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El Sistema Argentino de Educación Física. Entre el cientificismo, la higienización, el eclecticismo y la argentinidad

The Argentine's Physical Education System. Among the scientism, the hygienism, the eclecticism and "argentineity"

O sistema argentino da Educação Física. Entre a cientificidade, higienização, ecletismo, argentinidade

Resúmenes

El Sistema Argentino de Educación Física fue la propuesta corporal dominante en las escuelas y colegios argentinos en las primeras décadas del siglo XX. Este sistema fue elaborado por el Dr. Enrique Romero Brest. El presente artículo, retomando conceptos de la historia social y cultural, indaga al Sistema Argentino de Educación Física durante las primeras dos décadas del siglo XX intentando caracterizarlo y, al mismo tiempo, identificando las ficciones corporales "argentinas" construidas para legitimar su existencia. Algunos de los interrogantes analizados son: "En qué consistió el Sistema Argentino de Educación Física?", "Cuáles fueron sus características centrales?", "Qué objetivos e ideales persiguió?" y "Qué tipo de destinatario fabricó?".

Educación física; Cientificidad; Higienismo; Argentinidad


The Argentine system of physical education was the dominant body proposal at argentine schools and colleges in the first decades of the 20th century. This system was developed by Dr. Enrique Romero Brest. Taking up concepts of social and cultural history, this article explores the Argentine system of physical education during the first two decades of the 20th century trying to characterize it and also trying to identify "Argentine" bodily fictions built to legitimize its existence. Some of the analyzed questions are: "What was the Argentine system of physical education?", "What were the main features?", "What goals and ideals pursued?" and "What kind of recipient did the system make?".

Physical education; Scientism; Hygienism; Argentineity


O Sistema Argentino da Educação Física foi a proposta do corpo dominante dada nas escolas da Argentina nas primeiras décadas do século XX. Esse sistema foi desenvolvido pelo Dr. Enrique Romero Brest. Este artigo toma os conceitos de história social e cultural e explora o Sistema Argentino da Educação Física durante as duas primeiras décadas do século XX. Tenta caracterizar e, ao mesmo tempo, identificar ficções corporais "argentinas" construídas para legitimar a sua existência. Algumas das questões discutidas são: "No que consistiu o Sistema Argentino da Educação Física?"; "Quais foram as suas principais características?"; "Quais os objetivos e ideais perseguidos?" e "Que tipo de corpo construo?".

Educação física; Cientificidade; Higienização; Argentinidade


Introducción

En la primera década del siglo XX la propuesta corporal educativa "romerista" se consolidó como el único proyecto dominante en el escenario escolar argentino. Dicha consolidación y estabilización se debió al surgimiento de tres procesos simultáneos.

En primer lugar, el Dr. Enrique Romero Brest (1873-1958) se convirtió en el máximo vocero autorizado sobre cuestiones referidas a la educación física. En segundo lugar, el Dr. Enrique Romero Brest –acompañado por su grupo de trabajo– logró una visibilidad político-educativa hasta esos momentos no alcanzada por ningún especialista en dichas cuestiones. En tercer lugar, el Dr. Enrique Romero Brest fue el encargado de crear y dirigir, en diciembre de 1901, los primeros cursos temporarios de Ejercicios Físicos realizados en la Argentina. El éxito de estos modestos cursos generó un afianzamiento de los mismos alcanzando, en 1912, el grado de Instituto Nacional Superior de Educación Física (INEF). Este proceso de consolidación institucional permitió a su creador y al grupo que lo apoyó y secundó, poner en circulación, transmisión y distribución el único relato "verdadero" sobre la educación física de los niñas/s en las escuelas y colegios argentinos: el Sistema Argentino de Educación Física.

En consecuencia, articulado con los tres procesos anteriormente mencionados y sus respectivos niveles de análisis –el plano epistémico y del saber, el plano de la política educativa y el plano institucional de formación– fue necesario construir un sistema de educación física diferente y a la vez distintivo de las propuestas corporales existentes. Frente a una diversidad de prácticas corporales presentes como la gimnasia militar, los batallones escolares, los ejercicios físicos con aparatos (palanquetas, bastones, palos, etc.), la gimnasia no metodizada, los juegos, ciertos sports, los ejercicios acrobáticos, los concursos atléticos, la gimnasia francesa, los ejercicios físicos suecos, etc.; el Dr. Enrique Romero Brest logró unificar y darle valor a un único relato sobre la educación física escolar.

El Sistema Argentino de Educación Física se consolidó a finales de la primera década del siglo XX y se fortaleció como el relato dominante en la década siguiente. Aunque recibió ataques e impugnaciones de agentes y actores provenientes de la corporación militar y, en menor medida, de las florecientes instituciones deportivas y de algunos pedagogos de estado de "segunda línea"; el sistema "romerista" se convirtió en la propuesta hegemónica en el escenario escolar. Se difundió en escuelas y colegios de la joven capital y de varias provincias y fue adoptado en los planes y programas de formación para maestros/as normalistas. Fue, sin duda, el momento de mayor predominio y visibilidad pública de esta propuesta corporal. Sin embargo, muy lentamente los años '20 comenzaron a marcar ciertos cambios, pequeñas modificaciones y algunos desplazamientos con relación al control y dominio del campo de la "cultura física". El sistema argentino comenzó a ser puesto en cuestión con mayor intensidad por distintos agentes, actores y grupos sociales hasta que a principios de los años '30 determinados cambios del propio campo y, también, macropolíticos vinculados con el golpe cívico-militar comenzaron a cuestionar fuertemente la propuesta corporal "romerista". Teniendo en cuenta ello, el presente trabajo indaga al Sistema Argentino de Educación Física durante las primeras dos décadas del siglo XX. Algunos de los interrogantes analizados son: "En qué consistió el Sistema Argentino de Educación Física?", "Cuáles fueron sus características centrales?", "Qué objetivos e ideales persiguió?" y "Qué tipo de destinatario fabricó?".

El Sistema Argentino de Educación Física: su valor "científico" e higiénico

El Sistema Argentino de Educación Física consistió básicamente en ejercicios físicos sin aparatos y juegos en los grados superiores y juegos distribuidos y aplicados con un criterio fisiológico en los grados inferiores. Entre la multiplicidad de ejercicios, el sistema priorizó los ejercicios preliminares, los ejercicios de suspensión, los ejercicios de equilibrio, los ejercicios del tronco, los ejercicios sofocantes, los ejercicios respiratorios y los ejercicios de locomoción y salto. Posteriormente se sumaron a este sistema otras prácticas corporales como las rondas escolares, las excursiones escolares, el pentathlos argentino 1 1 El pentathlos argentino comprendió cinco juegos (cazadora, cesto, banderitas, blanco y salto de precisión) 'inventados' y reglamentados por Romero Brest (1922, p. 12-13) "(...) a fin de formar un conjunto de ejercicios, cuya práctica intensiva y completa sea suficiente para obtener el máximo de efectos educativos y orgánicos, sobre alumnos preparados previamente por la gimnástica racional y metódica de nuestro sistema". "No son ejercicios practicados con fines atléticos o deportivos, sino solamente medios de obtener una excitación intensa de la energía racional, educada y metódica, de los equipos". "No son individuales, sino colectivos (...)". y, con ciertos recaudos, determinados deportes. Pero este conjunto heterogéneo de prácticas no fue abordado de cualquier manera sino que estuvo atravesado por ciertos principios, axiomas y reglas que encuadraron al sistema.

Básicamente, el Sistema Argentino de Educación Física estuvo constituido por tres características que lo definieron y lo dotaron de sentido: su cientificidad como única apelación a la verdad, su higienismo como única forma de justificación racional y su eclecticismo como elemento distintivo con relación a los otros sistemas de ejercitación física imperantes. Estos rasgos fueron los aspectos estructurales del sistema. Se convirtieron en parte de su fortaleza y, también con el tiempo, potenciaron sus debilidades. Todas las preocupaciones por educar a los cuerpos en movimiento en la escuela argentina se valieron de la ciencia y el método racional al amparo de un conjunto de discursos médicos siendo el eclecticismo el rasgo distintivo, o si se quiere, la cualidad "propiamente" argentina.

En este sentido, el Sistema Argentino de Educación Física fue ante todo un producto científico de la época. Es decir, fue una invención moderna con un fuerte carácter científico. Ello implicó que sus principios, axiomas y teorías fueran considerados racionales, objetivos, mensurables y, sobre todo, incuestionables. Un buen ejercicio físico fue aquel que pasó por la reflexión y el tamiz de la ciencia, en este caso, representada por el discurso médico. "Hemos desterrado los procedimientos que no estaban basados en razones científicas y los ejercicios que no respondieran á una finalidad fisiológica, higiénica y educativa, de acuerdo con la edad de los niños" (Romero Brest, 1909aRomero Brest E. La Educación Física en la Escuela Primaria. Su organización y sus resultados. Buenos Aires: Imprenta de Obras de E. Spinelli; 1909a., p. 96). "Lo que caracteriza especialmente el sistema argentino de educación física que preconizamos es su espíritu científico". "La fisiología, la higiene y la pedagogía racional forman el trípode sobre el cual se apoyan las doctrinas del sistema" (Romero Brest, 1911Romero Brest E. Pedagogía de la Educación Física. Buenos Aires: edit. Cabauty Cía; 1911., p. 179).

Esta forma de abordar ciertos problemas sobre los cuerpos y su funcionamiento estuvo atravesada por la matriz positivista decimonónica. A pesar de la superposición de ideologías en cuyo seno convivían tendencias tan variadas como el vitalismo, el decadentismo o el espiritualismo modernista; la matriz mental dominante durante el período 1880-1910 en la Argentina y en general en América Latina, fue el positivismo (Terán, 2000Terán O. Vida cultural en el Buenos Aires fin-de-siglo (1880-1910). Buenos Aires: FCE; 2000.).

Fue en este contexto que el Sistema Argentino de Educación Física estuvo atravesado por dos postulados básicos del positivismo ya que, por un lado, planteó que los objetivos, los conceptos y los métodos de las ciencias naturales eran aplicables a las indagaciones científico-sociales. Por otro lado, supuso que el modelo de explicación utilizado en las ciencias naturales proporcionaba las normas lógicas en base a las cuales se podían valorar las explicaciones dadas por las ciencias sociales. Bajo esta perspectiva la ciencia de los ejercicios físicos estaba aparentemente representada por un método imparcial para juzgar los postulados acerca del cuerpo.

La teoría científica representada por el heterogéneo discurso médico (anatomía descriptiva, fisiología del ejercicio, antropometría, ginecología, etc.) se suponía que suministraba las normas lógicas y racionales para juzgar un buen movimiento de un mal movimiento, un ejercicio físico correcto de uno incorrecto, una posición corporal deseable de una indeseable, un salto adecuado de uno inadecuado, una marcha conveniente de una inconveniente, un giro eficiente de uno ineficiente, una alineación completa de una incompleta, un firmes perfecto de uno imperfecto, una flexión apropiada de una inapropiada, una extensión proporcionada de una desproporcionada, una circunducción oportuna de una inoportuna.

El paradigma científico decimonónico suministró conocimientos que luego se convirtieron en reglas de acción para ser aplicadas por los educadores "físicos" y practicadas por los alumnos/as. De la teoría científica representada por los discursos médicos se inferían los universos kinéticos posibles, los tipos de ejercicios físicos practicados (ejercicios permitidos y prohibidos), los distintos momentos de la clase (3 momentos para clases dirigidas a niños de 6 a 10 años y 7 momentos para niños mayores), los momentos de reposo físico, la duración total de la clase (ideal: entre 45 a 50 minutos), cantidad de clases semanales (ideal: tres veces por semana), momento ideal de dictado de la clase de educación física (al terminar la segunda hora escolar), el cálculo de intensidades de los ejercicios físicos para cada momento, los efectos fisiológicos deseados (primero efectos generales, particulares después y generales al final de la clase), los tiempos de cada ejercicio y el orden de ejecución de cada ejercicio.

En síntesis, el modo "correcto" de resolver las cuestiones corporales y de tomar las decisiones adecuadas era recurrir a los procedimientos racionales provenientes, en gran medida, de la ciencia médica. Entendiendo las leyes del cuerpo en movimiento se podía actuar consiguiendo los resultados deseados. De alguna manera, el Sistema Argentino de Educación Física solucionó racionalmente la educación de los cuerpos basándose en métodos empíricos de verificación. La comprobación experimental fue uno de los medios persuasivos mejor utilizados (Buch, 2006Buch A. Forma y función de un sujeto moderno. Bernardo Houssay y la fisiología argentina (1900-1943). Bernal: Editorial Universidad Nacional de Quilmes; 2006.). El laboratorio de fisiología y el gabinete de mediciones antropométricas del INEF, formaron parte central en la retórica de defensa del sistema, frente a aquellos/as que lo cuestionaban o rechazaban. La ciencia médica y sus leyes establecidas no sólo justificaron ciertas acciones corporales, sino que persuadieron a aquellos/as que osaron enfrentarla. Pero, junto con un ideal científico-higienista de salud, el sistema argentino puso en circulación un conjunto de valores morales y políticos como la "solidaridad entre los hombres", la "necesidad de protección al más débil", el "respeto por los derechos de los demás", la "confianza de la ciencia para la búsqueda de la verdad" y el "respeto al derecho individual y colectivo" (Romero Brest, 1905Romero Brest E. Curso Superior de Educación Física. Tomo II: pedagogía y práctica de la Educación Física. Buenos Aires: Las Ciencias Librería y Casa editora de Nicolás Marana; 1905., p. 31; Romero Brest, 1914Romero Brest E. Los Batallones Escolares: orígenes condiciones científicas y defectos. Buenos Aires: Imprenta Talleres gráficos de la Penitenciaría Nacional; 1914., p. 20, 51; Romero Brest, 1915Romero Brest, E. Relaciones de la Educación Física con la militar en la escuela. Revista de la Educación Física, Año VII, N° 36, Buenos Aires, p. 89-95, 1915., p. 93; Romero Brest, 1917Romero Brest E. El Instituto Nacional Superior de Educación Física. Antecedentes organización y resultados. Buenos Aires: ed. Cabaut y Cía; 1917., p. 96; Romero Brest, 1922Romero Brest E. Concursos escolares de Educación Física. Buenos Aires: ed. Cabaut y Cía; 1922., p. 9). Estos valores entraron en tensión y fueron puestos en cuestión por algunos adversarios del sistema argentino, especialmente por parte de la corporación militar.

El Sistema Argentino de Educación Física: su eclecticismo y la otredad

El Sistema Argentino de Educación Física se definió a partir de múltiples operaciones: diferenciación, cuestionamiento e integración. Uno de los primeros sentidos que puso en circulación el sistema argentino fue diferenciarse y, en algunos casos, oponerse a los sistemas de educación física europeos existentes intentando construir un discurso diferente sobre la educación del cuerpo. En ese sentido, el Sistema Argentino de Educación Física fue una de las tantas respuestas que un grupo de actores e instituciones, agrupados en este caso en el INEF, expresaron en relación a las políticas científicas del cuerpo imperantes en la época en un contexto de fuertes discusiones sobre la identidad nacional y continental que caracterizaron los procesos de institucionalización de los estados latinoamericanos (Nouzeilles, 2000Nouzeilles G. Ficciones somáticas. Naturalismo nacionalismo y políticas médicas del cuerpo (Argentina 1880-1910). Buenos Aires: Beatriz Viterbo; 2000.).

El Sistema Argentino de Educación Física se constituyó como una apuesta al futuro a partir de una fuerte crítica al pasado, el cual fue descripto como un período saturado de errores, confusiones, prejuicios y con una profunda carencia de argumentaciones científicas. El cuestionamiento al pasado fue una de las primeras estrategias utilizadas por Romero Brest y su grupo como forma de visibilización y legitimidad: "ante el fracaso de los sistemas y métodos empleados hasta entonces" en donde abundaron "ejercicios militares, el sistema gimnástico francés, ejercicios con palanquetas, gimnástica pedantesca y exhibicionista, el juego sin método" etc.; el Sistema Argentino de Educación Física pondría orden y racionalidad a la práctica. El rechazo radical a los antiguos métodos y sistemas se suponía daría paso a un futuro racional, lleno de certezas y regido por "(...) las ideas fisiológicas modernas" (Romero Brest, 1903Romero Brest E. Cursos Normales de Educación Física (sus resultados). Buenos Aires: Las Ciencias Librería y Casa editora de Nicolás Marana; 1903., p. 3-7).

Desde su invención, el Sistema Argentino de Educación Física definió y tomó una posición clara frente a la otredad. Esta se convirtió en el límite de lo pensable en relación al cuerpo escolar en movimiento. La constitución identitaria, propia, específica y con rasgos particulares del sistema argentino necesitó de un conjunto de operaciones simbólicas en donde lo indeseable fuese identificado, cuestionado, rechazado y, sólo en parte, integrado y reinterpretado. La comparación y el distanciamiento establecieron los límites posibles y deseables con relación al universo kinético de los alumnos y alumnas.

Pero la 'otredad' no fue un simple bloque monolítico, compacto y homogéneo. Más bien estuvo representado por una diversidad, variedad y heterogeneidad de posiciones con distintas propuestas de educación de los cuerpos en movimiento. En este caso, la otredad estuvo personificada por un conjunto de sistemas identificados a partir de ciertos rasgos y características: la nacionalidad y una particular localización geográfica: Europa. En consecuencia, la otredad condensó–a partir del rechazo pero también de la integración, la mixtura e inclusive cierta admiración– una forma de ejercitar los cuerpos y de imaginar y representar una determinada nacionalidad y una cierta cultura vinculada, sólo en parte, con los cuerpos en movimiento.

La otredad, o mejor dicho, las otredades estuvieron representadas por las históricas corrientes gimnásticas decimonónicas, las cuales en el momento en que se inventó el Sistema Argentino de Educación Física ya tenían un recorrido de casi cien años. Como señala Soares (2006, p. 228)Soares, C. Las corrientes gimnásticas europeas y su contenido: una historia de rupturas y permanencias. In: Rozendgardt, R. (coord.) Apuntes de Historia para profesores de Educación Física. Buenos Aires: Miño y Dávila, 2006, p. 223-242. "los años desde 1815 hasta 1830 determinan las tres grandes orientaciones relativas al desarrollo de una sistematización científica de las actividades físicas del mundo occidental, (...) el método francés, el método sueco y el método alemán".

Frente a estas corrientes gimnásticas con finalidades, medios, procedimientos y concepciones corporales foráneas ya instaladas y plenamente reconocidas y públicamente visibilizadas en el mundo europeo; Romero Brest imaginó un sistema 'verdaderamente' nacional, con características, principios, propiedades, cualidades y atributos completamente argentinos. Cuestionar a los sistemas francés, inglés, alemán o sueco consolidó su propuesta corporal: "(...) he rechazado en mi enseñanza la aplicación en nuestras escuelas, del sistema francés de educación física por ser anti fisiológico; del alemán por su carácter de fuerza y militar que no ha perdido desde su origen; del inglés por ser poco adaptable á la gradación y de difícil aplicación en nuestras escuelas por las condiciones locales; y del sueco, á pesar de su base eminentemente científica, por ser incompleto en lo que se refiere a la parte psicológica, por su metodismo riguroso que exige personal especial, condiciones locales apropiadas y tal vez condiciones de raza que no tenemos nosotros" (Romero Brest, 1903Romero Brest E. Cursos Normales de Educación Física (sus resultados). Buenos Aires: Las Ciencias Librería y Casa editora de Nicolás Marana; 1903., p. 56-57; 1911Romero Brest E. Pedagogía de la Educación Física. Buenos Aires: edit. Cabauty Cía; 1911., p. 247-266).

Los históricos sistemas de gimnasia y de educación física no cumplían con los requisitos científicos que una escuela argentina en construcción necesitaba. Las argumentaciones fueron variadas y las críticas tuvieron tenores distintos de acuerdo al sistema referido. La crítica al sistema francés fue la más despiadada a pesar que, paradójicamente, la influencia más fuerte en clave fisiológica fue, sin duda, francesa. Lo que en principio parece una contradicción insostenible en el fondo no lo es ya que sus referentes epistémicos fueron Étienne Jules Marey, Fernand Lagrange, Labit y Polin, Philippe Tissié, etc. (fisiólogos franceses) quienes criticaron de la misma manera al sistema de ejercitación física francés tomando partido por el beneficioso, científico y más moderno sistema sueco. Admirador de la cultura francesa, Brest se valió de los gigantes galos de la fisiología general y del ejercicio en particular, para terminar defendiendo en gran parte los principios del sistema sueco. En este sentido, la definición del sistema como "argentino" fue menos un aspecto novedoso y "original" y más una estrategia retórica para afirmar su propuesta y darle visibilidad pública–léase escolar–ya que sus fundamentos teóricos y su propuesta práctica fueron centralmente tomados del sistema nórdico.

Haciendo un balance general de su propuesta corporal, el sistema sueco –combinado con juegos– fue el que mayor inspiración le generó a Romero Brest para definir el Sistema Argentino de Educación Física. "He tratado de estudiar un sistema ecléctico que basado en la mecánica y fisiología del organismo humano respondiera al mismo tiempo á las exigencias de nuestros locales y de nuestro personal enseñante". "He tomado así a la gimnástica sueca, sus movimientos fundamentales con su criterio rigurosamente fisiológico" (Romero Brest, 1903Romero Brest E. Cursos Normales de Educación Física (sus resultados). Buenos Aires: Las Ciencias Librería y Casa editora de Nicolás Marana; 1903., p. 57, 59).

En síntesis, la diferenciación estableció discrepancias, pero también proximidades con otros sistemas de educación física decimonónicos. Rechazo, impugnación, desaprobación, aceptación, integración, combinación, mezcla y admiración se conjugaron para consolidar la propuesta "romerista". El eclecticismo del sistema estuvo dado por su densidad semántica en la que sobresalieron aspectos de diversas posiciones que el mismo Brest intentó combinar, integrar y readaptar. El Sistema Argentino cuestionó al sistema francés y alemán –a tono con la época y con la influencia fisiológica francesa– y se nutrió de aspectos medulares de otros sistemas, especialmente del sueco y en menor medida del inglés, coexistiendo cuestiones fisiológicas vinculadas con la gimnasia, pero incorporando los juegos y con determinados recaudos ciertos sports provenientes del sistema inglés. 2 2 Según Romero Brest (1911) la crítica al sistema francés se debió a que esta propuesta de educación corporal era "antifisiológica", "congestiva y antirespiratoria" (p. 248). Además, este tipo de propuesta corporal era "deformante, atlética y acrobática" (p. 254). Asimismo, la gimnástica francesa era esencialmente "aristocrática" (p. 254-255), algo inadmisible para un liberal republicano de principios de siglo XX. Con ciertos matices, todos estos cuestionamientos también estuvieron dirigidos al sistema alemán. Además de las críticas fisiológicas, el sistema gímnico germano compartía con la gimnástica francesa la huella marcial y disciplinante debido que "los orígenes de la gimnástica francesa son exclusivamente militares" (p. 255). Por otra parte, el sistema inglés y, muy especialmente, el sueco fueron menos cuestionados que el sistema francés y el alemán. En relación a la gimnástica inglesa caracterizada por juegos libres y ejercicios deportivos al aire libre, Romero Brest (1911) la caracterizaba "(...) por el predominio y frecuencia de la sofocación y de la emotividad (...)" (p. 260). Sin embargo, la crítica más fuerte estaba vinculada con la exageración de las emociones, la posible pérdida de autocontrol y la falta de una rigurosa graduación metódica. Por último, con relación a la gimnasia sueca Romero Brest (1911) la ponderó como a ninguna otra por ser científica y utilizar reglas fisiológicas precisas. Brest, a tono con la época, la caracterizó como "(...) higiénica y no atlética" además de ser "respiratoria y descongestionante", y esencialmente "democrática" por ser fácilmente practicable y adaptable "á todos los organismos" (p. 257). Sin embargo, alguna carencia presentaba, o mejor dicho, debía presentar. Este gran sistema era "psicológicamente deficiente, porque descuida casi por completo la emotividad de la acción conjunta ó solidaria, que motiva el sport ó el simple juego gimnástico" (p. 258). Esta mixtura, fue lo "novedoso" del sistema. Pero posiblemente el aspecto más destacado de su propuesta haya sido la "invención" de algunos juegos reglamentados, luego convertidos en deportes como, por ejemplo, el cesto ball o el pentathlos argentino y de ciertos aparatos de medición usados para mensurar determinadas funciones. En ambos casos, también fueron readaptaciones de juegos, deportes e instrumentos que ya se practicaban y se habían elaborado en Europa.

El Sistema Argentino de Educación Física: fabricando el cuerpo argentino

El eclecticismo del Sistema Argentino fue producto de una combinación de axiomas, principios y características de distintos sistemas europeos ya existentes. Pero esta combinación auto-referenciada como argentina precisó de un destinatario imaginario con características distintivas supuestamente argentinas. La invención de un sistema de ejercicios físicos y juegos necesitó la fabricación de un nuevo cuerpo, con aptitudes, capacidades, habilidades y destrezas diferentes y diferenciales al resto de los cuerpos nacionales (fundamentalmente europeos) ya existentes.

En pleno debate sobre el verdadero sentido del "ser argentino" y ante el surgimiento y la consolidación del estado-nación y del estado educador (Lionetti, 2007Lionetti L. La misión política de la escuela pública. Formar a los ciudadanos de la república (1870-1916). Buenos Aires: Mino y Dávila; 2007.), la propuesta "romerista" contribuyó a instalar un ideal ficcional sobre el "verdadero" cuerpo (masculino) argentino. De hecho, una de las misiones del Sistema Argentino de Educación Física fue potenciar las cualidades deseables del niño argentino y revertir o corregir aquellas que no eran desarrolladas a partir de ciertos parámetros establecidos como normales o deseables. La clave para todo ello fue, en gran parte, el diagnóstico racial elaborado por Romero Brest. Aceptando positivamente el carácter cosmopolita y el elemento indígena fusionado con la raza europea; el tipo argentino predominante hundía sus raíces con lo latino. "Nuestra raza no tiene de ninguna manera un carácter especial y distintivo, formada como está por elementos heterogéneos de un pronunciado cosmopolitismo. El elemento indígena en su fecundo consorcio con la raza europea ha formado casi toda la población argentina, exceptuando la capital". "Es imposible decir, tal es el tipo argentino". Sin embargo, "se destaca notablemente una raza: la raza latina". "Es la raza latina la que domina y la que nos da su sello particular" (Romero Brest, 1900Romero Brest E. El Ejercicio Físico en la Escuela (del punto de vista higiénico) Tesis presentada para optar al grado de Doctor en Medicina. Buenos Aires: Companía Sud-Americana de Billetes de Banco; 1900., p. 55, 56). 3 3 Según Romero Brest (1909c, p. 106) "Nuestras características de raza, ó si se quiere puramente ancestrales, hacen que las formas de acción que nos son propias, sean más bien explosivas que resistentes, de empuje brusco y desordenado más que lento y metódico. Todas las manifestaciones de nuestra existencia social se caracterizan así, hasta en nuestros entusiasmos y desfalecimentos". "Las razas– Aunque sin el carácter de una absoluta afirmación científica, puede decirse que ciertas razas tienen como características muy especiales una determinada aptitud física la fuerza para los anglosajones, la velocidad para los latinos" (Romero Brest, 1909bRomero Brest, E. Gradación de los ejercicios. Revista de la Educación Física, Año I, N° 4, Buenos Aires, p. 257-268, 1909b., p. 266).

La influencia latina fue el elemento diferenciador en su propuesta, aunque retomando y profundizando la concepción "lagrangeana". 4 4 Según Lagrange (1895, p. 230), "la vivacidad de los meridionales contrasta con la actitud calmosa de los hombres del norte. Los primeros tienen las fibras motoras muy excitables. Jamás los ingleses, ni los alemanes, han podido rivalizar en esgrima con los franceses ó italianos". "El pugilato inglés exige, sobre todo, fuerza pesada y resistencia; el pugilato francés exige, por el contrario, agilidad y oportunidad en los golpes, es decir, necesita prontitud en el ataque y velocidad en la parada". La "latinidad" se hacía sentir no sólo en las formas de pensar y sentir, sino también en las formas de moverse, de desplazarse, de pararse, de gesticular o de practicar un juego o un deporte. Todo el universo kinético estuvo condicionado por dicho "legado". Ciertas características motrices (agilidad, elegancia, movilidad, etc.) se ligaron imaginariamente a los cuerpos con pasado latino. Determinadas cualidades físicas (velocidad, destreza, habilidad, etc.) sobresalieron en comparación con otros cuerpos no argentinos siendo la herencia latina su positiva base constitutiva y su condición necesaria. Pero la "latinidad", también, se ligó imaginariamente con ciertas características a corregir (falta de energía y vigor, baja capacidad de fuerza física, desorden y alboroto, ausencia de método y disciplina, etc.). El Sistema Argentino de Educación Física tenía la doble función de potenciar lo moralmente "bueno" y corregir lo incivilizado o moralmente 'malo' a partir de criterios andro y eurocéntricos.

En el balance general, la "latinidad" fue un aspecto altamente valorado el cual como legado en el cuerpo debía ser fortalecido. La meta era desarrollar el verdadero cuerpo argentino haciendo hincapié en los rasgos "positivos". Esta compleja operación no fue sólo producto del Sistema Argentino de Educación Física. Otras prácticas asimilaron estos sentidos e inventaron esta "tradición corporal nacional" (Archetti, 2003Archetti E. Masculinidades. Fútbol Tango y Polo en Argentina. Buenos Aires: Editorial Antropofagia; 2003.). Los cuerpos de los niños –en este caso, varones– tenían ciertas características motrices, determinadas habilidades físicas, algunas predisposiciones morales que por diversas razones ("latinidad", pero también herencia, medio ambiente, educación, etc.) los hacían distintos y mejores a otros niños de otras nacionalidades. Esta distinción estuvo cargada de una valoración en donde el juego simbólico con el extranjero marcó los límites indeseables: "La primera impresión que recibe un observador atento que presencia un patio de recreo de nuestros colegios, una clase de ejercicio físicos ó simplemente el bullicio infantil de nuestras calles, es la excesiva movilidad y actividad de los pequeños ó pilletes". "La idea de agilidad y destreza va ya acompañada á la palabra pillete, y todos los muchachos de nuestra calle lo son. En las clases de ejercicios, el tipo lento, tardío, falto de elegancia, es rarísimo y es siempre extranjero puro, objeto de burla de sus compañeros, que ven en ello algo anormal y desacostumbrado" (Romero Brest, 1900Romero Brest E. El Ejercicio Físico en la Escuela (del punto de vista higiénico) Tesis presentada para optar al grado de Doctor en Medicina. Buenos Aires: Companía Sud-Americana de Billetes de Banco; 1900., p. 56, 57).

La tradición "romerista" contribuyó a instalar un imaginario corporal que con el tiempo se consolidó. El niño argentino en la escuela–o fuera de ella–se distinguía rápidamente. Tenía una movilidad particular la cual estaba condensada por un conjunto de juicios valorativos que agigantaron las posibilidades corporales frente al niño extranjero. La agilidad asombrosa, la velocidad, la elegancia y la destreza fueron los rasgos distintivos del muchacho argentino. Estas características con el tiempo constituyeron la figura del "pillete" en oposición al tipo lento, tardío, falto de elegancia, forzudo pero 'torpe' representado siempre por el "extranjero puro". La operación de distinción estaba en marcha y atravesó no sólo el reinado "romerista" durante las primeras tres décadas del siglo XX, sino que se extendió y potenció a lo largo de ese siglo. Entre las múltiples narrativas de distinción inventadas por ciertos sectores sociales sobre la "argentinidad", a no dudarlo, la cuestión corporal fue una de las que potenció su posición frente al resto de las naciones "civilizadas": cuerpos diestros, hábiles y ágiles. Esta narrativa fue uno de los rasgos de distinción recurrentemente señalados como etiqueta de presentación ante al resto de las naciones "civilizadas".

En consecuencia, el sistema argentino colaboró en construir un mito que recorrió todo el siglo XX. El cuerpo argentino –masculino– se diferenció de los cuerpos de los niños inmigrantes y aún más de aquellos que no tenían un legado latino. Pero la "latinidad" no fue para Brest sinónimo de determinismo biológico ya que el medio ambiente, la educación y su sistema, también hacían su parte (Romero Brest, 1917Romero Brest E. El Instituto Nacional Superior de Educación Física. Antecedentes organización y resultados. Buenos Aires: ed. Cabaut y Cía; 1917., p. 44-45). El cuerpo del niño argentino combinado con el medio ambiente producía y potenciaba algo mágico y distintivo, caracterizado por ciertas cualidades fuertemente valoradas: vivacidad, soltura, maestría y velocidad. Esta versión sobre la supuesta destreza del niño argentino también era confirmada por la mirada del extranjero o la mirada que Brest fabricaba sobre los maestros anglosajones. En este caso, para exaltar positivamente esta distinción. "En los ejercicios del cuerpo se distinguen por su velocidad, por una rápida comprensión y ejecución de los ejercicios que exigen destreza, posiciones difíciles, rapidez de los movimientos, certeza de la vista. Descuellan siempre y con facilidad en la carrera; en el salto es eximio con poca ejercitación y se adapta notablemente a los juegos extranjeros que necesitan el desarrollo de estas cualidades. He oído expresar esta misma opinión a maestros anglosajones" 5 5 Continuaba Romero Brest (1900, p. 57) reafirmando estos conceptos de la siguiente manera: "El niño argentino parte como una flecha desde el primer día de clase, aun cuando muchos de ellos hayan permanecido hasta entonces clavados en los bancos de los colegios. Si cae, lo que no sucede con facilidad por su destreza, lo hace siempre en condiciones favorables y parece que rebotara al levantarse como si sus huesos fueran resortes de acero. Sus juegos favoritos –los nacionales– son siempre de velocidad, y destreza y agilidad: el rescate, el salta-carnero, el tejo, el fusilado, la policía, etc. No es muy aficionado á la lucha romana, aunque es peleador de índole." (Romero Brest, 1900Romero Brest E. El Ejercicio Físico en la Escuela (del punto de vista higiénico) Tesis presentada para optar al grado de Doctor en Medicina. Buenos Aires: Companía Sud-Americana de Billetes de Banco; 1900., p. 57). "Necesitamos metodizar las fuerzas, educarlas y disciplinarlas, para aumentar su valor y sus resultados, aprovechando las hermosas cualidades latinas que las dotan ricamente" (Romero Brest, 1909cRomero Brest, E. Orientación social de la Educación Física. Revista de la Educación Física, Año I, N° 2, Buenos Aires, p. 103-111, 1909c., p. 106).

Al mismo tiempo que los niños argentinos se diferenciaban y sobresalían por sus acciones motrices veloces, rápidas, diestras y su capacidad de comprensión y ejecución en los ejercicios físicos y en los juegos; eran supuestamente poco partidarios de la lucha y de los ejercicios de fuerza. El mito del cuerpo del niño argentino hábil y ágil pero, al mismo tiempo, poco afecto a la lucha, al trabajo permanente y al disciplinamiento se instaló. La falta de energía fue clave. Metáfora del cuerpo termodinámico decimonónico que se ligó imaginariamente con la eficiencia o no al mundo del trabajo. Eso era lo que faltaba en la Argentina en construcción. Además, la falta de energía ponía en peligro no sólo la ausencia de vigor en el cuerpo individual sino la fortaleza en la nación. Ningún estado educador moderno obvió u olvidó esta relación imaginaria. Estaba en juego la integridad del cuerpo individual, la disciplina social, la fuerza de trabajo y la propia nación. El elemento que vertebraría ello sería "la masculinidad hegemónica" (Connell, 1995Connell R. Masculinities. Berkeley: University of California Press; 1995.) como disposición corporal individual y colectiva capaz de mantener al orden social patriarcal y enfrentar los desafíos y amenazas sin doblegarse ante el peligro o ante la adversidad. Una de las cualidades más detestadas, no sólo por la invención "romerista", era la del niño cobarde (Mosse, 1996Mosse G. The Image of Man: the Creation of Modern Masculinity. Oxford: Oxford University Press; 1996.). El cobarde era el falso varón, el impostor que iba en contra de su propia "naturaleza" masculina y que ponía en riesgo la reproducción, la familia tradicional y la grandeza de la nación. Una nación, la argentina, que estaba llamada a ser grande entre las grandes.

Estos conceptos se reiteraron con pequeños matices a lo largo de las primeras dos décadas del siglo XX. El Sistema Argentino de Educación Física tuvo como misión potenciar las cualidades (algunas innatas otras estimuladas por la educación, el medio ambiente, las costumbres, etc.) del niño argentino y revertir o corregir aquellas consideradas indeseables para un cuerpo argentino moderno. 6 6 Según Romero Brest (1900, p. 58) "Le repugnan los ejercicios de fuerza, aquellos que necesitan gran esfuerzo muscular ó gran desgaste de energía". "He aquí su defecto: la falta de energía. Rehuyen del peligro (...) entra como causa importante la cobardía moral." De alguna manera, el Sistema Argentino fue una de las tantas tácticas que, a principios del siglo XX, se hizo cargo del problema de la invención de la nación Argentina. En la diagramación de un modelo de país la educación física tuvo un papel no menor. Si la institución escolar colaboró muy fuertemente en este proceso incorporando e integrando a los supuestamente "normales" en una comunidad imaginada y expulsando a los física y moralmente "anormales"; la educación física aportó su granito de arena a dicho proceso participando activamente en la definición de un cuerpo argentino, muy especialmente, masculino.

Los años '20 comenzaron a marcar, lentamente, ciertos cambios y desplazamientos con relación al control y dominio del campo de la "cultura física". El sistema argentino comenzó a ser puesto en cuestión con mayor intensidad por distintos agentes, actores y grupos sociales y otros sentidos como el espiritualismo y cierta apertura a determinados deportes comenzaron a impregnar la propuesta educativa. Los cambios macropolíticos a principios de los años '30 y determinados reordenamientos del propio campo de la "cultura física" construyeron nuevas narrativas sobre la educación de los cuerpos en movimiento y el Sistema Argentino de Educación Física quedó, lentamente, afuera de la agenda política y educativa. Sin embargo, el higienismo escolar combinado con ciertos discursos pedagógicos y psicológicos, la apelación a la ciencia como forma de legitimar la disciplina escolar a partir de diversas sub-especialidades del discurso médico, el eclecticismo producto de una combinación de diversas prácticas corporales (con un mayor protagonismo de los deportes) y la supuesta destreza física masculina inigualable y "propiamente" argentina continuaron presentes en muchos de los discursos referidos a la educación física más allá de la década de los '30.

  • 1
    El pentathlos argentino comprendió cinco juegos (cazadora, cesto, banderitas, blanco y salto de precisión) 'inventados' y reglamentados por Romero Brest (1922, p. 12-13)Romero Brest E. Concursos escolares de Educación Física. Buenos Aires: ed. Cabaut y Cía; 1922. "(...) a fin de formar un conjunto de ejercicios, cuya práctica intensiva y completa sea suficiente para obtener el máximo de efectos educativos y orgánicos, sobre alumnos preparados previamente por la gimnástica racional y metódica de nuestro sistema". "No son ejercicios practicados con fines atléticos o deportivos, sino solamente medios de obtener una excitación intensa de la energía racional, educada y metódica, de los equipos". "No son individuales, sino colectivos (...)".
  • 2
    Según Romero Brest (1911)Romero Brest E. Pedagogía de la Educación Física. Buenos Aires: edit. Cabauty Cía; 1911. la crítica al sistema francés se debió a que esta propuesta de educación corporal era "antifisiológica", "congestiva y antirespiratoria" (p. 248). Además, este tipo de propuesta corporal era "deformante, atlética y acrobática" (p. 254). Asimismo, la gimnástica francesa era esencialmente "aristocrática" (p. 254-255), algo inadmisible para un liberal republicano de principios de siglo XX. Con ciertos matices, todos estos cuestionamientos también estuvieron dirigidos al sistema alemán. Además de las críticas fisiológicas, el sistema gímnico germano compartía con la gimnástica francesa la huella marcial y disciplinante debido que "los orígenes de la gimnástica francesa son exclusivamente militares" (p. 255). Por otra parte, el sistema inglés y, muy especialmente, el sueco fueron menos cuestionados que el sistema francés y el alemán. En relación a la gimnástica inglesa caracterizada por juegos libres y ejercicios deportivos al aire libre, Romero Brest (1911)Romero Brest, E. Gradación de los ejercicios. Revista de la Educación Física, Año I, N° 4, Buenos Aires, p. 257-268, 1909b. la caracterizaba "(...) por el predominio y frecuencia de la sofocación y de la emotividad (...)" (p. 260). Sin embargo, la crítica más fuerte estaba vinculada con la exageración de las emociones, la posible pérdida de autocontrol y la falta de una rigurosa graduación metódica. Por último, con relación a la gimnasia sueca Romero Brest (1911)Romero Brest E. Pedagogía de la Educación Física. Buenos Aires: edit. Cabauty Cía; 1911. la ponderó como a ninguna otra por ser científica y utilizar reglas fisiológicas precisas. Brest, a tono con la época, la caracterizó como "(...) higiénica y no atlética" además de ser "respiratoria y descongestionante", y esencialmente "democrática" por ser fácilmente practicable y adaptable "á todos los organismos" (p. 257). Sin embargo, alguna carencia presentaba, o mejor dicho, debía presentar. Este gran sistema era "psicológicamente deficiente, porque descuida casi por completo la emotividad de la acción conjunta ó solidaria, que motiva el sport ó el simple juego gimnástico" (p. 258).
  • 3
    Según Romero Brest (1909c, p. 106)Romero Brest, E. Orientación social de la Educación Física. Revista de la Educación Física, Año I, N° 2, Buenos Aires, p. 103-111, 1909c. "Nuestras características de raza, ó si se quiere puramente ancestrales, hacen que las formas de acción que nos son propias, sean más bien explosivas que resistentes, de empuje brusco y desordenado más que lento y metódico. Todas las manifestaciones de nuestra existencia social se caracterizan así, hasta en nuestros entusiasmos y desfalecimentos".
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    Según Lagrange (1895, p. 230), "la vivacidad de los meridionales contrasta con la actitud calmosa de los hombres del norte. Los primeros tienen las fibras motoras muy excitables. Jamás los ingleses, ni los alemanes, han podido rivalizar en esgrima con los franceses ó italianos". "El pugilato inglés exige, sobre todo, fuerza pesada y resistencia; el pugilato francés exige, por el contrario, agilidad y oportunidad en los golpes, es decir, necesita prontitud en el ataque y velocidad en la parada".
  • 5
    Continuaba Romero Brest (1900, p. 57)Romero Brest E. El Ejercicio Físico en la Escuela (del punto de vista higiénico) Tesis presentada para optar al grado de Doctor en Medicina. Buenos Aires: Companía Sud-Americana de Billetes de Banco; 1900. reafirmando estos conceptos de la siguiente manera: "El niño argentino parte como una flecha desde el primer día de clase, aun cuando muchos de ellos hayan permanecido hasta entonces clavados en los bancos de los colegios. Si cae, lo que no sucede con facilidad por su destreza, lo hace siempre en condiciones favorables y parece que rebotara al levantarse como si sus huesos fueran resortes de acero. Sus juegos favoritos –los nacionales– son siempre de velocidad, y destreza y agilidad: el rescate, el salta-carnero, el tejo, el fusilado, la policía, etc. No es muy aficionado á la lucha romana, aunque es peleador de índole."
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    Según Romero Brest (1900, p. 58)Romero Brest E. El Ejercicio Físico en la Escuela (del punto de vista higiénico) Tesis presentada para optar al grado de Doctor en Medicina. Buenos Aires: Companía Sud-Americana de Billetes de Banco; 1900. "Le repugnan los ejercicios de fuerza, aquellos que necesitan gran esfuerzo muscular ó gran desgaste de energía". "He aquí su defecto: la falta de energía. Rehuyen del peligro (...) entra como causa importante la cobardía moral."

Referencias

  • Archetti E. Masculinidades. Fútbol Tango y Polo en Argentina. Buenos Aires: Editorial Antropofagia; 2003.
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  • Connell R. Masculinities. Berkeley: University of California Press; 1995.
  • Lagrange F. Fisiología de los ejercicios corporales. Imprenta Gregorio Juste: Madrid; 1895 (Traducción Ricardo Rubio).
  • Lionetti L. La misión política de la escuela pública. Formar a los ciudadanos de la república (1870-1916). Buenos Aires: Mino y Dávila; 2007.
  • Mosse G. The Image of Man: the Creation of Modern Masculinity. Oxford: Oxford University Press; 1996.
  • Nouzeilles G. Ficciones somáticas. Naturalismo nacionalismo y políticas médicas del cuerpo (Argentina 1880-1910). Buenos Aires: Beatriz Viterbo; 2000.
  • Romero Brest E. El Ejercicio Físico en la Escuela (del punto de vista higiénico) Tesis presentada para optar al grado de Doctor en Medicina. Buenos Aires: Companía Sud-Americana de Billetes de Banco; 1900.
  • Romero Brest E. Cursos Normales de Educación Física (sus resultados). Buenos Aires: Las Ciencias Librería y Casa editora de Nicolás Marana; 1903.
  • Romero Brest E. Curso Superior de Educación Física. Tomo II: pedagogía y práctica de la Educación Física. Buenos Aires: Las Ciencias Librería y Casa editora de Nicolás Marana; 1905.
  • Romero Brest, E. Gradación de los ejercicios. Revista de la Educación Física, Año I, N° 4, Buenos Aires, p. 257-268, 1909b.
  • Romero Brest, E. Orientación social de la Educación Física. Revista de la Educación Física, Año I, N° 2, Buenos Aires, p. 103-111, 1909c.
  • Romero Brest E. La Educación Física en la Escuela Primaria. Su organización y sus resultados. Buenos Aires: Imprenta de Obras de E. Spinelli; 1909a.
  • Romero Brest E. Pedagogía de la Educación Física. Buenos Aires: edit. Cabauty Cía; 1911.
  • Romero Brest E. Los Batallones Escolares: orígenes condiciones científicas y defectos. Buenos Aires: Imprenta Talleres gráficos de la Penitenciaría Nacional; 1914.
  • Romero Brest, E. Relaciones de la Educación Física con la militar en la escuela. Revista de la Educación Física, Año VII, N° 36, Buenos Aires, p. 89-95, 1915.
  • Romero Brest E. El Instituto Nacional Superior de Educación Física. Antecedentes organización y resultados. Buenos Aires: ed. Cabaut y Cía; 1917.
  • Romero Brest E. Concursos escolares de Educación Física. Buenos Aires: ed. Cabaut y Cía; 1922.
  • Soares, C. Las corrientes gimnásticas europeas y su contenido: una historia de rupturas y permanencias. In: Rozendgardt, R. (coord.) Apuntes de Historia para profesores de Educación Física Buenos Aires: Miño y Dávila, 2006, p. 223-242.
  • Terán O. Vida cultural en el Buenos Aires fin-de-siglo (1880-1910). Buenos Aires: FCE; 2000.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    Apr-Jun 2015

Histórico

  • Recibido
    1 Ago 2014
  • Acepto
    28 Nov 2014
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