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Atilio Borón

Atilio Borón

ENTREVISTA INTERVIEW

Entrevista: Atilio Borón

Interview: Atilio Borón

RESUMO

Atilio Borón é cientista social, mestre em Ciências Políticas pela Faculdade Latinoamericana de Ciências Sociais (FLACSO) e doutor em Filosofia pela Universidade de Harvard. É professor da Faculdade de Ciências Sociais da Universidade Buenos Aires e Secretário Executivo do Conselho Latinoamericano de Ciências Sociais (CLACSO). Sua obra trata das relações entre Estado, democracia, globalização, cidadania e imperialismo no capitalismo contemporâneo, especialmente no que diz respeito à América Latina. O autor tem três livros publicados no Brasil: A coruja de Minerva: mercado contra a democracia no fim de século; Estado, capitalismo e democracia na América Latina; e Filosofia política marxista. Na presente entrevista, Borón retoma algumas dessas questões, discutindo a relação entre, de um lado, democracia e educação e, de outro, empresas transnacionais, tecnocracia, mercado, miséria e império do efêmero.

ABSTRACT

Atilo Borón is a social scientist, with a Master degree in Political Sciences by the Latin American Faculty of Social Sciences (FLACSO) and a Doctorate in Philosophy by the University of Harvard. He is Professor at the Faculty of Social Sciences of the University of Buenos Aires (Argentina) and Executive Secretary of the Latin American Council of Social Sciences (CLACSO). In his work, he deals with the relations between the State, democracy, globalization, civil rights and imperialism in contemporary capitalism, in particular with regard to Latin America. The author has three books published in Brazil: A coruja de Minerva: mercado contra a democracia no fim de século; Estado, capitalismo e democracia na América Latina; and Filosofia política marxista. In the present interview, Borón looks again at some of these issues, discussing, on the one hand, the relationship between democracy and education and, on the other, transnational companies, technocracy, the market, extreme poverty and the domain of the ephemeral.

Revista

Las empresas transnacionales y las gigantescas empresas, según Ud., se convirtieron en los nuevos Leviatanes - en "protagonistas privilegiados de nuestras débiles democracias latinoamericanas". ¿Cómo ve Ud. el desarrollo de ese proceso en Brasil?

Borón

Creo que debido al acentuado crecimiento económico experimentado por Brasil en la segunda mitad del siglo veinte y las perspectivas potenciales que ofrece su enorme mercado interno, las grandes empresas transnacionales han seleccionado a ese país como uno de sus destinos principales. Su presencia es indiscutible y ha ocasionado una significativa extranjerización de la economía brasileña. Tal como ocurre en otras partes, su gravitación no es sólo económica sino también política e ideológica. Su poderío en estos terrenos se agiganta ante la desmovilización del electorado y el estilo tecnocrático de gestión que suelen asumir los gobiernos, que los deja indefensos ante las fenomenales presiones de estos actores que manejan recursos en algunos casos muy superiores a los que cuentan los estados que los reciben. En el caso brasileño el protagonismo de las grandes transnacionales es más que evidente, sobre todo en el sector financiero y bancario que es el que ha marcado la orientación y el ritmo de la gestión del actual gobierno en desmedro del interés general de la sociedad.

La pregunta que cabe formularse es la siguiente: ¿podría el Brasil neutralizar la influencia de estos grandes actores, cuyos intereses no coinciden con los de la nación? Respuesta: claro que sí, siempre y cuando Brasilia decida acertadamente el dilema que, según Maquiavelo, se le presenta a todo gobierno: o gobernar para los ricos y los poderosos, o gobernar para el pueblo. Si se opta por lo primero, sometiéndose al chantaje de los "golpes de mercado", a las amenazas de la "fuga de capitales" o a la extorsión del "riesgo país", entonces quien efectivamente termine gobernando el Brasil serán esos grandes leviatanes, haciendo verdad aquel soberbio pronóstico del magnate George Soros cuando decía "que no vale la pena molestarse en votar por Lula porque gane quien gane en Brasil gobernarán los mercados." Si, por el contrario, el gobierno del Presidente Lula decide gobernar para el pueblo la influencia de las grandes empresas transnacionales y el capital financiero internacional será efectivamente neutralizada y, para sorpresa de muchos (pero no para quien escribe estas líneas), esos grandes actores económicos no abandonarán Brasil sino que se adaptarán a la nueva situación porque las perspectivas de ganancias que ofrece a mediano plazo un Brasil democrático en sentido sustantivo, con una población bien alimentada, educada y alojada, son extraordinarias y no van a perderse por ningún motivo ese negocio. Lamentablemente, los consejeros económicos del Presidente Lula han demostrado una radical incapacidad para comprender esta situación. Ojalá que sean reemplazados por otros, antes de que sea demasiado tarde.

Revista

¿De qué modo los cuadros de pauperización y concentración de renta se han agravado en este principio de siglo en América Latina? ¿Cuál es el impacto de este cuadro en las democracias del continente?

Borón

El agravamiento viene ocurriendo desde los años 80 del siglo pasado, cuando nuestra región abandonó un patrón de crecimiento moderadamente orientado hacia el mercado interno y lo sustituyó por un modelo basado en la valorización de la renta financiera y la progresiva desindustrialización del país. En el caso del Brasil esta política se vio obstaculizada, mas no impedida, por la gravitación del desarrollo industrial logrado desde los años 50 pero, aun así, la pésima performance distributiva del Brasil ha sido agravada con el correr de los años. El impacto de esta lamentable situación es muy claro: no hay democracia que se sustente sobre un cuadro social caracterizado por una polarización social y los niveles de pobreza y exclusión social que caracterizan a nuestro continente. Por eso tenemos las democracias que tenemos: lo que denomino "democracias electorales" en donde el pueblo es convocado cada dos o tres años a expresar su preferencia (convenientemente manipulada "desde arriba", naturalmente, para que el pueblo "no se equivoque y vote acertadamente") y nada más. Una democracia que convoca periódicamente al rito electoral pero que "des-ciudadaniza" todos los días, privando a la población de alimentos, salud, educación, vivienda, protección social y todos los componentes que hacen a una vida digna. Por eso los datos de las encuestas sobre satisfacción con la democracia son tan bajos en nuestra región. La gente cree cada vez menos en la democracia, y demuestra una creciente y alarmante indiferencia ante la naturaleza del régimen político. La razón es bien clara: para los condenados de la tierra, la gran mayoría de la población de América Latina, la promesa democrática ha demostrado ser un piadoso engaño. Alfonsín decía, en la Argentina de 1983, que con la democracia se comía, se educaba y se curaba. La experiencia ha producido un resultado exactamente contrario a su profecía. Por eso la desazón popular y por eso el desprestigio tremendo de la "clase política" en toda América Latina. En síntesis: veinte años de política neoliberales han corrompido, tal vez irreparablemente, las bases ideológicas del orden democrático en nuestros países.

Revista

Considerando la realidad de América Latina, ¿qué posibilidades y límites estructurales ofrece el orden social capitalista en términos de democratización de la enseñanza, entendiéndose democratización tanto al acceso, así como también a la ampliación de la participación en la definición de las políticas públicas?

Borón

Muy pocas. Lo que se ha observado, y no sólo en América Latina, es que el acceso se ha venido restringiendo y que la participación ha sufrido la misma tendencia. Libre de rivales, desaparecida la Unión Soviética y desvanecidas las esperanzas que suscitaba en su momento la existencia de un "campo socialista", el capitalismo está funcionando como siempre lo hizo, con total indiferencia ante los reclamos de las grandes mayorías y procurando por todos los medios agigantar sus ganancias y dar rienda suelta a sus tendencias predatorias de la sociedad y el medio ambiente sin ninguna clase de molestas restricciones impuestas por los gobiernos. Es más, de la mano del gobierno reaccionario de los Estados Unidos (el primer gobierno que en ese país surge de un "golpe judicial" y no de un resultado electoral) la educación está por ser incorporada al conjunto de "bienes y servicios" transacionables internacionalmente y, por lo tanto, sujetos a las regulaciones que en su momento establecerá la Organización Mundial del Comercio. Si eso llegara finalmente a concretarse sería el fin de cualquier pretensión de fundar en criterios éticos y democráticos la ampliación del acceso a la educación y, todavía mucho más, la pretensión de definir las políticas públicas mediante la amplia movilización y participación de los sectores y clases subordinadas. Esto ya lo estamos viendo hoy en Brasil, en Argentina, en México, mucho más todavía en Chile, país pionero en la aplicación de las políticas neoliberales en el sector educativo. Se requiere una fuerte reacción, pero pese a los extraordinarios antecedentes que hay en Brasil, la patria de Paulo Freire nada menos, esa reacción todavía no se nota en Brasilia.

Revista

El llamado "tercer sector" lleva expandiéndose e incorporando cada vez más trabajadores en actividades no-mercantiles. Desde su punto de vista, ¿esto puede ser visto como una alternativa al mercado de trabajo capitalista?

Borón

No me parece. Hasta donde yo sé tales actividades complementan pero no sustituyen al mercado de trabajo capitalista. Son muy valiosas, porque implican un proceso de "desmercantilización" que es necesario y a la vez urgente, pero la dinámica del sistema global, su "lógica de movimiento" siguen siendo dictadas por el capital gracias a la inacción - por indiferencia, ineptitud o abierta complicidad - de nuestros gobiernos. De todos modos creo que es importante el crecimiento del tercer sector pero, a su vez, reconociendo que no todos quienes lo constituyen son lo mismo. Hay ONGs que organizan, movilizan y educan a los pueblos, pero hay otras que con sus actividades perpetúan las condiciones que los mantienen sumidos en la postración.

Revista

La substitución del conocimiento por la información ha sido una línea marcante de los procesos educacionales en las sociedades actuales, donde predomina la noción de lo efímero. Le preguntamos a cerca de qué conceptos deben ser fortalecidos, a través de la educación, favoreciendo la construcción de valores estables no sujetos a las leyes del mercado.

Borón

Una sustitución no inocente, por cierto. Abrumados por datos y noticias se tiene la falsa impresión de que estamos informados y de que "sabemos" lo que ocurre cuando, en realidad, somos víctimas de programas específicos y premeditados de "desinformación de masas", como lo ha demostrado terminantemente Noam Chomsky en sus estudios sobre la prensa de los Estados Unidos. En contra del predominio excluyente de los valores mercantiles, efímeros y fugaces por naturaleza, descaradamente utilitarios y materialistas, la educación debe exaltar otros valores tales como la igualdad inherente a todos los hombres y mujeres del mundo y su irreemplazable dignidad; el carácter fundamental de los derechos humanos; la importancia de ejercer todas las libertades que, en su texto, nos garantizan las leyes y constituciones de nuestros países; el valor de la democracia y la diversidad cultural; la decisiva importancia de la solidaridad social y el altruismo; la necesidad de respetar escrupulosamente a nuestro medio ambiente y de asegurar para todos el disfrute de los bienes públicos, sin los cuales no hay vida civilizada posible; y la necesidad también de erradicar la injusticia, eterna fuente de toda forma de violencia.

Revista

El desarrollo tecnológico es, en las sociedades contemporáneas, una de las principales fuerzas productivas del capitalismo. Asociándose a esto, el hecho de que el campo de la educación ha sido crecientemente tomado como una porción del mercado con un increíble potencial rentable, nos preguntamos qué consecuencias pueden sobrevenir de esta combinación.

Borón

Las consecuencias serían muy desfavorables: una sociedad tecnológicamente cada vez más avanzada pero cuyos beneficios y cuya lógica de funcionamiento se basa en un dualismo social inaceptable: los llamados "analistas simbólicos", por un lado, y una masa crecientemente analfabetizada o de semi-analfabetos por el otro. Esto constituye una verdadera pesadilla presente en las peores distopías, o utopías negativas, gestadas a lo largo del siglo veinte. Pero es lo que estamos viendo ante nuestros ojos. Por eso algunos autores en los Estados Unidos han comenzado a hablar de una apartheid economy, para referirse precisamente al profundo hiato que separa al minoritario grupo de los que saben (es decir, disponen de los conocimientos requeridos para sobrevivir en el capitalismo; tienen los recursos materiales con los cuales subsistir y pueden hacer oír su voz en la esfera pública) de los que ni saben, ni tienen ni son escuchados.

El capitalismo neoliberal, en su apogeo, nos conduce a un abismo: una sociedad a dos velocidades en donde los integrados, para disfrutar de sus privilegios, deberán vivir parapetados en comunidades cerradas y vigiladas por sofisticados engendros tecnológicos de seguridad, mientras que los excluidos sobrevivirán bajo la permanente amenaza de la represión y la cárcel. Otro mundo no sólo es posible; también es urgentemente necesario.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    07 Nov 2012
  • Fecha del número
    Set 2004
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