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Abuso sexual infantil: percepción de las madres frente al abuso sexual de sus hijas

Resúmenes

La violencia doméstica afecta a todos los componentes familiares, las niñas son consideradas las principales víctimas. Este es un estudio cualitativo que tuvo por objetivo aprender la percepción de las madres cuyas hijas fueron víctimas de abuso sexual infantil. Los datos fueron recolectados entre febrero y marzo de 2007, en una organización gubernamental de Fortaleza, estado de Ceará, mediante entrevista semiestructurada con diez madres de niñas víctimas de abuso sexual. Las informaciones fueron sometidas a la técnica del Discurso del Sujeto Colectivo, de la cual emergieron tres temas: la culpa arraigada por el mito materno, el dolor de lo insuperable y el desespero, como consecuencia del sentimiento de impotencia, permitiendo aprender que las madres experimentan una amplia gama de sentimientos, destacándose el dolor, la rebelión y la impotencia. Se considera una necesidad que exista un interés por parte de la sociedad para comprender la violencia, su magnitud y todas sus implicaciones, caso contrario, solo restarán buenas intenciones perdidas en el vacío de la falta de acción.

violencia sexual; abuso sexual infantil; relaciones madre-hijo


Domestic violence affects all members in a family and children are considered the main victims. This qualitative study aimed to grasp the perception of mothers whose daughters were sexually abused. Data were collected between February and March 2007 in a governmental facility in Fortaleza-CE, Brazil through semi-structured interviews with ten mothers of sexually abused children. Data were submitted to the Collective Subject Discourse Technique from which three themes emerged: Guilt is rooted in the motherhood myth, unhealable pain and despair as a consequence of a feeling of powerlessness. Results evidenced that mothers experience a range of feelings in which pain, revulsion and powerlessness are highlighted. Society should be engaged in the subject and interested in understanding violence, its magnitude and the whole affected chain, otherwise, only good intentions will remain, lost in the void from the lack of action.

sexual violence; child abuse, sexual; mother-child relations


A violência doméstica atinge todos os componentes familiares, as crianças são consideradas as principais vítimas. Este é um estudo qualitativo que objetivou apreender a percepção de mães cujas filhas foram vítimas de abuso sexual infantil. Os dados foram coletados em fevereiro e março de 2007, em uma organização governamental de Fortaleza, CE, mediante entrevista semiestruturada com dez mães de meninas vítimas de abuso sexual. As informações foram submetidas à técnica do Discurso do Sujeito Coletivo, da qual emergiram três temas: a culpa arraigada pelo mito materno, a dor do insuperável e o desespero como consequência do sentimento de impotência, permitindo apreender que as mães vivenciam uma gama de sentimentos, destacando-se a dor, revolta e impotência. Considera-se a necessidade de haver interesse por parte da sociedade para compreender a violência, sua magnitude e toda a cadeia atingida, caso contrário, só restarão boas intenções perdidas no vazio da falta de ação.

violência sexual; maus-tratos sexuais infantis; relações mãe-filho


ARTIGO ORIGINAL

Abuso sexual infantil: percepción de las madres frente al abuso sexual de sus hijas

Quitéria Clarice Magalhães CarvalhoI; Marli Teresinha Gimeniz GalvãoII; Maria Vera Lúcia Moreira Leitão CardosoIII

IUniversidade Federal do Ceará, Brasil: Estudiante de doctorado, e-mail:ccs01@uol.com.br

IIUniversidade Federal do Ceará, Brasil: Doctor en las enfermedades tropicales, Profesor Adjunto, e-mail: marligalvao@gmail.com

IIIUniversidade Federal do Ceará, Brasil: Doctor en Enfermería, Profesor Adjunto, e-mail: cardoso@ufc.br

RESUMEN

La violencia doméstica afecta a todos los componentes familiares, las niñas son consideradas las principales víctimas. Este es un estudio cualitativo que tuvo por objetivo aprender la percepción de las madres cuyas hijas fueron víctimas de abuso sexual infantil. Los datos fueron recolectados entre febrero y marzo de 2007, en una organización gubernamental de Fortaleza, estado de Ceará, mediante entrevista semiestructurada con diez madres de niñas víctimas de abuso sexual. Las informaciones fueron sometidas a la técnica del Discurso del Sujeto Colectivo, de la cual emergieron tres temas: la culpa arraigada por el mito materno, el dolor de lo insuperable y el desespero, como consecuencia del sentimiento de impotencia, permitiendo aprender que las madres experimentan una amplia gama de sentimientos, destacándose el dolor, la rebelión y la impotencia. Se considera una necesidad que exista un interés por parte de la sociedad para comprender la violencia, su magnitud y todas sus implicaciones, caso contrario, solo restarán buenas intenciones perdidas en el vacío de la falta de acción.

Descriptores: violencia sexual; abuso sexual infantil; relaciones madre-hijo

INTRODUCCIÓN

Conceptuar a la violencia se revela complejo como consecuencia de numerosas situaciones en las cuales esta puede encuadrarse. En virtud de ese hecho, en este estudio, se adoptó el concepto utilizado por el Ministerio de la Salud, en su política para enfrentamiento de ese problema. La violencia es definida como acciones realizadas por individuos, grupos, clases o naciones que ocasionan daños físicos, emocionales, morales y/o espirituales a sí propio o a otro(1). Se complementa expresando la noción según la cual la violencia, generalmente, envuelve reglas y relaciones de poder en que el agresor mantiene un dominio sobre la víctima, sea de forma física, económica, emocional, entre otras.

A pesar de que la violencia es un problema de ámbito mundial, no existe un elemento específico para explicar porque algunas personas se comportan de forma violenta con las otras, o porque la violencia ocurre más en algunas comunidades o hogares que en otros. Conforme se sabe, la violencia resulta de la compleja interacción de factores compuestos de determinantes socioeconómicos, políticos y culturales; aquella perpetrada contra el niño y el adolescente es clasificada, específicamente, como violencia física, psicológica, sexual, negligencia y, también, como síndrome de Muchausen por transferencia, esto es, simulación de problemas de salud del niño por los padres o responsables(2).

Sin embargo, la modalidad más común de violencia infantil es la intrafamiliar, así llamada, a pesar de no estar limitada exclusivamente a la familia, ya que puede envolver personas que comparten el mismo ambiente doméstico, vinculadas o no por lazos de parentesco(3). Las niñas tiene características personales propias, surgidas de acuerdo con sus componentes biológicos y emocionales, en esa formación biosicosocial, se destaca la familia como elemento determinante(4).

Entre los tipos de violencia ocurridos en el ámbito familiar, sobresale el abuso sexual, entendido como todo acto o juego sexual, relación heterosexual o homosexual, en el cual el agresor está en una etapa de desarrollo psicosocial más avanzado que el niño, o el adolescente, con el objetivo de estimularlo sexualmente o utilizarlo para obtener satisfacción sexual(5).

El abuso sexual varia de actos que envuelven contacto sexual con penetración: coito oral, coito vaginal o anal, o sin penetración: toques impúdicos (manipulación de los órganos genitales), besos, masturbación, pornografía, producción de fotos, exhibicionismo, telefonemas obscenos(6).

Los datos estadísticos sobre el tema nos llevan a reflexionar acerca de los elementos familiares, entre estos la figura materna. Según la literatura, la madre es la persona más solicitada para obtener ayuda(7).

En el contexto familiar, la madre, generalmente, es la persona más próxima del niño y "debería" estar atenta a las señales de abuso sexual, sin embargo, muchas veces, por procesos inconscientes, determinados por la propia historia de vida, ella niega las evidencias. Eso no justifica la afirmación de que se debe "crucificar" a la madre, sin embargo, si, es preciso tratar de comprender la dinámica familiar como un todo(7). En ese contexto, la figura materna también hace parte del universo victimado. Es considerada, por lo tanto, una víctima secundaria(8). De esa forma, la relevancia del estudio se concretiza en la afirmación de que no solamente el niño victimado necesita de cuidados, también los necesita la madre, así como toda a familia.

Frente a las situaciones expuestas, el estudio tiene como objetivo aprender la percepción de las madres cuyas hijas fueron víctimas de abuso sexual infantil.

LA METODOLOGÍA

Se trata de un estudio cualitativo, en el cual el método empleado se pauta en estudio de carácter descriptivo, y busca comprender un determinado problema bajo la perspectiva de los sujetos que lo experimentan, o sea, parte de lo cotidiano, sus satisfacciones, sentimientos, deseos.

En cuanto a la recolección de datos, esta se realizó entre febrero y marzo de 2007, en una organización gubernamental situada en el municipio de Fortaleza, CE. La referida institución asiste niños y adolescentes víctimas de violencia, abuso y explotación sexual. Integra la protección social especial de media complejidad, destinada a las acciones de carácter multiprofesional, socio asistencial, atención psicosocial y apoyo jurídico a las víctimas y sus familias.

Los informantes fueron 10 madres de niños del sexo femenino, víctimas de abuso sexual, cuyas edades variaron de 4 a 10 años. El número de informantes fue determinado con base en el principio de la saturación, verificado cuando los relatos comienzan a repetirse(9).

Los datos fueron recolectados por medio de entrevista semiestructurada, realizada de forma individual, y su conducción fue grabada en un ambiente reservado, respetando la privacidad. Posteriormente, las entrevistas fueron transcritas totalmente.

Por entrevista, se entiende un instrumento necesario en la recolección de la materia prima de los discursos. En la investigación realizada, el instrumento de recolección de datos contenía, en la primera parte, informes de identificación social, económicos y demográficos. La segunda parte contenía una pregunta relacionada al tema del estudio: ¿Cómo fue para usted saber que su hija fue abusada sexualmente?

Los relatos fueron analizados de acuerdo con la metodología del Discurso del Sujeto Colectivo (DSC). Consonante con la literatura, el DSC no se refiere al punto de vista matemático mecánico o automático del pensamiento colectivo, tampoco al uso del metalenguaje; su papel es hacer lo social hablar como manda el rigor científico, utilizando procedimientos explícitos, transparentes y estandarizados, elaborando el diálogo de lo social con el contenido empírico originado de los discursos de los individuos(10).

Como elementos constitutivos del DSC, se incluyen las siguientes: expresiones claves, ideas centrales y puntos de fijación. El agrupamiento de las expresiones clave, que originan las ideas centrales o puntos de fijación a fines, resulta en uno, o varios, discursos síntesis, redactados en la primera persona del singular lo que simboliza la colectividad, o sea, lo colectivo manifestado a través de una "persona".

Después de transcritas totalmente, las entrevistas fueron sometidas a lecturas cuidadosas en las cuales emergieron las expresiones clave. Concluida la lectura, fueron obtenidas las ideas centrales/puntos de fijación, representadas por temas, a saber: I. La culpa arraigada por el mito materno, donde emergió el punto de fijación: la busca del mito de la madre perfecta; II. El dolor de lo insuperable; III. La desesperación como consecuencia del sentimiento de impotencia.

Atendiendo a lo exigido, el estudio fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación de la Universidad Federal de Ceará, bajo el Protocolo n° 11/07. Para mantener el anonimato de las participantes, a cada madre informante se le atribuyó un código, "M," seguido numéricamente de acuerdo con el orden de la participación (1 a 10).

RESULTADOS

Caracterización de los sujetos

La descripción de las informantes presentada en la Tabla 1 retrata algunas características de las madres (informantes) como forma de entender el DSC. Las madres eran jóvenes, con ocupación de trabajo formal, o dueñas de casa, y con otros hijos. La edad de las niñas que sufrieron el abuso sexual varió de cuatro a 10 años. Con excepción de una informante, las demás tenían parentesco próximo con el agresor; en cuatro casos, este era el propio padre. Considerando las características, se puede comprender la sucesión de elementos de naturaleza subjetiva y cultural a los cuales están expuestos los sujetos del estudio.

Mediante los datos recolectados, fueron obtenidas las ideas centrales y los discursos colectivos representados por tres temas. Se desarrollo el análisis de las ideas centrales y de los discursos del sujeto colectivo buscando la comprensión de los sentimientos maternos, donde fue posible contemplarlos en cada relato.

El DSC que se reporta a la culpa arraigada por el mito materno está directamente relacionado a elementos culturales que exigen de la figura materna la tan deseada perfección.

Tema I - Idea central: la culpa arraigada por el mito materno

Es un dolor muy grande, tengo ganas de morir, me golpea un sentimiento de culpa, ya que todo mundo dice que hijo sin padre no sirve, porque la madre no sabe criar hijo. A veces pienso, ¿Por qué yo la deje ir? Si yo no la hubiese dejado, nada de esto habría ocurrido. La peor parte de la culpa fue porque le di una segunda oportunidad a él. Sufro demás, pensé en matarme y matar mi hija, que fuésemos a dormir y nunca más despertar. Ella fue abusada en el momento en que yo estaba dando de mamar a su hermanita de 1 año, lo poco que salí, parece que ella quedó totalmente desprotegida. Él se aprovechó de aquel momento, ya que yo no estaba cerca para proteger a mi hija, mi falla fue esa. Sufro mucho, me quedo imaginando la escena. Yo siempre me pregunto como fui a dejar que eso sucediera. Si yo estuviese con ella, nada de eso habría sucedido.

Todo el mundo dice que el hijo sin padre no sirve, porque madre no sabe criar hijo, ¿será que fue por causa de eso que ella está pasando por eso? Lo poco que yo salí, parece que ella quedó totalmente desprotegida. Como fui a dejar eso suceder. Si yo estuviese con ella, nada de eso habría sucedido.

El tema II presenta el dolor de lo insuperable, evidenciando la dificultad de las informantes para la superación de la experiencia de experimentar el tormento de tener una hija víctima de abuso sexual.

Tema II - Idea central: el dolor de lo insuperable

Fue una cosa terrible, pienso que nunca me voy a recuperar, a pesar de saber que ella está bien y que no sucedió la penetración. No tengo palabras para expresar como me siento. Es un dolor muy grande, mi Dios, tengo ganas de morir. Dios está me ayudando; no estoy completamente curada, ya que nunca se cura de una tragedia de ese tipo[...] las cosas se calman, sin embargo el dolor permanece. Fue triste, ya que, al final, él es el padre de ella. Yo me quedé "en la mía", ¿Aquel dolor, sabe? Sin dormir, tuve una noche que ella me vio despierta y preguntó si yo estaba sintiendo alguna cosa, yo dije que era dolor en la pierna, sin embargo lo que no me dejaba dormir era un dolor mucho peor. Por más que yo trate de expresar el dolor que sentí, no puedo [...].

La desesperación como consecuencia del sentimiento de impotencia está representado por el tema III. Se puede percibir, en los relatos, la rebelión y la impotencia, reveladas de forma exacerbada, tornándose en verdugo de sus víctimas.

Tema III - Idea central: la desesperación como consecuencia del sentimiento de impotencia

En ese momento, si yo tuviese una arma, lo habría matado sin dolor. Sufro mucho. Yo pienso que si me mato, el dolor de ella va a aumentar, ya que ella va a quedar sin mí, y si yo mato a ella, yo muero de dolor, entonces pensé que nosotras dos deberíamos morir. Yo quedé con mucho odio de él, al final él es el padre de ella. Enloquecí, me sujete para no hacer una tontería. Es terrible. Yo quedé sin ninguna estructura. Tuve un sentimiento de impotencia, porque yo no conseguí detectar. En el momento de la desesperación le pegué a ella por no haber reaccionado o gritado. Cuando llevé mi hija al Instituto Médico Legal, el médico dijo que el himen de ella había sido afectado, parece que esa noticia terminó de retirar el suelo de mis pies. Yo me desespere salí por la calle como una loca, buscando al desgraciado, los vecinos me ayudaban a buscarlo.

DISCUSIÓN

El DSC reveló mucho de las creencias de nuestra sociedad relacionadas al papel de la figura materna, ya que, conforme se cree, la madre es la mejor y la única capaz de cuidar debidamente de sus hijos. Ella debe incorporar todas las cualidades tradicionalmente asociadas a la feminidad. Se intenta que ella sea así, y así se busca hacerla. Debe tener una gran capacidad para entregarse a través de enormes sacrificios(11).

La culpa camina del "brazo" con la figura materna y, consecuentemente, se tornó un sentimiento natural(12). Tal sentimiento, en términos claros, transformó la maternidad en un campo minado, y la mujer camina sobre él, sin disponer por lo menos de un mapa que la guíe. Según se puede observar, lo declarado por el sujeto M4 manifiesta una especie de auto castigo por el supuesto "error" materno: él se aprovechó del momento, ya que yo no estaba cerca para proteger a mi hija; mi falla fue esa.

Existe, por parte de las madres, la necesidad de buscar un culpado; inconscientemente ocurre la transferencia de la culpa del perpetrador para la figura materna, revelando la decepción de las informantes por no haber protegido a las hijas del abuso sexual y, de esa forma, se muestran imperfectas.

Existe una visión miope en lo referente a los asuntos provenientes de la identidad sexual y promovida por los conceptos sobre los sistemas familiares. La sociedad se está demorando en reconocer el dilema central de muchas mujeres, ya que las reglas de la maternidad exigen que ellas abran mano de las propias necesidades en función de los intereses familiares. Ellas toman para sí las responsabilidades básicas y, frecuentemente, exclusivas de criar a sus hijos y protegerlos, a pesar de que muchas veces no cuentan con los recursos y el poder para aquello(13).

Consonantemente se percibe, que son numerosas las presiones que hacen alusión a la maternidad irreprensible. En ese contexto, el sentimiento de fracaso se vuelve perfectamente natural, ya que el mito de la madre perfecta fue creado para ser impuesto a los seres humanos detentores de cualidades y defectos. Existe un modelo de madre a ser seguido, la "perfecta", siempre paciente y dedicada, atenta a todas las necesidades de su hijo, con devoción. Cualquier desvío de ese estándar ocasiona sentimientos de culpa o frustración.

En el día a día, la mujer descubre la imposibilidad de alcanzar ese ideal. La culpa experimentada por las informantes tiene génesis en un modelo materno complejo, que tiene como esencia la ausencia de errores. Ese paradigma iniciado por la sociedad lleva a las madres a sentirse disminuidas, sobretodo por no conseguir evitar las fatalidades sufridas por sus propios hijos.

Diferentes formas de comunicación como la escritura, la verbal y hasta la comunitaria, generalmente, difunden el "evangelio" de la figura materna envuelta en una atmosfera de "perfección", con el deber de desempeñar inmaculadamente su papel. Esa imagen acaba creando la culpa, el gran verdugo de la maternidad feliz. Sin embargo, ella debe ser abolida, con la finalidad de tornar a las madres más felices y conscientes de sus limitaciones.

El "dolor" constituye la característica fundamental de la vida emotiva, más precisamente la negativa, casi siempre interpretada como una señal o indicación de carácter hostil, contra la situación en la cual se encuentra el ser vivo(14). Conforme se puede percibir en el presente estudio la declarante M4 evidencia la seguridad de la permanencia de dolor y la dificultad para superarlo: no estoy completamente curada, ya que nunca se cura de una tragedia de esas [...] las cosas se calman sin embargo el dolor permanece. Delante de esa afirmación, se puede constatar que la violencia es extremadamente funcional, o sea, ella afecta su objetivo, destruye, marca y mata.

La acción violenta representa una actitud en la cual el ser violentado sirve como medio a la realización de una fantasía destructiva, objeto de satisfacción, de un deseo de muerte. Violencia es el empleo deseado de la agresividad con fines destructivos. Una vez ocurrida la violencia, se debe observar al sujeto violentado, ya que se trata de un asunto de compleja subjetividad, de dolor destructivo, y no solamente un fenómeno con características culturales, sociales y de accionamiento del sistema legal en su función punitiva(15).

El producto de la violencia, por lo tanto, va más allá de lo biológico. Actualmente, la necesidad de transponer el modelo positivista es constantemente debatida, sin embargo, según se destaca, los profesionales que atienden la demanda de las víctimas de violencia deben contemplar esa clientela de forma sistémica, con foco en la subjetividad.

Es urgente que el equipo multiprofesional observe los traumas y dolores producidos por la violencia, ya que ese fenómeno ultrapasa los factores socioculturales y también los legales. Ella actúa inmediatamente en la psiquis, en el "yo" y en la vida del ser violentado, así como en toda la estructura familiar. Se debe dar prioridad a conocer las implicaciones de la dinámica del dolor, producto de la violencia. Para eso, deberán ser tomadas medidas objetivas y, consecuentemente, deberá ser prestada una asistencia dirigida a las víctimas de la violencia, debiendo enfocarse en sus aspectos biopsicosociales.

Como continuación a lo observado en este estudio, se constata la dura realidad de la rebelión como producto del sentimiento de impotencia. El dolor de la dificultad de la superación ocasiona la rebelión y al mismo tiempo la sensación de impotencia, sentimientos manifestados por las informantes. Es enfática la inmensa dificultad enfrentada por las madres al convivir con la idea de no haber podido evitar el sufrimiento de las hijas, o sea, protegerlas, impedirlas de pasar por el sufrimiento de ser abusadas sexualmente.

Se percibe en los relatos, además, de la rebelión y la impotencia, reveladas de forma exacerbada, que estas se transforman en los verdugos de sus víctimas. Hacemos aquí una advertencia: inclusive frente al abuso sexual sufrido por el niño, sería liviano afirmar que en todos los casos hubo negligencia materna. Especialmente en los casos analizados, caracterizados como abuso intrafamiliar, los perpetradores fueron personas en las cuales madre e hija confiaban y hasta amaban.

El papel de la madre como progenitora no abusadora revela que el abuso sexual del niño también sucede en familias con un relacionamiento entre madre e hija próximo y protector. En ese caso, el abuso no mantiene su continuidad a través de los años, ya que esas madres, casi siempre, denuncian el abuso, captan las manifestaciones presentadas por la niño victimado. Esta, a su vez, dice al respecto y es verosímil. Cuando detectan indicios de que su hija fue abusada sexualmente o detectan tal fenómeno, esas madres llevan a serio lo que vieron y escucharon y generalmente toman medidas para proteger al niño(16). Entretanto, cuando las madres no reconocen la ocurrencia del abuso sexual, su protección materna se fragiliza, ya que no consiguen percibir los riesgos que el niño corre. De ese modo, sus hijos e hijas pueden quedar más vulnerables a las situaciones de violencia.

Como muestra la literatura, el abuso sexual cometido contra niños es potencialmente traumático para sus víctimas, en virtud de la sensación de impotencia y miedo, entre otros sentimientos devastadores(13). De esa forma, conforme se destaca, la madre del niño victimado por el abuso sexual está incluida en esa cadena de víctimas afectadas por la violencia sexual. Esta afirmación está pautada por sentimientos negativos y destructivos manifestados por las informantes, entre los cuales se destacan las ideas de suicidio y homicidio, conforme declaró M3: yo pienso que si yo me mato, el dolor de ella va a aumentar, ya que ella va a quedar sin mí, y si yo la mato, yo muero de dolor; entonces pensé que deberíamos morir las dos.

La idea suicida/homicida, estampada en el discurso, revela la falta de esperanza de la madre; la que es una enfermedad "mortal", ya que fragiliza al ser humano, y lo torna incapaz de realizarse, o sea, es el vivir la muerte de su "yo"(14). Eso refuerza la idea de que la violencia, la mayoría de las veces, no ocurre de forma unidireccional, ya que ella actúa en la vida de sus víctimas de forma sistémica.

Para el ser humano, es fácil entender las cosas cuando fragmentadas, o sea, el fenómeno aislado de su contexto, así como las personas divorciadas de su realidad. No se comprende fácilmente que el universo de las personas se correlaciona, formando un conjunto, donde todo interactúa, inclusive con quien observa.

Esa situación representa un gran desafío. Si no hubiese interés por parte de la sociedad para comprender la violencia, su magnitud y toda la cadena afectada, jamás habrá instrumentos apropiados para combatirla, o cuidar de sus víctimas. De esa forma, solo restarán las buenas intenciones perdidas en el vacío de la falta de acción.

CONSIDERACIONES FINALES

El abuso sexual infantil es un fenómeno que afecta a toda el contexto familiar, disparando y, muchas veces, agravando la desagregación de la familia, sobre todo al tratarse de abuso sexual intrafamiliar. Conforme se destaca, entre los elementos familiares, se encuentra la figura materna, con su universo de sentimientos. En el escenario del abuso sexual infantil, tales sentimientos son representados por el dolor, muchas veces revelado enfáticamente como insuperable, y por la rebelión, relacionada a la sensación de impotencia. En el estudio ahora elaborado, las informantes relataron la culpa como el gran responsable por el sufrimiento, arraigada al fuerte elemento cultural de la "perfección materna". Frente al sentimiento de culpa, fue sensible la desesperación materna expresada por las declaraciones de ideas suicidas y homicidas.

Se observó, entretanto, que existe el deseo de contemplar la superación de las consecuencias dejadas por el abuso sexual en la vida de la hija, la esperanza de amenizar y hasta mismo de "borrar" todos los dolores, así como la alteración de comportamiento, manifestadas por la hija. Delante de lo expuesto, los sentimientos evidenciados por las informantes representan un motivo de reflexión sobre la urgencia de formación y fortalecimiento de una red social de apoyo.

Es necesario, también, enfatizar la importancia de la actuación eficaz de profesionales directa e indirectamente envueltos en la atención a las víctimas de abuso sexual infantil, así como junto a la familia de la niño victimado. Entre los profesionales, se sobresale la figura del enfermero, considerado uno de los más presentes en el escenario del cuidar. Este tiene la oportunidad de identificar, combatir y hasta mismo denunciar el abuso sexual infantil, así como prestar asistencia a la víctima y a la familia. De ese modo, puede contribuir decisivamente para la superación de las graves consecuencias de tan devastador tipo de abuso.

REFERENCIAS

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  • *
    NT. Exchange rate ~ 2.00 Reais/USD
  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      05 Oct 2009
    • Fecha del número
      Ago 2009

    Histórico

    • Acepto
      30 Jun 2009
    • Recibido
      25 Set 2008
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