Que el deseo circule o no pueda hacerlo, con sus consecuencias, es el tema central de este libro, que se titula Fijezas pero, en contraposición, lo que se pretende es llegar a desmantelarlas. El subtítulo nos orienta de quéfijezas tratará: toxicomanía, acting out, pasaje al acto, anorexia, bulimia, masoquismo. ¡Alarmantes fenómenos!, paradójicos porque no son tales para el que los vive sino para los que tienen que hacer algo con ellos. Aquí se incluyen psiquiatras, psicólogos y psicoanalistas como a quienes se los supone capaces de poner en práctica las estrategias necesarias para un tratamiento eficaz.
Los que quieran saber sobre estos fenómenos encontrarán, en los diez capítulos del texto, reflexiones, fundamentos teóricos, viñetas de casos, hipótesis, explicaciones; lo importante sobre estos temas siempre actuales, problemáticos y controvertidos, desarrollados desde la perspectiva psicoanalítica.
El primer capítulo está escrito por Ana Petros con un título desconcertante. Trata de los trastornos de la pulsión oral, pero incluye en cursivas “sin trastorno”, con lo cual ya invita al lector a preguntarse por esta aparente incongruencia. Introduce la anorexia y la bulimia como fenómenos paradigmáticos del vacío: uno, que encara el vacío en el propio ser-estómago; y el otro, sacar Todo para producir el vacío. Más adelante, se nos aclara que es la pulsión la que no trastorna su destino porque logra satisfacerse en estos diversos modos de autoflagelación. El desarrollo del tema culmina con un planteo clínico: cómo hacer para alterar la fijeza del goce pulsional “donde el sufrimiento no se dirige a un cuestionamiento”.
Desde qué lugar necesita ser escuchado un padecimiento, es el planteo del siguiente capítulo, que nos impacta por el desvalimiento en el que nos presenta al joven X, que en su acting-out corta el cuello de la madre incestuosa. No lo ayudarán ni la carátula de intento de homicidio que le impone la justicia, ni la medicación, lo hará el profesional psi “llamado a ocupar el lugar de leer el sufrimiento cuando ni siquiera tiene letra”. Merecidamente, este trabajo escrito por miembros de Entre-Psi, fue nominado “Mejor comunicación científica” en un Congreso Argentino de 2006.
Seis capítulos están destinados a la anorexia y la bulimia, cada uno con un matiz que aporta algo novedoso.
En uno de ellos encontramos una explicación clarísima y amena de cómo se pasa delhambre al apetito gracias a que se buscaotra satisfacción “ya que estará perdida aquellaque queremos obtener”. A partir del desarrollo de esta introducción se torna aprehensible lo que ocurre con la bulimia y la anorexia, que faltan al banquete “porque un Amo ocupa el lugar del Otro del don, que faltó allí”. En relación al tema, se cuestionan los discursos imperantes en la cultura actual y se los contrapone al sostenido desde la psiquiatría, la psicología y el psicoanálisis.
Ante el interrogante de si son recursos neuróticos, psicóticos o perversos, los miembros de Entre-Psi responden considerando tres elementos de la estructura: Otro, sujeto y objeto, analizando cómo se presentan en la psicosis, en la histeria, en la neurosis obsesiva y en la melancolía.
Victor Hugo Espinosa, se centra en la relación de la anorexia y la bulimia con la psicosis. Afirma que “esta dimensión extraordinaria de lo Imaginario que en la psicosis — paranoia — hace suplencia ante la forclusión del significante Nombre del Padre, coloca a la anorexia y a la bulimia nerviosa ante Otro que cumple una función de superyó voraz…”. Se trata de no dar entrada o expulsar a ese Otro que “envenena”.
Para Eduardo Sánchez de Antonio la anorexia es el recurso histérico para causar una falta en el Otro. “La estrategia de la histeria, es la estrategia de la privación, de un sacrificio que solo obtendrá su sentido si el otro queda comprometido en el sufrimiento”. Volver a un camino simbólico, discursivo, sería la indicación terapéutica.
En tanto Daniela Carneiro transcribe pasajes del blog “mecomoami.com” y de una entrevista a la joven Latini publicada en internet, a partir de los cuales plantea la función de la mirada del Otro, o de “la sociedad” como equivalente al Otro, que impone responder al ideal de perfección.
Por su parte, Martín Lix Klett cuestiona si existe relación entre la melancolía y la anorexia. El melancólico puede negarse a comer — como en el caso que presenta —, pero ¿puede esto ser considerado anorexia? Y observa: “no es lo mismo comer del deseo que comerse el deseo”. En su desarrollo, este trabajo permite explicar esta hipotética proposición.
Los integrantes de Entre-Psi nos presentan lo que llaman “posters”, con esquemas en los que podemos apreciar sintéticamente la doble faz inquietante y polémica del Pharma Kon, y también las diferencias entre “objeto del deseo” y “objeto de la necesidad” cuya búsqueda produce disímiles efectos que deben ser tenidos en cuenta en la dirección de la cura: los síntomas y las adicciones respectivamente.
Textos disímiles, con planteos diversos, encajan la mirada en un punto común para no cerrarse sino para continuar una clínica hecha de artesanías propias en cada caso.
Finalizando, queda planteado el interrogante de si el masoquismo originario es el que comanda estos sufrimientos, que se presentan como la resistencia más difícil de superar en la dirección de la cura, tal como podemos apreciarlo en la viñeta del caso G. con que concluye el libro.
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Entre-Psi: (Lazo de interlocución e intersección discursiva entre psiquiatria y psicoanálisis). Fundado en el año 2005, en Tucumán, Argentina, con la conducción de Ana Petros. annapetros@hotmail.com
Fechas de Publicación
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Publicación en esta colección
Oct-Dec 2015
Histórico
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Recibido
14 Set 2015 -
Acepto
19 Oct 2015
