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La comunidad virtual de asexuales del área metropolitana de Buenos Aires

A comunidade virtual de assexuais do área metropolitana de Buenos Aires

The virtual asexual community of the Buenos Aires metropolitan area

Resumen

El presente trabajo identifica y caracteriza a la comunidad asexual del Área Metro-politana de Buenos Aires. Para ello, en primer lugar, se lleva adelante una revisión teórica del concepto de asexualidad, destacando los aportes más relevantes para su incipiente estudio. En segundo lugar, como los asexuales se vinculan prioritariamente mediante plataformas virtuales, la metodología implementada es la de una etnografía virtual, combinándola con entrevistas en profundidad. Se busca, de este modo, dar cuenta de la especificidad de una comunidad forjada principalmente online. Por último, se desarrolla la politización de la co-munidad asexual, orientada al reconocimiento social del resto de la sociedad civil y de los colectivos de diversidad sexual.

Palabras clave:
asexualidad; asexuales; etnografía virtual; sexualnormatividad

Resumo

O presente trabalho identifica e caracteriza a comunidade assexual do Área Me-tropolitana de Buenos Aires. Para fazer isso, em primeiro lugar, faz uma revisão teórica do conceito de assexualidade, salientando as contribuições mais relevantes para o seu incipiente estudo. Em segundo lugar, como os assexuais se relacionam prioritariamente através de plata-formas virtuais, a metodologia implementada é a de uma etnografia virtual, combinada com entrevistas em profundidade. Assim, o objetivo é mostrar a especificidade de uma comunida-de forjada principalmente online. Por último, se desenvolve a politização da comunidade vir-tual assexual, orientada ao reconhecimento social do resto da sociedade civil e dos coletivos da diversidade sexual.

Palavras-chave:
assexualidade; assexuais; etnografia virtual; normatividade sexual

Abstract

The present paper identifies and characterizes the asexual community of the Buenos Aires Metropolitan Area. In order to do so, it carries on a theoretical revision of the concept of asexuality, highlighting the most relevant contributions for its emerging study. Secondly, as asexual people mostly interact through virtual platforms, the chosen methodology is a virtual ethnography, combined with in-depth interviews. The objective is to highlight the specificity of a mainly virtual community. In the last place, the process of “politization” of the asexual community is developed, this one being oriented to the rest of the civil society and other groups of sexual diversity.

Key words:
asexuality; asexuals; virtual ethnography; sexualnormativity

Introducción1 1 El presente trabajo es el resultado de una investigación llevada a cabo en el marco del proyecto UBACYT “Actores religiosos y Estado: conflictos y alianzas en torno a políticas públicas sobre sexualidad y drogas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (2003-2015)”, dirigido por el Dr. Daniel Jones. Mis agradecimientos a él y a los/as miembros del equipo por sus aportes y sugerencias, así como a la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad de Buenos Aires por la beca otorgada para su realización.

El presente trabajo se propone, en primer lugar, presentar las diversas concep-tualizaciones de la asexualidad en los estudios sobre sexualidades. Se entiende por asexualidad la baja o nula atracción sexual intersubjetiva. Asimismo, contempla las diferencias que las mismas personas asexuales establecen entre su identidad y otros términos como “asexuado/a”, “celibato”, “castidad” o “antisexualidad”. Para ello, como se expone en el apartado metodológico, se vale de la revisión bi-bliográfica y de fuentes secundarias, nueve entrevistas presenciales semiestructu-radas y el análisis del contenido virtual del grupo de Facebook “Yo también soy asexual - Argentina” (YTSAA).

En segundo lugar, recorre el debate metodológico acerca de cómo tratar la variable “sexualidad”. En los primeros estudios sistemáticos sobre la sexualidad humana, ésta fue abordada como una variable categórica, en relación a la cual las personas eran clasificadas de forma discreta y estanca. Como resultado, las per-sonas asexuales eran tipificadas como una categoría residual, o bien, como perso-nas esencialmente distintas de las alosexuales, -es decir, quienes sienten atracción sexual por otras personas-. Sin embargo, el concepto de “espectro asexual”, acu-ñado por la propia comunidad asexual, presenta a la “sexualidad” como variable continua, en donde las diferencias son de grado, y no de carácter mutuamente ex-cluyente. También se menciona la distinción entre atracción romántica y atracción sexual, central para la comunidad bajo análisis.

En la actualidad, las comunidades online están en el centro de la sociabilidad, el activismo, y la visibilización de la asexualidad (Eléa, 21/11/2017). Por eso, este trabajo describe a la comunidad asexual del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) a partir de su participación de un grupo de Facebook. La elección de dicha red social se fundamenta en que ésta es la más utilizada tanto a nivel mundial como en Argentina, donde cuenta con veintitrés millones de usuarios (DigitalHou-se, 28/07/2017DIGITAL HOUSE (28/07/2017). Las redes sociales más elegidas por los argentinos. Disponibleen:https://www.digitalhouse.com/noticias/las-redes-sociales-mas-elegidas-los-argentinos-marketing-digital/
https://www.digitalhouse.com/noticias/la...
), así como el grupo en cuestión fue escogido por ser la comunidad nacional del tema con más usuarios y actividad.

Finalmente, aborda la incipiente politización de este colectivo, entendida aque-lla como su aparición en el espacio político-público, la participación en instancias de reclamo colectivo -concretamente, en las Marchas del Orgullo-, y la formula-ción de posicionamientos y demandas políticas particulares. El contenido estos po-sicionamientos consiste en reclamar un lugar dentro de los espacios de diversidad sexual; llevar adelante políticas de visibilidad2 2 Se entiende por “políticas de visibilidad” un conjunto de estrategias de crítica y creación de nuevos patrones sociales de representación, interpretación y comunicación, dentro de las cuales se incluyen las Marchas de Orgullo (Moreno, 2008: 232). y respeto de la asexualidad, tanto de manera virtual como presencial; y la despatologización de la asexualidad. Estos tres puntos pueden resumirse en una impugnación de la sexualnormatividad. Se señala también que estas demandas políticas no tienen como destinatario directo al Estado sino, por un lado, al colectivo de la diversidad sexual y, por el otro, al resto de la sociedad civil. Finaliza con algunas preguntas finales sobre el devenir político de la comunidad asexual argentina.

Metodología

La presente investigación se vale de un abordaje cualitativo. Inicialmente, se llevó a cabo una revisión bibliográfica de estudios sobre sexualidades de dos tipos. Por un lado, se revisitaron investigaciones sobre la temática “sexualidades” en general (Kinsey, 1998 [1948] KINSEY, Alfred. 1998 [1953]. Sexual Behavior in the Human Female. Indiana: Indiana University Press . 842 p.; Kinsey, 1998 [1953]KINSEY, Alfred. 1998 [1948]. Sexual Behavior in the Human Male. Indiana: Indiana University Press. 804 p.; Storms, 1980STORMS, Michael. 1980. “Theories of Sexual Orientation”. Journal of Personality and Social Psychology. Vol. 38, nº5, p. 783-792.; Plummer, 1995PLUMMER, Ken. 1995. “Telling Sexual Stories in a Late Modern World”. Studies in Sym-bolic Interaction. Vol. 18, p. 101-120.; Pecheny, 2001; Bozon, 2004BOZON, Michel. (2004). Sociologia da sexualidade. (1ª ed.). Brasil: FGV Editora, 172 p.; Plummer, 2010PLUMMER, Ken. 2010. “The social reality of sexual rights”. In: AGGLETON, P. y PARKER, R. (eds.), Routledge Handbook of Sexuality, Health and Rights. (1ª ed.). Estados Unidos/Canada: Routledge, p. 45-55.). Estos trabajos se incluyeron para mostrar cómo, en algunos de estos estudios, la asexualidad ha sido hecha a un lado en tanto orientación sexual, y para llamar la atención sobre cómo el estudio de ésta puede enriquecer el debate de este campo disciplinar, al echar luz sobre aspectos que los trabajos centrados en la alosexualidad pasan por alto. Estos temas son: la sexualnormatividad; la diferencia entre atracción romántica y sexual, atracción sexual y deseo sexual, orientación sexual y comportamiento sexual; la concepción de la variable “sexualidad” como un continuum; y la variedad de orientaciones románticas existentes, tanto en grado como en destinatario/a. Por otro lado, se incorporaron trabajos específicos sobre asexualidad, de reciente producción (Bogaert, 2004BOGAERT, Anthony. 2004. “Asexuality: Prevalence and Associated Factors in a National Probability Sample”. The Journal of Sex Research . Vol.41, nº 3, p. 279-287.; Prause & Graham, 2006PRAUSE, N. y GRAHAM, C. 2007. “Asexuality: Classification and Characterization”. Archives of Sexual Behavior . Vol. 36, nº3, p. 341-356.; Kelemen, 2007KELEMEN, Erick. 2007. “Asexuality”. Encyclopedia of Sex and Gender. (1a ed). Detroit, Michigan: Macmillan. p.103.; Chasin, 2011CHASIN, C.D. DeLuzio 2011. “Theoretical Issues in the Study of Asexuality”. Archives of Sexual Behavior . Vol. 40, nº 4, p. 713-723.; Chasin, 2013CHASIN, C.J. DeLuzio 2013. “Reconsidering Asexuality and Its Radical Potential”. Feminist Studies. Vol. 39, nº 2, p. 405-425.; Gressgard, 2013GRESSGARD, Randi. 2013. “Asexuality: from pathology to identity and beyond”. Psychology & Sexuality. Vol.4, nº2, p. 179-192.; Hinderliter, 2013HINDERLITER, Andrew Clinton. 2013. “How is asexuality different from hypoactive sexual desire disorder?” Psychology & Sexuality . Vol.4, nº2, p. 167-178.; Bogaert, 2015BOGAERT, Anthony. 2015. “Asexuality: What It Is and Why It Matters”. The Journal of Sex Research. Vol. 52, nº4, p. 362-379.; Brotto, 2016BROTTO, L. A. & YULE, M.A. 2017. “Asexuality: Sexual Orientation, Paraphilia, Se-xual Dysfunction, or None of the Above?” Archives of Sexual Behavior, Vol. 46, nº3, p. 619-627., Cranney, 2016CRANNEY, Stephen. 2017. “Does Asexuality Meet the Stability Criterion for a Sexual Orientation?” Archives of Sexual Behavior . Vol. 46, nº3, p. 637-638.). Éstos se encargan de definir la asexualidad de manera no behaviorista, es decir, no basándose en el comportamiento sexual observable sino en las fantasías, los deseos, las representaciones y la auto-identificación.

Asimismo, se recurrió a fuentes secundarias. En lo que a la prensa masiva argentina respecta, la asexualidad es raramente tratada. Cuando se habla de ella, comúnmente se lo hace de forma amarillista, superficial y comportamental -es decir, se asocia asexualidad a la ausencia de actividad sexual coital, cuando se trata de una baja o nula atracción sexual intersubjetiva, pero no necesariamente la falta de actividad-, llevando así a equívocos que la comunidad asexual pretende impugnar, especialmente las creencias de que la asexualidad consiste en la decisión de no mantener relaciones sexuales (abstinencia), de que es producto de una falta de deseo, y la catalogación de la comunidad asexual como una “tribu urbana”, re-duciendo al carácter de una mera moda o postura estética lo que para las personas asexuales es su orientación sexual y su identidad3 3 Ejemplos de esto son el programa televisivo “Ser Urbano” de la emisora C5N (10/02/2018) que se refiere a las personas asexuales como “asexuados” y como una “tribu urbana” y las notas periodísticas de La Nación (13/10/2012), Infobae (25/04/2015), Clarín (22/12/2015) y que titulan “A: los que eligen vivir sin sexo”, “Asexualidad: por qué se elige vivir sin sexo”, “A: los que viven sin tener sexo”, respectivamente. . Otro equívoco que tienden a propagar los medios masivos es la asociación de la asexualidad como una “nueva tendencia” o como una característica que sólo presentan personas jóvenes4 4 Por ejemplo, el periódico Clarín publicó una nota titulada “Jóvenes ‘Ace’: una nueva forma de vivir la sexualidad” (08/07/2015). . De modo que las fuentes secundarias que más aportaron a la presente investigación fueron publicaciones en revistas o suplementos de menor circulación sobre temáti-cas de géneros y sexualidades5 5 Notablemente, el suplemento “Soy” del periódico argentino Página 12, la revista universitaria canadiense McGillDaily, y la revista argentina TODes. .

Sin embargo, las principales fuentes que nutren el presente trabajo son otras dos. Por un lado, una etnografía virtual llevada a cabo desde septiembre de 2016 hasta febrero de 2018, inclusive, de YTSAA. Por el otro, la realización de nueve entrevistas presenciales semiestructuradas a personas asexuales auto-identificadas como tales, contactadas virtualmente a partir del grupo de Facebook.

Siguiendo a Linne (2014LINNE, J. 2014. Autopresentación, amistad y vínculos sexo-afectivos en sitios de redes sociales en adolescentes de sectores populares de la Ciudad de Buenos Aires. Tesis doctoral inédita, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires.), una etnografía virtual “se refiere a la etnografía que trabaja a partir de Internet, cuyo campo de trabajo se basa fundamentalmente en la observación participante de webs”. La elección de esta estrategia resultó la más conveniente en la investigación del grupo analizado, ya que éste construye su identidad y establece vínculos de sociabilidad principalmente en línea. Según este enfoque, se analizó el contenido virtual presente en los distintos sitios sobre asexualidad y se seleccionó el que mayor cantidad de usuarios y actualizaciones poseía para la creación de un perfil (que fue llamado Dana Giordani), procurando que fuera de habla hispana y que hubiera habitantes del AMBA entre sus miem-bros. Es por eso que el grupo elegido fue “Yo también soy asexual - Argentina” (YTSAA), a cuyos administradores se les solicitó acceso aclarando el objetivo de la participación en el grupo. Se garantizó el anonimato de las personas que inte-gran grupo.

Fue también a través de YTSAA que se contactaron las personas asexuales entrevistar personalmente. Siguiendo a Cranney (2016), en este trabajo han sido entrevistadas personas que se auto-identificaron como asexuales, con quienes se pactaron encuentros en cafés de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) entre noviembre de 2016 y noviembre de 2017. Antes de cada entrevista presen-cial, se le leyó al/a la entrevistado/a un texto aclarando los fines de la investiga-ción, los datos de la entrevistadora y del Director, la institución y el proyecto marco, el anonimato de la entrevista, la posibilidad de interrumpirla cuando el/ la entrevistado/a lo deseara, y que la entrevista estaba siendo grabada y sería des-grabada por la misma entrevistadora. Asimismo, se les entregó un formulario de consentimiento informado fechado y firmado. Ningún/a entrevistado/a manifestó disconformidad con ninguna de las condiciones. Las entrevistas pudieron ser gra-badas de principio a fin, y nunca fueron interrumpidas antes de su finalización. Duraron entre veinte y cincuenta minutos. Se llevaron adelante a través de una guía de pautas que cubría, además de los datos sociodemográficos (género, edad, nivel educativo y lugar de residencia), los siguientes cinco ejes: las prácticas co-munitarias virtuales de las personas asexuales, sus prácticas comunitarias cara a cara, la continuidad entre sus relaciones on y offline, su pertenencia religiosa y su participación política.

La Tabla 01 desagrega la muestra no probabilística conformada a partir de las entrevistas. Las personas entrevistadas han sido nombradas con un pseudónimo.

Tabla 01
Perfiles de las personas entrevistadas

Como se puede observar, los perfiles de género de las personas asexuales en-trevistadas no son todos binarios. Así también lo mencionó un entrevistado:

Hay mucha interseccionalidad en la asexualidad (Entrevista presencial a Julián, 19/08/2017)

En cuanto a las edades de los entrevistados/as, la muestra, a pesar de ser una no probabilística, ayuda a desterrar el mito difundido por algunos medios de co-municación de que los asexuales son exclusivamente adolescentes o jóvenes. En lo que a la participación política respecta, es notorio que varios de los entrevistados son activistas por las cuestiones de género y sexualidad.

Las últimas tres columnas muestran la heterogeneidad de la comunidad ase-xual en su interior, aspecto que se destaca en YTSAA y que todas las personas asexuales mencionaron en las entrevistas, pero que suele ser hecho a un lado en los medios masivos de comunicación.

En esta investigación no se ha tratado la variable de la clase social. Esto se debió a no querer incomodar a las personas entrevistadas preguntándolo, y a

La trayectoria del concepto de “asexualidad”

El término “asexualidad” apareció por primera vez en los estudios sobre sexualidad en los trabajos del biólogo Alfred Kinsey, en los años cincuenta. Dada su orientación behaviorista, Kinsey llamó “Xs” a aquellos individuos que no reportaron actividad sexual. En consecuencia, no los incluyó dentro de su escala, ya que ésta evaluaba en un continuum de heterosexualidad/homosexualidad las prácticas individuales, sino que los mencionó como una categoría residual. Según conceptualizaciones posteriores, la orientación sexual (la atracciónx sexual subjetiva al sexo de otras personas), no puede ser correctamente definida sin contemplar los deseos y las fantasías subjetivas (Bogaert, 2012). En esa línea, Storms (1980STORMS, Michael. 1980. “Theories of Sexual Orientation”. Journal of Personality and Social Psychology. Vol. 38, nº5, p. 783-792.) propuso un modelo bidimensional para clasificar las orientaciones sexuales.

Imagen 00
Modelo bidimensional (Storms, 1980STORMS, Michael. 1980. “Theories of Sexual Orientation”. Journal of Personality and Social Psychology. Vol. 38, nº5, p. 783-792.)

Éste no tenía en cuenta aspectos conductuales, sino que se basaba exclusi-vamente en las fantasías y el erotismo. Representó la sexualidad en dos rectas perpendiculares: la horizontal, correspondiente al homoerotismo, creciente hacia la derecha, y la vertical, representando el heteroerotismo, creciente hacia arriba. Los datos obtenidos pueden sintetizarse en cuatro categorías, correspondiente cada a una a un cuadrante en particular. Así, aquellos individuos que reporten un alto grado de ambos tipos de erotismo, son categorizados como bisexuales, aquellos que presenten una particular preferencia por uno de los dos tipos, son clasificados como heterosexuales u homosexuales, respectivamente, y, finalmen-te, aquellos que no se sientan erotizados por ninguna de las dos alternativas, son clasificados como A. Esta categorización fue novedosa al no presentar a los A como una anormalidad, o como una no-orientación sexual, como lo había hecho la escala de Kinsey.

Sin embargo, fueron los estudios de fines del siglo XX y principios del XXI los que aportaron las definiciones conceptuales que toman en cuenta la perspectiva de los actores, y, en consecuencia, mejor los describen. Anthony Bogaert (2004BOGAERT, Anthony. 2004. “Asexuality: Prevalence and Associated Factors in a National Probability Sample”. The Journal of Sex Research . Vol.41, nº 3, p. 279-287.; 2012; 2015), por su parte, alerta sobre la definición de la asexualidad como “falta de de-seo”, a la cual podría llevar el modelo de Storms, dado que las personas asexuales no necesariamente carecen de él. Ilustra su punto argumentando que las personas asexuales pueden tener un deseo auto-referido, o bien uno fetichista, y que em muchos casos tienen prácticas masturbatorias basadas en esos deseos. Como dice

Julián en una entrevista televisiva:

El deseo es en realidad lo físico, esa energía que todo el mundo dice tener. Eso lo podemos tener o no, no depende de nuestra orientación. Y la atrac-ción es ver una persona y decir “quiero tener relaciones con esta persona”. Son dos cosas totalmente diferentes. (Entrevista para el programa “Ser Ur-bano”, canal C5N, 10/02/2018Recursos en línea C5N (10/02/2018). Asexuados, luchar por ser reconocidos. [online] SerUrbano.Disponibleen:https://www.Facebook.com/C5N.Noticias/videos/1015670 3002130839/
https://www.Facebook.com/C5N.Noticias/vi...
, destacado propio)

La diferencia entre asexuales y alosexuales es que los primeros no sienten atracción sexual intersubjetiva. Su deseo es uno non-targeted, sin otra persona como referente concreto.

Además, las personas asexuales se refieren a sí mismas de ese modo, y no como “asexuados”, puesto que este último término se refiere a los seres vivos que no poseen diferenciación sexual y que se reproducen a partir de un solo progenitor. Por el contrario, los seres humanos somos una especie sexuada. Otra diferencia-ción importante es aquella entre atracción sexual y comportamiento sexual, ya que la primera puede no existir, pero el segundo sí, por ejemplo, para conformar a una pareja alosexual. Como dice Ignacio:

Tuve pareja. La verdad es que [el sexo] no era un momento agradable, por lo general, bueno, te lo cuento a vos, tomaba alcohol antes de tener relacio-nes porque la verdad era algo que no disfrutaba. (Entrevista presencial a Ignacio, 14/09/2017)

Imagen 01
Definición de asexualidad publicada el 07/07/15

La descripción de asexualidad como “falta de atracción sexual” es la que la mayoría de las personas entrevistadas en este trabajo brindaron en una pregunta abierta cuando se les inquirió cómo definirían la asexualidad. Asimismo, es la que aparece en el grupo de Facebook analizado y en otros foros virtuales como “Ase-xuales Argentina” o la red internacional AVEN.

Sin embargo, la definición de la asexualidad como una “falta de” se enfrenta al problema de definir a la asexualidad desde la alosexualidad, y, en este sentido, desde una mirada sexualnormativa. La académica asexual DeLuzio Chasin (2011CHASIN, C.D. DeLuzio 2011. “Theoretical Issues in the Study of Asexuality”. Archives of Sexual Behavior . Vol. 40, nº 4, p. 713-723.) define a la sexualnormatividad de la siguiente forma:

Análogamente a la heteronormatividad, que posiciona a la heterosexuali-dad como el modo privilegiado y universal de ser, normalizado y social-mente aceptado, la sexualnormatividad posiciona a la sexualidad como el modo privilegiado y universal de ser, que es a la vez normalizado y social-mente aceptado. La sexualnormatividad incluye la asunción de que las per-sonas son sexuales a menos que se lo especifique de otro modo, en adición al paradigma ideológico en donde la asexualidad necesita ser explicada y posiblemente tratada clínicamente, mientras que la sexualidad es invisible-mente presumida como normal (traducción propia).

La definición de sexualnormatividad puede ser completada con el aporte de Bozon (2004BOZON, Michel. (2004). Sociologia da sexualidade. (1ª ed.). Brasil: FGV Editora, 172 p.), quien resume el mandato moderno y occidental en torno a la sexua-lidad como uno donde es obligatorio mantener relaciones sexuales regulares desde la adolescencia hasta la tercera edad, y que esto es considerado como placentero, sano y deseable. Esta mirada patologiza a la asexualidad. Esta sexualnormatividad no es, como se ve, igual a la heteronormatividad. El concepto de la sexualnorma-tividad incluye una crítica al colectivo de la diversidad sexual, del que muchas personas asexuales querrían participar, pero no se sienten incluidas por tener éste una mirada también sexualnormativa:

Lo que sentimos se escapa por afuera de lo que es incluso anormal (Entre-vista presencial a Juliana, 02/08/2017)

Es por eso que una definición alternativa de asexualidad es la de “baja o nula atracción sexual intersubjetiva”, donde se ve captada la particularidad de la ase-xualidad sin por eso definirla como una carencia.

Asimismo, en línea con las personas entrevistadas, DeLuzio Chasin (2011CHASIN, C.D. DeLuzio 2011. “Theoretical Issues in the Study of Asexuality”. Archives of Sexual Behavior . Vol. 40, nº 4, p. 713-723.; 2013CHASIN, C.J. DeLuzio 2013. “Reconsidering Asexuality and Its Radical Potential”. Feminist Studies. Vol. 39, nº 2, p. 405-425.) y Gressgard (2013GRESSGARD, Randi. 2013. “Asexuality: from pathology to identity and beyond”. Psychology & Sexuality. Vol.4, nº2, p. 179-192.), afirman que la asexualidad es una orientación sexual que se ha constituido como una identidad: “La asexualidad no es una condición a ser curada, ni una fase a superar. Es una orientación sexual legítima” (Eléa, 12/11/2017ELÉA (21/11/2017).Everything but lacking. How asexuality can disrupt sex-normativity [online]. McGillDaily. Disponible en: https://www.mcgilldaily.com/2017/11/anything--but-lacking/
https://www.mcgilldaily.com/2017/11/anyt...
).

Tanto en los estudios sobre asexualidad (Bogaert, 2004BOGAERT, Anthony. 2004. “Asexuality: Prevalence and Associated Factors in a National Probability Sample”. The Journal of Sex Research . Vol.41, nº 3, p. 279-287.; Kelemen, 2007KELEMEN, Erick. 2007. “Asexuality”. Encyclopedia of Sex and Gender. (1a ed). Detroit, Michigan: Macmillan. p.103.) como en los foros virtuales, las personas asexuales son diferenciadas de la abstinencia, la castidad y el celibato, siendo que estas actitudes frente a la sexualidad implican una decisión consciente de no llevar adelante ciertas prácticas sexuales. No obstante, las personas abstinentes, castas o célibes pueden sentir atracción sexual intersubje-tiva, y seguir siéndolo mediante la decisión de no llevar adelante prácticas sexuales coitales nunca -en el caso de las personas célibes-, o salvo en ciertas circunstancias como el matrimonio o la procreación -como en el caso de las personas abstinen-tes y castas-. Por el contrario, las personas identificadas como asexuales afirman no tener que reprimir ninguna atracción, ya que no la presentan. Mientras que el celibato, la abstinencia o la castidad son elecciones -generalmente fundamentadas en motivos religiosos o morales-, la asexualidad es una orientación. La comunidad asexual local e internacional realiza un gran esfuerzo para diferenciarse de estas elecciones, y en YTSAA pueden verse entradas explicativas de esta diferencia. Ade-más, el grupo posee un reglamento de participación donde se puede leer:

g. Contenido sobre religión

Es un espacio laico, por lo que se desaconseja tratar temas de religión en el foro y la comunidad. Además, cualquier vinculación entre asexualidad y religión que genere un concepto erróneo sobre asexualidad será elimina-do. (Reglamento publicado por un administrador de YTSAA, 10/04/2017)

En la misma línea, una nota publicada en el McGillDaily afirma “No sentir atracción sexual no significa ser reprimidx o conservadorx. No está asociado a filiaciones políticas, sentimientos religiosos, o una negación de los deseos naturales.” (21/11/2017ELÉA (21/11/2017).Everything but lacking. How asexuality can disrupt sex-normativity [online]. McGillDaily. Disponible en: https://www.mcgilldaily.com/2017/11/anything--but-lacking/
https://www.mcgilldaily.com/2017/11/anyt...
).

Por último, las personas asexuales se diferencian de la antisexualidad, sien-do ésta una actitud activamente contraria a todo discurso o práctica sexual. De hecho, en otra parte de las normas de participación en YTSAA se prohíbe la anti-sexualidad (Reglamento publicado por un administrador de YTSAA, 16/11/2017). La actitud de las personas asexuales frente a la alosexualidad o al coito no es beli-gerante, sino indiferente. Así se desprende también de las entrevistas:

Vi que el sexo en realidad no me era tan importante (Entrevista presencial a Francisco, 01/11/2016)

De hecho, estás, [teniendo relaciones sexuales] y no sentís nada… No tiene sentido (Entrevista presencial a Paula, 08/05/2017)

La sexualidad como variable

La sexualidad ha sido estudiada como una variable categórica: los modelos de Kinsey y Storms establecen categorías discretas en torno a una -comportamiento-o dos -fantasías y erotismo- dimensiones de la sexualidad, respectivamente. En consecuencia, no habría según estos modelos una permeabilidad entre las distintas identidades sexuales.

Sin embargo, en YTSAA aparecen gráficos que ilustran cómo las personas asexuales se ubican en relación a otras orientaciones y grupos sexuales.

Desde la perspectiva de los actores, dos distinciones resultan claves para pen-sar a los A en relación a otros grupos. La primera es el continuum asexualidad/alo-sexualidad, cuyo punto medio es lo que la comunidad asexual llama “gris-sexua-lidad”. La segunda es la distinción entre atracción sexual y atracción romántica.

En línea con lo sugerido por DeLuzio Chasin (2011CHASIN, C.D. DeLuzio 2011. “Theoretical Issues in the Study of Asexuality”. Archives of Sexual Behavior . Vol. 40, nº 4, p. 713-723.) y Cranney (2016), las personas describen a la sexualidad como un continuo que va desde la total atracción sexual (alosexualidad) hacia la nula (asexualidad). En función de estos autores y de lo que se ha podido aprender a partir de la presente investigación, se propone la siguiente modelización de la variable “sexualidad”:

Gráfico 01
Variable sexualidad. Fuente: elaboración propia.

En el medio de esta recta se sitúan modélicamente las personas gris-sexuales, que son aquellas que sólo sienten atracción sexual bajo circunstancias específicas. Como lo describe una placa publicada en el grupo virtual analizado:

Imagen 02
Grisexualidad. Placa publicada en el grupo de Facebook. “Yo también soy asexual - Argentina” el 31/03/2016

En este sentido, el estudio de la asexualidad nos permite dos cosas. Por un lado, antes de hablar de orientaciones sexuales en particular, como la homose-xualidad o la heterosexualidad, recuperar una pregunta anterior, que es la de la existencia o no de atracción sexual, y en qué grado ésta se presenta. Por el otro, ver a la atracción sexual como una cuestión de grado, yendo desde la asexualidad hacia la alosexualidad. En esta última categoría se situarían orientaciones como la heterosexualidad, la homosexualidad, la bisexualidad, la pansexualidad, etc.

El estudio de la comunidad asexual y su lenguaje muestra, entonces, que el tér-mino “asexualidad” refiere a dos cosas en simultáneo. Por un lado, en sentido es-tricto, es la “baja o nula atracción sexual intersubjetiva”, y es uno de los extremos de la escala continua que se propone en este trabajo. Por otro lado, es un término abarcativo que se refiere al más amplio “espectro asexual”, o asexual umbrella. En este sentido, muchas veces se utiliza el término “asexual” para referirse a todas aquellas personas que se encuentran en la parte de la escala que va desde la “gris-sexualidad”, inclusive, hasta la asexualidad. Por ejemplo, en YTSAA, hay personas demisexuales, una de las cuales brindó una entrevista para el presente trabajo.

La variabilidad interna de la asexualidad está representada desde 2010 en la bandera asexual, donde el negro representa a la asexualidad en sentido estricto, el gris a la gris-sexualidad y a la demisexualidad, el blanco a la sexualidad y el lila el sentido de comunidad.

Imagen 03
Bandera asexual.

Otro elemento que le agrega diversidad al espectro asexual es la dimensión de la atracción romántica. Para las personas asexuales, la diferenciación entre atrac-ción sexual y atracción romántica es relevante, dado que pudiendo no sentir la primera, muchas veces sí sienten la segunda y entablan relaciones de pareja sobre esa base (Bogaert, 2004BOGAERT, Anthony. 2004. “Asexuality: Prevalence and Associated Factors in a National Probability Sample”. The Journal of Sex Research . Vol.41, nº 3, p. 279-287.). Las personas asexuales sostienen que ambas atracciones son independientes entre sí. En esta otra dimensión, en donde sólo se toma en cuenta la elección del objeto de amor, las personas asexuales describen en sus foros que hay personas heterorrománticas (románticamente atraídas a personas del sexo opuesto), homorrománticas, birrománticas y arrománticas (no sienten atracción romántica). A veces también incluyen la categoría de panrromántico (atracción romántica sin tomar en cuenta ni el sexo ni el género).

Las orientaciones románticas poseen dentro de la comunidad asexual una repre-sentación simbólica en las cartas de la baraja de póker, particularmente es sus ases. Es por eso que en inglés ace también es un acrónimo de “asexual”. El as de corazones representa a los asexuales románticos en general, independientemente del sexo o gé-nero de la persona por la que se siente la atracción romántica; el as de picas representa a las personas arrománticas, pudiendo éstas ser o no asexuales; el as de diamantes representa a las personas demi-románticas, es decir, a aquellas que sienten atracción romántica luego de un fuerte vínculo afectivo; y el as de tréboles representa a las persona alosexuales y asexuales que no tienen en claro cuál es su orientación romántica.

Estos símbolos, junto con otros, son periódicamente publicados en YTSAA y algunas de las personas entrevistadas, especialmente las más jóvenes, suelen utili-zarlos en su vida cotidiana bajo la forma de pines, calcomanías, o destapadores. Son también estos símbolos, y especialmente la bandera, los que las personas ase-xuales utilizan en la Marcha del Orgullo que se realiza anualmente en CABA y otras ciudades del mundo.

Comunidad asexual del AMBA

En 2001, el activista David Jay fundó The Asexual Visibility and Education Network (AVEN) - Red para la Educación y Visibilidad de la Asexualidad. Todos los foros consultados en línea sobre asexualidad, así como los trabajos especializados en el tema, señalan que la fundación de AVEN fue un hito para la comunidad asexual, ya que esta red fue la primera en comenzar a visibilizar la asexualidad en tanto orien-tación, pugnar por su aceptación y conformar una comunidad asexual internacional. AVEN realiza proyectos estables de visibilización a nivel mundial casi exclusivamente en inglés, principalmente virtuales, pero también presenciales. Su foro se encuentra traducido a diecisiete idiomas, dentro de los cuales se encuentra AVENes -AVEN en español. Sin embargo, como describe la administradora de YTSAA:

AVENes no tenía información. Tenía un foro completamente devastado, con mala información. Tenía la comunidad, que era la que marchaba bien, pero no tenía proyectos de visibilidad estables. (Entrevista virtual a Laura, 21/11/2017ELÉA (21/11/2017).Everything but lacking. How asexuality can disrupt sex-normativity [online]. McGillDaily. Disponible en: https://www.mcgilldaily.com/2017/11/anything--but-lacking/
https://www.mcgilldaily.com/2017/11/anyt...
)

Fue por eso que en el año 2010 se montó el proyecto “Yo también soy Asexual

- Argentina” (YTSAA). Este incluye un Twitter, una página web con información, un blog, y el grupo de Facebook con el que se trabajó en esta investigación. Al 12/12/2016 éste contaba con trescientos cuarenta y seis miembros, mientras que al 20/02/2016 posee ochocientos sesenta. Sus miembros residen en diferentes puntos de la Argentina y del mundo de habla hispana. La composición etaria es variada, pero participan de él más varones que mujeres, como se desprende de la estadística del grupo en Facebook. Se realizan publicaciones en el mismo a diario.

El carácter de YTSAA no es secreto, pero es cerrado: los administradores de-ben aceptar a los miembros aspirantes a ingresar al grupo. Los entrevistados justi-fican esto último en el hecho de haber recibido insultos y comentarios negativos vía web. Es para evitarlo que el grupo también posee un reglamento con una serie de normas de participación que, entre otras cosas, prohíben este tipo de comentarios y la desviación de las conversaciones del tema de la asexualidad.

Sin embargo, es la hipótesis de este trabajo que el grupo es cerrado no sólo por las afrentas recibidas por sus miembros sino porque muchas personas asexuales, así como las homosexuales (Pecheny, 2001) presentan una identidad “discreta”, en el sentido de que si bien no esconden su orientación sexual, en cuyo caso ésta sería “secreta”, la tratan de manera superficial frente a sus vínculos con personas de otra orientación sexual, por una discriminación real o sentida, y por ser personas potencialmente estigmatizables. En palabras de las personas entrevistadas:

No tengo drama en contarlo o decirlo, solamente que no sale el tema y tam-poco busco que salga. (…) ¿Qué se tiene que meter mi familia en mi sexua-lidad? (Entrevista presencial a Francisco, 01/11/2016, destacado propio)

Es cerrado el grupo, pero aparece al costado, yo no sé cuán seguro es eso, no sé cómo hacer para que no aparezca. Porque no tengo muchas ganas de que la gente de mi entorno vea lo del grupo (…) Me sirve como acompa-ñamiento (…) por un tema de poder hablar con otra persona (Entrevista presencial a Juana 14/12/2016, destacado propio)

Últimamente me defino asexual ante todo el mundo. Con mis viejos me cuesta un poco más, pero creo que más o menos lo hablamos por arriba (Entrevista presencial a Gabriela, 15/08/2017, destacado propio)

No es que viva gritándolo a los cuatro vientos, por ahí con alguna persona ín-tima lo charlo (Entrevista presencial a Ignacio, 14/09/2017, destacado propio)

[Cuando entré al grupo virtual] pedí hablar con alguien. Porque necesitás a veces desahogarte, porque por más amigos que tengas, o personas hay cosas que no todos entienden (Entrevista presencial a Ignacio, 14/09/2017, destacado propio)

Como describe Pecheny (2001) para el caso de las personas homosexuales, los la-zos de las personas asexuales también se estructuran en tres mundos, definidos por su posicionamiento respecto del conocimiento de su orientación sexual: el de los que no saben nada -en algunos casos, las familias, en todos los casos, amigos/as no íntimos/ as y compañeros/as de trabajo-; el de los que están al corriente pero con quienes no se trata el tema en profundidad -en algunos casos, algunos miembros de las familias, y, en todos los casos entrevistados, las amistades más cercanas-, y el de los pares del mundo asexual. Entre estos últimos se dan conversaciones más e íntimas de las que las personas entrevistadas tienen con familiares o amigos/as de hace muchos años, incluso aunque en la mayoría de los casos los contactos entre personas asexuales sean exclusivamente virtuales. Como lo describe Boy (2008BOY, Martín. 2008. “Significaciones y usos del espacio virtual en hombres gays de Buenos Aires”. In: PECHENY, M.; FIGARI, C. y JONES, D. (eds.), Todo sexo es político. Estudios sobre sexualidades en Argentina. (1ª ed.) Buenos Aires: Libros del Zorzal, 304 p.) para los hombres homo-sexuales, a partir de la tecnología se forman redes virtuales que funcionan como una instancia más de socialización, y en este caso, una particularmente relevante. Esto de da, por un lado, por compartir experiencias que se entienden como semejantes, y, por el otro, por características propias de lo virtual como el anonimato, la fluidez y la disponibilidad (Boy, 2008). Todas las personas asexuales reconocieron que YTSAA tiene o tuvo un rol importante en sus vidas cotidianas.

En cuanto al tipo de contenido compartido en YTSAA, el presente trabajo propone dividirlo en cuatro temáticas principales. La primera de ellas, son publi-caciones de tono informativo -ya sean vídeos o placas como algunas de las adjun-tas a lo largo de este trabajo- sobre qué es y qué no es la asexualidad, el espectro asexual, las orientaciones románticas, etc. La segunda tiene que ver con buscar contención o disipar dudas en torno a la asexualidad. En relación con ello, las per-sonas entrevistadas refieren:

Vienen personas diciendo “Che… tengo esta experiencia”, “No sé si soy asexual…”, “No sé si esto es lo mío, pero quería saber…” “Yo me siento así, ¿a ustedes qué les parece? ¿cómo sería?” “¿Qué etiqueta ponerme? (…) Algunas personas vienen diciendo “Me pasa esto, esto, y esto, ¿qué soy?” (Entrevista presencial a Francisco, 01/11/2016)

El hecho de poder tener un grupo al menos virtual… Por ahí gente que está en otro lado y no tenés manera de encontrarte, de hablar, o lo que sea… Por lo menos es un tema de contención (Entrevista a Juana, 14/12/2016)

Esta búsqueda de la identidad y de la comprensión de la propia situación a través del grupo virtual se ve también en las propias publicaciones de YTSAA:

Imagen 04
Comentario publicado en el grupo de Facebook. “Yo también soy asexual - Argentina” el 29/11/2017

También se identificó un tercer grupo de temáticas que se tratan en YTSAA, referidas a la importancia de crear una comunidad de pares. Como señalan algu-nas personas entrevistadas:

Otras veces también está el típico posteo de cosas que nos identifican y que nos dan gracia (…) Cosas como para identificarnos, sentirnos… Como para construir una comunidad (Entrevista personal a Francisco, 01/11/2016)

Imagen 05
Comentario publicado en el grupo de Facebook. “Yo también soy asexual - Argentina” el 21/01/2018

En la misma línea, un entrevistado afirma:

En un principio, cuando recién los encontraba [a los grupos virtuales], era como “Wow”, mirá toda la gente con la que comparto. Me puedo juntar, y esas cosas (Entrevista presencial a Julián, 19/08/2017)

Esta búsqueda declarada de la formación de una comunidad puede interpretarse a partir de Plummer (1995PLUMMER, Ken. 1995. “Telling Sexual Stories in a Late Modern World”. Studies in Sym-bolic Interaction. Vol. 18, p. 101-120.), quien afirma que uno de los mandatos de nuestra época es el de hablar acerca de nuestro sexo, incluso de “nuestro deseo de no tener sexo” (Plummer, 1995:102). Pero el autor señala que toda historia es posible de ser contada y de tener sentido en función de su contexto de enunciación. En sus palabras:

El surgimiento de esas historias es dependiente de la creación de comunida-des que vayan a escuchar las historias (por ejemplo, el movimiento homo-sexual, los movimientos de mujeres, los grupos de terapia), y de cambios en los medios de comunicación (Plummer, 1995PLUMMER, Ken. 1995. “Telling Sexual Stories in a Late Modern World”. Studies in Sym-bolic Interaction. Vol. 18, p. 101-120.: 109-109, traducción propia).

Desde esta perspectiva, las personas asexuales están construyendo a través de redes como YTSAA o AVEN la “comunidad de apoyo interpretativa” a la que refiere el autor.

Por último, existe un cuarto tipo de publicaciones en YTSAA, que se pueden observar en el grupo, pero que todas las personas entrevistadas negaron. Estas pu-blicaciones son aquellas donde un usuario se presenta, especifica sus preferencias románticas, y busca pareja a través del grupo:

Imagen 06
Comentario publicado en el grupo de Facebook. “Yo también soy asexual - Argentina” el 20/11/2017

Esta clase de publicaciones no se encuentran prohibidas de acuerdo al regla-mento de participación en el grupo (el cual, entre otras cosas, penaliza los insultos o las asociaciones entre asexualidad y religión). Frente a ellas, hay personas que contestan ofreciendo sus datos de contacto, o bien, dando mensajes de apoyo a quien inició de ese modo su búsqueda de pareja. Una posible explicación a que tales publicaciones no hayan sido mencionadas en las entrevistas es su menor fre-cuencia de aparición en relación a otras. Otra posible lectura es que, de acuerdo con lo que postula Pecheny (2001), los/as miembros del grupo hayan visto a la en-trevista como una aún ajena al mundo de su “identidad discreta” y hayan optado por eludir hablar de esta clase de contactos, presumiblemente más íntimos y más propios de la comunidad de pares, que otras informaciones brindadas al proyecto de investigación.

De lo privado a lo público: ¿politización de la comunidad asexual?

En los Estados Unidos, y en otros países que utilizan el Diagnosis and Statis-tical Manual of Mental Disorders - Manual Estadístico de Desórdenes Mentales (DSM, por sus siglas en inglés) como referencia para la medicina psiquiátrica, los A se han organizado políticamente en contra de la tipificación de la asexualidad como una patología o como un síntoma de otras condiciones psiquiátricas. El ob-jetivo de este apartado es analizar si en Argentina se ha dado un proceso de politi-zación semejante, cuáles son las demandas políticas de las personas asexuales, los medios para alcanzar sus fines y sus destinatarios.

En este sentido, resulta elocuente el discurso leído por Julián en la última Mar-cha del Orgullo en CABA:

En la historia de la Marcha del Orgullo, les A reivindicamos nuestro lugar dentro de la disidencia. Ser asexual es no sentir atracción sexual: podemos enamorarnos, tener parejas, relaciones sexuales o formar familias. Denun-ciamos las violencias ejercidas sobre nuestras corporalidades mediante vio-laciones correctivas, medicación normalizante y diagnósticos patologizan-tes, en una sociedad que nos impone de forma violenta la alosexualidad.

Hoy todas las orientaciones dentro del espectro asexual estamos acá para gritar: “¡Basta! Existimos y merecemos respeto. Despatologización ya!” (18/11/2017)

Este fragmento resume los que, según se propone en este trabajo, son las tres principales demandas de la comunidad asexual: el reclamo por un lugar dentro de los espacios de diversidad sexual; la visibilización y el respeto de la asexualidad en tanto orientación sexual válida; y la despatologización de la asexualidad.

En cuanto a la mirada del resto del colectivo de la diversidad sexual, una en-trevistada refiere:

El colectivo todavía nos trata mal. Para ellos nosotros somos como emos, que nos quejamos por todo, y que el término no dice nada porque es pa-recido al celibato, entonces “no te pasa absolutamente nada” (Entrevista virtual a Laura, 21/11/2017ELÉA (21/11/2017).Everything but lacking. How asexuality can disrupt sex-normativity [online]. McGillDaily. Disponible en: https://www.mcgilldaily.com/2017/11/anything--but-lacking/
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)

En este sentido, puede afirmarse que el imperativo de la sexualnormatividad cae sobre los A, excluyéndolos excluye tanto de las orientaciones sexuales diversas como de la mirada tradicional de la heterosexualidad.

Sin embargo, la mayoría de las personas entrevistadas considera que la ase-xualidad debería ser incluida en el colectivo de la diversidad sexual:

Ya estamos tratando de ir sumándonos al colectivo (Entrevista virtual a Laura, 21/11/2017ELÉA (21/11/2017).Everything but lacking. How asexuality can disrupt sex-normativity [online]. McGillDaily. Disponible en: https://www.mcgilldaily.com/2017/11/anything--but-lacking/
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)

Creo en la causa feminista y como tal me parece que el colectivo LGBTIQ está muy metido… De hecho, me parecería importante que la asexualidad o el colectivo asexual tenga más representación dentro de lo que son esos grupos (Entrevista a Juliana, 02/08/2017)

Muestra de esto es la organización de la comunidad asexual para asistir con-juntamente a la Marcha del Orgullo llevada a cabo el 18/11/2017 en CABA, y la lectura por vez primera de un discurso que represente a la comunidad. En víspe-ras de la Marcha, se realizaron dos encuentros a los que se convocó a través de YTSAA para acordar el texto a leer, las insignias a llevar y la logística.

Esta primera demanda, cabe señalar, es compartida por todas las personas entrevistadas que tienen una militancia política previa, mientras que las dos que no la poseen manifestaron no sentirse representadas con la inclusión de la asexua-lidad dentro del colectivo de la diversidad sexual. La militancia previa, puede ser, entonces, un factor explicativo. Sin embargo, una de las entrevistadas ofrece una lectura que es también ilustrativa:

Mirá, yo lo que noto es que tanto la página como el grupo son muy hetero, es decir, muy heteronormados. Las personas hetero nunca se van a ver di-versas (Entrevista virtual a Laura, 21/11/2017ELÉA (21/11/2017).Everything but lacking. How asexuality can disrupt sex-normativity [online]. McGillDaily. Disponible en: https://www.mcgilldaily.com/2017/11/anything--but-lacking/
https://www.mcgilldaily.com/2017/11/anyt...
)

En consonancia con lo que nos señaló Laura, las personas contrarias a este pri-mer reclamo de las personas asexuales, se autoidentifican como heterorrománticas.

Mientras que esta primera demanda tiene como destinatario al colectivo de la diversidad sexual, las demandas de visibilización y respeto, y de despatologización, apuntan al conjunto de la sociedad. Pero ninguno de los tres grupos de reclamos apunta directamente al Estado. Como afirma Pecheny (2001) para el caso de la homosexualidad, todas estas son reivindicaciones por el reconocimiento social6 6 El reconocimiento social implica dos cosas. Por un lado, la aceptación fáctica de que algo existe. En este caso, se reconoce la existencia de prácticas, personas, identidades y relaciones A. Por otro lado, implica la legitimidad del derecho a ser de estas prácticas, personas, identidades y relaciones. Según el autor, el reconocimiento social “es un reconocimiento de hecho y de derecho” (Pecheny, 2001: 33) al nivel de la vida cotidiana:

En términos de estrategias políticas, las prácticas que apuntan al reconoci-miento social no pueden tener lugar únicamente ni principalmente al nivel de lo estatal en tanto legislación y política pública, sino al nivel de lo públi-co no-estatal y de las interacciones sociales de la vida cotidiana (Pecheny, 2001: 33-34)

La dirección de estos reclamos, es decir, que no vayan tanto hacia el Estado sino al resto de la sociedad civil, es reconocida por las personas entrevistadas:

Básicamente la mayoría de nuestras demandas son para la sociedad. (Entre-vista presencial a Julián, 19/08/2017)

Yo considero que nuestro reclamo va más que nada por el tema del recono-cimiento social (Entrevista presencial a Juliana, 02/08/2017)

A diferencia de la demanda anterior, aquella por la visibilidad es compartida por todas las personas entrevistadas, y esto también se aprecia en la forma abierta en que reciben a periodistas o investigadores sociales.

Finalmente, existe entre las personas asexuales del AMBA un reclamo por la despatologización de su orientación. Según Prause & Graham (2006) patologi-zación es “la asignación de un diagnóstico sobre la base de pensamientos o com-portamientos en la ausencia de evidencia sustantiva de que dichos pensamientos o comportamientos sean nocivos” (342). Casos de patologización han sido mencio-nados en las entrevistas:

Todos en general tuvimos algún problema con las terapias a las que fuimos.

Yo también tuve un problema al respecto con mi propia psicóloga (…) Obviamente que la terapeuta no lo veía, no lo entendió (…) Me decía que [la asexualidad] no existía, directamente (…) La terapeuta me decía que no sé, que me ponga de novia con un perro, con lo que sea… Hombre, mujer. No entendía (Entrevista presencial a Gabriela, 15/08/2017)

Te dicen desde el típico “Hacete ver”, “Es un problema”, “No es normal” (Entrevista presencial a Ignacio, 14/09/2017)

Frente a estos casos, y ante la pregunta de por cuáles creían los entrevistados que eran el reclamo social o político de la asexualidad, varias contestaron:

El hecho de la aceptación de que no es una enfermedad (Entrevista presen-cial a Francisco, 01/11/2016)

Yo creo que la demanda de mi colectivo es pelear para que no sea patolo-gizado y sea tomado como una orientación (Entrevista presencial a Laura, 21/11/2017)

A diferencia de las comunidades A de Norteamérica, este no tiene un objetivo tan concreto como la modificación del DSM, pero de sus tres grupos de reclamos es, sin dudas, el que más se encuentra orientado hacia lo estatal, en tanto las per-sonas entrevistadas señalan como caminos deseables a superar la patologización respuestas como incluir el concepto de la asexualidad en la Educación Sexual In-tegral, en las currículas de carreras como medicina o psicología, y dentro de los grupos que protege el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI). Sin embargo, estas fueron posiciones brindadas de forma in-dividual por algunas personas entrevistadas, y no puede afirmarse que sean recla-mos conjuntos de la mayoría o la totalidad de las personas asexuales del AMBA.

Conclusiones

Este trabajo intentó describir y caracterizar a la comunidad asexual del AMBA, dando cuenta de las particularidades de un grupo de sociabilidad que se conforma principalmente de forma virtual.

Con diversos grados de elaboración teórica, algunas de las personas entrevis-tadas y de las participantes de YTSAA se postulan contrarias a lo que se puede lla-mar sexualnormatividad. En este sentido, tres son las reivindicaciones políticas de la comunidad asexual: el reclamo por un lugar dentro de los espacios de diversidad sexual; la visibilización y el respeto de la asexualidad en tanto orientación sexual válida; y la despatologización de la asexualidad. En el primer caso, es el colectivo de la diversidad sexual el destinatario del reclamo. En el segundo y el tercero, lo es la sociedad en general. Sólo tangencialmente se apunta al Estado cuando se im-pugna la patologización.

Considerando que la comunidad asexual local es aún poco numerosa, y fuer-temente desconocida, pero que está intentando trascender el contexto virtual, cabe preguntarse si en un futuro veremos grupos presenciales de activismo asexual así como existen éstos para otras identidades sexuales y de género, o si la posibilidad de vivir la asexualidad en la privacidad, y la ausencia de una tradición medicalista en las disciplinas psi argentinas -comparable a la existente en Norteamérica- ofi-ciarán de freno a tal proceso.

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    » https://todesrevista.com/A-una-orientacion-cualquier-otra/
  • 1
    El presente trabajo es el resultado de una investigación llevada a cabo en el marco del proyecto UBACYT “Actores religiosos y Estado: conflictos y alianzas en torno a políticas públicas sobre sexualidad y drogas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (2003-2015)”, dirigido por el Dr. Daniel Jones. Mis agradecimientos a él y a los/as miembros del equipo por sus aportes y sugerencias, así como a la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad de Buenos Aires por la beca otorgada para su realización.
  • 2
    Se entiende por “políticas de visibilidad” un conjunto de estrategias de crítica y creación de nuevos patrones sociales de representación, interpretación y comunicación, dentro de las cuales se incluyen las Marchas de Orgullo (Moreno, 2008: 232MORENO, Aluminé. 2008. “La invisibilidad como injusticia. Estrategias del movimiento de la diversidad sexual”. In: PECHENY, M.; FIGARI, C. y JONES, D. (eds.), Todo sexo es político. Estudios sobre sexualidades en Argentina. (1ª ed.). Buenos Aires: Libros del Zorzal. 304 p.).
  • 3
    Ejemplos de esto son el programa televisivo “Ser Urbano” de la emisora C5N (10/02/2018Recursos en línea C5N (10/02/2018). Asexuados, luchar por ser reconocidos. [online] SerUrbano.Disponibleen:https://www.Facebook.com/C5N.Noticias/videos/1015670 3002130839/
    https://www.Facebook.com/C5N.Noticias/vi...
    ) que se refiere a las personas asexuales como “asexuados” y como una “tribu urbana” y las notas periodísticas de La Nación (13/10/2012RÍOS, S. (13/10/2012). A: los que eligen vivir sin tener sexo [online].La Nación. Disponible en: https://www.lanacion.com.ar/1516689-A-los-que-eligen-vivir-sin-tener-sexo
    https://www.lanacion.com.ar/1516689-A-lo...
    ), Infobae (25/04/2015INFOBAE. (25/04/2015)Asexualidad: ¿por qué se elige vivir sin sexo? [online]. Disponible en: https://www.infobae.com/2015/04/25/1724340-asexualidad-por-que-se-elige--vivir-sexo/
    https://www.infobae.com/2015/04/25/17243...
    ), Clarín (22/12/2015) y que titulan “A: los que eligen vivir sin sexo”, “Asexualidad: por qué se elige vivir sin sexo”, “A: los que viven sin tener sexo”, respectivamente.
  • 4
    Por ejemplo, el periódico Clarín publicó una nota titulada “Jóvenes ‘Ace’: una nueva forma de vivir la sexualidad” (08/07/2015).
  • 5
    Notablemente, el suplemento “Soy” del periódico argentino Página 12DE SANTO, M. (06/09/2013). Activismo empieza con A [online]. Suplemento “Soy”, ed. Página 12 Disponible en: https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/sub-notas/3083-327-2013-09-06.html
    https://www.pagina12.com.ar/diario/suple...
    , la revista universitaria canadiense McGillDaily, y la revista argentina TODesSLUCKI, F. (18/01/2018). A: una orientación como cualquier otra [online]. TODes. Disponible en: https://todesrevista.com/A-una-orientacion-cualquier-otra/
    https://todesrevista.com/A-una-orientaci...
    .
  • 6
    El reconocimiento social implica dos cosas. Por un lado, la aceptación fáctica de que algo existe. En este caso, se reconoce la existencia de prácticas, personas, identidades y relaciones A. Por otro lado, implica la legitimidad del derecho a ser de estas prácticas, personas, identidades y relaciones. Según el autor, el reconocimiento social “es un reconocimiento de hecho y de derecho” (Pecheny, 2001: 33)

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    18 Mayo 2020
  • Fecha del número
    Jan-Apr 2020

Histórico

  • Recibido
    30 Ago 2019
  • Acepto
    06 Abr 2020
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