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Géneros, diversidad sexual y escritura corporal: una experiencia pedagógica con jóvenes en Bogotá

Gender, Sexual Diversity and Body Writing: An Educational Experience With Young People In Bogotá

Resumen

El presente artículo expone los resultados de una investigación cualitativa que buscó analizar las dinámicas de reconocimiento de la diversidad sexual y de género en un grupo de jóvenes que viven en Bogotá a partir de una experiencia pedagógica basada en la escritura corporal. Dicha investigación fue desarrollada a través de un estudio de caso realizado en 2019. Los resultados muestran la relevancia de la experiencia propuesta para el desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo del grupo de jóvenes acerca de la diversidad sexual y de género.

Géneros; Diversidad sexual; Pedagogía; Contexto educativo

Abstract

This article presents the results of a qualitative research that sought to analyze the dynamics of recognition of sexual and gender diversity in a group of young people from Bogotá, based on a pedagogical experience based on body writing. This research was developed through a case study conducted in 2019. The results show the relevance of the proposed experience for the development of critical and reflective thinking of young people about sexual and gender diversity.

Gender; Sexual diversity; Pedagogy; Educational context

Introducción

Expresar en el cuerpo la diversidad de género o manifestar públicamente una sexualidad diferente de la norma heterosexual resulta difícil en varios países de América Latina, principalmente en los últimos años con el crecimiento de los grupos fundamentalistas en el poder (Mariano, R.; Gerardi, D., 2019)1 1 Los autores afirman que, en los últimos años, los grupos fundamentalistas de seis países de Latinoamérica (Costa Rica, Paraguay, Venezuela, Colombia, México y Brasil) han adquirido visibilidad pública, poder religioso, mediático y político. En defensa de la familia y de la vida, estos grupos luchan por imponer el orden legal a los valores morales de la mayoría cristiana, emprendiendo cruzadas contra el aborto y un adoctrinamiento ideológico y de género en las escuelas. . En Colombia, país donde se ubica la investigación, esta dificultad se evidencia en los crímenes contra la diversidad sexual. Según la organización Colombia Diversa (2019)COLOMBIA Diversa. El prejuicio no conoce fronteras. Homicidios de lesbianas, gay, bisexuales, trans e intersex en países de América Latina y el Caribe 2014 – 2019. Colombia: Colombia Diversa, 2019 [http://colombiadiversa.org/colombiadiversa2016/wp-content/uploads/2018/07/A-0450_OS_baja-Informe-DDH.pdf].
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, en los últimos seis años fueron asesinadas 542 personas LGBT2 2 El término LGBT será utilizado para referirse al movimiento social que representa a las personas lesbianas, gays, bisexuales, travestis/transexuales/transgénero. Sin embargo, son reconocidas las múltiples nomenclaturas que se adoptan actualmente a fin de asegurar una mayor inclusión de las orientaciones sexuales y de las identidades de género diversas. en el país.

A pesar de los esfuerzos y resistencias de estas personas en las principales ciudades de Colombia, persisten en discursos conservadores sobre las categorías género y sexualidad en los más diversos contextos, como el familiar, el escolar y el religioso (Aranzazu; Montes, 2018ARANZAZU, L. M. H.; MONTES, G.G. Diversidad sexual en la escuela: estudio de caso colegio público de la ciudad de Manizales. Tesis de maestría, Universidad de Manizales, Manizales, Colombia, 2018 [http://ridum.umanizales.edu.co:8080/xmlui/handle/6789/3386].
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; Natividade; Oliveira, 2009NATIVIDADE, M.; OLIVEIRA, L. Sexualidades ameaçadoras: religião e homofobia (s) em discursos evangélicos conservadores. Revista Latino Americana, año 1, n. 2, 2009 [https://www.epublicacoes.uerj.br/index.php/SexualidadSaludySociedad/article/view/32/445].
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). En estos contextos se utiliza la legitimidad que brinda el orden heteronormativo para fijar (des)conocimientos que refuerzan la hipermasculidad, el sexismo, la misoginia y las concepciones moralistas que rechazan cualquier expresión de género y orientación sexual distanciadas de esta norma heterosexual.

No obstante, desde diversos movimientos intelectuales y políticos, como los estudios feministas, la teoría queer, los estudios de género con énfasis en la diversidad sexo-género y las marchas LGBT, es posible identificar cuestionamientos a este sistema, a las construcciones epistemológicas que lo soportan y a los contextos mencionados. En tierras colombianas, por ejemplo, los colectivos, los movimientos, y los sectores sociales y artísticos como Mujeres al borde, Colombia Diversa y el Colectivo Entre-tránsito buscan estructurar, potenciar y posibilitar otras formas de expresión referentes al género y la sexualidad, rompiendo paradigmas con el propósito de garantizar los derechos humanos para todos (Vidal-Ortiz; Viteri; Serrano Amaya, 2014). Particularmente, en Bogotá, actúa el Colectivo Sin Fronteras, integrado por un grupo de 20 jóvenes con edades entre los 14 y los 22 años, estudiantes y egresados del Colegio Clemencia Holguín de Urdaneta (IED) que está ubicado en la Localidad Rafael Uribe Uribe de Bogotá (localidad donde hay mayor discriminación por orientación sexual en la ciudad, según la Línea Técnica de Planeación de Política Pública LGBTI, 2017LÍNEA Técnica de Planeación de Política Pública LGBTI. Línea Técnica de Planeación de Política Pública LGBTI. Sector Gobierno. Colombia, Alcaldía Mayor de Bogotá, 2017 [http://www.sdp.gov.co/sites/default/files/linea_tecnica_sector_gobierno_0.pdf].
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). Este grupo, desvinculado da figura do Estado como interlocutor (Facchini; Carmo; Lima, 2020), busca cuestionar las normas patriarcales dominantes de género y sexualidad y tiene por intención promover las nuevas masculinidades y feminidades. Sus acciones, activismo y talleres se direccionan al replanteamiento de los patrones de género, en particular a los de la masculinidad, y se orientan a la comunidad estudantil del colegio. Los talleres, por ejemplo, son diseñados para suscitar la transformación de pensamientos machistas a partir del cuerpo.

Las prácticas corporales funcionan como una clave pedagógica que intenta visualizar la potencia que se ejercen desde lo corporal. De acuerdo con la dimensión simbólica del cuerpo, estas prácticas son símbolos corporales, es decir, modos de decir del cuerpo más allá de la concepción biológica; nos orientan para pensar a partir de lo nuevo, de lo afectivo, de lo sensorial y de la experiencia (Gallo, 2014GALLO, L. E. Expresiones de lo sensible: lecturas en clave pedagógica. Educ. Pesqui, año 1, n. 40, 2014 [http://www.scielo.br/scielo.php?pid=S1517-97022013005000027&script=sci_abstract&tlng=es].
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; García Suárez, 2001GARCÍA SUÁREZ, C. I. La pedagogía del cuerpo como bastión del género. Nómadas, año 1, n. 14, 2001 [https://www.redalyc.org/pdf/1051/105115268011.pdf].
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). Lo anterior establece un vínculo con el trabajo planteado por el Colectivo Sin Fronteras, el cual desde 2005 ejecuta el Proyecto Sin Fronteras en el IED, con el que promueve talleres sobre nuevas masculinidades y feminidades por medio de la pintura corporal, abrazos y besos entre las personas del mismo género, entre otras acciones. El Colectivo, conformado por un grupo de jóvenes que viven en Bogotá, actúa de forma independiente y comparte de forma pública las diferentes formas de expresión de sus subjetividades por medio del cuerpo. Este Colectivo hace parte de las propuestas creativas de las nuevas generaciones, con las que las personas jóvenes influencian a otras a través de acciones prácticas, en este caso, con el fin de promover las nuevas masculinidades y feminidades desde lo corporal. De esta manera, se trata de un proyecto colectivo de construcción de las subjetividades orientadas hacia la desnaturalización de la expresión de género socialmente aceptada.

Con esta base, el interés por las actividades del Colectivo Sin Fronteras partió de la cercanía que estas presentan con los proyectos realizados en Brasil por el investigador y autor del presente artículo. El autor, homosexual oriundo del nordeste brasileño (localidad donde se concentra el mayor número de asesinatos por homofobia en el país, según el Grupo Gay da Bahia, 2018GRUPO Gay da Bahia. Relatório 2018: mortes violentas de LGBT+ no Brasil, 2018 [https://grupogaydabahia.files.wordpress.com/2020/03/relatorio-2018.pdf].
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) y graduado en letras y teatro, desde 2014 realiza talleres, cursos y eventos artísticos LGBT, involucrando la escritura corporal con los temas de género y sexualidad. Estas acciones fueron ejecutadas en los más variados contextos educativos, como escuelas públicas e instituciones para la población jóven en situación de conflicto.

El interés también se fundamenta en la identificación de la poca producción académica con respecto a los procesos de reconocimiento de la diversidad sexual y de género que involucran el cuerpo como instrumento de aprendizaje en colectivos de nuevas masculinidades. En efecto, en la literatura académica hay una gran variedad de estudios sobre los procesos de reconocimiento, los cuales no enfatizan en las actividades prácticas (Fraser, 1997FRASER, N. La justicia social en la época de la política de la identidad: redistribución, reconocimiento y participación. CIJUS: Universidad de los Andes, Colombia, 1997 [http://www.trabajo.gob.ar/downloads/cegiot/08ago-dic_fraser.pdf].
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; Louro, 2004LOURO, G. L. Um corpo estranho: ensaios sobre sexualidade e teoria queer. Belo Horizonte, BR, Autêntica, 2004 [http://journals.openedition.org/rccs/879].
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). No obstante, se destacan algunas excepciones como los trabajos de Altmann (2003)ALTMANN, H. Orientação sexual em uma escola: recortes de corpos e de gênero. cadernos pagu (21), Campinas, SP, Núcleo de Estudos de Gênero-Pagu/Unicamp, 2003 [https://doi.org/10.1590/S0104-83332003000200012].
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y García Suárez (2007)GARCÍA SUÁREZ, C. I. Diversidad sexual en la escuela: dinámicas pedagógicas para enfrentar la homofobia. Bogotá, Sin Indiferencia, 2007 [https://fundacionexe.org.co/wp-content/uploads/2016/centroderecursos/Cartilla%20diversidad%20sexual%20en%20la%20escuela.pdf].
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que, desde enfoques posestructuralistas y feministas, abogan por el reconocimiento de las identidades y las expresiones de género por medio de las prácticas pedagógicas. Estos autores discuten la humanización de la población LGBT a partir de ejercicios educativos, además de la necesaria transformación de las relaciones sociales de género naturalizadas. Sin embargo, los trabajos referidos no abordan de manera situada el cuerpo para comprender los procesos de reconocimiento de la diversidad sexual y de género por parte de la juventud. A pesar de ello, las contribuciones teóricas y metodológicas en el campo del género y la diversidad de dichos trabajos se convirtieron en un insumo significativo para el abordaje de esta investigación. Así, surgió la idea de un trabajo colaborativo con el Colectivo Sin Fronteras para la realización de un taller de escritura corporal dirigido a las personas jóvenes que participan del Proyecto Sin Fronteras en el IED.

Cabe señalar que se entiende la escritura corporal, eje conceptual de esta investigación, como el hecho de escribir frases o expresiones gráficas en alguna parte del cuerpo acordada por las personas participantes, y que permite incorporar los textos sociales y hacerlos vivos en la vida cotidiana (Chiriboga Ante, 2002CHIRIBOGA ANTE, M. J. El tatuaje como picto-escritura corporal: identidades basadas en la sensibilidad. Tesis de maestría, Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, Ecuador, 2002 [http://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/2732/1/T0197-MEC-Chiriboga-El%20tatuaje.pdf].
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). Así, la combinación de esta expresión artística con la pedagogía del cuerpo (García Suárez, 2001GARCÍA SUÁREZ, C. I. La pedagogía del cuerpo como bastión del género. Nómadas, año 1, n. 14, 2001 [https://www.redalyc.org/pdf/1051/105115268011.pdf].
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; Louro, 2000LOURO, G. L. O corpo educado: pedagogias da sexualidade. 2.ed. Belo Horizonte, BR, Autêntica, 2000. Tradução: Tomaz Tadeu da Silva.; Planella, 2016)3 3 La pedagogía del cuerpo implica prácticas y estrategias formativas que promueven la reflexión sobre el cuerpo propio y sobre la relación entre este y los demás. Esta pedagogía es una actuación que permite explicitar maneras de despertar al educando, no dejarlo dormido, darle la palabra y, en cierta forma, permitirle circular. , para discutir los temas de género y sexualidad, es lo que se denomina en este artículo como experiencia pedagógica, o taller de escritura corporal.

En el taller, elaborado por el investigador y aplicado por dos integrantes del Colectivo, la escritura corporal fue utilizada como herramienta para comprender el proceso de reconocimento de la diversidad sexual y de género, dando lugar a las personas y los cuerpos que expresan sus comprensiones, alteridades y descubrimientos (Calmels, 2014CALMELS, D. El cuerpo en la escritura. Buenos Aires, AR: Biblos, 2014.). Conviene decir que las actividades propuestas se apoyaron en las acciones previas del Colectivo4 4 El grupo realiza, desde 2005, acciones de pintura corporal y manifestaciones de afecto entre personas del mismo género. , para lograr así una mayor cercanía con las personas participantes.

En tal sentido, el presente trabajo pretende brindar una respuesta al siguiente interrogante: ¿Cómo un grupo de jóvenes que viven en Bogotá puede reconocer la diversidad sexual y de género a partir de una experiencia pedagógica basada en la escritura corporal? Asimismo, tiene como objetivo principal analizar las dinámicas de reconocimiento de la diversidad sexual y de género en un grupo de jóvenes de esta ciudad a partir de una experiencia pedagógica basada en la escritura corporal. Este propósito se desagrega en los siguientes objetivos específicos: reconocer las concepciones del grupo de jóvenes sobre la diversidad sexual y de género; identificar los aprendizajes y habilidades que la propuesta de intervención desarrolla en estos, y, por último, evidenciar qué efectos puede generar en el grupo la experiencia de escritura corporal.

Para responder la pregunta y alcanzar los objetivos, en 2019 se desarrolló un estudio de caso que se apoyó en la combinación de tres técnicas cualitativas: el taller de escritura corporal, la observación participante y el grupo focal. Este artículo presenta los resultados del estudio con base en la siguiente estructura: en la primera parte presenta los aspectos teóricos; en la segunda parte se presentan los resultados y se entabla una discusión a luz de la teoría adoptada. Todo ello termina con las consideraciones finales sobre el proceso de reconocimiento de la diversidad sexual y de género.

1.Géneros, sexualidades y prácticas pedagógicas en el cuerpo: algunas reflexiones conceptuales

Resulta importante reconocer que social y culturalmente los géneros y las sexualidades son construidas e identificadas a partir de una forma hegemónica establecida por el sistema sexo- género. Con base tanto en los estudios feministas, representados en este documento por teóricas como Judith Butler (2003)BUTLER, J. Problemas de gênero: feminismo e subversão da identidade. Rio de Janeiro, BR, Civilização Brasileira, 2003. que problematiza la correlación entre sexo y género e indica que el sexo no es natural, sino discursivo y cultural, como también en los aportes ofrecidos por la teoría queer y los estudios centrados en la diversidad sexual (Goellner, 2010GOELLNER, S. A educação dos corpos, dos gêneros e das sexualidades e o reconhecimento da diversidade. Cadernos de Formação, año 1, n. 20, 2010 [http://revista.cbce.org.br/index.php/cadernos/article/view/984].
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; Guerreiro, 2014; Weeks, 1996WEEKS, J. The body and sexuality. In: HALL, S. et alii (org.). Modemity. An introduction to modem societies. Londres, Blackwell, 1996.), esta investigación acepta la idea de que toda persona puede construir para sí una autodefinición con respecto a su cuerpo, su sexo, su género y su orientación sexual, como también valorar las formas de identificación de otras personas (Esteban, 2013ESTEBAN, M. L. Antropología Del Cuerpo: Género, Itinerarios Corporales, Identidad Y Cambio. Barcelona. ES, Ediciones Bellaterra, S.L., 2013.).

En esta línea, Butler (1997)BUTLER, J. Excitable speech: a politics of the performative. New York, Routledge, 1997. cuestiona la artificialidad de los estereotipos de género y afirma que el género no es una categoría fija y prediscursiva, sino una construcción basada en actos repetidos y estilizados de la persona generizada. Estas prácticas o actos performativos configuran las identidades dominantes, pero también pueden producir otras identidades de género no heteronormativas. La producción de estas otras identidades es lo que comúnmente llamamos de diversidad de género. Esta diversidad pone en riesgo los principios básicos de la institucionalidad, en este caso, la heterosexualidad normativa (Caldas et. al., 2012; Castelar; Lozano García, 2018CASTELAR, A. F.; LOZANO GARCÍA, J. A. Reconocimiento de la diversidad sexual en la escuela: algunas paradojas. CS, año 1, n. 25, 2018 [https://www.icesi.edu.co/revistas/index.php/revista_cs/article/view/2220/3443].
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). La idea de diversidad sexual y de género desestructura la norma vigente y ha ganado una mayor fuerza en las últimas décadas. Así, es posible observar una sociedad civil cada vez más informada en estos campos, que exige más democracia cultural y participación política; este es quizás uno de los fenómenos de mayor relevancia política en temas de género y sexualidad que se pueden identificar en las sociedades contemporáneas. En este sentido, Andreu (2012) afirma que la noción de diversidad sexual es el resultado de actos de resistencia política. El autor sugiere que el concepto de diversidad sexual reemplaza los viejos conceptos de desviaciones sexuales y que indica un avance democrático en el marco de los derechos humanos. Como consecuencia de este progreso surge la necesidad, impulsada principalmente por los grupos, colectivos, movimientos sociales y activistas, de considerar el reconocimiento de la diversidad sexual y de género como una forma de descontinuar la dominación patriarcal. Asimismo, Feria (2013)FERIA, R. C. Sexualidades bajo control: política, ciencia, religión y diversidad sexual. In: RÍO, J. M. V.; ANDRADE, P. V.; MACARRO, M. J. M. (org.). Sexualidades: represión, resistencia y cotidianidades. Sevilla, ES, Aconcagua Libros, 2013 [https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5371331].
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afirma que no es posible entender el reconocimiento sin tener en cuenta el papel que desempeñan los movimientos sociales. De este modo, se percibe que sin los movimientos políticos, los grupos y los colectivos que visibilizan otras identidades de género y orientaciones sexuales sería imposible hablar de reconocimiento.

Los movimientos políticos, las organizaciones, los colectivos y los grupos activistas analizan la realidad social y construyen propuestas para hacer efectivo el reconocimiento de estas minorías. Trabajando en red, construyen acciones colectivas que actúan como resistencia a la exclusión y luchan por la inclusión social. Estos movimientos han construido representaciones simbólicas afirmativas a través de los discursos y las prácticas sobre el reconocimiento. El término reconocimiento se puede comprender entonces como una estrategia que fomenta el encuentro con el otro y celebra la diferencia (Castelar; Lozano García, 2018CASTELAR, A. F.; LOZANO GARCÍA, J. A. Reconocimiento de la diversidad sexual en la escuela: algunas paradojas. CS, año 1, n. 25, 2018 [https://www.icesi.edu.co/revistas/index.php/revista_cs/article/view/2220/3443].
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). Sin embargo, es necesario advertir que este término también presenta una contradicción, puesto que, para existir reconocimiento se hace necesario que actores en situación de privilegio reaccionen de forma positiva frente al subordinado, no solo en una perspectiva académica, sino también en la identitaria (Hernàndez I Dobon, 2008).

La perspectiva adoptada en este artículo se sitúa en la valoración de la diferencia por medio de las acciones pedagógicas, en especial en aquellas en las que se utiliza el cuerpo como instrumento para discutir y fomentar los temas de género y sexualidad. A continuación, se sintetizan tres ideas relativas a los procesos de reconocimiento que justifican la relación entre la diversidad sexual y de género, y la experiencia pedagógica basada en la escritura corporal. Estas ideas fueron inspiradas en el trabajo de Guerrero (2014)GUERRERO, C. Z. Proceso de reconocimiento de la orientación sexual homosexual en estudiantes de una universidad pública. Psicogente, año 22, n. 41, 2014 [http://revistas.unisimon.edu.co/index.php/psicogente/article/view/3310].
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, quien analiza el proceso de reconocimiento de la orientación sexual homosexual en estudiantes gays y lesbianas de una universidad pública de la ciudad de Pasto, Colombia.

En primera instancia, el proceso de reconocimiento comienza en la interacción, que permite el intercambio de reflexión mutua (Butler, 1997BUTLER, J. Excitable speech: a politics of the performative. New York, Routledge, 1997.). Este intercambio es posible con el cuerpo, ya que es a través de él que percibimos el mundo y podemos conectarnos con el otro. El cuerpo es mucho más que un conjunto de músculos, huesos, vísceras, reflejos y sensaciones; es un espacio simbólico, de posibilidades, que puede ser reinventado (Merleau-Ponty, 1999; Goellner, 2010GOELLNER, S. A educação dos corpos, dos gêneros e das sexualidades e o reconhecimento da diversidade. Cadernos de Formação, año 1, n. 20, 2010 [http://revista.cbce.org.br/index.php/cadernos/article/view/984].
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; Manso; Caldas, 2013MANSO, R.; CALDAS, H. Escrita no corpo: gozo e laço social. Ágora: Estudos em Teoria Psicanalítica, ano 1, n. 16, 2013 [http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=376534590008].
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). Hay diversas maneras de reinventarlo, a través de los tatuajes, de los piercings, del arte, de la escritura y de la educación (desde una dimensión simbólica). Con respecto a la última, los cuerpos pueden ser utilizados para fomentar la reflexión sobre los géneros, las diferencias sexuales, las discriminaciones y los estereotipos relacionados con las personas LGBT. Teniendo en cuenta los discursos difundidos por los contextos institucionales, como el familiar y el religioso, así como las opresiones y subordinaciones de la comunidad LGBT, las descripciones peyorativas y las concepciones sexualizadas (Scott, 1998), reconocer en la otra persona a alguien con quien interlocutar, de manera válida, se convierte en la idea fundamental del aprendizaje en diversidad, pues implica despertar un interés por lo desconocido y, con ello, superar el etnocentrismo, fomentando el autoconocimiento justo a través del aprendizaje de lo desconocido (Rovetto; Simelio, 2012).

En la segunda idea, el reconocimiento se produce cuando las representaciones del cuerpo generizado se deconstruyen para construir la idea de un cuerpo diverso, auténtico, utilizado para proyectar y celebrar una identidad, para la expresión estética y para la adquisición de conocimientos, autoconocimiento y conocimiento del otro (Hermann, 2005HERMAN, N. Ética, Estética e Educação: uma relação que ressurge. In: Hermann, N. (org.). Ética e estética: a relação quase esquecida. Porto Alegre, BR, EDIPUCRS, 2005 [http://www.pucrs.br/edipucrs/digitalizacao/colecaofilosofia/eticaeestetica.pdf].
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; Weeks, 1996WEEKS, J. The body and sexuality. In: HALL, S. et alii (org.). Modemity. An introduction to modem societies. Londres, Blackwell, 1996.). Este cuerpo también puede ser reconstruido por las palabras, las cuales reflejan lo que existe y crean lo inexistente, teniendo el poder de renombrarlo, reclasificarlo y redefinirlo. Este conjunto de signos que conforman esta reconstrucción puede operar tanto a nivel colectivo como individual (Farina, 2005FARINA, C. Arte, Cuerpo y Subjetividad. Estética de la formación y pedagogía de las afecciones. Tesis Doctoral, Universidad de Barcelona, Barcelona, España, 2005 [https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=3619].
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; García, 2008GARCÍA, J. Cuerpos Escritos: el cuerpo referente, fuente y escritura. In: FIORINI, L. G. (org.). El cuerpo: lenguajes y silencios. Buenos Aires, AR, Lugar Editorial, 2008.).

Desde estas concepciones se entiende la habilidad que tiene el ser humano para cultivar una conciencia de su propio cuerpo y de otros. Esta capacidad puede ser promovida a través de la sensibilización sobre la piel y del aprendizaje a través de una experiencia pedagógica basada en la escritura corporal. Ferreira (2007)FERREIRA, V. S. Política do corpo e política de vida: a tatuagem e o body piercing como expressão corporal de uma ética da dissidência. Etnográfica, ano 11, n. 2, 2007 [http://www.scielo.mec.pt/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0873-65612007000200001].
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señala que si es en el cuerpo donde se experimenta y se vive el control social, es también en la superficie de la piel donde algunos encuentran un espacio suave disponible para la proyección y la lucha por la construcción y el reconocimiento de una identidad imaginada como singular, auténtica y emancipada, extendida en un estilo de vida que escapa a la normatividad impuesta. Así, la piel sería un lugar de conformación y confrontación social, de control y resistencia, de autoridad y subversión, de moderación y exceso, de disciplina y transgresión, de poder y evasión, de reproducción e innovación, de experiencia y aprendizaje.

Finalmente, el proceso de reconocimiento implica la aceptación de la legitimidad de los cuerpos y la convivencia entre los que son diferentes. Según Goellner (2010)GOELLNER, S. A educação dos corpos, dos gêneros e das sexualidades e o reconhecimento da diversidade. Cadernos de Formação, año 1, n. 20, 2010 [http://revista.cbce.org.br/index.php/cadernos/article/view/984].
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, reconocer la diversidad significa aceptar la idea de que ser diferente no significa ser desigual, porque, en nombre de estos marcadores identitarios, muchas personas han sido excluidas de diversos derechos sociales. Además, las cuestiones relacionadas con el género y la sexualidad necesitan ser corporeizadas en la humanidad, evitando el abordaje a partir de lo que se entiende como normal, deseable y aceptable. Una forma de romper estas compresiones, así como de promover la aceptación digna y la convivencia, es a través de las experiencias pedagógicas que actúen en el campo de las prácticas corporales y busquen alertar sobre la necesidad de reconocer la pluralidad sexual y de género y, de esta manera, fomentar la conciencia reflexiva, donde esta reflexivibilidad, de acuerdo con Merleau-Ponty (1999), nos posibilite visibilizar nuestros y otros cuerpos, así como ser visibles para otros, estableciendo también una forma de abrirse al mundo, de percibirlo y reconstruirlo: “el mundo no es lo que pienso, sino lo que vivo, estoy abierto al mundo, comunico indudablemente con él, pero no lo poseo, es inagotable” (Merleau-Ponty, 1999:16).

Es importante destacar que, tanto para Merleau-Ponty como para Butler, el cuerpo no es sólo una construcción histórica, sino un abanico de posibilidades continuamente realizables que adquieren significado a través de sus experiencias concretas. Sin embargo, Butler no está de acuerdo con que el cuerpo sea sólo materia fática. Para la filósofa, no somos sólo un cuerpo dispuesto entre otros. El cuerpo se hace (Butler, 1988:521).

De este modo, el reconocimiento de la diversidad sexual y de género se manifiesta a nivel de las interacciones, las percepciones y las legitimaciones en contextos específicos, como también en formas de trabajo en red que permiten la visibilidad de las minorías sexo/género, articulando múltiples grupos que atraviesan las esferas pública y privada. Con esta base, las siguientes sesiones de este artículo buscan analizar las formas de reconocimiento de la diversidad sexual y de género en un grupo de jóvenes, a partir de una experiencia pedagógica (esfera pública) basada en la escritura corporal (esfera privada).

2. Práticas, discusiones y reflexiones: el resultado de la experiencia pedagógica con jóvenes

En esta sección se presentarán los resultados obtenidos durante cada sesión del taller de escritura corporal (tres sesiones en total). Estos expondrán extractos de las declaraciones de las personas participantes, orales y escritas, junto con una sucinta descripción de las actividades y referencias a las observaciones de campo. Cabe resaltar que, en las sesiones mencionadas, las personas participantes fueron identificados con los nombres de los barrios de Bogotá, los espacios culturales y las estaciones de la localidad Rafael Uribe Uribe (Bogotá) en donde se encuentra el colegio en el cual se realizó la presente investigación. Esta denominación fue una decisión colectiva, como forma de proteger la identidad de todas las personas involucradas. Solamente se mantuvieron los nombres de los talleristas del Colectivo Sin Fronteras y los nombres de los demás colaboradores de la investigación, con la excepción de tres pasantes de psicología de la Universidad Javeriana que estaban presentes en el espacio y que fueron nombradas como Javi, Very y Ana.

2.1 Primera sesión: acercamientos iniciales sobre el tema

El primer día del taller comenzó con la presentación y el rol de los responsables de las actividades: El autor del presente artículo, investigador y observador participante; Nicolás Chávez y Vicent Martínez, los facilitadores del taller (Colectivo Sin Fronteras). A continuación, se recogió el consentimiento informado que fue entregado por el Colectivo al grupo de jóvenes, en sus encuentros anteriores al taller, y se explicó la acción: un taller de escritura corporal para discutir los procesos de reconocimiento de la diversidad sexual y de género.

Enseguida, los facilitadores ejecutaron la primera acción: una presentación de cada participante a través de una dinámica de grupo donde todos se presentaban con el nombre de la persona que estaba a la derecha. En este momento se observó que todos en el grupo de jóvenes se divertían con sus nuevos nombres, principalmente los chicos que adoptaron los nombres femeninos. Sobre esta actividad la joven Claret al final señaló: “Creo que nadie está preparado para que lleguen y te hagan así ¡pam!, tu nombre es este, así de una. Pero si a ti te llevan a un proceso, poco a poco, el cambio va a ser más fácil” (Claret, participante, primera sesión del taller, 19 de septiembre de 2019). Por su parte, Nicolás Chávez, afirmó: “Recibir el nombre que no es el de nosotros, que es ajeno, es nuevo […] ¿Cómo me llamo?, ¿quién soy? Fuera de chiste, pero a mí me surgió esa pregunta ¿Quién soy?” (Nicolás Chávez, facilitador del taller, tercera sesión del taller, 26 de septiembre de 2019).

A continuación, los facilitadores propusieron una actividad donde cada participante, uno a la vez, debía escribir en la pizarra su nombre propio de manera horizontal y agregar alguna palabra relacionada con la diversidad en alguna intersección vertical, a partir de una de las letras del nombre. La regla principal era conectar los nombres propios y las palabras referentes a la diversidad en las propuestas ya expuestas en el cuadro, formando así un crucigrama. De este juego surgieron las siguientes palabras asociadas con diversidad: Locura, cooperación, creatividad, vida, género, amabilidad, alma, sexualidad, música, diversión, equilibrio, alegre, libertad, comunicación y letal.

Posteriormente, se propuso la formación de cuatro equipos en el espacio. Cada grupo recibió una de las letras relacionadas con la sigla LGBT y el reto de realizar la escritura corporal en una de las personas integrantes. El grupo tenía que escribir la mayor cantidad de palabras, ideas o conceptos asociados a esta letra en el cuerpo de una persona del equipo, durante cinco minutos. Transcurrido este tiempo, cada equipo escribió en un papel las expresiones registradas en dicho cuerpo, donde se destacaron las siguientes: Letra L - lástima, tijeras, se entienden mejor, orgasmo, inapropiado, arrecha, lujuria, arepera, puta, aprovecha, bruja, promiscua, endemoniada, anormal, no le dieron bien; Letra G – libertad, represión, fiesta, homofobia, aceptación, alegría, ganas, diferente, distinto, persona, cambio, libertinaje, terco, gusto; Letra B – diferente, libertad, diversión, decisión, realidad, rechazo, encajar, sentimientos, aceptación, empoderado, equilibrio, contras, revolución; Letra T - resistencia, transfobia, sentir, cambiar, hormonas, tacones, confusión, operación, travesía, trans, transgénero, transexual, travesti.

Por último, los facilitadores discutieron sobre las actividades de aquel día. Se percibió que el grupo de jóvenes parecía estar adaptado a la propuesta de escritura corporal, así como a la presencia de personas externas al proyecto. Este demostró espontaneidad al interactuar entre sí, con los facilitadores y con el investigador. Es importante resaltar también que en ningún momento pareció apático, indispuesto o participando en conversaciones paralelas.

Durante las discusiones, se evidenciaron las palabras ofensivas direccionadas especialmente al término lesbiana. Una de las jóvenes afirmó: “Yo en un momento me sentí agredida por parte del compañero acá, que la primera palabra de él fue lástima y el primer comentario que votó fue diciendo que lástima que las mujeres más buenas sean las lesbianas” (Claret, participante, primera sesión del taller, 19 de septiembre de 2019). Cuando se preguntó la razón, una de las participantes alegó falta de comprensión de las instrucciones, y también señaló: “A mí en lo personal se me vino a la cabeza arepera (manera ofensiva de referirse a las lesbianas en Colombia) (…) Independientemente de la construcción que tengamos cada quién, son cosas que escuchamos en nuestro diario” (Very, participante, primera sesión del taller, 19 de septiembre de 2019).

Esta afirmación, sobre los discursos en la cotidianeidad, se relaciona con un ejemplo manifestado posteriormente en el grupo focal sobre las elecciones para la alcaldía de Bogotá en 2020: “El día de las elecciones, yo estaba en la casa de mi madrina. Pues ella es muy de eso, de política, e iba por Miguel Uribe. Pues ella estaba hablando por teléfono con una amiga y dijo así: ahora que ganó esta lesbiana como se le va a decir: ¿alcaldesa o alcalde”5 5 A finales de 2019 fue electa Claudia López no solo como primera mujer en la alcaldía de Bogotá, sino además mujer lesbiana. (Santa Lucía, participante, grupo focal, 30 de octubre de 2019).

Los relatos manifestados en esta primera sesión dan una idea de cómo estas personas participantes conocen, piensan y construyen sus discursos relacionados con la diversidad sexual y de género. A través de la observación y los diálogos posteriores a las actividades, se constató que los relatos de las personas participantes se fundamentan en un conjunto cultural de ideas y normas locales, como también en las habilidades adquiridas durante los encuentros propuestos por el Colectivo Sin Fronteras. Estas ideas y normas locales evidencian imaginarios de género y sexualidad excluyentes y discriminatorios, pese a que algunos del grupo de jóvenes ya llevan un proceso de formación con el Colectivo. Ello de cuenta del peso de la cultura y se manifiesta más claramente en el caso de lesbiana (por la carga del machismo), pero también de manera más sutil en las otras palabras (ej. libertinaje en el caso de gay).

Teniendo en cuenta los riesgos que la diversidad de los cuerpos LGBT proporciona a la heteronormatividad, se entiende la razón de la clasificación y deshumanización de estos, como se ejemplificó en las concepciones anteriormente descritas. Para Weeks (1996)WEEKS, J. The body and sexuality. In: HALL, S. et alii (org.). Modemity. An introduction to modem societies. Londres, Blackwell, 1996. el cuerpo es visto como el tribunal del juicio final, específicamente, debido a quiénes somos o en qué podemos convertirnos. El autor pregunta: ¿Por qué razón nos preocupa tanto saber si los deseos sexuales, ya sean heterosexuales u homosexuales, son innatos o adquiridos? ¿Por qué estamos tan preocupados por saber si el comportamiento generificado corresponde a los atributos físicos? Estas interrogantes se dan solo porque todo lo demás en el mundo es tan incierto que necesitamos el juicio que los cuerpos, aparentemente, pronuncian.

Sin embargo, es posible utilizar este mismo cuerpo juzgado y generificado para discutir cuestiones sobre el género y la sexualidad y así construir nuevas percepciones, conforme se observó en las actividades de investigación. Según Merleau-Ponty (1999), percibimos el mundo con nuestro cuerpo, es decir, el cuerpo es el vehículo del ser-del-mundo. Poseer un cuerpo es, para un viviente, conectar con un medio definido, confundirse con ciertos proyectos y comprometerse continuamente con ellos. Para Goellner (2010)GOELLNER, S. A educação dos corpos, dos gêneros e das sexualidades e o reconhecimento da diversidade. Cadernos de Formação, año 1, n. 20, 2010 [http://revista.cbce.org.br/index.php/cadernos/article/view/984].
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un cuerpo no es sólo un cuerpo, es también su entorno. El cuerpo es un sinfín de posibilidades, siempre reinventadas y siempre en proceso de ser descubiertas. Esto se confirma en las reinvenciones, los aprendizajes y las habilidades evidenciadas en y por el grupo de jóvenes, a partir del taller de escritura corporal.

2.2 Segunda sesión: del conocimiento al reconocimiento

En el segundo día de la experiencia, los facilitadores formaron un círculo con las personas participantes en el jardín de la escuela (sitio sugerido por el grupo de jóvenes para la realización de la sesión) e hicieron una dinámica para retomar la discusión acerca de la diversidad sexual y de género no concluida en la sesión anterior. La actividad consistía en que cada persona decía una palabra relacionada con la diversidad sexual y de género en orden alfabético. El juego siguió hasta que todas las personas del grupo participaron y terminaron la secuencia. Las palabras dichas por el grupo de jóvenes fueron: armonía, belleza, comunidad, diversidad, esperanza, felicidad, gastronomía, heterosexualidad, igualdad, juventud, lujuria, masturbación, nostalgia, olor, población, queer, raza, sanidad, todo, unión, vanidad y zipa (no supieron contestar las palabras iniciadas con las letras K, W, X y Y).

A partir de esta actividad, se comprendió lo importante que era escuchar lo que tenían que decir sobre diversidad sexual y de género, y este sería el momento para discutir con más profundidad sobre el tema. De esta manera, el investigador tomó el liderazgo de la siguiente actividad, repartió a cada participante un papel donde había un tipo de orientación sexual o una identidad de género no normativa. Luego pidió a cada uno que explicara lo que sabía sobre la palabra escrita en el papel. La manifestación del grupo de jóvenes fue inmediata, y su respuesta se destacó en algunos relatos: “hace poco dieron un programa […] un hombre que se vestía de mujer y de hombre y dijo que él no dejaba de ser hombre, pero tampoco dejaba de ser mujer. Y él decía que era andrógino, entonces lo entiendo por ese lado” (Claret, participante, segunda sesión del taller, 24 de septiembre de 2019). “Yo tengo pansexual y como yo lo entiendo es una persona que le gusta no tanto su sexo sino su esencia como persona (Caracas, participante, segunda sesión del taller, 24 de septiembre de 2019). “(Asexual es) alguien atraído ni por un hombre ni una mujer, solo es una persona” (Bravo Páez, participante, segunda sesión del taller, 24 de septiembre de 2019).

Posteriormente, los facilitadores retomaron las actividades y propusieron que cada participante pensara en una nueva orientación sexual o identidad de género para asumir, con el fin de redactar sus características en un papel y entregárselas al investigador. Abajo se presentan algunas de las personificaciones del grupo de jóvenes: “Thomas Carolina - tengo 18 años de edad, soy hombre, me considero muy tierno y fuerte. Me considero pansexual, me he enamorado una o dos veces en verdad” (Claret, participante, segunda sesión del taller, 24 de septiembre de 2019). “Transformista. Hola soy Germán tengo una altura de 1,67 centímetros […] Siempre me visto como mi sexo, pero llevo un distintivo del otro sexo en mi tiempo libre” (Murillo Toro, participante, segunda sesión del taller, 24 de septiembre de 2019). “Pero pues ya soy hombre yo amo ser hombre, peso 41kg, mido 1,50 y me gusta golpear a las mujeres. Me siento más hombre al pegarle a mi mujer. (Matatigres, participante, segunda sesión del taller, 24 de septiembre de 2019).

Enseguida, los facilitadores solicitaron a las personas participantes que escribieran en sus frentes la palabra relacionada con la nueva orientación o identidad de género. Luego, se solicitó a todos que escribieran en las partes del cuerpo de sus compañeros (comúnmente expuestas o en las permitidas por el grupo de jóvenes como los brazos, las manos, las piernas, el rostro, el cuello, el torso y las espaldas) los imaginarios relacionados con la condición sexual y de género destacada en sus rostros. Algunas palabras y expresiones que escribieron en el cuerpo de las personas participantes fueron: Trans femenina – disfrazado, pecadora, loca; Transformista - qué boleta, ¿macho o hembra?, no supo ni que es pendejo; Lesbiana – no sabe de qué se pierde, lástima, tijera, lo que le falta es macho, arepera; Pansexual - lesbiana, loca, tiene sida; Gay - maricón, traga leche, cacorro; Intersexual - malparido, ¿Qué le pasa?, hermafrodita.

Motivado por la dedicación del grupo de jóvenes en esta actividad, el facilitador Nicolás Chávez propuso una acción que no estaba prevista en el plan inicial: un “linchamiento verbal”, donde todas las personas participantes formaban un círculo alrededor de una persona y gritaban las palabras ofensivas que estaban en el cuerpo del elegido. El juego siguió hasta que todas las personas del grupo pasaron por este “linchamiento”. Después, sugirió una conversación sobre las actividades del día. El grupo de jóvenes se centró en la última actividad, y se destacaron algunos relatos: “Me sentí mal, de sólo pensar que hay personas que lo tienen que vivir a diario” (Bravo Páez, segunda sesión del taller, 24 de septiembre de 2019). “Me sentí molesto. Ya que a mí no me ofende” (Caracas, participante, segunda sesión del taller, 24 de septiembre de 2019). Como bien se puede notar en los relatos, las personas participantes asumieron como propias las ofensas direccionadas a la población LGBT; asimismo, imaginaron la vulnerabilidad que vive esta población a razón de su género y sexualidad, por ser diferentes de la norma socialmente aceptable.

El hecho de asumir, en esta segunda sesión, una postura clara desde la sensibilidad, de lo imaginado y de la empatía con respecto a la diversidad sexual y de género durante las actividades, permite afirmar que el grupo de jóvenes desarrolló la habilidad de valorar la existencia de los cuerpos LGBT, a pesar de las contradicciones y poco o nulo conocimiento relacionado con algunas expresiones de género y orientaciones sexuales. Esto se identifica en relatos posteriores al taller: “Para mí, reconocer la diversidad sexual y de género, más que todo, es comprender a la otra persona, porque no es fácil para una persona que es parte de la comunidad LGBT ser distinta en este mundo, ya que tiene muchas presiones sociales” (Murillo Toro, participante, grupo focal, 30 de octubre de 2019). “Si hablamos de diversidad con el ser persona, sería como, esto es cierto, no todos somos iguales y siempre hay algo que nos conecta a uno con el otro” (Claret, participante, grupo focal, 30 de octubre de 2019). Por ende, se percibe que el grupo de jóvenes utilizó las palabras comprender y conectar para reconocer la diversidad como una categoría legítima y aceptable.

Para Butler (2006)BUTLER, J. Deshacer el género. Barcelona, ES, Paidós, 2006., conforme a lo ya señalado, el reconocimiento se inicia cuando el sujeto y el otro entienden que se están reflejando a sí mismos mutuamente; este reflejo no es el resultado del colapso de uno en el otro. Según la autora, el reconocimiento puede ocurrir por medio de la práctica comunicativa; en el caso de esta investigación, la escritura corporal. No se trata de cuestionar la narrativa propia, o interrogar al otro sobre su narrativa, sino de aceptar el discurso que el otro tiene sobre sí mismo.

Así, reconocer la diversidad sexual y de género, es creer en un proceso recíproco que se mueve por la interacción comunicativa con lo diferente, marcado por la habilidad de comprenderlo en el mundo, por el cuestionamiento del orden y de la uniformidad establecida. Según Castelar y Lozano García (2018)CASTELAR, A. F.; LOZANO GARCÍA, J. A. Reconocimiento de la diversidad sexual en la escuela: algunas paradojas. CS, año 1, n. 25, 2018 [https://www.icesi.edu.co/revistas/index.php/revista_cs/article/view/2220/3443].
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este orden y uniformidad niegan la diversidad de los cuerpos, puesto que el reconocimiento de la diversidad implica poner en riesgo los principios básicos de la institucionalidad, es decir, los principios de la heterosexualidad normativa.

Vale resaltar que el grupo de jóvenes expresó la habilidad de valorar la diversidad sexual y de género durante los ejercicios de escritura corporal, a pesar de que en estos el grupo muestra las percepciones sobre las dificultades de pertenecer a una sociedad que no reconoce esta diversidad, ni la legitimidad de estos cuerpos diversos como personas con derechos, es decir, personas que no pueden ser excluidas, con deberes y derechos, protegidas por la ley y reconocidas en su ciudanía. De acuerdo con Goellner (2010)GOELLNER, S. A educação dos corpos, dos gêneros e das sexualidades e o reconhecimento da diversidade. Cadernos de Formação, año 1, n. 20, 2010 [http://revista.cbce.org.br/index.php/cadernos/article/view/984].
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, la diferencia no significa desigualdad y esto solo puede ser superado si existen iniciativas que promuevan actividades coparticipativas, en las cuales las diferencias no se eliminen, sino que se traten en sus especificidades.

2.3 Tercera sesión: el reconocimiento de la diversidad a partir de la escritura corporal

En la última sesión del taller se hizo un repaso de las experiencias anteriores, con el apoyo de fotos y videos que fueron producidos durante los encuentros. Luego, los facilitadores animaron al grupo a exponer sus recuerdos, impresiones y cómo se sintieron al ver los materiales audiovisuales. La mayoría recordó las acciones que involucraban el cuerpo: “La primera vez que los demás escribieron sobre mí por lo de lesbiana, pensé ¿cómo estoy dejando utilizar mi cuerpo para que me agredan? (…) me dijeron puta y otras palabras que son fuertes para mí” (Claret, participante, tercera sesión del taller, 26 de septiembre de 2019); “Nos escribíamos en la frente la palabra y después nos escribían en el cuerpo lo que pensaban de esa palabra” (Santiago Pérez, tercera sesión del taller, 26 de septiembre de 2019). Sobre esta actividad de la segunda sesión, se puso en discusión que una de las personas jóvenes salió por las calles del barrio luego de la sesión con las palabras escritas en su cuerpo. Conforme a la observación de una participante, “en el Transmilenio (transporte público de Bogotá) lo miraron mal, raro. En una esquina, unas muchachas se quedaron mirando. Tenía transformista en la cara y una balaca. Un montón de gente lo miraba raro” (Claret, participante, tercera sesión del taller, 26 de septiembre de 2019). En este último relato se observa que la escritura corporal deja de ser una mediación pedagógica y se convierte en una herramienta de disrupción social: genera extrañamientos, anomalías e intervenciones en el orden y en la normalización de las prácticas sociales en el transporte público y otros sitios.

Posteriormente, los facilitadores invitaron a las personas participantes para que formaran parejas y compartieran cualquier experiencia de discriminación que hubieran vivido. Luego, estos fueron animados a escribir los casos en una hoja de papel y adaptarlos a una situación de género y sexualidad. Se destacan algunos de estos casos: “Cuando estaba en 6º (primer grado de la educación básica secundaria 11 años en delante) empecé a salir con una muchacha de 9º (último grado de la educación básica – 14 años en delante) y todos los de mi alrededor me juzgaron y me decían cosas como: ella solo la quiere para el sexo” (Claret, participante, tercera sesión del taller, 26 de septiembre de 2019); “(…) Soy gay. Por eso me molestan. También hace poco me hice el piercing en la lengua y me decían [que era para] chupar [hacer sexo oral en hombres] entre otras cosas y casi me suicidio, y tengo 15 años” (El inglés, tercera sesión del taller, 26 de septiembre de 2019); “Pues a mí me violaron a los 7 años. Mi primo me sentó en las piernas de él me desapuntó los jeans (…) y fue cuando me empezó a tocar mis partes íntimas y me metió el dedo por mi vagina (Matatigres, tercera sesión del taller, 26 de septiembre de 2019).

Durante esta actividad, la joven que escribió el último caso salió rápidamente del espacio sin avisar a los facilitadores. El investigador la encontró en el pasillo con lágrimas corriendo por sus mejillas. Cuando se le preguntó qué estaba sucediendo, la participante habló brevemente sobre el acoso. Después de abrazarla, se pidió ayuda a una de las practicantes de psicología que estaba en el taller. Esta, por su parte, habló con la joven y la animó a volver al sitio de actividades. La situación expuesta permitió observar que no todas las personas participantes adaptaron sus historias a los temas de género y sexualidad, pues ya había otras historias en sus memorias, en este caso con respecto al abuso sexual y la violencia de género. También se observó la importancia de implementar en los espacios educativos acciones formativas que utilicen el cuerpo, las expresiones artísticas y las discusiones sobre género y sexualidad, para identificar situaciones que impactan negativamente la identidad y el bienestar social, físico y psicológico de la juventud.

Más adelante, en el taller, las personas participantes fueron motivadas por los facilitadores a escribir una carta hacia sus discriminadores, como si fuera un derecho de respuesta. Se notó que algunos jóvenes no quisieron hacer la actividad, afirmando no tener nada que decir a estas personas. Otros, sin embargo, se animaron a escribir algunas frases, como puede verse a continuación: “Yo. Yo soy libre de hacer lo que quiera ¡Déjeme ser quien soy y no quien quieres que sea!” (Santiago Pérez, tercera sesión del taller, 26 de septiembre de 2019); “Seré breve. No le diré que se calle, pero lo estaría silenciando y replicando lo que usted me hace a mí y pues primero no diga cosas si no tiene un respaldo y segundo su cuchillo de juguete no me dañará” (Bravo Páez, tercera sesión del taller, 26 de septiembre de 2019); “Gracias por hacerme ver la realidad de las personas que más quiero y hacerme ver que amar es odiar algunas veces” (Villa Mayor, tercera sesión del taller, 26 de septiembre de 2019).

Posteriormente, los facilitadores pidieron a las personas participantes que eligieran algún fragmento del material producido en aquel día para escribir en sus cuerpos, como si fuera un tatuaje. A continuación, se resaltan algunos de estos escritos: Calma: todo se está marchando a su tiempo; Orgullo; Conocer antes de juzgar; Sus palabras son un cuchillo de juguete; Todo es un proceso; Todo se simboliza en el perdón; Diferente.

Por último, los facilitadores propusieron una discusión relacionada con las actividades del día, para evidenciar la experiencia de escribir en el cuerpo sobre los temas de diversidad sexual y de género. De acuerdo con el grupo de jóvenes: “Me siento rechimba, he asistido a varios talleres donde me escriben, me rayan y me siento bien, porque esto es mío, es mi cuerpo y yo quiero hacerlo y me encanta que me escriban” (Santiago Pérez, participante, tercera sesión del taller, 26 de septiembre de 2019); “A través de mi cuerpo los demás se conectan y yo me conecto con ellos” (Claret, participante, tercera sesión del taller, 26 de septiembre de 2019). Se observa que el grupo de jóvenes presenta la habilidad de comprender el cuerpo como un instrumento de aprendizaje, con el que se pueden vivenciar experiencias, expresar el género y sentir (o no) el deseo erótico- afectivo:

Digamos que nosotros tenemos como lema: por el cuerpo se vive y por el cuerpo se aprende, cosas así. Digamos, cuando lo hacemos en el cuerpo es tema, tiene más impacto porque es difícil y es duro ver en un brazo que le pongan malparido, lesbiana y arepera (Caracas, participante, grupo focal, 30 de octubre de 2019).

A partir de estos relatos se constató que el reconocimiento de la diversidad sexual y de género se da en espacios, como el cuerpo, donde se posibilita la experimentación, la sensación, el pensamiento crítico y la discusión sobre el tema. Las personas participantes manifestaron sus expectativas, cuestionamientos y miradas cotidianas sobre sí mismos, como también sobre la diversidad, revelando la importancia de esta experiencia práctica, que también es pedagógica y estética, para la comprensión de las categorías analizadas. Según Hermann (2005)HERMAN, N. Ética, Estética e Educação: uma relação que ressurge. In: Hermann, N. (org.). Ética e estética: a relação quase esquecida. Porto Alegre, BR, EDIPUCRS, 2005 [http://www.pucrs.br/edipucrs/digitalizacao/colecaofilosofia/eticaeestetica.pdf].
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, la experiencia estética trae lo raro, la innovación y la pluralidad que no puede ser ignorada en el nivel de interpretación y problematización de la acción moral. Por su parte, Manso y Caldas (2013)MANSO, R.; CALDAS, H. Escrita no corpo: gozo e laço social. Ágora: Estudos em Teoria Psicanalítica, ano 1, n. 16, 2013 [http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=376534590008].
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plantean que las intervenciones en el cuerpo dejan pistas, rastros del camino de la unidad, rastros del pensamiento. Asimismo, posibilitan alguna conexión con el mundo compartido e inscriben el tema en relación con algún vínculo social, ya que quien escribe deja pruebas, evidencia del deseo de que alguien lo lea. Todo lo anterior se encaja con lo referido por las personas participantes, dado que, según ellas, la escritura corporal posibilitó la interacción con las otras personas, concretó nuevos pensamientos referentes al universo LGBT y generó la habilidad de percibir el cuerpo como un instrumento de aprendizaje.

Además, cabe destacar que, en esta tercera sesión, emergió la categoría violencia de género, ya sea verbal o física, que según Silva et. al. (2006) son agresiones o actos violentos contra ciertas personas por el género al que pertenecen. Esta emersión se explica por la propia existencia de la experiencia pedagógica: un espacio no disciplinario y no formal del contexto escolar, que genera mejores canales de comunicación y confianza; un espacio que posibilita compartir experiencias de dolor que, de otro modo, quedarían cobijadas por el silencio, el tabú y el temor (propios de la estructura escolar moderna y autoritaria que todavía pervive en la mayoría de las instituciones educativas).

3. Consideraciones finales

En esta investigación se constató, en las distintas sesiones del taller de escritura corporal, cómo el proceso de reconocimiento sobre la diversidad sexual y de género en el grupo de jóvenes pasó por los aprendizajes adquiridos en otros contextos educativos, por la interacción entre las personas participantes y sus discursos, por la habilidad de valorar los géneros y las sexualidades como categorías legítimas y aceptables, e incluso por la comprensión del cuerpo como un instrumento de aprendizaje.

La experiencia pedagógica por medio de una práctica de la escritura corporal fue relevante para observar la construcción y la expresión de la subjetividad en el grupo de jóvenes. Estos develaron sus cuerpos para discutir, conocer y valorar la diversidad sexual y de género. Como plantea Caldas et al. (2012)CALDAS, J. M. P.; FONSECA, L.; ALMEIDA, S.; ALMEIDA, L. Escuela y diversidad sexual – ¿Que realidad? Educação em Revista, año 1, n. 03, 2012 [https://www.scielo.br/pdf/edur/v28n3/a07v28n03.pdf].
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, hablar de esta diversidad es cuestionar los modelos únicos y aparentemente estáticos que ofrece el sistema de género; implica abrir los ojos a la riqueza de expresiones de la vivencia de la identidad, y a los procesos del cuerpo, los deseos, las prácticas y las relaciones.

Los resultados de la investigación apuntan que las personas participantes presentaron el reconocimiento de la diversidad sexual y de género por medio de un universo simbólico creado alrededor del cuerpo (el taller de escritura corporal para discutir la diversidad sexual y de género), lo cual posibilitó la sensación, la conciencia, el intercambio de experiencias, el pensamiento crítico, la reflexión, la discusión, entre otras habilidades que legitiman las realidades distantes y al mismo tiempo cercanas a sus contextos educativos.

Cabe mencionar que, si bien se presentaron resultados relevantes y positivos en términos de aprendizaje, entre otras cosas gracias a que no se partió de cero, sino de la experiencia previa del grupo de jóvenes que ya participaba de las acciones propuestas por el Colectivo Sin Fronteras que utiliza el cuerpo como instrumento de aprendizaje y trabaja con temas de nuevas masculinidades y feminidades, también hubo múltiples dificultades: la mayoría de los jóvenes participantes suele tener problemas para asistir a todas las acciones del Colectivo y, además, tiene edades, experiencias, realidades diferentes y está inserta en un contexto profundamente conservador.

También es importante afirmar que el método elegido para la sensibilización y el reconocimiento de la diferencia de género y la diversidad sexual (el estudio de caso simple) en esta investigación no permite hacer generalizaciones para otros casos, puesto que el proceso investigativo se limita a un grupo específico de jóvenes y, por lo tanto, no constituye una muestra de gran representatividad. Sin embargo, contribuye para la elaboración y profundización de teorías relacionadas con los estudios de género con énfasis en la diversidad sexual y de género.

Este estudio también contribuye al campo de la educación y la pedagogía, puesto que establece la relación entre el aprendizaje y el cuerpo, propiciando que un grupo de jóvenes aprenda por medio de la escritura corporal y que pueda no sólo reflexionar sobre la diversidad sexual y de género, sino también sobre cómo aprender de las más diferentes formas. De esta manera, este estudio evidencia la importancia de la expansión del conocimiento y de la valoración de otros medios de aprendizaje en el contexto educativo, como la escritura corporal, para que este pueda actuar mejor en la constitución de los individuos, confrontar algunas certezas y formar en la crítica y la autocrítica, uno de los legados más importantes de los estudios de género.

Por último, se entiende que el reconocimiento de la diversidad sexual y de género es un tema complejo que demanda una mayor compresión, visibilización y generación de alternativas por parte de investigadores y educadores, como la reconfiguración del universo simbólico y relacional en torno a los cuerpos en el contexto educativo para que, en vez de dominarlos y encasillarlos en la heterosexualidad obligatoria, fomente otras posibilidades de existencia por medio de la creatividad, de la conciencia crítica, de la participación, y del bienestar social, físico y psicológico. Tal vez esta reconfiguración colabore para el reconocimiento de la diversidad de los cuerpos, de los géneros y de las sexualidades, como también para la aceptación de nuestros propios cuerpos, expresiones, atracciones físicas y emocionales.

Referencias bibliográficas

  • 1
    Los autores afirman que, en los últimos años, los grupos fundamentalistas de seis países de Latinoamérica (Costa Rica, Paraguay, Venezuela, Colombia, México y Brasil) han adquirido visibilidad pública, poder religioso, mediático y político. En defensa de la familia y de la vida, estos grupos luchan por imponer el orden legal a los valores morales de la mayoría cristiana, emprendiendo cruzadas contra el aborto y un adoctrinamiento ideológico y de género en las escuelas.
  • 2
    El término LGBT será utilizado para referirse al movimiento social que representa a las personas lesbianas, gays, bisexuales, travestis/transexuales/transgénero. Sin embargo, son reconocidas las múltiples nomenclaturas que se adoptan actualmente a fin de asegurar una mayor inclusión de las orientaciones sexuales y de las identidades de género diversas.
  • 3
    La pedagogía del cuerpo implica prácticas y estrategias formativas que promueven la reflexión sobre el cuerpo propio y sobre la relación entre este y los demás. Esta pedagogía es una actuación que permite explicitar maneras de despertar al educando, no dejarlo dormido, darle la palabra y, en cierta forma, permitirle circular.
  • 4
    El grupo realiza, desde 2005, acciones de pintura corporal y manifestaciones de afecto entre personas del mismo género.
  • 5
    A finales de 2019 fue electa Claudia López no solo como primera mujer en la alcaldía de Bogotá, sino además mujer lesbiana.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    16 Jun 2023
  • Fecha del número
    Mayo 2023

Histórico

  • Recibido
    02 Jun 2020
  • Acepto
    15 Feb 2023
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