Introducción
Theodor Roszak1, el teórico de la contracultura juvenil en los años sesenta, comenzó el siglo XXI con una serie de investigaciones sobre la longevidad2 en las que analiza el papel de los mayores en las sociedades contemporáneas, con un énfasis en el rol que tanto lo cultural como lo tecnológico-comunicativo juegan en el nuevo contexto3.
La generación de los baby boomers, surgida tras la Segunda Guerra Mundial, ha dado paso en muchos lugares a unas pirámides de población en las que este segmento ha ido cobrando fuerza y protagonismo, con las consiguientes consecuencias sociales, económicas y políticas4-11. En este panorama emerge un nuevo perfil de consumidor que ha obligado a empresas, anunciantes y sociedad en general a reconsiderar los viejos estereotipos que existían en torno a los mayores y al proceso de envejecimiento.
Siguiendo con el hilo conductor de Roszak1-3, en la presente investigación queremos indagar en las relaciones entre mayores, consumo, publicidad y cultura, con el fin de “problematizar”12 las representaciones dominantes que sobre los mayores, la salud y el envejecimiento emergen en tres espacios diferentes pero complementarios: 1) los anuncios televisivos, 2) los esquemas que manejan los planificadores de medios y 3) los criterios de segmentación predominantes en la literatura académica sobre la materia.
Las preguntas de investigación que guían nuestro trabajo son las siguientes:
¿Cuáles son las estrategias discursivas dominantes puestas en juego en los anuncios sobre mayores? ¿Predomina una diversidad de representaciones plurales o, por el contrario, se asiste al predominio de una visión restrictiva y simplificadora del mayor y del proceso de envejecimiento?
¿Cuáles son las teorías sobre segmentación publicitaria más utilizadas para este tramo de edades? ¿Factores como la edad o la capacidad adquisitiva son las únicas variables, o existen otras miradas teóricas que contemplen un repertorio más amplio y diverso de variables?
Finalmente, en relación a los profesionales de la planificación publicitaria de las principales agencias de España, ¿qué visiones y criterios sobre los Seniors tienen en cuenta en su trabajo?
Aproximaciones a la relación entre Seniors, salud y publicidad
El estudio de las personas mayoresdse viene realizando de forma sistemática y periódica desde hace más de 40 años11,13,14. Estas investigaciones se justifican por un evidente envejecimiento de la población, que conlleva un desplazamiento notorio en la pirámide poblacional y el consiguiente efecto desde el punto de vista social, político y económico. El aumento de la esperanza de vida en muchos países y los avances en medicina permiten una vida sana y activa cada vez más prolongada, haciendo que el concepto “persona mayor” adquiera una nueva dimensión.
En este protagonismo progresivo de los mayores en la vida social se observa una intensificación de las interrelaciones entre el campo de la salud y el campo de la comunicación. Como resultado de este proceso emerge un patrón común de representación de las cuestiones relativas a la salud y a los mayores en los medios que, con matices y diversos grados de intensidad en función de los contextos, reúne una serie de características similares18:
Fuerte acento en el individuo como responsable de su salud: los determinantes sociales de las enfermedades, así como los económicos, los políticos y los ambientales son ignorados.
Privilegio de las voces autorizadas, particularmente de las institucionales, que vehiculan un saber médico-simbólico.
Presencia hegemónica de los discursos higienista y preventista.
Comunicación vista como transferencia de informaciones de un polo poseedor de conocimientos a un polo receptor y desautorizado.
Abordaje comunicativo desde una lógica de campaña, con unos esfuerzos que se concentran, específicamente, en campañas estacionales y de emergencias.
Como consecuencia de este patrón dominante en el abordaje del binomio salud-comunicación quedan desplazadas otras visiones alternativas. A grandes rasgos, podemos decir que se invisibilizan los discursos de una salud entendida como política pública, debido a la sobrerrepresentación del polo opuesto, la individualización. En cuanto al otro elemento del binomio, la comunicación dominante gira más en torno a las campañas que a los procesos19 con una mirada más mediacéntrica que sociocéntrica y una tendencia más orientada al reforzamiento de los estereotipos dominantes que a su cuestionamiento.
Se puede hablar, por tanto, de un cierto “maltrato discursivo” hacia las personas mayores20, un fenómeno que en la literatura científica recibe el nombre de “edadismo”. A partir de los trabajos fundacionales de Butler y Lewis21, este concepto hace referencia a los estereotipos, actitudes negativas y prácticas discriminatorias contra las personas mayores que afectan a su bienestar físico, mental y social. No obstante, en el polo opuesto, los medios ponen en marcha otra serie de discursos “hiper-optimistas” que tienden a la idealización del proceso de envejecimiento. Así, Rozanova22 (p. 213) se refiere al predominio, en las sociedades occidentales, de un envejecimiento asociado a los valores de independencia, juventud, eficacia y productividad.
Para salir de este proceso de “dicotomización” (idealización- degradación)22 de los discursos dominantes sobre el envejecimiento en los medios, investigadores como Martinson y Berridge23 plantean, a partir de una revisión sistemática de la literatura científica sobre este tema, cuatro alternativas discursivas: 1) agregar nuevos criterios que combinar con los ya existentes (add and stir); 2) añadir los significados subjetivos sobre el envejecimiento exitoso de los propios mayores (missing voices); 3) elaborar marcos más justos, inclusivos y diversos, que intervengan en el nivel estructural del envejecimiento (hard hitting critiques); y, finalmente, 4) el impulso de modelos alternativos ideales basados, en muchas ocasiones, en filosofías orientales (the new frames).
Finalmente, si comparamos los discursos dominantes en los medios con los resultados que arrojan los estudios estadísticos sobre mayores, observamos que también aquí opera una excesiva simplificación generalizada de las tendencias sociales que, por lo general, son más diversas y plurales de lo que dan cuenta los medios. En este sentido, “los técnicos de mercado”24 (p. 88), no siempre han sido coherentes dándole al asunto la importancia que merece4,17.
Estrategia metodológica
En nuestra investigación hemos implementado una estrategia de triangulación metodológica25,26 dirigida a reforzar la validez y consistencia de los datos obtenidos. Para ello, se ha llevado a cabo una revisión descriptiva de la literatura científica27 sobre “segmentación”28 (p. 150), un concepto clave utilizado en comunicación para determinar las variables a utilizar para dividir el mercado y a la audiencia de forma adecuada.
Partiendo de unos criterios de segmentación generales29,30 se lleva a cabo una revisión de la literatura sobre este tópico a partir de la clasificación, más diversa y completa, realizada por Izco31 (p. 57), en la que se tiene en cuenta cinco grandes grupos de variables: geográficas, demográficas, psicográficas, estilo de vida y uso del producto.
Tabla 1 Tipología general de los criterios de segmentación.
Tipología general de los criterios de segmentación | |
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Criterios de segmentación | Variables/Significado |
Geográficos | Topografía, densidad, clima, cultura, nacionalidad, región, estado o provincia, ciudad o barrio. |
Demográficos | Sexo, edad, raza o etnia, religión, estado civil, nivel de estudios o educación, ocupación o profesión, nivel de ingresos, clase social, situación familiar y tamaño del hogar. |
Psicográficos | Opiniones, valores, actitudes, creencias, patrones de comportamiento, grupos de referencia y pertenencia y personalidad. |
Estilo de vida | Actividades, intereses y opiniones. |
Uso del producto | Segmentación del mercado en función de los tipos de usuarios, así como de los beneficios esperados y del compromiso o lealtad con el mismo. |
Fuente: Izco31 (p. 57).
La segunda técnica de investigación a implementar iba dirigida a conocer cómo segmentaban los planificadores de medios a los Seniors como público objetivo de medios. Nos planteamos una investigación realizada a los profesionales del sector de las agencias de medios que operan en España y que han participado en planificaciones de medios dirigidas a los mayores.
Para seleccionar la muestra se optó por utilizar el método de la bola de nieve32-34 de modo que los individuos seleccionados reclutaran a nuevos participantes en la investigación entre sus redes de contactos35 (p. 324). En concreto, se solicitó a la directiva de la Asociación de Agencias de Medios de España la difusión entre los profesionales participantes en campañas dirigidas a Seniors. Tomando como base principal esta fuente se envíaron un total de 228 cuestionarios, de los que se contestaron un total de 85.
En tercer lugar, para el análisis del discurso publicitario sobre mayores y envejecimiento, se ha seguido a Van Dijk36 (p. 192) y a Marins et al.37 en lo relativo a la identificación de los temas, proposiciones y elementos léxicos más relevantes que aparecen en los anuncios. En la elaboración de la ficha de análisis se han tenido presentes investigaciones precedentes sobre narrativa audiovisual, especialmente en lo relativo a los roles ejercidos por los protagonistas de los anuncios, a los escenarios en los que se ubica la acción38-40 y al papel desempeñado, el estilo del vestuario y la imagen físico-social de los mayores protagonistas de los anuncios41.
Para la selección de la muestra de vídeos a analizar se ha recurrido al listado de anunciantes de Infoadex42, la empresa de referencia para el control y el estudio de la actividad publicitaria en España. Se han tomado los anunciantes que presentan productos para los mayores y aquellos en los que los Seniors son los protagonistas principales. Se seleccionaron los anunciantes que ocupan las primeras posiciones en Infoadex42 (hasta el puesto 16º) y que además han emitido su anuncio por televisión.
Datos
A continuación, pasamos a exponer los datos de nuestra investigación, agrupándolos según la técnica de investigación implementada, en el mismo orden en el que éstas han sido presentadas en la anterior sección.
Revisión de literatura sobre segmentación
Los cinco tipos de variables de segmentación del target que se toman como referencia31 no son usados proporcionalmente en las diferentes investigaciones, ni se utilizan del mismo modo por parte de los profesionales de la planificación de medios, con independencia del público objetivo del que se trate. Señalado esto, se resumen y agrupan en la siguiente tabla (Tabla 2) los principales estudios, según el criterio de segmentación empleado por el investigador, en este caso referidos al público Senior.
Tabla 2 Principales estudios (según criterios de segmentación) sobre el público Senior.
Estudios de investigación de mayores según criterio de segmentación empleado | |
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Criterios de segmentación empleados en su investigación: | Autor/año de la investigación |
Geográficos | Ningún estudio encontrado |
Demográficos | Bartos (1980), Fox, Roscoe y Feigenbaum (1984), Lazer (1985), Lumpkin (1985), French y Fox (1985), Visvabharathy y Rink (1985), Sherman (1987), Tongren (1988), Donnelley (1989), Fericgla (1992), Moschis (1992), Tréguer (1994), Díaz Casanova (1995), Sawchuk (1995), Maiztegui Oñate (1996), Long (1998), Aldás Manzano, Küster Boluda y Vila López (2001), Nyaupane, McCabe y Andereck (2008), Jang y Ham (2009), Peral, Rodríguez, Sánchez y Villarejo (2011), Peral, Gaitán y Ramón (2013), Pesonen, Komppula y Riihinen (2015) |
Psicográficos | Fela (1978), Festervand y Lumpkin (1985), French y Fox (1985), Goldring y Co. Inc (1987), Day, Davis, Dove y French (1987/88), Gollup y Javitz (1989), Grande Esteban (1993 y 1999), Morgan y Levy (1993), Oates, Shufeldt y Vaught (1996 y 1998), Leinweber (2001), Lancaster y Williams (2002), Moschis, Bellenger y Curasi (2004), Ramos Soler (2005), Miranda Barreto (2006), González, Rodríguez, Miranda y Cervantes (2009), Chen y Wu (2009), Miranda y González (2010), Ward (2014), Losada, Alén y Domínguez (2015), Kim, Lee y Bonn (2016), Saucedo, Hernández, de la Peña, Amezcua y López (2018) |
Estilo de vida | Merril y Weeks (1983), Hawes (1988), Sorce, Tyler y Loomis (1989), Moschis (1996), Grande Esteban (2002), Jayanti, Mcmanamon y Whipple (2004), Reece (2004), Birtwistle y Tsim (2005), Jang y Wu (2006), Hopkins, Roster y Wood (2006), Villarejo y Rondán (2016), Cristóbal, Ferrer y Daries (2017) |
Uso del producto | Lumpkin, Greenberg y Goldstucker (1985), Dunner y Turley (1997), Cleaver y Muller (1997), Cleaver, Thomas, Ruys y Wei (1999), Hsu y Lee (2002), Littrell, Paige y Song (2004), Wen (2012), Alén et al.(2014), Losada, Alén, Domínguez y Nicolau (2016) |
Fuente: elaboración propia.
El estudio de las personas mayores, desde el punto de vista de la comunicación comercial, ha evolucionado sustancialmente desde los años ochenta hasta nuestros días. En línea con los planteamientos de Canclini43, esta evolución se va volviendo más compleja, debido a la necesidad de integrar, en el estudio del público objetivo, a las personas en sus múltiples y convergentes roles de consumidores, audiencias de los medios y ciudadanos. Por ello, como respuesta a estas transformaciones, se van sucediendo diversas etapas en la literatura científica sobre la segmentación.
Hasta los años ochenta, por sus reducidos ingresos económicos, los mayores eran un segmento poblacional prácticamente “invisible” tanto desde el punto de vista investigador como profesionalmente.
En los años ochenta, al mejorar su poder adquisitivo, aumentar su tamaño y diversificar sus estilos de vida y formas de comprar, empiezan a ser tenidos en cuenta científicamente44; no obstante, su imagen estereotipada como consumidores de bajo nivel adquisitivo siguen manteniéndoles alejados del foco empresarial.
Y desde los años noventa hasta la actualidad, el Senior cada vez goza de una mayor consideración, ya no sólo científica sino comercial, por cuanto se considera seriamente su rol como inminente relevo del llamado target comercial (de 25 a 54 años)45. Esta circunstancia promueve innumerables estudios profesionales en el ámbito del marketing y la comunicación, secundados por medios de comunicación46, agencias de medios47-49, agencias de publicidad50, anunciantes17 y realizados por institutos de investigación profesionales48,51-53.
Tal y como se muestra en detalle en la Tabla 2, la mayor parte de los estudios realizados originalmente44,54-58 eran de base sociodemográfica y aunque se han ido reduciendo a favor de los de carácter psicográfico, no se han dejado de realizar59,60. Consistieron en la utilización de la edad cronológica como criterio de segmentación. A pesar de que esta variable, por si sola, tiene serias limitaciones, a menudo se utiliza como aproximación de otras más influyentes como la condición de actividad y la salud61-63. Siguiendo el criterio del estilo de vida podemos encontrar los trabajos de Moschis64, Grande Esteban65, Jayanti et al.66, destacando el estudio de Hopkins et al.67 con sus cuatro puntos de vista después de la jubilación (una nueva oportunidad, continuación de su estilo de vida, una interrupción desagradable o como una transición hacia la vejez).
Desde el punto de vista psicográfico el seguimiento realizado sobre los Seniors es profundo y amplio4,68,69. Se centra en la respuesta a otros y en la valoración de su calidad de vida70; en lo referido a la psicología estructural debemos incidir en cómo la edad determina cambios en las prioridades de consumo y en las preferencias en lo relativo al ocio y, por tanto, los medios de comunicación15.
En cuanto a los criterios comportamentales (de uso del producto), uno de los trabajos pioneros que marcó tendencia investigadora fue el de Lumpkin et al.71 que identifican a partir del proceso y comportamiento de compras, cuatro segmentos de mercado de adultos mayores en función de sus actitudes y beneficios buscados: apáticos, económicos, personalistas, sociales y activos.
En definitiva, en la mayoría de los estudios de mayores y publicidad72 (p. 950) las variables más utilizadas son, en al menos la mitad de los casos: la imagen social, el producto asociado a la comunicación, el rol y el género de la persona mayor. Otras variables con menor presencia son: el tamaño y la estructura audiovisual narrativa del anuncio, la forma de vestir del mayor y el análisis del escenario donde aparece (interior, exterior, laboral, en casa, etc.).
Encuestas a profesionales de la planificación
Tal y como apuntábamos en el apartado metodológico, estas encuestas se llevaron a cabo mediante la técnica de la bola de nieve. Una de las preguntas centrales formuladas a los planificadores de medios fue la siguiente: “De los criterios de segmentación del público objetivo que se recogen a continuación, ¿cuáles son los que utiliza más frecuentemente a la hora de segmentar a un público objetivo Senior?”. Los criterios ofrecidos fueron los geográficos, demográficos, psicográficos, estilos de vida y uso del producto.
Los resultados fueron los siguientes. Los criterios más utilizados por parte de los planificadores son los demográficos, que logran aunar un cierto consenso, ya que nada más y nada menos que cuarenta y ocho personas (un 56% de los encuestados) los situaron como primera opción. En segundo lugar estarían los de estilo de vida, ya que veintidós de los que contestaron (un 26%) lo situaron en el segundo puesto, es decir, forman parte de sus opciones más utilizadas para segmentar al público Senior. El tercer tipo de criterios más utilizados de modo habitual por los encuestados serían los psicográficos, que marcaron veinte personas (un 24%) en una posición preferente. Ya en cuarto lugar estarían los criterios de uso del producto (un 20%, diecisiete encuestados).
Por su parte, los criterios geográficos se situarían en el quinto puesto en lo que respecta al uso que los planificadores hacen de ellos. Es decir, se trata de uno de los criterios menos utilizados en el trabajo habitual de los planificadores (dieciocho respuestas que suponen un 21% de los encuestados).
Una vez preguntados por los criterios de segmentación más utilizados, nos interesaba saber cuáles son los que los planificadores de medios consideran más relevantes. Es decir, se trata de descubrir si los que les parecen más importantes son también aquellos que usan de un modo habitual, si hay coherencia o incoherencia entre las teorías y las prácticas. A través de los datos recogidos en la investigación se podría señalar que los planificadores entienden los criterios demográficos y de estilo de vida como los más relevantes a la hora de segmentar targets Seniors. En tercera posición estarían los psicográficos, en cuarta los de uso de producto y en quinta los geográficos.
En términos generales, los planificadores son coherentes entre lo que dicen y lo que piensan. Sin embargo, si nos detenemos en los matices que nos da la comparativa de las respuestas a las dos preguntas, comprobamos que los criterios demográficos, elegidos en ambos casos en primera posición, no son tan tajantes en los porcentajes y pierden pujanza (de un 56% pasan a un 45%) en esta segunda pregunta: “Independientemente del uso que haya hecho hasta ahora en su práctica profesional de cada uno de estos criterios, ¿cuáles considera que son más relevantes a la hora de segmentar targets Seniors?”. Por el contrario, los criterios de estilo de vida y psicográficos adquieren una mayor importancia en cuanto a esos mismos porcentajes comparados (respectivamente, de un 26% a un 36% y de un 24% a un 29%). Los resultados en el resto de categorías se mantienen en unas cifras parecidas en ambos casos. Por tanto, podría decirse que, en el fondo, la práctica profesional de los planificadores de medios se ajusta perfectamente a sus principios porque usan más los criterios que consideran más relevantes. No obstante, aunque siguen predominando los demográficos, en la práctica aumenta levemente el peso significativo de aquellos criterios de segmentación que podrían considerarse como más sofisticados (estilos de vida y psicográficos), lo que puede significar un cambio de tendencia en la segmentación de este público objetivo.
Análisis de anuncios publicitarios sobre Seniors emitidos en tv
Tras la revisión de la literatura sobre segmentación publicitaria y después de las encuestas realizadas a los planificadores de medios, en nuestra investigación hemos llevado a cabo el análisis de una serie de anuncios sobre Seniors y salud emitidos por televisión en España y disponibles en espacios como Youtube.
Siguiendo con la estrategia apuntada en la sección metodológica, nos hemos centrado en el análisis de cuatro dimensiones: 1) el rol ejercido por los/as protagonistas mayores en los anuncios, 2) su imagen física 3) los elementos léxicos predominantes y 4) el concepto de salud que se puede inferir en cada caso.
Respecto al tratamiento audiovisual de los mayores en estos anuncios, en cuatro de ellos aparecen representados como ancianos, sin ningún ánimo de mostrarlos rejuvenecidos. En estas cuatro ocasiones se utiliza el humor como principal estrategia discursiva. Para ello, se recurre a la hipérbole como recurso lingüístico. Un clásico en los estudios de la publicidad como Georges Péninou73 definía la actividad publicitaria como una “retórica de la exageración”, como una hipérbole, que se manifestaba a partir del uso generalizado del superlativo y de un vocabulario radical del exceso. Unos términos que suscribimos en nuestro análisis; a veces esta hipérbole aparece en el texto o en la voz en off (“Vitalidad hasta los huesos” en el anuncio de productos lácteos Puleva), en otras ocasiones la hipérbole aparece en el diseño del personaje (se dota al Senior con unas características físicas desmesuradas para su edad, en el caso de Coca-Cola) (Figura 1).
Por otro lado, en relación a los códigos de representación utilizados en función del género, llama la atención la estrategia discursiva opuesta de los anuncios de Coca-Cola Zero y de la Fabada asturiana de Litoral. En ambos casos aparecen dos mayores de avanzada edad. No obstante, mientras el mayor del anuncio de Coca-Cola (varón) realiza acciones propias de jóvenes para aparecer rejuvenecido (hacerse un tatuaje, lanzarse a una piscina desde unos 30 metros, montar en una moto de gran cilindrada) en el anuncio de la Fabada la abuela (mujer) se muestra consciente y claramente anciana, sin ninguna voluntad de rejuvenecimiento, ejerciendo uno de los roles tradicionalmente asignados a las mujeres como es el de cocinar para la familia.
En cuanto al léxico utilizado, un recurso lingüístico recurrente son los tecnicismos científicos o pseudocientíficos para hablar de las propiedades saludables y beneficiosas de algunos de los productos anunciados. Es, por ejemplo, el caso de probiótico y Bifidus Actiregularis en el anuncio de Activia. El primero es un término científico que hace referencia a microorganismos vivos que residen en el intestino humano y que alteran la flora intestinal; el segundo es un concepto pseudocientífico de los que se nutre, por ejemplo, la marca Danone para publicitar sus yogures como elevadamente saludables. Como apunta Santamaría74 el léxico científico se utiliza en el discurso publicitario, generalmente, como un recurso argumentativo privilegiado con el fin de describir y de impresionar. En nuestro caso ocurre más bien lo segundo.
Moreno75 habla del “componente mágico” presente en muchos de los anuncios alimenticios, que lleva a atribuir al producto en cuestión propiedades que evitan engordar y que mejoran la calidad de vida, salud y felicidad. Para ello, se emplea una retórica científica como estrategia publicitaria para defender los beneficios de los productos75 (p. 124).
Por otro lado, en relación a los rasgos físicos predominantes en los mayores que aparecen en los anuncios, nos encontramos con una sobrerrepresentación de las siguientes características: color de piel claro, pelo canoso y una estatura media que ronda el 1’70 cms. para las mujeres (en la mayoría de los casos ligeramente inferior a la altura de los hombres cuando aparecen ambos en interacción en la pantalla). El mayor suele aparecer en espacios privados (hogar) y en unos roles altamente tipificados. En nuestra investigación el rol abuelo/a-nieto/a y esposo-esposa son los más utilizados por los anunciantes. La abuela que aparece en el anuncio de Fabada Litoral sería el máximo ejemplo de rol fuertemente estereotipado, mientras que en el extremo opuesto estaría la mujer del anuncio de fijador de dientes Kukident.
Finalmente, por lo que respecta a la representación de la salud, solamente en uno de los anuncios aparece una alteración de la salud, y tampoco es una enfermedad grave (colesterol). No aparece ningún mayor protagonista del anuncio en centros de mayores o visitando centros de salud. La representación dominante de la salud pasa por comportamientos personales e individuales. En este sentido, las representaciones oscilan entre el tratamiento positivo en relación a la esperanza de vida y a la salud (anuncio de Densia) y la representación fuertemente estereotipada y peyorativa del mayor enfermo (en el anuncio de Coca-Cola Zero, cuando se muestra lo que le sucede a quien no consume el producto). En las referencias a una vida saludable aparecen, en ocasiones, valores como la autorrealización (la actriz Ana Duato en el anuncio de Densia), vinculables a los modelos alternativos de salud de los que hablan Martinson y Berridge23. En ningún caso hemos encontrado referencias a la salud como una cuestión de políticas públicas18.
Tabla 3 Muestra seleccionada para el análisis.
Anunciante | Enlace al vídeo |
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1. Litoral Vegetal (2016) | www.youtube.com/watch?v=uyN7SL2FmT4 |
2. Activia (2016) | www.youtube.com/watch?v=9yYLLTYoses |
3. Densia (2016) | www.youtube.com/watch?v=naITE4-Tpr8 |
4. Kukident (2017) | www.youtube.com/watch?v=H2QDWob-Llc |
5. Puleva Vitacalcio (2018) | www.youtube.com/watch?v=vHBlAldN-9Q |
6. Danacol (2018) | www.youtube.com/watch?v=af9UBl5T7Z8 |
7. Coca Cola Zero (2018) | www.youtube.com/watch?time_continue=3&v=upXkNKyvidM |
8. Samsung España (2018) | www.youtube.com/watch?v=g9WP87GK5O0 |
Fuente: elaboración propia
Conclusiones
Volvemos a Roszak2, con quien comenzábamos nuestra reflexión, para retomar sus premonitorias reflexiones, realizadas en el siglo XX, en torno al rol activo que jugaría en el futuro la denominada “revolución de la longevidad”. Compartimos con él la idea de que, a medida que los mayores se han ido configurando como un grupo social alejado de la paternalista imagen que tenía el anciano en las sociedades fordistas, sus nuevos valores, su diversidad y su capacidad de presión le hacen ser un segmento de población necesitado de un estudio continuo.
En esta línea, volvemos ahora, en el apartado de conclusiones, a las preguntas iniciales, para ver en qué medida han sido respondidas a lo largo del artículo. En primer lugar, en relación a las teorías sobre segmentación que predominan para el tramo de los mayores, constatamos que ha habido una evolución desde una concepción más estereotipada y homogénea, basada preferentemente en criterios sociodemográficos, hacia unas teorías que contemplan un repertorio más amplio y diverso de variables (psicográficas, de estilos de vida y uso del producto). Las teorías de segmentación intentan, de este modo, responder al reto sociológico de investigar a unos mayores entendidos como un grupo profundamente heterogéneo, con una autopercepción diferenciada, que marca su identidad y sus comportamientos como personas, como ciudadanos, como consumidores y como audiencias.
En segundo lugar, nos preguntábamos por las visiones sobre los Seniors que manejaban los planificadores de medios de las agencias españolas. En este sentido, podemos decir que los profesionales de la planificación son plenamente conscientes de las limitaciones de su trabajo con respecto a la segmentación de los Seniors (por falta de información de este segmento en relación a su comportamiento personal y estilo de vida) y vislumbran claramente una tendencia de segmentación psicográfica fruto de la complejidad de este segmento de población. En el fondo, su práctica profesional se ajusta perfectamente a sus principios, porque usan más los criterios que consideran más relevantes. En este sentido, nuestra investigación apunta a la necesidad de implementar un enfoque estratégico que conecte más y mejor el mensaje con el medio y con el público objetivo, lo que conducirá a una segmentación más pegada a la realidad. De este modo, la filosofía del planning76 pasa a cumplir una función más integradora y eficiente.
En tercer lugar, nos preguntábamos por las estrategias discursivas y representaciones dominantes en los anuncios televisivos sobre mayores. En este sentido, a pesar de que hemos constatado una diversidad de estilos de vida, de roles ejercidos por los mayores y de actitudes frente a la salud, concluimos que esta diversidad es relativamente pobre, fuertemente estereotipada y limitada en relación a la pluralidad existente en la sociedad. El excesivo peso de los roles altamente tipificados en los que se encierra a los mayores, la homogeneidad de un patrón de representación física demasiado “occidentalizado”, la polarización del discurso hegemónico hacia las posiciones hiperoptimistas de las que habla Rozanova22 y las dificultades de orientar el discurso sobre los mayores hacia posiciones más inclusivas y politizadas como las que plantean Martinson y Berridge23 son algunas de las conclusiones que emergen de nuestro análisis.
En este sentido, se hace necesario acortar la brecha existente entre el avance en las teorías sobre segmentación, por un lado, y la estereotipación de los discursos y de las representaciones, por otro. El reto de construir unas representaciones que se aproximen a la pluralidad de la sociedad77 camina de la mano con otro reto, no menos importante, de concebir la salud como una cuestión de políticas públicas, que incluye los cambios en los comportamientos individuales apuntados pero que no se agota en ellos.