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Marx and Nature: a red and green perspective

Marx and Nature: a red and green perspective

RESENHAS BOOK REVIEWS

Guillermo Foladori

Professor Visitante do Doutorado em Meio Ambiente e Desenvolvimento da UFPR

Marx and Nature. A red and green perspective.

Paul Burkett

St. Martin´s Press, New York. 312 pp. 1999.

La reivindicación de una relación más armónica entre la sociedad humana y la naturaleza parece ser una novedad del último tercio del siglo XX, al menos desde la época moderna. La gran mayoría de ambientalistas consideran que fue el industrialismo el que generó una conciencia de dominación destructiva sobre el medio ambiente. Sólo como resultado de serios y amplios problemas ambientales manifiestos a partir de los años sesenta del siglo XX, se comenzó a generar una conciencia ambiental crítica y comprometida. Según esta versión, que es la más común, hasta los críticos más acérrimos del sistema capitalista, como Marx y Engels compartieron la visión prometeica y destructiva de la naturaleza. Varios eco-marxistas apoyan esta versión y sostienen la necesidad de mejorar o corregir el materialismo histórico con un enfoque ecológico. Por cierto que esta interpretación del pensamiento marxista fue varias veces contestada por varios autores en artículos de revistas, pero siempre de forma parcial.

El libro de Paul Burkett es una respuesta exhaustiva a estas interpretaciones. Mediante una prolija exposición de la relación entre el pensamiento marxista y la problemática ambiental llega a tres conclusiones. Primero, que el método de Marx, el materialismo histórico, contiene una teoría de la coevolución sociedad-naturaleza que, al contrario de desmerecer el papel de la naturaleza en la evolución de la sociedad, permite entender sus interrelaciones. Segundo, que la aplicación de dicho método al sistema capitalista, plasmado en su principal obra El Capital y en otras secundarias, explica por que y como el sistema capitalista lleva intrínseca la tendencia a considerar a la naturaleza sólo como mercancía que puede generar lucros privados, y no como una riqueza en sí y parte del bienestar de la sociedad humana. Y tercero, que la superación del sistema capitalista por una sociedad de productores asociados —objetivo de toda la actividad política e intelectual de Marx— lleva a extender la responsabilidad social a una responsabilidad por la naturaleza externa, en la medida que acaba con la separación de los productores respecto a sus condiciones naturales de vida, y com la objetivación en dinero de la naturaleza y todo producto del trabajo humano.

De esta manera, el libro de Burkett responde a las tres críticas más comunes realizadas a Marx: a) que Marx tiene una visión productivista o prometeica a partir de la cual el desarrollo capitalista de las fuerzas productivas permitiría solucionar cualquier barrera natural. También el comunismo sería visto como una extensión y racionalización de la dominación del ser humano sobre la naturaleza. De allí que tanto capitalismo como comunismo muestren un antagonismo inevitable entre humanidad y naturaleza. b) que el análisis de Marx del capitalismo excluye o desmerece la contribución de la naturaleza a la producción. Esto se aplicaría, especialmente, a la teoría del valor-trabajo. Y, c) que la crítica de Marx a las contradicciones del capitalismo nada tienen que ver con la naturaleza o con las condiciones naturales de producción. Cada una de estas críticas es desmontada por Burkett con amplias referencias documentales. Pero la importancia del trabajo de Burkett no es sólo, ni principalmente, la reivindicación del papel de la naturaleza en el pensamiento marxista. Un tercio del libro está dedicado a mostrar la utilidad de la interpretación marxista para entender la crisis ambiental contemporánea, así como los requerimientos socioeconómicos para una saludable y sustentable coevolución entre la sociedad y la naturaleza.

El libro está dividido en tres secciones. La primera, Naturaleza y materialismo histórico incluye, a su vez, cuatro capítulos. En el primero muestra cómo la mayoría de las reivindicaciones metodológicas contemporáneas para el análisis de la relación sociedad naturaleza, tales como la combinación de los aspectos materiales y ecológicos con los sociales y el carácter holista de la interpretación y las interrelaciones múltiples, ya estaban contempladas en la metodología de Marx. En el segundo capítulo Burkett analiza la forma en que la naturaleza es considerada por el materialismo histórico. Para la sociedad humana —según Marx— la riqueza es resultado de "a process in which both man and nature participate". Pero no sólo la naturaleza externa forma parte de la riqueza humana; el próprio trabajo actúa como mediación es, también, naturaleza. Con estas anotaciones Burkett ya rebate muchas de las críticas vulgares al marxismo. Y, lo que es más importante, muestra cómo la separación de la sociedad respecto de su naturaleza externa no es un hecho dado sino un resultado histórico. Lo que requiere explicación es precisamente la separación del trabajador de sus condiciones naturales de vida, forma que adquiere su máxima expresión con el capitalismo. De esta manera las constricciones naturales, las barreras naturales al desarrollo, o los hoy llamados límites naturales están, al decir de Burkett, "shaped by social relations". El tercer capítulo, "The natural basis of labor productivity and surplus labor", muestra como la base de cualquier excedente productivo es un grado de fertilidad o productividad natural que posibilita dicho excedente. De esta forma y siguiendo a Marx, Burkett afirma que el proceso de producción va más allá del proceso de trabajo. Marx no reduce toda la relación con la naturaleza al proceso de trabajo, como vulgarmente se dice, sino que incluye a este último dentro de un proceso más amplio que es el de producción. En este proceso puede darse el caso de que la naturaleza actúe sin la participación humana creando riqueza para la sociedad, como es el caso del crecimiento natural de los seres vivos, de la fermentación de la uva en la fabricación del vino, etc. Una vez más, el argumento de que para Marx la naturaleza se reduce a ser objeto del trabajo es contestada por Burkett de una manera elegante y contundente. Para terminar la primera sección, el capítulo cuatro analiza cómo la fuerza humana de trabajo no puede ser considerada aparte de la naturaleza, sino que ella es en sí misma naturaleza, con sus limitaciones y constricciones físico-materiales. Marx considera a ésta fuerza social humana una fuerza natural modificada a través de la historia —"all natural forces of social labour are themselves historical products".

El tema de la segunda sección del libro es explícito en su título: Nature and Capitalism. Los seis capítulos que contiene están dedicados a mostrar la peculiar relación entre la sociedad y la naturaleza que se establece con el régimen capitalista de producción. Comienza con la separación de la humanidad de su naturaleza externa como un producto histórico que llega a su forma más distante en el capitalismo. Siendo el móvil de este sistema la generación de dinero y ganancia, la separación entre la sociedad y la naturaleza conlleva la degradación de toda la naturaleza y de las personas a condiciones para la generación de dinero y lucro. El resultado de la expansión de las relaciones capitalistas es que el capital pasa a apropiarse gratuitamente de las condiciones naturales. Esta es una característica del sistema capitalista. Marx muestra cómo se realiza esta apropiación gratuita y por qué no es una condición genérica de la humanidad, sino exclusiva del capitalismo. Burkett aborda esta monetarización del medio ambiente a través de las tres categorías básicas del capitalismo: la mercancía, el dinero, y el capital.

A partir de la primera contradicción de la sociedad capitalista, presentada por Marx en el primer capítulo del tomo I de El Capital, esto es, la contradicción entre valor de uso y valor; Burkett desarrolla su argumentación mostrando de que forma las relaciones capitalistas llevan a subsumir el valor de uso en el valor, lo cual genera frecuentes crisis de sobreproducción y desperdicio. Cuando esta subsunción del valor de uso se analiza en función del dinero, las consecuencias son aún mayores, ya que conlleva el imperativo de resultados monetarios inmediatos, desinteresándose por los ciclos naturales que están por detrás de la relación monetaria. Además, el móvil de la producción deja de ser la satisfacción de las necesidades para convertirse en un aumento cuantitativo del lucro monetario.

El capítulo ocho de la segunda sección está dedicado, por entero, a responder a las críticas más comunes —si bien esto Burkett ya lo venía haciendo en los capítulos anteriores y lo seguirá haciendo en los posteriores—. Allí responde a comentarios de autores como Skirbekk, Orton, Carpenter, Benton, y antes lo había hecho con O´Connor.

Por último, y contra la versión común de que Marx no se interesa por la naturaleza en su teoría del valor, Burkett muestra cómo la teoría de las crisis de Marx incorpora plenamente la cuestión natural. Nuevamente, la contradicción entre valor de uso y valor se presenta ahora como contradicción entre producción artificial y condiciones naturales. El siguiente párrafo tomado de El Capital es elocuente:

"It is in the nature of things that vegetable and animal substances whose growth and production are subject to certain organic laws and bound up with definite natural time periods, cannot be suddenly sugmented in the same degree as, for instance, machines and other fixed capital, or coal, ore, etc. .."

Burkett muestra que la sociedad capitalista lleva al extremo la contradicción entre la proporcionalidad material cuantitativa y cualitativa necesaria para la reproducción de la sociedad y el valor de los productos que guian la producción, los cuales se homogeneizan en precios que no respetan proporcionalidad alguna. Por ello la crisis de acumulación capitalista debe ser entendida, también, como una crisis ecológica.

Es, también, una crisis ecológica la que surge como resultado de la calidad del desarrollo social, lo que hoy en día se llama sustentabilidad social. La profundización de la división campo-ciudad, con los problemas ambientales que acarrea (explotación del trabajo infantil, prolongación de la jornada laboral, etc.), son manifestaciones de la degradación de la naturaleza humana. Adelantándose 100 años en el vocabulario sobre las futuras generaciones, Marx escribe en un párrafo de las Teorías sobre la Plusvalía que Burkett cita:

"Anticipation of the future —real anticipation— occurs in the production of wealth in relation to the worker and to the land. The future can indeed be anticipated and ruines in both cases by premature overexertion and exhaustion, and by the disturbance of the balance between expenditure and income. In capitalist production this happens to both the worker and the land...What is shortened here exists as power and the life span of this power is shortened as a result of accelerated expenditure".

La tercera sección del libro es la más amplia. Titulada Nature and Communism pretende mostrar cómo sería la relación sociedad- naturaleza en una utópica sociedad comunista para Marx. Comienza mostrando el doble carácter del capitalismo, el cual se definiría como progresista en cuanto desarrolla las capacidades productivas humanas y desaparece la coerción extra-económica común en las sociedades precapitalistas. De esta forma existe una potencialidad —lo que no significa realidad— para la expansión del ocio y de las actividades creativas del ser humano, al tiempo que una relación más armónica con la naturaleza. Pero esta potencialidad es negada por el sistema capitalista a través de la subordinación de todas las relaciones a la generación de ganancia. Por ello, bajo la producción capitalista —escribe Marx— "nature becomes purely an object for humankind, purely a matter of utility; ceases to be recognized as a power for itself; and the theoretical discovery of its autonomous laws appears merely as a ruse so as to subjugate it under human needs, whether as an object of consumption or as a means of production".

Burkett también muestra cómo la propia alienación de los trabajadores bajo el capital no es sólo una cuestión económica, sino resultado de la subordinación de la sociedad como un todo, junto con la naturaleza, al valor y la riqueza monetaria. Por ello, la potencialidad de alianza de las clases trabajadoras va más allá de una reivindicación económica: abarca toda lucha política en contra de la vigencia de la contradicción valor de uso-valor que es la esencia del sistema capitalista. Esto significa que aquellas luchas consideradas sociológicamente "externas" a la contradicción capital-trabajo, son en realidad internas a la dinámica capitalista basada en la contradicción valor de uso-valor.

Para terminar, Burkett incluye una serie de reflexiones y requisitos para un sistema ecológicamente sustentable, los cuales no contradicen el pensamiento marxista y varios de ellos son derivaciones directas de éste.

Como escribe John Bellamy Foster —autor de The Vulnerable Planet. A Short Economic History of the Environment— en el comentario de contratapa, Marx and Nature es un tour de force. Sea de acuerdo o en desacuerdo, de ahora en adelante no hay manera de referirse al marxismo en su relación con la cuestión ambiental sin tomar en cuenta este libro.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    13 Dic 2004
  • Fecha del número
    Jun 2001
ANPPAS - Revista Ambiente e Sociedade Anppas / Revista Ambiente e Sociedade - São Paulo - SP - Brazil
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