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Relación entre el abuso cara a cara y digital en el noviazgo con la calidad de vida relacionada con la salud en adolescentes mexicanos

Relationship between face-to-face and digital dating abuse with health-related quality of life among Mexican adolescents

Relação entre o abuso presencial e digital no namoro com qualidade de vida relacionada à saúde em adolescentes mexicanos

Resúmenes

El objetivo de esta investigación fue identificar si existe relación entre la victimización por abuso cara a cara y digital en el noviazgo con la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en estudiantes adolescentes, ajustando por sexo. Participaron 398 estudiantes de entre 15 y 18 años de edad (62,8% mujeres). Se aplicaron las siguientes escalas adaptadas a población adolescente mexicana: Violence in Adolescents’ Dating Relationships Inventory, Cyber Dating Abuse Questionnaire y el KIDSCREEN-10. Se encontró que el 55,5% reportó haber sido víctima de abuso cara a cara y digital. Los puntajes de CVRS fueron menores para las mujeres a diferencia de los hombres. Mediante un modelo de ecuaciones estructurales se encontró una asociación negativa, estadísticamente significativa y con magnitud moderada entre el abuso en el noviazgo (cara a cara y digital) y la CVRS. Los resultados sugieren que mientras mayor sea el nivel de victimización por abuso en las relaciones de noviazgo tanto cara a cara como digital, menor será la CVRS en las y los adolescentes estudiantes. Los resultados de este estudio muestran la importancia de considerar tanto el abuso cara a cara como el digital cuando se analiza el efecto de la violencia en el noviazgo sobre la CVRS.

Palabras-clave:
Violencia; Calidad de Vida Relacionada con la Salud; Adolescente


The purpose of this research was to identify whether there is a relationship between face-to-face and digital dating abuse victimization with health-related quality of life (HRQoL) among adolescent students, adjusted for sex. Three hundred ninety-eight students of 15 to 18 years of age (62.8% female) participated. The following scales adapted to the Mexican adolescent population were applied: Violence in Adolescents’ Dating Relationships Inventory, Cyber Dating Abuse Questionnaire and the KIDSCREEN-10. It was found that 55.5% of the respondents reported having been victims of face-to-face and digital abuse. HRQoL scores were lower for women than for men. Using structural equation modeling, a negative, statistically significant association of moderate magnitude was found between dating abuse (face-to-face and digital) and HRQoL. The results suggest that the higher the level of abuse victimization in both face-to-face and digital dating relationships, the lower the HRQoL of adolescent students. The results of this study show the relevance of considering both face-to-face and digital abuse when analyzing the effect of dating violence on the HRQoL.

Keywords:
Violence; Health-Related Quality of Life; Adolescent


O objetivo desta pesquisa foi identificar se existe uma relação entre a vitimização presencial, o namoro digital e a qualidade de vida relacionada à saúde (QVRS) em estudantes adolescentes, ajustado por sexo. Participaram 398 estudantes com idades entre 15 e 18 anos (62,8% mulheres). Aplicaram-se as seguintes escalas adaptadas à população adolescente mexicana: Violence in Adolescents’ Dating Relationships Inventory, Cyber Dating Abuse Questionnaire e o KIDSCREEN-10. Verificou-se que 55,5% relataram terem sido vítimas de abuso presencial e digital. A pontuação da QVRS foi menor para as mulheres, em oposição aos homens. Através de um modelo de equações estruturais foi encontrada uma associação negativa, estatisticamente significativa e com magnitude moderada entre o abuso no namoro (presencial e digital) e a QVRS. Os resultados sugerem que quanto maior o nível de vitimização de abuso, tanto nas relações de namoro presencial quanto nos digitais, menor será o QVRS dos estudantes adolescentes. Os resultados deste estudo mostram a importância de considerar tanto o abuso presencial quanto o digital ao analisar o efeito da violência no namoro na QVRS.

Palavras-chave:
Violência; Qualidade de Vida Relacionada à Saúde; Adolescente


Introducción

Las relaciones de noviazgo son consideradas vínculos en los que se espera exclusividad y expresión de sentimientos mutuos 11. Sánchez L, Gutiérrez ME, Herrera N, Ballesteros M, Izzedin R, Gómez Á. Representaciones sociales del noviazgo, en adolescentes escolarizados de estratos bajo, medio y alto, en Bogotá. Rev Salud Pública 2011; 13:79-88., citas frecuentes y realización de actividades en conjunto 22. Blandón-Hincapié AA, López-Serna LM. Comprensiones sobre pareja en la actualidad: jóvenes en busca de estabilidad. Rev Latinoam Cienc Soc Niñez Juv 2016; 14:505-17., además, los miembros de la pareja no cohabitan y pueden tener o no la intención de contraer matrimonio 33. Moral J, López-Rosales F. Violencia de pareja en personas que viven o no con su pareja y en ambos sexos. Psicogente 2013; 16:296-310.. La calidad de estas relaciones durante la adolescencia puede ayudar al desarrollo de cualificaciones sociales y emocionales 44. Beckmeyer JJ, Weybright EH. Exploring the associations between middle adolescent romantic activity and positive youth development. J Adolesc 2020; 80:214-9., sin embargo, también pueden ser contraproducentes, debido a que durante esta etapa las relaciones de pareja apenas comienzan y los y las adolescentes pueden enfrentarse a estresores como el control del conflicto y los celos 55. Beckmeyer JJ, Malacane M. Patterns of adolescents' romantic activities: associations with psychosocial adjustment. J Child Fam Stud 2018; 27:2394-403., que pueden favorecer comportamientos abusivos entre los miembros de la pareja.

A pesar de que se ha estudiado el abuso en las relaciones de pareja en jóvenes y adolescentes desde hace más de 30 años, no se ha llegado a un consenso en su definición. No obstante, de acuerdo con Rubio-Garay et al. 66. Rubio-Garay F, Carrasco MÁ, Amor PJ, López-González MA. Factores asociados a la violencia en el noviazgo entre adolescentes: una revisión crítica. Anuario de Psicología Jurídica 2015; 25:47-56. las definiciones coinciden en tres elementos principales: (a) la amenaza o la provocación de un daño intencionado de naturaleza física, psicológica o sexual; (b) el control o dominio de uno de los miembros de la pareja hacia el otro, empleando amenazas o conductas coercitivas y, (c) las conductas abusivas que son realizadas en el contexto de una relación de noviazgo.

El abuso en las relaciones de pareja se ha estudiado generalmente en el contexto cara a cara, encontrándose una alta prevalencia que va del 20,5 al 82,9% para victimización por abuso psicológico, del 12,8 al 32,5% para abuso físico y del 8 al 26,9% para victimización por abuso sexual 77. Hancock K, Keast H, Ellis W. The impact of cyber dating abuse on self-esteem: the mediating role of emotional distress. Cyberpsychology: Journal of Psychosocial Research on Cyberspace 2017; 11:2.,88. Litz K, Holvoet N. Adolescent dating violence among Nicaraguan youth. Violence Against Women 2019; 27:167-86.,99. McNaughton HL, Foshee VA, Chen MS, Ennett ST. Patterns of dating violence victimization and perpetration among Latino youth. J Youth Adolesc 2017; 46:1727-42.,1010. Karsberg S, Charak R, Lasgaard M, Bramsen RH, Hansen NB, Elklit A. Patterns of childhood abuse and dating violence victimization among early adolescents from Denmark: a latent class approach. Psychol Violence 2019; 9:574-85.,1111. Cuadrado-Gordillo I, Fernández-Antelo I, Martín-Mora G. Search for the profile of the victim of adolescent dating violence: an intersection of cognitive, emotional, and behavioral variables. Int J Environ Res Public Health 2020; 17:8004.. Por otra parte, el alcance que la tecnología tiene en la actualidad posibilita que se haga uso constante de los dispositivos electrónicos e Internet, los cuales pueden ser utilizados para agredir a la pareja 1212. Caridade S, Braga T, Borrajo E. Cyber dating abuse (CDA): evidence from a systematic review. Aggress Violent Behav 2019; 48:152-68.. El abuso digital comprende la divulgación de contenido privado y vergonzoso sobre la pareja, así como tener acceso constante e instantáneo a sus actividades y ubicación, por lo cual, además de que la víctima es expuesta de manera pública, puede experimentar dificultad para escapar y apartarse de los abusos y de la persona agresora 1313. Borrajo E, Gámez-Guadix M, Calvete E. Cyber dating abuse: prevalence, context, and relationship with offline dating aggression. Psychol Rep 2015; 116:565-85.,1414. Peskin MF, Markham CM, Shegog R, Temple JR, Baumler ER, Addy RC, et al. Prevalence and correlates of the perpetration of cyber dating abuse among early adolescents. J Youth Adolesc 2017; 46:358-75.,1515. Flach RMD, Deslandes SF. Cyber dating abuse in affective and sexual relationships: a literature review. Cad Saúde Pública 2017; 33:e00138516.. Diversos estudios han reportado una alta prevalencia de abuso digital que va del 12 al 74,3% 1616. Lara L. Cyber dating abuse: assessment, prevalence, and relationship with offline violence in young Chileans. J Soc Pers Relat 2020; 37:1681-99.,1717. Kernsmith PD, Victor BG, Smith-Darden JP. Online, offline, and over the line: coercive sexting among adolescent dating partners. Youth Soc 2018; 50:891-904..

Tanto el abuso cara a cara como el digital pueden estar presentes en una misma relación de noviazgo 1818. Cavalcanti JG, Coutinho MPL. Abuso digital nos relacionamentos amorosos: uma revisão sobre prevalência, instrumentos de avaliação e fatores de risco. Av Psicol Latinoam 2019; 37:235-54.. Por ejemplo, en una investigación realizada con adolescentes y jóvenes 1919. Duerksen KN, Woodin EM. Cyber dating abuse victimization: links with psychosocial functioning. J Interpers Violence 2019; 36:NP10077-105. se encontró que el 62,5% había sido víctima de ambas formas de abuso, mientras que en el estudio de Gracia-Leiva et al. 2020. Gracia-Leiva M, Puente-Martínez A, Ubillos-Landa S, González-Castro JL, Páez-Rovira D. Off- and online heterosexual dating violence, perceived attachment to parents and peers and suicide risk in young women. Int J Environ Res Public Health 2020; 17:3174. se reportó un 56,8%.

Respecto a las diferencias por sexo tanto para el abuso cara a cara como para el abuso digital, los resultados no son concluyentes 2121. Semenza DC. Gender differences in the victim-offender relationship for on- and offline youth violence. J Interpers Violence 2019; 36:9255-76.. Existen estudios que reportan que las mujeres son quienes reciben mayor victimización 2222. Marcos V, Gancedo Y, Castro B, Selaya A. Dating violence victimization, perceived gravity in dating violence behaviors, sexism, romantic love myths and emotional dependence between female and male adolescents. Rev Iberoam Psicol Salud 2020; 11:132-45., sin embargo, otras investigaciones indican que son los hombres 2323. Cutbush S, Williams J, Miller S, Gibbs D, Clinton-Sherrod M. Longitudinal patterns of electronic teen dating violence among middle school students. J Interpers Violence 2018; 36:NP2506-26., mientras que otros antecedentes no han encontrado diferencias significativas 2424. Ruel C, Lavoie F, Hébert M, Blais M. Gender's role in exposure to interparental violence, acceptance of violence, self-efficacy, and physical teen dating violence among Quebec adolescents. J Interpers Violence 2020; 35:3079-101.,2525. Courtain A, Glowacz F. Measuring dating violence: conflict or non-conflict related instructions? Eur Rev Appl Psychol 2019; 69:1-8..

La evidencia empírica ha mostrado que el abuso en las relaciones de noviazgo durante la adolescencia se ha asociado con bajo bienestar psicológico 2626. Van-Ouytsel J, Ponnet K, Walrave M. The associations of adolescents' dating violence victimization, well-being and engagement in risk behaviors. J Adolesc 2017; 55:66-71.,2727. Víllora B, Yubero S, Navarro R. Subjective well-being among victimized university students: comparison between cyber dating abuse and bullying victimization. Information Technology & People 2020; 34:360-74. y con una reducida calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) 2828. Choi EPH, Wong JYH, Fong DYT. Mental health and health-related quality of life of Chinese college students who were the victims of dating violence. Qual Life Res 2017; 26:945-57.. La CVRS es un constructo multidimensional que considera componentes físicos, emocionales, mentales, sociales y conductuales, así como el funcionamiento de acuerdo con la percepción de las personas. Contempla diferentes dominios como el bienestar físico y psicológico, el estado de ánimo, la autopercepción, la autonomía, la relación con los padres y la vida familiar, la relación con los amigos y el apoyo social, así como el entorno escolar, la aceptación social y los recursos económicos 2929. Ravens-Sieberer U, Herdman M, Devine J, Otto C, Bullinger M, Rose M, et al. The European KIDSCREEN approach to measure quality of life and well-being in children: development, current application, and future advances. Qual Life Res 2014; 23:791-803.. Estudios antecedentes han encontrado que la CVRS difiere respecto al sexo, con menores puntuaciones por dominio para las mujeres, lo cual puede deberse tanto a factores biológicos como culturales que influyen en la percepción de su CVRS 3030. González-Carrasco M, Casas F, Viñas F, Malo S, Gras ME, Bedin L. What leads subjective well-being to change throughout adolescence? An exploration of potential factors. Child Indic Res 2017; 10:33-56..

También se ha reportado que durante la adolescencia la CVRS tiende a disminuir, esto podría ser explicado por los múltiples cambios a nivel físico, psicológico y social que atraviesan los y las adolescentes 3131. González-Carrasco M, Casas F, Malo S, Viñas F, Dinisman T. Changes with age in subjective well-being through the adolescent years: differences by gender. J Happiness Stud 2017; 18:63-88.. Además, aunque en esta etapa la CVRS puede ser favorecida por las relaciones interpersonales (incluyendo el noviazgo) cuando existen comportamientos abusivos dentro de estas relaciones, la CVRS disminuye aún más que por el solo hecho de encontrarse en este grupo etario 3232. Gómez-López M, Viejo C, Ortega-Ruiz R. Psychological well-being during adolescence: stability and association with romantic relationships. Front Psychol 2019; 10:1772.,3333. Gómez-López M, Viejo C, Ortega-Ruiz R. Well-being and romantic relationships: a systematic review in adolescence and emerging adulthood. Int J Environ Res Public Health 2019; 16:2415..

Con relación a los estudios que han evidenciado que el abuso cara a cara tiene efectos negativos en la CVRS 3434. Long SJ, Evans RE, Fletcher A, Hewitt G, Murphy S, Young H, et al. Comparison of substance use, subjective well-being and interpersonal relationships among young people in foster care and private households: a cross sectional analysis of the School Health Research Network survey in Wales. BMJ Open 2017; 7:e014198.,3535. MacDonald KE. The relationship between different dating violence profiles, mental health problems and mental well-being among Canadian youth. Electronic Thesis and Dissertation Repository 2016; 3667. https://ir.lib.uwo.ca/etd/3667.
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, Choi et al. 2828. Choi EPH, Wong JYH, Fong DYT. Mental health and health-related quality of life of Chinese college students who were the victims of dating violence. Qual Life Res 2017; 26:945-57. evidenciaron que las víctimas de abuso cara a cara durante el noviazgo presentaron menores puntuaciones de CVRS general y en los dominios: físico, psicológico, social y ambiental, con tamaños de efecto que van desde bajos a moderados. Asimismo, Van-Ouytsel et al. 2626. Van-Ouytsel J, Ponnet K, Walrave M. The associations of adolescents' dating violence victimization, well-being and engagement in risk behaviors. J Adolesc 2017; 55:66-71. indicaron que las y los adolescentes víctimas de abuso en sus relaciones de pareja presentaron menor bienestar. En lo que respecta al abuso digital, un estudio con jóvenes mostró que las víctimas de esta forma de abuso en sus relaciones de pareja tuvieron menores puntajes de bienestar subjetivo, sin embargo, se encontró que tanto el abuso digital como el bienestar subjetivo no estaban relacionados 2727. Víllora B, Yubero S, Navarro R. Subjective well-being among victimized university students: comparison between cyber dating abuse and bullying victimization. Information Technology & People 2020; 34:360-74.; mientras que Ortega-Barón et al. 3636. Ortega-Barón J, Montiel I, Machimbarrena JM, Fernández-González L, Calvete E, González-Cabrera J. Epidemiology of cyber dating abuse victimization in adolescence and its relationship with health-related quality of life: a longitudinal study. Youth Soc 2022; 54:711-29. comprobaron que la victimización por abuso digital en adolescentes estaba asociada a la CVRS.

Únicamente fue hallada una investigación realizada con adolescentes y jóvenes que considera tanto el abuso cara a cara como el digital y la calidad de vida. Sin embargo, el abuso cara a cara fungió como variable de control, y aunque el abuso digital se relacionó de manera bivariada con la calidad de vida en mujeres, no se mostró relación entre estas variables cuando se controló por el abuso cara a cara 1919. Duerksen KN, Woodin EM. Cyber dating abuse victimization: links with psychosocial functioning. J Interpers Violence 2019; 36:NP10077-105..

La alta proporción de adolescentes que han vivido abuso cara a cara y digital durante el noviazgo y la falta de evidencia consistente con respecto al sexo, podrían advertir un fenómeno complejo, por lo que es necesario analizar de manera simultánea ambas formas de abuso, que contribuya a entender mejor el efecto de vivir una relación abusiva 2020. Gracia-Leiva M, Puente-Martínez A, Ubillos-Landa S, González-Castro JL, Páez-Rovira D. Off- and online heterosexual dating violence, perceived attachment to parents and peers and suicide risk in young women. Int J Environ Res Public Health 2020; 17:3174.. Si bien se ha constatado el efecto del abuso cara a cara sobre la CVRS, el conocimiento es escaso para el abuso digital y más aún sobre cómo la superposición de ambas formas de abuso influye en la CVRS. Por ello, el objetivo de esta investigación fue identificar si existe relación entre la victimización por abuso cara a cara y digital en el noviazgo con la CVRS, en adolescentes estudiantes ajustando por sexo. Con base en los antecedentes, se esperaría que ambas formas de abuso estuvieran relacionadas de manera negativa y estadísticamente significativa con la CVRS.

Metodología

Este estudio fue observacional transversal. Los datos fueron recolectados en una institución de educación media superior de una ciudad de la región sur del estado de Jalisco, México, a principios del año 2019. Los criterios de inclusión fueron: contar con edades de entre 15 y 18 años, que corresponden a las etapas de la adolescencia intermedia y tardía 3737. Breinbauer C, Maddaleno M. Youth: choices and change. Promoting healthy behaviors in adolescents. Washington DC: Pan American Health Organization; 2005., e informar sobre la existencia de una relación de noviazgo al momento de contestar los cuestionarios o haber tenido alguna en los últimos 12 meses. La técnica de muestreo fue no probabilística por conveniencia. Se calculó un tamaño de muestra mínimo de 306 participantes, esto con base en el tamaño de la población (4.540 adolescentes) de la ciudad donde se recolectaron los datos, con un nivel de 95% de confianza, un error de 5% y un 26% de distribución de respuesta, más un 10% por la no respuesta.

Instrumentos de medición

Para medir el abuso cara a cara se empleó la versión mexicana del Violence in Adolescents’ Dating Relationships Inventory (VADRI - Inventario de Violencia en las Relaciones de Noviazgo de Adolescentes) 3838. Aizpitarte A, Rojas-Solís JL. Factor structure of the Violence in Adolescents' Dating Relation-ships Inventory for Mexican youth (VADRI-MX). Int J Psychol Res 2019; 12:29-36.. Para esta investigación se consideró la escala de victimización que cuenta con 19 ítems distribuidos en tres factores: Violencia directa/severa (seis ítems, e.g. “Mi pareja me obliga a tener relaciones sexuales con él/ella”), Violencia psicológica/verbal (cinco ítems, e.g. “Mi pareja habla mal de mí a otros/otras”) y Violencia psicológica sutil/control (ocho ítems, e.g. “Mi pareja me prohíbe salir de fiesta con mis amigos/as”). Cuenta con una escala de respuesta tipo Likert de 10 puntos (las puntuaciones van de 19 a 190).

Se administró además el Cyber Dating Abuse Questionnaire (CDAQ - Cuestionario de Abuso de Namoros Cibernéticas) 3939. Borrajo E, Gámez-Guadix M, Pereda N, Calvete E. The development and validation of the cyber dating abuse questionnaire among young couples. Comput Human Behav 2015; 48:358-65. para medir el abuso digital. Este instrumento fue adaptado transculturalmente a población adolescente mexicana por Hidalgo-Rasmussen et al. 4040. Hidalgo-Rasmussen CA, Javier-Juárez P, Zurita-Aguilar K, Yanez-Peñúñuri LY, Franco-Paredes K, Chávez-Flores YV. Adaptación transcultural del "Cuestionario de Abuso Cibernético en la Pareja" (CDAQ) para adolescentes mexicanos. Psychol Conduct 2020; 28:435-53.. Para esta investigación se consideró la escala de victimización que contiene 20 ítems. Cuenta con dos factores: Agresión directa (11 ítems, e.g. “Mi pareja o expareja ha escrito un comentario en el muro de una red social para insultarme o humillarme”) y Control/monitoreo (nueve ítems, e.g. “Mi pareja o expareja ha revisado mis redes sociales, WhatsApp o correo sin mi permiso”). La escala de respuesta es tipo Likert de 6 puntos (las puntuaciones van de 20 a 120).

Para medir la CVRS se empleó el KIDSCREEN-104141. KIDSCREEN Group. Description of the KIDSCREEN-10 index. https://www.kidscreen.org/english/questionnaires/kidscreen-10-index/ (accedido el 20/Jun/2022).
https://www.kidscreen.org/english/questi...
, las propiedades psicométricas han sido evaluadas en población mexicana por Hidalgo-Rasmussen 4242. Ravens-Sieberer U, Erhart M, Rajmil L, Herdman M, Auquier P, Bruil J, et al. Reliability, construct and criterion validity of the KIDSCREEN-10 score: a short measure for children and adolescents' well-being and health-related quality of life. Qual Life Res 2010; 19:1487-500.,4343. Hidalgo-Rasmussen CA, Rajmil L, Montaño R. Adaptación transcultural del cuestionario KIDSCREEN para medir calidad de vida relacionada con la salud en población mexicana de 8 a 18 años. Ciênc Saúde Colet 2014; 19:2215-24.. Este instrumento es unidimensional (10 ítems, e.g. “¿Te has sentido bien y en forma?”) y representa la puntuación global de las dimensiones de bienestar físico, bienestar psicológico, autonomía y relación con los padres, amigos y apoyo social, y entorno escolar. Cuenta con una escala de respuesta tipo Likert de 5 puntos, por lo cual las puntuaciones van de 10 a 50.

Conjuntamente, se administró una ficha de datos sociodemográficos para identificar edad, sexo y nivel socioeconómico, este último medido con el cuestionario de la Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión (AMAI) 4444. Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión. Nivel socioeconómico AMAI 2018. http://nse.amai.org/wp-content/uploads/2018/04/Nota-Metodolo´gico-NSE-2018-v3.pdf (accedido el 21/May/2018).
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que contempla siete ítems que preguntan por el capital humano, la infraestructura, conectividad y entretenimiento, planeación y futuro.

Procedimiento

Los cuestionarios fueron administrados a través de papel y lápiz de manera grupal en las respectivas aulas; quienes indicaron no tener o no haber tenido pareja en los últimos 12 meses salieron del aula. Tres de los autores de este estudio estuvieron presentes en la recolección de datos, la cual tuvo una duración aproximada de 30 minutos.

Análisis de datos

Se evaluó la validez de la estructura interna con el análisis factorial confirmatorio (AFC), así como la fiabilidad a través del cálculo de omega no lineal (ω) y alfa de Cronbach (α) a partir del modelo de medida 4545. Viladrich C, Angulo-Brunet A, Doval E. A journey around alpha and omega to estimate internal consistency reliability. An Psicol 2017; 33:755-82.. Se procedió con análisis descriptivos para obtener frecuencias, porcentajes, medias y desviaciones estándar. Se utilizó la prueba U de Mann-Whitney para comparar las medianas de dos grupos y PSest como tamaño de efecto. Se consideró como tamaño de efecto pequeño a valores de 0,10, como moderados a los valores de 0,30 y como tamaño de efecto grande a 0,50 4646. Cohen J. A power primer. Psychol Bull 1992; 112:155-9..

Se estimaron modelos de ecuaciones estructurales para identificar la relación entre cada forma de abuso (cara a cara y digital) y la CVRS; un modelo para identificar la relación entre el abuso cara a cara con la CVRS ajustando por el abuso digital, y un modelo para identificar la relación entre el abuso digital y la CVRS ajustando por el abuso cara a cara. Posteriormente, se estimó un modelo para identificar la asociación de ambas formas de abuso con la CVRS. Para este modelo se creó una variable latente exógena que se denominó “Abuso en el noviazgo” e incluyó dos variables observadas (una para abuso cara a cara y otra para abuso digital, para cada variable se consideraron las puntuaciones totales), y la CVRS como variable observada endógena. Se controló la influencia del sexo en todos los modelos. Para estos análisis se consideró la significancia estadística y la fuerza de los parámetros estimados; los valores menores a 0,20 se interpretaron como magnitud pequeña, de 0,20 a 0,50 como moderada y magnitud grande los valores mayores a 0,50 4747. Acock AC. A gentle introduction to Stata. College Station: Stata Press; 2014.. El ajuste de los modelos se observó con el χ2 y la significancia estadística, considerando excelente el valor χ2 nulo estadísticamente. Debido a que este índice es sensible al tamaño de la muestra, se consideraron los siguientes índices de ajuste: CFI (índice de ajuste comparativo) y TLI (índice de Tucker-Lewis), los valores mayores a 0,90 se consideraron aceptables, para el RMSEA (raíz de la media de los cuadrados de los errores de aproximación) y el SRMR (raíz estandarizada de la media cuadrática residual) los valores entre 0,05 y 0,08 se tomaron como aceptables 4848. Weston R, Gore PA. A brief guide to structural equation modeling. Couns Psychol 2006; 34:719-51.. Se empleó el programa estadístico RStudio (https://rstudio.com/).

Consideraciones éticas

El protocolo de este estudio fue evaluado y aprobado (registro CB/022/2019) por el Comité de Bioética del Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara. Para los estudiantes menores de edad, se solicitó consentimiento informado a los tutores y asentimiento informado a los estudiantes: además de consentimiento informado para los mayores de edad.

Resultados

Se identificaron datos perdidos que representaron el 2% de la base de datos y fueron imputados por el método de imputación múltiple 4949. Graham JW. Missing data analysis: making it work in the real world. Annu Rev Psychol 2009; 60:549-76.. La muestra final consistió en 398 participantes, con una media de edad de 16,1 (desviación estándar = 1). El 62,8% fueron mujeres y 37,2% hombres. La mayor proporción de los participantes se ubica en el nivel socioeconómico A/B (32,9%), el cual es el más alto de los siete que comprende la AMAI 4444. Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión. Nivel socioeconómico AMAI 2018. http://nse.amai.org/wp-content/uploads/2018/04/Nota-Metodolo´gico-NSE-2018-v3.pdf (accedido el 21/May/2018).
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. Este nivel hace referencia a hogares donde la persona que aporta el mayor ingreso tiene estudios profesionales, cuenta con conexión a Internet y la mayor parte de su ingreso se destina a educación y alimentos.

Se encontraron propiedades psicométricas aceptables para cada instrumento de medición. Los índices de ajuste del AFC para el VADRI con un modelo de medida bifactor fueron los siguientes: χ2(133) = 226,18, p < 0,001; CFI = 0,99; TLI = 0,98; RMSEA = 0,04 (IC90%: 0,03; 0,05). Se encontró una fiabilidad aceptable con un valor de ω del factor general de 0,70 y total de 0,84. Así como un α del factor general y total de 0,96. Para el cuestionario CDAQ se encontraron índices de ajuste con un modelo de medida de dos factores correlacionados: χ2(169) = 302,72, p < 0,001; CFI = 0,95; TLI = 0,94; RMSEA = 0,05 (IC90%: 0,04; 0,05). Como evidencia de fiabilidad se encontró un ω total de 0,92 y α total de 0,95. Finalmente, para el KIDSCREEN-10 los índices de ajuste del AFC con un modelo de medida unifactorial con errores correlacionados entre los ítems de bienestar físico, psicológico, autonomía y entorno escolar, fueron los siguientes: χ2(31) = 58,53, p = 0,002; CFI = 0,99; TLI = 0,99; RMSEA = 0,05 (IC90%: 0,03; 0,07). En cuanto a fiabilidad se encontró un valor de ω total = 0,80 y α total = 0,88.

Por otra parte, se encontró que el 10,3% fue víctima de al menos una conducta de abuso cara a cara exclusivamente y el 11,8% indicó únicamente haber sido víctima de al menos una conducta de abuso digital, mientras que el 55,5% señaló haber vivido ambas formas de abuso.

Las conductas de abuso cara a cara que los y las participantes vivieron al menos una vez y que presentaron con mayor frecuencia fueron para el factor Violencia directa/severa: “Mi pareja me obliga a tener relaciones sexuales con él/ella” (mujeres = 3,2% y hombres = 16,2%) y “Mi pareja continúa tocándome mis zonas íntimas, aunque le diga que pare” (mujeres = 4,4% y hombres = 18,9%); del factor Violencia psicológica/verbal fueron: “Mi pareja habla mal de mí a otros/otras” (mujeres = 14,2% y hombres = 18,2%) y “Mi pareja me dice cosas que hieren mis sentimientos” (mujeres = 22,4% y hombres = 25,7%); las conductas con mayor frecuencia del factor Violencia psicológica sutil/control fueron: “Mi pareja intenta que no salga con mis amigos/amigas porque en su opinión no me convienen” (mujeres = 24,4% y hombres = 30,4%) y “Mi pareja me dice que no le gusta nada que salga con mis amigos/amigas” (mujeres = 24% y hombres = 30,4%).

Las conductas de abuso digital que los y las participantes experimentaron al menos una vez y que presentaron con mayor frecuencia para el factor Agresión directa fueron: “Mi pareja o expareja se ha hecho pasar por otra persona a través de las nuevas tecnologías para ponerme a prueba” (mujeres = 9,6% y hombres = 17,6%) y “Mi pareja o expareja ha publicado música, poesías, frases... en los estados de su red social en referencia a mí con la intención de insultarme o humillarme” (mujeres = 13,2% y hombres = 20,9%). Las conductas con mayor frecuencia del factor Control/monitoreo digital fueron: “Mi pareja o expareja ha revisado mis redes sociales, WhatsApp o correo sin mi permiso” (mujeres = 23,6% y hombres = 33,1%) y “Mi pareja o expareja ha controlado las amistades que tengo en las redes sociales” (mujeres = 29,2% y hombres = 26,4%).

Respecto a las diferencias por sexo, se encontró que los hombres presentaron mayor puntuación para el abuso cara a cara en comparación con las mujeres, con diferencias estadísticamente significativas y tamaños de efecto moderados. Igualmente, para el abuso digital, los hombres reportaron mayor puntuación, con un tamaño de efecto moderado, pero no se encontraron diferencias estadísticamente significativas para el factor Control/monitoreo (Tabla 1).

Tabla 1
Conductas de abuso cara a cara, digital en el noviazgo y calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), en adolescentes de acuerdo con el sexo.

En cuanto a la CVRS, se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre hombres y mujeres con un tamaño de efecto moderado, los hombres reportaron mayor puntaje (Tabla 1). Además, quienes informaron ser víctima de al menos una conducta de abuso cara a cara y digital presentaron también menores puntuaciones de CVRS. Se encontraron diferencias estadísticamente significativas respecto a la CVRS, con un tamaño de efecto moderado, entre quienes informaron victimización y quienes no, a excepción de los hombres en el abuso digital total y en el factor Control/monitoreo de abuso digital (Tabla 2).

Tabla 2
Comparación de la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) entre víctimas y no víctimas de abuso cara a cara y digital en el noviazgo de acuerdo con el sexo.

Con respecto a los modelos de ecuaciones estructurales (Tabla 3), se encontró que la relación entre el abuso cara a cara y la CVRS fue negativa y estadísticamente significativa, con magnitud pequeña, al igual que la relación entre el abuso digital y la CVRS, aunque con magnitud moderada. Sin embargo, los índices de ajuste no fueron aceptables a excepción del CFI y el SRMR para el modelo de abuso digital y CVRS. Respecto al modelo de la relación entre el abuso cara a cara y la CVRS controlando por el abuso digital, y el modelo de la relación entre el abuso digital y la CVRS controlando por el abuso cara a cara, no tuvieron un ajuste aceptable. Para el modelo de Abuso en el noviazgo (comprendido por dos variables, una de abuso cara a cara y otra de abuso digital), los índices de ajuste fueron aceptables, excepto el RMSEA; se encontró una asociación negativa y estadísticamente significativa con la CVRS, con magnitud moderada.

Tabla 3
Modelos de ecuaciones estructurales del abuso cara a cara y digital en el noviazgo y su relación con la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en adolescentes.

Discusión

El objetivo de esta investigación fue identificar si existe relación entre la victimización por abuso cara a cara y digital en el noviazgo con la CVRS, en adolescentes estudiantes ajustando por sexo. Tanto al explorar la relación del abuso cara a cara con la CVRS, como al explorar la relación entre el abuso digital y la CVRS, se encontró una asociación negativa y estadísticamente significativa, con una magnitud moderada; dicha asociación se mantuvo cuando se exploró la relación con ambas formas de abuso. Estos resultados denotan que el abuso tiene implicaciones importantes para la CVRS, en congruencia con estudios previos del abuso cara a cara en las relaciones de pareja en adolescentes 2626. Van-Ouytsel J, Ponnet K, Walrave M. The associations of adolescents' dating violence victimization, well-being and engagement in risk behaviors. J Adolesc 2017; 55:66-71.,2828. Choi EPH, Wong JYH, Fong DYT. Mental health and health-related quality of life of Chinese college students who were the victims of dating violence. Qual Life Res 2017; 26:945-57.,3636. Ortega-Barón J, Montiel I, Machimbarrena JM, Fernández-González L, Calvete E, González-Cabrera J. Epidemiology of cyber dating abuse victimization in adolescence and its relationship with health-related quality of life: a longitudinal study. Youth Soc 2022; 54:711-29..

El modelo de asociación entre el abuso cara a cara y la CVRS cuando se controló por el abuso digital, y el modelo de asociación entre el abuso digital y la CVRS controlando por el abuso cara a cara, no tuvieron un ajuste aceptable, a diferencia de cuando se analizó la relación entre ambas formas de abuso y la CVRS. Estos resultados y la alta proporción de participantes que reportaron haber sido víctimas de ambas formas de abuso, favorece el planteamiento de que es un fenómeno complejo que incluye conductas abusivas tanto cara a cara como digitales.

Por otra parte, se encontró que, en comparación con las mujeres, los hombres reportaron mayor victimización por abuso en el noviazgo tanto cara a cara como digital, semejante a los hallazgos de estudios previos 5050. Espinobarros-Nava F, Muñoz-Ponce NN, Rojas-Solís JL. Co-ocurrencia de violencia en el noviazgo en una muestra de jóvenes mexicanos procedentes de zona rural. Summa Psicol UST 2018; 15:154-61.,5151. Lu Y, Shin Y, Le VD, Temple JR, Pettigrew J. Prevalence of teen dating violence and the associations with substance use and externalizing behaviors in Nicaraguan early adolescents. Health Educ 2020; 120:165-77.,5252. Rodríguez R, Riosvelasco L, Castillo N. Violencia en el noviazgo, género y apoyo social en jóvenes universitarios. Escr Psicol 2018; 11:1-9., así como mayor CVRS, en el mismo sentido de investigaciones previas 5353. Boraita RJ, Ibort EG, Torres JMD, Alsina DA. Gender differences relating to lifestyle habits and health-related quality of life of adolescents. Child Indic Res 2020; 13:1937-51.,5454. Meade T, Dowswell E. Adolescents' health-related quality of life (HRQoL) changes over time: a three year longitudinal study. Health Qual Life Outcomes 2016; 14:14.. Sin embargo, fueron las mujeres víctimas quienes tuvieron menor CVRS, lo que indica que el abuso puede tener un impacto negativo mayor en el bienestar de las mujeres. Lo anterior ha sido destacado en investigaciones antecedentes 5555. Barter C, Stanley N, Wood M, Lanau A, Aghtaie N, Larkins C, et al. Young people's online and face-to-face experiences of interpersonal violence and abuse and their subjective impact across five European countries. Psychol Violence 2017; 7:375-84.,5656. Reed LA, Tolman RM, Ward LM. Gender matters: experiences and consequences of digital dating abuse victimization in adolescent dating relationships. J Adolesc 2017; 59:79-89., donde las mujeres reportaron un impacto negativo del abuso sobre su salud, así como la presencia de miedo y enojo como resultado, mientras que los hombres tendieron a presentar un impacto negativo, pero de menor intensidad, así como enojo mas no miedo. El miedo presentado por las mujeres puede ser un aspecto que disminuye significativamente la CVRS. Por ejemplo, al ser víctimas de amenazas o el hecho de publicar contenido íntimo en redes sociales sin su consentimiento; las mujeres podrían experimentar mayores consecuencias y sanción social, esto derivado de creencias machistas en el contexto cultural. Sin embargo, esto no quiere decir que el impacto que tienen los hombres no sea importante, puesto que el abuso que estos reciben es significativo 5555. Barter C, Stanley N, Wood M, Lanau A, Aghtaie N, Larkins C, et al. Young people's online and face-to-face experiences of interpersonal violence and abuse and their subjective impact across five European countries. Psychol Violence 2017; 7:375-84..

De igual manera, es preciso considerar que las diferencias por sexo respecto a la CVRS podrían deberse a los factores biológicos y culturales que subyacen en la evaluación de este constructo para hombres y mujeres, siendo las mujeres quienes presentan mayor sensibilidad a los factores mencionados, de modo que tienen menores puntuaciones en la CVRS 3131. González-Carrasco M, Casas F, Malo S, Viñas F, Dinisman T. Changes with age in subjective well-being through the adolescent years: differences by gender. J Happiness Stud 2017; 18:63-88.. Los y las participantes que indicaron al menos una conducta de abuso, percibieron además menor CVRS, lo cual no es de extrañar, ya que independientemente del número de conductas abusivas, existen diferencias entre la gravedad de estas, por tanto, las conductas reportadas pudieron ser aquellas que, aunque se presenten en una sola ocasión, pueden causar un daño significativo en la víctima 5656. Reed LA, Tolman RM, Ward LM. Gender matters: experiences and consequences of digital dating abuse victimization in adolescent dating relationships. J Adolesc 2017; 59:79-89..

En relación con la prevalencia de victimización por abuso cara a cara, se encontró un porcentaje menor al rango reportado previamente, a través de una investigación con adolescentes mexicanos, en la cual osciló entre el 21,4 y el 71,4% 5757. Romero-Méndez CA, Gómez MJ, Romo-Tobón RJ, Rojas-Solís JL. Violencia en la pareja en jóvenes mexicanos del mismo sexo: un estudio exploratorio. ACADEMO 2020; 7:136-47.. Esto se debe a que la prevalencia reportada en la presente investigación es exclusiva de abuso cara a cara, es decir, no se incluye a participantes que indicaron vivir también abuso digital. En cuanto a la prevalencia por abuso digital, en este estudio fue menor a la encontrada por Lara 1616. Lara L. Cyber dating abuse: assessment, prevalence, and relationship with offline violence in young Chileans. J Soc Pers Relat 2020; 37:1681-99. con mujeres chilenas, adolescentes y jóvenes, en el cual el 74,3% de las participantes había sido víctima de abuso digital, lo cual también puede ser explicado porque en la presente investigación se reporta el abuso digital exclusivo y solo participaron adolescentes mientras que en el estudio de Lara 1616. Lara L. Cyber dating abuse: assessment, prevalence, and relationship with offline violence in young Chileans. J Soc Pers Relat 2020; 37:1681-99. también había jóvenes; las diferencias en los porcentajes de victimización podrían obedecer a que el abuso tiende a aumentar entre los 17 y 20 años de edad 5858. Johnson WL, Giordano PC, Manning WD, Longmore MA. The age-IPV curve: changes in the perpetration of intimate partner violence during adolescence and young adulthood. J Youth Adolesc 2015; 44:708-26.. En lo que respecta a ambas formas de abuso, en este estudio se encontró una prevalencia similar a la reportada por Gracia-Leiva et al. 2020. Gracia-Leiva M, Puente-Martínez A, Ubillos-Landa S, González-Castro JL, Páez-Rovira D. Off- and online heterosexual dating violence, perceived attachment to parents and peers and suicide risk in young women. Int J Environ Res Public Health 2020; 17:3174., quienes indicaron que el 56,8% de los y las participantes habían recibido abuso cara a cara y digital en sus relaciones de noviazgo.

Respecto a las conductas con mayor frecuencia, para el abuso cara a cara estas fueron del factor Violencia psicológica sutil/control, semejante a una investigación previa con adolescentes mexicanos 5959. Zamora-Damián G, Vera-Ramírez J, Rojas-Solís JL, Alcázar-Olán RJ. Apego y violencia de pareja en una muestra de adolescentes. Archivos de Criminología, Seguridad Privada y Criminalística 2019; 22:6-19.. En cuanto a las conductas de abuso digital, las de mayor frecuencia fueron del factor Control/monitoreo, semejante a lo encontrado por Hidalgo-Rasmussen et al. 4040. Hidalgo-Rasmussen CA, Javier-Juárez P, Zurita-Aguilar K, Yanez-Peñúñuri LY, Franco-Paredes K, Chávez-Flores YV. Adaptación transcultural del "Cuestionario de Abuso Cibernético en la Pareja" (CDAQ) para adolescentes mexicanos. Psychol Conduct 2020; 28:435-53.. Probablemente, la alta frecuencia en estos factores es porque contienen conductas que hacen referencia a comportamientos abusivos que pueden percibirse como normalizados, por lo cual ocurren con mayor frecuencia 6060. Gillett R. Intimate intrusions online: studying the normalisation of abuse in dating apps. Womens Stud Int Forum 2018; 69:212-9..

Los resultados de esta investigación se deben considerar bajo las siguientes limitaciones: por tener un diseño transversal no es posible observar la influencia entre las variables a través del tiempo, por lo que estudios longitudinales podrían dar una mayor explicación de la causalidad. Otra limitación es el uso de un muestreo no probabilístico, por lo cual los resultados no se pueden generalizar a toda la población adolescente escolarizada mexicana, sin embargo, se pueden hacer inferencias con adolescentes de características similares a los y las participantes de este estudio.

De igual manera, aunque el tamaño de muestra fue apropiado para los análisis estadísticos realizados 6161. Manzano AP. Introducción a los modelos de ecuaciones estructurales. Investigación Educ Médica 2018; 7:67-72., los grupos de hombres y mujeres no fueron proporcionales, y, a pesar de que el sexo fue una variable de control, no se pudieron realizar análisis para mujeres y hombres por separado, por lo que futuras investigaciones podrían considerar un número suficiente y equiparable de hombres y mujeres. Otra limitación es que solo se consideró al sexo de los participantes, futuros estudios podrían incluir al género e identidad de género y observar cómo se relacionan las variables respecto a estas, ya que el nivel de vulnerabilidad podría ser diferente al tratarse de abuso en las relaciones de pareja 6262. Messinger AM, Birmingham RS, DeKeseredy WS. Perceptions of same-gender and different-gender intimate partner cyber-monitoring. J Interpers Violence 2018; 36:NP4315-35.. Adicionalmente, en este estudio solo se incluyeron a las relaciones de noviazgo, que, si bien son un tipo de relación frecuente 6363. Vizzuetth A, García M, Guzmán RME. Significado psicológico de los constructos novios, amigovios y free para jóvenes Pachuqueños. Psicumex 2013; 3:4-14., futuros estudios podrían considerar relaciones menos formales como las relaciones free, de amigos con beneficios o de una noche, las cuales pudieran tener diferencias respecto a las experiencias de abuso y CRVS.

Además, es preciso considerar que, aunque los instrumentos de medición mostraron propiedades psicométricas aceptables, podrían ser poco específicos sobre la intensidad o la gravedad de los comportamientos que indagan, lo cual podría dar como resultado la desestimación del abuso. Futuros estudios podrían analizar con mayor detalle la gravedad de las conductas medidas.

Finalmente, este estudio aporta al avance en el conocimiento del abuso en las relaciones de noviazgo con adolescentes, donde se obtuvo evidencia de que el abuso tanto cara a cara como digital está relacionado negativamente con la CVRS. Es importante impulsar la implementación de programas que promuevan las relaciones saludables en adolescentes, además de llevar a cabo intervenciones que ayuden a minimizar las consecuencias sobre la CVRS ya de por sí disminuida durante la adolescencia 3131. González-Carrasco M, Casas F, Malo S, Viñas F, Dinisman T. Changes with age in subjective well-being through the adolescent years: differences by gender. J Happiness Stud 2017; 18:63-88..

Agradecimientos

Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México por la beca otorgada a la autora principal de esta investigación para cursar el Doctorado en Psicología con orientación en Calidad de Vida y Salud (CVU: 892852).

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Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    05 Set 2022
  • Fecha del número
    2022

Histórico

  • Recibido
    16 Mar 2021
  • Revisado
    05 Jul 2022
  • Acepto
    18 Jul 2022
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