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Circulación situada e idiomas de publicación de las élites académicas del Cono Sur1 1 Les autores agradecen el apoyo financiero del Programa NEIES Mercosur (spu-Capes) Proyecto n. 3/2015; del programa pict 2017-2647 de la Agencia I+D+I de Argentina; y del Programa jcne de la Fundação Carlos Chagas Filho de Amparo à Pesquisa do Estado do Rio de Janeiro (Faperj).

Circulação situada e idiomas de publicação das elites acadêmicas do Cone Sul

Resumen

Este artículo analiza la relación entre las autopercepciones de los investigadores acerca del valor de la publicación en inglés y la diversidad de prácticas de circulación que se observan en su trayectoria completa de publicaciones. Para ello, nos basamos metodológicamente en una encuesta trinacional realizada con la élite académica de Argentina, Brasil y Chile y en la observación empírica de una muestra de currículums de investigadores de estos tres países. La contribución del texto apunta en una doble dirección: en términos conceptuales, proponemos el concepto de “circulación situada” como alternativa a perspectivas lineales y tradicionales de la internacionalización; en el terreno empírico, mostramos cómo la bibliodiversidad en las trayectorias académicas y la multi-escalaridad de la circulación de esos académicos proyecta una mirada compleja en los tres casos. Como consecuencia, los hallazgos nos permiten ir más allá de las visiones habituales sobre el inglés como idioma de publicación y avanzar en el debate sobre el dinamismo del proceso de circulación y sus anclajes socio-institucionales.

Palabras clave:
Circulación situada; Publicaciones; Inglés; Élites académicas; Bibliodiversidad.

Resumo

Este artigo analisa a relação entre a autopercepção dos pesquisadores sobre o valor da publicação em inglês e a diversidade de práticas de circulação observadas em suas trajetórias. Para isso, nós nos baseamos metodologicamente em uma pesquisa trinacional realizada com a elite acadêmica da Argentina, Brasil e Chile e na observação empírica de uma amostra de currículos de pesquisadores desses três países. A contribuição do texto é dupla: em termos conceituais, propomos o conceito de “circulação situada” como alternativa às perspectivas lineares e tradicionais de internacionalização; no campo empírico, mostramos como a bibliodiversidade nas trajetórias acadêmicas e a multiescalaridade da circulação desses acadêmicos projetam uma realidade complexa e diversificada nos três casos. Isso nos permite, então, ir além das visões habituais do inglês como língua de publicação e avançar no debate sobre o dinamismo do processo de circulação e suas ancoragens socioinstitucionais.

Palavras-chave:
Circulação situada; Publicações; Inglês; Elites acadêmicas; Bibliodiversidade.

Abstract

This article analyzes the relationship between researchers’ self-perceptions about the value of publishing in English and the diversity of circulation practices observed in their entire publication trajectory. Methodologically, we use both a trinational survey carried out with the academic elite of Argentina, Brazil and Chile and an empirical observation of a sample of researchers’ resumes from these three countries. The contribution is twofold: in conceptual terms, we propose the concept of “situated circulation” as an alternative to linear and traditional perspectives of internationalization; In the empirical field, we show how the bibliodiversity in the academic trajectories and the multiscalarity of the circulation of these academics gives us a complex and diverse look in the three cases. As a consequence, the findings allow us to go beyond the usual views on English as a language of publication and advance the debate on the dynamism of the circulation process and its social-institutional anchors.

Keywords:
Situated circulation; Publications; English; Academic elites; Bibliodiversity.

Introducción

La preocupación por la centralidad creciente del inglés como lengua académica no es nueva, y se viene discutiendo con creciente interés por sus consecuencias en el empobrecimiento de la interculturalidad de la ciencia, así como en la pérdida que implica para la bibliodiversidad (Helsinski Initiative, 2019). El uso y abuso del factor de impacto en las evaluaciones académicas, y la jerarquización que esto significó para las revistas concebidas como “mainstream”, inclinó progresivamente a las élites académicas de los países no hegemónicos a la publicación en esas revistas y en inglés (Guédon, 2011Guédon, Jean-Claude. (2011), “El acceso abierto y la división entre ciencia principal y periférica”. Crítica y Emancipación, 3 (6): 135-180.; Gingras, 2016Gingras, Yves. (2016), Bibliometrics and research evaluation. Uses and abuses. Cambridge, mit.). Asimismo, produjo circuitos de producción y circulación segmentados lingüísticamente, como ha sido documentado para el mundo árabe (Hanafi y Arvanitis, 2014Hanafi, Sari & Arvanitis, Rigas. (2014), “The marginalization of the Arab language in social science: structural constraints and dependence by choice”. Current Sociology, 62 (5): 723-742.). Esta situación forma parte de las tendencias dominantes de un sistema académico mundial que se desarrolló en las últimas décadas profundizando la oposición entre, por un lado, una investigación científica con estándares pretendidamente globales y, por otro, expresiones de la ciencia denostadas como marginales a la “universalidad” de la ciencia.

El último informe mundial de la Ciencia publicado por Unesco (2021)UNESCO (2021), Unesco Science Report: the race against time for smarter development. Paris, Unesco. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000377433.
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf...
señala las desigualdades producidas por la hipercentralidad del inglés como lengua de publicación y analiza sus efectos según las regiones. Llama la atención el hecho de que esta hegemonía parece haberse profundizado respecto del informe anterior. En dirección similar, la Organización de Estados Iberoamericanos (oei) llevó a cabo un estudio reciente sobre ciencia plurilingüe, cuyos resultados iniciales han provocado una amplia repercusión en el ámbito iberoamericano, extendiéndose la idea de una “dictadura del inglés” en la difusión de la ciencia2 2 Véase a ese respecto: https://elpais.com/ciencia/2021-07-27/la-dictadura-del-ingles-en-la-ciencia-el-95-de-los-articulos-se-publica-en-esa-lengua-y-solo-el-1-en-espanol-o-portugues.html. . En el Informe, realizado en conjunto con el Instituto Elcano y firmado por su investigador Ángel Badillo, se estima que en 2020 aproximadamente el 95% del total de artículos publicados en revistas científicas en bases de referencia mainstream estaba escrito en inglés, mientras solo el 1% en español o en portugués (oei, 2021OEI. (2021), El portugués y el español en la ciencia: apuntes para un conocimiento diverso y accesible. Madri, Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (oei) / Real Instituto Elcano (Informe escrito por Ángel Badillo en el marco del Proyecto “Ciencia Plurilingüe”).)3 3 El informe de avance del estudio se presentó en un evento público en julio de 2021 y puede verse en este link: https://www.youtube.com/watch?v=Bue0tfGLKwk. . Solo el 13% de los científicos en España presentó sus trabajos en español, el 12% en México, el 16% en Chile, y en torno al 20% en Argentina, Colombia y Perú. La situación del portugués es un poco más compleja. Sólo el 3% de los investigadores portugueses y el 12% de los brasileños eligieron su lengua para publicar sus trabajos, mientras los demás lo hicieron en inglés.

Este paisaje deja poco margen para imaginar una transformación de estas tendencias, sobre todo si no se hace frente a la hegemonía de bases de datos de editoriales comerciales, como Scopus o wos-Clarivate, cuyos sesgos geográficos y lingüísticos ya han sido ampliamente analizados (Archambault et al., 2009Archambault, Éric; Campbell, David; Gingras, Yves & Larivière, Vincent. (2009), “Comparing bibliometric statistics obtained from the Web of Sciences and Scopus”. Journal of the American Society for Information Science and Technology, 60 (7): 1320-1326.; Pinto y González, 2009Pinto, Adilson Luiz & González, José Antonio Moreiro. (2009), “Comparación científica entre Web of Science (wos) y Google Académico: estudio a partir de los autores más representativos de Brasil”. Scire, 15(2): 107-120.). A la vez, es difícil calibrar verdaderamente la incidencia de la publicación en inglés en el mundo iberoamericano porque son todavía escasos los estudios de trayectorias académicas o universos completos de producción por la sencilla razón de que estas bases de datos de personas y de producción no están siempre disponibles de manera exhaustiva. Sabemos, sin embargo, que existen y conviven varios circuitos, nociones diversas de “excelencia” y distintas formas de producción del conocimiento, no sólo en el Sur, sino también en el Norte (Paradeise y Thoenig, 2013Paradeise, Catherine & Thoenig, Jean-Claude. (2013), “Academic institutions in search of quality: local orders and global standards”. Organization Studies, 34 (2): 189-218.; Mugnaini, Damaceno, Digiampietri y Mena-Chalco, 2019; Mbula, Tijssen, Wallace y McLean, 2020Mbula, Erika et al (eds.). (2020), Transforming research excellence: new ideas from the Global South. Cape Town, African Minds.).

Nadie duda que la hipercentralidad del inglés sea una realidad. Pero hay evidencias suficientes para afirmar que esa no es la única realidad (Curry y Lillis, 2022). La capacidad de escribir y publicar en idiomas distintos tiene su especificidad según la localización de cada comunidad académica, en el cruce de la pertenencia disciplinar y de los márgenes de maniobra que se observan en los estándares de evaluación a los que están sometidos. En términos generales, un investigador afiliado a una universidad de Estados Unidos o del Reino Unido no necesita publicar en otro idioma. Como consecuencia, tiene una ventaja competitiva, dada la mayor facilidad para publicar en revistas incluidas en las bases de datos mainstream que, en su mayoría, usan el idioma inglés. En cambio, para una investigadora china o latinoamericana, publicar en inglés implica un intenso aprendizaje de una lengua distinta de la propia, además de gastos adicionales de revisión y traducción, por no hablar de la necesidad de dialogar con determinados debates especializados y literaturas que no necesariamente coinciden con las de sus lugares de origen o de actuación. Una situación intermediaria podríamos encontrarla con una investigadora de India. En este caso, aunque el inglés se use como lengua oficial, para publicar en una revista mainstream se requieren unos saberes y disposiciones que normalmente no están disponibles en universidades periféricas. No nos referimos, por lo tanto, sólo a habilidades básicas de comunicación, sino a un conjunto más amplio de capacidades linguísticas (y cognitivas), que están involucradas en la posibilidad de escribir en lengua inglesa. El dominio de estas habilidades no depende sólo del origen social, sino también de la formación académica, del capital institucional, de la inserción en equipos y redes internacionales, entre otros factores que están atravesados por diferentes tipos de desigualdades (Beigel, 2017Beigel, Fernanda. (2017), “Científicos periféricos entre Ariel y Calibán. Saberes institucionales y circuitos de consagración en Argentina: las publicaciones de los investigadores del Conicet”. Dados, 60(3): 825-865.).

Es un lugar común pensar que la publicación en inglés es o bien una “imposición” o bien una meta deseada por quienes producen desde la “periferia” y cuyos idiomas maternos no son el inglés (Ortiz, 2008Ortiz, Renato. (2008), A diversidade dos sotaques: o inglês e as ciências sociais. São Paulo, Brasiliense.; De Swaan, 2001). No obstante, Curry y Lillis (2019)Curry, Mary Jane & Lillis, Theresa. (2019), “Unpacking the Lore on Multilingual Scholars Publishing in English: A Discussion Paper”. Publications, 7 (2): 1-14. sostienen que muchos académicos multilingües continúan comprometidos con sus comunidades locales y escriben también (y, en algunos casos, principalmente) en su lengua nativa. También observan que, a pesar de la presión creciente de las agencias de evaluación y de las instituciones para publicación en revistas en inglés con alto factor de impacto, algunos/as investigadores/as empiezan a comprometerse con la práctica de la “publicación equivalente”, entendida como un ejercicio que trasciende la mera traducción y que consiste en la reescritura de sus trabajos en distintos idiomas y para diferentes audiencias.

En algunas disciplinas y universidades existe una tendencia a la publicación en revistas iberoamericanas, que se editan en español o en portugués y que, por lo general, están indexadas en Scielo, Redalyc o Latindex. Junto a eso, también sobrevive la publicación en revistas nacionales y en el idioma nativo (Mugnaini, Damaceno, Digiampetri y Mena-Chalco, 2019). Esto significa que, a diferencia de lo que muchas veces suele decirse en los debates públicos sobre las culturas evaluativas y las publicaciones, éstas no son simplemente reflejo de criterios heterónomos, sino un terreno de disputa en el cual se presenta una tensión permanente entre las orientaciones globales y los estándares locales (Beigel, 2014Beigel, Fernanda. (2014), “Publishing from the periphery: structural heterogeneity and segmented circuits. The evaluation of scientific publications for tenure in Argentina’s Conicet”. Current Sociology, 62 (5): 743-765.; Bringel, 2015Bringel, Breno. (2015), “Desafios para os periódicos de Ciências Sociais no Brasil: cenários, atores e políticas”. Pensata, 4 (2): 53-64.). Este fenómeno, además, no es exclusivo de los académicos de los países (semi)periféricos analizados en este artículo. Paradeise y Thoenig (2015)Paradeise, Catherine & Thoenig, Jean-Claude. (2015), In search of academic quality. Londres/Nova York, Palgrave. hicieron un estudio de numerosos departamentos de universidades de los países hegemónicos y verificaron que existen diversos modos de adaptación a las presiones heterónomas que dependen, en buena medida, de la autonomía institucional. La senioridad del investigador también le permite, muchas veces, mayor autonomía a diferencia de los jóvenes que suelen tener que adaptar sus carreras a las exigencias si quieren lograr una estabilidad, promoción y/o acceso a financiación.

Por otra parte, la idea de que los estilos de circulación internacionalizados se correspondan con las universidades metropolitanas antiguas y prestigiosas, mientras los habitus locales se encuentran atrincherados en universidades “provincianas” ha sido igualmente problematizada. De hecho, la localización de un investigador en una institución prestigiosa situada en una metrópoli como Buenos Aires o São Paulo no implica necesariamente que ese individuo tenga una trayectoria globalizada y predominen relaciones con orientación cosmopolita. Como veremos, son precisamente esas instituciones dominantes las que, muchas veces, tienen mayor margen material para alojar y amparar sectores disidentes y resistencias, mientras son las más pequeñas y periféricas las que evidencian una tendencia más fuerte a la internacionalización como fuga de las presiones institucionales. Por otra parte, ninguna de esas instituciones está exenta de una dinámica local donde interviene el poder universitario, y las lógicas administrativo-burocráticas (Beigel, 2017Beigel, Fernanda. (2017), “Científicos periféricos entre Ariel y Calibán. Saberes institucionales y circuitos de consagración en Argentina: las publicaciones de los investigadores del Conicet”. Dados, 60(3): 825-865.).

Teniendo en cuenta estos elementos, nos dedicaremos en este artículo a la observación de la relación entre las autopercepciones de los investigadores acerca del valor de la publicación en inglés (y, de forma más amplia, de ese idioma para alcanzar logros académicos) y la diversidad de prácticas de circulación que se observa en su trayectoria completa de publicaciones. Para establecer esta relación, nos basamos en dos fuentes. La primera es la Encuesta de Capacidades Lingüísticas e Internacionalización (Ecapin), desarrollada en tres poblaciones de investigadores de Argentina, Brasil y Chile en el marco de un proyecto de investigación con un equipo trinacional4 4 El equipo trinacional, constituido en 2015 bajo la coordinación general de Fernanda Beigel, se propuso analizar comparativamente la internacionalización académica y las capacidades linguísticas en Argentina, Brasil y Chile. Para ello, creamos la Encuesta de Capacidades Lingüísticas e Internacionalización (Ecapin), que se ejecutó en 2018 en tres poblaciones de académicos basada en un cuestionario autoadministrado. Para seleccionar estas poblaciones, teniendo en cuenta los diferentes contextos, se seleccionaron poblaciones “emparejadas” a partir de una definición de “investigador/a” y de una serie de requisitos de internacionalización. No fue posible conseguir una equivalencia perfecta dadas las diferencias entre los sistemas científicos nacionales y la disponibilidad de acceso a la información sobre las personas que componen cada universo académico. Como veremos con mayores detalles en la segunda parte del artículo, para Argentina se tomó el universo de investigadores/as del Conicet, mientras para Brasil se tomó a los docentes de los programas de posgraduación con la categoría máxima de Capes y para Chile los investigadores/as que hubieran dirigido proyectos financiados por Fondecyt entre 20102016. Para mayores detalles sobre la encuesta véanse los artículos de Beigel, Almeida y Piovani; bien como Almeida, Baranger y Piovani, en este mismo dossier. .

La segunda fuente, a su vez, consiste en la observación empírica de una muestra de currículums de académicos encuestados de los tres países.

El artículo está dividido en cuatro partes, además de la presente introducción. En la primera parte proponemos el concepto de “circulación situada” como alternativa a perspectivas lineales y tradicionales de la internacionalización. Eso nos permite dar mayor centralidad a la agencia y a la proactividad de los investigadores y sus estrategias vis-à-vis los lugares de producción de conocimiento y las múltiples mediaciones institucionales, a distintas escalas. Ya en la segunda parte presentamos sintéticamente la encuesta trinacional que constituye la base de este estudio y discutimos las valoraciones de la publicación en inglés entre las élites científicas de Argentina, Brasil y Chile. Contextualizamos, asimismo, las similitudes y diferencias de los diferentes casos nacionales. En seguida, examinamos la bibliodiversidad en las trayectorias académicas y la multiescalaridad de la circulación de esos académicos a partir de la presentación de una muestra de currículums seleccionados sobre la base de los universos encuestados en los tres países. La cuarta parte del texto, por fin, expone y examina los principales resultados, tratando de arrojar una mirada comparativa sobre la circulación y los idiomas de publicación de las élites científicas del Cono Sur. En conjunto, el artículo pretende captar diferentes perfiles de circulación y formas de valoración del inglés, subrayando la importancia de la agencia, la diversidad y el dinamismo del proceso de circulación y sus anclajes socio-institucionales.

Circulación situada: entre los estándares globales y las trayectorias académicas situadas

Hay un cierto consenso en el diagnóstico sobre la construcción de la hegemonía del inglés como un proceso creciente desde la Segunda Guerra Mundial, con un fortalecimiento todavía mayor tras la caída del Muro de Berlín. Su avance en las últimas décadas es exponencial, a la vez que proporcional al descenso de otros idiomas antes más influyentes globalmente como el francés y el alemán. Los impactos de esta hegemonía, a su vez, son múltiples. Por un lado, refuerza las asimetrías y las desigualdades en términos de acceso a recursos y oportunidades de publicación. Por otro, aunque supuestamente permite una mayor inteligibilidad global, también acaba reduciendo la complejidad y el potencial cognitivo al limitar, como subrayan muchos lingüistas, las estructuras semánticas. Como consecuencia, la diversidad de tradiciones intelectuales, la pluralidad de acentos y la multiplicidad de connotaciones se ve mermada (Ortiz, 2008Ortiz, Renato. (2008), A diversidade dos sotaques: o inglês e as ciências sociais. São Paulo, Brasiliense.), algo especialmente grave para las ciencias sociales y las humanidades, pero con efectos nocivos para todas las disciplinas.

Tanto en el debate intelectual como en diversos informes de organizaciones internacionales se han identificado profundas “brechas de capacidades” entre países y regiones centrales y periféricas, en las cuales la cuestión del idioma adquiere particular relevancia. A pesar de eso, la incidencia del inglés en un campo científico no hegemónico está lejos de ser uniforme, incluso cuando no hay un coste alto en términos de capacidades lingüísticas en juego. Mweru (2010)Mweru, Maureen. (2010), “Why Kenyan academic do not publish in international refereed journals”. In: World Social Science Report. Paris, Unesco, pp. 110-111., por ejemplo, realizó una investigación empírica con investigadores de Kenia para averiguar por qué los académicos de ese país no publican en revistas internacionales arbitradas y mainstream, aun cuándo manejan sin grandes dificultades el inglés. Los principales factores recabados fueron: falta de tiempo, bajos salarios, dificultades para acceder a libros y artículos de revistas relevantes, malas experiencias con revistas internacionales y falta de apoyo en las universidades. Así, las habilidades lingüísticas importan, pero no pueden ser pensadas como factores auto-explicativos, dado que hablar un idioma no significa necesariamente capacidad para escribir académicamente en ese idioma. Esto explica que muchos países del Sur Global, aun cuando viven realidades bilingües con el inglés como lengua oficial, sigan activando principalmente circuitos locales y nacionales y más raramente los mainstream.

Por otro lado, el debate sobre la dependencia académica, el carácter profundamente desigual de la internacionalización y de la circulación internacional no puede ser leído sólo en clave de “determinaciones” estructurales o colonialismo académico. Los investigadores de la periferia - y en el caso que nos interesa especialmente, la élite científica sudamericana -, poseen trayectorias altamente complejas y son agentes activos en la construcción de sus proprias carreras. Poseen capacidades lingüísticas variadas y desarrollan estrategias para relacionarse con agentes no sólo “globales” o “externos”, sino también locales y nacionales, en función de sus concepciones políticas o científicas, del margen de maniobra que les ofrecen las culturas evaluativas, los formatos de concursos públicos, las modalidades de promoción en la carrera, las dinámicas de construcción de investigaciones relevantes para las sociedades etc.

Entendemos que, dentro de esta dinámica, la noción de internacionalización resulta limitante porque se refiere, en sus usos más extendidos, a una dinámica unidireccional según la cual los/as científicos/as se mueven hacia fuera de su país y tradicionalmente hacia el Norte. En este sentido, suele entenderse principalmente como una lógica impuesta desde fuera a partir de los condicionantes de la posición periférica de un investigador, un país o una región. Además, durante mucho tiempo la propia idea de un “salto de escalas” (scale shift), ha solido asociarse al desplazamiento progresivo de escalas desde lo local y lo nacional hacia lo internacional o, dicho de otra manera, desde “abajo” hacia “arriba”. Pero pocas veces en sentido contrario, de una localidad a otra, o bajo esquemas de multi-escalaridad y dinámicas vectoriales relacionales.

A lo largo de la última década, se ha criticado esta visión determinista de la internacionalización y su escalera prefijada (MacKinnon, 2010Mackinnon, Danny. (2010), “Reconstructing scale: towards a new scale politics”. Progress in Human Geography, 35 (1): 21-36.). Los aportes de las teorías críticas feministas han sido cruciales para enriquecer esta perspectiva dentro de la sociología de la ciencia y del conocimiento. Trabajos seminales como los de Harding (1986)Harding, Sandra. (1986), The science question in feminism. Ithaca/Nova York, Cornell University Press. y Haraway (1988)Haraway, Donna. (1988), “Situated knowledges: the science question in feminism and the privilege of partial perspective”. Feminist Studies, 14 (3): 575-599., sin dudas, abrieron nuevas pistas para el entendimiento de debates fundamentales sobre la posición, la perspectiva y la situación en la ciencia y en el conocimiento. En su crítica al objetivismo y a una universalidad impuesta que fomenta no sólo reduccionismos, sino también la imposición del lenguaje del hombre (blanco/colonial), proponen una mirada que defiende el conocimiento situado. Para estas autoras, y para buena parte de las teóricas feministas, se trataría de reivindicar una “perspectiva parcial” (y corporizada) que se opone a una visión que separa el objeto del sujeto, y promete la trascendencia de todos los límites.

En nuestro caso, no nos interesa discutir aquí tanto la cuestión de la objetividad o de la parcialidad del conocimiento, sino más bien otra dimensión de su carácter “situado”: la localización de la producción de saberes y la dinámica multiescalar que se evidencia en la trayectoria de los agentes. Eso significa, desde nuestra perspectiva, asumir una apertura contextual y territorial de la espacialidad académica de los saberes, así como de las prácticas individuales y sociales de circulación de los científicos, que son siempre localizadas. Sostenemos que la agencia y la proactividad de los investigadores también necesita ser considerada, junto a la importancia de los lugares de producción, porque se evidencian distintas interacciones y formas de circulación que manifiestan el arraigo de esas trayectorias. Por ello, se vuelve fundamental examinar las autopercepciones de los/as investigadores/as y los diferentes tipos de mediaciones institucionales que ofrecen alternativas de colaboración en diferentes escalas.

Entenderlas de esta manera no significa que estos conocimientos y estas prácticas sean estrictamente “locales”, sino que parten de un lugar o un locus específico (Bringel, 2006Bringel, Breno. (2006), “El lugar también importa”. Revista Nera, 9 (9): 27-48.). La circulación, por más internacional que sea, se produce de forma situada, siguiendo ciertas condiciones de posibilidad institucional y social. En vez de aceptar una concepción meramente “importada” (o exógena) de la internacionalización, de la circulación y de la publicación, la concepción que aquí sugerimos de una circulación situada presupone una dinámica compleja y permanente de adaptación, decodificación y recodificación de las orientaciones principales que circulan dentro y fuera de las comunidades, y en el péndulo de las fronteras locales y nacionales.

La circulación del conocimiento no surge de cero, en un vacío o por mera estimulación exógena. Está, obviamente, asociada a las colaboraciones y a las redes internacionales o nacionales existentes. Parte siempre de unas condiciones locales con las cuales los agentes (los científicos, en nuestro caso) se vinculan, crecen y maniobran. No depende sólo de su nacionalidad (aunque este sea un factor clave para las capacidades lingüísticas), sino también de su locus principal de actuación institucional y social. Eso abarca tanto anclajes institucionales como interacciones culturales y sociales que se resumen en la posición de los investigadores, en el lugar estructural y situacional y, por qué no, también en la perspectiva cognitiva. Si los agentes se relacionan de formas diferentes con estos contextos y condiciones locales y nacionales, de ellos se deriva una heterogeneidad de prácticas y de estrategias.

De esta manera, el concepto de circulación situada que proponemos reconoce que la investigación colaborativa y las publicaciones están relacionadas con una dinámica localizada de producción del conocimiento, con sus anclajes sociales e institucionales, y sus interacciones regionales o globales. La publicación en inglés, la participación en proyectos colaborativos, en asociaciones o congresos internacionales tiene una factura propia, de una manera u otra, según la plataforma que ofrecen las condiciones locales y nacionales, que no desaparecen, sino que se retroalimentan con los contactos, redes y apuestas supranacionales. Coyunturas históricas específicas, de ampliación o restricción de las políticas científicas, también importan mucho. El tránsito por diferentes instituciones, la movilidad académica o el cambio de lugares de producción, también resultan claves para la comprensión de las trayectorias de circulación.

Se desprenden dos implicaciones principales de lo dicho. En primer lugar, si la producción de conocimiento está arraigada a los diversos locus que transita una persona, es fundamental considerar coyunturas críticas y marcadores sociales diversos para operacionalizar la geopolítica del conocimiento en la actualidad. Lejos de las geografías binarias que suelen buscar los factores causales siempre en una exterioridad proactiva (Norte/Sur, centro/periferia, internacional/nacional, local/global), nos parece central considerar el dinamismo interior de las propias comunidades e instituciones. Para ello, es crucial captar la complejidad y la diversidad de situaciones individuales e institucionales, bien como la heterogeneidad estructural de los diversos espacios, sin caer en cualquier tipo de sujeción ontológica. Esto implica pensar la posicionalidad en términos de un “nuevo perspectivismo”, según el cual el lugar desde dónde se habla marca nuestra visión de mundo, pero también somos parte de esa construcción. Porque ese lugar está atravesado por múltiples circuitos de legitimación y diversas desigualdades (institucionales, geográficas, de género y étnico-raciales), sin las cuales difícilmente podemos comprender la eficacia de las capacidades lingüísticas en una determinada comunidad científica nacional, campo disciplinar o trayectoria individual.

En segundo lugar, en tiempos de internet y culturas digitales, las dinámicas de la producción y la circulación académica son siempre multi-escalares y operan a partir de mecanismos diversos, ya sea por las interacciones materiales con distintos agentes o movilidades, o en el proceso de construcción epistémica que involucra un diálogo con un universo discursivo amplio. La compartimentalización de las escalas termina, muchas veces, separando lo “internacional” o lo “global” como propio de la internacionalización y deja lo “regional5 5 Cuando hablamos de lo regional en este trabajo nos referimos a una escala continental, particularmente en nuestro caso al ámbito latinoamericano. Beigel (2014) ya ha analizado cómo y por qué esta forma de regionalismo tiende a ser obturada y desmerecida en los estudios tradicionales sobre la internacionalización, mientras Cairo y Bringel (2010; 2019), a su vez, han propuesto, en términos más amplios, la centralidad de analizar las dinámicas y procesos de articulaciones que resultan en construcciones regionales y sus relaciones con la ´regionalización´ de prácticas sociopolíticas diversas. ” y lo “nacional” limitado a una noción reduccionista de lo “local”. Esta noción jerarquizada de la internacionalización y el uso a veces restringido de la idea de ´circulación internacional´ suele ocultar los tránsitos, las tensiones, las construcciones y las elecciones de los agentes a la hora de desarrollar sus propias trayectorias. Éstas son construidas socialmente en un balance único entre esas interacciones y la plataforma que le otorga el lugar y la posición en la que cada investigador esté inserto.

La literatura especializada suele subrayar una diferencia considerable entre las ciencias sociales y humanidades y las ciencias duras en lo que se refiere a las escalas de la circulación: mientras las primeras suelen trabajar en una escala nacional (donde lo local también importa), las segundas operarían en una escala más global. Arvanitis, Waast y Al-Husban (2010)Arvanitis, Rigas; Waast, Rolam & Al-Husban, Abdel Hakim. (2010), “Social sciences in the Arab World”. In: World social science report. Paris, Unesco, pp. 68-72. argumentan que, en el caso del mundo árabe, por ejemplo, buena parte de la investigación más relevante en ciencias sociales pasa desapercibida en el extranjero por tres motivos: se publica principalmente en árabe, raramente se traduce y no está necesariamente conectada con la agenda “global”. Sin embargo, Hanafi (2011)Hanafi, Sari. (2011), “University systems in the Arab East: Publish globally and Perish locally vs. Publish locally and Perish globally”. Current Sociology, 59 (3): 291-309. señaló también que en estas mismas disciplinas se viene produciendo una segmentación creciente según la cual ciertos investigadores árabes que escriben en inglés circulan globalmente mientras que los que publican en árabe tienden a moverse en los circuitos locales. En estudios recientes, que dejan atrás el uso de bases de datos mainstream con sus consabidas limitaciones, se descubre, al observar corpus completos de publicaciones de los/as investigadores/as, que sus estrategias de publicación apuestan en distintas direcciones y que hay más bibliodiversidad de lo esperado (Mugnaini et al., 2019Mugnaini, Rogério; Damaceno, Rafael; Digiampetri, Luciano & Mena-Chalco, Jesús. (2019), “Panorama da produção científica do Brasil além da indexação: uma análise exploratória da comunicação em periódicos”. Transinformação (31), e190033.; Baranger y Beigel, 2021Baranger, Denis & Beigel, Fernanda. (2021), “La publication en Ibéro-Amérique en tant que mode d’internationalisation des chercheurs en sciences humaines et sociales du Conicet (Argentine)”. Revue d’Anthropologie des Connaissances, 15 (3), Publicado el 01/09/2021, consultado el 05/02/2022. url: http://journals.openedition.org/rac/23440.
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).

Como consecuencia, emergen algunas cuestiones importantes en lo que se refiere a la circulación internacional y a la publicación en inglés: además de las asimetrías históricas Norte/Sur que impactan en la estructura desigual de la circulación del conocimiento, es crucial reponer las condiciones e historias de cada comunidad científica nacional y sus estructuras institucionales localizadas. De eso surgirán varios tipos, formas o “patrones” de circulación, que variarán según la combinación de múltiples factores: los procesos de institucionalización, los recursos materiales y el capital académico acumulado en los centros de investigación y los equipos de trabajo, así como la agencia de los investigadores sobre la base del capital social y el capital lingüístico disponible. Por lo tanto, ese arraigo no puede ser soslayado, ni tampoco homogeneizado en una nueva forma de reduccionismo. No es lo mismo estar en una gran universidad antigua, metropolitana y prestigiosa o en una pequeña, más nueva, ubicada en provincias dentro de países de la semi-periferia como los que analizamos en este trabajo. Pero aún en esos casos que parecen opuestos, las instituciones evidenciarán también la multi-escalaridad que es un signo de la producción científica de nuestro tiempo. En lo que sigue trataremos de avanzar en uno de los marcadores sociales que permite operacionalizar esta circulación situada: la valoración de la publicación en inglés y su efectiva incidencia en las trayectorias de la élite científica de Argentina, Brasil y Chile.

La valoración de la publicación en inglés entre las élites científicas del Cono Sur

La encuesta trinacional Ecapin, en la que se enmarca el presente estudio, explora el tema de las publicaciones en inglés dentro de las élites más internacionalizadas de Argentina, Brasil y Chile, proponiéndose observar este fenómeno desde diferentes aristas, otorgando un lugar específico a las percepciones de los investigadores. Los cuestionarios siguen una estructura común a los tres países, aunque cada equipo nacional agregó elementos específicos en función de la diversidad de la carrera académica en las poblaciones seleccionadas. El bloque de información que tomaremos en este trabajo es el referido a las capacidades en inglés y, en particular, a la percepción de la relevancia del inglés en el campo disciplinar y en la propia trayectoria.

En términos generales, la encuesta permite visualizar las diferencias entre dos estilos idiomáticos diferenciados básicamente por el origen disciplinar. El primero con una incidencia relativamente baja del inglés, identificable con las ciencias sociales y humanas. Y un segundo, con predominio del inglés, asociado a las ciencias “duras”. Un promedio para los tres países involucrados en el estudio muestra que en las ciencias sociales y humanas un 25% declara no haber publicado nunca en inglés; más de un tercio lo ha hecho en una muy baja proporción (hasta el 10% de sus publicaciones) y menos de una décima parte ha publicado más de la mitad de sus publicaciones en ese idioma. En el resto de las áreas (ciencias exactas y naturales, ciencias agrarias e ingenierías, biología y ciencias de la salud, y Tecnología), el contraste es claro: el 90% de los investigadores señalan que el inglés es el idioma de más de tres cuartas partes de sus publicaciones.

Asimismo, la encuesta permitió caracterizar la valoración de los investigadores sobre el papel del inglés tanto en su propia trayectoria como sobre la disciplina en la que se desempeñan. Como se puede ver en la Tabla 1, hay una homogeneidad importante en las distintas valoraciones hacia el interior las disciplinas de las ciencias “duras”. Mientras para los brasileños el inglés es considerado muy importante en la mayoría de los aspectos de la propia trayectoria con valores superiores a 92% de los encuestados, la importancia del inglés para la participación en reuniones científicas para los argentinos es bastante más baja (72%), lo que refleja la existencia de espacios de intercambio externos a aquella lengua dominante, bien como una relevancia dada a los congresos nacionales. Es interesante notar especialmente la importancia del inglés como lengua para las publicaciones en el país: mientras el 47% de los brasileños lo considera importante, solo 21% de los argentinos lo valora positivamente. Esto está vinculado, como veremos más abajo, con el desarrollo de las revistas que se publican en inglés en cada país y con las apuestas nacionales e institucionales por esa estrategia de circulación.

Tabla 1
Investigadores que valoran como “muy importante” el inglés en distintos aspectos, por país para las “ciencias duras” - cbs, cen y caim [%]

Veamos ahora qué ocurre con las ciencias sociales y humanidades. En este caso, la valoración del inglés como “muy importante” en distintos aspectos de la trayectoria es siempre menor que en el resto, pero aun así tiene un peso elevado. Como puede verse en la Tabla 2, más de la mitad de los argentinos lo valora como “muy importante” en la lectura de bibliografía, la participación en reuniones científicas y en la comunicación con colegas de otros países. En lo que atañe a publicaciones en el exterior, resulta “muy importante” para el 82,54%. Los valores más altos se hallan en las respuestas de Brasil, mientras para los investigadores chilenos parece tener menos importancia para la comunicación y la elaboración de textos que para la lectura de bibliografía, donde se registra un valor más alto (70%), aunque bastante menor que el de sus colegas de Argentina y Brasil.

Tabla 2
Investigadores/as de Ciencias Sociales y Humanidades que valoran como “muy importante” el inglés en distintos aspectos de su propia trayectoria, por país [%]

En estas valoraciones pesan varios factores que inciden en las conceptualizaciones dominantes acerca de qué tipo de prestigio científico se considera válido. Entre esos factores resultan relevantes los “mensajes” que reciben los investigadores por parte de la cultura evaluativa nacional, así como las normativas de evaluación docente o de movilidad en la carrera académica a nivel institucional. En el caso de la población encuestada de Brasil, se incluyen en nuestra muestra investigadores y docentes de los programas de posgrado considerados de excelencia, es decir, calificados con la nota máxima (7) por la Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (Capes) en todas las áreas del conocimiento. Para que un programa pueda obtener tal calificación, uno de los elementos más importantes es su grado de “internacionalización”. Y el peso de dicha internacionalización recae fundamentalmente en sus investigadores/as y en su capacidad de obtener financiaciones internacionales, participar de comités, equipos, proyectos y redes internacionales o realizar estancias en el extranjero. Pero, a pesar de las múltiples posibilidades y vectores para evaluar la internacionalización, uno de los ítems que más se valora es la “producción intelectual” de profesores permanentes de los programas en revistas internacionales.

A esta presión institucional a los investigadores brasileños que participan de programas de posgrado de excelencia, hay que sumarle un estímulo. Por lo general, son o aspiran a ser investigadores de “productividad de investigación” (produtividade em pesquisa) del Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (cnpq). Se trata de un programa de incentivo salarial dedicado a investigadores de alto nivel que valora principalmente la producción científica individual. Aunque los criterios normativos de evaluación de las candidaturas se establecen por comités divididos por áreas del conocimiento, se suelen premiar las trayectorias en las que hay una mayor presencia de publicaciones en revistas indexadas en el sistema mainstream (sean revistas brasileñas o internacionales).

Este es, sin duda, un fuerte aliciente para promover indirectamente la publicación en inglés no sólo en el exterior, sino también en las publicaciones brasileñas que migraron a esa lengua. Las exigencias de los distintos niveles de la bolsa cnpq han promovido diversas segmentaciones marcadas no sólo por diferencias de estratificación salarial y diferencias de status para acceder a financiamientos, sino también asimetrías de género (Barros y Silva, 2019Barros, Suzane Carvalho & Silva, Luciana Mourão Cerqueira e. (2019), “Desenvolvimento na carreira de bolsistas produtividade: uma análise de gênero”. Arquivos Brasileiros de Psicologia, 71 (2): 68-83.). La mayor parte de los bolsistas de productividad del cnpq son profesores de las universidades metropolitanas más importantes concentradas en el Sudeste del país, tales como la Universidade de São Paulo (usp), la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) o la Universidade Federal do Rio de Janeiro (ufrj). Aunque el importe recibido por la bolsa es variable (suele oscilar entre un 13 y un 20% del sueldo base como profesor en una universidad pública), ser bolsista del cnpq es un importante símbolo de status dentro de la comunidad académica brasileña. Además, habilita la entrada y suma puntos para el éxito en otras convocatorias públicas, reproduciendo el clásico “efecto Mateo” de Merton (1968)Merton, Robert. (1968), “The Matthew effect in Science”. Science, 159 (3810): 56-63..

En cambio, cuando se analiza un universo de investigadores más amplio, crece la diversidad de formas de circulación y su arraigo nacional. En lo que se refiere a las publicaciones, Mugnaini et al. (2019) hicieron un análisis completo de las publicaciones incluidas en los currículums de 260.663 investigadores registrados en la Plataforma Lattes (una base nacional abierta de currículums) y constataron que las revistas brasileñas ocupan una importante porción de los artículos de estos individuos en todas las áreas científicas, revelando la utilidad de los periódicos nacionales como vehículos de publicación de los autores brasileños. Por otra parte, del total de las revistas detectadas (23.000), el 60% no está indexada ni en Scielo, ni en Scopus o Web of Science (wos). Para las ciencias sociales y humanas se verifica, de esta manera, que publican asiduamente en revistas no indexadas y que la circulación dentro de la región latinoamericana y caribeña existe pero con menor frecuencia que en el nivel nacional. Este fenómeno se inscribe en la situación específica del relativo aislamiento del portugués como lengua de comunicación regional.

Para el caso de Chile, Ramos Zincke (2021)Ramos Zincke, Claudio. (2021), “A well-behaved population: The Chilean scientific researchers of the xxi century and the international regulation”. Sociologica, 15 (2), 153-178. señala que las transformaciones institucionales de signo neoliberal, que promovieron la competencia llegaron a Chile más temprana y consistentemente que en otros países de América Latina, cambiando significativamente la dinámica de la investigación científica y el balance entre su orientación local e internacional. Como resultado, los científicos chilenos constituyen actualmente una población relativamente bien adaptada a la internacionalización y a su regulación expresada en las indexaciones del mainstream global. Es una población que exhibe una “buena conducta” en la materia, presionada o motivada desde las agencias científicas del Estado hasta las universidades, mostrando un significativo grado de conformidad o ajuste práctico a esta lógica.

El sistema de incentivo salarial que tienen muchas universidades chilenas premiando las publicaciones en wos-Clarivate con una suma fija es una manifestación concreta de este sistema de competencia. Al analizar los patrones de publicación de los científicos chilenos en el marco de nuestra encuesta trinacional, Ramos Zincke (2021)Ramos Zincke, Claudio. (2021), “A well-behaved population: The Chilean scientific researchers of the xxi century and the international regulation”. Sociologica, 15 (2), 153-178. señala que entre 2007 y 2016, las publicaciones wos y Scopus crecieron alrededor del 40% en todo el globo, mientras en América Latina y el Caribe tuvieron un aumento superior al 80%. Para Chile, su aumento es aún superior al crecimiento de la productividad latinoamericana: más del 140%, en ambos sistemas de indexación, lo que implica una cifra por encima de los demás países de más alta productividad científica en la región (Brasil, México y Argentina).

Este escenario, en cambio, contrasta con la escasa valoración del inglés para la publicación en el exterior observada en la encuesta chilena, es decir, el hecho de que sólo el 44% haya considerado el inglés “muy importante” para este tipo de publicaciones. Un factor que puede contribuir a explicar esta valoración está relacionado con la fuerte apuesta del país a la indexación de sus propias revistas nacionales en el circuito mainstream, con lo cual muchos chilenos pueden publicar en español y en su propio país e igual recolectar la recompensa monetaria. Para poder verificar el peso de la publicación nacional en revistas indexadas y examinar el peso del inglés existen pocos trabajos que analicen las trayectorias completas de los investigadores chilenos. Pero cuando se analizan corpus de libros, es interesante notar que el vector local se mantiene fuerte, especialmente en las ciencias sociales y humanas, donde inclusive el diálogo con la propia literatura chilena es relevante en la red de citaciones (Ramos Zincke, 2014Ramos Zincke, Claudio. (2014), “Local and global communications in Chilean social science: Inequality and relative autonomy”. Current Sociology, 62 (5): 704-722.).

Argentina, por su parte, es un país bastante excepcional en el contexto de las políticas de evaluación en América Latina. En primer lugar, porque dispone de un sistema de categorización de docentes-investigadores (Proince) que utiliza criterios establecidos por el propio sistema universitario, con esquemas de ponderación diferenciados de los estándares globales6 6 Proince funcionó hasta 2019 cuando se creó un nuevo sistema en los últimos meses del gobierno de Mauricio Macri (denominado Sidiun). Sin embargo, el mismo no se aplicó. . En segundo lugar, porque en su agencia de investigación pública (Conicet), los/as investigadores/as no están sometidos a un régimen salarial diferenciado según su productividad en el circuito mainstream como vimos para el caso de Chile y Brasil. La cultura evaluativa del Conicet, sin embargo, está fuertemente internacionalizada desde hace varias décadas. La escritura en inglés y los indicadores de impacto inciden en las competencias de ingreso, así como en la promoción. Estas tendencias se observan al analizar las cinco “producciones más relevantes” que estos investigadores eligen para solicitar una promoción. De un total de 23.852 publicaciones que surgen de los pedidos de promoción de 2013-2015, pudimos detectar que la mayor parte eran artículos y no libros, el 7% había sido publicado en Argentina y el 83% estaba en inglés. Un dato interesante es que en las ciencias sociales y humanas también se observan altas tasas de internacionalización de la publicación, pero en lugar de predominar los estándares globales se desarrolla una forma de circulación orientada a las revistas indexadas en repositorios latinoamericanos (Beigel, 2017Beigel, Fernanda. (2017), “Científicos periféricos entre Ariel y Calibán. Saberes institucionales y circuitos de consagración en Argentina: las publicaciones de los investigadores del Conicet”. Dados, 60(3): 825-865.).

La observación de las publicaciones del currículum completo de los investigadores, en cambio, nos mostró que las trayectorias académicas del Conicet son menos homogéneas de lo que se evidencia cuando deben elegir las producciones más relevantes de su carrera para concursar o solicitar promoción (Beigel y Gallardo, 2021Beigel, Fernanda & Gallardo, Osvaldo. (2021), “Productividad, bibliodiversidad y bilingüismo en un corpus completo de producciones científicas”. Revista cts, 16 (46): 41-71.). Esta bibliodiversidad no sólo se manifiesta con la resiliencia del libro, sino también con una mayor presencia de la publicación nacional y/o en lengua nativa.

Espacios de publicación y circulación situada: una muestra de trayectorias de Argentina, Brasil y Chile

La publicación en inglés y en el circuito mainstream ocupan altísimos porcentajes de valoración alta en todas las disciplinas, inclusive en las ciencias sociales y humanas, dentro de la élite académica del Cono Sur. Sin embargo, esta presencia creciente del inglés está estrechamente vinculada, tal como hemos visto, con las recompensas que ofrecen las políticas evaluativas. Así, cuando los investigadores tienen que elegir sus publicaciones más relevantes, en un dossier de presentación a promoción en la carrera académica o para el ingreso a un puesto de investigación o docencia, suelen elegir aquellas revistas y lenguas que consideran más eficaces para conquistar su objetivo. Y esto se observa en los investigadores que se desarrollan en grandes, medianas y pequeñas universidades de los tres países que formaron parte de la encuesta.

A pesar de ello, los estudios disponibles sobre grandes universidades como la Universidad de Buenos Aires (uba), la Universidad de São Paulo (usp) o la Universidad de Chile (uch) verifican que existen núcleos importantes de investigadores y profesores que mantienen un habitus local de circulación. Además, aunque a primera vista pueda parecer contradictorio, es precisamente en esas grandes universidades donde todavía subsisten muchas de las revistas no indexadas que proliferan en América Latina y que sirven de vehículo y difusión a estos sectores académicos (Beigel y Salatino, 2015Beigel, Fernanda & Salatino, Maximiliano (2015), “Circuitos segmentados de consagración académica: las revistas de ciencias sociales y humanas en Argentina”. Información, Cultura y Sociedad, 32: 7-32.). La usp, por ejemplo, mantiene su propio portal que cuenta con 197 revistas con perfiles muy diversos, algunas muy antiguas como la Revista de la Facultad de Derecho (fundada en 1893). En ninguna de éstas, como tampoco en la mayoría de las revistas más tradicionales de la universidad, hay una gran preocupación con la indexación o la internacionalización. De hecho, la mayor parte de las revistas editadas por la universidad son publicadas exclusivamente en portugués, y no están indexadas ni en Scopus ni en wos. En la Universidad de Buenos Aires ocurre algo semejante, con más de 90 revistas, en su mayoría sin indexación o incluidas en colecciones como Latindex, Scielo o Redalyc. Esto indica que en estas instituciones prestigiosas y antiguas sobreviven múltiples estilos de producción y circulación. O quizás justamente por tratarse de estructuras universitarias con mayor autonomía existe espacio institucional para albergar resistencias y también para la construcción de puentes entre los estándares locales y globales.

En función de esta hipótesis de trabajo, nos propusimos complementar la encuesta trinacional con un estudio de los currículums de los profesores e investigadores que participaron de nuestra encuesta para valorar la distancia entre sus autopercepciones acerca de la importancia del inglés y sus estilos de circulación observables en la publicación de libros, la participación en congresos y el idioma de sus publicaciones. Con este fin, construimos una muestra intencional, no probabilística, sin un nexo estadístico con las muestras emparejadas utilizadas en la encuesta, pero seleccionada sobre las mismas poblaciones allí delimitadas. Para elegir los individuos tomamos las afiliaciones institucionales predominantes en Ecapin para cada país, procurando respetar la diversidad disciplinar y generacional de la encuesta.

Las poblaciones seleccionadas en la encuesta se diferencian por la estructura particular de cada sistema científico nacional tanto como las posibilidades de acceder fehacientemente a información curricular sobre sus investigadores e investigadoras. En el caso brasileño y chileno todos los investigadores/as tienen su lugar de trabajo como profesores en universidades, mientras que en el caso argentino la población seleccionada fueron los investigadores del Conicet, que pueden tener lugar de trabajo dentro o fuera de las universidades. Dado que el Conicet es autónomo y tiene su propia carrera de investigación full time, las instituciones de afiliación dominantes fueron seleccionadas en función de nuestro conocimiento previo de esta institución y su distribución institucional y espacial en el territorio (Beigel et al., 2020). Consecuentemente, para el caso argentino se seleccionaron los individuos a partir de las cuatro afiliaciones institucionales dominantes en ese organismo: a) investigadores sin cargo docente universitario b) investigadores con cargo docente en la uba, c) investigadores con cargo docente en Universidad Nacional de Córdoba y d) investigadores con cargo docente en Universidad Nacional de La Plata. Para cada sub grupo se seleccionó 25 individuos, 5 por cada una de las áreas disciplinares de las que se compone la muestra/encuesta (ciencias exactas y naturales, ciencias agrarias e ingenierías, biología y ciencias de la salud y ciencias sociales y humanas, y Tecnología) y de esos 5 individuos, uno por cada categoría del organismo (Asistente, Adjunto, Independiente, Principal y Superior). El total de currículums relevados fue 100.

Entre las múltiples opciones disponibles para el caso brasileño, como ya hemos adelantado, la opción del equipo de trabajo de Ecapin fue tomar como población de análisis a docentes de los programas de posgrado con la máxima evaluación de Capes (nota 7), dado que se trata de un plantel diversificado generacional e institucionalmente y que, en virtud de la calificación de sus instituciones de trabajo, presumiblemente tienen exigencias y niveles de publicación internacionalizados. Estos programas de alta calificación de los que se nutrió la encuesta se encuentran insertos en más de 60 instituciones universitarias e institutos de investigación. Pero la mayor cantidad de respuestas en la encuesta provino de cinco universidades metropolitanas. De acuerdo a ello, hemos seleccionado nuestra muestra para analizar los indicadores de circulación tomando las instituciones con mayor presencia: 1) Universidad de São Paulo (usp); 2) Universidad Estadual de Campinas (Unicamp); 3) Universidad Federal de Río de Janeiro (ufrj); 4) Universidad Federal de Minas Gerais (ufmg); y 5) Universidad Federal de Río Grande del Sur (ufrgs). En cada institución se seleccionaron 20 individuos, 5 casos por cada una de las 4 áreas disciplinares de las que se compone la encuesta (ciencias exactas y naturales, ciencias agrarias e ingenierías, biología y ciencias de la salud y ciencias sociales y humanas) procurando un equilibrio entre las diferentes etapas estables de la carrera académica, que en Brasil corresponde a profesores adjuntos, asociados y titulares para las universidades federales (y entre profesores-doctores, libre docentes y titulares en el caso de las universidades del estado de São Paulo, que tienen una estructura propria diferenciada de la carrera académica). El total de currículums relevados fue 100.

Frente a la ausencia de criterios similares a los otros dos casos en los que el Conicet y la Capes proveen un marco institucional relativamente análogo, para construir la población de investigadores de Chile se optó por tomar al conjunto de investigadores beneficiarios de los principales proyectos científicos y tecnológicos financiados en los últimos quince años por el Estado chileno a través del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt, Ministerio de Educación). Este grupo de investigadores/as tiene su lugar de trabajo en las principales universidades del país que desarrollan actividades de investigación y cubren todas las áreas disciplinares. Entre la Universidad de Chile y la Pontifica Universidad Católica de Chile componen más del 40% de los respondientes de la encuesta y esto se corresponde con la proporción que estas dos universidades tradicionales de Santiago tienen en el conjunto de la población seleccionada. Le siguen la Universidad de Concepción y la Universidad de Santiago de Chile, con lo que se alcanza el 60% del total de la población y de la encuesta. Consecuentemente, procedimos a seleccionar 20 individuos para cada una de las cuatro instituciones distribuidos según los rangos de edad. Al igual que para Brasil y Argentina, en cada institución se seleccionaron 5 personas por cada una de las 4 áreas disciplinares de las que se compone la muestra/encuesta. El total de currículums procesados fue 80.

La muestra de individuos argentinos está equilibrada en cuanto a la paridad de género, dado que actualmente este organismo tiene más del 50% de mujeres investigadoras. Para Brasil y Chile no se introdujo la paridad de género en la muestra por la composición mayoritariamente masculina de la población. Por otra parte, por estudios previos sabemos que, en promedio, el 90% de los investigadores del Conicet realizaron sus doctorados en Argentina. Pero dada la distribución equitativa de la muestra por edad/categoría, en esta subpoblación el 78% tiene título de doctorado emitido en Argentina y el restante 22% se nutre de investigadores de 60 años o más entre los que se encuentran precisamente una mayor preeminencia de títulos en el exterior. En el caso de los investigadores brasileños la política de becas “sándwich” produjo que muchos doctorados se realizaran en el país pero con estadías en el exterior que suelen durar entre 6 y 12 meses. Los investigadores chilenos representan una situación prácticamente opuesta a la argentina: solo el 35% del total de los individuos escogidos se doctoró en una universidad chilena, mientras que el resto lo hizo en una universidad extranjera. Esta localización del proceso de formación doctoral tiene, como veremos, una incidencia en el perfil de las trayectorias de circulación de los investigadores de países semi-periféricos.

El relevamiento de los currículums se hizo en los tres países a partir del perfil público de cada investigador en la web oficial de su lugar de trabajo7 7 Agradecemos a Anabella Abarzúa Cutroni, Victor Algañaraz, Gonzalo Castillo y Cecilia Garro Scalvini por su colaboración con los relevamientos de esta base de datos de currículums. . Lamentablemente, los currículums de los investigadores chilenos no estaban disponibles en los repositorios institucionales ni existía un sistema de información curricular nacional al estilo de Lattes para Brasil o Sigeva para Argentina. El protocolo de relevamiento incluyó los siguientes indicadores: (a) bibliodiversidad, es decir, tipos de publicación presentes en el currículum; (b) porcentaje de publicaciones en inglés; (c) porcentaje de publicaciones en el idioma nacional; (d) porcentaje de publicaciones nacionales; (e) porcentaje de participación en congresos nacionales.

Al poner en relación este relevamiento curricular, uno de los primeros aspectos que llama nuestra atención es la comparación del formato de producción observable en los tres grupos. El Gráfico 1 permite constatar que el perfil argentino alcanza un total de 88% de investigadores que tienen artículos y capítulos de libro o libros en su listado de publicaciones. Solo un 4% posee únicamente artículos y hay un 8% que no tiene libros pero tampoco sólo artículos porque suma informes técnicos, lo cual prefigura un perfil más tecnológico. La mirada sobre el perfil completo de estos investigadores arroja un panorama mucho más afín al libro, que no sólo se observa en los investigadores de ciencias sociales y humanas, lo que sería bastante poco llamativo, sino en todas las áreas científicas.

Gráfico 1
Bibliodiversidad por país

Un perfil semejante se puede describir para Brasil, donde la porción de investigadores que sólo publican artículos o artículos e informes técnicos representa prácticamente idéntica proporción a los argentinos, y por lo tanto también una gran mayoría que publica en artículos y en libros. En el caso de los brasileños pesan más los informes técnicos en la combinación con artículos y libros, seguramente por el espacio dado por las evaluaciones de Capes a la “producción técnica”, que también cuenta con un espacio específico en el propio currículum Lattes. En contraste con los perfiles argentino y brasileño, en el grupo chileno este aspecto se visualiza como mucho más moldeado por los estándares mainstream ya que 60 % de los/as investigadores/as poseen sólo artículos en su perfil.

Con respecto a la publicación nacional, los estudios previos mostraban que cuando los investigadores elegían las publicaciones más relevantes que suponían serían eficaces para un ingreso a una promoción tendían a elegir publicaciones en formato de artículo y en revistas fuera del país. Sin embargo, en este relevamiento de perfiles seleccionados para este trabajo, el 83% de todos investigadores seleccionados tiene publicaciones en Argentina, destacando la menor proporción en el caso del grupo chileno que exhibe 65% del total con publicaciones en Chile.

Gráfico 2
Porcentaje de publicaciones nacionales por país

El Gráfico 2 permite ver que Chile representa la mayor proporción de investigadores sin ninguna publicación en el país. También llama la atención el caso de Argentina, con más del 20% de investigadores sin ninguna publicación en Argentina. Conviene recordar que el proceso de internacionalización de este organismo se extiende a todas las áreas, inclusive a las ciencias sociales en las que predomina una orientación latinoamericana que explica las diferencias con Brasil donde la publicación nacional tiene un peso más relevante en todas las disciplinas.

A su vez, el Gráfico 3 contiene la misma información, pero en la modalidad de líneas de serie que permiten ver con mayor claridad las combinaciones. Esto arroja dos perfiles opuestos entre Brasil y Argentina, en lo concerniente a la cantidad de investigadores con más del 50% de sus publicaciones en el país. Brasil con un 40% de investigadores que tienen más de la mitad de sus publicaciones nacionales y Argentina con sólo poco más del 10%. En este sentido, Argentina y Chile se asemejan en torno de un 20% de investigadores del total de cada grupo sin publicaciones nacionales. El grupo de investigadores brasileños aparece, así, como el que presenta porciones mayores de publicaciones nacionales y el porcentaje más bajo de investigadores sin publicaciones nacionales (4%).

Gráfico 3
Perfiles por país diferenciados según porcentaje de publicaciones nacionales

Ahora bien, en relación con el porcentaje de publicaciones en inglés, la encuesta Ecapin había evidenciado la importancia crucial de las publicaciones en este idioma para la mayor parte de los encuestados. Entre el 92 y el 96% del total de los encuestados declararon haber publicado al menos una vez en aquella lengua. En una primera mirada, estos datos podrían arrojar una imagen homogeneizadora tendiente a confirmar la tan mentada hipercentralidad del inglés. Sin embargo, si lo analizamos con más detenimiento, en base al relevamiento de los currículums, podemos verificar que no estamos simplemente frente a una suerte de “aculturación”, como suele describirse en muchos estudios basados en sistemas mainstream de información.

En Brasil, por ejemplo, solo un 9% de investigadores no tiene ninguna publicación en portugués, un valor muy diferente de los grupos de Chile y Argentina. Llama la atención que los argentinos registraron individuos una proporción bastante alta sin publicaciones en español (24%) pero más alta aún es en el caso de Chile, con poco más de la mitad. El Gráfico 4 permite comparar la distribución de los individuos que no tienen publicaciones en el idioma nacional y para el caso de Chile fuertemente influido por el peso del doctorado en países de habla inglesa.

Finalmente, un último dato importante tiene que ver con el porcentaje de congresos en el país. Nos propusimos relevarlo para poder realizar contrastes con la internacionalización visible en la movilidad de las personas y la que se promueve desde las publicaciones. Pudimos observar dos perfiles muy semejantes para Brasil y Argentina con un 90% de los investigadores de cada grupo exhibiendo más del 50% de sus congresos en el propio país. Lamentablemente para Chile no se pudo efectuar un relevamiento consistente de este dato debido a la ausencia de la información en los perfiles de algunas universidades estudiadas. La existencia de un porcentaje importante de participación en encuentros e intercambios nacionales en los casos de Argentina y de Brasil refuerza la idea de que más allá de que buena parte de los investigadores de la élite académica publican en inglés, existe también una tendencia no despreciable a la complementariedad de estrategias, la publicación nacional y multi-escalaridad en ambos países. Más allá de congresos temáticos puntuales, cabe recordar que casi todas las disciplinas y áreas del conocimiento poseen en Argentina y en Brasil instancias nacionales de intercambios regulares en el formato de eventos, dinamizados por asociaciones nacionales o financiados por agencias públicas, muchas de las cuales sirven como dinamizadoras de debates de especial interés local. La participación en esos espacios nacionales, además, implica que incluso en los casos en los que la circulación internacional es muy fuerte, el arraigo nacional importa a la hora de delimitar discusiones y presentar públicamente avances iniciales de las investigaciones.

Gráfico 4
Porcentaje con al menos una publicación en la lengua nacional, por país

Conclusiones

En muchos debates públicos, en las universidades y fuera de ella, se suele asociar, en un fuerte tono nacionalista, la publicación en inglés a la pérdida de un campo propio (o autóctono) de debate nacional. Asimismo, no pocas veces se suele clasificar de “elitista” a los investigadores de los programas y universidades más tradicionales por ser parte activa de una trama que impone desde afuera criterios exógenos de publicación. A partir del análisis de una población de investigadores de la élite científica de Argentina, Brasil y Chile, que valoran muy positivamente la publicación en inglés, hemos mostrado que esta realidad es mucho más compleja y diversa.

El vínculo a una institución antigua y prestigiosa no significa necesariamente que la apuesta de sus investigadoras sea una mera reproducción del circuito y de la lógica mainstream. Ser parte de una institución internacionalizada del Cono Sur ofrece, como hemos visto, ventajas comparativas de partida, dado que éstas tienen mayor autonomía para acoger múltiples estilos de circulación y producción, abriendo espacios de formación y reproducción de esos perfiles. De hecho, la bibliodiversidad y el multilingüismo es relevante en las trayectorias de los/as investigadores/as de élite aquí analizados, habiendo una porción importante que publica en revistas nacionales y en el idioma nativo.

A pesar de esta constatación general se observan, a la vez, perfiles diferenciados en los tres países analizados. En Chile se puede verificar una mayor introyección del inglés no sólo hacia afuera como forma de integración global, sino también hacia dentro, es decir, en la estructuración de su propia comunidad científica. Mientras tanto, en Argentina hay una preocupación mayor por valorizar el circuito latinoamericano y en Brasil una orientación más fuerte hacia dentro de sus fronteras. Esas tendencias permiten visualizar cómo la geopolítica del conocimiento científico se asocia también a procesos políticos e históricos específicos. En el caso brasileño, por ejemplo, el argumento del tamaño continental del país, unido a un idioma diferente al resto de la región, se solía usar para explicar la persistencia de un debate más autorreferencial en las últimas décadas. Si bien eso puede ser visto, por algunos, como un tipo de provincianismo, puede ser entendido también como una preocupación por discutir los temas relevantes para el país a partir de sus proprios términos y necesidades.

Este recorrido enfatiza la necesidad de analizar de forma más sistemática la existencia de diferentes modalidades y patrones de circulación internacional dentro y fuera de la élite científica. La construcción de formas situadas de circulación, tal como hemos argumentado en este artículo, sólo pueden entenderse tras examinar cómo se producen los cruces entre escalas y las mediaciones que se dan en cada caso. La mirada comparativa sobre circulación e idiomas de publicación de las élites científicas del Cono Sur ilustra tanto aproximaciones como distancias entre los tres casos nacionales en términos de bibliodiversidad, proporción de publicaciones en el país, porcentaje de publicaciones en inglés y participación en congresos nacionales. En conjunto, estos datos también permiten abrir una discusión sobre la relevancia diferencial del inglés y de la lengua nativa de acuerdo con la localización de los investigadores en ciertas comunidades académicas y disciplinas. Otros cruzamientos relevantes como, por ejemplo, la relación entre edad de los investigadores y la publicación en inglés no pudieron ser explorados en el presente estudio, pero se muestran importantes para análisis futuros.

Por fin, los significados aparentemente contradictorios que se observaron en el anclaje nacional de las comunidades académicas estudiadas (comparativamente más fuerte en Brasil que en Argentina y en Chile) pueden ser comprendidos como ventaja comparativa, si se quiere estimular una agenda local de discusión hacia una ciencia más relevante socialmente. Pero también pueden entenderse como una fragilidad, si buena parte de las revistas brasileñas siguen optando por la edición en inglés y el sistema de clasificación de revistas (Qualis), en sus reformulaciones recientes, estimula una preferencia por aquellas que tienen un alto Factor de Impacto. De esta forma, el sistema de evaluación académica sigue siendo el mascarón de proa que puede reorientar estas tendencias para que prime la diversidad y la circulación multiescalar, estimulando las instituciones a potenciar diferentes estilos de producción e interacción. Igualmente, la noción de circulación situada puede ser una alternativa teórico-metodológica a las lecturas críticas de la internacionalización que tienden a ser homogeneizadoras, al tiempo que frente a las perspectivas de un cosmopolitismo deslocalizado.

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    El informe de avance del estudio se presentó en un evento público en julio de 2021 y puede verse en este link: https://www.youtube.com/watch?v=Bue0tfGLKwk.
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    El equipo trinacional, constituido en 2015 bajo la coordinación general de Fernanda Beigel, se propuso analizar comparativamente la internacionalización académica y las capacidades linguísticas en Argentina, Brasil y Chile. Para ello, creamos la Encuesta de Capacidades Lingüísticas e Internacionalización (Ecapin), que se ejecutó en 2018 en tres poblaciones de académicos basada en un cuestionario autoadministrado. Para seleccionar estas poblaciones, teniendo en cuenta los diferentes contextos, se seleccionaron poblaciones “emparejadas” a partir de una definición de “investigador/a” y de una serie de requisitos de internacionalización. No fue posible conseguir una equivalencia perfecta dadas las diferencias entre los sistemas científicos nacionales y la disponibilidad de acceso a la información sobre las personas que componen cada universo académico. Como veremos con mayores detalles en la segunda parte del artículo, para Argentina se tomó el universo de investigadores/as del Conicet, mientras para Brasil se tomó a los docentes de los programas de posgraduación con la categoría máxima de Capes y para Chile los investigadores/as que hubieran dirigido proyectos financiados por Fondecyt entre 20102016. Para mayores detalles sobre la encuesta véanse los artículos de Beigel, Almeida y Piovani; bien como Almeida, Baranger y Piovani, en este mismo dossier.
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    Cuando hablamos de lo regional en este trabajo nos referimos a una escala continental, particularmente en nuestro caso al ámbito latinoamericano. Beigel (2014)Beigel, Fernanda. (2014), “Publishing from the periphery: structural heterogeneity and segmented circuits. The evaluation of scientific publications for tenure in Argentina’s Conicet”. Current Sociology, 62 (5): 743-765. ya ha analizado cómo y por qué esta forma de regionalismo tiende a ser obturada y desmerecida en los estudios tradicionales sobre la internacionalización, mientras Cairo y Bringel (2010Cairo, Heriberto & Bringel, Breno. (2010), “Articulaciones del Sur Global: afinidad cultural, internacionalismo solidario e Iberoamérica en la globalización contrahegemónica”. Geopolítica(s): Revista de Estudios sobre Espacio y Poder, 1 (1): 41-63.; 2019Cairo, Heriberto & Bringel, Breno. (2019) Critical geopolitics and regional (re)configurations: interregionalism and transnationalism between Latin America and Europe. Londres, Routledge.), a su vez, han propuesto, en términos más amplios, la centralidad de analizar las dinámicas y procesos de articulaciones que resultan en construcciones regionales y sus relaciones con la ´regionalización´ de prácticas sociopolíticas diversas.
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    Proince funcionó hasta 2019 cuando se creó un nuevo sistema en los últimos meses del gobierno de Mauricio Macri (denominado Sidiun). Sin embargo, el mismo no se aplicó.
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    Agradecemos a Anabella Abarzúa Cutroni, Victor Algañaraz, Gonzalo Castillo y Cecilia Garro Scalvini por su colaboración con los relevamientos de esta base de datos de currículums.

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Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    27 Ene 2023
  • Fecha del número
    2022

Histórico

  • Recibido
    24 Ene 2022
  • Acepto
    17 Ago 2022
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