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El aborto como derecho de las mujeres. Otra historia es posible

RESEÑAS

Nayla Vacarezza

Socióloga y becaria doctoral CONICET, Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales - UBA, Buenos Aires, Argentina, nayla.luz@gmail.com

ZURBRIGGEN, Ruth & ANZORENA, Claudia (comps.) 2013. El aborto como derecho de las mujeres. Otra historia es posible. 1ª. ed. Buenos Aires: Herramienta. 351 p.

El libro El aborto como derecho de las mujeres. Otra historia es posible es un producto del activismo político de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en Argentina. Se trata de una compilación realizada por Ruth Zurbriggen y Claudia Anzorena en donde se reúnen los trabajos presentados durante las XI Jornadas Nacionales de Historia de las Mujeres y VI Congreso Iberoamericano de Estudios de Género, que se llevaron a cabo en la ciudad de San Juan (Argentina), los días 12,13 y 14 de septiembre de 2012.

El libro es una demostración de la habilidad de este movimiento para estar en las calles pero también para ocupar otros espacios sociales (las universidades, el Congreso Nacional, los hospitales y centros de salud, la Justicia y los organismos de Derechos Humanos, la educación, los medios de comunicación, también la vida cotidiana) cuando se compromete en la tarea de acompañar a las mujeres que abortan. El carácter múltiple y plural de la Campaña –que, desde su inicio en 2005, ha llegado a reunir a más de trescientas organizaciones sociales– es una de sus características más salientes: "Se trata de una combinación de fuerzas heterogéneas que le da riqueza y un carácter dinámico (...) La Campaña no es una estructura unívoca, estructurada y rígida sino un conjunto de alianzas, negociaciones y relaciones de fuerza que motorizan las acciones para lograr nuestros objetivos (:24)."

El capítulo escrito por las compiladoras invita a comprender las diferencias como fuerzas creativas, lo cual les permite también problematizar con gran lucidez las dificultades implicadas en la articulación de las variadas trayectorias individuales, filiaciones políticas y proveniencias geográficas de las personas y organizaciones que integran la Campaña.

Esa diversidad se despliega en el libro en forma de conceptos y argumentos que apoyan la legalización del aborto. En consonancia con el pluralismo de la organización política, las múltiples diferencias que habitan los textos (disciplinarias, de grados de elaboración conceptual y analítica, de trayectorias académicas y de perspectivas políticas) podrían pensarse como piezas de una máquina que se componen con las otras a fuerza de fricciones, y así es como se potencian. Se trata, en todos los casos, de saberes que tienen el carácter de intervenciones porque buscan incidir en los modos de pensar y producir conocimiento en los más diversos campos: desde la filosofía política y moral –en donde interviene el texto de Daniel Budysgan–, pasando por la comunicación social, el derecho, la historia y la antropología, entre otras.

El nivel de sofisticación de los argumentos que se presentan en el libro muestra no sólo la madurez del movimiento social, sino también del conjunto del debate social en Argentina y también en la región, ya que se incluyen artículos de autoras de Chile y Uruguay. Los conceptos utilizados surgen de una necesidad social de poner en palabras y formular como problema aquello que está naturalizado.

A contrapelo de la larga historia pronatalista argentina, en el libro se hace la genealogía del debate social sobre el aborto, que comienza tímidamente en la década del setenta y se extiende hasta nuestro presente. El texto de Mabel Bellucci rastrea los acoples entre progresismo intelectual, izquierdas y feminismos en los setentas, al mismo tiempo que invita a adentrarnos en la complejidad de las conexiones norte-sur que establecieron las "viajeras militantes" con sus apasionadas políticas de traducción y apropiación. En la misma sección del libro, el texto de Alejandra Ciriza permite comprender cómo las demandas por el derecho al aborto se abrieron camino en las complejas tramas históricas entre democracia, patriarcado y capitalismo, en un contexto regional de aumento de las desigualdades y de fuertes presiones por parte de la jerarquía católica.

La actividad creadora de intervenciones críticas avanza sobre otro terreno clave: las narrativas dominantes acerca de la "vida" que sostienen los grupos contrarios a la legalización del aborto. El texto de Juan Manuel Moran Faúndes aporta una rigurosa crítica del discurso científico genetista que se acopla con el discurso de la jerarquía católica para sostener una noción deshistorizada y despolitizada de la "vida" que opera "...como una máquina política que invisibiliza a las mujeres, sus cuerpos y subjetividades, en favor de la protección irrestricta al producto de la fecundación que se asume como individuo humano y una persona jurídica" (:56).

En la línea de las intervenciones críticas, pero esta vez sobre los medios de comunicación, se ubican los textos de Florencia Rovetto, de María Belén del Manzo y María Belén Rosales, y de Yanel Mogaburo, Florencia Moragas y Sara Isabel Pérez. Sus trabajos permiten advertir lo activo que es este movimiento en el ámbito de la comunicación, entendida como un espacio clave para la transformación social. Los textos dan cuenta de la creación de observatorios de medios con perspectiva de género en el ámbito universitario, del esfuerzo por diseñar metodologías de análisis de medios con dicha perspectiva y también de la promoción de estrategias de comunicación que incluyan los argumentos de la Campaña. La crítica del tratamiento mediático del aborto denuncia la persistencia de la lógica comunicativa de "las dos campanas"; así como la novedad y el desafío político que supone que, en el lugar hasta ahora ocupado por actores religiosos, intervengan cada vez más representantes de instituciones de bioética y/o de derecho que se presentan como laicas. Los análisis muestran también que los medios le dan tratamiento al tema del aborto sólo a partir de casos excepcionales y siguen privilegiando voces expertas masculinas por sobre las voces de la experiencia, la difusión de datos y la información en términos de derechos de las mujeres y garantías incumplidas por parte del Estado.

El libro contiene además textos que evidencian la fuerte presencia de este movimiento en el campo jurídico y de los Derechos Humanos. Los textos de María Angélica Peñas Defago y de Patricia González Prado permiten conocer las herramientas del Derecho Internacional de los Derechos Humanos que fortalecen la demanda del derecho al aborto no punible en Argentina. Sus trabajos muestran que –aun después del importantísimo fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en 2012, acerca de la necesidad de facilitar el acceso a los abortos permitidos por el Código Penal– las vulneraciones de los Derechos Humanos de las humanas continúan. Se trata de abusos, perpetrados por funcionarios judiciales, y del sistema de salud, cuyos atropellos son constantemente denunciados pero quedan impunes la mayoría de las veces.

Una lectura transversal del libro permite advertir un significativo proceso de reelaboración de dos conceptos centrales para las teorías y prácticas políticas feministas: autonomía y experiencia. La reivindicación de la soberanía sobre el propio cuerpo y de la libertad para decidir sobre él, tan queridas para los feminismos, adquieren nuevas tonalidades en el desarrollo del libro. El concepto de autonomía que se va hilando en la composición de los textos va mucho más allá del derecho al propio cuerpo en sentido individualista y liberal de raigambre burguesa. Una crítica del androcentrismo propio de la noción dominante de autonomía en la modernidad puede encontrarse en el texto de Miguel González y Matías Garrido.

Todos los textos coinciden en que la clandestinidad limita la autonomía de las mujeres, especialmente la de las más desfavorecidas socialmente. Sin embargo, a lo largo del libro también se destaca la autonomía ejercida por las mujeres que abortan, que se resisten al mandato de la maternidad y con ello se muestran como sujetos resistentes y agentes de cambio social. En ese sentido avanza el texto de Martha Rosenberg cuando dice que "... impedir un nacimiento proyecta un futuro para alguien. A partir de esa decisión –siempre performativa- ella tiene la esperanza de inventar una nueva forma de habitar su cuerpo y su genealogía" (:107). Y el de Rosana Rodríguez afirma:

Cuando las mujeres deciden exponer sus cuerpos a prácticas abortivas en condiciones de clandestinidad impuestas por la penalización del aborto, expresan que la continuidad del embarazo es más peligrosa que el aborto. Los embarazos forzados, que terminan en maternidades forzadas, ponen en peligro la salud y la vida de las mujeres, limita su libertad y su dignidad, su derecho a decidir y su integridad como personas (:280).

Las reflexiones sobre la autonomía traen consigo la pregunta acerca de las condiciones sociales que favorecen o limitan el ejercicio de la libertad para decidir sobre la propia capacidad reproductiva. Judith Butler, en Deshacer el género, sostiene que "...la autodeterminación se convierte en un concepto plausible únicamente en el contexto de un mundo social que apoya y posibilita la capacidad de ejercitar la agencia." (2006:21). En consonancia con la propuesta de Butler, los trabajos del libro invitan a comprender que la autonomía reproductiva sólo es plenamente posible si hay un sostén comunitario, legal y sanitario que la apoye. La lucha por la legalización del aborto -y no sólo por su despenalización- apunta justamente a ese sentido colectivo de la autonomía, porque no se trata sólo de la libertad que puede ejercerse individualmente sino de proyectar un horizonte colectivo de posibilidades, de volver a pensar cómo vivimos juntos, cómo nos cuidamos mutuamente y cómo achicamos las desigualdades sociales entre las mujeres.

Olga Grau en su texto sostiene que necesitamos pensar qué tan lejos o qué tan cerca de las mujeres que abortan se ubica este movimiento. La respuesta la encontramos en dos textos del libro. En el trabajo de Ruth Zurbriggen, Maria Trpin y Belén Grosso sobre el Socorro Rosa, un servicio autogestivo de acompañamiento de mujeres que abortan y de difusión del correcto uso del misoprostol que lleva adelante la colectiva feminista La Revuelta de Neuquén. Y también en la experiencia de acompañamiento jurídico en la demanda de un aborto no punible que narra Patricia González Prado, abogada de la colectiva feminista Las Juana y las Otras de Mendoza. El socorrismo y el acompañamiento jurídico son una muestra de cómo este movimiento se acerca a las mujeres que abortan y de cómo, en ese camino, se aprenden estrategias colectivas de ejercicio de la autonomía y de cuidado mutuo que buscan reducir las vulnerabilidades que trae consigo la clandestinidad. Especialmente en esos textos se hace notorio que la creación de nuevas formas de reflexionar acerca de la autonomía es indisociable de una práctica y una experiencia política que necesita construir conceptos y saberes para seguir avanzando.

Las compiladoras le dedican una sección del libro a los textos que tienen como objeto la experiencia del aborto clandestino. Se trata de un desvío respecto del habitual tratamiento del "problema del aborto" bajo la forma del "caso excepcional" jurídico y/o mediático ya que ese tipo de abordaje cumple "... una función de borradura de los escenarios y las palabras propias de la existencia social clandestina de la práctica..." (Chaneton & Vacarezza, 2011:19). El análisis de testimonios de experiencias, en cambio, aporta al debate social nuevas dimensiones que tienen que ver con el afecto, el cuerpo, y también con el lenguaje y el posicionamiento ético-político que asumen quienes dan testimonio.

Una cuestión ética palpita en los textos que reflexionan acerca de la experiencia del aborto: cómo se acude al encuentro de esas experiencias. Especialmente el texto de Susana Rostagnol muestra que no hay una idealización política de la experiencia del aborto. Se sostiene que la experiencia del aborto implica el ejercicio de un derecho sobre el cuerpo, pero no necesariamente es emancipatorio ni subversivo por sí mismo de las relaciones de género. Tampoco estamos ante acercamientos que puedan asociarse con el paternalismo, ni con el tutelaje, sino con el acompañamiento responsable y el respeto por las decisiones ajenas. Ello puede leerse en el texto de la colectiva feminista La Revuelta donde una entrevistada dice que, habiéndose preparado, como en un examen, para dar razones de su necesidad de abortar ante las activistas que iban a ayudarla, se sintió tranquila y acompañada al notar que "... al final, lo único que importaba era mi decisión. Y nada más que mi decisión" (:315).

Olga Grau propone pensar la coyuntura política de la lucha por la legalización del aborto a partir de la figura del nudo, de lo enredado. La cerrazón del nudo nos lleva al pesimismo frente a la negativa legislativa luego de cuatro presentaciones del proyecto de legalización del aborto, al reavivamiento de las fuerzas conservadoras luego de la asunción de Bergoglio como Papa y a las dificultades para que las mujeres tengan acceso a los abortos permitidos por la ley penal argentina. Pero –aun en esas condiciones– el nudo nos "...convoca a pensar en lo probable, en lo que puede ser abierto, en aquello de lo que podríamos hacernos dueñas..." (:119). Los conocimientos que se elaboran en el libro son herramientas para desatar el nudo, que provienen de la práctica política y, al mismo tiempo, ese es su destino: volver al activismo, a la discusión social y por qué no, a impulsar la discusión legislativa.

La lectura de esta compilación nos pone en contacto con la enorme potencia creativa de un movimiento social que no establece jerarquías entre pensamiento y acción, porque cada texto, a su manera, entabla una conexión entre la práctica política y la producción de saber. Esto puede verse en la escritura colectiva del texto que lleva la firma del colectivo Sin Cautivas, o en el de Luciano Fabbri, en el cual su propia experiencia activista es el material para una reflexión acerca de la participación de los varones en esta lucha. Se trata en todos los casos de saberes que no se elaboran por un ejercicio vanguardista de la razón especulativa, sino que son saberes apasionados, comprometidos políticamente y situados históricamente. En este sentido, no es menor que el libro haya sido editado por el colectivo editor Herramienta y bajo una licencia copyleft. El libro en sí mismo es una herramienta con proyección regional, tanto para el activismo como para el campo de los estudios académicos comprometidos con la legalización del aborto.

La audacia y la creatividad del movimiento, tanto como sus estrategias múltiples desplegadas en el libro, invitan a pensarnos como hábiles desatadoras de nudos: pacientes, incansables, pero también furiosas y con la fortaleza necesaria para cortar ese nudo. Por eso lleva en su título la frase "Otra historia es posible".

  • BUTLER, Judith. 2006. Deshacer el género 1a ed. Barcelona: Paidós. 392 p.
  • CHANETON, July & VACAREZZA, Nayla. 2011. La intemperie y lo intempestivo. Experiencias del aborto voluntario en el relato de mujeres y varones 1a ed. Buenos Aires: Marea. 188 p.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    10 Ene 2014
  • Fecha del número
    Dic 2013
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