Acessibilidade / Reportar erro

Preparación de una revisión: una actividad en la interfase entre enseñanza e investigación

En mayo pasado tuvo lugar en Río de Janeiro el IV Congreso Mundial de Integridad en Investigación. En el meollo de las discusiones estaba la tríada: fabricación, falsificación y plagio, y en consecuencias, las formas pertinentes de retractarse. En torno a este núcleo temático, hubo un sinnúmero de debates con diferentes perspectivas, que plantearon cuestión como: ¿cuál debe ser la actitud de una revista científica ante la desconfianza con relación a procedimientos éticos en una investigación, cuya confirmación o negación puede tomar algunos años? ¿Cómo pueden las instituciones de enseñanza e investigación aisladamente o en forma articulada con revistas fomentar un ambiente de mayor responsabilidad ética en los estudios científicos? ¿Cuáles son las fronteras que nos permiten afirmar la ocurrencia de plagio o, un territorio más delicado en el área de las ciencias humanas, el autoplagio? Un sinnúmero de respuestas a estas inquietudes y tantas otras constituyen un área de conocimiento directamente articulada con el plan concreto de hacer ciencia y con la divulgación científica.

En este escenario, la producción de revisiones científicas se sitúa entre las prácticas que pueden fortalecer y calificar investigaciones y la producción de artículos, fomentando las buenas conductas en investigación. En torno al consenso sobre la importancia de la emisión de revisiones surgen algunas inquietudes: ¿la formulación de una revisión es una actividad de enseñanza o de investigación? Ésta fue una pregunta planteada en una de las sesiones del congreso. La mayor parte de los presentes reconoció a la revisión como una actividad de investigación. No es raro, en la actividad cotidiana de una revista, que los revisores manifiesten dificultades en establecer el límite de su interferencia en el texto. En ciertas situaciones, la revisión de vuelve un mediador de la relación entre autores y evaluadores, estos últimos situándose, aun puntualmente, como orientadores, al establecer un diálogo denso y abarcativo con el texto.

En la práctica, reconocemos que una revisión puede efectivamente contribuir no solo para la calificación del texto sobre el cual se incide, sino también presentar indicaciones suficientemente sustanciales como la influir en la comprensión de un autor sobre la producción de datos científicos, análisis y presentación, además de contenidos específicos sobre el objeto de estudio, constituyendo una fuente de enseñanzas que pueden, posteriormente, repercutir en procesos de investigación y de redacción de textos. Evidentemente, para que una revisión alcance este nivel de contribución, se moviliza una dimensión pedagógica en articulación con los conocimientos de investigación. De esta comprensión se trasunta que ésta es una actividad en la interfase entre las dos áreas.

Esta mirada más amplia nos lleva a otras cuestiones sobre la valorización de la actividad de emisión de revisiones, que tiene baja visibilidad en el universo académico, aun cuando sea imprescindible para su propio mantenimiento (tanto en lo que respecta a las revisiones de proyectos para agencias de fomento como para revistas). Esto plantea otro tema, que son las formas de reconocer y valorizar concretamente este trabajo en un escenario en que la productividad se establece como una vertiente que orienta políticas de incentivo científico.

En este territorio también asoman discusiones y nuevas ideas sobre el proceso de evaluación por pares. Uno de los debates más inquietantes es sobre la evaluación abierta (open peer review), aquella en que el autor y los revisores están identificados, rompiendo con el tradicional doble ciego.

Revistas del grupo BMJ (British Medical Journal) que adoptaron el sistema abierto argumentan que ésta sería una forma de dar visibilidad y reconocimiento a la tarea de escribir revisiones y aumentar la transparencia del proceso, ya que los actores que participan están identificados. Además de ello, indican otras ventajas observadas en la práctica, entre ellas el aumento en la calidad de las revisiones y, contrariando una preocupación inicial, la no influencia en el índice de aprobación de manuscritos.

La revisión abierta retoma cuestiones tales como la fragilización de la imparcialidad del revisor con la eliminación del anonimato. Ciertamente las revisiones identificadas exigen una cultura menos personalista, para que este proceso no se vuelva un elemento más de generación de conflictos y disputas, en un ambiente tradicionalmente competitivo. Esto podría actuar también como una limitante para la participación de nuevos investigadores como evaluadores, admitiéndose que sus críticas a un texto pudieran tener una mayor dificultad de aceptación por autores más consolidados en el medio académico.

Un punto no controvertido fue el propósito de apoyar a los revisores fomentando situaciones de aprendizaje sobre la formulación de revisiones. Alternativas como la oferta de cursos presenciales y on line han sido adoptadas por instituciones y revistas. El uso de directrices bastante específicas de evaluación, similares a las checklists de investigación, se han ido incorporando como una forma de orientación del evaluador. Las revistas que ya utilizan esta práctica opinan que tales dispositivos ayudan tanto a autores al momento de la elaboración del texto como a revisores que, con frecuencia, se alterna entre estos dos papeles.

Una perspectiva innovadora, que obviamente merecería una amplia discusión, por su potencial de afectar la privacidad del autor evaluado, sería disponer on line revisiones de textos publicados, para consulta de revisores. En este caso, revisiones seleccionadas por la sección de la revista funcionarían como referencia para otros revisores que, al consultarlos, tendrían la posibilidad de reflexionar sobre las formas cómo los investigadores, cuando están en posición de evaluadores, organizan y expresan consideraciones críticas sobre un texto sometido a una revista.

Lo que se destaca en este conjunto de discusiones es la idea de poder interferir positivamente en el proceso de establecimiento de la comunicación científica. Entendemos que muchas veces un investigador, que en un momento dado ocupa el espacio de autor, no sepa natural y necesariamente ocupar el espacio de evaluador. Al tiempo que observamos que los investigadores que tienen dominio sobre las facetas de esta actividad se ven sobrecargados de demandas de esta naturaleza. Es necesario, por lo tanto, ampliar el universo de investigadores estimulados a participar en la evaluación de textos, sin que esta participación tenga un carácter burocrático, y que sí exprese una implicación en la calificación de textos científicos. El avance de esta perspectiva pasa por asumir que la preparación de revisiones también puede ser tratada como un objeto de la relación enseñanza-aprendizaje.

Angélica Ferreira Fonseca
Editora Científica

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    Sep-Dec 2015
Fundação Oswaldo Cruz, Escola Politécnica de Saúde Joaquim Venâncio Avenida Brasil, 4.365, 21040-360 Rio de Janeiro, RJ Brasil, Tel.: (55 21) 3865-9850/9853, Fax: (55 21) 2560-8279 - Rio de Janeiro - RJ - Brazil
E-mail: revtes@fiocruz.br