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Prevalencia y caracterización de la práctica de automedicación para alivio del dolor entre estudiantes universitarios de enfermería

Resúmenes

Los objetivos de este estudio fueron estimar la prevalencia de automedicación entre estudiantes universitarios de enfermería con dolor y caracterizar la experiencia dolorosa y el alivio obtenido por medio de los fármacos utilizados. Se trata de un estudio epidemiológico seccional, del cual participaron 211 estudiantes de una universidad pública de Goiás, en Brasil. El dolor y el alivio fueron medidos por medio de una Escala Numérica (0-10). La prevalencia de automedicación fue de 38,8%. La fuente generadora y los factores determinantes prevalentes de esta práctica fueron el propio estudiante (54,1%) y la falta de tiempo para ir al médico (50%), respectivamente. La dipirona fue el analgésico más utilizado (59,8%) y el alivio del dolor clasificado como bueno (Md=8,5;Máx=10;Mín=0). La prevalencia de la automedicación fue mayor que aquella observada en estudios semejantes y para muchos estudiantes el alivio fue bueno, hecho que puede retardar la elucidación del diagnóstico y del tratamiento adecuado del dolor.

Dolor; Automedicación; Estudiantes de Enfermería


This study investigates the prevalence of self-medication among undergraduate nursing students seeking to relieve pain and characterizes the pain and relief obtained through the used medication. This epidemiological and cross-sectional study was carried out with 211 nursing students from a public university in Goiás, GO, Brazil. A numerical scale (0-10) measured pain intensity and relief. The prevalence of self-medication was 38.8%. The source and main determining factor of this practice were the student him/herself (54.1%) and lack of time to go to a doctor (50%), respectively. The most frequently used analgesic was dipyrone (59.8%) and pain relief was classified as good (Md=8.5;Max=10;Min=0). The prevalence of self-medication was higher than that observed in similar studies. Many students reported that relief obtained through self-medication was good, a fact that can delay the clarification of a diagnosis and its appropriate treatment.

Pain; Self Medication; Students, Nursing


Os objetivos deste estudo foram: estimar a prevalência de automedicação entre estudantes universitários de enfermagem com dor e caracterizar a experiência dolorosa e o alívio obtido, por meio dos fármacos utilizados. É estudo epidemiológico seccional, do qual participaram 211 estudantes de uma universidade pública de Goiás, Brasil. A dor e o alívio foram medidos por meio de escala numérica (0-10). A prevalência de automedicação foi de 38,8%. A fonte geradora e o fator determinante prevalentes dessa prática foram o próprio estudante (54,1%) e a falta de tempo para ir ao médico (50%), respectivamente. A dipirona foi o analgésico mais utilizado (59,8%) e o alívio da dor classificado como bom (Md=8,5; máx=10; mín=0). A prevalência da automedicação foi maior do que aquela observada em estudos semelhantes e, para muitos estudantes, o alívio foi bom, fato que pode retardar a elucidação do diagnóstico e o tratamento adequado da dor.

Dor; Automedicação; Estudantes de Enfermagem


ARTÍCULO ORIGINALE

Prevalencia y caracterización de la práctica de automedicación para alivio del dolor entre estudiantes universitarios de enfermería1

Layz Alves Ferreira SouzaI; Camila Damázio da SilvaII; Gisely Carvalho FerrazIII; Fátima Aparecida Emm Faleiros SousaIV; Lílian Varanda PereiraV

IAlumna del curso de Graduación en Enfermería, Faculdade de Enfermagem, Universidade Federal de Goiás, Goiânia, GO, Brasil. Becario de iniciación científica del Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq). E-mail: layzenf@gmail.com

IIEnfermera, Centro de Atenção Integral à Saúde de Campinas, Goiânia, GO, Brasil. E-mail: camiladamazio7@hotmail.com

IIIEnfermera. E-mail: gisely_ferrazz@yahoo.com.br

IVEnfermera, Doctor en Enfermería, Profesor Titular, Escola de Enfermagem de Ribeirão Preto, Universidade de São Paulo, Centro Colaborador de la OMS para el Desarrollo de la Investigación en Enfermería, SP, Brasil. E-mail: faleiros@eerp.usp.br

VEnfermera, Doctor en Enfermería, Profesor Adjunto, Faculdade de Enfermagem, Universidade Federal de Goiás, Goiânia, GO, Brasil. E-mail: lvaranda@terra.com.br

Correspondencia

RESUMEN

Los objetivos de este estudio fueron estimar la prevalencia de automedicación entre estudiantes universitarios de enfermería con dolor y caracterizar la experiencia dolorosa y el alivio obtenido por medio de los fármacos utilizados. Se trata de un estudio epidemiológico seccional, del cual participaron 211 estudiantes de una universidad pública de Goiás, en Brasil. El dolor y el alivio fueron medidos por medio de una Escala Numérica (0-10). La prevalencia de automedicación fue de 38,8%. La fuente generadora y los factores determinantes prevalentes de esta práctica fueron el propio estudiante (54,1%) y la falta de tiempo para ir al médico (50%), respectivamente. La dipirona fue el analgésico más utilizado (59,8%) y el alivio del dolor clasificado como bueno (Md=8,5;Máx=10;Mín=0). La prevalencia de la automedicación fue mayor que aquella observada en estudios semejantes y para muchos estudiantes el alivio fue bueno, hecho que puede retardar la elucidación del diagnóstico y del tratamiento adecuado del dolor.

Descriptores: Dolor; Automedicación; Estudiantes de Enfermería.

Introducción

La automedicación consiste en el uso de productos, medicamentos industrializados o caseros, sin prescripción médica, con la finalidad de tratar síntomas o agravios a la salud auto-reconocidos(1).

Según la Organización Mundial de Salud (OMS) la automedicación orientada es una forma de autocuidado a la salud. Profesionales calificados, preferencialmente el farmacéutico, deben incentivar el uso racional de medicamentos, informar sobre los fármacos y las complicaciones que pueden originarse de su uso indiscriminado y si necesario encaminar las personas para atención médica, promoviendo la automedicación responsable(2).

Entre los motivos que llevan a las personas a la automedicación se destaca el dolor(3-4). La persona que vivencia la experiencia dolorosa busca alivio a través de la prescripción médica, terapias complementares de la salud y/o automedicación. Un estudio realizado en España, del cual participaron 1964 personas, con edades entre 20 y 91 años, de ambos sexos, mostró que delante de la experiencia dolorosa 66,3% de los individuos buscan atención médica, 27,6% se automedican, 20,5% utilizan terapias complementares de la salud y 10,6% no se tratan(5).

En Brasil, el perfil epidemiológico de la automedicación fue investigado en estudio realizado con 4.174 personas, de ambos sexos, con edad entre 0 y 95 años. Se constató que 17,3% de los medicamentos utilizados en esta práctica eran analgésicos, siendo los principales la dipirona (7,1%), el ácido acetilsalicílico (4,9%) y el paracetamol (1,4%). En este mismo estudio, 40% de las personas que practicaron la automedicación fueron orientadas por prescripciones anteriores y 51% por sugerencias de personas no calificadas(3).

En estudio de base poblacional, realizado en Bambuí, MG, con muestra aleatoria simple de 1.221 habitantes con edad >18 años, de ambos sexos, 775 participaron del estudio siendo que 223 (28,8%) consumieron, exclusivamente, medicamentos no prescritos. Entre las variables que presentaron asociaciones con el uso exclusivo de automedicación se destacaron el sexo femenino (OR=0,6; IC95%=0,4-0,9) y la edad (OR=0,4; IC95%=0,3-0,6 y OR=0,2; IC95%=0,1-0,5 para 40-59 y >60 años, respectivamente). Los autores concluyeron que la prevalencia de la automedicación es semejante a la observada en países desarrollados(6).

En relación a la caracterización del dolor, estudios con poblaciones en general mostraron que la automedicación fue prevalente entre aquellos que relataron dolor agudo, de intensidad moderada y localizado en la cabeza(3,5). Resultados semejantes fueron observados cuando la muestra fue constituida por estudiantes universitarios de los cursos de farmacia, odontología y enfermería(4). En otras publicaciones, cuyos participantes fueron los estudiantes de enfermería, la automedicación fue investigada en cuanto al uso de benzodiazepinicos(7), sin embargo, no fueron identificados estudios acerca de la automedicación en estudiantes universitarios con dolor.

En este contexto, se consideró importante realizar un estudio epidemiológico, con el propósito de contribuir con el avance de los conocimientos sobre la automedicación en Brasil. Además, los resultados permitirán conocer la extensión del problema y sus características entre jóvenes universitarios y así subsidiar programas que buscan la mejoría de las condiciones de la salud de los estudiantes de enfermería.

Para esto, los objetivos del estudio fueron estimar la prevalencia de automedicación entre estudiantes universitarios de enfermería con dolor y caracterizar la experiencia dolorosa y el alivio obtenido por medio de los fármacos utilizados.

Método

Se trata de un estudio observacional, con delineamiento transversal, realizado en la Facultad de Enfermería de la Universidad Federal de Goiás, en Goiania-GO, en el período de marzo a junio de 2008. Fueron elegibles 250 estudiantes, con edades entre 18 y 29 años, de ambos sexos, distribuidos en los cinco años del curso, 211 alumnos aceptaron participar del estudio. De estos, 196 indicaron sentir algún tipo de dolor (agudo o crónico), siendo incluidos en el estudio.

Variables del estudio: la variable dependiente fue la automedicación, entendida como el uso de productos, industrializados o no industrializados, sin prescripción médica con la finalidad de tratar síntomas o agravios de la salud autoreconocidos(1). Se consideró la fuente generadora (familia, amigo, vendedora de la farmacia, prescripciones médicas antiguas y el propio estudiante), el tipo de medicamento utilizado (analgésico simple, opiáceos, AINEs) y los motivos asociados a la automedicación (falta de acceso a los servicios de salud, retardo en la atención médica en las unidades de salud, falta de tiempo para ir al médico, desinterés por el tratamiento médico debido a falta de éxito en el alivio de su dolor en tratamientos anteriores, los propios conocimientos ayudan en la elección del medicamento, y el acceso rápido y más barato fue la vendedora de la farmacia en lugar del médico.)

Las variables socioeconómicas y demográficas incluyeron el sexo (femenino y masculino), clase socioeconómica (A1, A2, B1, B2, C1, C2, D, y E - ABA/ABIPEME), edad (18-20, 21-23, >= 24), estado civil (con compañero, sin compañero), año de matrícula en el curso (1°, 2°, 3°, 4° y 5°). Las variables relacionadas a la experiencia dolorosa fueron la localización (hecha por medio de diagramas corporales), la intensidad (mensurada por medio de Escala Numérica de 0 a 10), y la duración del dolor (dolor hace tres meses o más, en el mismo local, con episodios a cada 15 días, fue considerada crónica)(8).

Recolección de datos: los datos fueron recolectados por observadores entrenados en las salas de clases de la Facultad de Enfermería de la UFG, en momentos de disponibilidad de los estudiantes, local donde fueron informados sobre la investigación y sus objetivos.

Habiendo firmado el Término de Consentimiento Libre y Esclarecido, los estudiantes pasaron a la entrevista en grupo llenando el instrumento estandarizado para este fin. Este estudio fue sometido y aprobado por el Comité de Ética en Investigación del Hospital de las Clínicas de la Universidad Federal de Goiás, Protocolo Nº 173/2007.

Análisis de los datos: las variables numéricas fueron exploradas por el promedio, mediana y moda; mínimo, máximo, desviación estándar y coeficiente de variación; frecuencias simple, absolutas y porcentajes. Todos los análisis (frecuencia y medidas descriptivas) fueron realizadas utilizando el software "Statistical Package for the Social Sciences" (SPSS) versión 15.0. Los resultados de estos análisis fueron organizados en tablas. Las asociaciones entre las variables categóricas fueron estudiadas a partir de pruebas no paramétricas como el chi-cuadrado de Pearson y prueba exacta de Fisher; y entre las variables numéricas el coeficiente de correlación de Spearman. Cuando la variable numérica presentaba apenas dos niveles fue utilizado la prueba t-Student o de Mann-Whitney. La normalidad de los datos fue verificada por la prueba de Kolmogorov-Smirnov y la homogeneidad de las variancias por la prueba de Bartlett. El nivel de significancias para todos los pruebas fue de a=5%.

Resultados

Los datos mostraron que la prevalencia de estudiantes que practicaban la automedicación en situaciones de dolor fue de 38,8%. La edad de los participantes de la investigación varió de 18 a 29 años (M=21 años; De=1,95), siendo la gran mayoría del sexo femenino (96,4%) (p<0,001) y pertenecientes a las clases socioeconómicas A y B (82,3%) (Tabla 1).

La mediana de los puntajes atribuidos a la intensidad del dolor por medio de la escala numérica (0-10) fue igual a 6,0 (MÍN=2; MÁX=10; Q1=5; Q3=8), lo que permitió clasificarla como moderada (p=0,05). En cuanto a la localización, el dolor de cabeza fue prevalente en 51,4% de los hallazgos (p<0,005). En relación a la duración de los episodios de dolor, 28,9% de los estudiantes relataron que convivían con la experiencia dolorosa de 1 a 5 años, y 69,7% de los que se automedicaban tenían dolor crónico. (ver Tabla 2).

En cuanto a la fuente generadora de la automedicación, 54,1% de los estudiantes apuntaron la alternativa: el propio estudiante después de informarse sobre la indicación del medicamento, y 33,9% de ellos la alternativa: sugerencia de alguien de la familia (33,9%) (p<0,001).

Los principales motivos que llevaron a los estudiantes a la práctica de la automedicación fueron la falta de tiempo para ir al médico (50%); los propios conocimientos ayudan en la elección del medicamento (33,9%) y el acceso a la vendedora de la farmacia es más rápido y barato (5,3%) (p<0,001).

Entre los analgésicos más utilizados se destacaron la dipirona (59,2%) (pura o en asociación con otros fármacos), el paracetamol (19,8%) (puro o en asociación), las drogas antiinflamatorias no-esteroides (13,1%, siendo que 2,6% usaron ácido acetilsalicílico y 7,9% otros medicamentos).

En relación al alivio de la experiencia dolorosa, obtenido por medio de los medicamentos autoindicados, los puntajes permitieron clasificarlo como bueno (Md=8,5; Q1=6, Q3=10,0, MIN=0, MAX=10). Dos estudiantes (1,3%) no obtuvieron ningún alivio para el dolor (p>0,05).

Discusión

El consumo de medicamentos sin prescripción médica ha sido relatado en la literatura nacional e internacional. Sin embargo, considerando la escasez de estudios de prevalencia de automedicación entre estudiantes universitarios, en situaciones de dolor, optamos por la comparación de los resultados de este estudio con aquellos que investigaron la automedicación en situaciones semejantes, como en la investigación realizada en la Universidad Federal de Alfenas (UNIFAL-MG) cuyo objetivo fue estimar la prevalencia de la práctica de automedicación entre 245 estudiantes de enfermería, farmacia y odontología. Constataron que, entre los 90,6% de estudiantes que relataron esa práctica, 54,8% la asociaron con la presencia de dolor(4). Estos resultados contrastaron con los encontrados en un estudio desarrollado en Taiwán, China, que investigó el conocimiento y las creencias sobre el uso de medicamentos entre 6.270 estudiantes universitarios de diferentes cursos, con edades entre 15 y 30 años, de ambos sexos, y observaron que ellos raramente se automedicaban(9).

La automedicación en situaciones de dolor, en población mixta (universitarios o no) fue practicada por 27,6% de los 1.964 participantes (con edades entre 20 y 91 años, de ambos sexos) en un estudio desarrollado en España(5), contrastando con la prevalencia de 64% observada entre los 270 clientes con dolor muscular esquelético, con edad promedio de 39,8 años, de ambos sexos, que participaron de una investigación desarrollada en Temuco, en Chile(10).

A pesar de que la prevalencia de automedicación en situaciones de dolor observada en los estudios citados sea divergente, se debe dar atención al hecho de que algunas poblaciones son constituidas por estudiantes del área de la salud, que deberán orientar la automedicación responsable, con base en las informaciones de la OMS, contribuyendo para que esta práctica deje de ser peligrosa para aquellos que sienten dolor.

En cuanto al local prevalente de dolor en este estudio, que fue la cabeza, observamos que resultados semejantes fueron encontrados en un estudio realizado con 742 personas (57,5% del sexo femenino) con edad entre 18 y 70 años, en la ciudad de Porto Alegre-RS, o sea, 66,0% de los casos de automedicación estaban relacionados al dolor de cabeza(11), concordando también con el estudio realizado en España, donde estimaron la prevalencia de 52,3% para dolor en la cabeza. En el último estudio, de forma semejante, el local del dolor también fue significativo para la práctica de automedicación (p<0,001)(5).

La literatura muestra pocos estudios en que la intensidad de la experiencia dolorosa fue mensurada en personas que se automedicaron. En ese sentido, vale recordar que la mensuración del dolor es un punto fundamental en la implementación, sustitución o complemento de las terapéuticas analgésicas en situaciones de dolor(12). En España, las personas que se automedicaban relataron dolor leve-moderado (p<0,01)(5). En estudio realizado en el estado de Michigan, en los Estados Unidos, fueron investigadas las elecciones de 723 personas para el auto tratamiento del dolor y observaron que más de 75% de ellas eligieron la automedicación por medio de analgésicos no opiáceos para dolor moderado (Promedio=5,77)(13). Esos resultados se asemejan a los encontrados en el presente estudio. En Brasil no fue encontrado ningún estudio sobre intensidad del dolor y automedicación en situaciones de dolor.

También, la automedicación en situaciones de dolor crónico es poco investigada, sin embargo, en un estudio realizado en Suecia, con 1.806 personas entre 25 y 74 años, sobre el impacto del dolor crónico en el cuidado a la salud, se observó que 14,9% de las personas con dolor crónico se automedicaban(14). En nuestro estudio, los sujetos que se automedicaron debido a dolor crónico sumaron un valor superior al estudio realizado en Suecia (69,7%).

En este estudio, la mayor concentración de estudiantes que indicaron practicar la automedicación cursaba el 2º y 5º años electivos. Esos datos permiten inferir que la disciplina de farmacología, ministrada en el 2º año electivo no interfirió en la práctica de automedicación, sin embargo, la experiencia adquirida por los alumnos del último año del curso (5º año) puede haber influido en la mayor prevalencia de alumnos que se automedicaron para dolor. Nuestros datos difieren de lo encontrado en el estudio desarrollado en la UNIFAL-MG, donde la práctica de automedicación se intensificó en el séptimo período, comparado al primero (p<0,01)(4).

El curso de Enfermería es representado mayoritariamente por mujeres, razón por la cual la automedicación fue prevalente en el sexo femenino, una limitación de este estudio. Sin embargo, en este quesito, los resultados de los estudios son divergentes: en España, encontraron mayor frecuencia de automedicación entre jóvenes del sexo femenino (p<0,001)(5); en Portugal, entre personas con promedio de edad de 46 años encontraron asociación significativa entre automedicación y sexo, representado por los hombres (p<0,031)(15); y en Chile, en estudio con participantes con edad promedio de 39,8 años, no hubo asociación significativa entre estas variables(10).

En Brasil, algunos estudios apuntaron a las mujeres como las más representadas en relación a la práctica de automedicación. El perfil de la automedicación en un municipio del sur del país (edad promedio de 30,3 años) mostró que 65% de las mujeres se automedicaban, contra 44,9% de los hombres(16). En Bambuí, MG, encontraron asociación significativa entre automedicación y sexo, destacándose el sexo femenino (p<0,0001)(6).

Entre los estudiantes que participaron de este estudio se verificó predominio de automedicación en individuos de la clase socioeconómica A1 (15,8%) y A2 (29%) (salarios entre 9.733,47 y 6.563,73 reales) (p>0,05). En la ciudad de Porto Alegre-RS encontraron que la mayoría de las personas que se automedicaban poseían renta mensual de más de tres salarios (R$1050,00)(11). Ya en Chile, hubo diferencia significativa entre automedicación y los varios estratos socioeconómicos, o sea, 72% de los sujetos de clase socioeconómica baja se automedicaban (p<0,0001)(10).

Llamó la atención de los investigadores el hecho de que la fuente generadora de automedicación fue constituida por profesionales no capacitados para la orientación sobre el uso racional de medicamentos libres de prescripción, y si, por personas no calificadas. Tal hecho puede llevar al tratamiento inadecuado del dolor, imponiendo riesgos a la salud de la población. Resultados semejantes fueron encontrados en la ciudad de Porto Alegre-RS, donde 57,14% de las personas eligieron sus medicamentos basados en experiencias pasadas, semejantes a las quejas actuales y 53,8% relataron haber sido influenciados por amigos y familiares(11). El perfil epidemiológico de la automedicación en Brasil mostró que 51% de las personas se automedicaban basadas en sugerencias de personas no calificadas y 40,0% en prescripciones anteriores(3). Ya en Portugal, 50,0% de los medicamentos utilizados en la automedicación fueron aconsejados por el farmacéutico y 1,4% por indicación del enfermero(15).

El curso de enfermería de la Universidad Federal de Goiás exige dedicación en tiempo integral, luego, la alta prevalencia de académicos de enfermería que fundamentaron la automedicación en la falta de tiempo para ir al médico, puede ser explicada por el hecho de que ellos pasan mucho tiempo en la facultad, participando en actividades de enseñanza, investigación y extensión y no tener tiempo para buscar atención. Además, cabe recordar que a pesar de que los estudiantes puedan ser atendidos en los propios locales de la salud donde desarrollan su práctica asistencial, no siempre hay disponibilidad de profesionales para atenderlos rápidamente.

En ese sentido, los resultados de este estudio pueden ser comparados con el desarrollado en Joao Pesoa-PB. La automedicación en 102 académicos de enfermería mostró que 75% de ellos eran del sexo femenino, 56% se automedicaban porque se sentían autoconfiantes con el conocimiento adquirido en la graduación y 19% lo hacían por falta de tiempo para ir al médico(17). Del mismo modo, en Paquistán, entre 572 estudiantes universitarios, con edad promedio de 21 años, los principales motivos que llevaron a la automedicación fueron la propia experiencia con los síntomas ayuda en la elección del medicamento (50,1%) y los síntomas son banales y no necesitan de médicos (48,3%)(18).

En Chile, la droga más utilizada en la automedicación para alivio del dolor muscular esquelético fue la dipirona (30,6%), seguido por el piroxican (20,7%) y ácido acetilsalicílico (15,6%)(10). En Estados Unidos, 34% se automedicaron para el alivio del dolor con paracetamol, 33% con ibuprofeno (AINE), 16% con ácido acetilsalicílico y 15% con analgésicos opiáceos como la codeína, el tramadol y la morfina(13). Ya, en Brasil, fueron semejantes a los resultados de este estudio aquellos encontrados en la ciudad de Alfenas-MG, en que 31,3% de los participantes eligieron la dipirona, 15,9% el paracetamol, 14,2% los AINES y 5,6% el ácido acetilsalicílico(4). El uso de la dipirona y paracetamol como principales medicamentos autoprescritos por los estudiantes de enfermería para el alivio de sus dolores trae preocupaciones, principalmente en relación a la cefalea, una vez que el uso prolongado de estos fármacos, sin acompañamiento médico, puede llevar a la cronicidad del dolor y generar consecuencias desastrosas y reacciones adversas.

En Brasil, no fueron encontrados estudios que evaluaron el alivio del dolor mediante la automedicación. Sin embargo, en España, observaron que 86,6% de las personas relataron haber conseguido un buen alivio del dolor mediante esta práctica(5), corroborando los resultados de este estudio. Ya en Estados Unidos, mensuraron el alivio del dolor a través de una escala de 0-100% y observaron que el alivio fue moderado (45%)(13). Vale resaltar que el alivio momentáneo del dolor, obtenido por medio de fármacos autoprescritos, puede llevar a las personas a postergar el tratamiento adecuado y precoz, contribuyendo con la cronicidad de la experiencia dolorosa y surgimiento de enfermedades concomitantes provenientes de la convivencia prolongada con el dolor.

Conclusiones

La automedicación es frecuente entre estudiantes universitarias de enfermería y la prevalencia de esa práctica (38,8%) fue mayor que aquella observada en estudios semejantes.

La caracterización del dolor autoreferido por los estudiantes mostró que la experiencia dolorosa es de intensidad moderada, predominantemente crónica y localizada en la cabeza.

Los estudiantes se caracterizan como adultos jóvenes, representados por el sexo femenino y clase socioeconómica A. Se automedicaron con base en sus propias informaciones y en las sugerencias de familiares y el principal motivo que los llevó a esa práctica fue la falta de tiempo para ir al médico.

Los medicamentos analgésicos más utilizados por los estudiantes fueron la dipirona y el paracetamol, siendo el alivio obtenido por medio de estos fue clasificado como bueno.

Se resalta que, a pesar de que los medicamentos utilizados por los estudiantes no necesitan de prescripción (MIP), el consumo irracional de esas drogas puede causar efectos adversos desastrosos. Además, el tratamiento paliativo del dolor puede retardar la elucidación del diagnóstico y el tratamiento adecuado del dolor, contribuyendo con la cronicidad de la experiencia dolorosa.

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  • Corresponding Author:
    Lílian Varanda Pereira
    Universidade Federal de Goiás. Faculdade de Enfermagem.
    Rua 227, Quadra 68, s/n
    Setor Leste Universitário
    CEP: 74605-080 Goiânia, GO, Brasil
    E-mail:
  • 1
    This research was supported by Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq).
  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      06 Mayo 2011
    • Fecha del número
      Abr 2011

    Histórico

    • Recibido
      28 Set 2009
    • Acepto
      04 Ago 2010
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