Interdisciplinariedad: referencia indispensable del proceso de enseñanza-aprendizaje de la bioética

Resumen

A partir de la formación multiprofesional de los investigadores y estudiantes interesados en Bioética, la referencia teórico-práctica de la interdisciplinaridad se tornó herramienta indispensable en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por medio de un estudio retrospectivo de frecuencia, se estudió el perfil curricular de los alumnos que ingresaron en el Programa de Posgrado Stricto Sensu de la Cátedra Unesco de Bioética de la Universidad de Brasília. De los 145 estudiantes matriculados en el período 2008-2015, el 56,6% ingresó en la maestría, el 41,4% en el doctorado y el 2,1% en el posdoctorado, provenientes de 15 estados y del Distrito Federal, y de Argentina, Colombia, Mozambique y Uruguay. Los alumnos provenían de 29 carreras de grado, siendo las principales: Medicina (14%); Derecho y Biología (12% cada una); Odontología (10%); Psicología y Enfermería (8% cada una); Fisioterapia y Filosofía (7% cada una). Las áreas de conocimiento principales fueron Ciencias de la Salud (58,3%); Ciencias Humanas y Sociales (33,5%); y Ciencias Biológicas (4,4%). La epistemología de la Bioética encuentra en la interdisciplinaridad una referencia inherente y fundamental para su proceso de enseñanza-aprendizaje.

Bioética; Educación; Enseñanza; Aprendizaje

Resumo

A partir da formação multiprofissional dos pesquisadores e estudantes interessados em bioética, o referencial teórico-prático da interdisciplinaridade tornou-se ferramenta indispensável no processo de ensino-aprendizagem. Mediante estudo retrospectivo de frequência foi pesquisado o perfil curricular dos alunos ingressados no programa de pós-graduação stricto sensu da Cátedra Unesco de Bioética da Universidade de Brasília. Dos 145 estudantes matriculados no período entre 2008 e 2015, 57% ingressaram no mestrado; 41%, no doutorado e 2%, no pós-doutorado, provenientes de 15 estados e do Distrito Federal, de Argentina, Colômbia, Moçambique e Uruguai. Os alunos provêm de 29 graduações, sendo as principais: medicina (14%); direito e biologia (12% cada); odontologia (10%); psicologia e enfermagem (8% cada); fisioterapia e filosofia (7% cada). As áreas de conhecimento prevalentes foram ciências da saúde (58%); ciências humanas e sociais (34%) e ciências biológicas (4%). A epistemologia da bioética encontra na interdisciplinaridade o referencial inerente e fundamental para seu processo de ensino-aprendizagem.

Bioética; Educação; Ensino; Aprendizagem

Abstract

Taking the multidisciplinary training of researchers and students interested in Bioethics as a starting point, the theoretical and practical framework of interdisciplinarity has become an indispensable tool in the teaching -learning process. Through a retrospective study of frequency the curriculum profile of students enrolled in the Stricto Sensu Graduation Program of the Unesco Cathedra in Bioethics at the Universidade de Brasilia (Brasilia University) was analyzed. From 145 students enrolled between 2008 to 2015, 56.6% were from the Master’s Degree course, 41.4 % from the Doctorate course and 2.1 % from the Post-Doctorate course. The students were from 15 different states and the Distrito Federal in Brazil, as well as Argentina, Colombia, Mozambique and Uruguay, and had graduated in 29 different subjects, the most common of which were Physics (14%); Law and Biology (12% each); Dentistry (10%); Psychology and Nursing (8% each); and Physiotherapy and Philosophy (7% each). The areas of prevalent knowledge were Health Sciences (58.3%); Humanities and Social Sciences (33.5%); and Biological Sciences (4.4%). Epistemology of Bioethics is the inherent interdisciplinary framework and essential to the teaching-learning process of these students.

Bioethics; Education; Teaching; Learning

Profesionales de diferentes áreas conviven, en las últimas décadas, en un medio permeado por situaciones cada día más complejas, especialmente cuando están relacionadas con el campo de interés y de actuación de la bioética. La era contemporánea es tecnológica, basada en especializaciones y superespecializaciones, con un crecimiento de las denominadas biotecnociencias y de cuestiones vinculadas al capital y a la calidad de vida humana, animal y planetaria, entre otros aspectos. En este sentido, es necesario que se discutan, de modo responsable, los límites éticos de todos estos avances y sus desdoblamientos ¹.

La bioética se caracteriza por ser un campo de conocimiento multi, inter y transdisciplinario ², relacionado con los problemas éticos que se desarrollan paralelamente; por un lado, en relación a los hábitos y transformaciones constatados en las moralidades existentes en diversas culturas de diferentes lugares y, por el otro, a los avances científicos y tecnológicos del mundo contemporáneo.

El concepto más difundido de multidisciplinariedad concierne al estudio de un objeto por parte de diversas disciplinas simultáneamente, significando, en la práctica, la interpretación del mismo objeto de estudio a partir del modo particular de trabajo de cada disciplina (por ejemplo, el aborto desde la perspectiva de la Medicina, del Derecho, de la Filosofía, la Teología, entre otras).

La interdisciplinariedad, por su parte, se refiere a la transferencia de métodos de una disciplina a otra, por ejemplo: las diferentes disciplinas citadas analizando integralmente el problema, dialogando entre sí. En cambio, la transdisciplinariedad hace referencia a lo que se sitúa entre las disciplinas, es decir, entre los límites de sus fronteras, teniendo como uno de sus imperativos la unicidad del conocimiento; esta interpretación excede a las disciplinas aquí adoptadas como referencia, proporcionando un nuevo tipo de abordaje, más orgánico e integrado a la cuestión en análisis ².

Para este estudio se empleará como referencia a la interdisciplinariedad, considerando el propio material empírico presentado en el tópico sobre la metodología utilizada en el trabajo. Entre otros aspectos que tratan respecto de la temática, se interroga acerca de cómo las relaciones de interdisciplinariedad pueden facilitarse para que los especialistas de diversas áreas puedan realmente actuar como equipo. El diálogo ético asegurado por la formación en bioética, basado en la complejidad y en la interdisciplinariedad, otorga un mayor énfasis a la deliberación, la articulación, la negociación, la exploración y la generación de nuevas miradas y perspectivas éticas ³.

La formación en bioética posibilita estandarizar conceptos y reflexiones para el diálogo entre profesionales de diferentes especialidades. Además de esto, establece el punto de referencia necesario para la interacción y la colaboración entre las diversas áreas, compartiendo lenguajes, abordajes, materiales y estrategias desde el punto de vista ético, y la aplicación de referencias teóricas y prácticas relacionados con la complejidad y la interdisciplinariedad. La educación ética profesional busca habitualmente promover la ética entre los estudiantes, pero también generar y mantener las mejores y más justas formas de actuación profesional. Moldeada por la contingencia histórica y cultural, la subjetividad del alumno se reconfigura, en el ámbito de la bioética, por la asimilación de conocimientos especializados y de técnicas, y por el estudio sistemático de valores y creencias ³.

Una de las más significativas transformaciones que tuvieron lugar en los últimos años fue la expansión y la diversificación de la actuación de los profesionales que trabajan en conjunto, en equipos de salud y en otros, en contacto e intercambio constantes. Grandes centros médicos, hospitales, clínicas y programas de salud pública y medicina privada, por ejemplo, son dirigidos por profesionales especializados que necesitan interactuar entre sí, lo que de cierta forma genera un intercambio que influye en sus acciones.

Buscando elementos empíricos, el objetivo de esta investigación – basada en el perfil profesional de los alumnos que ingresaron en el Programa de Posgrado Stricto Sensu de la Cátedra UNESCO de Bioética de la Universidad de Brasília – es discutir el empleo de la referencia de la interdisciplinariedad como uno de los fundamentos del proceso de enseñanza-aprendizaje en una realidad educativa determinada.

Antecedentes

En las disciplinas de bioética de los programas de grado y posgrado existe una necesidad creciente de preparar a los estudiantes adecuadamente para los desafíos éticos que van a enfrentar durante su formación y en las futuras actividades profesionales ^4-9. En la Universidad de Toronto, Canadá, se encuentra el Join Centre for Bioethics (JCB), una red de más de 180 profesionales con una formación interdisciplinaria que trabaja en apoyo universitario. Entre otros objetivos, este centro muestra un gran interés por mantener y estimular a los estudiantes de posgrado a que se involucren en esta propuesta integrada de enseñanza-aprendizaje, ofreciendo premios, becas y cursos de residencia, entre otras actividades, y estimulando su participación en comités de ética, los cuales obligatoriamente tienen una composición interdisciplinaria ¹⁰.

La importancia y la responsabilidad de las carreras de posgrado en bioética fueron detalladas en una investigación desarrollada en Paquistán, que evaluó 50 exalumnos luego de los cinco años de la creación de la carrera y evidenció que casi la mitad de ellos estaba en comités de ética. De estos, el 100% creía que la carrera amplió sus conocimientos y mejoró su práctica, el 94% difunden estos conocimientos en comités, seminarios y conferencias, y el 90% cree que su comportamiento profesional cambió después de la carrera, con una mejora, inclusive, de la calidad de su trabajo ¹¹.

El Informe Romanell ¹², por su parte, describe prácticas actuales en la educación ética, ofreciendo orientación en diversas áreas: metas y objetivos educacionales, métodos de enseñanza, estrategias de evaluación y otros desafíos y oportunidades (incluyendo una estructura de cursos y desarrollo del cuerpo docente). El objetivo del informe fue ayudar a los educadores de ética médica a contemplar esas expectativas. Luego del análisis en Estados Unidos, el informe identificó los desafíos que se presentaron para los educadores del área, principalmente en cuanto al consenso de los objetivos, de los métodos pedagógicos y el aumento de la presión por la obtención de resultados eficaces en un corto plazo. El estudio concluyó que el contenido de las disciplinas de ética médica puede mejorarse, concentrándolo en la formación profesional como forma de prepararse para el compromiso vitalicio con la atención al paciente, en la educación y en la investigación ¹².

El desarrollo significativo de la bioética en Brasil tuvo lugar de forma tardía, recién a partir de los años 1990, con diversos desafíos superados y aun por superar ¹³. En el proceso de maduración y crecimiento de la bioética brasilera, no se puede dejar de citar la importancia de las carreras de posgrado como instancias de formación de los profesionales del área. En este sentido, analizar perfiles y determinar ciertos aspectos que engloban al tema es fundamental para una mejor comprensión de esta área del conocimiento, posibilitando trazar metas que estimulen su perfeccionamiento. En estos más de 20 años, se registraron grandes avances. Sin embargo, aún existe un largo camino por recorrer en el posgrado en bioética para que se cumpla su real papel de agente promotor en la construcción de un mundo mejor y más justo. En ese contexto, la interdisciplinariedad como elemento referencial de los diferentes programas pasa a constituir un objetivo a ser alcanzado ^13,14.

La complejidad de pensamiento es propia de la interdisciplinariedad. Actualmente ya no se puede consentir que los cientistas se acomoden en la certeza de la unidisciplinariedad, erradamente seguros y distantes del mundo actual, multifacético, que carece de respuestas equilibradas y democráticas de acuerdo con nuevas formas de convivencia científica y social y de colaboración entre las diversas áreas del saber. Los saberes que antiguamente eran simples y directos, están cada vez más hipercomplejos, constituidos por múltiples elementos, integrados y dinámicos. Todas estas características que favorecen a una nueva actuación científica se encuentran en la interdisciplinariedad ¹⁵.

El Programa de Posgrado Stricto Sensu en Bioética de la Universidad de Brasília, anclado en la Cátedra UNESCO de Bioética de la institución y dictado en los niveles de maestría y doctorado – que incluye además la práctica de posdoctorado –, fue creado en 2008, tras diez años consecutivos de una rigurosa experiencia desarrollada en el curso lato sensu (especialización) dictado anualmente para grupos de 30 alumnos. La propuesta de la carrera, así como de la fase de desarrollo más avanzada después de aquel año – con la creación de la maestría, el doctorado y el posdoctorado –, estuvo siempre basada epistemológicamente en el análisis de los problemas y conflictos éticos de la vida humana en sentido amplio, teniendo como referencia a la interdisciplinariedad. El propósito de esta investigación es, por lo tanto, estudiar el tema de la interdisciplinariedad basado empíricamente en la discusión de la formación multiprofesional de los alumnos de dicho programa.

Método

Para desarrollar la investigación, se elaboró un estudio retrospectivo de frecuencia de perfil de los ingresantes en el Programa de Posgrado en Bioética de la Universidad de Brasília (UnB) – maestría, doctorado y posdoctorado – por medio de ocho concursos públicos anuales entre 2008 y 2015. El estudio procuró identificar, de acuerdo con la formación multiprofesional de los estudiantes, informaciones que permitiesen analizar la interdisciplinariedad como una herramienta de referencia en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Los siguientes datos fueron indagados en los archivos de la secretaría del programa y en la plataforma Lattes: edad del alumno, sexo, procedencia, formación profesional y otros cursos de posgrado lato o stricto sensu. Se incluyó a todos los alumnos matriculados y los que concluyeron, en aquel período, las carreras de posgrado en bioética de la UnB en los niveles de maestría, doctorado y posdoctorado.

Resultados

El Programa de Posgrado en Bioética Stricto Sensu de la UnB tiene como área de concentración a la salud pública y tres líneas de investigación: 1) Fundamentos de bioética y salud pública; 2) Situaciones emergentes en bioética y salud pública; y 3) Situaciones persistentes en bioética y salud pública. El programa concentra sus acciones e investigaciones en una bioética integrada a los problemas y prácticas de salud pública – interpretada en su integralidad, es decir, de forma más amplia –, profundizando el análisis de los conflictos éticos en las dimensiones biomédicas, socioculturales y políticas.

Por la misma propuesta curricular presentada al área interdisciplinaria de la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior del Ministerio de Educación (CAPES/MEC), el programa se concentra en dos grandes campos de actuación: el campo biomédico propiamente dicho, asociado a la bioética desde sus principios; y el campo sociopolítico, novedad epistemológica propuesta por el grupo académico de la UnB desde la implementación del curso de especialización en 1998. Con la homologación de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en 2005, ganó respaldo científico, social y político, incorporando 15 principios que ampliaron significativamente su alcance.

El programa de la UnB tiene 60 lugares para estudiantes y, durante el desarrollo de la investigación, contaba con 56 alumnos matriculados. Entre 2008 y 2015, se matricularon 145 alumnos (Tabla 1). De ese total, 82 (57%) se inscribieron en la carrera de maestría, 60 alumnos (41%) en la de doctorado y tres (2%) en la de posdoctorado. Prevaleció el sexo femenino con 101 alumnas (70%), frente a 44 alumnos de sexo masculino (30%), siendo que esta predominancia se mantuvo en los demás años.

Tabla 1
Distribución de los alumnos del Programa de Posgrado en Bioética de la UnB por carrera y año

Carrera/Año	2008	2009	2010	2011	2012	2013	2014	2015	Total	%
Doctorado	8	7	5	9	7	7	9	8	60	41
Maestría	13	13	13	8	8	7	9	11	82	57
Posdoctorado				1		1		1	3	2
Total/Año	21	20	18	18	15	15	18	20	145

Se verificó que la franja etaria preponderante era entre 31 y 40 años, representada por un 42,1% de los alumnos, seguida de la franja entre 41 y 50 años, con un 30,3% de los alumnos, como puede observarse en la Tabla 2. Los alumnos son mayormente brasileros, provenientes de 15 estados brasileros, además del Distrito Federal que, como sede del programa, representa un 79% del total de participantes, seguido del estado de Goiás con un 5%. Cerca del 4% de los alumnos son extranjeros provenientes de Argentina, Colombia, Mozambique y Uruguay.

Tabla 2
Distribución de los alumnos del Programa de Posgrado en Bioética de la UnB por franja etaria

Franja etaria	Cantidad de alumnos	%
21-30	13	9
31-40	61	42,1
41-50	44	30,3
51-60	25	17,2
Por encima de 60	2	1,4
Total	145

La Tabla 3 presenta las principales de las 29 profesiones de los alumnos de la muestra: Medicina, con 20 alumnos (12%); Derecho, con 18 (11%); Biología, con 17 (11%); Odontología, con 15 (9%); Psicología, con 12 (8%); Enfermería, con 11 (7%); Fisioterapia y Filosofía, con 10 alumnos cada una (6% cada una).

Tabla 3
Distribución de los alumnos del Programa de Posgrado en Bioética de la UnB por profesión

Profesión	Cantidad de alumnos	%
Medicina	20	14
Derecho	18	12
Biología	17	12
Odontología	15	10
Psicología	12	8
Enfermería	11	8
Fisioterapia	10	7
Filosofía	10	7

Considerando todas las carreras de grado y posgrado (especializaciones, maestría y doctorado) realizados con anterioridad al ingreso de los alumnos en el posgrado en bioética en la UnB, las áreas de conocimiento prevalentes fueron ciencias de la salud (58%), ciencias humanas y sociales (34%), y ciencias biológicas (4%). Sólo dos alumnos eran procedentes de ciencias exactas (1%).

Las áreas de conocimiento y sus respectivas incidencias están relacionadas en la Tabla 4. Se observa en la misma tabla que el total de alumnos fue de 206, en lugar de los 145 alumnos que se matricularon en el programa en el período estudiado. Los números divergen por haber alumnos con una formación en más de un área de conocimiento, ya sea especialización, segunda carrera de grado o segundo posgrado. También se obtuvo el dato de que 57 alumnos (39%) se formaron en una segunda área del conocimiento, incluyendo cuatro alumnos (3%) que se graduaron además en una tercera.

Tabla 4
Distribución de los alumnos del Programa de Posgrado en Bioética de la UnB por área de conocimiento

Total	Maestría	Doctorado	Posdoctorado	Total	%
Artes y letras	2	1		3	2
Ciencias agrarias		1		1	1
Ciencias biológicas	7	2		9	4
Ciencias de la salud	69	49	2	120	58
Ciencias exactas	1	1		2	1
Ciencias humanas y sociales	41	27	1	69	34
Otras	1	1		2	1
Total/Área	121	82	3	206

• * Áreas de conocimiento según: http://www.unb.br/posgraduacao/stricto_sensu/editais.php.

Discusión

Este estudio posibilitó conocer mejor algunas características del perfil de los alumnos que ingresaron en el Programa de Posgrado en bioética de la Universidad de Brasília entre 2008 y 2015, destacando la predominancia del sexo femenino (70%), con una edad entre 31 y 40 años (42%); provenientes de Brasília (79%), con formación en el área de ciencias de la salud (58%), mayoritariamente de las carreras de Medicina (12%), Derecho (11%) y Biología (11%).

Con un resultado similar, una investigación realizada en 2009 en la Cátedra UNESCO de Bioética de la UnB, que analizó una década (1999 a 2008) de desarrollo del curso de posgrado lato sensu en bioética (especialización), también constató la prevalencia de estudiantes de sexo femenino (67%), con una formación básica en las áreas de ciencias de la salud y ciencias humanas y sociales ¹⁶.

Una tesis de doctorado, defendida en la Universidad de Brasília, sobre el perfil académico de los profesores que dictan disciplinas relacionadas con la bioética en 163 cursos del área de ciencias de la salud reconocidos por la CAPES, señaló que el 60% de los docentes eran de sexo masculino. En relación a la formación de los docentes, la mayoría tenía formación en Medicina (47%), seguida por Odontología (20%) y Enfermería (10%) ¹⁷.

La carrera de Medicina estuvo representada por el mayor número tanto de alumnos como de profesores, y existía una prevalencia de las ciencias de la salud. La importancia de la bioética para los profesionales de salud está bien retratada, considerando que el diálogo desempeña un papel central en casi todos los aspectos de la práctica médica ^18,19.

La cuestión a ser discutida, y que de cierta forma sorprende, es el inusitado y creciente interés de los alumnos provenientes del área de ciencias humanas y sociales en la carrera de posgrado en bioética de la UnB: cerca del 34%. Los datos de la investigación anteriormente mencionada, así como del perfil de los profesores en Brasil, señalan sólo el 13% ¹⁷.

Lo que se observó en el estudio en la UnB es que los alumnos provenientes de las carreras de Derecho, Psicología y Filosofía han demostrado un especial interés por la bioética. Es importante destacar que el inicio de la bioética como disciplina de posgrado en el país surgió en Porto Alegre, en la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul (PUCRS), en 1988, en Medicina ¹⁴ – aun hoy la más representativa en las muestras aquí mencionadas, a pesar de que gradualmente está compartiendo relevancia con otras profesiones.

Figueiredo llama la atención sobre el hecho de que actualmente la bioética recibe profesionales de diferentes campos de conocimiento, y no sólo del área médica, denotando la formación multidisciplinaria. El autor concluye que los profesionales más familiarizados con las metodologías transdisciplinarias son más indicados para este campo, puesto que tienden a tener un particular buen sentido y sensibilidad como atributos inherentes a su actuación profesional ¹⁷.

En este estudio sobre el perfil de los alumnos de posgrado en bioética de la UnB, se encontraron procedencias de 29 formaciones académicas, siendo que un 39% de los alumnos tenía formación en diferentes áreas de conocimiento. Estos profesionales representan diferentes papeles en la sociedad, actuando como consultores, gestores, políticos, educadores, juristas, investigadores y clínicos, responsabilidades que exigen ciertas habilidades y una base ética de conocimiento práctico, social, de literatura, sobre el sistema de salud, derecho a la salud y terminología médica.

Es natural, por lo tanto, que esas realidades requieran habilidades de comunicación, de decisión y de convivencia interpersonal complejas. Ante los aspectos multifacéticos de estos contextos, la interdisciplinariedad se torna no sólo relevante, sino necesaria para el ejercicio de la práctica bioética, dado que las discusiones, los problemas y los conflictos éticos no deben ser tratados monodisciplinariamente, es decir, de modo unilateral y aislado. El abordaje interdisciplinario es el más adecuado por utilizar herramientas teórico-metodológicas que aseguran una competencia diferenciada en la toma de decisiones ²⁰.

En la investigación realizada en 2009 sobre los alumnos del curso de especialización en bioética, se observó la presencia de 21 áreas de grado ¹⁶, mientras que en la carrera stricto sensu se constataron 29 áreas, comprobando que actualmente existe un mayor interés por la bioética y su expansión hacia nuevas áreas de conocimiento, como Nutrición, Pedagogía, Relaciones Internacionales y Servicio Social, entre otras.

En un análisis adicional y paralelo, sobre el perfil de los profesores en 2010, se verificó que venían de 13 carreras de grado diferentes, lo que también indica la multidisciplinariedad como una característica inherente de estos profesionales ¹⁷. No obstante, este aspecto se tornó más evidente al evaluarse el perfil de los alumnos de la UnB, que presentan una mayor variedad y una mejor distribución de las carreras de grado, sin la prevalencia de la formación en Medicina.

Estos datos muestran que la bioética se está expandiendo hacia diferentes campos de conocimiento. Principalmente, a partir de 1980, el acelerado desarrollo científico, de nuevas tecnologías y de los cuidados de gestión en los sistemas de salud, las migraciones humanas y la consecuente expansión de la diversidad cultural, entre otros aspectos, crearon la necesidad de que se efectúen cambios profundos en el análisis y en la interpretación moral de los conflictos a ser resueltos por la bioética, lo que exigió un rigor aún mayor en la formación de los profesionales.

Un ejemplo de la necesaria renovación de los antiguos y rígidos contenidos curriculares es Finlandia, primer país del mundo en reconocer esa iniciativa y ampliarla a todo el territorio hasta 2020. Esa transformación parece configurarse como el fin de la enseñanza tradicional en el país y el inicio del énfasis en la enseñanza por tópicos, de modo multi e interdisciplinario, constituyendo una nueva herramienta “fenoménica”, como la clasificaron los educadores finlandeses. Desde hace años la educación del país está entre las mejores del mundo, en base no sólo a la enseñanza multi e interdisciplinaria, sino también a la valoración del profesor y al estímulo de diferentes formas de aprendizaje, alcanzando el tope del ranking del Programa de Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA) ²¹.

Las universidades tienen el desafío de responder con calidad a las expectativas que involucran el dominio conceptual y práctico de la bioética, permitiendo el desarrollo de habilidades en alumnos de formaciones diversas y de opiniones divergentes. La variada formación profesional de los estudiantes que se interesan por este campo indica que ese recurso metodológico deja de ser un obstáculo para, por el contrario, integrar plenamente el contexto de la bioética, como una nueva herramienta de su arsenal teórico-práctico, para expandir y aplicar adecuadamente el conocimiento producido.

La interdisciplinariedad es la identidad filosófica de la bioética que promueve valores morales en el intento de transformar la realidad, procurando la justicia y el bien común ²². Por lo tanto, la adopción teórico-práctica de la referencia de la interdisciplinariedad es esencial para desarrollar la bioética como campo del saber. Dado que los antiguos y los nuevos desafíos exigen soluciones, los profesionales del área – de acuerdo con conocimientos, valores y experiencias diversificadas, proporcionadas por la metodología referida – deben estar capacitados para actuar de un modo coherente con la realidad contemporánea y los conflictos derivados de ésta.

Consideraciones finales

Este estudio recogió datos expresivos en cuanto al perfil y la formación profesional de los estudiantes que buscan incluir el conocimiento de la bioética en su formación. Además de una mayor presencia de profesionales de sexo femenino (70%), el dato más significativo de la muestra fue la amplia diversidad de profesiones de los estudiantes matriculados en el programa, que recibió alumnos con 29 formaciones profesionales diferentes.

Los programas de posgrado en bioética deben tener como base curricular el diálogo efectivo entre diferentes áreas de conocimiento de interés de la disciplina, lo que torna la interdisciplinariedad esencial para enriquecer la formación de los alumnos. Así, los futuros profesionales estarán listos para compartir diversos lenguajes, abordajes, tomas de decisión y otras acciones, múltiples y complementarias, de modo integrado.

Con la emergencia de la bioética surge una nueva ética curricular: aplicada y transformadora, tendiendo a lograr respuestas más abarcativas, participativas y democráticas a los conflictos morales actuales y futuros. En el contexto aquí expuesto, lo que se desea es una bioética que se comprometa a responder a los problemas y necesidades del mundo contemporáneo. Entre sus propósitos está la formación de profesionales con una mayor sensibilidad ética, orientados por programas de enseñanza-aprendizaje en nuevos dominios de la ética biomédica ²³ y de la propia ética social. En el sentido comportamental, no obstante, no se puede olvidar que la bioética aquí estudiada debe ser plural, es decir, considerar y respetar la diversidad moral histórica de las diferentes comunidades socioculturales.

Se debe tener en cuenta, también, el equívoco relativamente común de que los problemas surgidos en ambientes moralmente dispares admiten una solución única. Imponer un conjunto uniforme de principios predeterminados y acríticos a culturas diversas sería una acción anómala, dado que los profesionales tienen la obligación de interactuar en consonancia con las diferentes moralidades. Comprender los fundamentos éticos para patrones complejos de relaciones moralmente plurales exige, además de una adecuada y rigurosa formación, formas más imaginativas de reflexión y decisión éticas ³.

Existe una inquietud mundial por la búsqueda de la calidad, la seguridad y el conocimiento, contexto que se amplía gradualmente y no se condice más con la visión disciplinaria única, incapaz de garantizar seguridad en las decisiones y en el encaminamiento de problemas éticos enmarcados en diferentes vertientes filosóficas del pensar y del actuar.

En este contexto, para contemplar esa necesidad, la bioética necesita instrumentalización. Existen diversos dilemas a ser considerados actualmente, en un mundo con diferentes niveles de complejidad. Por lo tanto, la próxima generación de especialistas en el área de la bioética debe desarrollar habilidades para conectar el mundo empírico con el real ^24,25, lo individual con lo colectivo, la acción con la reacción, lo fenoménico a lo esencial. La perspectiva bioética de la interdisciplinariedad permite diálogos plurales y crea otros espacios de reflexión, superando lo que es habitual y familiar en el ámbito exclusivamente uniprofesional ¹⁹.

El ejercicio de la interdisciplinariedad debe estimular la búsqueda más allá de las fronteras, proporcionando a los que se dedican a su ejercicio la posibilidad de establecer enfoques y propuestas transdisciplinarias, lo que significa un paso al frente para interpretar y lidiar con los problemas éticos.

La visión y la práctica transdisciplinarias en los procesos de enseñanza-aprendizaje académicos requieren de parte del profesional la capacidad de “reconectar saberes”, de aprehender las diversas perspectivas posibles que pueden dirigirse a un objeto o situación en que diferentes conocimientos e informaciones se unen o se separan. Se debe cuestionar y buscar otras maneras de aprender, y no sólo reproducir lo que se aprende linealmente, o basarse en la creencia de que una única respuesta pueda resolver nuestras dudas ²⁶.

Profundizar no siempre es sinónimo de saber mejor, sino de avanzar más allá del conocimiento restricto y lineal. Significa también la posibilidad de que el profesional observe los dilemas de una cuestión desde diferentes ángulos para conocerla mejor, interpretarla y definir una propuesta de acción. En esa línea de razonamiento, una formación amplia, como la propuesta por el proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollado en el posgrado en Bioética de la UnB, parece garantizar a sus estudiantes, de formaciones profesionales tan variadas, una currícula diversificada y concretamente interdisciplinaria. Esta propuesta, basada especialmente en la interdisciplinariedad, entre otras referencias teórico-prácticas, torna a los profesionales que buscan los caminos de la bioética más capaces de contextualizar dilemas morales, desembocando en una disciplina más plural y dinámica.

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Fechas de Publicación

• Publicación en esta colección
  Sep-Dec 2017

Histórico

• Recibido
  11 Abr 2016
• Revisado
  27 Abr 2017
• Acepto
  29 Mayo 2017