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“Amigos con beneficios”: salud sexual y estilos de apego de hombres y mujeres

“Friends with benefits”: sexual health and attachment styles in men and women

Resumen

Este estudio pretende analizar las variables relacionadas con la salud sexual de los individuos que pueden tener un impacto negativo en la asunción de riesgos - el uso de preservativo y el consumo de alcohol -; también pretende describir la prevalencia de infecciones de transmisión sexual y los estilos de apego que manifiestan hombres y mujeres en el marco relacional de amigos con beneficios. Para ello, se realiza un estudio transversal descriptivo. La información fue recogida mediante un cuestionario en línea y la escala de evaluación de los estilos de apego de Casullo y Fernández Liporace. En total, una muestra de 119 personas inmersas en una relación sexual casual con un amigo cumplimentaron el cuestionario. En relación a los resultados, casi el 30% de los participantes no han utilizado el preservativo en sus relaciones sexuales aduciendo razones asociadas al displacer e incomodidad; son las mujeres las que más padecen de infecciones de transmisión sexual; el consumo de alcohol ha constituido una práctica habitual en este tipo de relación. Aunque el apego seguro ha sido el más elevado, las mujeres se han mostrado temerosas. Amigos con beneficios puede entrañar graves consecuencias para la salud de los individuos y especialmente para las mujeres. Estos resultados recomiendan que desde la salud pública se preste atención a este novedoso vínculo sexual, así como la puesta en marcha de estrategias de promoción de la salud sexual dirigidas a las prácticas de riesgo de esta relación y a la mayor fragilidad afectiva y sexual de la mujer.

Palabras clave:
Amigos con Beneficios; Conductas Sexuales de Riesgo; Infección de Transmisión Sexual; Apego

Abstract

This study aims to analyze the variables related to the sexual health of individuals that could have a negative impact on risk-taking - condom use and alcohol consumption -, as well as describing the prevalence of sexually transmitted infections (STIs) and attachment styles showed by women and men in the relational framework of friends with benefits. For that, a cross-sectional, descriptive study was conducted. The information was collected through an online questionnaire based on the Casullo and Fernandez Liporace’s attachment styles assessment scale. The total of 119 persons involved in casual sex with a friend filled out the questionnaire. In relation to the results, nearly 30% of respondents have not used a condom during sex on grounds related to displeasure and discomfort. STIs have been suffered by women in significantly higher proportion. Alcohol consumption is a common practice in this type of relationship. Although secure attachment was the highest, women are shown fearful. Friends with benefits may entail serious consequences for the health of individuals, especially for women. Therefore, these results recommend that this new sexual bond is to be considered by Public Health, as well as the implementation of sexual health promotion strategies aimed at risks of this relationship and the greater emotional and sexual fragility of women.

Keywords:
Friends with Benefits; Risky Sexual Behavior; Sexually Transmitted Infection; Attachment

Introducción

Entre los vínculos sexuales ocasionales destaca amigos con beneficios, marco relacional novedoso en el que las personas que mantienen una amistad se sumergen en una relación sexual. Combina la intimidad psicológica propia de la amistad y la intimidad física característica de una relación comprometida (Bisson; Levine, 2009BISSON, M. A.; LEVINE, T. R. Negotiating a friends with benefits relationship. Archives of Sexual Behavior, New York, v. 38, n. 1, p. 66-73, 2009.; Hughes; Morrison; Asada, 2005HUGHES, M.; MORRISON, K.; ASADA, K. J. K. What’s love got to do with it? Exploring the impact of maintenance rules, love attitudes, and network support on friends with benefits relationships. Western Journal of Communication, London, v. 69, n. 1, p. 49-66, 2005.; Lehmiller; Vanderdrift; Kelly, 2011LEHMILLER, J. J.; VANDERDRIFT, L. E; KELLY, J. R. Sex differences in approaching friends with benefits relationships. Journal of Sex Research, San Francisco, v. 48, n. 2-3, p. 275-284, 2011.; McGinty; Knox; Zusman, 2007MCGINTY, K.; KNOX, D.; ZUSMAN, M. E. Friends with benefits: women want “friends”, men want “benefits”. College Student Journal, Alabama, v. 41, n. 4, p. 1128, 2007.; Owen; Fincham, 2011OWEN, J.; FINCHAM, F. D. Effects of gender and psychosocial factors on “friends with benefits” relationships among young adults. Archives of Sexual Behavior, New York, v. 40, n. 2, p. 311-320, 2011.). Aunque, en los Estados Unidos la investigación es reciente, esta revela que amigos con beneficios (AMB)1 1 Son numerosos los términos usados para denominar el sexo casual. AMB es la sigla que se utiliza en este estudio para designar “amigos con beneficios”, el sexo en una relación de amistad en la cual los beneficios son amplios y no solo se circunscriben al ámbito estrictamente sexual. Esto es acorde a la literatura de carácter anglosajón en la cual proliferan los estudios de amigos con beneficios, y que para referirse a este marco sexual usan FWB. es una experiencia común, bastante extendida entre los jóvenes, sobre todo en ambientes universitarios (Afifi; Faulkner, 2000AFIFI, W. A.; FAULKNER, S. L. On being “just friends”: the frequency and impact of sexual activity in cross-sex friendships. Journal of Social and Personal Relationships, Thousand Oaks, v. 17, n. 2, p. 5-222, 2000.; McGinty; Knox; Zusman, 2007MCGINTY, K.; KNOX, D.; ZUSMAN, M. E. Friends with benefits: women want “friends”, men want “benefits”. College Student Journal, Alabama, v. 41, n. 4, p. 1128, 2007.; Bisson; Levine, 2009BISSON, M. A.; LEVINE, T. R. Negotiating a friends with benefits relationship. Archives of Sexual Behavior, New York, v. 38, n. 1, p. 66-73, 2009.) y con unas características diferenciadas de otras relaciones casuales. Sin embargo, en España la escasez empírica no permite afirmar este extremo y además ofrece multitud de incógnitas relacionadas con los comportamientos sexuales y prácticas de riesgo, así como las consecuencias en la salud sexual de los individuos involucrados en estas relaciones.

En el ámbito estadounidense, son numerosos los estudios que demuestran que la poligamia es una experiencia habitual de las personas inmersas en AMB (Lehmiller; Vanderdrift; Kelly, 2011LEHMILLER, J. J.; VANDERDRIFT, L. E; KELLY, J. R. Sex differences in approaching friends with benefits relationships. Journal of Sex Research, San Francisco, v. 48, n. 2-3, p. 275-284, 2011.; Puentes; Knox; Zusman, 2008PUENTES, J.; KNOX, D.; ZUSMAN, M. E. Participants in “friends with benefits” relationships. College Student Journal, Alabama, v. 42, n. 1, p. 176, 2008.). De acuerdo con Fernández-Dávila (2007FERNÁNDEZ-DÁVILA, P. “Amigos con derecho a roce”: una oportunidad para contraer la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana en hombres homo/bisexuales con prácticas sexuales de alto riesgo. Gaceta Sanitaria, Barcelona, v. 21, n. 6, p. 471-478, 2007., p. 476), la no exclusividad de esta relación y la posibilidad de mantener de forma simultánea otros encuentros sexuales entraña graves peligros para la salud de los individuos, además, la confianza depositada en la persona amiga con la que se mantiene el encuentro sexual y de la que se cree conocer la historia sexual, disminuye la percepción de riesgo de contraer una infección de transmisión sexual (ITS) e interfiere en el uso del preservativo (Fernández-Dávila, 2007FERNÁNDEZ-DÁVILA, P. “Amigos con derecho a roce”: una oportunidad para contraer la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana en hombres homo/bisexuales con prácticas sexuales de alto riesgo. Gaceta Sanitaria, Barcelona, v. 21, n. 6, p. 471-478, 2007.; Weaver; MacKeigan; MacDonald, 2011WEAVER, A. D.; MACKEIGAN K. L.; MACDONALD, H. A. Experiences and perceptions of young adults in friends with benefits relationships: a qualitative study. The Canadian Journal of Human Sexuality, Toronto, v. 20, n. 1, p. 41-53, 2011.). Esta vulnerabilidad vinculada a la despreocupación de usar medidas preventivas en las prácticas sexuales de hombres que mantienen sexo con hombres (HSH), ha sido uno de los pocos intentos en nuestro entorno de profundizar en términos de Salud Pública en los amigos con beneficios. Los autores denominan estas prácticas “fuck buddies” o “sexo con conocidos”, que según la investigación es una relación con características y riesgos diferentes a los “friends with benefits” o “los amigos con beneficios” según la traducción al castellano. Pese a esto, ambas comparten la repetición de los encuentros sexuales que proporcionan una sensación ficticia de seguridad y obstaculizan la adopción de conductas preventivas (Fernández-Dávila, 2007FERNÁNDEZ-DÁVILA, P. “Amigos con derecho a roce”: una oportunidad para contraer la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana en hombres homo/bisexuales con prácticas sexuales de alto riesgo. Gaceta Sanitaria, Barcelona, v. 21, n. 6, p. 471-478, 2007.; De Olalla, 2007DE OLALLA, P. G. Comentario. “Amigos con derecho a roce”. Gaceta Sanitaria, Barcelona, v. 21, n. 6, p. 479, 2007.), pudiendo llevar a un incremento de las ITS en hombres homosexuales (Fuente, 2010FUENTE, M. El resurgir de la sífilis. Actas dermo-sifiliográficas, Barcelona, v. 101, n. 10, p. 817-819, 2010.), así como en las relaciones heterosexuales (Weaver; MacKeigan; MacDonald, 2011WEAVER, A. D.; MACKEIGAN K. L.; MACDONALD, H. A. Experiences and perceptions of young adults in friends with benefits relationships: a qualitative study. The Canadian Journal of Human Sexuality, Toronto, v. 20, n. 1, p. 41-53, 2011.).

Los ambientes de fiesta y la ingesta de alcohol son elementos que dotan de atractivo a estas relaciones y facilitan el acceso a estos encuentros sexuales con amigos (Grenn; Merman, 2011GRENN, K. J.; MERMAN, M. The perceived benefits of the friends with benefits relationship. Human Communication, Ipswich, v. 14, n. 327, p. 327-346, 2011.; Weaver; MacKeigan; MacDonald, 2011WEAVER, A. D.; MACKEIGAN K. L.; MACDONALD, H. A. Experiences and perceptions of young adults in friends with benefits relationships: a qualitative study. The Canadian Journal of Human Sexuality, Toronto, v. 20, n. 1, p. 41-53, 2011.). El alcohol, elemento desinhibidor y reforzador de las expectativas sexuales, puede favorecer la inclinación a participar en conductas sexuales íntimas con un amigo, constituyendo una conducta de riesgo vinculada a la asunción de otros peligros en el campo de la salud sexual (Afifi; Faulkner, 2000AFIFI, W. A.; FAULKNER, S. L. On being “just friends”: the frequency and impact of sexual activity in cross-sex friendships. Journal of Social and Personal Relationships, Thousand Oaks, v. 17, n. 2, p. 5-222, 2000.; Weaver; MacKeigan; MacDonald, 2011WEAVER, A. D.; MACKEIGAN K. L.; MACDONALD, H. A. Experiences and perceptions of young adults in friends with benefits relationships: a qualitative study. The Canadian Journal of Human Sexuality, Toronto, v. 20, n. 1, p. 41-53, 2011.). En este sentido, es más probable que se produzca el sexo casual cuando ambas partes han estado bebiendo o consumiendo drogas (García; Reiber, 2008GARCÍA, J. R.; REIBER, C. Hook-up behavior: a biopsychosocial perspective. Journal of Social, Evolutionary, and Cultural Psychology, New York, v. 2, n. 4, p. 192, 2008.; Grello; Welsh; Harper, 2006GRELLO, C. M.; WELSH, D. P; HARPER, M. S. No strings attached: the nature of casual sex in college students. Journal of Sex Research, San Francisco, v. 43, n. 3, p. 255-267, 2006.). Por tanto, se puede afirmar que el consumo de alcohol está relacionado con la participación en una relación de AMB precediendo a la mayoría de las conexiones sexuales (Fielder; Carey, 2010FIELDER, R. L.; CAREY, M. P. Prevalence and characteristics of sexual hookups among first-semester female college students. Journal of Sex and Marital Therapy, London, v. 36, n. 4, p. 346-359, 2010.).

Por otro lado, la atención a la salud sexual de los individuos es más amplia que la alusión a la asunción de riesgos relacionados con el ámbito de la práctica sexual. La Organización Panamericana de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y la Asociación Mundial de Sexología (WAS) en sus recomendaciones sobre Promoción de la Salud Sexual (OPS; OMS, 2000OPS - ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD; OMS - ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Promoción de la salud sexual: recomendaciones para la acción. Antigua Guatemala: OPS; OMS, 19-22 mayo 2000., p. 10) definen la salud sexual como la experiencia del proceso continuo de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad, por lo que conceptualiza la sexualidad como una dimensión humana circunscrita a una cultura y sociedad concreta, integra, además de la capacidad reproductora del ser humano, el amor, el género y los vínculos afectivos. En este sentido, la sexualidad no puede ser interpretada sin la consideración del apego, eje del desarrollo afectivo y emocional de las personas y de vital importancia en el bienestar de las mismas. Son numerosos los autores que han considerado el apego como predictor del comportamiento sexual y de la forma en que las personas se vinculan afectivamente en relaciones comprometidas y no comprometidas (Carreras et al., 2008CARRERAS, M. A. et al. Los estilos de apego en los vínculos románticos y no románticos: estudio comparativo con adolescentes argentinos y españoles. Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación Psicológica, Buenos Aires, v. 1, n. 25, p. 107-124, 2008.; Hazan; Shaver, 1987HAZAN, C.; SHAVER, P. Romantic love conceptualized as an attachment process. Journal of Personality and Social Psychology, Washington, v. 52, n. 3, p. 511, 1987.). En general, los autores señalan dos grandes estilos, el seguro y el inseguro, este último englobaría los estilos ansioso, evitativo y temeroso. En relación a esta dicotomía, la mayoría de los trabajos asocian el estilo seguro con las relaciones comprometidas y románticas, favoreciendo relaciones seguras y de confianza, mientras que el estilo inseguro correlaciona con las relaciones sexuales casuales, de breve duración y se vincula a situaciones sexuales aversivas y dificultad en el funcionamiento sexual (Bogaert; Sadava, 2002BOGAERT, A. F.; SADAVA, S. Adult attachment and sexual behavior. Personal Relationships, Malden, v. 9, n. 2, p. 191-204, 2002.; Gómez-Zapiain, 2005GÓMEZ-ZAPIAIN, J. Apego y comportamiento sexual en la adolescencia, en relación con la disposición a asumir riesgos asociados a la experiencia erótica. Infancia y aprendizaje, London, v. 28, n. 3, p. 293-308, 2005.; Hazan; Shaver, 1987HUGHES, M.; MORRISON, K.; ASADA, K. J. K. What’s love got to do with it? Exploring the impact of maintenance rules, love attitudes, and network support on friends with benefits relationships. Western Journal of Communication, London, v. 69, n. 1, p. 49-66, 2005.).

Inevitablemente, el ejercicio de la sexualidad está asociado a las características individuales e interpersonales vinculadas a las diferencias de género (Uribe et al., 2012URIBE, J. I. et al. Percepciones sobre el uso del condón y la sexualidad entre jóvenes. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Manizales, v. 10, n. 1, p. 481-494, 2012.). Tradicionalmente, se le atribuye a la mujer un rol pasivo, menor número de parejas sexuales, así como una necesidad mayor de ser orientada y dirigida en la actividad sexual, prefiriendo la cercanía emocional y las relaciones estables e infradeclarando la conducta sexual (Lamas, 1986LAMAS, M. La antropología feminista y la categoría “género”. Nueva Antropología. Revista de Ciencias Sociales, Ciudad de México, v. 8, n. 30, p. 173-198, 1986.; Shukusky; Wade, 2012SHUKUSKY, J. A.; WADE, T. J. Sex differences in hookup behavior: a replication and examination of parent-child relationship quality. Journal of Social, Evolutionary, and Cultural Psychology, New York, v. 6, n. 4, p. 494, 2012.; Vega et al., 2010VEGA, E. G. et al. Influencia del sexo y del género en el comportamiento sexual de una población adolescente. Psicothema, Asturias, v. 22, n. 4, p. 606-612, 2010.). Por tanto, una posición de subordinación que conlleva una mayor fragilidad traducida en un elevado coste psicológico y físico -embarazos, ITS- para la mujer (González et al., 2007GONZÁLEZ, E. et al. Comportamientos sexuales y diferencias de género en adolescentes usuarios de un sistema público de salud universitario. Revista médica de Chile, Santiago de Chile, v. 135, n. 10, p. 1261-1269, 2007.).

En definitiva, en este trabajo se pretende contribuir a la comprensión de AMB, contexto relacional emergente y poco conocido empíricamente en nuestro entorno, al describir determinadas conductas relacionadas con la salud sexual de los individuos: el uso del condón, el consumo de alcohol, la afección de ITS y los estilos de apego, desde una perspectiva de género. Los comportamientos sexuales, los riesgos asociados y las formas de vincularse afectivamente hombres y mujeres difieren en función del modelo de pareja sexual y del tipo de relación casual que se mantenga, esto hecho justifica la necesidad de conocer los riesgos específicos de este vínculo ocasional (Furman; Shaffer, 2011FURMAN, W.; SHAFFER, L. Romantic partners, friends, friends with benefits, and casual acquaintances as sexual partners. Journal of Sex Research, San Francisco, v. 48, n. 6, p. 554-564, 2011.; Grello; Welsh; Harper, 2006GRELLO, C. M.; WELSH, D. P; HARPER, M. S. No strings attached: the nature of casual sex in college students. Journal of Sex Research, San Francisco, v. 43, n. 3, p. 255-267, 2006.).

Método y materiales

Participantes

Este trabajo se inserta en una investigación más amplia en la que han participado 1.026 personas (600 mantenían una relación de pareja estable, 119 relación de amigos con beneficios, 53 relaciones casuales y 254 se declararon sin ningún tipo de relación). Estas fueron asignadas a diferentes estudios en función del vínculo afectivo y sexual que mantenían2 2 Se diferenciaban tres escalas, una a la que se dirigían los individuos que tenían una relación casual con una persona desconocida o poco conocida, otra destinada a los sujetos con una relación comprometida de noviazgo o matrimonio y la tercera para los que mantenían sexo con una persona amiga. . La pregunta inicial del estudio era: ¿Qué tipo de relación sexual es la que tiene actualmente? Los participantes recibieron una definición de amigos con beneficios extraída del estudio de Bisson y Levine (2009BISSON, M. A.; LEVINE, T. R. Negotiating a friends with benefits relationship. Archives of Sexual Behavior, New York, v. 38, n. 1, p. 66-73, 2009., p. 67): “cuando las personas que son amigos mantienen relaciones sexuales”. Esta contextualización fue clave para delimitar el aspecto amistad y diferenciarlo de una persona conocida con la que se mantiene una relación sexual. Del total de participantes, 119 indicaron estar implicados en una relación de amigos con beneficios.

Instrumento y procedimiento

El cuestionario constaba de las siguientes variables sociodemográficas: sexo, edad, orientación sexual, nacionalidad, nivel académico y estado civil; además de la dimensión relacionada con las conductas de riesgo, uso del preservativo, razones para no usarlo, consumo de alcohol y afección de ITS. La construcción del mismo ha sido coherente a la bibliografía revisada y se ha inspirado en los indicadores que han utilizado diferentes investigaciones, tales como Bisson y Levine (2009)BISSON, M. A.; LEVINE, T. R. Negotiating a friends with benefits relationship. Archives of Sexual Behavior, New York, v. 38, n. 1, p. 66-73, 2009., Lehmiller, Vanderdrift y Kelly (2011)LEHMILLER, J. J.; VANDERDRIFT, L. E; KELLY, J. R. Sex differences in approaching friends with benefits relationships. Journal of Sex Research, San Francisco, v. 48, n. 2-3, p. 275-284, 2011. y McGinty, Knox y Zusman (2007)MCGINTY, K.; KNOX, D.; ZUSMAN, M. E. Friends with benefits: women want “friends”, men want “benefits”. College Student Journal, Alabama, v. 41, n. 4, p. 1128, 2007.. Un grupo de nueve expertos en metodología y sexología realizaron una revisión crítica de los ítems3 3 Los académicos evaluaron cada ítem de acuerdo a dos propiedades, por un lado, el ajuste del ítem a la dimensión propuesta y, por otro, la claridad en la redacción del ítem. Se utilizó una escala Likert con el siguiente gradiente: 4 (se ajusta mucho/ muy claro); 3 (se ajusta bastante/ es bastante claro); 2 (se ajusta poco/es poco claro) y 1 (no se ajusta nada/no es nada claro). .

Para evaluar el apego se ha usado la Escala de evaluación de los estilos de apego para vínculos no románticos de Casullo y Fernández Liporace (2005)CASULLO, M. M; FERNÁNDEZ LIPORACE, M. Los estilos de apego: teoría y medición. Buenos Aires: JVC, 2005. 4 4 Este instrumento psicométrico incluye como novedad específica la evaluación del apego en dos contextos diferentes, el de los vínculos románticos y el de las díadas no románticas. La primera referida a los estilos de apego románticos consta de once ítems y la segunda se refiere a los vínculos no románticos y posee nueve reactivos. . Dicha escala cuenta con tres dimensiones: apego temeroso-evitativo, apego ansioso y apego seguro. Está compuesta por nueve ítems formato Likert con cuatro posiciones de respuesta -desde casi nunca hasta casi siempre.

La recogida de información se realizó mediante una encuesta en línea. Una vez construida y para tener una muestra diversa, se le dio difusión a través de tres medios con el objetivo de que acceda a ella el mayor número de personas mayores de 18 años. El primer medio que se utiliza es el Facebook de las investigadoras, el segundo es el correo electrónico, enviando el enlace a diferentes listas de direcciones de correo electrónico de asociaciones de jóvenes para que sea puesto en sus páginas web, y el tercero es a los profesores de las áreas de conocimiento de Ciencias Sociales y Jurídicas, Ciencias y Ciencias de la Salud de doce universidades españolas. Los profesores universitarios que colaboran con esta investigación divulgan en sus plataformas virtuales de aprendizaje el enlace de la encuesta para que sus estudiantes puedan acceder a ella y contestarla.

La encuesta se ha realizado en la plataforma SurveyMonkey. Para evitar la duplicidad de encuestas se han identificado los IP desde el que los participantes la respondían. Esta encuesta ha tenido la opción de grabar una dirección IP asociada con cada línea de datos. Los participantes recibieron información sobre este extremo, también sobre el objetivo de la investigación y sobre la institución responsable del estudio. Se les avisó que los datos recibidos se utilizarían únicamente por los responsables del estudio y para fines exclusivamente científicos. Además, se les comunicó que la participación era voluntaria, que la encuesta era totalmente anónima y confidencial, y se les instó a la sinceridad en las respuestas y al derecho a cancelar su participación en cualquier momento. Un requisito imprescindible para acceder al cuestionario era ser mayor de 18 años.

La duración del período de publicación de la encuesta fue de siete meses (julio de 2012 a febrero de 2013). Se estima un tiempo suficientemente amplio para que un número importante de personas tuviesen oportunidad de participar en la encuesta.

En relación al análisis estadístico, las comparaciones estadísticas entre las variables se realizaron mediante la prueba no paramétrica, U de Mann-Whitney, cuando la distribución de los datos no se ajustaban a una normal y se ha utilizado la t para comparar medias cuando la distribución de los datos se ajustaban a una curva normal, considerando significativas p≤ 0,05.

Resultados

Características de los participantes

Del universo total, 119 personas indicaron estar implicadas en una relación AMB. La muestra estuvo compuesta por 31 hombres (26,1%) y 88 mujeres (73,9%). El porcentaje de mujeres casi triplicó la de hombres lo que es coherente con el número total de mujeres y hombres participantes en el estudio global, 793 mujeres y 233 hombres. Atendiendo a estas cifras, la proporción de hombres y mujeres envueltos en AMB ha sido similar, 13,30 y 11,09% respectivamente.

Como se observa en la Tabla 1, la media de edad ha sido de 23,69 años. Respecto a la orientación sexual, casi todos los participantes se han definido como heterosexuales, sin diferencias significativas entes hombres y mujeres. Si se tiene en cuenta la nacionalidad, la mayor parte han sido españoles. En relación al estado civil, tanto hombres como mujeres, eran solteros en su mayoría. Atendiendo la titulación académica, la mayoría de los participantes tenían estudios superiores, sin diferencias notorias relacionadas con el género.

Tabla 1
Características de los participantes

Por último, en relación al número de relaciones de AMB que mantienen actualmente hombres y mujeres, se observa que a medida que aumenta el tiempo, del momento actual hasta el año, el número de relaciones simultáneas se incrementa tanto en hombres como en mujeres.

Uso del preservativo, infecciones de transmisión sexual y consumo de alcohol

Los resultados referidos a las conductas de riesgo, es decir, aquellas acciones que involucran peligro para el bienestar de la persona y que acarrean consecuencias negativas para su salud o comprometen aspectos de su desarrollo se describen en la Tabla 2.

Tabla 2
Uso del preservativo, infecciones de transmisión sexual y consumo de alcohol

En relación al uso del preservativo, la mayoría de los participantes lo han utilizado en sus relaciones sexuales, pero hay un porcentaje (29,9%) que no lo hace de forma consistente. En este caso, las razones mayoritarias han estado relacionadas con el displacer y la incomodidad, sin diferencias entre hombres y mujeres.

Con respecto a las ITS, aunque la mayoría no han sufrido ninguna, existen diferencias significativas relacionadas con el género, ya que son las mujeres las que padecen más ITS.

Por último, la presencia de alcohol también ha sido una práctica habitual mientras se practica sexo, pero en ellas el binomio sexo-alcohol es más intenso, sin llegar a ser esta diferencia estadísticamente significativa.

En definitiva, en relación a los resultados obtenidos, las mujeres parecen encontrarse en una situación de mayor riesgo que los hombres. Han usado el preservativo en menor medida que los varones, han ingerido más alcohol y han sufrido más ITS que los hombres (U=1143,500, p<0,05).

En la Tabla 3, si comparamos las conductas de riesgo entre AMB (n=119), relación de parejas estables (n=600) y relaciones sexuales casuales (n=53), observamos diferencias significativas entre los tres tipos de relaciones en el uso del preservativo, en haber sufrido infección de transmisión sexual y en haber consumido alcohol cuando se mantienen relaciones sexuales (en la prueba de Kruskal-Wallis, p=0,000; p=0,013 y p=0,000, respectivamente). No se encuentran diferencias estadísticamente significativas en relación a los motivos que expresan los participantes para no usar el preservativo (p=0,161).

Tabla 3
Porcentaje en uso del preservativo, infecciones de transmisión sexual y consumo de alcohol comparando amigos con beneficios con la relación pareja estable y relaciones sexuales casuales

Al comparar entre grupos el uso del preservativo, encontramos diferencias entre las relaciones pareja estable y AMB (U=28424,5; p=0,000); pareja estable y relaciones sexuales casuales (U=10527,5; p=0,000), AMB y relaciones sexuales casuales (U=2641; p=0,04). Es decir, a medida que la relación es menos estable y más esporádica el uso del preservativo es mayor. Aunque sigue habiendo un porcentaje interesante de personas que no usan el preservativo en sus relaciones sexuales.

Se observa que las infecciones de transmisión sexual aumentan a medida que las relaciones sexuales son menos estables. Las diferencias estadísticamente significativas se establecen entre las relaciones pareja estable y AMB (U=32831,5; p=0,03) y entre las relaciones pareja estable y relaciones sexuales casuales (U=14348,5; p=0,017), pero no se hallan diferencias entre AMB y relaciones sexuales casuales (U=2998; p=0,574).

Por último, si comparamos el consumo de alcohol cuando se mantienen relaciones sexuales, observamos que aumenta el consumo a medida que las relaciones son menos estables. Si comparamos entre grupos, se establecen diferencias estadísticamente significativas entre las relaciones pareja estable y AMB (U=287,7; p=0,000) y entre pareja estable y relaciones sexuales casuales (U=12477; p=0,002), pero no se hallan diferencias entre las relaciones AMB y relaciones sexuales casuales (U=2996,5; p=0,621).

Estilos de apego

Como se observa en la Tabla 4, el apego seguro ha sido levemente más importante. Los hombres mostraron una media más elevada en apego seguro, seguida de temeroso-evitativo y ansioso. Las mujeres por su parte han obtenido puntuaciones ligeramente mayores en el apego temeroso-evitativo, a continuación seguro y en menor medida ansioso. Comparativamente no se han hallado diferencias significativas relacionadas con el género.

Tabla 4
Estilos de apego

Discusión

Dadas las características de la muestra y la representatividad de la misma hay que tener cautela en la interpretación y generalización de los datos. Esta limitación que con la diversidad de relaciones que integra el marco general del sexo casual, lo novedoso de AMB y las transformaciones que están sufriendo las relaciones de pareja, exige estudiar cada una de estas realidades conectadas al mundo afectivo y sexual de los jóvenes, así como evidencia empírica que revalide los hallazgos. Además, un análisis exclusivamente cuantitativo es insuficiente para analizar la complejidad de esta relación que requiere de un examen cualitativo que dote de significado los hechos íntimos, sexuales y emocionales, característicos del vínculo relacional.

Amigos con beneficios es una realidad afectiva y sexual emergente en nuestro entorno y compartida por hombres y mujeres. Pese a que tradicionalmente se ha mantenido el gusto de los hombres por las parejas múltiples (Eshbaugh; Gute, 2008ESHBAUGH, E. M.; GUTE, G. Hookups and sexual regret among college women. Journal of Social Psychology, Philadelphia, v. 148, n. 1, p. 77-90, 2008.; Grello; Welsh; Harper, 2006GRELLO, C. M.; WELSH, D. P; HARPER, M. S. No strings attached: the nature of casual sex in college students. Journal of Sex Research, San Francisco, v. 43, n. 3, p. 255-267, 2006.; Lehmiller; Vanderdrift; Kelly, 2011LEHMILLER, J. J.; VANDERDRIFT, L. E; KELLY, J. R. Sex differences in approaching friends with benefits relationships. Journal of Sex Research, San Francisco, v. 48, n. 2-3, p. 275-284, 2011.), los resultados de este estudio son críticos con este estereotipo mantenido durante décadas, ya que el porcentaje de hombres y mujeres involucrados en AMB es similar. Además, se constata el carácter promiscuo de esta relación. Si bien, tanto ellos como ellas mayoritariamente mantienen exclusivamente este vínculo, existen ocasiones en que practican sexo con otros amigos de forma simultánea, acentuándose este hecho al ampliar el período de tiempo. Por tanto, se afianza el vínculo entre AMB, la poligamia y el riesgo que supone esta relación ocasional para la salud sexual, en términos de ITS (Weaver; MacKeigan; MacDonald, 2011WEAVER, A. D.; MACKEIGAN K. L.; MACDONALD, H. A. Experiences and perceptions of young adults in friends with benefits relationships: a qualitative study. The Canadian Journal of Human Sexuality, Toronto, v. 20, n. 1, p. 41-53, 2011.).

En relación al uso del preservativo, los hallazgos de este trabajo refuerzan la tesis de que la utilización del mismo es más probable con nuevos socios y disminuye a medida que las relaciones sexuales se vuelven estables en el tiempo (Paiva; Pupo; Barboza, 2006PAIVA, V.; PUPO, L. R; BARBOZA, R. O direito à prevenção e os desafios da redução da vulnerabilidade ao HIV no Brasil. Revista de Saúde Pública, São Paulo, v. 40, p. 109-119, abr. 2006. Suplemento.). Esta inconsistencia en la utilización del profiláctico es consonante con otros estudios (Chirinos; Bardales; Segura, 2006CHIRINOS, J. L.; BARDALES, O.; SEGURA, M. D. Las relaciones coitales y la percepción de riesgo de adquirir ETS/SIDA en adultos jóvenes varones de Lima, Perú. Cadernos de Saúde Pública, Rio de Janeiro, v. 22, n. 1, p. 79-85, 2006.; De Olalla, 2007DE OLALLA, P. G. Comentario. “Amigos con derecho a roce”. Gaceta Sanitaria, Barcelona, v. 21, n. 6, p. 479, 2007.; Weaver; MacKeigan; MacDonald, 2011WEAVER, A. D.; MACKEIGAN K. L.; MACDONALD, H. A. Experiences and perceptions of young adults in friends with benefits relationships: a qualitative study. The Canadian Journal of Human Sexuality, Toronto, v. 20, n. 1, p. 41-53, 2011.) que consideran que esta interferencia puede ser explicada por la confianza depositada en la otra persona. De este modo, el uso del condón puede depender de varios elementos. Por un lado, el tipo de vínculo, mediatizado por el conocimiento y la percepción que se tenga de la otra persona, también las motivaciones que llevan a involucrarse en estas relaciones. En este sentido, parece ser que en AMB dado su carácter híbrido de amistad, romance y relación casual, los sujetos más que placer sexual desean expresar amor y espacios de intimidad, por lo que se relajan en el uso del método preventivo (Gebhardt; Kuyper; Greunven, 2003GEBHARDT, W. A.; KUYPER, L.; GREUNVEN, G. Need for intimacy in relationships and motives for sex as determinants of adolescent condom use. Journal of Adolescent Health, California, v. 33, n. 3, p. 154-164, 2003.). También hay autores que mantienen que el uso del preservativo está directamente relacionado con el tipo de conductas sexuales que desplieguen los socios (Garrido; Fernández; Pedrola, 2008GARRIDO, J. M. F; FERNÁNDEZ, M. L.; PEDROLA, J. L. B. Prácticas sexuales de chicos y chicas españoles de 14-24 años de edad. Gaceta Sanitaria, Barcelona, v. 22, n. 6, p. 511-519, 2008.). Por tanto, ya que estos encuentros no siempre van de la mano de conductas coitales, se pueden subestimar los riesgos (Eshbaugh; Gute, 2008ESHBAUGH, E. M.; GUTE, G. Hookups and sexual regret among college women. Journal of Social Psychology, Philadelphia, v. 148, n. 1, p. 77-90, 2008.). No obstante, en este trabajo lo que aducen los sujetos para su “no uso” está relacionado con el displacer y la incomodidad, una motivación más que una actitud que encaja en una sociedad basada en la búsqueda inmediata de placer y satisfacción en la relación sexual (Montijo; López; Rodríguez, 2006MONTIJO, S. R.; LÓPEZ, J. A. P.; RODRÍGUEZ, D. M. Determinantes del uso inconsistente del preservativo en mujeres que tienen sexo vaginal, oral y anal. Anales de psicología, Murcia, v. 22, n. 2, p. 200-204, 2006.).

Pese a que es en la relación romántica en la cual el uso del preservativo es más laxo, el riesgo de padecer ITS es mayor en AMB, y cuando se mantiene sexo con personas desconocidas o poco conocidas. En este sentido, y aunque las tasas de ITS son bajas, el patrón inestable en el uso del condón es inefectivo en la prevención de ITS, acarreando dificultades en la salud sexual de los individuos. Además, estos resultados ponen de manifiesto la asociación entre el preservativo masculino como método anticonceptivo y no como preventivo, ya que, cuando mantienen una relación regular y estable son otros métodos los que sustituyen al preservativo masculino (Lameiras et al., 2004LAMEIRAS, M. R. et al. Creencias vinculada al uso del preservativo masculino en adolescentes españoles sexualmente activos. Universitas Psychologica, Bogotá, v. 3, n. 1, p. 27-34, 2004.). En definitiva, AMB no siempre va de la mano del uso de profilaxis en prácticas coito-anales y bucogenitales, lo que puede conllevar el riesgo de contraer una ITS (Garrido; Fernández; Pedrola, 2008GARRIDO, J. M. F; FERNÁNDEZ, M. L.; PEDROLA, J. L. B. Prácticas sexuales de chicos y chicas españoles de 14-24 años de edad. Gaceta Sanitaria, Barcelona, v. 22, n. 6, p. 511-519, 2008.). En términos de salud sexual, otro hecho especialmente relevante en cuanto a significatividad estadística y diferencias de género es que las mujeres hayan sufrido más ITS que ellos. Esta especial fragilidad es interpretada como una dificultad asociada a la pasividad sexual que los roles de género otorgan a las mujeres y la no exigencia a la pareja de medidas de protección.

La ingesta de alcohol es una práctica habitual en los tres contextos y sigue un patrón similar a las ITS, es decir, se agrava en las relaciones más efímeras, lo que ratifica que esta conducta se da preferentemente con nuevos socios, seguidos de parejas ocasionales y, a continuación, de parejas habituales (LaBrie et al., 2005LABRIE, J. et al. Effects of alcohol, expectancies, and partner type on condom use in college males: event-level analyses. Journal of Sex Research, San Francisco, v. 42, n. 3, p. 259-266, 2005.). En esta línea, hay que confirmar que la ingesta de etílico es un ingrediente común en la práctica de AMB. Este comportamiento está unido a múltiples efectos perjudiciales y la asunción de riesgos sexuales entre los que se encuentran el uso inconsistente del preservativo y las múltiples parejas en ambos sexos, observándose la asociación más fuerte en mujeres en comparación con los hombres (Owen; Fincham, 2011OWEN, J.; FINCHAM, F. D. Effects of gender and psychosocial factors on “friends with benefits” relationships among young adults. Archives of Sexual Behavior, New York, v. 40, n. 2, p. 311-320, 2011.). Estos resultados son consistentes con la literatura y, de nuevo, subrayan la mayor debilidad para la mujer, en el sentido de que al beber alcohol en exceso esta se desinhibe igual que el varón, pero, al mismo tiempo, corre más riesgos, ya que asume menos medidas de control o baja la guardia en tomarlas en relación a su comportamiento sexual (Becoña et al., 2008BECOÑA, E. et al. Razones para no aceptar una relación sexual en jóvenes que se divierten en contextos recreativos nocturnos en función del género y la embriaguez. Adicciones, Palma de Mallorca, v. 20, n. 4, p. 357-364, 2008., p. 363).

En cuanto al apego, no existen diferencias relacionadas con ser hombre o mujer y los resultados invitan a la siguiente reflexión. Aunque el apego seguro es levemente superior, por un lado, los hombres se caracterizan por un apego seguro, y las mujeres, pese a ser temerosas, muchas de ellas se muestran seguras. Este evento, por un lado, pone en entredicho los estudios que sugieren que los comportamientos sexuales de los sujetos con un apego seguro se producen en un contexto romántico, siendo menos propensos a tener relaciones sexuales casuales (Feeney; Noller, 2004FEENEY, J. A.; NOLLER, P. Attachment and sexuality in close relationships. In: HARVEY, J. H.; WENZEL, A.; SPRECHER, S. (Ed.). The handbook of sexuality in close relationships. Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum Associates, 2004. p. 183-201.). Además, desde el punto de vista de los estereotipos de género parece que se produce una convergencia entre ambos sexos. Es decir, los hombres para reforzar su masculinidad experimentan estas relaciones en las que se sienten a gusto, y la mujer, aunque todavía con mayor debilidad y miedos, empieza a emerger, renovada, segura de sí misma, con alta autoestima, confianza y con capacidad de disfrutar en ámbitos relacionales más efímeros. Es decir, en la actualidad, puede que el apego seguro no sea sinónimo de vincularse a relaciones románticas exclusivamente y no solo los hombres disfruten de los nexos más inestables y casuales. Si se analiza la ambivalencia de las mujeres (temerosas en ocasiones y otras veces seguras) se puede teorizar sobre el momento actual en lo cual interactúa lo tradicional con las transformaciones en los roles de género.

Este estudio refuerza la tesis de que el sexo que se establece en contextos no formales puede tener graves consecuencias en la salud de los individuos, por su asociación con el alcohol, la no utilización del preservativo y las posibilidades de contraer ITS (Eshbaugh; Gute, 2008ESHBAUGH, E. M.; GUTE, G. Hookups and sexual regret among college women. Journal of Social Psychology, Philadelphia, v. 148, n. 1, p. 77-90, 2008.). Aunque es en la relación romántica en la cual el uso del profiláctico es menor, las ITS y el abuso del alcohol son significativamente más intensos en los contextos informales. Estos riesgos que exhiben AMB requieren atención desde la salud pública. Además, pese a ser un formato relacional transgresor, ampara desigualdades conectados al género. Por un lado, los hombres, de acuerdo a los estereotipos masculinos, mantienen el gusto por la diversidad, consumen alcohol de forma acusada y son inconsistentes en el uso del preservativo. Por otro, una nueva generación de mujeres emerge en estas relaciones y converge hacia la igualdad de su participación en el rol de la conquista y de la práctica del sexo. Sin embargo, siguen ambivalentes en su capacidad de disfrutar de estas oportunidades sexuales novedosas, posiblemente influidas por lo que socialmente se espera de ellas, la fidelidad y la monogamia (Fernández Liporace, 2003FERNÁNDEZ LIPORACE, M. Autopercepciones sexuales y estereotipos de género en estudiantes terciarios y universitarios. Psicodebate. Psicología, Cultura y Sociedad, Buenos Aires, n. 4, p. 89-104, 2003.). Pero están expuestas a riesgos sexuales con la falta de uso de preservativo, exceso de consumo de alcohol y sobre todo en el padecimiento de ITS.

De este modo, es necesario el desarrollo de intervenciones de promoción de la salud sexual que reconozcan las asimetrías inherentes a los estereotipos de género y promuevan una sexualidad basada en relaciones igualitarias y la satisfacción de hombres y mujeres (Garrido; Fernández; Pedrola, 2008GARRIDO, J. M. F; FERNÁNDEZ, M. L.; PEDROLA, J. L. B. Prácticas sexuales de chicos y chicas españoles de 14-24 años de edad. Gaceta Sanitaria, Barcelona, v. 22, n. 6, p. 511-519, 2008.). En definitiva, entender los cambios en las prácticas sexuales y las diferencias de género puede aumentar la eficacia de los programas de intervención diseñados para reducir conductas de riesgo e ITS (González et al., 2007GONZÁLEZ, E. et al. Comportamientos sexuales y diferencias de género en adolescentes usuarios de un sistema público de salud universitario. Revista médica de Chile, Santiago de Chile, v. 135, n. 10, p. 1261-1269, 2007.).

Consideraciones finales

Este estudio permite concluir que se está asistiendo a llamativos cambios en los escenarios contemporáneos de las relaciones sexuales. Es imprescindible superar la dicotomía: relaciones comprometidas vs. relaciones sexuales ocasionales, ya que el universo amoroso/sexual y los comportamientos que influyen en la salud sexual de los individuos son complejos y cambiantes. Los AMB son un ejemplo claro de la metamorfosis actual, una relación de etiología confusa, a medio camino entre la relación romántica y el sexo casual que constituye un perfil único de relación con riesgos inherentes y específicos. Este carácter híbrido de AMB le confiere una especial vulnerabilidad, y es que a los riesgos asociados a su naturaleza ocasional y la búsqueda de placer sexual -la poligamia, el padecimiento de ITS y el alcohol- se le suman otras características de las relaciones estables -el uso inconsistente del preservativo vinculado a la intimidad psicológica que emana de la amistad y que provoca un uso irregular del mismo.

De esta forma, se corrobora que AMB tienen importantes implicaciones sociales y de salud, en la medida que entraña graves consecuencias para la salud sexual de mujeres y hombres. No obstante, la situación de la mujer es más complicada. Esta sustenta una posición ambigua, si bien, es una mujer más sexuada en sus relaciones, liberándose de la pasividad en la que ha estado encorsetada e implicándose en patrones relacionales abiertos, como AMB, hasta ahora ceñidos a lo masculino, pero igual que ellos son receptoras de consecuencias negativas como las ITS, además del consumo de alcohol y la no utilización del preservativo en sus relaciones sexuales, el que está asociado en general a un mayor displacer. A pesar de este cambio, en el cuanto al apego las mujeres han mostrado una ambivalencia, temerosas en ocasiones y otras veces seguras, pero son menos seguras que los hombres. Este panorama requiere la atención desde la salud pública, así como la puesta en marcha de estrategias de promoción de la salud sexual, abordando preventivamente estas prácticas de riesgo y reforzando la importancia de mantener conductas seguras desde una perspectiva de género.

Por último, indicar la necesidad de investigación empírica que continúe indagando en esta relación, y desde un prisma intercultural extender estos estudios a etnias y culturas diferentes en regiones diversas, que nos permita interpretar el posicionamiento de AMB en estas realidades socioculturales diversas.

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  • 1
    Son numerosos los términos usados para denominar el sexo casual. AMB es la sigla que se utiliza en este estudio para designar “amigos con beneficios”, el sexo en una relación de amistad en la cual los beneficios son amplios y no solo se circunscriben al ámbito estrictamente sexual. Esto es acorde a la literatura de carácter anglosajón en la cual proliferan los estudios de amigos con beneficios, y que para referirse a este marco sexual usan FWB.
  • 2
    Se diferenciaban tres escalas, una a la que se dirigían los individuos que tenían una relación casual con una persona desconocida o poco conocida, otra destinada a los sujetos con una relación comprometida de noviazgo o matrimonio y la tercera para los que mantenían sexo con una persona amiga.
  • 3
    Los académicos evaluaron cada ítem de acuerdo a dos propiedades, por un lado, el ajuste del ítem a la dimensión propuesta y, por otro, la claridad en la redacción del ítem. Se utilizó una escala Likert con el siguiente gradiente: 4 (se ajusta mucho/ muy claro); 3 (se ajusta bastante/ es bastante claro); 2 (se ajusta poco/es poco claro) y 1 (no se ajusta nada/no es nada claro).
  • 4
    Este instrumento psicométrico incluye como novedad específica la evaluación del apego en dos contextos diferentes, el de los vínculos románticos y el de las díadas no románticas. La primera referida a los estilos de apego románticos consta de once ítems y la segunda se refiere a los vínculos no románticos y posee nueve reactivos.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    Oct-Dec 2016

Histórico

  • Recibido
    21 Jun 2015
  • Revisado
    29 Ago 2016
  • Acepto
    05 Oct 2016
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