¿CÓMO EL CONOCIMIENTO PUEDE IMPACTAR EN LA CALIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA EN ENFERMERÍA Y SALUD?

El tema citado fue recientemente objeto de una mesa redonda dentro del 19° Seminario Nacional de Investigación en Enfermería (SENPE), ocurrido en João Pessoa, Paraíba; evento tradicionalmente promovido por la Asociación Brasileña de Enfermería (ABEn), y realizado por la Asociación Brasileña de Enfermería Sección Paraíba (ABEn-Sección PB), en mayo último. Es un honor para mí utilizar la Revista Texto & Contexto Enfermería como instrumento para divulgar algunas reflexiones sobre la concretización del 19° SENPE.

Hace muy poco tiempo, nadie se sentía cómodo en decir que había una ciencia en nuestra área. Aquí en Brasil comenzamos a hablar sobre la ciencia de enfermería, de modo más afirmativo solamente a partir de una perspectiva histórica lanzada sobre la trayectoria de la construcción del conocimiento en nuestro país; producto sobretodo de nuestra acertada decisión de mantenernos como centros de enseñanza de nivel superior y universitario, demandando la formación de maestría y de doctores. La ciencia es una parte del conocimiento o una de las formas del conocimiento que podemos producir, más últimamente se tornó casi la más importante. ¿Entretanto, de que ciencia estamos hablando? ¿De las conducen a una reflexión profunda? ¿De las que llevan a la reflexión profunda? ¿De las que informan a la práctica profesional y que dan seguridad a las personas con quien interactuamos en los actos cuidadores, asistenciales y educacionales?

Aquella hegemónicamente practicada por nuestros investigadores - la cartesiana - difícilmente conseguirá interpretar, traducir e impactar en las acciones cotidianas del cuidado ministrado a las personas, familiar y a las colectividades. Y ¿por qué? La respuesta a esta pregunta es que los paradigmas que sustentan esa forma de manifestación o construcción de la ciencia de enfermería no es totalizante y no es capaz de aprender los fenómenos en movimiento. El cuidado es un fenómeno en movimiento, además de obviamente ser un fenómeno social, mejor diciendo, social, producido en sociedad, para y por el ser humano. En el cuidado de enfermería, medimos, chequeamos, auscultamos, palpamos literal o apenas con los otros sentidos. Los parámetros pueden decir algo, más no dicen todo. No dicen lo que es importante, lo que es más definidor del cuidado que está siendo o será realizado. Lo que está en nuestra frente es más complejo de lo que se puede a primera vista medir o aproximar por aquello que es visible. Lo invisible es lo esencial, la herida que vemos es importante de ser evaluada, claro, pero más importante es la persona que tiene esa herida y cómo ella se relaciona con la vida, con el mundo, con su pasado y con mirada para el futuro. Y ahí entra el imponderable: el cuidado se da con frecuencia entre personas, aunque sea mediado por “cosas“. Y de nuestro lado de aquí - de las enfermeras y enfermeros - podemos decir que tiene igual complejidad como ser humano, aunque, infelizmente, se encuentra “domesticada“ por los cánones del pragmatismo profesional y debidamente (o no) reglamentado por las normas profesionales acéticas. Invariablemente esta domesticación elimina lo esencial, la complejidad de la relación (en el cuidado de enfermería) en sí; de la interface en sí; del ser humano en movimiento, en sí.

Aunque todos los practicantes del cuidado sepan que existe el cuidador, lo que cuida y el cuidado en sí, a esa producción vital, dinámica y única no se da mucha importancia, como si estuviera mirando los pedazos o las partes o las partes, de alguna manera pudiéramos, al cuidar mágicamente reconstruir la totalidad fraccionada por nuestra mirada “científico-cartesiano“.

Es necesario, entonces, “recomponer“ la totalidad, elaborar la síntesis dialéctica del movimiento contradictorio, revelar la dialéctica del todo/parte, de la esencia y la aparencia, recuperar la dinamicidad y re-mirar la historicidad.

Para esto, recomiendo un ejercicio cotidiano de pensar y conversar con los pares sobre algunas preguntas: ¿cuánto de nuestra ciencia de enfermería que trata mediata o inmediatamente del humano está realmente humanizado? Considerando su complejidad del vivir el proceso de salud? ¿Cómo el productor del conocimiento (investigador) se auto-verifica como parte de la totalidad de producción de los servicios de salud, o sea, el mismo con potencialidades y desgastes decurrentes de su forma de inserción en el trabajo? ¿Las investigaciones en enfermería informan (más) para el instituido o (más) para el instituyente? Ellas informan para una atención solidaria, participativa o mantenedora de la desigualdad de poder a través del saber? Conformarse (dar conformidad) a los proyectos para atender a las posibilidades de las agencias de fomento o a determinados grupos instituidos es una estrategia para la producción de un conocimiento emancipador (de la profesión y de las profesionales, así como de los usuarios) o ha sido un fin en sí?^1:270

¿De qué paradigmas hablamos al pensar en ciencias de la enfermería? ¿Aquel que permite comprender los fenómenos de la enfermería en su densidad? ¿En su calidad? Aquellos metódica y éticamente soportados para poder responder con honestidad a las dudas científicas de la enfermería?

Hay muchas maneras de tomar estas reflexiones en el cotidiano de nuestras prácticas profesionales y, por esto mismo, tornar nuestros conocimientos producidos capaces de impactar en las prácticas profesionales. Me gustaría sugerir algunos libros, más allá de los clásicos, que pueden ayudar: a) “Investigación cualitativa avanzada en enfermería“². En este libro destacaría vivamente la lectura de la cultura material de la enfermería, de Sandelowski; b)Investigación cualitativa: innovación, dilemas y desafíos“,³ destacando en él, el capítulo “Acerca de la calidad en las investigaciones cualitativas en enfermería“.⁴ Me gustaría también de sugerir la lectura cuidadosa de preciosos artículos de la Revista Texto & Contexto, especialmente de los últimos dos años, pues además de un amplio espectro temático, los artículos priman por la capacidad de hacer-pensar, de reflexionar y no solamente demostrar resultados de investigaciones bien diseñadas. Lecturas provechosas también pueden ser encontradas encontradas en la Revista de la Escuela de Enfermería de São Paulo. En este, que completa su 50° aniversario, los asuntos para discusión y reflexión se encuentran difusos, bastante fuertes en el inicio (con los escritos de Wanda de Aguiar Horta sobre el proceso de enfermería) y re-adquiriendo fuerza reflexiva en los últimos tres a cinco años. Otras revistas brasileñas de enfermería también pueden ser incluidos como fuentes propulsoras de debate… ¡Compartan con colegas, alumnos, orientadores, profesionales de dentro y fuera de enfermería!

¡Disfruten de la lectura y de la continuidad en la reflexión!

REFERENCES

• ¹
  Egry EY. A look at the nursing sciences: the analytical aspects of care practices. Rev Esc Enferm USP 2001; 35 (3): 265-70.
• ²
  Latimer J. Advanced qualitative research for nursing. Lisboa (PT): Sesílito; 2005.
• ³
  Costa AP, Coutinho CP, Souza DN, Egry EY, Souza FN, Zarco J, et al. Qualitative research: innovation, dilemmas and challenges. Vol 2. Aveiro (PT): Ludomedia / RealBase; 2015.
• ⁴
  Egry EY, Fonseca RMGS. About the quality of qualitative research in Nursing. In: Costa AP, Coutinho CP, Souza DN, Egry EY, Souza FN, Zarco J, et al. Qualitative research: innovation, dilemmas and challenges. Vol 2. Aveiro (PT): Ludomedia / RealBase; 2015. p.75-102.

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• Publicación en esta colección
  2017