a cabo cierta actividad. Deben convencerse de que es mejor postergar la gratificación inmediata de sus necesidades. Deben lidiar día con día con contradicciones internas que surgen del conflicto entre sus diversos intereses, necesidades, motivaciones, impulsos y sus fantasías, los cuales rara vez se alinean en la misma dirección.

Con este cambio de perspectiva, Negt y Kluge encuentran que la relación entre el proletario y el dueño de los medios de producción depende de otra relación que suele pasar desapercibida: la relación del trabajador con su capacidad de trabajo. Los sujetos, observan, trabajan para producir mercancías; pero para poder hacer esto, antes necesitan trabajar sobre sí mismos. Esta segunda relación determina el funcionar de una economía que suele pasar desapercibida, pero sin la cual los sujetos no serían capaces de convertirse en fuerza da trabajo:

Cuando un intercambio termina para el propietario, una forma de trabajo dual comienza para el poseedor de la capacidad de trabajo, es decir para la “fuerza de trabajo” (Marx). El trabajador trabaja para el capital, y trabaja en sí mismo para generar la aptitud necesaria para hacerlo (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., p. 124).

Paralela a la economía capitalista, insisten Negt y Kluge, existen procesos dentro de los sujetos trabajadores donde se generan las capacidades que permiten al sujeto realizar su trabajo. Más aún, los procesos internos en los que se desarrollan las características del sujeto siguen una lógica que nada tiene que ver con la forma en que opera el capitalismo (Cf. Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 123-124; 130). “La producción de la mercancía que vende el trabajador - su fuerza de trabajo,” escribe Andrew Bowie, “no tiene nada que ver con la forma en que ésta es evaluada por el capitalismo” (Bowie, 1985_______. “Reseña de Geschichte und Eigensinn, de Oskar Negt y Alexander Kluge”, Telos 66, 1985, pp. 183-190., p. 184). La importancia de esto se deriva del hecho de que la ‘segunda’ economía (a pesar del nombre) sostiene a la economía en la que circula el capital ya que sin un funcionamiento adecuado de los procesos internos a la fuerza de trabajo, el capitalismo no produciría capital - y por lo tanto no podría sostener su hegemonía o continuar su reproducción.

Para dar cuenta de la independencia de la lógica ‘interna’ de los seres humanos, Negt y Kluge argumentan que los sujetos poseen, en tanto que seres humanos, poderes ‘esenciales’ que anteceden a las capacidades y habilidades desarrolladas (a través de la socialización o la educación, por ejemplo) dentro del sistema capitalista, y que son necesarios para constituirse a sí mismos qua fuerza de trabajo. Esto implica que la mera posibilidad de trabajar para el capitalismo depende de una fuerza creativa que permite la (re)producción del sujeto pero que no es de su creación. Con este argumento Negt y Kluge desentierran una idea ya presente en el Idealismo Alemán y en el Romanticismo de acuerdo con la cual existe una dimensión del ser humano que no está simplemente determinada por el lenguaje y las estructuras culturales en las que uno es socializado. Es quizá Hölderlin quien la expresa más claramente cuando escribe:

El arte y la actividad humana, por mucho que ya haya hecho y pueda hacer, no puede producir cosas vivas, no puede crear por sí mismo la sustancia primaria que transforma, que procesa. Puede desarrollar su fuerza creativa, pero la fuerza creativa misma es eterna y no obra del ser humano (Hölderlin, 1943HÖLDERLIN, F. „Sämtliche Werke: Große Stuttgarter Ausgabe“. Ed. F. Beißner. Vol. 6.1. Stuttgart: Kohlhammer, 1943., pp. 329-330).2 2 „[D]enn die Kunst und Thätigkeit der Menschen, so viel sie schon gethan hat und thun kann, kann doch Lebendiges nicht hervorbringen, den Urstoff, den sie umwandelt, bearbeitet, nicht selbst erschaffen, sie kann die schaffende Kraft entwickeln, aber die Kraft selbst ist ewig und nicht die Menschenhände Werk.“

Más adelante regresaremos a analizar la idea de los poderes ‘esenciales’ del ser humano - y su relación con el concepto de ‘naturaleza’ - con el fin de argumentar que es de aquí que la teoría de Negt y Kluge deriva su carácter normativo. Por el momento, basta notar que en la propuesta de Negt y Kluge el sujeto aparece como un ente vivo que se constituye a través de la transformación de sus poderes esenciales y de la materia prima que lo sostiene. Estos son poderes que, a su vez, proveen a los sujetos de la energía vital necesaria para constituirse, en primera instancia, como sujetos. Es a través de la transformación de sus poderes creativos que se producen y desarrollan las capacidades y habilidades subjetivas, y que el sujeto deviene en tanto que sujeto.

Lo anterior tiene consecuencias para la forma en que se entiende la forma en que en el capitalismo se constituye y socializa el sujeto: al dar cuenta de la existencia de una base ‘natural’ que precede al sujeto y de la que depende la sujeción, Negt y Kluge pueden rechazar argumentos estructuralistas en los cuales el sujeto aparece como mero producto de las estructuras sociales. Todo proceso de socialización (incluso los más opresivos) encuentra en dicha naturaleza un límite a su capacidad de integración. De hecho, Negt y Kluge argumentan que aunque solo suele tomarse en cuenta a la lógica capitalista, hay dos lógicas (que se intersectan y que muchas veces están en tensión) que participan del proceso de formación de los sujetos: la del capitalismo, y la que surge de la naturaleza del ser humano. La lógica capitalista está orientada hacia la optimización de la producción y sigue principios como la eficiencia, la productividad, la expansión, la acumulación. Aquí, todo objeto pierde su dimensión cualitativa al ser reducido a una mercancía intercambiable por cualquier otra. En contraste, la economía que regula internamente al sujeto, afirman Negt y Kluge, es una economía ‘auto-regulativa’ que sigue principios que siempre buscan el equilibrio y que dependen de la dimensión material y libidinal del ser humano (Cf. Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 98; 113-117).

Contrario a la forma en que opera la economía capitalista, la economía del sujeto sigue principios de mesura: el humano, por naturaleza, tiene carencias (intereses, necesidades, impulsos) que debe satisfacer a través del trabajo, lo que lo lleva a encontrar un equilibrio interno. Por ejemplo, los humanos buscan comida cuando tienen hambre, o buscan refugio cuando sienten frio. Una vez que el hambre es saciada, los humanos suelen parar de comer. Un trabajador, por su propia voluntad, no trabaja al punto de tener que privarse del sueño.

Esto es algo que el propio Marx ya había notado, al referirse a un límite “puramente físico” al capitalismo, del que escribe: “Durante el día natural de 24 horas un hombre solo puede gastar una cantidad determinada de fuerza vital... Durante una parte del día la fuerza debe reposar, dormir, mientras que durante otra parte del día el hombre tiene que satisfacer otras necesidades físicas, alimentarse, asearse, vestirse, etc.” (Marx, 2004MARX, K. “Capital: A Critique of Political Economy”. Vol. 1. En: Karl Marx and Fredrich Engels Collected Works. Vol. 35. New York: International Publishers, 2004., p. 279). Más aún, Marx también había dado cuenta del hecho de que existe una tensión entre el trabajador, como ser vivo, y el capital, como sistema que funciona de forma automática e instrumental, y en el cual no se consideran las necesidades vitales del ser humano:

[El capital] continuaría produciendo para siempre si no fuera porque se encuentra con ciertas obstrucciones naturales en los cuerpos débiles y las voluntades fuertes de los humanos. El autómata, en tanto que capital, y porque es capital … es animado por un anhelo por reducir al mínimo la resistencia ofrecida por esa obstinada, pero sin embargo elástica, barrera natural, el hombre (Marx, 2004MARX, K. “Capital: A Critique of Political Economy”. Vol. 1. En: Karl Marx and Fredrich Engels Collected Works. Vol. 35. New York: International Publishers, 2004., p. 406).

Con Marx, Negt y Kluge afirman que dichos procesos internos en los que se satisfacen las carencias materiales (y simbólicas) de los humanos son independientes de la lógica capitalista, e incluso suelen ser incompatibles con ésta (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 98-99). Es por esto que al trabajar para el capitalismo los sujetos ven interrumpido el funcionamiento ‘regular’ de su economía interna, la cual tienen que orientar hacia los valores de, por ejemplo, la productividad o la eficiencia - valores ajenos a sus procesos internos. Pero esta irrupción genera un segundo movimiento, una reacción que busca contrarrestar los intentos del capitalismo de convertirlos en entes orientados meramente por la productividad y la eficiencia. Así, cada vez que el capitalismo sobre-exige a sus trabajadores, éstos tendrán que encontrar estrategias para compensar dicho esfuerzo: “La trabajadora responde a cada operación abstracta con un acto de concreción, a cada acto de coerción o violencia con voluntad intransigente. De esta forma, Homo compensator, como Kluge suele nombrar a éste sujeto, establece el equilibrio necesario para sobrevivir” (Fore, 2014FORE, D. “‘Introducción’ a History and Obstinacy de Alexander Kluge and Oskar Negt”. New York: Zone Books, 2014., p. 24).

Negt y Kluge muestran que hay una enorme cantidad de energía necesaria para mitigar las contradicciones y conflictos que surgen en los sujetos al forzarse a trabajar para el capitalismo, una energía necesaria para restablecer su equilibrio interno. Es por esto que se refieren a la ‘segunda’ economía también como una “economía del balance” o de una “economía auto-regulativa” (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 124-125). En línea con esto, Kluge describe el trabajo de equilibrio que se lleva a cabo dentro de la segunda economía en un pasaje muy sugerente de su ensayo The Political as Intensity of Everyday Feelings [Lo político cómo medida de la intensidad de las sensaciones diarias]:

Para ser capaz de encarar la industria, el trabajo, las relaciones, y no huir, uno necesita de una porción sustancial de trabajo, un trabajo que puede llamarse ‘trabajo de equilibrio’ [Balancearbeit], trabajo para ese dudoso balance que debemos de mantener… Pasamos por alto este ‘trabajo de equilibrio’ porque no es remunerado. Esa es la razón por la cual la organización interna de las motivaciones de la gente, a pesar de ser altamente activa, se ve desde fuera como pasividad... pero esa pasividad es inauténtica (Kluge, 2012KLUGE, A. “The Political as Intensity of Everyday Feelings”. En: FORREST, T. (ed.). Alexander Kluge. Raw Materials for the Imagination. Amsterdam: Amsterdam University Press, 2012. pp. 283-290., p. 228).

La existencia de una economía auto-regulativa, sin embargo, no implica que no haya formas de forzar a los sujetos a actuar de formas más o menos afines a los principios capitalistas, o incluso de lograr que los sujetos se ‘convenzan’ a sí mismos de actuar contra sus propios intereses o necesidades. Pero dada la autonomía que tiene la economía interna con respecto al capitalismo, incluso esto no puede contrarrestar o eliminar lo que Stewart Martin describe como “una tendencia, a veces más fuerte que otras, [que poseen las capacidades subjetivas] de orientarse hacia lo que les es propio; esto es, tienen una tendencia a auto-regularse, a actuar de forma autónoma y conservadora. En otras palabras, tienen una tendencia a ser obstinadas” (Martin, 2015MARTIN, S. “Political economy of life. Negt and Kluge’s History and Obstinacy”. Radical Philosophy, 190, 2015, pp. 25-36. https://www.radicalphilosophy.com/article/political-economy-of-life.
https://www.radicalphilosophy.com/articl...
, p. 30). En tanto que la auto-regulación se deriva de los procesos materiales y libidinales del sujeto y no de una decisión consciente ni de la lógica capitalista, la economía interna - que regula las capacidades y los procesos vitales del sujeto - se seguirá orientando hacia el equilibrio y se opondrá a tales cambios, produciendo una reacción obstinada.

La ‘obstinación’ [Eigensinn] denota una demanda por darle sentido al mundo y disfrutar libremente de los sentidos, algo bloqueado por una historia de expropiaciones y de separaciones entre los productores y sus medios de trabajo (Cf. Miller, 2015MILLER, M. D. „Eigensinn in Transit. Reexamining a Concept for the Twenty-First Century”. En: LANGSTON, R. et al. (eds.), Glass Shards: Echoes of a Message in a Bottle. Alexander Kluge-Jahrbuch. Vol. 2. Göttingen: V&R unipress, 2015. pp. 83-102., pp. 88-89). Es una respuesta subjetiva que emerge cuando las relaciones vitales y simbólicas del sujeto son interrumpidas, una reacción somática ante la sensación de alienación. La ‘obstinación’ [Eigensinn], esto es, se produce cuando los seres humanos son separados de su ‘propiedad’ [Eigentum], es decir de eso que sienten le pertenecer a su historia y a su identidad. Como nota Pavsek (1996PAVSEK, Ch. “Negt and Kluge’s Redemption of Labor,” New German Critique, Nr. 68, 1996, pp. 137-163. https://doi.org/10.2307/3108668.
https://doi.org/10.2307/3108668...
, p. 155), ambas palabras, Eigensinn y Eigentum, comparten la raíz Eigen, que denota especificidad, permanencia, “aquello que es de uno.” La presencia de la obstinación, pues, permitirá a los sujetos trascender su alienación y pelear por lo que les es propio (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 292-293).

Pero Negt y Kluge advierten que, en tanto que reacción somática e inconsciente, la obstinación aguarda un peligro, pues puede fácilmente volverse arbitraria si pierde de vista las condiciones objetivas del mundo. Es por esto que Hegel, gran influencia para Negt y Kluge, se refiere a la obstinación como una “libertad que sigue manteniéndose dentro de la servidumbre” (Hegel, 1966HEGEL, G. W. F. “Fenomenologia del Espiritu”. Trad. W. Roces. México: Fondo de Cultura Econónomica, 1966., p. 121).3 3 “[D]er eigene Sinn ist Eigensinn, eine Freiheit, welche noch innerhalb der Knechtschaft stehenbleibt.” (Hegel, 1986, p. 155). Evitando sobre-enfatizar el potencial emancipador de la obstinación, Negt y Kluge insisten que mientras haya obstinación, existirá la posibilidad de resistir y protestar contra la alienación capitalista. Pero, ¿existe garantía alguna de que la obstinación permanecerá presente dentro del capitalismo?

2. La Permanencia de la Acumulación Primitiva

Lectores del trabajo de Adorno, Negt y Kluge saben bien que el capitalismo ha demostrado la capacidad de idear nuevas formas de cooptar todo aquello que trata de escapársele, manipulando las necesidades reales de los humanos, logrando así afianzar “la unidad del sistema” (Adorno; Horkheimer, 1998ADORNO, Th., HORKHEIMER, M. “Dialéctica de La Ilustración. Fragmentos Filosóficos”. Madrid: Trotta, 1998., p. 166). De la Dialéctica de la Ilustración a la Dialéctica Negativa, en el trabajo de Adorno es constante la insistencia en el poder de integración del sistema capitalista - un poder que es elevado al estatus de totalidad y que, de acuerdo con él, hace imposible “saber o incluso imaginar lo que son el bien, la reconciliación, la utopía, una sociedad liberada” (Freyenhagen, 2012FREYENHAGEN, F. «‘Adorno’s Critique of Late Capitalism: Negative, Explanatory and Practical». En: Conceptions of Critique in Modern and Contemporary Philosophy. Ed. K. Boer y R. Sonderegger. London: Palgrave Macmillan, 2012. pp. 175-192., p. 178).4 4 Como he argumentado en otro lugar (Samaniego de la Fuente, 2022, pp. 137-138), la interpretación de esta posición ‘negativista’ está en disputa. Por unos, es vista como lo que lleva a Adorno a alejarse de la praxis política y refugiarse en el arte moderno y la teoría; por otros, como la única posición legítima dentro de una sociedad gobernada por las leyes abstractas del capitalismo. Independientemente de cómo se le interprete, la disputa misma apunta a la centralidad de la tesis de ‘integración’ en el trabajo de Adorno. Como nota Amaro Fleck (2017FLECK, A. “Resignação? Práxis e política na teoria crítica tardia de Theodor W. Adorno”, Kriterion, Nr. 138, 2017, pp. 467-490., p. 472), es por esto que la liberación de las formas de dominación capitalistas dejan de aparecer para Adorno como una “posibilidad real”.5 5 Hay momentos en que Adorno parece apuntar a que, en algunos momentos históricos - por ejemplo, a mediados del siglo XIX cuando Marx y Engels escriben el Manifiesto Comunista, y cuando el proletariado no estaba todavía integrado - esta posibilidad sí era real. Este no era el caso ya en 1968 (Fleck, 2017, p. 472). Sin embargo, Negt y Kluge no comparten estas conclusiones, e insisten que la posibilidad de resistir a la integración y a la alienación capitalista está siempre presente - y no solo de forma contingente - y, más aún, es producida por el propio capitalismo, lo que la hace irreducible.

Para mostrar esto, Negt y Kluge (1981_______. „Geschichte und Eigensinn“. Frankfurt am Main: Zweitausandeins, 1981., pp. 28-29) recurren al concepto de la ‘acumulación primitiva’ [ursprüngliche Akkumulation] originalmente usado por Marx para explicar los orígenes históricos del capitalismo, y que refiere a la separación forzada de los trabajadores y sus medios de producción.6 6 Negt y Kluge citan a Marx, quien habla de la acumulación primitiva como un proceso que separa al trabajo de su propiedad. Dicha separación es un prerrequisito para el establecimiento del capitalismo (Negt; Kluge, 1981, p. 28). De acuerdo con Marx, dicha separación da pie a la existencia de dos clases sociales: la de los dueños de los medios de producción, y la de los proletarios - trabajadores que Marx considera “doblemente libres.” Libres, esto es, de “disponer de su propia fuerza de trabajo” como una mercancía que le pertenece, y libres en tanto que “no [disponen] de ninguna otra mercancía para vender, a falta de todo lo necesario para la realización de su fuerza de trabajo” (Marx, 2004MARX, K. “Capital: A Critique of Political Economy”. Vol. 1. En: Karl Marx and Fredrich Engels Collected Works. Vol. 35. New York: International Publishers, 2004., p. 179). El capitalismo, escribe Marx, presupone “la separación del trabajo libre de las condiciones objetivas de su realización - de los medios y material de trabajo” (Marx, 1965_______. “Pre-Capitalist Economic Formations”. New York: International Publishers, 1965., p. 67). “Esto quiere decir, sobre todo,” continúa, “que los trabajadores deben de ser separados de la tierra, que funciona como su laboratorio natural” (Marx, 1965_______. “Pre-Capitalist Economic Formations”. New York: International Publishers, 1965., p. 67).

Negt y Kluge parten de la definición de Marx, pero consideran que las condiciones objetivas que permiten a los trabajadores realizar su trabajo - los medios de producción - incluyen mucho más que los medios materiales, por lo que proponen ampliar lo que entendemos por ‘propiedad’ [Eigentum]. ‘Propiedad,’ de acuerdo con ellos, debe incluir las condiciones materiales de trabajo (como la tierra y las herramientas), pero también las condiciones inmateriales o simbólicas, como el medio ambiente, la familia, la comunidad, así como lo que Fredric Jameson describe como ‘el sitio y el espacio [de los trabajadores] y su relación con lo que Marx llamó el “cuerpo de la tierra”’ (Jameson, 1988JAMESON, F. “On Negt and Kluge”, October, 46, 1988, pp. 151-178. https://doi.org/10.2307/3108668.
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, p. 163). ‘Propiedad,’ entonces, es usado por Negt y Kluge para denotar todo lo que provee a los sujetos de una identidad, lo que sienten como propio; todo lo que les permite llevar a cabo su actividad creativa, pero también lo que les permite que la realización de dicha actividad sea significativa.

Esta expansión de la noción de propiedad permite a Negt y Kluge reconceptualizar también a aquella de ‘acumulación primitiva,’ de forma que permita entender no solo el origen del capitalismo, sino también la lógica detrás de su reproducción. De acuerdo con ellos, un evento de expropiación ‘primitiva’ de las tierras comunes como el que describe Marx puede ayudar a entender el origen de la clase proletaria y del sistema capitalista (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., p. 86). Pero no permite explicar cómo es que el capitalismo - cuya tendencia es hacia la expansión, la acumulación, el crecimiento exponencial - ha podido sostenerse, reproducirse, y mantener su hegemonía a pesar de las recurrentes crisis económicas, sociales, políticas y culturales que forman parte integral de éste sistema. Tampoco permite explicar por qué trabajadores que nunca poseyeron los medios de producción siguen sin poder desarrollar sus capacidades de acuerdo con sus necesidades o encontrando un sentido de pertenencia e identidad estable.

Es por esto que Negt y Kluge insisten que para reproducirse y mantener su hegemonía, el capitalismo debe estar constantemente integrando y apropiando más material, lo que requiere encontrar nuevas avenidas donde imponer su lógica, nuevos medios que expropiar. En este punto Negt y Kluge anticipaban argumentos más tarde desarrollados por autores como David Harvey, quien habla de la ‘acumulación por desposesión’ para referirse a la expansión natural y geográfica del capitalismo, e incluso a la acumulación de objetos culturales y propiedad intelectual (Cf. Harvey, 2005HARVEY, D. “The New Imperialism”. Oxford: Oxford University Press, 2005.). A diferencia de Harvey, sin embargo, Negt y Kluge incluyen dentro del proceso de acumulación primitiva la integración de lo que Pavsek llama las “dimensiones de la experiencia individual y colectiva aún no colonizadas” (Pavsek, 2013_______. “The Utopia of Film: Cinema and Its Futures in Godard, Kluge, and Tahimik”. New York: Columbia University Press, 2013., p. 212). La acumulación primitiva, para Negt y Kluge, incluye así la acumulación y manipulación de las capacidades de los sujetos - sus necesidades, sus deseos, sus fantasías - con lo que moldea la forma en la que piensan y se comportan, adaptándolos a las necesidades de producción.

Lo anterior permite a Negt y Kluge afirmar que la ‘acumulación primitiva’ es más que un evento singular y ‘originario.’ Es más bien una lógica, una forma de operar que caracteriza al capitalismo y que - dentro de éste sistema - es permanente (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., p. 81). La ‘acumulación primitiva’ se convierte en su trabajo en un “principio social a gran escala” - un principio necesario para la reproducción estructural capitalista. Lo que para Marx era el ‘comienzo’ del capitalismo, escriben Negt y Kluge, “se ha condensado en un principio futuro de trastornos que se renuevan y se repiten” (Negt y Kluge, en Pavsek, 1996PAVSEK, Ch. “Negt and Kluge’s Redemption of Labor,” New German Critique, Nr. 68, 1996, pp. 137-163. https://doi.org/10.2307/3108668.
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, p. 156). Es por esto que enfatizan, como escribe Pavsek, que “el capitalismo solo puede sobrevivir si la acumulación primitiva se lleva a cabo ad infinitum” (Pavsek, 1996PAVSEK, Ch. “Negt and Kluge’s Redemption of Labor,” New German Critique, Nr. 68, 1996, pp. 137-163. https://doi.org/10.2307/3108668.
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, p. 154).

Esta conceptualización de la acumulación primitiva tiene consecuencias importantes con respecto a las posibilidades de resistencia y de crítica. La persistencia de la acumulación primitiva, como hemos visto, apunta a que el capitalismo necesita que exista algo que esté aún por ‘fuera’ de éste - espacios vitales, formas de vida, grupos sociales que están a la espera de ser colonizados y valorizados, capacidades y necesidades laborales - de lo que se pueda apropiar para generar valor. Esto implica que, por un lado, en cada iteración del proceso de separación/acumulación, el capitalismo se expande, alienando más a los sujetos. Pero por el otro, cada iteración, donde se separa a los sujetos de sus propiedades, también produce en los sujetos ‘obstinación’: una búsqueda de sentido, un intento por recuperar la sensación de pertenencia a un contexto vital y de sentir que su trabajo es valioso.

El “potencial de expropiación” del capitalismo, escriben Negt y Kluge, da lugar a un “potencial generativo y creativo” que reside dentro de las estructuras psíquicas y materiales de los seres humanos (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 82-83). La permanencia de la acumulación primitiva, en tanto que interfiere constantemente en los procesos auto-regulativos de los trabajadores, causa alienación. En contraparte, se genera una reacción ‘obstinada’ que, como veremos, trae consigo la posibilidad de reconocer y protestar contra la alienación.

Es aquí que yace, de acuerdo con Negt y Kluge, uno de los puntos débiles del capitalismo, algo que explican en un pasaje muy sugerente de Esfera Pública y Experiencia:

El capitalismo tiene la tendencia de separarse de todas las cualidades puramente humanas, que entorpecen la sofisticación de la organización del proceso de valorización. Se separa a sí mismo de los valores de uso, de las necesidades humanas, de los intereses de los trabajadores […] Si el capital fuera capaz de seguir consistentemente este camino hacia lo que es un sistema ‘muerto’… entonces existiría la posibilidad de hacer eternas a las relaciones de poder existentes. Pero para avanzar en esta dirección, el capitalismo debe absorber, incrementalmente, contextos de vida, trabajo vivo, materia prima humana. El capitalismo no puede evitar ensuciarse las manos con los seres humanos. Aquí yace su extrema inestabilidad (Negt; Kluge, 1993_______. “Public Sphere and Experience: Toward an Analysis of the Bourgeois and Proletarian Public Sphere”. Minneapolis: University of Minnesota Press, 1993., pp. 185-186).

Para Negt y Kluge, la creencia de que el capitalismo se ha instaurado como un sistema total, cerrado, no puede sino ser falsa. “La verdadera ideología del capitalismo, su fantasía,” escribe Pavsek, “es la afirmación de que una vez que se ha establecido a sí mismo, representa a la totalidad del contexto de producción, de que el capitalismo mismo es la totalidad” (Pavsek, 1996PAVSEK, Ch. “Negt and Kluge’s Redemption of Labor,” New German Critique, Nr. 68, 1996, pp. 137-163. https://doi.org/10.2307/3108668.
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, p. 154). Mientras el capitalismo sea dependiente de los seres humanos - de sus capacidades, de sus propiedades, de sus pensamientos y sus deseos - seguirá existiendo la posibilidad de liberarse de su opresión. El capitalismo, que acumula y mercantiliza propiedades humanas, también produce ad infinitum el potencial de resistir. Como muestran Negt y Kluge, así como la acumulación, dentro del capitalismo la obstinación también es permanente.

3. ´Naturaleza Humana´ como Concepto Normativo: Obstinación, Alienación y Auto-Realización

Cualquier teoría filosófica que pretenda basarse en argumentos antropológicos, como lo hacen Negt y Kluge, necesita aclarar su uso del concepto de la ‘naturaleza’ humana para evitar caer en esencialismos o naturalizar al sujeto postulados de forma dogmática o acrítica. Basándonos en esto, el objetivo de esta sección es profundizar sobre el uso del concepto de ‘naturaleza’ en el trabajo de Negt y Kluge, y mostrar que su teoría logra adquirir un carácter normativo sin apelar a una noción esencialista o metafísica del ser humano.

Recordemos que Negt y Kluge entienden a los sujetos como seres materiales con necesidades biológicas y libidinales que preceden a cualquier discurso o constructo social, y que hablan de ‘poderes’ que anteceden a la constitución del sujeto qua sujeto. Como lo expresa Negt, existen “estructuras filogenéticas que son relativamente constantes, como pueden ser los órganos con los que estamos equipados, o las características básicas de nuestra psique” (Negt et al., 2014NEGT, O. et al. “The History of Living Labor Power: A Discussion with Oskar Negt and Alexander Kluge”, October, 149, 2014, pp. 35-68. http://www.jstor.org/stable/24586528.
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, p. 47). Olvidar la existencia de esta dimensión filogenética es lo que ha llevado, según Negt y Kluge, a la “sobre-historización” del sujeto, y por consiguiente a la ilusión de que “los seres humanos producen todo por sí mismos” (Negt et al., 2014NEGT, O. et al. “The History of Living Labor Power: A Discussion with Oskar Negt and Alexander Kluge”, October, 149, 2014, pp. 35-68. http://www.jstor.org/stable/24586528.
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, p. 47). Pero pesar de la insistencia en la importancia de los instintos y de la corporalidad - que sobreviven por ‘debajo’ de la historia - Negt y Kluge no pretenden mostrar la existencia de una esencia estable del ser humano (una ‘naturaleza’ humana) inmune a los procesos históricos. Más bien, su teoría es ‘materialista’ en un sentido somático, es decir que se basa en la materialidad, lo corporal del ser humano, como ya lo enfatizaba Adorno (Cf. Adorno, 1984_______. “Dialéctica Negativa”. Madrid: Taurus, 1984., pp. 203-204). Lo que pretenden enfatizar, pues, es que la consciencia no puede separarse de la existencia material.7 7 Cf. Adorno, 1984, pp. 202, quien escribe: “El espíritu es tan irreductible a la existencia corno ésta lo es a él. Con todo lo inexistente del espíritu se encuentra tan implicado con la existencia que desglosarlos limpiamente equivaldría a objetivarlos y falsearlos.” Compárese con Negt y Kluge, 2014, pp. 98-99.

De hecho, la ‘naturaleza’ humana - conformada por las necesidades vitales, capacidades e instintos (incluida la ‘obstinación’), que Negt y Kluge abarcan mediante el concepto de Eigenschaften - no es conceptualizable, enfatizan Negt y Kluge, sino desde una perspectiva histórica (Negt et al., 2014NEGT, O. et al. “The History of Living Labor Power: A Discussion with Oskar Negt and Alexander Kluge”, October, 149, 2014, pp. 35-68. http://www.jstor.org/stable/24586528.
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, p. 48; Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 102-104).8 8 Nótese que la noción de Eigenschaften - usualmente traducida como ‘capacidad’ o ‘característica’ - también comparte la raíz Eigen con Eigensinn y Eigentum, y denota, similarmente, “una condición u objeto que es de mi propiedad.” (Cf. Negt; Kluge, 2014, p. 477) Dicha relación apunta ya a la forma en que Negt y Kluge entienden a la naturaleza humana como base y producto de separaciones históricas. Como nota Fredric Jameson, solo una mirada histórica y contextual permite entender la forma en que ciertos instintos, necesidades, o capacidades se desarrollan y se vuelven parte de la ‘naturaleza’ humana (Jameson, 1988JAMESON, F. “On Negt and Kluge”, October, 46, 1988, pp. 151-178. https://doi.org/10.2307/3108668.
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, p. 162). Por lo tanto, sería erróneo concluir que al apelar al concepto de ‘naturaleza’ Negt y Kluge están refiriéndose al origen o a la esencia del ser humano. Por el contrario, la ‘naturaleza’ humana, de acuerdo con ellos, se constituye a través de esos rasgos (tal como lo son habilidades, sensaciones, impulsos, necesidades) que se vuelven objetivos - en el sentido de que se vuelven inevitables e incontrolables, independientes de la voluntad o de la consciencia del sujeto. La naturaleza, tal como explica Bowie, debe entenderse como la “objetividad [que] confronta al sujeto” (Bowie, 2013_______. “Adorno and the Ends of Philosophy”. Cambridge: Polity, 2013., pp. 76-77). Pero en tanto que objetividad, y éste es el punto crucial, dicha naturaleza retiene su propia lógica, su propio modo de funcionar, sus propias tendencias. Es por esto que ni la lógica capitalista, ni la voluntad del ser humano, pueden moldearla o forzarla a funcionar de forma heterónoma sin producir una reacción, y que puede ser presentada por Negt y Kluge como una barrera que limita el grado al que el capitalismo puede moldear al ser humano.9 9 Nótese que, de acuerdo con Negt y Kluge, habrá capas de la constitución psíquica y material del ser humano que serán más sugestionables que otras: los “órganos sociales,” es decir, las capacidades de más reciente aparición en el desarrollo filogenético de la especie, como pueden ser la capacidad de distinguir ciertos colores, o la capacidad de entender cómo usar cierta herramienta, serán más fácil de cambiar que un órgano “originario” como lo es el cerebro, cuyo funcionamiento muestra poca variación, incluso a pesar de los cambios drásticos vividos en las sociedades industriales avanzadas (Negt; Kluge, 2014, pp. 98-99). “Ni el conocimiento ni la necesidad,” escriben, “pueden oponerse de forma absoluta a la naturaleza del cerebro humano” (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., p. 100). El intento de hacerlo producirá necesariamente una reacción obstinada. La naturaleza, por lo tanto, señala los límites de la subjetivación histórica.10 10 Cabe señalar que existe la posibilidad de hacer una lectura del trabajo de Adorno en la cual la normatividad surge de una reacción somática que rechaza el sufrimiento no muy diferente de la obstinación propuesta por Negt y Kluge. Hacerlo excede el alcance de dicho artículo, por lo que me limito a hacer algunas observaciones. Como explica Freyenhagen, de acuerdo con Adorno, iniciar una acción requiere más que un acto de consciencia: requiere también un elemento somático, un impulso físico (Freyenhagen, 2013, pp. 255-256). A través de su trabajo, hay momentos en que Adorno parece cargar normativamente a un tal impulso - el rechazo al sufrimiento innecesario. En Dialéctica Negativa, por ejemplo, escribe: “La componente somática recuerda al conocimiento que el dolor no debe ser, que debe cambiar. “Padecer es algo perecedero” (Adorno, 1984, p. 204). Autores como Owen Hulatt (2014) han partido de este impulso somático para argumentar que existe una normatividad ética en el trabajo de Adorno. Aaron Jaffe, por su parte, llega a afirmar que este impulso podría explicar las “siempre presentes posibilidades de resistencia” (Jaffe, 2017, p. 11; 15). Cabe mencionar, sin embargo, que hay pasajes en los que Adorno pone en entredicho la efectividad del impulso somático como impulso normativo (cf. Adorno; Horkheimer, 1998, pp. 302-303). En el artículo ‘Sociología y psicología’ llega incluso a mencionar que dicho ‘resto’ somático se vuelve impotente ante el poder de la razón, “degenerándose en una mera curiosidad” (Adorno, 1967, p. 80).

Con esto, Negt y Kluge llenan un hueco que, como nota Peter Dews, fue dejado por los discursos posestructuralistas. De acuerdo con Dews, es necesario dar cuenta de aquello que es moldeado por el poder, o por el discurso, o de aquello que sujeta o reprime la historia. “Sin alguna invocación de las fuerzas intrínsecas del cuerpo, sin una teoría que haga del cuerpo más que una tabula rasa maleable, será imposible estimar los costos impuestos por un ‘poder infinitesimal sobre el cuerpo’ o el sacrificio involucrado en la ‘fragmentación individualizante de la fuerza de trabajo’” (Dews, 1984DEWS, P. “Power and Subjectivity in Foucault”, New Left Review, I/144, 1984, pp. 72-95., p. 90). Sin un cuerpo, sin materia, el poder o la disciplina se quedarían sin objeto; sin ser humano, no hay un sujeto que construir, oprimir, o reprimir.

Esto nos trae de nuevo al concepto de ‘obstinación,’ crucial para entender el peso normativo detrás la teoría crítica de Negt y Kluge. Como hemos visto, de acuerdo con ellos la presencia de la obstinación apunta a la existencia de un límite a la sujeción a la que puede ser sometida el ser humano. Pero esto no quiere decir que la obstinación, en sí misma, tenga el poder de transformar las condiciones opresivas de nuestra realidad histórica, o que sea un impulso orientado inmediatamente hacia lo bueno o lo justo. En efecto, la separación entre los sujetos y sus propiedades - aquellas que dan sentido a su realidad y permiten su desarrollo - genera una reacción, la ‘obstinación,’ pero esta es tal que aparece en primera instancia como una reacción arbitraria, inconsciente, sin contenido. Es por esto que Negt y Kluge prefieren describir a la obstinación como una “crítica práctica e inconsciente ante la alienación” (Negt; Kluge, 1993_______. “Public Sphere and Experience: Toward an Analysis of the Bourgeois and Proletarian Public Sphere”. Minneapolis: University of Minnesota Press, 1993., p. 33).

Para que dicha crítica se vuelva consciente, es necesario que los seres humanos desarrollen formas de interpretar y decodificar sus reacciones, de tal forma que aparezcan como producto de un rechazo a una lógica productivista e instrumental que interfiere con la satisfacción de sus necesidades e intereses, así como con el desarrollo autónomo de sus capacidades.

Negt da un ejemplo que ilustra cómo los procesos históricos que interrumpen el funcionamiento auto-regulativo de los sujetos pueden dar pie, no solo a la obstinación, sino también a la crítica y la reflexión. Negt invita a pensar en un campesino medieval que para llevar a cabo su trabajo necesita desarrollar “capacidades y talentos específicos que están atados completamente a una comunidad laboral y vital: sus capacidades de trabajo no existen separados de dicha comunidad, y más aún, no necesitan buscar el objeto sobre el cual se realizan” (Negt et al., 2014NEGT, O. et al. “The History of Living Labor Power: A Discussion with Oskar Negt and Alexander Kluge”, October, 149, 2014, pp. 35-68. http://www.jstor.org/stable/24586528.
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, p. 51). Pero cuando estas comunidades son separadas de sus tierras y de los medios de producción se lleva a cabo un “cambio fundamental en el estatus de las capacidades de trabajo,” ya que las capacidades laborales, como explica Negt, también se vuelven “doblemente libres: Libres de toda atadura concreta y permanente a algún objeto; y libres de desarrollar una dimensión interior y profunda” (Negt et al., 2014NEGT, O. et al. “The History of Living Labor Power: A Discussion with Oskar Negt and Alexander Kluge”, October, 149, 2014, pp. 35-68. http://www.jstor.org/stable/24586528.
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, p. 51).

La separación entre el trabajador y su objeto - entre la fuerza y los medios de producción - es lo que permite, en primera instancia, que se genere el ‘trabajo’ en tanto que capacidad o habilidad general de producir. Previo a la separación, no hay diferenciación entre el sujeto y su objeto, ni una distinción fuerte entre el individuo y su comunidad. En este caso, no es posible hablar de necesidades o intereses propios al sujeto, ni es posible cuestionar los valores y normas impuestas socialmente. Tampoco es posible cuestionarse si mediante el trabajo que se lleva a cabo el sujeto se realiza y desarrolla como ser humano. No es hasta que el trabajador es separado de las condiciones que permiten llevar a cabo su trabajo que le es posible cuestionarse los motivos por los cuales trabaja, o preguntarse si la actividad que lleva a cabo le es placentera, si tiene algún sentido. Esto lleva a Negt a concluir que

la dimensión interna [del trabajo] simultáneamente genera un potencial de protesta contra el ser atado a relaciones determinadas. Es el prerrequisito para que surja la consciencia de la alienación. En términos fenomenológicos, esto significa que no toda realización de las capacidades de trabajo se sentirá como algo placentero, significativo, como algo que tiene un sentido (Negt et al., 2014, pp. 51-52).

El punto de Negt es que es muy difícil cuestionar y preguntarse sobre el porqué de una relación orgánica (como la que existe en modos de producción pre-capitalistas) que se siente como algo inmediato, como una ‘segunda naturaleza’ que se da por sentada. El problema surge, pues, cuando los objetos y actividades con que nos encontramos día a día se experimentan como algo dado, cuando en realidad su devenir es producto de la historia. Lo que aparece como inmediato, esto es, esconde su génesis y su desarrollo, es decir su dimensión social e histórica. Éstas dimensiones aparecen cuando, como escribe Christian Schulte, “se suspenden las cadenas causales de la historia y las compulsiones por la repetición,” generando un “hiato que permite a la subjetividad humana organizarse de nuevo e interrogar a su propio pasado” (Schulte, 2012SCHULTE, Ch. “All Things are Enchanted Human Beings.” En: FORREST, T. (ed.) Alexander Kluge. Raw Materials for the Imagination. Amsterdam: Amsterdam University Press, 2012. pp. 409-416., p. 412).

Generar esos hiatos requiere que tomemos distancia de los procesos, objetos, o estructuras sociales, para hacer visible su devenir histórico (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., p. 133). Negt y Kluge sostienen que es la fractura de una relación ‘natural’ lo que puede “llevar a la gente a contemplar y recordar si algo falló dentro del mismo proceso de producción” (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., p. 132). En este punto hacen eco de Marx, quien afirma que “solamente cuando las cosas dejan de funcionar... es que comenzamos a entender la naturaleza oculta del mundo donde se localizan las cosas” (Marx, en Bowie, 2015BOWIE, A. “Kluge and Negt 30 Years On. A Brief Reflection.” En: Glass Shards: Echoes of a Message in a Bottle. Alexander Kluge-Jahrbuch vol. 2. Göttingen: V&R Unipress, 2015, pp. 77-82., p. 79). Lo que Negt y Kluge muestran, por lo tanto, es que solo después de que la relación entre sujeto y objeto pierde su inmediatez surge la posibilidad subjetiva de reflexionar, y de determinar sus motivaciones, necesidades, e intereses. Es entonces la interrupción de los procesos ‘naturales’ es lo que permite que el sujeto se conciba como un sujeto crítico, autónomo, y capaz de construir su propia historia.

El punto clave es que el hecho de que para Negt y Kluge solamente después de un proceso histórico - en este caso el quiebre de la inmediatez de la relación entre sujeto y objeto - se pueda definir qué intereses y necesidades del sujeto son ‘verdaderos’ implica que, de acuerdo con ellos, la ‘naturaleza’ no adquiere de forma inmediata un poder normativo. Pero, ¿de dónde surge entonces la dimensión normativa de su teoría? ¿Qué la hace una teoría crítica? Para responder, recurriré a un argumento presente en la lectura que hace Christoph Menke (Menke, 2008MENKE, Ch. “Inner Nature and Social Normativity: The Idea of Self-Realization.” En: JOAS, H., WIEGANDT, K. (eds.). The Cultural Values of Europe, Liverpool: Liverpool University Press, 2008. pp. 217-252.) de Herder, quien sostiene que el devenir del sujeto sucede a través de la socialización histórica.11 11 “Esta enseñanza, esa sensación de algo extraño que se imprime en nosotros, le da a nuestro pensamiento toda su forma y dirección.” [Diese Lehre, dieser Sinn eines Fremden, der sich in uns einprägt, gibt unserm Denken seine ganze Geffalt und Richtung.] (Herder, 1778, p. 45). Pero, por el otro lado, este proceso permite también “la expresión y ulterior desarrollo de una base pre-existente” en el ser humano (Menke, 2008MENKE, Ch. “Inner Nature and Social Normativity: The Idea of Self-Realization.” En: JOAS, H., WIEGANDT, K. (eds.). The Cultural Values of Europe, Liverpool: Liverpool University Press, 2008. pp. 217-252., p. 241). “Toda noble especie humana, como toda buena semilla, duerme en el germen silencioso: está ahí y no se reconoce,” escribe Herder (1778HERDER, J. G. „Vom Erkennen und Empfinden der menschlichen Seele: Bemerkungen und Träume“. Riga: bey Johann Friedrich Hartknoch, 1778., p. 82).12 12 “Jede edle Menschenart schläft, wie aller gute Saame, im stillen Keime: ist da und erkennet sich selbst nicht.” El punto de Herder es que la educación y la socialización, mientras que dan forma al sujeto, no lo crean ex nihilo, sino que son medios a través de los cuales algo que ya era parte de éste logra expresarse.13 13 “Ahora bien, hay tantos dones como personas hay en la tierra, y en todas las personas hay hasta cierto punto un solo don, conocimiento y sentimiento.” [Nun sind der Gaben so viel als Menschen auf der Erde sind, und in allen Menschen ist gewissermasse auch nur eine Gabe, Erkentniss und Empfindung] (Herder, 1778, p. 77). Recordemos el punto de Dews, quien también insiste que el ser humano, en tanto que ser corporal, material, es más que una tabula rasa maleable.

De acuerdo con Herder, el sujeto no puede expresarse o percibir sin una ayuda externa. Sin embargo, escribe Menke, “si [el sujeto] no estuviera ya ocupado interpretando y haciendo conexiones de una forma vaga a través de la energía de su alma, no necesitaría ni sería capaz de aceptar ayuda u orientación externa” (Menke, 2008MENKE, Ch. “Inner Nature and Social Normativity: The Idea of Self-Realization.” En: JOAS, H., WIEGANDT, K. (eds.). The Cultural Values of Europe, Liverpool: Liverpool University Press, 2008. pp. 217-252., p. 241). Así, Herder hace dos puntos que pueden ayudar a entender a Negt y Kluge. Primero, insiste que el sujeto no es un sujeto completo ni transparente para sí mismo. Crucialmente, esto se debe al proceso de socialización en el que desarrolla sus habilidades, pero también a lo que Menke llama su ‘prehistoria,’ esto es, “la ‘base oscura’ [que] nos posiciona detrás del proceso de sujeción-qua-socialización” (Menke, 2008MENKE, Ch. “Inner Nature and Social Normativity: The Idea of Self-Realization.” En: JOAS, H., WIEGANDT, K. (eds.). The Cultural Values of Europe, Liverpool: Liverpool University Press, 2008. pp. 217-252., p. 241). Esto nos lleva al segundo punto, de acuerdo con el cual los sujetos adquieren capacidades y habilidades solo porque poseen poderes (una ‘energía’) que están ya presentes en el individuo y que preceden al proceso de subjetivación - es en este sentido que son poderes ‘naturales.’

Es en línea con lo anterior que debemos leer a Negt y Kluge, para quienes lo que permite que las capacidades y habilidades de los sujetos (así como las necesidades e intereses relacionados con éstos) puedan reaccionar de forma obstinada es el hecho de que surgen de su ‘naturaleza.’ Pero esto no les da inmediatamente su dimensión crítica o normativa. La auto-regulación no tiende inmediatamente hacia lo que es ‘correcto,’ o hacia el estado ‘normal’ del sujeto, y la obstinación puede incluso llevar a consecuencias desastrosas, como se ilustra repetidamente en la literatura de Kluge.14 14 Dos casos ejemplares son Neue Geschichten, No. 1-18, ‘Unheimlichkeit der Zeit’, y Learning Processes with a Deadly Outcome. A pesar de que podemos hablar de que la base natural del ser humano se opone a la manipulación (como la que, por ejemplo, lleva a cabo el capitalismo), esta oposición, por si misma, no provee un estándar normativo con el que medir u orientar las acciones de los individuos. Para Negt y Kluge la naturaleza solo se vuelve un parámetro normativo, y por lo tanto una herramienta crítica después de ser ‘filtrada’ por el sujeto - es decir, una vez que el sujeto se hace consciente de sí mismo, y por lo tanto puede cuestionarse sobre sus verdaderos intereses y necesidades, y apropiarse de su naturaleza (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 380-384). “Solo un sujeto que es más que su naturaleza,” escribe Menke en un pasaje que podría haber salido de las páginas de Historia y Obstinación, “puede decirse fiel a su naturaleza,” y continúa:

Que los poderes naturales e individuales “quieran” algo (y no solo tiendan hacia su desarrollo) es, entendido normativamente, no una observación sobre los poderes, sino sobre el sujeto que los posee. Nos dice algo sobre lo que el sujeto quiere: un sujeto que... reflexiona sobre sí mismo de forma antropológica y genealógica quiere que las habilidades y capacidades subjetivas que ha adquirido tomen una forma tal que su uso pueda considerarse en línea con el desarrollo de los poderes naturales e individuales. Un sujeto que quiere esto es un sujeto a quien concierne su propia auto-realización (Menke, 2008MENKE, Ch. “Inner Nature and Social Normativity: The Idea of Self-Realization.” En: JOAS, H., WIEGANDT, K. (eds.). The Cultural Values of Europe, Liverpool: Liverpool University Press, 2008. pp. 217-252., p. 242).

Clave es el hecho de que la posibilidad misma de evaluar si el desarrollo de sus capacidades y la satisfacción de sus necesidades e intereses es acorde a su ‘naturaleza’ emerge cuando, primero, el sujeto ya ha sido formado como sujeto (es decir después de que ha sido socializado y educado según los estándares de cierta cultura) y, segundo, cuando sus capacidades dejan de funcionar ‘naturalmente’ o sus necesidades no son satisfechas.

Esto nos permite concluir que para Negt y Kluge solo tiene sentido hablar de lo ‘natural’ después de un proceso histórico. Es por esto que, contrario a lo que a veces se ha asumido, ellos no proponen un ‘regreso’ a un estado previo a la alienación capitalista como solución a los problemas del capitalismo.15 15 Paradigmático es el caso de Jameson, de acuerdo con quien para Negt y Kluge “la visión de una utopía meramente urbana es imposible” pues sostienen la prioridad del modo de producción feudal (Jameson, 1988, pp. 162-163). Negt y Kluge en cambio, afirman que la idea de una ‘edad de oro’ pre-capitalista solo tiene una función práctica en tanto que puede motivar una oposición al capitalismo, pero que la idea de un ‘regreso’ no es más que una fantasía (Negt; Kluge, 2014, p. 82). Negt y Kluge insisten que en las sociedades pre-capitalistas no existía una mayor armonía entre sujeto y objeto - entre trabajador y medio de trabajo - a pesar de la ausencia de una clara separación entre ambos. De hecho, al no haber una separación, no podemos hablar de un sujeto con intereses o motivaciones propias o reales, las cuales surgen como tal sólo cuando el sujeto puede interpretarlas y definirlas (individual y colectivamente). La mera posibilidad de pensar en un trabajo no-alienado solo surge después de la separación que produce la alienación, pues permite al sujeto desarrollar las capacidades de reflexionar y pensar autónomamente sobre su lugar en el mundo y sobre lo que necesita o le parece placentero, y por lo tanto de elegir cómo, para qué, y por qué trabajar y utilizar sus capacidades. Es en este sentido que debemos entender una afirmación hecha en Historia y Obstinación, que se vuelve programática para sus autores: “la fuerza de trabajo viva emerge a través de las separaciones” (Negt et al., 2014NEGT, O. et al. “The History of Living Labor Power: A Discussion with Oskar Negt and Alexander Kluge”, October, 149, 2014, pp. 35-68. http://www.jstor.org/stable/24586528.
http://www.jstor.org/stable/24586528...
, p. 50).

4. Conclusión

El hecho de que las necesidades, los intereses, o las motivaciones reales de los sujetos trabajadores solo emerjan como producto de la reflexión y la consciencia nos permite aclarar, finalmente, el estatus normativo de la obstinación. La obstinación refiere a una voluntad propia, a una búsqueda del sentido, y que puede expresarse como una sensación de malestar o de incomodidad, de alienación o pérdida de sentido. Pero como se mencionó anteriormente, este tipo de reacciones suceden de forma ciega o arbitraria. Es por esto que la obstinación solo debe considerarse como un indicador que apunta a la presencia de condiciones que inhiben la auto-realización de los sujetos y el desarrollo de sus ‘poderes esenciales’, y que exhibe la posibilidad de encontrar el camino hacia la auto-realización. La obstinación, dicho de otra forma, es solamente una precondición subjetiva para la emancipación; es aquello que “debe primero ser establecido al nivel del desarrollo de la historia del individuo de forma que la vida de un ser humano sea viable” (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., p. 292). Pero, advierten Negt y Kluge, la posibilidad de la auto-realización es diferente a la auto-realización, y comportarse de forma obstinada es diferente a hacerlo de forma autónoma (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., p. 86).

La presencia de la obstinación, entonces, no garantiza la emancipación. En tanto que reacción corporal o subconsciente, forma simplemente la base que permitiría a las personas, por su propia cuenta, determinar cómo se relacionan con su historia, con su vida, con sus productos, y con los otros (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 73-76). Lo que Negt y Kluge muestran a través de las páginas de Historia y Obstinación, entonces, no es que hay un camino asegurado hacia la emancipación, sino que su posibilidad, mientras que no sea realizada, seguirá presente. Pero nada está garantizado o escrito en la historia, por lo que se necesita de la participación y la organización política para dar pie a la constitución de una sociedad liberada, democrática y racional. La teoría crítica de Negt y Kluge no pretende imponer una verdad o un determinado punto de vista, sino orientar a los seres humanos para que puedan decodificar - por sí mismos - su obstinación, lo cual recuerda un famoso pasaje de Marx, quien escribe:

Nuestro lema deberá ser, por tanto: la reforma de la consciencia, no por medio de dogmas, sino mediante el análisis de la consciencia mística, oscura ante sí misma… Y entonces se demostrará que el mundo posee, ya de largo tiempo atrás, el sueño de algo de lo que sólo necesita llegar a poseer la consciencia para poseerlo realmente (Marx, 1982_______. “Escritos de Juventud”. México: Fondo de Cultura Económica, 1982., pp. 459-460).

Una verdadera reforma de la consciencia presupone la autonomía de los individuos y es la precondición de la constitución de una nueva realidad histórica: una realidad construida por y para los propios sujetos trabajadores, y de acuerdo con sus intereses y sus necesidades. En línea con esto, Negt y Kluge, en el intento de recuperar el potencial político y emancipador de la teoría crítica, han trabajado para orientar a la praxis y exponer el puente que existe entre la obstinación- oscura ante sí misma - y la consciencia; entre la naturaleza y la historia.

  • **
    El presente artículo fue escrito con el apoyo de la beca posdoctoral Profesor Dr. Caldeyro Barcia, otorgada por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII, Uruguay). Quiero agradecer a los dos evaluadores por sus comentarios, y a Elena y Maite Rodríguez Apólito por siempre estar ahí.
  • 1
    Todas las traducciones de citas de trabajos sin traducción al español son propias.
  • 2
    „[D]enn die Kunst und Thätigkeit der Menschen, so viel sie schon gethan hat und thun kann, kann doch Lebendiges nicht hervorbringen, den Urstoff, den sie umwandelt, bearbeitet, nicht selbst erschaffen, sie kann die schaffende Kraft entwickeln, aber die Kraft selbst ist ewig und nicht die Menschenhände Werk.“
  • 3
    “[D]er eigene Sinn ist Eigensinn, eine Freiheit, welche noch innerhalb der Knechtschaft stehenbleibt.” (Hegel, 1986_______. „Werke, Band III: Phaenomenologie des Geistes“. Frankfurt am Main: Shurkamp, 1986., p. 155).
  • 4
    Como he argumentado en otro lugar (Samaniego de la Fuente, 2022SAMANIEGO DE LA FUENTE, R. “On Negativity and Aesthetics: Kluge’s Farewell to Adorno”, Artefilosofia, Vol. 17, Nr. 31, 2022, pp. 131-173., pp. 137-138), la interpretación de esta posición ‘negativista’ está en disputa. Por unos, es vista como lo que lleva a Adorno a alejarse de la praxis política y refugiarse en el arte moderno y la teoría; por otros, como la única posición legítima dentro de una sociedad gobernada por las leyes abstractas del capitalismo. Independientemente de cómo se le interprete, la disputa misma apunta a la centralidad de la tesis de ‘integración’ en el trabajo de Adorno.
  • 5
    Hay momentos en que Adorno parece apuntar a que, en algunos momentos históricos - por ejemplo, a mediados del siglo XIX cuando Marx y Engels escriben el Manifiesto Comunista, y cuando el proletariado no estaba todavía integrado - esta posibilidad era real. Este no era el caso ya en 1968 (Fleck, 2017FLECK, A. “Resignação? Práxis e política na teoria crítica tardia de Theodor W. Adorno”, Kriterion, Nr. 138, 2017, pp. 467-490., p. 472).
  • 6
    Negt y Kluge citan a Marx, quien habla de la acumulación primitiva como un proceso que separa al trabajo de su propiedad. Dicha separación es un prerrequisito para el establecimiento del capitalismo (Negt; Kluge, 1981_______. „Geschichte und Eigensinn“. Frankfurt am Main: Zweitausandeins, 1981., p. 28).
  • 7
    Cf. Adorno, 1984_______. “Dialéctica Negativa”. Madrid: Taurus, 1984., pp. 202, quien escribe: “El espíritu es tan irreductible a la existencia corno ésta lo es a él. Con todo lo inexistente del espíritu se encuentra tan implicado con la existencia que desglosarlos limpiamente equivaldría a objetivarlos y falsearlos.” Compárese con Negt y Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 98-99.
  • 8
    Nótese que la noción de Eigenschaften - usualmente traducida como ‘capacidad’ o ‘característica’ - también comparte la raíz Eigen con Eigensinn y Eigentum, y denota, similarmente, “una condición u objeto que es de mi propiedad.” (Cf. Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., p. 477) Dicha relación apunta ya a la forma en que Negt y Kluge entienden a la naturaleza humana como base y producto de separaciones históricas.
  • 9
    Nótese que, de acuerdo con Negt y Kluge, habrá capas de la constitución psíquica y material del ser humano que serán más sugestionables que otras: los “órganos sociales,” es decir, las capacidades de más reciente aparición en el desarrollo filogenético de la especie, como pueden ser la capacidad de distinguir ciertos colores, o la capacidad de entender cómo usar cierta herramienta, serán más fácil de cambiar que un órgano “originario” como lo es el cerebro, cuyo funcionamiento muestra poca variación, incluso a pesar de los cambios drásticos vividos en las sociedades industriales avanzadas (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., pp. 98-99).
  • 10
    Cabe señalar que existe la posibilidad de hacer una lectura del trabajo de Adorno en la cual la normatividad surge de una reacción somática que rechaza el sufrimiento no muy diferente de la obstinación propuesta por Negt y Kluge. Hacerlo excede el alcance de dicho artículo, por lo que me limito a hacer algunas observaciones. Como explica Freyenhagen, de acuerdo con Adorno, iniciar una acción requiere más que un acto de consciencia: requiere también un elemento somático, un impulso físico (Freyenhagen, 2013_______. “Adorno’s Practical Philosophy. Living Less Wrongly”. Cambridge: Cambridge University Press, 2013., pp. 255-256). A través de su trabajo, hay momentos en que Adorno parece cargar normativamente a un tal impulso - el rechazo al sufrimiento innecesario. En Dialéctica Negativa, por ejemplo, escribe: “La componente somática recuerda al conocimiento que el dolor no debe ser, que debe cambiar. “Padecer es algo perecedero” (Adorno, 1984_______. “Dialéctica Negativa”. Madrid: Taurus, 1984., p. 204). Autores como Owen Hulatt (2014)HULATT, O. “Normative Impulsivity: Adorno on Ethics and the Body,” International Journal of Philosophical Studies, Vol. 22, Nr. 5, 2014, pp. 676-695. han partido de este impulso somático para argumentar que existe una normatividad ética en el trabajo de Adorno. Aaron Jaffe, por su parte, llega a afirmar que este impulso podría explicar las “siempre presentes posibilidades de resistencia” (Jaffe, 2017JAFFE, A. «Adorno’s ‘addendum’», Philosophy & Social Criticism, Vol. 43, Nr. 8, 2017, pp. 855-876., p. 11; 15). Cabe mencionar, sin embargo, que hay pasajes en los que Adorno pone en entredicho la efectividad del impulso somático como impulso normativo (cf. Adorno; Horkheimer, 1998ADORNO, Th., HORKHEIMER, M. “Dialéctica de La Ilustración. Fragmentos Filosóficos”. Madrid: Trotta, 1998., pp. 302-303). En el artículo ‘Sociología y psicología’ llega incluso a mencionar que dicho ‘resto’ somático se vuelve impotente ante el poder de la razón, “degenerándose en una mera curiosidad” (Adorno, 1967_______. “Sociology and Psychology”. New Left Review I/46, 1967, pp. 67-97., p. 80).
  • 11
    “Esta enseñanza, esa sensación de algo extraño que se imprime en nosotros, le da a nuestro pensamiento toda su forma y dirección.” [Diese Lehre, dieser Sinn eines Fremden, der sich in uns einprägt, gibt unserm Denken seine ganze Geffalt und Richtung.] (Herder, 1778HERDER, J. G. „Vom Erkennen und Empfinden der menschlichen Seele: Bemerkungen und Träume“. Riga: bey Johann Friedrich Hartknoch, 1778., p. 45).
  • 12
    “Jede edle Menschenart schläft, wie aller gute Saame, im stillen Keime: ist da und erkennet sich selbst nicht.”
  • 13
    “Ahora bien, hay tantos dones como personas hay en la tierra, y en todas las personas hay hasta cierto punto un solo don, conocimiento y sentimiento.” [Nun sind der Gaben so viel als Menschen auf der Erde sind, und in allen Menschen ist gewissermasse auch nur eine Gabe, Erkentniss und Empfindung] (Herder, 1778HERDER, J. G. „Vom Erkennen und Empfinden der menschlichen Seele: Bemerkungen und Träume“. Riga: bey Johann Friedrich Hartknoch, 1778., p. 77).
  • 14
    Dos casos ejemplares son Neue Geschichten, No. 1-18, ‘Unheimlichkeit der Zeit’, y Learning Processes with a Deadly Outcome.
  • 15
    Paradigmático es el caso de Jameson, de acuerdo con quien para Negt y Kluge “la visión de una utopía meramente urbana es imposible” pues sostienen la prioridad del modo de producción feudal (Jameson, 1988JAMESON, F. “On Negt and Kluge”, October, 46, 1988, pp. 151-178. https://doi.org/10.2307/3108668.
    https://doi.org/10.2307/3108668...
    , pp. 162-163). Negt y Kluge en cambio, afirman que la idea de una ‘edad de oro’ pre-capitalista solo tiene una función práctica en tanto que puede motivar una oposición al capitalismo, pero que la idea de un ‘regreso’ no es más que una fantasía (Negt; Kluge, 2014NEGT, O., KLUGE, A. “History and Obstinacy”. New York: Zone Books, 2014., p. 82).

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Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    08 Mar 2024
  • Fecha del número
    Dic 2023

Histórico

  • Recibido
    06 Mar 2022
  • Acepto
    22 Mayo 2023
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