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DIFERENCIAS POR SEXO, EDAD Y GRADO ESCOLAR EN LA SOCIALIZACIÓN EN NIÑOS

Diferenças por sexo, idade e nivel escolar escolar na socialização de crianças

RESUMEN

El presente estudio tuvo como objetivo establecer las diferencias en el perfil de socialización según sexo, edad y grado escolar en niños escolares del municipio de Sincelejo, Colombia. Se realizó una investigación cuantitativa con diseño de investigación no experimental de corte transversal, y con alcance descriptivo- comparativo. La muestra estuvo constituida por 101 niños con edades entre 6 y 14 años. El instrumento aplicado fue la batería de socialización BAS 1. En los resultados obtenidos se evidenció que existen diferencias entre hombres y mujeres en las dimensiones sensibilidad social, respeto - autocontrol y agresividad - terquedad. En cuanto al grado escolar, existen diferencias entre grupos en las dimensiones liderazgo, sensibilidad social, jovialidad, agresividad-terquedad y apatía-retraimiento. A partir del estudio se reitera la necesidad de abordar el proceso de socialización de los niños bajo un enfoque diferencial, promoviendo estrategias pedagógico-didácticas que posibiliten su tratamiento.

Palabras clave:
Niñez; socialización; características sociodemográficas

RESUMO

Este estudo teve como objetivo estabelecer as diferenças no perfil de socialização de acordo com o sexo, idade e nível escolar de crianças em idade escolar no município de Sincelejo, Colômbia. Foi realizada uma investigação quantitativa com um desenho de investigação transversal não experimental, e com um âmbito descritivo-comparativo. A amostra consistiu em 101 crianças com idades compreendidas entre os 6 e 14 anos. O instrumento utilizado foi a bateria de socialização BAS 1. Os resultados obtidos mostraram que existem diferenças entre homens e mulheres nas dimensões de sensibilidade social, respeito - auto-controlo e agressividade - teimosia. Em termos de nível escolar, existem diferenças entre grupos nas dimensões de liderança, sensibilidade social, jovialidade, agressividade - firmeza e apatia - retenção. O estudo reitera a necessidade de abordar o processo de socialização das crianças sob uma abordagem diferencial, promovendo estratégias pedagógico-educativas que permitam o seu tratamento.

Palavras-chave:
Infância; socialização; características sociodemográficas

ABSTRACT

This study aimed to establish the differences in the socialization profile according to sex, age and school grade in school children in the municipality of Sincelejo, Colombia. A quantitative research was carried out with a non-experimental cross-sectional research design, and with a descriptive-comparative scope. The sample was made up of 101 children aged between 6 and 14. The instrument used was the BAS 1 socialization battery. The results obtained showed that there are differences between men and women in the dimensions of social sensitivity, respect - self-control and aggressiveness - stubbornness. In terms of school grade, there are differences between groups in the dimensions of leadership, social sensitivity, joviality, aggressiveness- stubbornness and apathy-withdrawal. The study reiterates the need to address the socialization process of children under a differential approach, promoting pedagogical-educational strategies that enable their treatment.

Keywords:
Childhood; socialization; sociodemographic characteristics

INTRODUCCIÓN

El ser humano es un ser social por naturaleza; diversos estudios desde la antropología, la sociología y psicología coinciden con esta afirmación, aunque difieran en cuanto a sus motivos, explicaciones teóricas o causas. El hombre desde sus inicios ha vivido en un entramado social lleno de complejidad que depende en cierta medida de la cultura y del entorno en el que se encuentra inmerso, donde la socialización constituye un proceso fundamental para hacer que él pueda desarrollarse como un ser autónomo, independiente y capaz de ajustarse correctamente a las normas sociales en las que se desenvuelve (Quesada, 2014Quesada, C. (2014). Estilos de crianza y dimensiones de socialización adaptativas y desadaptativas en una muestra de niños hospitalizados y no hospitalizados. Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Congreso Español de Análisis Transaccional XVI.. Madrid; Congreso Int. Psicología Humanista. IV. Madrid, (71): 139-151. http://com.aespat.es/Revista/Revista_ATyPH_71.pdf
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).

No obstante, las dificultades en esta realidad social se presentan cuando en las interacciones el niño es sometido a carencias de redes filiares, negligencia, malos tratos, soledad, abusos, indiferencia o exclusión. En estos casos se deteriora no solo la imagen personal, sino el autoconcepto, la autoestima y la idea de familia, sociedad y comunidad, ocasionando en el infante sentimientos negativos, sintomatología internalizante o externalizante, que puede llevar a cambiar por completo la trayectoria de su vida (Mieles & García, 2010Mieles, M.; García, M. (2010). Apuntes sobre socialización infantil y construcción de identidad en ambientes multiculturales.Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud ,8 (2), 809-819.).

En el ámbito escolar, los niños podrían encontrarse con dificultades que obstaculizan el proceso de aprendizaje. Dichas problemáticas podrían deberse a múltiples factores y se manifiestan principalmente en aspectos cognitivos, instrumentales y curriculares, además suelen relacionarse con problemas de autoconcepto, personalidad y sociabilidad, y pueden aparecer a lo largo del ciclo vital (Santiuste & González-Pérez, 2005Santiuste, V.; González-Pérez, J. (2005). Dificultades de aprendizaje e intervención psicopedagógica. Madrid: CCS.). La educación y la socialización son inseparables, ya que ambas variables implican la absoluta necesidad y capacidad dentro del proceso de aprendizaje, al igual que la educación es una realidad de todo tiempo que hace parte de un hecho social y que en conjunto con la sociedad crea al ser social; al hombre nuevo que convive con otros y en grupos, por esto “la educación es la socialización de la nueva generación” (Durkheim, 1975Durkheim, E. (1975). Educacion y sociología. Ediciones Península Barcelona.).

Un estudio longitudinal que utilizó entrevistas sociométricas e informes de los maestros, mostró que el rechazo de los compañeros está asociado con un aumento en el comportamiento agresivo en los niños (Dodge & cols., 2003Dodge, K. A.; Lansford, J. E.; Burks, V. S.; Bates, J. E.; Pettit, G. S.; Fontaine, R.; Price, J. M. (2003). Peer rejection and social information-processing factors in the development of aggressive behavior problems in children.Child Development , 74(2), 374-393. doi:10.1111/1467-8624.7402004
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). Buckley, Winkel y Leary (2004Buckley, K. E.; Winkel, R. E.; Leary, M. R. (2004). Reactions to acceptance and rejection: Effects of level and sequence of relational evaluation.Journal of Experimental Social Psychology 40, (1), 14-28. doi:10.1016/S0022-1031(03)00064-7
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) demostraron que conductas de rechazo o intimidación por parte de compañeros evoca en los niños sentimientos emocionales negativos, como la ira y la tristeza, que a su vez pueden conducir a un comportamiento agresivo, de retraimiento o incluso apatía (Buckley et al., 2004Buckley, K. E.; Winkel, R. E.; Leary, M. R. (2004). Reactions to acceptance and rejection: Effects of level and sequence of relational evaluation.Journal of Experimental Social Psychology 40, (1), 14-28. doi:10.1016/S0022-1031(03)00064-7
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).

Es importante destacar que los niños que se encuentran en edad escolar desde sus inicios se enfrentan a juicios sociales por parte de compañeros que implican aceptación o rechazo a nivel social (Coie, Dodge, & Coppotelli, 1982Coie, J. D.; Dodge, K. A.; Coppotelli, H. (1982). Dimensions and types of social status: A cross-age perspective. 1, 18, (4), 557-570. doi:10.1037/0012-1649.18.4.557
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). Es de mucha relevancia tener en cuenta la hipótesis de pertenencia social (Baumeister & Leary, 1995Baumeister, R. F.; Leary, M. R. (1995). The need to belong: Desire for interpersonal attachments as a fundamental human motivation.Psychological Bulletin 117, (3), 497-529. doi:10.1037/0033-2909.117.3.497
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), donde la aceptación que reciban los niños por parte de sus pares es importante para su desarrollo y para la conformación del perfil de socialización. Cuando los infantes experimentan situaciones sociales negativas a una edad temprana tiene un gran impacto en la salud mental, en los niveles de estrés y en la manera en la que resuelven los problemas en la vida cotidiana (Lereya, Copeland, Costello & Wolke, 2015Lereya, S. T.; Copeland, W. E.; Costello, E. J.; Wolke, D. (2015). Adult mental health consequences of peer bullying and maltreatment in childhood: Two cohorts in two countries.The Lancet Psychiatry 2, (6), 524-531. doi:10.1016/S2215-0366(15)00165-0
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; Newman, Holder & Delville 2011Newman, M. L.; Holden, G. W.; Delville, Y. (2011). Coping With the Stress of Being Bullied: Consequences of Coping Strategies Among College Students. Social Psychological and Personality Science, 2(2), 205-211. https://doi.org/10.1177/1948550610386388
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).

En Colombia, uno de cada cinco niños que se encuentra cursando estudios primarios ha sido víctima de matoneo en alguna de sus diferentes manifestaciones, situación que resulta preocupante porque dicha problemática representa mayor auge en regiones que han sido golpeadas por la violencia y el conflicto armado. Esto teniendo en cuenta, que las cifras de violencia escolar que se presentan en Colombia sobrepasa las evidenciadas en Latinoamérica y en los promedios mundiales (Chaux, 2003Chaux, E. (2003). Agresión reactiva, agresión instrumental y el ciclo de la violencia. Revista de estudios sociales, 15, 47-58.).

En la ciudad de Sincelejo, se registra que, en una población de niños y jóvenes entre sexto y undécimo grado, el 50,85% de los niños ha sufrido insultos por parte de sus compañeros en el ámbito escolar, el 68,07% ha sido puesto en ridículo dentro del salón de clases y el 29,42% de la población estudiada ha sufrido agresión física por sus pares en el aula escolar (Clareth et al., 2015Clareth, A.; Mendoza, L.; Gomez, C.; Urzola, H.; Córdoba, P. (2015). Caracterización del fenómeno del Bullying desde la perspectiva de la víctima, victimario y testigo. Cultura Educación y Sociedad, 6(2), 91-106). En este sentido, una investigación realizada por Herrera-Lozano, Vergara-Álvarez y Meza-Cueto (2018Herrera-Lozano J.-S., Vergara-Álvarez M.-L. y Meza-Cueto L.-M. 2018. Conductas y experiencias sociales en clase de niños escolarizados en el municipio de Sincelejo, Colombia. Búsqueda, 5 (21), 212-230. DOI:https://doi.org/10.21892/01239813.423.
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) con escolares Sincelejanos, estimó que el 89% de los estudiantes de básica primaria ha sido reconocido como víctima de agresiones por parte de sus compañeros de aula, además, de que el 81% de los niños que se encuentran en edad escolar han sido generadores de conductas agresivas en la escuela, el 16% ignorados por sus compañeros y el 2,2% rechazados. Estas circunstancias forman parte de la realidad que se vive al interior de las instituciones educativas y que ocasiona múltiples afectaciones a nivel personal y social en esta población (Ayala-Carrillo, 2015Ayala-Carrillo, M. R. (2015). Violencia escolar: un problema complejo. Ra Ximhai, 11(4). Rescatado de:http://www.redalyc.org/html/461/46142596036/
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), tanto en las edades tempranas como en la adultez (UNESCO, 2017UNESCO. (2017). Decidamos cómo medir la violencia en las escuelas. Francia: UNESCO.).

Lo anterior permite dar cuenta que las manifestaciones externalizantes representan una problemática de mucho auge y que constituye una amenaza para la correcta adaptación social de los niños a los distintos contextos y por ende para el proceso de socialización (Chen, Chen, Wang, & Liu, 2002Chen, X.; Chen, H.; Wang, L.; Liu, M. (2002). Noncompliance and child-rearing attitudes as predictors of aggressive behaviour: A longitudinal study in chinese children. International Journal of Behavioral Development, 26(3), 225-233. doi:10.1080/01650250143000012
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;Murray-Close & Ostrov, 2009Murray-Close, D.; Ostrov, J. M. (2009). A longitudinal study of forms and functions of aggressive behavior in early childhood.Child Development 80, (3), 828-842. doi:10.1111/j.1467-8624.2009.01300.x.
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;Valles & Knutson, 2008Valles, NL.; Knutson, J. F. (2008). Contingent responses of mothers and peers to indirect and direct aggression in preschool and school-aged children. Aggressive Behavior. 34(5):497-510. DOI: 10.1002/ab.20268.
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;Yu, Shi, Huang, & Wang, 2006Yu, Y.; Shi J, Huang, Y.; Wang, J. (2006). Relationship between family characteristics and aggressive behaviors of children and adolescents. J Huazhong Univ Sci Technolog Med Sci ., 26(3) 380-383. doi:10.1007/bf02829583.
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). Sin embargo, en algunas situaciones la socialización también es fortalecida a través de sus escalas facilitadoras como el liderazgo, la jovialidad, la sensibilidad social y el respeto-autocontrol (Silva & Martorell, 2010Silva, F.; Martorell, M. C. (2001). BAS-3, batería de socialización (autoevaluaci-ón). Madrid: TEA.).

Diferencias en la socialización de los niños según el sexo, la edad y el grado escolar

Diversos estudios han encontrado diferencias entre hombres y mujeres en algunas dimensiones de su socialización. Un estudio realizado por Retuerto (2004Retuerto, A. (2004). Diferencias en empatía en función de las variables género y edad. Apuntes de Psicología, 22(3), 323-339. Recuperado dehttp://www.apuntesdepsicologia.es/index.php/revista/article/view/59/61
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), arrojó al estudiar una muestra significativa de adolescentes españoles, que las mujeres presentaban mayores niveles de preocupación empática que los hombres; del mismo modo se encontraron diferencias en la edad, indicando que a mayor edad mayor empatía. No obstante, Silva y Martorell (2010) hallaron en su estudio, que en muestras de niños andaluces, canarios y valencianos no existieron diferencias en las escalas de la socialización según la edad ni el grado escolar, sin embargo, argumentan que estos datos surgen de un método transaccional con limitaciones por lo que no deben tomarse de manera evolutiva.

Por su parte, Romero, Cuevas, Parra y Sierra (2018Romero, M.; Cuevas, M.; Parra, C.; Sierra, J. (2018). Diferencias por sexo en la intimidación escolar y la resiliencia en adolescentes. Psicologia Escolar e Educacional, 22(3), 519-526. Recuperado dehttp://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S141385572018000300519&lng=es&nrm=iso&tlng=es.
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) en su investigación con niños colombianos, concluyeron que los hombres presentan niveles más altos de victimización y agresividad en comparación con las mujeres. Este mismo hallazgo se ha obtenido en otros estudios realizados en variados contextos (Redondo y Guevara, 2012Redondo, J.; Guevara, E. (2012). Diferencias de género en la prevalencia de la conducta prosocial y agresiva en adolescentes de dos colegios de la ciudad de Pasto - Colombia. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, 36, 173-192. Recuperado de http://revistavirtual.ucn.edu.co/index.php/RevistaUCN/article/view/376/710
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; Martinez, Rojas, Duque, Tovar, & Klevens, 2008Martinez, J.; Rojas, C.; Duque, A.; Tova, R.; Klevens, J. (2008). Son los niños más agresivos que las niñas? Comportamiento de la agresividad en niños y niñas de escuelas públicas de Pereira. Revista Médica De Risaralda, 14(1). http://dx.doi.org/10.22517/25395203.589
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; Muñoz, Jimenez, & Moreno, 2008Muñoz, V.; Jiménez, M. C.; Moreno, L. (2008). Las tipologías de estatus sociométrico durante la adolescencia: contraste de distintas técnicas y fórmulas para su cálculo. Psicothema 20(4), 665-672; Castro & Gaviria, 2006Castro, B.; Gaviria, M. (2005). Clima escolar y comportamientos psicosociales en niños. Rev Fac Nac Salud Pública, 23(2), 59-69.; Chen y cols, 2002Chen, X.; Chen, H.; Wang, L.; Liu, M. (2002). Noncompliance and child-rearing attitudes as predictors of aggressive behaviour: A longitudinal study in chinese children. International Journal of Behavioral Development, 26(3), 225-233. doi:10.1080/01650250143000012
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; Cerezo, 2001Cerezo, F. (2001). Variables de personalidad asociadas en la dinámica bullying (agresores versus víctimas) en niños y niñas de 10 a 15 años. Anales de Psicología, 17(1),37-43.1; Kochanska, Murray, & Coy, 1997Kochanska, G., Murray, K. Y Coy, K. C. (1997). Inhibitory control as a contributor to conscience in childhood: from toddler to early school age. Child Development, 68, 263-277. http://dx.doi.org/10.2307/1131849
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).

Otras investigaciones, sugieren diferencias en grupos escolares según su condición de aprendizaje. Herrera-Lozano y cols. (2018Herrera-Lozano J.-S., Vergara-Álvarez M.-L. y Meza-Cueto L.-M. 2018. Conductas y experiencias sociales en clase de niños escolarizados en el municipio de Sincelejo, Colombia. Búsqueda, 5 (21), 212-230. DOI:https://doi.org/10.21892/01239813.423.
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) encontraron al estudiar las conductas prosociales en niños Sincelejanos, que los grupos conformados por niños con dificultades de aprendizaje suelen ser victimizados, rechazados e ignorados por sus compañeros. Este hallazgo ha sido comprobado en estudios previos (García, Sureda, & Monjas, 2008García, F. J.; Sureda, I.; Monjas, I. (2008). Distribución sociométrica en las aulas de chicos y chicas a lo largo de la escolaridad. Revista de Psicología Social: International Journal of Social Psychology, 23(1), 63-74. doi: 10.1174/021347408783399480
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), de modo que la literatura científica respalda que este tipo de estudiantes generalmente son apartados y excluidos de las actividades entre iguales y pierden la posibilidad de estar inmersos en el aprendizaje social (García, Martín, Monjas, & Sanchiz, 2014García, F. J.; Martín, L. J.; Monjas, M. I; Sanchiz, M. L. (2014). Rechazo y victimización al alumnado con necesidad de apoyo educativo en primero de primaria. Anales de psicología, 30(2), 499-511. doi: http://dx.doi.org/10.6018/analesps.30.2.158211
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).

Considerando lo anterior, el presente estudio pretendió abordar las diferencias según sexo, edad y grado escolar en niños escolares de básica primaria en Sincelejo Colombia, en su perfil de socialización desde dimensiones facilitadoras como la sensibilidad social, el respeto-autocontrol, el liderazgo y la jovialidad, y perturbadoras como la agresividad-terquedad, ansiedad-timidez y apatía-retraimiento. Respecto al grado escolar, se estudiarán también estas dimensiones considerando de manera especial un grupo constituido por niños con dificultades de aprendizaje.

La pertinencia de esta investigación estriba en la necesidad de un abordaje bajo un enfoque diferencial que permitirá establecer medidas educativas adecuadas que potencien el proceso de socialización en los niños durante sus primeros años escolares (Garaigordobil & Aliri, 2013Garaigordobil, M.; Aliri, J. (2013). Ciberacoso (“Cyberbullying”) en el País Vasco: diferencias de sexo en víctimas, agresores y observadores. Psicología Conductual, 21(3), 461-474. Recuperado: http://Search.Proquest.Com/ Docview/1476261032?Accountid=44394
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). Esto, considerando que todas las dimensiones asociadas de forma positiva con la socialización, sustentan la salud mental en la edad y fortalecen los comportamientos prosociales que potencian fuertemente los lazos sociales (Auné, Blum, Abal, Lozzia, & Horacio, 2014Auné, S.; Blum, D.; Abal, J.; Lozzia, G.; Horacio, F. (2014). La conducta prosocial: estado actual de investigación. Perspectivas en Psicología, 11(2), 21-33.).

MÉTODO

Diseño y participantes

El presente estudio fue de enfoque cuantitativo, con un diseño no experimental de corte transversal y un alcance descriptivo-comparativo (Hernández, Fernández, & Baptista, 2014Hernández, R.; Fernández, C.; Baptista, P. (2014). Metodología de la investigación(6a. ed.). México: McGraw-Hill Education.). Mediante un muestreo intencional, se seleccionaron 101 estudiantes que cursaban primer y segundo grado de básica primaria en la Institución Educativa Rural la Peñata en Sincelejo, Colombia.

De esta muestra, el 56,4% fue de sexo masculino y el 43,6% de sexo femenino, y sus rangos de edad oscilaban entre 6 y 14 años, donde el 69,3% se encontraba entre los 6 y 8 años, el 19,9% entre 9 y 11 años y el 11% entre 12 y 14 años. En cuanto al grado escolar, El 46,6% de esta muestra poblacional cursaba el grado primero de básica primaria y sus rangos de edad oscilaban entre los 6 y 8 años, el 40,6% cursaba segundo grado y tenían rangos de edad entre los 9 y 13 años y el 16,8% pertenecía al grupo GEMPA (Grupo de estudiantes matriculados con problemas de aprendizaje), los cuales también cursaban segundo grado y tenían un rango de edad entre los 9 y 14 años.

Instrumentos

El instrumento empleado fue la batería de Socialización BAS 1 (Silva & Martorell, 2010Silva, F.; Martorell, M. C. (2001). BAS-3, batería de socialización (autoevaluaci-ón). Madrid: TEA.) aplicada a docentes, quienes dieron cuenta de las conductas sociales de los estudiantes en el contexto escolar. El instrumento obtuvo consistencia interna mediante alfa de Cronbach de 0,91, permitiendo determinar el perfil de socialización en los niños a partir de las escalas facilitadoras y positivas que se definen a continuación:

  • Sensibilidad social: Está relacionada con la preocupación, empatía y la consideración del individuo hacia las demás personas

  • Jovilidad: representa un elemento dentro de la extraversión y posee una connotación en relación a la correcta socialización, al buen ánimo, con optimismo, alegría vital y la actitud cordial.

  • Respeto-autocontrol: se encuentra relacionado con el acatamiento de normativas de orden social y reglas, las cuales facilitan la convivencia y el respeto entre pares.

  • Liderazgo: Habilidades que permiten en el niño la influencia sobre sus pares para conducirlos al alcance de objetivos compartidos.

Además, de las siguientes dimensiones de aspectos inhibidores o perturbadores:

  • Ansiedad-timidez: está relacionada con la presencia de ansiedad, timidez, nerviosismo, vergüenza y apocamiento en el establecimiento de relaciones interpersonales.

  • Agresividad-terquedad: Hace referencia a conductas de tipo impositivo, negativas y antisociales, además de que evidencia la desobediencia y el escaso acatamiento de normas escolares y de tipo social.

  • Apatía-retraimiento: Tiene que ver con el retraimiento social, la introversión y en cuanto a casos evidenciados en conductas sociales con el aislamiento

RESULTADOS

El análisis de los datos de realizó a través del software SPSS. 24, mediante un análisis de varianza para determinar la presencia de diferencias estadísticamente significativas entre las escalas del perfil de socialización y el sexo, la edad y el grado escolar.

Los resultados visibles en la tabla 1, muestran diferencias entre niños y niñas en cuanto a la dimensión sensibilidad social encontrando una media más alta en los sujetos femeninos (F=7,993, p= 0.006), lo que indica que las niñas demostrarían una mayor preocupación, empatía y consideración hacia las demás personas. Otra de las dimensiones que demuestra una alta variación según el sexo es respeto- autocontrol (F=16,253, p= 0,000), hallando que las niñas tendrían un mayor acatamiento a normativas de orden social y reglas, las cuales facilitarían su convivencia y una sana relación entre pares. Respecto a las escalas perturbadoras, se hallaron diferencias significativas entre el sexo y la escala perturbadora de la socialización agresividad-terquedad (F=7,993, p=0,006), siendo los niños quienes obtuvieron una media más alta en esta dimensión presentando conductas negativas de tipo impositivo y antisociales, así como desobediencia y escaso acatamiento de normas escolares y de tipo social.

Tabla 1
Análisis de varianza entre las dimensiones del perfil de socialización y el sexo.

Finalmente, no se obtuvieron diferencias significativas entre el sexo y las escalas liderazgo, jovialidad, apatía-retraimiento y ansiedad-timidez.

Tal como se muestra en la tabla 2, los estudiantes de segundo grado obtuvieron niveles más altos en las escalas facilitadoras de liderazgo (F=13,409, p = 0,000) sensibilidad social (F=32,371, p= 0,000) y jovialidad (F=25,443, p=0,000). Esta última escala, indica que los niños de segundo grado demuestran indicadores de extraversión, una correcta socialización, buen ánimo, optimismo, alegría vital y actitud cordial.

Tabla 2
Análisis de varianza entre el perfil de socialización y el grado escolar.
Tabla 3
Análisis de varianza del perfil de socialización en niños con y sin dificultades de aprendizaje.

Ahora bien, también se observan diferencias entre el grado escolar y la escala perturbadora agresividad -terquedad (F= 5,025, p= 0,008), siendo los niños del grado segundo quienes podrían presentar más conductas agresivas.

Al comparar el perfil de socialización de niños del grupo GEMPA frente a los otros grupos, se observó que existen diferencias significativas en la escala apatía-retraimiento (F=3,147, p=0,047), encontrando introversión y conductas sociales de aislamiento.

Finalmente, no se encontraron diferencias en las escalas respeto-autocontrol y ansiedad-timidez según el grado escolar. Tampoco se muestran diferencias en el perfil de socialización de los niños según su edad.

DISCUSIÓN

El presente estudio pretendió determinar la existencia de diferencias significativas en el perfil de socialización de escolares según el sexo, la edad y el grado escolar. Los resultados mostraron diferencias entre hombres y mujeres respecto a la dimensión sensibilidad social, indicando que estas últimas son más empáticas, consideradas y preocupadas por los demás, hallazgo que es coherente con estudios previos (Rivera, Arratia, Zamorano, & Narváez, 2011Rivera, I.; Arratia, R.; Zamorano, A.; Narváez, V. (2011). Evaluación del nivel de orientación empática en estudiantes de odontología. Salud Uninorte, 27(1), 63-72.; Bindu & Thomas, 2006Bindu, P.; Thomas, I. (2006). Gender differences in Emotional Intelligence. Psychological Studies, 51(4), 261-268.; Goldenberg, Matheson, & Mantler, 2006Goldenberg, I.; Matheson, K.; Mantler, J. (2006). The Assessment of Emotional Intelligence: A Comparison of Performance-Based and Self-Report Methodologies, Journal of Personality Assessment, 86(1), 33-45. doi:10.1207/s15327752jpa8601_05
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; Austin, Evans, Goldwater, & Potter, 2005Austin, E. J.; Evans, P.; Goldwater, R.; Potter, V. (2005). A preliminary study of emotional intelligence, empathy and exam performance in first year medical students. Personality and Individual Differences, 39, 1395-1405. doi:10.1016/j.paid.2005.04.014
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; Harrod & Scheer, 2005Harrod, N. R.; Scheer, S. D. (2005). An exploration of adolescent emotional intelligence in relation to demographic characteristics. Adolescence, 40, 503-512.; Brackett, Mayer, & Warner, 2004Brackett, M. A.; Mayer, J. D.; Warner, R. M(2004). Emotional intelligence and its relation to everyday behaviour. Personality and Individual Differences 36, 1387-1402. doi:10.1016/S0191-8869(03)00236-8
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; Carvajal, Miranda, Martinac, García, & Cumsille, 2004Carvajal, A.; Miranda, C.; Martinac, T.; García, C.; Cumsille, F. (2004). Análisis del nivel de empatía en un curso de quinto año de medicina, a través de una escala validada para este efecto. Rev Hosp Clin Univ Chile, 15, 302-306.; Pandey & Tripathi, 2004Pandey, R.; Tripathi, A. N. (2004). Development of Emotional Intelligence: Some Preliminary Observations. Psychological Studies, 49, 147-150.; Retuerto, 2004Retuerto, A. (2004). Diferencias en empatía en función de las variables género y edad. Apuntes de Psicología, 22(3), 323-339. Recuperado dehttp://www.apuntesdepsicologia.es/index.php/revista/article/view/59/61
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; Silveri, Tzilos, Pimentel, & Yurgelun-Todd, 2004Silveri, M. M.; Tzilos, G. K.; Pimentel, P. J.; Yurgelun-Todd, D. A. (2004). Trajectories of adolescent emotional and cognitive development: Effects of sex and risk for drug use. In R. E. Dahl, y L. P. Spear(Eds.), Adolescent brain development: Vulnerabilities and opportunities. New York, US: New York Academy of Sciences.; Mestre et al., 2004Mestre, V.; Frias, D.; Samper, P. (2004). La medida de la empatía: análisis del Interpersonal Reactivity Index. Psicothema, 16, 255-260., 2002Mestre, V.; Samper, P.; Frias, D. (2002). Procesos cognitivos y emocionales predictores de la conducta prosocial y agresiva: la empatía como factor modulador. Psicothema, 14, 227-232., 2001Mestre, V.; Samper, P.; Tur, A.; Díez, I. (2001). Estilos de crianza y desarrollo prosocial de los hijos. Revista de Psicología General y Aplicada, 54, 691-703.). Estas diferencias han sido explicadas por algunas teorías biológicas que sugieren una tendencia innata en las mujeres a ser empáticas, cuidadoras y prosociales desde temprana edad (Zahn-Waxler, Radke-Yarrow, Wagner, & Chapman, 1992Zahn-Waxler, C.; Radke-Yarrow, M.; Wagner, E.; Chapman, M. (1992). Development of concern for others. Developmental Psychology, 28, 126-136.).

En otro sentido, se evidencia que las mujeres obtuvieron una media más alta en respeto-autocontrol en comparación con los hombres, lo que indica que son más receptivas a las normas sociales y demuestran mayor autocontrol, resultado consistente con otros estudios en los que el sexo femenino demostró mayor control inhibitorio y complacencia frente a las figuras de autoridad (Etxebarría, Apodaca, Eceiza, Fuentes, & Ortiz, 2003Etxebarría, I.; Apodaca, P.; Eceiza, A.; Fuentes, M. J.; Ortiz, M. J. (2003). Diferencias de género en emociones y en conducta social en la edad escolar. Infancia y Aprendizaje, 26 (2), 147-161.; Cowan & Avants, 1988Cowan, G.; Avants, S. K. (1988). Children’s influence strategies: Structure, sex differences, and bilateral mother-child influence. Child Development, 59, 1303-1313.). También, se encontraron diferencias entre hombres y mujeres respecto a la escala agresividad- terquedad, siendo los sujetos masculinos quienes demuestran más conductas impositivas, antisociales y evasión a la norma, tal como se encontró en estudios previos (Redondo y Guevara, 2012Redondo, J.; Guevara, E. (2012). Diferencias de género en la prevalencia de la conducta prosocial y agresiva en adolescentes de dos colegios de la ciudad de Pasto - Colombia. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, 36, 173-192. Recuperado de http://revistavirtual.ucn.edu.co/index.php/RevistaUCN/article/view/376/710
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; Martinez, Rojas, Duque, Tovar & Klevens, 2008Martinez, J.; Rojas, C.; Duque, A.; Tova, R.; Klevens, J. (2008). Son los niños más agresivos que las niñas? Comportamiento de la agresividad en niños y niñas de escuelas públicas de Pereira. Revista Médica De Risaralda, 14(1). http://dx.doi.org/10.22517/25395203.589
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; Muñoz, Jimenez & Moreno, 2008Muñoz, V.; Jiménez, M. C.; Moreno, L. (2008). Las tipologías de estatus sociométrico durante la adolescencia: contraste de distintas técnicas y fórmulas para su cálculo. Psicothema 20(4), 665-672; Castro & Gaviria, 2005Castro, B.; Gaviria, M. (2005). Clima escolar y comportamientos psicosociales en niños. Rev Fac Nac Salud Pública, 23(2), 59-69.; Chen et al., 2002Chen, X.; Chen, H.; Wang, L.; Liu, M. (2002). Noncompliance and child-rearing attitudes as predictors of aggressive behaviour: A longitudinal study in chinese children. International Journal of Behavioral Development, 26(3), 225-233. doi:10.1080/01650250143000012
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; Cerezo, 2001Cerezo, F. (2001). Variables de personalidad asociadas en la dinámica bullying (agresores versus víctimas) en niños y niñas de 10 a 15 años. Anales de Psicología, 17(1),37-43.1; Kochanska, Murray, & Coy, 1997Kochanska, G., Murray, K. Y Coy, K. C. (1997). Inhibitory control as a contributor to conscience in childhood: from toddler to early school age. Child Development, 68, 263-277. http://dx.doi.org/10.2307/1131849
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), y ha sido según algunas teorías por los cambios hormonales en varones, los cuales pueden generar aumento en la agresividad e irritabilidad inhibiendo la tendencia a la prosocialidad (Connolly, Paikoff, & Buchanan, 1966Connolly, S. D.; Paikoff, R.; Buchanan, C. M. (1996). Puberty: the interplay of biological and psychosocial processes in adolescence. En G. R. Adams y R. Montemayor(Eds.), Psychosocial development during adolescence. Thousand Oaks: Sage.; Petersen, 1987Petersen, A. C. (1987). The nature of biological-psychosocial interactions: the sample case of early adolescence. En R. M. Lerner; T. T. Foch(Eds.), Biological-psychosocial interactions in early adolescence. Hillsdale: Lawrence Erlbaum.). Otras teorías explican estas diferencias desde los patrones culturales y pautas de crianza, dado que a los niños se les fomenta el comportamiento competitivo-agresivo y a las niñas se les enseña a ser reservadas en sus opiniones y a inhibir sus deseos, internalizando estructuras cognitivas prosociales (Eisenberg & Fabes, 1998Eisenberg, N.; Fabes, R. A. (1998). Prosocial development. En W. Damon(Series Ed.), N. Eisenberg (Volumen Ed.). Handbook of child psychology: Social, Emotinal, and personality development (5a ed, vol. 3, pp. 701-778). Nueva York: Wiley.; Mirón, Otero, & Luengo, 1989Mirón, L.; Otero, J. M.; Luengo, A. (1989). Empatía y conducta antisocial. Análisis y Modificación de Conducta, 15(44), 239-254.).

Ahora bien, al igual que hallazgos anteriores, no se encontraron diferencias entre hombres y mujeres en las escalas de liderazgo, Jovialidad y apatía-retraimiento (Molina, Samper, & Mayoral, 2013Molina, F.; Samper, L.; Mayoral, D. (2013). Un análisis de las diferencias de género en la formación y desarrollo de asociaciones de inmigrantes africanos. Revista Internacional de Sociología (RIS ), 71(1), 141-166. DOI:10.3989/ris.2012.09.24
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; Coronel, Levin, & Mejain, 2011Coronel, C.; Levin, M, & Mejail, S (2011). Las habilidades sociales en adolescentes tempranos de diferentes contextos socioeconómicos. Electronic Journal of Research in Educational Psychology, 9(1), 241-261.; Contini, Coronel, Levin, & Hormigo, 2010Contini, N.; Coronel, C.; Levin, M.; Hormigo, K. (2010). Las habilidades sociales en contextos de pobreza. Un estudio preliminar con adolescentes de la Provincia de Tucumán. Perspectivas en Psicología, 7, 112 - 120.; Silva & Martorell, 2001Silva, F.; Martorell, M. C. (2001). BAS-3, batería de socialización (autoevaluaci-ón). Madrid: TEA.; Sánchez & González, 1998Sánchez, M.; Gonzalez, J. (1998). ¿Diferencias sexuales en los estilos de dirección en la administración pública? Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, 14(2),141-154.). En cuanto a la escala ansiedad-timidez, tampoco se encontraron diferencias según el sexo, lo cual es coherente con algunos estudios previos (Monjas, 2014Monjas, M. (2014). Ni sumisas ni dominantes. Los estilos de relación interpersonal en la infancia y en la adolescencia. España: ministerio de trabajo y asuntos sociales.), pero difiere de otros estudios en los que se ha encontrado que las mujeres presentan niveles más altos de ansiedad que los hombres (Coronel, Levin &, Mejain, 2011Contini, N.; Coronel, C.; Levin, M.; Hormigo, K. (2010). Las habilidades sociales en contextos de pobreza. Un estudio preliminar con adolescentes de la Provincia de Tucumán. Perspectivas en Psicología, 7, 112 - 120.; Contini, Coronel, Levin, & Hormigo, 2010Coronel, C.; Levin, M, & Mejail, S (2011). Las habilidades sociales en adolescentes tempranos de diferentes contextos socioeconómicos. Electronic Journal of Research in Educational Psychology, 9(1), 241-261.; Silva & Martorell, 2001Silva, F.; Martorell, M. C. (2001). BAS-3, batería de socialización (autoevaluaci-ón). Madrid: TEA.). Esta discrepancia de resultados sugiere continuar estudiando estas diferencias en muestras más representativas y de diversos contextos.

Por otro lado, los resultados indican diferencias entre grados escolares, dado que el grado segundo de básica primaria obtuvo medias más altas de liderazgo, jovialidad y sensibilidad social que el grado primero. Este hallazgo es contrario a lo encontrado en una investigación realizada por Silva y Martorell (2010)Silveri, M. M.; Tzilos, G. K.; Pimentel, P. J.; Yurgelun-Todd, D. A. (2004). Trajectories of adolescent emotional and cognitive development: Effects of sex and risk for drug use. In R. E. Dahl, y L. P. Spear(Eds.), Adolescent brain development: Vulnerabilities and opportunities. New York, US: New York Academy of Sciences., donde no se mostraron diferencias estadísticamente significativas entre grados escolares, sin embargo, consideran abordar esos resultados con cautela.

Las diferencias entre niños de primer y segundo grado en algunas dimensiones facilitadoras de la socialización podrían explicarse a partir del proceso de adaptación y transición en el que se encuentra el primer grupo. Según Coulon (1990Coulon, A. (1990). Le métier d étudiant. Approches ethnothologique et institutionnelles del entre dans la vie universitaire. Thèse doctoral d état. Université de Paris VIII.), cuando los niños pasan de educación inicial a educación primaria, debe ocurrir un proceso de afiliación el cual implica su inserción al nuevo contexto y el dominio del lenguaje institucional, siendo esto un garante de éxito evolutivo. Sin embargo, estudios arrojan que en una muestra significativa de niños de primer grado los procesos de afiliación no se logran ni siquiera en todo el año escolar, razón por la cual este grupo suele presentar dificultades en su desarrollo emocional y conductual, lo cual se evidencia en su relación con la escuela y con sus pares (León, 2011León, Z. (2011). La transición entre la educación inicial y la escuela primaria en Venezuela. Revista de Investigación, 35(72), 189-203. Recuperado de http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1010-29142011000100011&lng=es&tlng=es.
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). Algunos estudios concluyen que, durante el primer grado de primaria, los escolares podrían experimentar altos niveles de estrés lo cual generaría alteraciones en su conducta específicamente en lo relacionado con la agresividad y la frustración (Loredo, Mejía, Jiménez, & Matus, 2009Loredo, N.; Mejía, D.; Jiménez, N.; Matus, R. (2009). Nivel de estrés en niños(as) de primer año de primaria y correlación con alteraciones en su conducta. Enfermería Universitaria, 6(4), 7-14.), por lo que este sería un tema interesante para continuar investigando.

Ahora bien, también se encuentra que los niños de segundo grado obtuvieron una media más alta de agresividad-terquedad en comparación con el grado primero, hallazgo que difiere de otros estudios (Silva & Martorell, 2010Silva, F.; Martorell, M. C. (2001). BAS-3, batería de socialización (autoevaluaci-ón). Madrid: TEA.), lo que sugiere continuar abordando este problema en muestras más representativas, considerando diferentes niveles socioeconómicos y las características contextuales, además estudiando variables como la personalidad, la familia, la motivación y elementos cognitivos, volitivos y afectivos (Garaigordobil, 2014Garaigordobil, M. (2014). Conducta prosocial: el papel de la cultura, la familia, la escuela y la personalidad. Revista Mexicana de investigación en Psicología, 6(2), 146-157; Marín, 2009Marín, J. (2009). Conductas prosociales en el barrio Los Pinos de la ciudad de Barranquilla, Colombia Prosocial behavior in los Pinos neighborhood in Barranquilla city, Colombia. Revista CES Psicología, 2(2). pp. 60-75.; Vásquez, 2017Vásquez, É. (2017). Estudio de las conductas prosociales en niños de San Juan de Pasto. Psicogente, 20(38 ), 282-295. http://revistas.unisimon.edu.co/index.php/psicogente/article/view/2549/2511
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).

Llama la atención que el grado segundo obtuvo la media más alta en agresividad-terquedad, pero también en liderazgo, jovialidad y sensibilidad social. En coherencia con esto, algunos estudios han demostrado que los agresores obtienen altas puntuaciones en liderazgo, evidenciando además una alta autoestima, asertividad y empatía, lo cual les permite tener el control y dominio de los más débiles (Cerezo, 2001Cerezo, F. (2001). Variables de personalidad asociadas en la dinámica bullying (agresores versus víctimas) en niños y niñas de 10 a 15 años. Anales de Psicología, 17(1),37-43.1). En cuanto a la presencia de sensibilidad social y agresividad en el mismo grupo poblacional, el resultado va en el sentido contrario de otras investigaciones en las que se indica que la prosocialidad inhibe la agresividad por lo que vendría a ser un factor protector frente a la misma (Mestre y cols. 2006Mestre, M. V.; Samper, P.; Tur, A. M.; Cortés, M. T.; Nácher, M. J. (2006). Conducta prosocial y procesos psicológicos implicados: un estudio longitudinal en la adolescencia. Revista Mexicana de Psicología, 23(2). pp. 203-215.; Mestre, Frías, & Samper, 2004Martinez, J.; Rojas, C.; Duque, A.; Tova, R.; Klevens, J. (2008). Son los niños más agresivos que las niñas? Comportamiento de la agresividad en niños y niñas de escuelas públicas de Pereira. Revista Médica De Risaralda, 14(1). http://dx.doi.org/10.22517/25395203.589
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; Mestre, Frías, Samper & Nácher, 2003Mestre, M. V.; Frías, D.; Samper, P.; Nácher, M. J. (2003). Estilos de crianza y variables personales como factores de riesgo de la conducta agresiva. Revista Mexicana de Psicología, 20(2), 189-199.; Loudin, Loukas, & Robinson, 2003Loudin, J. L.; Loukas, A. Robinson, S. (2003). Relational aggressionin college students: examining the roles of social anxiety andempathy. Aggress Behav, 29, 430-439.; Broidy et al., 2003Broidy LM.; Nagin, D.S.; Tremblay, R.E.; Bates, J.E.; Brame, B.; Dodge K.A.; Fergusson, D.; Horwood, J.L.; Loeber, R.; Laird, R.; Lynam, D.R.; Moffitt, T.E.; Pettit, G.S.; Vitaro F. (2003). Developmental trajectories of childhood disruptive behaviors and adolescent delinquency: a six-site, cross-national study. Dev Psychol, 39(2), 222-45. doi: 10.1037//0012-1649.39.2.222.
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; Mestre, Samper, & Frías, 2002Mestre, M. V.; Samper, P.; Tur, A. M.; Cortés, M. T.; Nácher, M. J. (2006). Conducta prosocial y procesos psicológicos implicados: un estudio longitudinal en la adolescencia. Revista Mexicana de Psicología, 23(2). pp. 203-215.; Sobral, Romero, Luengo, & Marzoa, 2000Sobral, J.; Romero, E.; Luengo, M. A.; Marzoa, J. (2000). Personalidad y conducta antisocial: amplificadores individuales de los efectos contextuales. Psicothema, 12, 661-670.). Sin embargo, un estudio realizado por Herrera-Lozano, Vergara-Álvarez y Meza-Cueto (2018Herrera-Lozano J.-S., Vergara-Álvarez M.-L. y Meza-Cueto L.-M. 2018. Conductas y experiencias sociales en clase de niños escolarizados en el municipio de Sincelejo, Colombia. Búsqueda, 5 (21), 212-230. DOI:https://doi.org/10.21892/01239813.423.
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) en niños Sincelejanos, mostró perfiles híbridos de agresividad-prosocialidad, arrojando que las puntuaciones de ambas variables no son inversamente proporcionales. Una explicación atribuida a este hallazgo, podría ser la presencia de la denominada agresividad instrumental, la cual se refleja mediante conductas de competencia social y liderazgo (Oliver, Bautista, Galiana, Descalzo, Terreros, & Bustos, 2015Oliver, A.; Bautista, L.; Galiana, L.; Descalzo, A.; Terreros, E. y Bustos, V. (2015). Protectores ante la violencia escolar en contexto dominicano: un modelo explicativo desde la psicología positiva. Búsqueda, 2(15), 18-29. Doi: https://doi.org/10.21892/01239813.93
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), no obstante, este tema debería ser abordado en profundidad en estudios posteriores.

Otro resultado del estudio muestra diferencias entre grados escolares en la dimensión apatía-retraimiento entre los grados escolares, donde el grupo GEMPA obtuvo la media más alta. Este hallazgo es coherente con el obtenido por otro estudio realizado con el mismo grupo poblacional, en el que estos niños obtuvieron altos niveles de victimización, siendo superior el número de estudiantes rechazados e ignorados por sus pares (Herrera-Lozano, Vergara-Álvarez & Meza-Cueto, 2018Herrera-Lozano J.-S., Vergara-Álvarez M.-L. y Meza-Cueto L.-M. 2018. Conductas y experiencias sociales en clase de niños escolarizados en el municipio de Sincelejo, Colombia. Búsqueda, 5 (21), 212-230. DOI:https://doi.org/10.21892/01239813.423.
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). Lo anterior confirma lo hallado en investigaciones previas, las cuales indican que los niños con dificultades de aprendizaje y en condición de rezago por necesidad de apoyo educativo, suelen sentirse rechazados, excluidos y victimizados por sus pares, además de percibirse como menos competentes lo que les lleva a demostrar conductas de aislamiento y retraimiento (Monjas, Martin-Antón, García-Bacete, & Sanchiz, 2014Monjas, M. I.; Martín-Antón, L.; García-Bacete, F. J.; Sanchiz, M. L. (2014). Rejection and victimization among first graders primary school with education support needs. Anales de Psicología, 30(2), 499-511. https://dx.doi.org/10.6018/analesps.30.2.158211
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; Frostad & Pijl, 2007Frostad, P.; Pijl, S. J. (2007). Does being friendly help in making friends? The relation between the social position and social skills of pupils with special needs in mainstream education. European Journal of Special Needs Education, 22(1), 15-30.; Norwich & Kelly, 2004Norwich, B.; Kelly, N. (2004). Pupils’ views on inclusion: moderate learning difficulties and bullying in mainstream and special schools. British Educational Research Journal, 30(1), 43-65).

Diversos estudios demuestran que los niños con dificultades de aprendizaje tienen una imagen negativa de sí mismos en comparación con sus pares, lo cual les hace percibirse menos competentes socialmente y mostrar desinterés por la aprobación social de sus pares (Vaughn, Elbaum, Schumm, & Hughes, 1998Vaughn S.; Elbaum, B.E.; Schumm, J.S.; Hughes MT(1998). Social Outcomes for Students With and Without Learning Disabilities in Inclusive Classrooms. Journal of Learning Disabilities, 31(5), 428-436.; Haager & Vaughn, 1995Haager, D.; Vaughn, S. (1995). Parent, teacher, peer, and self-reports of the social competence of students with learning disabilities. Journal of Learning Disabilities, 28, 215-231.; Kloomok & Cosden, 1994Kloomok, S.; Cosden, M. (1994). Self-concept in children with learning disabilities: The relationship between global self-concept, academic «discounting», nonacademic self-concept, and perceived social support. Learning Disability Quarterly, 17, 140-153.; Licht & Dweck, 1984Licht, B. G.; Dweck, C. S. (1984). Determinants of academic achievement: The interaction of children’s achievement orientations and skill area. Developmental Psychology, 20, 628-636). Considerando esto, en estudios futuros podría abordarse la autoestima y el auto concepto como variables asociadas a las conductas de apatía o retraimiento en grupos con características similares.

Finalmente, el presente estudio no arrojó diferencias en el perfil de socialización según la edad, lo cual es coherente con estudios previos (Silva & Martorell, 2010Silva, F.; Martorell, M. C. (2001). BAS-3, batería de socialización (autoevaluaci-ón). Madrid: TEA.). Sin embargo, se deben realizar otros estudios con diferentes grupos etarios y en diferentes etapas evolutivas, además con muestras más representativas.

CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES FINALES

El presente estudio halló diferencias significativas entre niños y niñas en su perfil de socialización específicamente en lo relacionado con las dimensiones sensibilidad social, respeto-autocontrol y agresividad-terquedad. Además, se encontraron diferencias entre grados escolares en las escalas de liderazgo, jovialidad, sensibilidad social, agresividad-terquedad y apatía-retraimiento, pero no se encontraron diferencias según la edad. A partir del análisis de los resultados se sugiere la continuidad de estudios en la misma línea, que consideren muestras más representativas, en contextos diversos y variables posiblemente asociadas como la personalidad, características culturales, y dinámica, estructura y funcionamiento familiar. Además, se sugiere continuar investigando sobre el perfil de socialización de niños con dificultades de aprendizaje abordando variables posiblemente relacionadas como autoestima y autoconcepto. Finalmente, del presente estudio se resalta su aporte al conocimiento de los procesos socioemocionales que subyacen el proceso de enseñanza- Aprendizaje, de manera que se consideren aspectos diferenciales de la socialización de los niños para el establecimiento de estrategias pedagógico-didácticas que promueven habilidades sociales en el contexto escolar.

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Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    13 Dic 2021
  • Fecha del número
    2021

Histórico

  • Recibido
    13 Mar 2019
  • Acepto
    14 Ene 2021
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